Capítulo 15🍁


Min Yoongi realmente había odiado con toda su alma tener que dejar la comodidad de su cama esa mañana, dejando así el lado del pequeño cuerpo de su shifter erizo descansando cómodamente.

Jimin había arrugado su pequeña naricita respingona y se había hecho una pequeña bolita en busca de mantener el calor mientras enterraba parcialmente su rostro en su almohada para aspirar el aroma del alfa.

¡Demonios!

Su león prácticamente parecía un gatito muy enfurruñado e infeliz por haber abandonado el lado de su pareja, pero había tenido que hacerlo.

Como alfa de la nueva manada de Busan, tenía responsabilidades a las cuales atender y aunque no tenía mucho conocimiento, sabía cómo el infierno que no lo iba a arruinar.

Ese lugar era suyo ahora, y sabía que quitando las mierdecillas de los Kim con sus sucias ratas, sería el perfecto lugar en el cual vivir junto a su pareja.

Deteniéndose frente a la tienda de libros de su pareja, Yoongi comprobó que los idiotas no hubieran hecho de las suyas con el lugar antes de entrar al pequeño local de comida del frente.

—Hey, Son —pronunció llamando la atención de la joven.

Alzando su cabeza en su dirección, una brillante sonrisa cruzó por el rostro de la mujer antes de terminar con el cliente frente a ella y prácticamente correr para estar frente al alfa.

—Yoongi —pronunció en un suspiro.

—Alfa —le recordó, aprovechando de anunciarlo más como un recordatorio a las personas que comían su desayuno.

Personas quienes le observaban con disimulo, a pesar de que intentaran ocultarlo no muy bien.

—Cierto, alfa Min —casi parecía que la sonrisa de la joven camarera se había hecho más grande—. ¿Qué puedo hacer por ti?

¿Uhh...?

¿Ella realmente le había guiñado un ojo?

Tal vez también debía de recordarles a todos que había sido tomando por un pequeño erizo llamado Park Jimin, aunque su unión aún no la formalizaban seguía siendo igual de real.

—Quiero tres desayunos para llevar y tres café grande —respondió ignorando su coqueteo.

—Por supuesto, guapo —cerrándole un ojo otra vez, se dio media vuelta alejándose con un pequeño balanceo de caderas que horrorizó a Yoongi.

Claro que eso hubiera sido diferente si hubiese venido de un pequeño omega castaño con grandes lentes circulares.

—Uy, a Jimin de seguro no le gustará para nada ver esto —anunció una voz que lo sobresaltó al aparecer repentinamente a su lado.

—Mierda, Kook —gruño mirándole con recelo.

—¿Qué? —preguntó seguido de un gran bostezo—. Tu pequeño erizo realmente puede enterrar sus púas cuando está molesto, ayer me golpeó la mano cuando intenté tomar una de sus galletas recién preparadas —comentó divertido.

—¿Mi Jimin? —pregunto con una instantánea sonrisa amorosa, alegre de que su pequeño se estuviera sintiendo más cómodo con su hermano.

—Sí —rió Jungkook—. Claro que se asustó cuando se dio cuenta de lo que había hecho pero con una pequeña broma logré que se relajara y me gruñera otra vez. Fue adorable.

Sin poder evitarlo, Yoongi rió imaginándose perfectamente aquella imagen.

—Yo digo que ya deberías de marcarlo —anunció su hermano.

—Oh, lo haré —aseguró—. Solo estoy esperando que las cosas entre Taehyung y Hoseok se calmen un poco antes de secuestrarlo solo para mí.

—¿Y dejarlo a él precisamente en la casa fue una buena opción? —pregunto arqueando una ceja.

—Hoseok los cuidará con su vida ante cualquier intento estúpido de alguno de los tres Kim y, tal vez ayude a que Taehyung se vaya acercando y acostumbrando lentamente a la idea —explicó.

—¿Si tú lo dices? —bufó.

—Solo estás refunfuñando porque te saqué de tu cama temprano —se mofó.

—Claro que sí, ¿me dormí a las cinco y te atreves a despertarme a siete? Que falta de respeto —negó con su cabeza—. Y ni siquiera despertaste a Jimin para que preparara nuestro desayuno —se quejó.

—Es mi pareja, no el cocinero de la casa —le gruñó.

Aunque entendía perfectamente a su hermano, de tener un simple desayuno con un café y un sándwich a una variedad de comida desde tocino, huevo frito, café, pan recién horneado, panqueques y los famosos pastelitos... Era una gran y adictiva diferencia que Jimin había hecho en tan solo una mañana.

—¿Quién es tu pareja? —chilló la joven camarera.

—Park Jimin —respondió Jungkook agarrando las bolsas con los desayunos—. Esparce la voz, otra vez, para que no se sigan haciendo ilusiones con mi hermano, ya está todo domado —rió.

Rodando sus ojos, Yoongi golpeó la nuca de su hermano antes de que este volviera al auto, en el cual seguiría durmiendo hasta que llegaran a su oficina.

—¿Jimin es tu pareja? —pregunto Son recibiendo el dinero de Yoongi.

—Sí —asintió y esperó a que la mujer estallara con algo.

Pero la joven mujer solo bajo sus hombros en derrota.

—Ahora, eso explica por qué fuiste a su rescate y volviste —pronunció entregándole el vuelto.

—Es mi pareja —dijo con simpleza, pero una gran sonrisa rompía en sus labios al recordar a su pequeño hombre.

—Suerte —dijo la mujer a modo de despedida.

Volviendo a su auto, Yoongi no se sorprendió al encontrar a Jungkook durmiendo profundamente.

El chico realmente podía dormirse en cualquier lado y sin ningún problema.

Bufando, condujo hasta su oficina en lo que sería en el centro del pequeño pueblo.

Estacionado su auto al lado del de Jackson, apagó el motor del auto y despertó al durmiente omega a su lado.

—¿Ya llegamos? —preguntó estirando su cuerpo.

—Abajo —anunció tomando las bolsas con los desayunos antes de bajar de su camioneta al igual que Jackson.

—Dime que es mi desayuno —pronunció el shifter oso cuando se acercó a él.

—Pensé que tenías pareja —respondió Jungkook al bajarse.

—Si pero lo mantuve ocupado hasta alta horas de la noche y esta mañana casi me patea el culo cuando lo desperté para preguntarle si me preparaba el desayuno —contestó con una gran sonrisa satisfecha.

Negando con su cabeza, Yoongi sacó las llaves solo para darse cuenta de que la puerta ya estaba abierta.

Los tres se observaron antes de entrar, contemplando el desorden en la lujosa oficina.

—Mierda —gruñó Jackson observando los papeles revueltos en el suelo.

—Uhm, parece que el imbécil de Min-Seok no entregó todas las llaves como había dicho —chasqueó su lengua el menor de los tres.

—Da igual —respondió Yoongi cruzando la habitación hasta llegar al escritorio—. Todos los papeles importantes Hoseok se los llevó a casa y los guardó, lo que sea que buscaban más que seguro que ya no estaba.

—Pero esto es una grave falta al alfa, Yoongi —indicó furioso Jackson—. No puedes simplemente ignorar a lo que han hecho a tu oficina.

—No es realmente mi oficina. Mierda, sabes que prefiero un simple escritorio y una cómoda silla, no toda esta cosa lujosa —señaló a su alrededor.

—Es tu oficina como alfa, puedes redecorarla como quieras si no es de tu gusto pero debes de trabajar en la seguridad —gruño Jackson.

Yoongi simplemente le observó mientras sacaba su desayuno.

—Debería —asintió, pero realmente hasta podría usar una habitación de su casa como una oficina.

A pesar de que sabía que no se podía, ahora era el alfa.

Jungkook bufó al contemplar lo desinteresado que se veía su hermano.

—Piensa en Jimin, él realmente se toma muy en serio lo que respecta a su espacio, como tu pareja obviamente se dará vueltas por aquí ¿te imaginas cómo se sentirá si entra y encuentra esto así? —preguntó el omega.

La imagen de su pequeña pareja asustada y al borde del pánico invadió la mente de Yoongi.

"Jodido infierno, por supuesto que no" gruño en su mente, no dispuesto a ver esa expresión otra vez en el rostro del omega.

Suficiente había tenido cuando encontraron a Taehyung aplastado por los muebles.

—¿Puedes conseguir a alguien de confianza? —gruñó Yoongi, observando a Jackson.

El shifter oso sonrió al contemplar a su amigo reaccionar ante solo la mención de su pareja.

—Mi pequeño hermano es un nerd de la tecnología, él sabe lo que hace y es un puto genio —dijo con tono orgulloso—. Lo llamaré, le hará bien salir de su cueva.

—Perfecto —asintió comenzando a comer su desayuno al igual que los dos restante.

Mientras comían, Jackson sacó y habló de los temas más importantes de momento hasta que terminaron.

—¿Entonces qué vas a hacer con la tienda de tu pareja? —preguntó el shifter oso, tomando lo último de su café.

No era sorprendentemente bueno, pero era pasable y seguramente lo mejor que encontrarían en el pequeño pueblo.

—Voy a hablar con Jimin y su hermano al respecto, tal vez deseen hacerle algunos cambios —respondió Yoongi y suspiró—. ¿Cómo vamos con esas casas? —preguntó.

—Hemos avanzado en cuatro, yo digo que una semana más y la habremos terminado —afirmó—. Solo quedaría arreglar algunos detalles pero nada en realidad.

—¿Y alguien se anotó en esta propuesta de abrir su propia tienda? —recordó observando a su hermano que se había distraído de nuevo con el maldito juego de su teléfono—. Deja esa maldita cosa, Jungkook.

—Solo... Dame...

Rodando sus ojos, Jackson le quitó el maldito teléfono y lo guardó dentro de su bolsillo.

—¡Hey! ¡Ya iba a ganar! —se quejó enojado.

—Estás en una maldita reunión mocoso, presta atención —le regañó Yoongi.

Bufando, el omega cruzó los brazos sobre su pecho mientras prácticamente hacia un infantil puchero.

—Solo tres quisieron, una tienda de motos, una panadería y una tienda de ropa —anunció.

—Hablaré con Hoseok al respecto —asintió el alfa.

—Y hablando de la cosa molesta, ¿dónde está? —pregunto curioso Jackson.

—Está tratando de conquistar a su pequeña pareja —rió Jungkook—. Dijo que no sería igual a mi hermano cuando encontrara pareja pero eso es exactamente lo que está haciendo —se burló.

—Ya te quiero ver a ti cuando encuentres a tu pareja —bufo Jackson.

—No seré igual de idiota, soy un omega —dijo como si eso explicara todo.

—¿Y eso qué? —sonrió Yoongi imaginándoselo—. Jimin es un omega y yo estoy detrás de él, pero Taehyung es un alfa y Hoseok es quien está detrás de él —le recordó—. Sigue burlándote y finalmente tú serás quien esté detrás de tu pareja —rió.

—No lo creo —negó observando al shifter oso—. ¿Me devuelves mi teléfono? —pidió.

Rodando sus ojos Jackson se lo entregó.

—No sé quién está peor, tú con tu maldito celular o Yugyeom con su maldito computador —bufó—. Y hablando de él será mejor que lo comience a llamar, le diré a mi pareja que lo llame como último recurso, siempre logra convencerlo —dijo levantándose de su silla.

—Me gustaría que estuviera aquí lo más pronto posible —pidió Yoongi observando el desorden de su oficina.

—Mejor le digo a mi Mark que lo llame entonces —rió—. Me voy, tengo que ver como va el progreso de los chicos —anuncio retirándose.

—¿Ya me puedo ir? —pregunto Jungkook.

—No, ayúdame a ordenar este desorden —ordenó—. Aunque no creo que pase, no sería bueno que alguien viniera y viera la oficina así.

Arrugando su nariz, Jungkook se levantó y comenzó a tomar los papeles esparcidos en el suelo.

Ordenando unos papeles en su escritorio, Yoongi tomó su celular y contestó la llamada.

Te fuiste sin desayunar —acusó la dulce voz de su pareja—. ¿Por qué no me despertaste?

—Te veías tan tierno que no pude —respondió y sonrió al escuchar el bufido de Jimin—. No te preocupes, pasé a comprar algo.

Pero yo podría haberte preparado algo —se quejó y el alfa podía ver prácticamente el puchero en el dulce rostro del erizo.

—Está bien, te despertaré mañana —prometió con una pequeña risa.

¿Entonces vienes a almorzar? —preguntó el pequeño omega, esperanzado de ver a su pareja.

—Por supuesto —asintió a pesar de que el contrario no pudiera verlo—. A la una me tendrás ahí —prometió—. Ni un minuto más, ni un minuto menos.

Jimin soltó una risita que calentó el alma de Yoongi.

Tendré todo listo.

—¿No ha habido ningún problema? —indago cuidadosamente.

Si te refieres a Tae y Hoseok, están jugando como a una especie de persigue al ratón. Taehyung habla con él por unos minutos y luego escapa —ríe—. Hoseok le da lo suficiente como para que se calme y lo va a buscar, es divertido verlos.

—Me lo puedo imaginar —rió Yoongi.

Y si te referías a los Kim... No ha pasado nada —dijo con un tono un poco más serio.

—Bien, igual si ves algo extraño se lo dices a Hoseok y luego me llamas —pidió.

Seguro, te veo después Yoongi —se despidió Jimin.

—Te veo en unas horas más, pequeño —se despidió guardando su teléfono una vez el omega cortó la llamada.

Observó a su hermano esperando la burla por su parte, pero este observaba asustado su teléfono.

—¿Qué te pasa?

—Mamá llamó, dijo que estaba en la manada del idiota de Il-woo, en otras palabras nuestro padre, y me estaba exigiendo saber dónde estamos —explicó con expresión asustada.

—¿Le dijiste donde estábamos?

—Entré en pánico y le corte —respondió y los dos observaron su celular cuando comenzó a sonar—. Es ella, ¿qué le digo?

—No le contestes —respondió sintiendo un dolor de cabeza.

Amaba a su madre, pero no podía lanzarla al peligro al venir a Busan y mucho menos darle más presión con personas nuevas, a su pequeño erizo, algo le de que sería incluso peor si se enteraba que se trataba de su madre.

—Yo le enviaré un mensaje y le explicaré, es más seguro hablar así, ya que no logrará distraernos para sacarnos lo que quiere saber —prometió.

—Estará enojada como el infierno y yo le diré que fue tu idea —indicó apagando su celular.

Enseguida comenzó a sonar el de Yoongi, y este sabía, que no era otra vez su pequeño hombre llamándolo.


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