Capítulo 13🍁


Después de aquel mágico momento en la cama, que no era más que un preludio a su amor y apareamiento, Min Yoongi observaba a su pequeña pareja pasearse por toda la sala de estar y detenerse por solo unos segundos frente a la ventana para luego seguir caminando.

De vez en cuando aquellos hermosos ojos grises también se posaban en la escalera, a la espera de que en cualquier momento Jungkook bajara y saltara sobre él.

Por fin terminando su llamada con Jackson, Yoongi guardó su teléfono móvil en el bolsillo de su pantalón y se levantó interponiéndose en el camino del pequeño erizo.

Jimin observó el pecho de su pareja, empujó sus lentes más arriba y luego inclinó su cabeza hacia atrás para observar el rostro del alfa.

—Pequeño, nadie bajará a molestarte o comerte —pronunció Yoongi, rodeando con sus brazos el pequeño cuerpo como se había hecho costumbre—. Jungkook se ha vuelto a obsesionar en un nuevo videojuego por lo que no saldrá de su habitación hasta que tenga hambre y Hoseok está afuera manejando las cosas —informó.

—Uh... Lo sé, pero aquí a que mi erizo se sienta cómodo alrededor con alguien además de ti ya es algo diferente —indicó fundiéndose en los brazos del contrario antes de robar otra mirada a la ventana de la sala de estar.

—Ahora... ¿Por qué pareces tan preocupado por la ventana? —indagó suavemente el shifter león.

—Antes de ir a tu habitación llamé a mi amigo Namjoon porque sigo preocupado por TaeTae, él me dijo que iba a venir y hace unos momentos atrás le envié la dirección de donde estamos ahora —explicó nerviosamente, temiendo haber hecho mal—. ¿Hice mal?

—No pequeño, ahora respira —indicó—. ¿Por qué estás nervioso? Si es tu amigo y viene a comprobar a tu hermano no me molestaré —aseguró—. O ¿a caso él intentará alejarte de mí? —gruñó furioso ante el pensamiento, tensando sus músculos.

—Supongo que viene con esa intención pero cuando le explique que tú eres mi pareja seguramente lo dejará —respondió subiendo sus manos para acariciar el pecho del alfa.

Jimin se sorprendió cuando ese simple acto pareció relajar el cuerpo del contrario.

—Bien, porque no le dejaré cruzar esa puerta si piensa que puede llevarte lejos de mí, nadie lo hará —anunció sacándole una ligera risa al omega.

En vez de asustarse por dichas palabras tan posesivas... Se sentía bien, feliz incluso porque por fin tenía a alguien solo para él.

—Eso me hace sentir mejor —sonrió—. Como el alfa y nuevo alcalde de Busan ¿no deberías de estar, ya sabes... Trabajando? —recordó.

—Tanto Hoseok como Jackson pueden manejar todo mientras no estoy, cada uno sabe lo que tiene que hacer —respondió—. Además, ¿cuál es el chiste de ser el líder si no puedo disfrutar de los beneficios como trabajar desde casa? —exclamó con una sonrisa ladina.

—Supongo que Jackson es la persona a cargo de la construcción de este nuevo proyecto de casas y tiendas —adivinó el pequeño hombre.

—Si, él realmente es mi jefe en lo que respecta a trabajo o al menos lo fue hasta enterarse de que soy el nuevo alfa de esta manada —explicó.

—¿Entonces ya no trabajaras para él? —pregunto confundido.

—No lo creo, ser un líder me mantendrá ocupado y si además tengo un trabajo extra como arquitecto... Eso realmente me dejaría sin tiempo para pasar con mi dulce pareja —negó.

—Lo siento... —murmuró un poco culpable—. Sé que te gustaba tu trabajo y ahora... —torció sus labios recordando lo feliz y emocionado que se veía Yoongi cada vez que le contaba de su trabajo y le mostraba los planos, explicándole cosas que Jimin sinceramente no entendía pero se esforzaba en hacerlo con tal de ver aquella sonrisita del alfa.

—Hey —pronunció suavemente el alfa, alejándose y tomando su mentón—. Fue mi decisión convertirme en el alfa de esta manada, yo quise volverme líder de estas tierras para tener un lugar contigo. Yo lo decidí, tú no me obligaste a nada, pequeño.

—¿Seguro? —Yoongi lo besó castamente en respuesta.

—Puede que no sepa mucho del tema, pero tengo a dos grandes personas y amigos que me respaldan —prometió—. Y contigo a mi lado, todo estará bien.

—¿Dónde estuviste toda mi vida? —exclamó sonriendo en grande para no llorar ante las dulces palabras de su alfa.

Dios, cómo deseaba que ya estuvieran totalmente acoplados para no dejar ir nunca al gran león de su lado.

Sería realmente un estúpido si lo dejara irse.

—Esa es mi pregunta —sonrió besando su pequeña nariz respingona.

Observándolo, el pequeño omega sonrió tiernamente—. Realmente eres muy diferente a como me imaginé que serías luego de la primera vez que nos conocimos.

—Bueeeeno... No fue exactamente la mejor primera impresión, ni la segunda —recordó y una esquina de sus labios se torció en una mueca—. Sinceramente yo no soy así de agresivo, de hecho, esas fueron las primeras veces que entré en una pelea en verdad —reveló.

—¿Qué? —preguntó Jimin, con ojos sorprendidos e incrédulos.

—Es verdad, siempre fui una persona tranquila por no decir pasiva que prefería hablar antes de entrar a los golpes —se encogió de hombros.

—Pero si sacaste el infierno fuera de Min-jae, dos veces —exclamó—. Aunque admito que me asustó, me gustó que por primera vez le dieran su merecido.

—Y eso fue debido a ti —pronunció alzando su mano para acariciar su mejilla—. Fue como si despertara todos mis instintos el apreciar cómo abusaban de mi pareja, simplemente no pude no hacer nada al respecto —explicó.

—Ugh... Esto podría sonar mal, pero realmente agradezco que tu padre fuera tan idiota como para dejarte ir por miedo —dijo y se sobresaltó cuando la puerta fue golpeada—. Ese ha de ser Namjoon.

—Vamos —instó dejando de abrazarlo, pero en cambio tomando su mano.

Entrelazando sus dedos, Jimin empujó sus lentes más arriba y se dirigió a la puerta junto con su pareja.

Al abrirla, el pequeño castaño hizo una mueca ante la visible molestia en el rostro de su amigo, la cual, realmente no iba dirigida al omega en realidad.

—¿Qué le pasó a tu casa? —exigió saber.

—¿Qué le ocurrió a mi casa? —preguntó pálido el omega.

Namjoon frunció el ceño, confuso—. ¿No estás aquí porque le pasó algo? —respondió.

—No me asustes así —refunfuñó respirando en alivio—. No le pasó nada a mi casa.

—Bueno entonces... —sus ojos se desviaron al alfa, como si recién se diera cuenta de la presencia de Yoongi junto a Jimin—. Eh...

—Min Yoongi, nuevo alfa y pareja de Jimin —se presentó el shifter león.

Namjoon volvió a observar a Jimin y luego otra vez a Yoongi.

—Disculpa pero, ¿qué clase de shifter eres exactamente? —preguntó.

—Un león —respondió Jimin—. Ya sabes, un gran roar —levantó su mano libre disimulando garras—. Incluso puede ronronear como un gatito grande —dijo emocionado, feliz de contarle a alguien su pareja además de su hermano que veía más puntos negativos que positivos.

Pero Taehyung no tenía una pareja por lo cual no podía entenderlo realmente.

—Ahora pequeño, eso me gustaría que se quedara entre nosotros o Jungkook nunca me dejara tranquilo —pidió con una sonrisa cariñosa mientras observaba a su omega.

—¿Un león y un erizo juntos? —pronunció el shifter lobo, pensativo.

—Si, si, después puedes hablar y preguntar o lo que sea —exclamó Jimin retrocediendo y permitiéndole a su amigo entrar a la casa—. ¿Puedes revisar a Tae primero, antes que nada? —pidió.

—Está bien —asintió—. Prioridades.

—Es en el segundo piso, a la derecha en la segunda puerta —indicó Yoongi mientras seguía por detrás al hombre junto a su omega.

Entrando en la habitación, Namjoon dejó su mochila negra en el suelo y se sentó en el borde de la cama junto al durmiente Taehyung.

Antes de despertarlo, volteó hacia la pareja en la puerta.

—Uhm, ¿pueden esperar afuera? —pidió—. O al menos Yoongi.

—¿Por qué? —preguntó el alfa, a su león no le gustaba que su pareja todavía no marcada se quedara a solas en una habitación con alguien que para él era un extraño.

—Taehyung se alterará cuando vea a otro alfa a su alrededor, sin importar que seas o no la pareja de su hermano —respondió.

Aunque le gustaría negarlo, Jimin sabía que era cierto pero, también lo era que en ese momento su erizo necesitaba de su león en el cual apoyarse.

—Esperaremos afuera —pronunció el omega.

—Puedo ir solo —dijo Yoongi a pesar de que animal estuviera en contra.

—Te necesito a mi lado ahora —susurró Jimin, empujando más arriba sus lentes mientras sus ojos se detuvieron en su hermano.

Cuando la pareja salió de la habitación, el beta comenzó su trabajo.

Frente a la habitación, Jimin observaba fijamente la puerta mientras su pequeño cuerpo era rodeado por los brazos de su pareja, que era justo lo que necesitaba en ese momento.

Para el pequeño erizo realmente parecieron pasar horas antes de que Namjoon finalmente saliera de la habitación.

—¿Y? ¿Cómo está? ¿Es malo? ¿Ya está despierto? ¿Ya está bien? —atacó con preguntas.

—Ya ha pasado por lo peor —anunció—. Como me temía, recibió un daño interno pero su cambio ya soluciono todo, ahora solo queda lo exterior —explicó—. De aquí a la tarde ya debe de estar como nuevo, tal vez una ligera molestia por aquí y allá pero con los cambios estará bien —prometió al preocupado castaño—. Así que solo déjale seguir durmiendo y cuando despierte, aliméntalo bien —recomendó y Jimin volvió a respirar en alivio.

—Gracias —sonrió.

—¿Seguro que no necesita algún medicamento u algo? —preguntó Yoongi, rodeando los hombros del pequeño erizo.

—No, está bien —aseguró—. Tal vez si me lo hubieran traído cuando ocurrió el accidente podría haberle recetado algo para acelerar todo pero en este momento ya no es necesario.

Uhm... Eso despertaba una duda en Yoongi.

—Pequeño, ¿acaso no hay un médico aquí? —preguntó observando al pequeño hombre a su lado.

—Sí lo hay pero solo atiende ciertos días y en su casa —explicó—. Siendo como estaba Taehyung no podía moverlo, también como nos han evitado todos desde siempre y este nuevo cambio... —torció sus labios en una mueca—. Sí es algo urgente usualmente llamamos a Namjoon.

—Uhm, tal vez debamos buscar a alguien nuevo —pensó decidido—. No necesitamos de alguien que solo atiende a quienes quiera —tal vez debería de hablarlo con Jackson u Hoseok.

Observó a Namjoon. Tal vez hasta ya tenía un candidato presente, solo tenía que convencerlo.

—Ahora, esa conversación que dejamos abajo sobre ustedes siendo pareja... —pronunció el beta, llamando la atención de los dos.

Cuando Taehyung despertó, se desconcertó un poco al desconocer el lugar en el cual estaba cuando sus ojos lograron enfocar tan bien como podía sin sus lentes.

Y se asustó aún más al percibir una borrosa figura en la puerta.

—¿Minnie? ¿Me puedes dar mis lentes por favor? —pidió.

Intentando sentarse en la cama, hizo una mueca con anticipado dolor al mover todo su cuerpo, pero realmente no le había dolido tanto como esperaba.

El dolor en su espalda y costillas ya no era tan ensordecedor, solo una ligera molestia a decir verdad.

Finalmente estaba sanando, para su alivio y seguramente el de su hermano que debería de estar muriendo de preocupación.

—¿Estás bien? —preguntó una voz desconocida, sacándolo de sus pensamientos.

Inmediatamente el pequeño alfa tomó sus lentes de las manos ajenas y se los colocó observando con miedo a un hermoso hombre de cabello negro que casi parecía tener destellos azules gracias a la luz del atardecer que se filtraba por la ventana.

Pero... A pesar de que prácticamente llegaba a temblar de miedo, el aroma del extraño era de cierta forma atrayente y calmante.

—¿Q-quién eres tú? —preguntó con voz temblorosa—. ¿Dónde está mi hermano?

—Respira y concéntrate —pronunció en cambio el hermoso hombre.

Fue una orden, pero el tono que empleó fue suave y atrayente.

Y cuando Taehyung obedeció, abrió exageradamente sus ojos antes de escapar de la situación cambiando a su pequeña forma animal.

"Él es mi pareja" pensó irritado ante el sentimiento dividido entre la felicidad y el miedo.

¿Cómo su hermano pudo soportar constantemente aquel sentimiento tan contradictorio?

No lo sabía, pero algo le decía que lo estaría averiguando pronto quisiera o no.

Hoseok le observó intensamente y una pequeña sonrisa creció en sus labios, ayudando al pequeño animal a salir de la ropa en la cual había quedado atrapado.

—Eres tierno —anuncio justo cuando Jimin apareció en la puerta con una bandeja llena de comida.

—Ho-hoseok, ¿qué haces aquí? —pregunto sin poder ocultar el temor.

—Una pequeña visita —respondió con una sonrisa diferente a las que Jimin había presenciado hasta el momento.

Una que cambiaba completamente el rostro del beta a uno más amigable y apuesto.

—No te preocupes, ya me retiro —prometió manteniéndose quieto mientras el pequeño omega lentamente se dirigía a la otra cama donde colocaba la bandeja—. Tengo que enseñarle unas cuantas cosas a tu torpe pareja —anunció.

Dándole una última mirada a su pareja, Hoseok salió de la habitación para la tranquilidad de ambos pequeños erizos.

—Tae —pronunció Jimin, rápidamente acercándose a la cama de su hermano cuando la puerta fue cerrada.

—Él es mi pareja —chilló el pequeño pelinegro volviendo a cambiar.

—¿Qué? —respondió Jimin alzando ambas cejas sorprendido.

—Un águila es mi pareja, Minnie —volvió a chillar y el castaño no pudo hacer más que simplemente mirarlo.

Tal parecía que al destino realmente le gustaba jugar.

—¿Y por cierto, dónde estamos? —preguntó Taehyung.

—Te diré pero no grites —pidió—. Uhm... Nosotros podríamos estar en la casa de mi alfa.

—¿Podríamos? —cuestionó.

—Bien, estamos en su casa hasta que pueda controlar a los idiotas Kim y a los que lo siguen —explicó.

—¿Estás loco? —gritó incómodo más que asustado de estar en la casa de otro alfa.

—Te dije que no gritaras —se quejó con un puchero en sus labios—. No es tan malo como parece —prometió.

Pero Taehyung simplemente le observó incrédulo.

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