🌻•Capítulo 6O
《🌻》
Unos pasos iban de un lado a otro, de pasillo en pasillo, de estudio en estudio y de oficina a oficina, sin parar.
Cómo había extrañado trabajar.
Extrañaba decorar, dar órdenes, tomar fotografías, poner todo en orden, asistir a reuniones, cerrar contratos y finalmente después de unas largas semanas, Kim SeokJin jefe del área de publicidad y mano derecha del CEO de Hope Enterprises, estaba de vuelta.
Todos se alegraron de verlo tan bien, tan saludable y sobre todo de verlo contento y reluciente. El omega no dejaba de sonreír, de soltar chistes, todo sin dejar de supervisar toda su área. Era cierto que había perdido mucho peso después de dar a luz, pero ya se encontraba bajo una dieta para recuperar varios kilitos y bueno, sus alfas se encargaban de que se alimentara correctamente.
—¡Tú bebé es hermoso!
—¡Lo sé! —decía presumiéndolo con orgullo.
El pequeño Soobin reposaba en el pecho de su padre dentro una cómoda cangurera con sus ojitos redondos muy abiertos. Poco a poco conforme las semanas pasaban, sus rasgos salían a la luz y no había duda de que el cachorrito era una mezcla perfecta de los tres.
El orgulloso padre se pavoneaba por los pasillos presumiendo a su cachorrito a todo mundo y él más que feliz de que su niño recibiera muchísimos halagos.
—¡Amor! —el omega se detuvo en medio del pasillo al escuchar la voz de uno de sus alfas. Giró esbozando una enorme sonrisa.
—¡Nam!
—Hey… —dijo llegando hasta donde él sujetándolo de la cintura besando esos esponjosos labios. —Hola, Binnie~ —besó los castaños cabellitos.
—Soobinnie es muy popular aquí~ —informó muy orgulloso.
—Me imagino que sí. —rió. —Vine a buscarte para ver si necesitabas ayuda con él.
Negó. —Estoy bien, no me causa ningún problema. —sujetó la manito de su bebé. —Es un niño muy bien portado, además voy a mi oficina.
—Lo es. —sonrió mostrando ese lindo par de hoyuelos. —Bueno, cualquier cosa me llamas, recuerda que acordamos turnarnos para cuidarlo.
Asintió sonriente. —Yo te aviso cuando vengas por él. —le dijo dándole un besito. —, ahora ve a trabajar, tu jefe te lo ordena.
El alfa rió y después de robarle otro besito a su omega se marchó de ahí rumbo a su estudio mientras que Jin se fue directo a su oficina. Estuvo unos minutos ahí ordenando unos papeles, tenía muchos acumulados y tenía que poner todo en su lugar. Afortunadamente su bebito era tranquilo y se mantenía succionando su chupete dentro de la cunita alta que tenía justo a su lado.
—Oh, si estás aquí. —dijo el joven alfa entrando a la oficina. —Hola, Jinnie.
—Hola, Jungkookie —le mostró una sonrisa antes de regresar su vista a los documentos.
—¿Cómo estás? —se acercó a él besando su mejilla, luego se acercó a la cuna y sonrió al ver a su hijito despierto. —¿Necesitas que me lleve a Soobin? Te veo muy ocupado.
—Estoy bien~ Soobin no interfiere en mis tareas.
—¿Seguro?
—Seguro. —respondió ordenando unos papeles en unas carpetas. —Namjoon también me acaba de preguntar lo mismo, así que no se preocupen, yo les avisaré cuando tengan que venir por mi niño, ¿sí?
—De acuerdo. —besó sus labios. —Estamos muy orgullosos de ti, ¿Lo sabías?
—Lo sé. —sonrió mirándolo a los ojos. —Y yo estoy muy agradecido con ustedes, los amo.
—Y nosotros te amamos a ti, Jinnie.
Después de un par de despedidas más, Jungkook se fue a seguir con su trabajo al igual que Jin quien continuó ordenando sus papeles mientras hablaba con su cachorrito. Pero fue cuestión de minutos para que la puerta de su oficina volviera a abrirse.
—No puedo creer que en serio viniste hoy.
Se rió. —Hey, Hoseok. —dejó los documentos sobre su escritorio. —No podía esperar más para venir, saber que amo trabajar aquí.
—Pero es viernes, yo te dije que vinieras hasta el lunes para que aprovecharas viernes, sábado y domingo para descansar. —se acercó al omega y le dió un fuerte abrazo. —Me alegra mucho que ya estés bien, estaba muy preocupado pero no aceptabas visitas.
—Lo siento… —se avergonzó separándose del abrazo. —En serio me sentía muy mal conmigo mismo.
—No te disculpes, lo entiendo… —se acercó a la cuna esbozando una enorme sonrisa al ver al precioso bebé muy despierto. —Lo importante es que ya todo pasó y tú y Soobin se encuentran bien.
Asintió notando la ilusión con la que su amigo y jefe miraba al pequeño. —¿Quieres cargarlo?
Hoseok lo miró con sorpresa. —¿Puedo?
—¡Claro!
Y sin pensarlo dos veces, el alfa tomó al cachorrito con toda la precaución del mundo. La sonrisa no abandonaba su rostro, en serio era un niño muy bonito y tranquilo.
—No puedo esperar a que Taehyung lo conozca…
🌻
Los párpados le pesaban… estos caían constantemente al mismo tiempo en el que cabeceaba y se balanceaba hacia adelante repetidas veces.
Definitivamente la noche anterior no había sido buena.
—¿Taehyung?
Dio un saltito ante el llamado abriendo esos cansados ojitos azules para encontrarse con su amiga mirándole con preocupación.
—Oye, ¿estás bien? —Sunmi le preguntó. —, te estás quedando dormido.
Tae asintió estirando su espalda y alargando un bostezo. —Tengo mucho sueño, no dormí nada anoche por estar pensando…
—Ya veo… ¿Quieres hablarlo?
Se lo pensó unos segundos… no le llamaba la atención contarle lo que le atormentó anoche… es algo que sólo compartiría con una cierta cantidad de personas, las cuales son contadas con los dedos de una mano. Aunque ella era su amiga… y podía confiarle ese tema pero la verdad, aún no se sentía muy seguro al contar "ese" tema con alguien que no forma parte de su pequeñita familia.
Y de esa pequeñita familia, solo tres sabían de esa situación: Hoseok, MinHo y Taemin.
Arrugó la nariz. —No quiero recordarlo ahora…
Asintió comprensiva. —Bueno, recién salimos a nuestro receso, ¿quieres dormir un poco?
—¿Dormir? ¿Dónde?
Ella señaló su regazo después de dejar de lado su libro. Tae sonrió y asintió recostándose en el verde pasto y así recargar su cabeza en el regazo de la alfa. Sunmi rió viéndolo acomodarse con toda la confianza del mundo.
—Te despertaré cuando sea hora de regresar al salón, ¿si?
El omega asintió cerrando sus ojitos y sintiendo como su cabello era acariciado, adormeciéndole rápidamente.
Tomó una profunda respiración percibiendo el fuerte aroma a frambuesas de la alfa… le agradaba, pero su favorito siempre será el aroma de Hobie, quien por cierto hace un par de noches había gruñido al estarlo abrazando cuando estaban en la habitación, pues percibió el olor de Sunmi y Jessi en él. A pesar de que Hoseok comprendía que eran sus amigas, no podía evitar ponerse un poquito celoso, así que cada mañana antes de dejarlo en la universidad Taehyung terminaba impregnado a canela, roble y manzanas.
En fin, Taehyung poco a poco se quedó dormido gracias a las caricias y el agradable viento que comenzaba a correr. Esta vez, solo se hallaban ellos dos, pues ni Jessi ni Jimin pudieron acompañarlos al tener otro horario ese día. Aunque a la vez se sentían tranquilos porque no estarían escuchando los gritos de Jessi llamando a media universidad.
Sunmi se entretuvo leyendo un libro el cual era el tema de la clase de hoy, mientras que Taehyung descansaba. El receso pasó muy rápido, que incluso la alfa se sintió mal al tener que despertar a Tae porque lo veía dormir tan cómodo. Pero el dulce omega le agradeció diciéndole que había dormido bien y que sus energías se renovaron un poquito.
Iban por el pasillo rumbo a su aula, comentando sobre el libro que Sunmi estaba leyendo, aún así el montón de voces a su alrededor no le permitían escuchar bien lo que su amiga decía. Tae alcanzaba a escuchar distintos temas de conversación, algunos hablaban de tareas, otros de fiestas, de sus artistas favoritos, de películas, de música, proyectos… pero lo que realmente le sorprendió fue cuando logró escuchar varias veces el nombre de su alfa.
—¿Taehyung? —Sunmi lo miró al darse cuenta que no la estaba escuchando.
—Están hablando de Hoseok… —murmuró viendo a los lados. —, escuché que dijeron su nombre.
—Oh bueno, tu alfa no es un simple empresario —encogió sus hombros—, también es alguien famoso, tiene bastantes fans por ahí.
Tae hizo una mueca dándole la razón. —Pero es raro escuchar que hablen de él…
—Creo que no eres consciente de lo famoso que es tu alfa … —comentó con una risita.
Y era cierto, Tae no tenía ni idea de lo que Hoseok era, del poder y popularidad que poseía. Porque a pesar de ser un empresario muy bueno, también logró ganarse su fama al ser un increíble modelo de marcas muy reconocidas y desfilar en varias pasarelas. Es obvio que tenía fans, es joven, rico y muy atractivo… pero a Hoseok le gustaba mantener un perfil bajo y no hacer mucho alarde sobre ello, tampoco es que le importara mucho lo que hablaran de él, claro, mientras no se metieran directamente con su vida privada, ahí si tenía que intervenir, tal como cuando salieron a la luz aquellas fotos de su viaje a Hawaii y sacaron esos pésimos artículos sobre Taehyung.
—Oye, ¿Qué te pareció la frase de la página treinta y dos? —pero no obtuvo respuesta. Sunmi se giró en su asiento para mirar como el omega buscaba y buscaba en su mochila. —¿Qué pasa?
—No encuentro mi libro —angustiado continuaba buscando pero era en vano. Entonces recordó. —Lo dejé en el sillón…
—Oh, te puedo prestar el mío. —dijo ella mirando como Tae sacaba su celular y escribía un mensaje lo más rápido que podía. —Podemos turnarnos para usarlo, ¿qué te parece?
Asintió y miró a su amiga con una sonrisa aliviada. —Hoseok me dijo que me lo va a traer.
La alfa se sorprendió por lo rápido que Jung había aceptado. Eso solo demostraba que Hoseok tenía a Taehyung como prioridad sobre todas las cosas.
—¡Es que ya viste lo bueno que se ve!
—Ya lo sé, Rosé fue una tonta al dejarlo ir.
Rosé. Eso definitivamente llamó la atención de Taehyung que de inmediato volteó encontrándose con MinJun hablando con su amigo del asiento de adelante sin dejar de ver sus celulares.
—Se ve tan bien, no puedo creer que posara en ropa interior.
—Que suerte tiene Solar, se ven increíbles juntos, ¿crees que estén saliendo?
—Tal vez, tienen muy buena química, tan solo ve como se miran.
Taehyung frunció el ceño y abultó sus labios. Ya había entendido de qué hablaban. Sunmi por supuesto notó la incomodidad del omega así que buscó en su teléfono las fotos de las que esos omegas estaban comentando. Rápidamente las encontró al entrar a sus redes sociales pues la página de está reconocida marca, acababa de subir las fotografías. Sunmi tenía que admitir que el alfa se veía muy bien…
—Mira, salieron estas fotos de tu alfa. —le mostró el celular a Taehyung quien alzó sus cejas… pero también se sonrojó. Sunmi se rió. —Se ve muy guapo~
El sonrojo de Tae aumentó, pero asintió. —Yo vi cuando le tomaron esas fotos… —buscó en la galería de su teléfono y ahora le mostró las fotografías que le habían tomado con Hoseok después de esa sesión. —, mira…
—Santa luna… —pasaba foto tras foto. Era un contraste increíble con el alfa semidesnudo solo con una bata y ropa interior y Taehyung luciendo adorable con ese overol y… —¡Oye! estas fotos las tomaron el día que nos conocimos ¿no? traes la misma ropa.
Asintió. —Después de mi primer día aquí, me llevó a la empresa y ahí se las tomaron.
Sunmi se emocionó preguntándole más cosas al omega quien le respondía entre risitas. Mientras que el otro par de omegas lograron escuchar ciertos comentarios sobre Jung que llamaron su atención.
—Taeyong, ¿También eres fan de Jung Hoseok?
Tae alzó la vista sorprendido al darse cuenta que ese chico nuevamente le estaba dirigiendo la palabra, pero se confundió al ser llamado de otra forma.
—Me llamó Taehyung, no Taeyong. —aclaró bajito.
—Sí como sea, te escuché hablar de Jung Hoseok, ¿eres su fan?
Sunmi bufó conteniendo una risita, MinJun la miró con el ceño fruncido y la alfa cubrió su boca abultando sus mejillas intentando que no se le escapara ninguna carcajada.
—No soy su fan… —dijo negando con la cabeza.
MinJun volvió a fruncir el ceño pues juraría que los escuchó hablar sobre el alfa. No obstante, su vista se clavó en el celular que el omega de ojos azules tenía en sus manos. Taehyung ni siquiera vio venir cuando el omega pelinegro le arrebató el teléfono.
—¡Oye! —exclamó Sunmi. —¿Qué haces?
—Estas fotos… —musitó viendo una tras otra. —¿En serio eres tú?
—¡Devuélvele su celular a Taehyung!
—Vaya, se ven muy reales… —decía haciéndoles zoom revisando cada detalle, estaba seguro que eran un fotomontaje.
—Porque son reales, bobo. —Sunmi le dijo rodando los ojos. —Él es el novio de Taehyung, su alfa. —recalcó las últimas dos palabras.
MinJun enarcó una ceja dándole una mirada incrédula a la alfa, para después mirar a Taehyung quien le miraba con sus cejas fruncidas en preocupación temiendo por su celular, no quería que se le rompiera de nuevo. El omega pelinegro soltó una carcajada.
—Que buen chiste, Hoseok está soltero, duh. —le regresó el teléfono. —En fin, se vale soñar, por cierto editas muy bien eh.
Le alzó el pulgar, se dio media vuelta y regresó a su asiento dejando al par confundido quienes compartieron miradas. Sunmi soltó una risita contagiando a Tae.
Después de eso, el profesor entró disculpándose por el ligero retraso. Entonces dio inicio a la clase, encendiendo el proyector para explicar unos temas. Pasó aproximadamente media hora donde Taehyung miraba su celular esperando una llamada o algún mensaje de su alfa donde le pidiera que saliera por el libro pero nada…
La exposición del profesor dio fin y pidió que sacaran sus libros para leer en voz alta varias páginas. Ahí Tae se sintió en apuros.
—Taehyung, tu turno… —ante el silencio el viejo alfa alzó la mirada de su lectura. —¿Taehyung?
—Ah… —se sintió cohibido al percibir cómo las miradas de sus demás compañeros se posaban sobre él. No le agradaba mucho ser el centro de atención. —Olvidé mi libro… ¡Pero mi alfa me lo va a traer!
—Sí claro… "Jung Hoseok" va a venir aquí y cruzará esa puerta. —MinJun dijo con burla. Varios murmullos comenzaron a escucharse.
—¿Qué? —Sunmi volteó a verlo con una ceja alzada. —¿Tienes envidia?
—¡Claro que no! ¿Por qué tendría envidia de algo que no es real? —le dió una mirada para nada agradable a Taehyung quien bajó la mirada al sentirse intimidado. —¿Jung Hoseok saliendo con un campesino becado? Pff, que graciosos son ustedes dos. Él solo sale con personas de su mismo nivel como su ex Park Rosé, ya sabes, omegas con clase.
Rosé de nuevo. ¿Por qué tenía que mencionarla? A pesar de que Taehyung ya no tenía rencillas con ella, y estaba seguro de que Hobie no la amaba… seguía sintiéndose "incómodo" cuando la relacionaban con él.
—Oh, entonces eso quiere decir que él nunca saldría contigo, digo… no tienes clase.
MinJun frunció el ceño y varias risitas por parte del resto de los alumnos se escucharon.
—¡Silencio todos! —solo eso bastó para que todos se quedaran callados. El profesor los miró a todos con reproche para después voltear a ver a cierto omega cohibido. —Taehyung, ¿De verdad te van a traer el libro?
—Sí, profesor… —respondió bajito aún con la mirada abajo.
Asintió. —Me avisas cuando tengas que salir a recogerlo. —Tae solo hizo un sonidito afirmativo. —No quiero escucharlos volviendo a hacer esa clase de comentarios, ahora, continuemos con la lectura, MinJun.
El nombrado solo refunfuñó pero obedeció, él ya había leído su parte y ahora el profesor lo hacía leer de nuevo, era injusto.
Sunmi volteó al asiento de atrás, encontrándose con un Taehyung cabizbajo. No se necesitaba ser un genio para saber que el omega estaba triste…
—Tae… —lo llamó bajito, pero la alfa se sintió enfurecida cuando vio aquellos ojitos bonitos con lágrimas.
Taehyung no entendía porqué le hablaban y le decían cosas así, pero no quería demostrar que le afectaban, no quería transmitirle a Hoseok que estaba triste… pero ya era tarde, de seguro él ya lo había sentido. Y es que estos días había tenido que "ignorar" ciertos comentarios de parte de varios de sus compañeros cuando lo veían cerca, sobre todo de ese MinJun y su amigo. A pesar de que Sunmi lo defendía o trataba de distraerlo para que no los escuchara, si llegaba a sentirse triste.
No lograba comprender el por qué era malo venir de una granja, porque desde que dijo que tenía una, los comentarios crueles no se han detenido.
—Oye-
Pero unos golpes en la puerta le interrumpieron tal como a la lectura. El profesor se quitó sus gafas y se acercó a la puerta… no obstante, lo que llamaba la atención era la cantidad de estudiantes fuera del aula que chillaban emocionados. ¿Qué estaba pasando?
—Oh, Director Kwon, ¿Qué lo trae por aquí?
Todos los estudiantes dentro del aula miraban hacia la puerta con curiosidad, excepto dos de ellos. Sunmi limpiaba las lágrimas bajo los ojos de su amigo.
—Señor Lee, lamento interrumpir su clase. —se disculpó con una ligera inclinación de cabeza. El viejo alfa negó haciendo lo mismo. —Traje a un invitado especial a hacerle una entrega a uno de sus alumnos.
—¿De mis alumnos? —entonces recordó dándole una mirada al cabizbajo rubio. —¿Taehyung?
El omega tallaba sus ojitos cuando escuchó varios jadeos, chillidos y murmullos después de que el profesor lo llamara, "es él" "no puedo creerlo" "es tan guapo en persona" "¿de verdad está aquí?" "¿entonces él no mentía?" Tae no entendía a qué se referían, pero de repente fue invadido por un inconfundible aroma que le erizó la piel, para inmediatamente alzar la mirada y conectar sus preciosos y cristalizados ojitos azules con aquellos dorados que tanto amaba.
—Buen día, y disculpen la interrupción. —su voz… fue como un analgésico. Parecía que no lo había escuchado en meses, cuando en realidad solo habían pasado unas cuantas horas. Pero Tae estaba triste, y su alfa era el mejor para reconfortarlo. —He venido personalmente a hacer la entrega de un libro a Kim Taehyung, mi omega.
Más murmullos y jadeos sorprendidos. Todas las miradas se clavaron en el lindo omega que lucía aturdido en su lugar sin dejar de ver al atractivo alfa de traje y corbata que acababa de entrar. El alfa tampoco dejaba de verlo, trataba de mantener la compostura después de sentir la tristeza de su omega pero no podía evitar mirarle con preocupación, sobre todo no pudo evitar preocuparse más al notar sus ojos favoritos con lágrimas en ellos, ¿Qué le habían hecho?
Taehyung se puso de pie torpemente tallando sus ojos con sus mangas, viendo como su amado alfa se acercaba a él con un rostro serio pero preocupado. Los murmullos se detuvieron, todos estaban a la expectativa de lo que estaba a punto de pasar que inclusive el aliento contenían. Jung se detuvo frente a su omega y dejó el libro sobre el pupitre. Por unos segundos miró inquisitivo a su chico, para después fruncir el ceño al verificar que efectivamente habían lágrimas en esos preciosos ojos. Extendió sus brazos y atrajo a Tae a su pecho en un cálido y necesitado abrazo.
El aroma a roble, canela y manzanas inundando su ser. Destensó los hombros para a continuación dar un silencioso suspiro aliviado, sintiendo como su tristeza se iba con el simple hecho de estar junto a su alfa, de estar en sus brazos… sabía que estando ahí, en su lugar seguro, todo estaría bien.
Solo duró unos efímeros segundos pero para Taehyung fueron más que suficiente. Jung se separó para sujetar las mejillas de su chico y acercar sus rostros para tener un poquito de privacidad.
—¿Estás bien? —preguntó en un susurro. —¿Por qué llorabas?
Tae negó restándole importancia. —Yo… estoy bien… —respondió en el mismo tono. —, estoy bien ahora que estás aquí… conmigo.
—Pero… —se quedó en silencio unos segundos mirando alternativamente ese par de zafiros. —, no me digas que estás bien, no cuando sentí tu tristeza y veo tus ojitos húmedos.
Hablaban en simples susurros muy poco entendibles para los demás, excepto para ellos.
Relamió sus labios soltando un bajito suspiro sin dejar de ver los destellantes ojos dorados. —Puedo… ¿puedo contarte cuando estemos los dos solos?
Asintió plantándole un besito en la frente. —De acuerdo. —sujetó su mano y comenzó a llevarlo afuera del salón ante la mirada sorprendida de todos. —Taehyung regresará en unos minutos.
Fue todo lo que dijo al pasar frente al profesor, ni siquiera dio una explicación. Y no es como si necesitara pedir permiso para llevarse a su omega ni explicar qué es lo que harían, incluso se le hizo innecesario avisar su salida.
En fin, una vez salieron del aula, se encontraron con más estudiantes de otros salones que les miraban con asombro, Hoseok ni siquiera los miró, estaba muy ocupado en buscar un sitio más solitario para poder hablar con su angustiado omega, quien simplemente avanzaba a pasos rápidos tras su alfa que no dejaba de sostener su mano.
El director y el profesor también salieron del aula así que las conversaciones sobre lo que acababa de pasar no se hicieron esperar. Sunmi le dio una mirada burlona a MinJun quién tenía su ceño fruncido y los brazos cruzados en su pecho sin comentar absolutamente nada.
—¿Huelen eso? —olfateó al aire. —huele a envidia. —soltó Sunmi con una carcajada disfrutando de la mueca de disgusto en el rostro del omega.
Pero MinJun no se molestó en responder, solo optó por ignorar a la alfa y no comentar nada sobre el tema.
Por otra parte, la parejita avanzaba por los pasillos lejos de las miradas curiosas. Giraron en uno que se veía bastante solitario, ahí fue donde Taehyung se lanzó a los brazos de su alfa y respiró con profundidad. Hoseok siempre aparecía cuando más lo necesitaba, Hoseok siempre estaba ahí para mejorar su estado de ánimo, Hoseok siempre estaba ahí para iluminar sus días.
—Mi cachorrito… —murmuró rodeándolo con fuerza sobando la espalda. —Dime, ¿qué pasó? ¿qué te tiene así? ¿qué o quién te hizo llorar? —hizo pregunta tras pregunta. —Dios, Taehyung, dime algo, estoy muriendo de la angustia.
Pero Taehyung se tomó su tiempo para relajarse, paseaba su nariz por el pecho, clavículas y cuello de su alfa, tratando de inhalar lo más posible de ese aroma que tanto ama. Hoseok solo se dedicó a acariciarle la espalda con calma. Miró a su lado izquierdo asegurándose de que nadie viniera, pues del lado derecho el pasillo terminaba, solo estaba una ventana acompañada de una planta en la esquina.
Una vez se sintió satisfecho de olfatear a su alfa, una vez sintió su pecho cálido, una vez se sintió tranquilo… se separó solo un poco para finalmente poder verlo a la cara. Hoseok le miraba con las cejas fruncidas con preocupación y su boca lucía como un triángulo invertido. Tierno.
—Estoy bien, solo… —bajó la mirada pero el alfa inmediatamente colocó sus dedos en el mentón ajeno para volver a conectar sus miradas. —Es que no me creían que yo… que tú eras mi… mi alfa… —dijo bajando de tono. —, dijeron que tú no saldrías con campesinos como yo y que… solo salías con omegas con clase como… —suspiró. —, cómo Rosé.
Otro suspiro, pero esta vez por parte de Hoseok quien negó en silencio. —Ellos no saben absolutamente nada, ¿me escuchas? —dijo sin dejar de verlo a los ojos. —creen saber cómo pienso, lo que quiero y no es así, solo son conclusiones estúpidas que ellos mismos inventan.
Tae no dijo nada.
—Yo jamás dije nada de eso, ellos no tienen idea de cómo funciona mi corazón, ni siquiera yo sé cómo funciona. —se rió bajito acariciando la mejilla de su chico con cariño. —El amor es inesperado y difícil de manejar, y yo inesperadamente me encontré con un omega tan maravilloso, precioso y encantador como tú. ¿Y te digo algo? —los ojitos azules lo miraron con atención. —Estoy muy feliz por enamorarme de ti, te amo Taehyung, y jamás me arrepentiré de todo esto que siento por ti y de todo lo que hemos vivido juntos.
—Aunque… ¿aunque sea… un campesino?
—Mi amor… —sujetó ambas mejillas. —, eso no tiene nada de malo, es más, es admirable y me hace sentir más orgulloso el tener a un omega tan fuerte, trabajador, tan lindo… no te hagas menos por venir de una granjita, cariño… yo te amo tal y como eres.
Los ojitos de Tae se cristalizaron y Hoseok lo que hizo fue sujetarlo de la cintura, acorralarlo contra la pared y besarlo, un beso que fue obviamente correspondido. Las piernas de Taehyung temblaron ante la sensación que le causaban los besos de su alfa. Movían sus labios con profundidad pero lento… Hoseok trataba de transmitirle a su omega todo lo que sentía por él a través de ese beso y Taehyung por su puesto que lo recibía, sobre todo por el lazo.
El alfa detuvo el beso pero aún manteniendo sus rostros a solo un par de centímetros aún rozando sus labios. —No sé si fue prudente haber entrado así a tu aula, pero creo que con esto ya no te molestarán más.
Taehyung abrió sus ojitos recibiendo casi al instante un par de cortos besitos que le hicieron sonreír. Hoseok por supuesto que sonrió al ver a su chico sonreír así que volvió a depositar pequeños besitos en esos gruesos belfos hasta que lo escuchó soltar una risita.
De verdad esperaba que no resultara contraproducente el haberse presentado así en el aula de Taehyung, porque así como habrán personas que querrán convertirse en su amigo por conveniencia, también podrían aumentar las envidias y malos comentarios insinuando cosas malas contra él y su relación… tales como los que decían en aquel horrible artículo. Y Hoseok lo que menos quería era que su chico sufriera, él lo único que quería era estudiar y hacer muchos amigos… ¿Por qué las personas tenían que ser tan crueles?
Nuevamente el lindo omega se dejó caer en el pecho de su alfa siendo recibido por un cálido abrazo. Hoseok plantó un dulce besito en los cabellos mientras acariciaba la espalda y nuca de su lindo, lindo novio y le susurraba que todo estaría bien.
—Será mejor que regreses al aula… —no respondió nada. —¿O quieres irte? si me lo pides, te llevo conmigo.
Tae se lo pensó unos segundos, le tentaba la idea de irse con su alfa y pasar toda la mañana en sus brazos siendo reconfortado por las situaciones recientes, pero entonces negó pensando en que no debería evadir sus responsabilidades. —Tengo que seguir con mis clases…
—¿Seguro? —le preocupaba que volvieran a hacerlo sentir mal.
Asintió. —Voy a estar bien.
—Yo sé que si…
Volvió a abrazarlo pero está vez giró su cabeza hacia el pasillo donde logró ver varias cabezas asomándose junto con sus celulares donde probablemente ya les habían tomado fotos… bueno, ahora no podía hacer nada, ya todos iban a saber de Taehyung. Sabía que tarde o temprano tenía que pasar, pero Hoseok no lo había presentado oficialmente ante los medios como su omega y no porque quisiera esconderlo, en realidad era todo lo contrario, lo cual era protegerlo.
A Hoseok no le parecía necesario decirle al mundo que estaba en una relación, ¿Para qué? ¿Para que comenzaran a hablar de ellos y criticarlos? Eso sí, jamás ocultó entre sus allegados que se hallaba en un lindo noviazgo, él mismo les había presentado a Taehyung. Pero lo único que Hoseok no quería era exponerlo a los medios y a toda la jodida farándula, sólo que definitivamente, con esto que acababa de pasar, la privacidad se ha acabado… lo sabía, Hoseok sabía lo que podría ocasionar su visita a la universidad de su omega, pero no podía permitir que siguieran tratándolo de esa manera.
Diez minutos después de haber salido del salón, Taehyung regresó acompañado de su alfa quien lo dejó en la puerta después de dejarle un besito en los labios y otro en la frente para así despedirse con todo el pesar del mundo prometiéndole que en en unas horas más regresaría por él. Entonces Hoseok fue a la oficina del director donde también se encontraba el profesor de su omega, quería hablar con él y pedirle de favor que tratara de evitar que sus mismos alumnos soltaran comentarios crueles contra Tae. Hoseok solo quería ver a su chico feliz.
Por otra parte, cuando el omega ingresó al aula, todas las miradas se clavaron en él, así que simplemente caminó hasta su asiento con la cabeza gacha mientras escuchaba más murmullos. Sunmi se giró de inmediato hacia él mostrándole el celular… esos ojitos azules se abrieron en grande después de ver la fotografía en la pantalla. Eran él y Hoseok… eran ellos dos hace solo unos minutos y se estaban besando, en otra se abrazaban, se veían tan íntimos.
—Muchos comenzaron a publicarlas no hace ni cinco minutos. —Sunmi le observó con preocupación, temiendo la reacción del omega. —Están por todas partes, internet es una cosa increíble sin duda.
Taehyung no sabía qué decir, estaba sin palabras y no sabía que estaba pasando, ¿por qué les tomaron fotos? Alejó su vista del celular, para mirar a sus compañeros quienes cuchicheaban entre ellos sin dejar de mirarlo, ¿por qué hacían eso?
—Tranquilo, solo están sorprendidos de que "Jung Hoseok" sea realmente tu alfa, están que no se la creen. —lo codeó. —Mira a MinJun, está que arde de envidia.
Era cierto, el omega solamente estaba tratando de ignorar todo a su alrededor manteniendo una mano en su sien con expresión de fastidio. Vaya que le habían cerrado muy bien la boca.
—Yo no sé qué- —pero fue interrumpido cuando un par de omegas se acercaron a él, un chico y una chica. Los miró con sorpresa. —¿Uh?
Los chicos intercambiaron miradas nerviosas y sonrieron entre sí.
—El rumor de aquél omega que estaba con Jung Hoseok en Hawaii entonces eran ciertos, ¿eras tú? ¿el de las fotografías con él en la arena? —preguntó la chica.
—¿Fotografías? —Tae no entendía, ¿De qué fotografías hablaban? —B-bueno… Hobie me llevó de viaje a Hawaii para que conociera el mar.
El par de amigos chillaron emocionados. —¡Entonces si eras tú!
—¿Es cierto que te marcó? El artículo decía que te habían marcado pero en las fotografías apenas se notaba. —preguntó el chico esta vez.
Taehyung volteó a ver a Sunmi para después regresar su vista a los dos omegas junto a él. Llevó su mano a su cuello y jaló la tela para así mostrarles la mordida que llevaba ahí mismo. Nuevamente soltaron un chillido de emoción.
—¡Es increíble! ¿Te dolió?
—¡Oigan! —Sunmi los detuvo al notar lo tímido que ese estaba poniendo su amigo. —, esas son cosas privadas, no pueden venir así nada más y preguntarle eso, sean prudentes por favor.
—¡Pero queremos saber! Él es el único enlazado en este salón. —la omega insistía.
—¿Qué se siente estar enlazado? ¿Es cierto que es tan bonito como dicen?
—¿De verdad sientes cómo se siente tu alfa? ¿Y él a ti?
Taehyung se sentía agobiado con tantas preguntas que no sabía cuál responder. Abrió su boca para decir algo pero la pantalla de su celular se iluminó con una llamada entrante.
—¿Es Hoseok? —le preguntó el otro omega, Tae asintió. —¡Lo tiene registrado como alfa y con un corazoncito!
—¡Shh! Dejen que conteste. —la alfa los calló.
Aún avergonzado por la atención que estaba recibiendo, contestó no con muchas ganas, pues se sentía incómodo con ellos escuchándolo.
—¿Hoseok? —contestó bajito encorvandose.
El alfa le había hecho una llamada rápida para avisarle que ya iba saliendo de la universidad y que ya había hablado con el profesor. Tae le agradeció en un susurro sintiéndose más aliviado.
—Hobie, nos tomaron fotos… —le informó con un murmullo. —Sunmi nonna me las enseñó, dice que están por todo internet, todos las están viendo.
—Vaya que son rápidos… —suspiró tras la línea recordando a las personas que vió al final del pasillo. —Mantente cerca de Sunmi todo el tiempo e ignora los malos comentarios, ¿si? te prometo que hablaremos cuando lleguemos a casa, te explicaré bien por qué nos tomaron esas fotografías.
—Uh, está bien…
—Trata de mantenerte tranquilo y no caigas en provocaciones. —Tae hizo un sonidito afirmativo. Hoseok esbozó una pequeña sonrisa. —Te veo más tarde, te amo cachorrito, no lo olvides nunca.
—Yo… —alzó la mirada dándose cuenta que aquél par seguía ahí escuchándolo hablar. La timidez le invadió de repente, aumentando el sonrojo en sus mejillas. —Yo también uhm… —se encorvó más y bajó el volumen de su voz. —, yo también te amo…
El alfa sonrió y después de un par de palabras más, finalizaron la llamada. Cuando Taehyung se enderezó en su lugar, los chicos seguían ahí y Sunmi solo hacía muecas de fastidio esperando a que ya se fueran.
—¡Se dijeron "te amo"! —la omega chillaba. —¿Cuándo volverá a venir? ¡Quiero una foto con él!
—¿Una… foto? —se sorprendió, ¿Para qué quería una foto con su alfa?
—¡Yo también! ¡Dile que venga el lunes!—ese par de omegas eran todo un caso.
—Jóvenes, regresen a sus asientos. —el profesor había regresado provocando que el aula se sumiera en un silencio casi inmediato de no ser por el ruido de todos acomodándose en sus lugares.
—¡Gracias! —prácticamente Sunmi había alzado las manos al cielo sacándole una risita a Taehyung.
El viejo alfa solamente negó para volver a tomar su libro y terminar de una vez por todas la lectura. —¿En dónde nos quedamos?
—Pro- ¡profesor!
—¿Sí, Taehyung?
Todos voltearon a ver al omega pero él trató de no tomarles importancia.
—Yo… ya tengo mi libro, ¿Puedo leer yo?
🌻
Horas después de salir de clases, Hoseok había pasado por él. Hubieron muchos chismosos de otros salones y carreras, que lo siguieron para ver si era cierto que el omega de Jung Hoseok estudiaba en su misma universidad. Por supuesto que quedaron con la boca abierta al darse cuenta de que era real y que esas fotografías que tomaron de ellos dos esa mañana besándose en uno de los pasillos eran más que verídicas.
Taehyung se sentía incómodo con toda esa atención, sobre todo porque casi todos comenzaban a sacar sus celulares para grabarlo o tomarle fotos… A esa hora, el rostro de Taehyung estaba por todas las redes con el título de "El omega del CEO de Hope Enterprises"
Cuando llegaron a la empresa, incluso notó que habían personas con cámaras esperándolos, tal como aquella vez en el restaurante y en el aeropuerto. Taehyung se puso nervioso, así que Hoseok hizo lo posible por llevarlo dentro del edificio lo más rápido posible.
El alfa aún tenía un par de pequeños compromisos, así que le pidió a su pequeño que lo esperara en su oficina, cosa que aceptó de inmediato, pero tan pronto se quedó solo, comenzó a pensar y a pensar sobre lo que sucedería dentro de unas horas… su padre, iba a conocerlo, iba a hablar con él… iba a hablar con la persona que le quitó a su mamá.
El pobre no quería atormentarse con esos pensamientos que solamente lo ponían más y más nervioso cada vez, que optó por salir a recorrer el edificio como el omega curioso que era, y sobre todo para distraerse. Por todos lados las personas trabajaban por dónde viera, cada una en lo suyo. Se asomaba a los estudios, a las oficinas, sobre todo se animó cuando se encontró con Jungkook y le regaló una malteada de vainilla que le recordó a cuando se conocieron, él era un alfa muy agradable.
Iba muy tranquilo por los pasillos rumbo a la oficina de Hoseok. Bebía de su deliciosa malteada mirando sus pies al caminar, pensando en todo lo que había sucedido esa mañana en la universidad… tenía que admitir que se sentía cansado mentalmente, solamente deseaba llegar a la oficina de su alfa, hundirse en esos brazos que tanta calma le brindaban, hasta quedarse dormido.
—¡Cuidado!
Taehyung iba tan hundido en sus pensamientos que cuando menos se lo esperó, ya había caído de bruces contra el suelo después de haber chocado con alguien. Abrió sus ojitos en susto para luego mirar a su lado encontrándose con su malteada derramada que afortunadamente no alcanzó a mancharle más que unas simples gotitas pues ya casi se la acababa.
—¿Estás bien? —una voz desconocida le preguntó.
Taehyung alzó su mirada azulada encontrándose con un hombre… un alfa según su olfato. Este se hallaba inclinado frente a él extendiendo su mano.
—¡Hey! —exclamó otro. —¡Te conozco!
El omega estaba más que confundido y aturdido, no obstante, aceptó la mano del alfa frente a él quién le ayudó a ponerse de pie para rápidamente colocar sus manos en su pecho y retroceder un par de pequeños pasos… esos alfas eran muy altos.
—¿Lo conoces?
—Sí, de la fiesta de navidad. —le explicó a su amigo. Regresó su vista a Tae. —Hoseok nos presentó, ¿Recuerdas? Soy Park SeoJoon.
Pero Taehyung negó, de verdad que no recordaba haberlo visto antes.
—Oh, qué triste que no me recuerdes… yo estaba junto a Hyungsik y tú te escondiste detrás de Hoseok. —se rió bajito recordándolo, pero Taehyung no lo recordaba, en esa fiesta Hobie le había presentado a varias personas de las cuales tampoco se acordaba.
—Espera ¿Hoseok? ¿Qué es él de Hoseok? —preguntó el otro alfa confundido.
—Es su omega.
Rápidamente el tipo abrió los ojos en grande para darle una mirada a su amigo y otra a Taehyung, repitiendo ese movimiento tres veces. —¿De Hoseok? ¿En serio? —ahora miró con asombro al lindo omega. —¡Woah! ¡Entonces tú eres ese omega del que tanto habla!
Tae seguía sin entender, ¿Quienes eran ellos? ¿Conocían a Hoseok? Pero a su parecer, no se veían como malas personas, es más, le parecían amables.
—Me presento —dijo ante la mirada confundida del omega. —, soy Choi Wooshik, un gusto.
—Oh… y-yo soy Kim Taehyung… —dio una pequeña inclinación.
—¡Que adorable!
—¿Verdad que sí? —A SeoJoon y Hyungsik les había parecido tierno desde la fiesta de navidad.
—Oye pero, ¿Estás bien? —el de nombre Wooshik se acercó a él con preocupación. —Creo que te llevaste un buen golpe, lo siento, iba distraído con mi celular y no alcancé a sostenerte.
Asintió tímido. —Estoy bien, no me duele nada, pero sí me asusté.
—¡Le tiraste su malteada! —Park lo acusó. —Deberías comprarle otra como disculpa.
—¡Claro! ¿Dónde las venden? ¿En la cafetería?
Y bueno… Taehyung no supo cómo, pero terminó en la bonita cafetería de la empresa acompañado de esos dos alfas y una nueva malteada. Eran realmente agradables y amables, tenía que admitir que se sentía cómodo con ellos.
—¿Salen en la televisión?
—Y en el cine. —Wooshik agregó.
—¿Entonces salen en las películas? —vaya que estaba muy sorprendido.
—Y en las series, comerciales, dramas, programas de variedades, eventos especiales y varias cosas más. —SeoJoon había dicho riendo por como el dulce omega se asombraba más y más.
—¡Eso es muy muy muy genial!
—¡Muy genial!
—Es más, este domingo es el estreno de nuestra película —comenzó a hablar Wooshik. —, ya habíamos invitado a Hoseok a la premiere, pero ahora también te invitamos a ti, ¿te gustaría ir?
Jadeó. —¿Los voy a ver en el cine?
—Sí, nos verás actuar en la pantalla grande. —SeoJoon vio el momento exacto en el que esa cabeza de cabellos platinados comenzó a sacudirse en un inmenso sí.
—¡Sí quiero! ¿De verdad puedo ir?
—¡Claro que sí!
—Hey, ¿de qué hablan?
Taehyung de inmediato se giró en su lugar al sentir como los vellos de la nuca se le erizaron ante esa voz y aquél inconfundible aroma que comenzaba a llegar a su nariz. El omega sonrió en grande cuando se encontró con su novio así que se puso de pie para abrazarlo con fuerza.
—¡Hoseok!
—Hola, cachorro~ —le abrazó con dulzura.
Jung se había confundido cuando recibió un mensaje de SeoJoon donde le avisaba que él y Wooshik se encontraban en la cafetería con Taehyung. Le pareció muy raro pues según él había dejado a su chico en la oficina, pero entonces supuso que probablemente había querido salir a caminar por los pasillos y ahí se los encontró.
—¿Quieres? —le mostró la malteada. —¡Es de fresa! ¡Y está muy rica!
Solamente le acercó la pajilla a la boca para que tomara y bueno, Hoseok no podía negarse a las peticiones de su omega. El par que estaba ahí se reía por la linda interacción. Momentos más tarde continuaron hablando y ahí Tae le contó que había chocado con Wooshik y como disculpa este le compró otra malteada.
—¡Hoseok! —exclamó. —¡Me invitaron a ver su película el domingo!
—¿De verdad? —miró al par de alfas quienes asintieron. Sonrió. —Entonces estaremos ahí sin falta.
Después de un rato más, los alfas se despidieron recibiendo un enorme y agradable abrazo de parte del omega. Luego, Taehyung y Hoseok partieron rumbo a la oficina sujetados de la mano como cualquier parejita de novios muy enamorados.
Cuando ingresaron a la oficina, Hoseok fue directo a colgar su saco, luego se aflojó la corbata para a continuación ir a echarse al sillón negro que tenía ahí, entonces abrió sus brazos y en menos de dos segundos, ya tenía a Taehyung sobre su pecho como el cachorrito consentido que era.
Sabía que su omega necesitaba eso. Necesitaba sentirse entre sus brazos, lo sentía, sentía esa necesidad en el lazo desde que lo percibió triste esta mañana. Así que con sus fuertes brazos rodeó el cuerpo ajeno comenzó a repartir besitos en los claros cabellos, sintiendo como la nariz de su omega se abría camino hasta llegar al hueco entre su cuello y hombro para comenzar a olfatear con necesidad.
No decían nada, no lo sentían necesario. Su simple compañía, calor y caricias era lo único que necesitaban, sobre todo Taehyung quien había estado sintiendo a su lobito inquieto desde los incidentes de esa mañana. Solamente quería a su alfa, nada más… así que después de varias horas, finalmente se hallaba cómodamente entre sus brazos, justo como lo necesitaba.
Las caricias en su nuca le gustaban muchísimo, tal como las de su espalda, le hacían suspirar gustoso… se sentía tan querido, tan amado con acciones tan simples.
No tenían ni la más mínima idea de cuánto tiempo estuvieron así, quizás fueron solo diez minutos, veinte o quizás media hora, no importaba. Solo necesitaban estar así, ellos dos solos. Inclusive Hoseok le había dicho a su secretaria que no aceptaría ninguna visita sin importar quien fuera, ahora solo estaba por y para su omega, no quería interrupciones.
Sonrió cuando Taehyung se removió y alzó esa linda carita dejando a la vista esos preciosos ojitos azules. —Hola… ¿cómo estás?
—Mejor… —susurró cerrando sus ojos ante la caricia en su cabello.
Efectivamente, Hoseok sentía a su omega más tranquilo. Muchas personas no tenían ni idea del poder de un abrazo, de una caricia… aunque no lo crean, esa sencilla acción ayuda muchísimo cuando alguien está triste, cuando están pasando por un mal momento, no hay nada mejor que ofrecer tu hombro, palabras amables y sobre todo un cálido y reconfortante abrazo.
Créeme cuando te digo que esas simples acciones ayudan más de lo que te imaginas.
—Me da gusto saber eso… —besó su sien. —¿Cómo te fue hoy? ¿Ya no te dijeron nada?
Negó recostando cómodamente su mejilla en el fuerte pecho. Suspiró —Ya no, Sunmi nonna me cuidó mucho…
—Me alegra mucho que Sunmi sea tu amiga, es una alfa muy buena.
Sin más entre más caricias, continuaron hablando de lo que había visto hoy en sus clases, eso hasta que volvieron a sumirse en un cómodo silencio… eso hasta que Hoseok comenzó a sentir nervioso a su chico a través del lazo.
—¿Cachorrito? —este alzó su cabeza y miró a su alfa. Hoseok por supuesto que se preocupó al ver cómo el miedo se hallaba presente en esos bellos ojitos. —¿Qué sucede?
—Cuánto… ¿Cuánto falta para que vayamos a ver… a mi papá?
—Oh… —observó el reloj en su muñeca. —, dentro de una hora, ¿por qué lo preguntas? ¿ya no quieres ir?
—Yo… si quiero ir, pero…
—¿Pero…?
—Tengo miedo. —admitió en un susurro.
—Mi amor…
—Anoche no dormí bien por estar pensando…
Hoseok entendía el miedo de su pequeño, después de todo es difícil, muy difícil ir a visitar a la persona que terminó con la vida de su madre. Taehyung en serio era muy valiente.
—Todo va a estar bien, ¿sabes por qué? —Tae lo miró. —, porque yo estaré contigo.
Los ojitos de Tae brillaron gracias a las lágrimas que comenzaban a asomarse, pero aún así, tomó un pequeño impulso para alzarse y besar a su alfa quien sonrió, pues amaba cuando su lindo omega le robaba besitos. Ambos suspiraron y cerraron sus ojos, comenzando a abrir sus bocas dando inicio a un beso… uno lento, pero lleno de amor, justo como les gustaba.
Hoseok reajustó el agarre en la cintura de su omega, empezando a soltar feromonas en el aire. Tae jadeó, apegándose más al cuerpo de su alfa sintiendo como los latidos de su corazón aumentaban de velocidad cada vez más.
—Hobie…
Lo sabía, Hoseok sabía lo que su omega le estaba pidiendo con ese beso… lo sentía de cierta manera, desesperado… aún había un rastro de miedo en él y lo que Tae quería era sentirse protegido y para eso, necesitaba la marca que era exactamente lo que le estaba pidiendo.
—Por favor… ¿podemos…? —pidió bajito entre besos. De verdad sentía que la necesitaba. Quería sentir a Hoseok más cerca que nunca, necesitaba su marca, necesitaba su aroma… solo así sentiría la seguridad que tanto ansiaba.
Y bueno… ¿quién era Hoseok para negarse a las peticiones de su omega?
—Lo que mi cachorrito pida… —lo sujetó bien de la cintura para así girar sus cuerpos, dejando el de su novio debajo del suyo.
Esa tarde, Taehyung se entregó en cuerpo y alma su alfa, tal como siempre lo hacía… pero esta vez se hallaba esa urgencia de sentirse protegido, ansiaba la marca, ansiaba sentir la seguridad que esta le brindaba. Y por supuesto, Hoseok no se negó a reforzar ese precioso lazo que los unía…
Así que ahí, con sus prendas desordenadas, con las ropas a medio poner, se amaron en ese sofá siendo su amor su único testigo. El alfa se hundió en su omega una y otra vez, sintiéndole temblar bajo su cuerpo, escuchándolo gemir quedito gracias a sus besos y suspirar por sus caricias. Solo eran ellos dos, entregándose como el par de enamorados que eran… un omega buscando la protección de su alfa y un alfa preocupado tratando de entregarle toda la seguridad que su omega requería.
Hoseok estaba seguro de que despediría a cualquier persona que se atreviera a interrumpirles tan maravilloso momento.
Las lágrimas salieron de los ojitos del omega cuando el nudo se hinchó en su interior y luego esos colmillos rasgaron la piel de entre su cuello y hombro, así fortaleciendo su increíble conexión. Sollozó al sentir toda la seguridad de su alfa, todo su amor… todo eso pesaba en su pecho de una manera inimaginable pero hermosa, jamás se cansaría de sentir, jamás.
—Yo también te amo mucho, Hoseok… —decía entre sollozos.
—Lo sé… —susurró limpiando las lágrimas de su omega con su pulgar. —Tu amor también oprime mi pecho, te amo Kim Taehyung… al parecer lo he hecho en cada una de mis vidas y espero tener la fortuna de seguir haciéndolo por la eternidad…
Sin más, ahí se abrazaron y sollozaron profesando su amor, esperando pacientemente a que el nudo bajara. Alfa y lmega se besaron, se acariciaron, demostrándole una vez más a todos los dioses y al destino que su amor se fortalecía cada vez más.
🌻
Mientras más se iban adentrando al lugar, más nervioso se ponía. No sabía si era su imaginación pero todo a su alrededor lo sentía frío, y de alguna manera aterrador. Solo había alfas grandes e intimidantes a dónde sea que volteara, ninguna parte se veía bonita, todo era tan simple y gris.
Sujetó la mano de su alfa con más fuerza conforme caminaban acompañados de otro alfa… uno muy alto, musculoso y con un uniforme de policía color azul marino. Tae se espantó cuando vio que también cargaba con un arma… y no era el único, todos los alfas ahí dentro poseían una.
Se detuvieron frente a una puerta de barrotes de metal y una larga ventana que dejaba ver varias bancas con mesa, habían varias personas adentro, personas que también iban a visitar a sus reclusos, aunque un par se hallaban con una sola persona…
Tae miró a su alfa de reojo quien sujetaba su brazo con firmeza. Estaba muy nervioso, mucho.
—Veamos, reo número 01572 - Kang Daehyun. —el uniformado habló revisando una carpeta. —Es la primera visita que recibe desde que fue ingresado aquí diecinueve años atrás y según se indica no tiene familiar alguno.
—¡Yo sí-...! —Tae alzó la voz llamando la atención de los dos ahí, pero de inmediato se avergonzó. —Y-yo uh… él es mi... —le dio una mirada a Hoseok y luego al policía. —, es mi papá…
El alfa asintió regresando su vista al documento leyendo los antecedentes. —Sentenciado a treinta años de prisión por cargos de homicidio agravado en primer grado a su cónyuge-
—Es suficiente, lo sabemos. —Hoseok no lo dejó terminar pues sabía cuánto afectaría a Taehyung escuchar eso.
Tae miró de reojo a su alfa para después regresar la vista al uniformado. Por alguna razón, le gustaba que Hoseok fuera así, que lo protegiera.
—Bien. —dejó la carpeta sobre una pequeña mesa alta. Miró al omega. —Extiende tus brazos y piernas, necesito asegurarme de que no ingreses con ningún objeto no autorizado.
—¿Qué? —Hoseok interfirió. —¿De nuevo? Ya lo revisaron cuando llegamos aquí, incluso pasó por un detector de metales.
Era cierto, Hoseok apenas había permitido entre gruñidos que revisaran a su omega, sobre todo al sentirlo muy nervioso, ¿Y ahora tenían que hacerlo de nuevo? No, no y no.
—Señor… —suspiró pesado sabiendo que tenía que lidiar con otro alfa sobreprotector. —Son las reglas, es una simple revisión de rutina, todo aquél que viene aquí tiene que pasar por todos esos controles de seguridad si quiere ver a alguien, no podemos arriesgarnos a que ingresen con algún objeto peligroso.
Hoseok bufó indignado. —¿Crees que él podría traer algo así? Mi cachorro no mata ni una mosca.
—Sí. —dijo sin dudarlo. Hoseok frunció el ceño.
¿Cómo se atrevía a pensar que Taehyung cargaría con algo letal?
—Llevo más de quince años trabajando en este lugar y he aprendido a no confiar en nadie, también sé que las personas suelen utilizar a aquellos que lucen "inocentes" y "vulnerables" para tratar de ingresar objetos no autorizados y peligrosos, así que por favor, déjeme revisarlo o si no, no puedo dejar que entre.
—Pero-
—Está bien. —la voz de Taehyung lo interrumpió. —Puede… puede hacerlo.
Hoseok volteó a verlo con sorpresa pero Taehyung solo le mostró una pequeña sonrisita para que estuviera tranquilo, si no volvería a pasar lo mismo cuando le hicieron la primera revisión al llegar. Así que entre nuevos gruñidos, Hoseok vio como ese alfa pasaba sus manos por el cuerpo de su precioso omega. Solo daba ligeros toques, nada más pero eso no le gustaba a Jung.
—De acuerdo, puede pasar. —otro guardia abrió la puerta. —Acompáñeme, no —detuvo a Hoseok por el pecho. —, usted no.
—¿Qué? Pero ni crea que voy a permitir que mi omega entre solo ahí. —recalcó la palabra mi.
—Señor… —otro suspiro pesado por parte del policía. —, solo está permitida una persona por visita, son las reglas. —Hoseok volvió a fruncir el ceño… bueno, en realidad tenía como cinco minutos sin quitar su ceño fruncido. —Así que al menos que usted sea el abogado del señor Kang, no puede entrar.
—Escuche, yo le prometí que no lo dejaría solo en ningún momento. —gruñó viendo al grandulón fijamente. —Así que-
—Hoseok.
El nombrado volteó automáticamente ante el llamado de su omega quien se acercó a él y le sujetó una mano. Relamió sus labios y miró a su alfa a los ojos. —No te preocupes, yo puedo hacerlo solo, estaré bien.
No podía creer lo que había escuchado, ¿no estaba bromeando?
—¿Qué? —el asombro no abandonaba su rostro. —¿Taehyung? Pero… ¿Estás seguro?
Asintió. —Muy seguro.
—Pero- —suspiró con la angustia comenzando a hacerse presente. —Cachorro, te lo prometí, ¿lo recuerdas? estaré contigo siempre que me necesites, te protegeré de todo y todos.
Esbozó una pequeña sonrisita y volvió a asentir al recordar la promesa. —Ya me proteges, te puedo sentir por el lazo, eso me ayuda a estar tranquilo.
Hoseok miró alternativamente ese precioso par de zafiros para luego atraerlo a sus brazos en un fuerte abrazo. Besó su sien y suspiró de nueva cuenta.
Taehyung sonrió y alzó la mirada para mirar a su alfa con ternura. —Yo puedo.
—Yo sé que sí… —besó su frente. —, eres muy valiente.
La sonrisa de Taehyung se volvió más grande para después plantar un corto besito en los labios de su alfa y así separarse e ir con el policía que los miraba cansado.
—Estaré aquí, no me iré a ningún lado. —le dijo a su omega al verlo a punto de entrar.
—Lo sé, voy a volver pronto.
Sin más, Taehyung se despidió con su mano e ingresó a la sala de visitas, mientras Hoseok sentía que moriría de angustia, así que de inmediato fue a la ventana para poder ver cada uno de los movimientos de su chico.
Por otra parte, Taehyung avanzaba con timidez al lado de aquél alfa grandulón. Veía a todos lados, encontrándose con personas vestidas con un traje completo color naranja, sentados y hablando con otras personas "normales". Los nervios estaban llegando de nuevo, así que volteó a la ventana donde se suponía que podía ver a su alfa pero no, ésta estaba oscura, no veía a Hoseok por ningún lado y eso hizo que sus nervios aumentaran.
—Es aquí. —el alfa se detuvo en una de las mesas que estaba ocupada por una sola persona. —Número 01572, tu visita ha llegado.
Taehyung llevó sus manos a su pecho percibiendo los latidos de su corazón muy acelerados al ver a aquél hombre recostado sobre sus brazos. ¿Era él?
—Ya era hora —voz baja y cansada. —, llevo esperando aquí más de veinte minutos.
El hombre que se hallaba dormitando, alzó la cabeza con los ojos entrecerrados pero estos se abrieron enormemente al ver al jovencito sentado frente a él. Era idéntico a…
—¿Su-Suni?
Taehyung estaba mudo, no sabía qué hacer o qué decir. Tenía frente a él a su padre, aquél que creyó muerto durante toda su vida, estaba ahí, frente a sus ojos. Su cabello era negro y corto con varias canas a su alrededor… su rostro lucía cansado, tenía unas enormes ojeras y una tez pálida con unas cuantas arrugas por aquí y por allá… era él.
—Suni… ¿e-eres tú? —volvió a preguntar en shock tallando sus ojos. —Mierda, las alucinaciones regresan… —colocó las manos en su cabeza. —¿Estás viva? dime qué no eres una alucinación…
El omega miró de reojo al policía que lo acompañó, este se había retirado unos pasos pero tenía su mirada fija hacia enfrente manteniéndose en posición de descanso. Regresó su vista a su padre quien seguía viéndolo con incredulidad. Abría y cerraba sus ojos, percatandose de que la persona que estaba frente a él era real.
Relamió sus labios, contó hasta diez en su mente y tomó valor para hablar. —No soy… no soy una alucinación… —comenzó. El alfa se tensó al desconocer esa voz. —, pero tampoco soy Suni…
El viejo alfa parpadeó atónito. Pero si era idéntico a su esposa… esos ojos tan azules, ese cabello platinado pero corto, sus facciones… —¿Quién mierdas eres?
Tae se sobresaltó ante el tono grave que el alfa había utilizado. —Mi nombre… uh, y-yo soy Kim Taehyung y soy… soy tu hijo.
La expresión de sorpresa no se hizo esperar ese cansado rostro. Se quedó en silencio, analizando por varios segundos al jovencito frente a él que decía ser su hijo… entonces los recuerdos vinieron a su cabeza, recuerdos de cuando Suni le dio la noticia de que estaba embarazada… el hecho de cómo todo comenzó a irse al carajo gracias a esa criatura que comenzaba a crecer en su vientre.
Fue en solo un parpadeo cuando la expresión le cambió y la mirada se le ensombreció. —Con que estabas vivo…
Taehyung tembló por el tono utilizado. Además, nunca había recibido una mirada tan… fría.
—Entonces esto quiere decir que esa vieja me mintió. —el omega lo miró confundido, ¿de quién hablaba? —YoungMi vino aquí el día que fui encerrado en este maldito lugar y me dijo que tú también habías muerto, pero veo que fue una jodida mentira.
No comprendía, ¿Por qué su abuelita había dicho eso?
—¿Qué yo… había muerto?
—¿No te dijeron que también intenté matarte al nacer? —preguntó con burla. —Después de todo, soy un asesino —encogió sus hombros. —, o eso me dijeron.
—¿Ma-matarme al nacer? —definitivamente nadie le había contado eso. Tae solo sabía lo que le había hecho a su madre pero… no sabía que también había tratado de matarlo a él.
Ahora tenía más miedo y estaba más que seguro que Hoseok lo sentía.
El viejo alfa se quedó en silencio viendo el rostro del chico. Era tan parecido a ella… —Tu expresión me da a entender que no te contaron ese pequeño detalle.
Negó despacio aún procesando esas palabras.
—Bueno, ¿Quién mejor que yo "el protagonista de este drama", para contarte todo? —dijo con sorna. —Al fin y al cabo, ya estoy encerrado en esta pocilga.
Taehyung tragó, comenzaba a sentirse mal. Llevó sus manos a su estómago y trató de respirar con calma.
—Tu madre y yo, nos fuimos a vivir a la ciudad a probar suerte —comenzó. —, conseguimos un pequeño apartamento y un buen empleo cada uno… —golpeaba sus dedos contra la mesa. —, todo parecía ir bien… —le dió una mirada dura a Taehyung. —, hasta que me enteré que venías en camino.
Los ojitos de Tae se hicieron grandes sin dejar de ver a su padre.
—Todo se fue a la mierda porque Suni no quiso abortar. —se carcajeó. —¡Éramos unos jóvenes inmaduros, en un lugar desconocido, con apenas efectivo en nuestros bolsillos! ¿Cómo jodidas mierdas íbamos a mantener a un bebé? —pasó las manos por su rostro. —Pero ella con lo terca que era, estaba decidida a tenerte y gracias a eso, la despidieron de su empleo y nuestros ingresos fueron peores.
Le dolía el estómago al escuchar todo, las lágrimas ya estaban amenazando con salir.
—No la llevé a ningún hospital ni una sola vez, solo para ver si lograba perderte. —se rió por su tonto plan frustrado. —Pero ella siempre fue fuerte y veo que tú también porque estás aquí.
—No me… ¿no me querías? —preguntó en un hilo de voz. —a mi mamá… ¿t-tampoco la querías?
Silencio. Colocó sus codos sobre la mesa y suspiró con fuerza. —A ti no te quería. —soltó y Taehyung sintió como si una daga se clavara en su corazón al escuchar esas palabras. —Y a ella… a Suni la amaba, aprendí a amarla, aunque quizás no tanto como el estúpido de Choi. —encogió sus hombros. —Él nunca tuvo el valor de acercarse a ella así que se la arrebaté.
Era claro, Daehyun no sentía tanto amor por Suni, lo único que quería de ella era poseerla y no permitir que nadie más la tuviera. No era amor, era posesión.
—Entonces tú no la amabas… —soltó. —Nadie lastima a la persona que amas, tú solo… —un par de lágrimas bajaron por sus mejillas al comprender lo que su padre había dicho. —, tú solo no querías que MinHo hyung estuviera con mi mamá.
—Lo acepto. —dijo sin dudarlo. —Pero ella estaba enamorada de mi —se excusó. —, solo fue cuestión de pedirle en su cumpleaños que fuera mi novia y ella aceptó.
Ahora Tae estaba molesto, no con su madre, con ella jamás lo estaría. Le molestaba su papá y el hecho de saber que por su culpa, MinHo no era su verdadero padre. Ellos estaban destinados, tenían que estar juntos, ¿Por qué tuvo que interferir?
—Pero aunque no lo creas, llegué a amarla, logró meterse a mi corazón, pero todo se derrumbó cuando supe que estaba embarazada. —volvió a mirar fijamente a Taehyung. —Y lo repito, yo no te quería, no quería ser padre, ibas a ser solo una jodida carga y yo no me iba a matar trabajando para que todo el dinero se fuera en pañales.
El omega se quedó mudo, las lágrimas corriendo por sus mejillas, acompañadas de un creciente dolor en su corazón. Él nunca lo quiso.
—No deberías haber nacido, niño. —su voz había salido dura sin ningún atisbo de amabilidad. —Si Suni no hubiera quedado embarazada de ti, ella estaría viva.
Ella estaría viva…
—E-entonces… —sorbió su nariz y frunció el ceño con molestia mientras más lágrimas caían. —Entonces tú como su alfa debiste utilizar condón si n-no querías hijos, era tu responsabilidad.
Recordó las palabras de Hoseok en aquel momento en el que pensó que estaba esperando un cachorrito. Sobre todo aquella vez en su primera vez que le dijo que él se encargaría de todos los cuidados, pues no quería que consumiera tanto supresor. Y aún así por su inexperiencia, tuvo un fuerte problema al tomarlos sin medida, por eso Hobie le explicó que desde ese momento él utilizaría preservativo para así evitarle un embarazo y más problemas hormonales y lo ha cumplido. Taehyung se sentía tan bien al saber lo mucho que su alfa lo cuidaba.
—¿Condón? ¿Crees que tenía dinero para eso? se suponía que ella tomaba supresores de vez en cuando. —suspiró con molestia desviando la mirada. —¿Para qué carajos viniste? ¿Solo para cuestionarme?
Taehyung talló sus ojitos y asintió, su corazón doliendo muchísimo. —Sigo sin entender… por qué… —pero las lágrimas volvieron a salir. —¿Por qué m-mataste a mi mamá? ella no hizo nada malo para que le hicieras e-eso…
El hombre se quedó viendo a su hijo manteniendo un semblante en blanco, mientras que la expresión de Taehyung era triste… muy triste. Le dolía todo lo que estaba escuchando, pero quería escuchar la historia completa, quería respuestas, quería saber todo aún si terminaba con su corazón hecho trocitos.
Tras la ventana, Hoseok mordía sus uñas sin dejar de golpear su pie contra el piso sin parar, al sentir todas las emociones de su chico a través del lazo. Absolutamente todas eran tristes y llenas de dolor… su omega estaba sufriendo y no podía hacer nada. Eso lo estaba matando.
—Estoy aquí… —murmuró en sus adentros tratando de transmitirle un poco de paz y tranquilidad a su pequeño. —Mi cachorro…
Pero Taehyung sentía náuseas. Náuseas de lo mal que le estaba haciendo sentir toda esa situación y enterarse de todas esas cosas. Le dolía el estómago, su malestar se estaba volviendo general y tampoco dejaba de temblar, quería a Hoseok con él. No obstante, sintió una calidez en el lazo, de inmediato supo que se trataba de Hoseok y esa simple sensación le hizo suspirar un poquitito tranquilo.
—Te seré sincero: no lo sé. —le respondió a Taehyung e hizo una mueca. —No sé por qué lo hice y no es que me interese mucho, ya me torturé muchos años pensando en por qué lo hice y nunca llegué a una conclusión coherente.
No, esa no era la respuesta que esperaba, ¿Cómo pudo matarla nada más porque sí?
—Yo ya no la quería y tampoco quería a la criatura que llevaba en su vientre, pero jamás se me pasó por la cabeza matarla. —pasó una mano por su cabello. —Recuerdo que le tomé una adicción al alcohol y ella comenzó a tenerme miedo… —contó como si nada, ya no le importaba ni le dolía hablar del tema. Le daba igual. —Fue… un treinta de diciembre, ¡ah, mira! el día de tu nacimiento precisamente.
—¿Mi… cumpleaños?
Asintió viendo a otro lado. —Esa noche yo estaba viendo televisión y ella comenzó a quejarse pidiéndome que la llevara al hospital porque ya iba a dar a luz. —volteó a verlo. —¿Sabes lo cara que es la atención médica? Solo iba a endeudarme si la llevaba ahí, así que tomé unas botellas de soju y me encerré en la habitación.
No podía creer lo que estaba escuchando, ¿De verdad su padre había sido tan cruel como para dejar a su madre embarazada sola en ese momento?
—Tú… ¿D-dejaste a mi mamá ahí? ¿No la llevaste a un hospital? —el viejo alfa negó como si nada. Ya no sentía remordimiento alguno. —¿Cómo pudiste?
—Simple —volvió a encoger sus hombros. —, solo ignoré su llanto y gritos de dolor con mi bebida. —en su momento se dio cuenta que fue una mierda de alfa al haber actuado de esa manera, pero ahora, diecinueve años después, todo le daba igual pues no es como si pudiera cambiar el pasado.
Taehyung no tenía palabras para describir lo que estaba sintiendo al escuchar a su padre hablar tan simple y sin empatía alguna.
—Lo siguiente aún lo tengo borroso… —rascó su cabeza y dejó salir un bostezo. —Yo estaba ebrio cuando salí de la habitación y encontré a Suni en el suelo abrazándote, había logrado darte a luz ella sola. —los ojitos del omega volvieron a llenarse de lágrimas ante esa información. —A partir de aquí no recuerdo mucho pero creo que ella comenzó a pedirme algo y tú comenzaste a llorar, no lo sé, creo que tomé una almohada para callarlos o algo, pero entonces desperté en un hospital, esposado a una cama y con una venda en mi cabeza. —recargó el mentón en su mano. —Según me dijeron que la asfixié hasta matarla y bueno, me sentenciaron a treinta años de prisión y heme aquí, fin de la historia.
Es que Tae no podía creer la indiferencia con la que ese alfa hablaba. Contó todo como si de un cuento se tratara… sin emociones, nada. Era como si alguien narrara casualmente lo que había hecho durante un día aburrido. Definitivamente Daehyun había perdido todo tipo de remordimientos con el pasar de los años, y ya se había resignado a pasar casi toda su vida encerrado.
Pero en los primeros años de confinamiento, pasaba noches enteras entre pesadillas y alucinaciones, gritaba, lloraba, se culpaba y arrepentía por lo que había hecho, además decía que veía a Suni por todos lados, sentía que se volvería loco… pero conforme el tiempo pasó, comenzó a tornarse indiferente ante el tema, hasta que ya no le causó ningún sentimiento recordarlo y las alucinaciones simplemente desaparecieron hasta que su mente estuvo en "paz".
—¿Y? ¿Ya saciaste tu curiosidad? —cruzó sus brazos viendo como su hijo tenía el rostro cubierto sin dejar de sollozar. Rodó los ojos. —Si solo vas a llorar, mejor me voy de aquí, no tengo tiempo para tus dramas.
—¿Por qué… eres así? —preguntó entre gruesas lágrimas. El alfa frunció el ceño. —Eres malo, muy malo, no amaste a mi mamá… tampoco a mí, tú no quieres a nadie, ni siquiera a ti.
Daehyun endureció su expresión.
El omega descubrió su rostro tallando sus ojitos tratando de alejar las lágrimas, pero era imposible con toda la información que había recibido. El simple hecho de imaginar a su madre sufrir tanto a lado de ese hombre que decía ser su alfa, ese que se suponía debía cuidarla, amarla y protegerla, tal como Hoseok lo hacía con él. Pero no, Daehyun hizo todo lo contrario hasta llegar al grado de acabar con la vida de su omega.
—¡Eres horrible! —estaba enojado, mucho. Le dolía todo, le dolía que nadie pudo proteger a su madre, le dolía que ella pasara por tantas situaciones terribles. —¡Eres muy malo, papá!
Apretó sus puños sintiendo como la ira comenzaba a apoderarse de su sistema. —Nunca más me vuelvas a llamar papá… —gruñó. —, tendrás mi sangre, pero no te reconozco como mi hijo, no eres nadie para mí, solo un jodido parásito que no debió nacer.
Más lágrimas salían al escucharlo escupir más palabras con veneno. ¿Cómo que no debió nacer? ¿Por qué le decía eso? ¿Por qué era tan cruel?
Solo quizás… su padre tenía razón. Si no hubiera nacido, su madre seguiría viva. Ahora lo entendía, en serio entendía todo. Entendió porqué nunca nadie celebró su cumpleaños, entendió porqué la expresión de su abuelita estaba triste ese día, también la de MinHo, de Yoona y del señor Choi, todos estaban tristes porque a pesar de ser su cumpleaños, también era el aniversario de muerte de su madre.
También entendió por qué su abuelita nunca le habló de su madre, era para evitar ponerse triste al recordar todo. Debió haber sido muy duro para ella el ver morir a su hija a manos del alfa que decía amar. Y para no hacer sufrir a su nieto, simplemente le dijo que tanto su padre como su madre habían muerto, nunca quiso darle más detalles.
—Aunque no te guste… —sollozó poniéndose de pie. Ya no quería estar más ahí. —Aunque no te guste soy tu hijo, tú eres mi papá así no me quieras, eres mi papá. —repetía sacándole otro gruñido al viejo.
—Cállate… —murmuró entre dientes.
—Y… ¿Y sabes qué? —lo ignoró viéndolo con decepción. —, eres el peor papá del mundo, m-mi papá es el peor papá del mundo —se lamentó con más lágrimas corriendo por sus mejillas. —y también eres el peor alfa de todos, uno muy malo.
—¡Cállate! —se alzó de golpe levantando la voz.
Taehyung se asustó e intentó retroceder pero la parte trasera de rodillas chocaron con la banca haciéndole caer de espaldas al frío piso de concreto. Tenía sus ojos azules muy abiertos, paralizado por el miedo. El lobito en su pecho lloriqueó asustado, no le gustaba la voz de alfa.
Se sentía aturdido, temblaba mientras veía como un policía lo sujetaba desde atrás. Lo escuchó soltar una carcajada.
—No puedo creerlo, eres un omega, un tonto y débil omega.
Los demás reclusos y visitantes que se hallaban en las otras mesas del lugar veían todo con sorpresa. Pero de repente un escándalo se escuchó, Taehyung no comprendía aún se encontraba paralizado. Sin embargo, logró recuperar el aliento cuando un cálido y conocido aroma lo cubrió por completo y unos brazos lo rodearon con gentileza.
—H-Hoseok…
—¿Estás bien? —lo revisaba buscando alguna herida. —Lo vi todo, no soporté más y vine aquí.
—S-su voz, usó su voz…
Mientras la angustiada pareja se hallaba en el suelo, un viejo alfa los observaba incrédulo, sobre todo cuando alcanzó a ver una mordida en el cuello de su hijo. Negó divertido.
—Vaya que no dejas de sorprenderme… hasta tienes alfa.
Pero no contó con que Hoseok volteara a verlo con furia y en menos de dos segundos, ya se hallaba siendo estampado contra la pared y era sujetado con fuerza del cuello. Fue en un parpadeo en el que el alfa había arrebatado al hombre de las manos del oficial.
—¿Cómo te atreviste a hablarle así a tu hijo? ¡A mí omega! —la ira en Hoseok era palpable.
Y a pesar de sentir que se estaba ahogando, sonrió con sorna. —¿Tu omega? —rió. —Veo que él no es tan idiota como… como creí.
—Cállate. —dijo empujándolo más contra la pared, viendo como el rostro ajeno comenzaba a tornarse rojo.
Un par de guardias grandulones intentaba que Hoseok soltara a Daehyun pero no lo lograban. Hoseok estaba furioso, había sentido cada uno de los sentimientos de su omega, lo mal que la estaba pasando y luego enterarse que utilizaron la voz de mando contra él, no perdonaría ninguna falta de respeto más.
—Veo que el aroma que percibía era el tuyo… debes de pasarla muy bien con él… —tosió. —¿verdad?
—Dije que te callaras. —gruñó con sus colmillos saliendo a relucir. —¿Qué insinúas? No soy una mierda de alfa como tú, no te atrevas a volver a insinuar algo así de Taehyung.
Volvió a toser, sus ojos cristalizandose gracias a la falta de oxígeno. —"Taehyung" debería de estar muerto, igual que su… que su madre.
—¡Cállate! —presionó sus dedos con más fuerza, ahora sus ojos brillando de un intimidante dorado. Estaba furioso. —Escúchame bien…
—¡Hoseok! —el omega lo llamó sujetándolo de brazo pero fue completamente ignorado.
—Kang Daehyun, eres una mierda de ser humano, el que debería estar muerto eres tú. —gruñó finalmente soltándole al darse cuenta de que ya eran tres los policías que intentaban alejarlo. —Yo mismo me encargaré de que nunca salgas de aquí, por mi cuenta corre, no me importa cuánto me cueste, el dinero me sobra. —lo señaló viéndolo en el suelo con una mano en su cuello tratando de recuperar oxígeno. —Ojalá te pudras aquí adentro, malnacido.
El furioso alfa le dio la espalda y los brazos de Taehyung lo rodearon con fuerza sin dejar de temblar y sollozar. —Vámonos, Hoseok… —pidió entre lágrimas. —Por favor, vámonos… y-ya no quiero estar aquí.
Su mirada se ablandó. —Ya pasó… —lo tomó entre sus brazos brindándole toda la protección que buscaba. Taehyung hundió el rostro en su cuello sin dejar de sollozar. —No vas a volver a verlo, ni tampoco volverá a lastimarte, lo prometo.
Hoseok salió de ahí con su omega en brazos mientras que un par de policías colocaban de pie al viejo alfa que miraba con ira al par alejarse de ahí sin poder hacer nada.
Taehyung estaba mal, ahora sabía la historia completa y eso hacía que su corazón doliera como el infierno. Realmente su padre era la persona más mala que había conocido en su vida. El triste omega estaba vuelto ovillo en el asiento del copiloto sin dejar de sollozar y eso tenía muy angustiado a su alfa que se hallaba conduciendo.
—Mi amor…
Pero Tae no respondió, Hoseok sabía lo triste que se hallaba su chico, su lazo se lo decía, estaba sufriendo.
Por otra parte, un alfa se hallaba limpiando un par de mesas que recién habían sido desocupadas. El establecimiento se hallaba solo, usualmente los clientes eran más recurrentes hasta en la noche. No osbtante, se detuvo en su lugar mirando un punto vacío y llevó una mano a su pecho, justo a la altura de su corazón… sentía algo extraño y no tenía nada que ver con su omega.
Taehyung.
—¿MinHo? ¿Estás bien? —el alfa volteó a ver a su precioso esposo embarazado que lo miraba intrigado. —De repente te quedaste viendo a la nada…
—Yo… —miró sus ojos alternativamente. —Por una extraña razón Taehyung vino a mi mente…
—Oh bueno, tenemos ya un par de semanas sin verlo… —hizo una mueca. —¿Deberíamos ir a visitarlo?
Negó con un suspiro regresando a limpiar la mesa. —Quizás está ocupado con las tareas de la universidad, me da pena interrumpirlo.
Pero lo que ninguno de los dos se esperó, fue que el protagonista de su charla, entrara corriendo al restaurante tomándolos por sorpresa.
—¡Papá! —gritó el omega corriendo hasta donde él alfa.
Hoseok entró detrás de él lo más rápido que pudo viendo el momento exacto en el que su precioso omega se lanzaba a los brazos de aquél alfa.
—¿Taehyung? —Choi se sorprendió al ser llamado de esa manera. —¿Cómo me llamaste?
Tae alzó su carita del pecho del alfa y lo miró con esos ojitos azules cubiertos de lágrimas, cosa que alarmó al mayor. —Papá… —repitió. —Tú eres mi papá… para mí, tú eres mi verdadero papá.
—¿Qué? Pero yo… —y miró el sufrimiento en esos ojitos, sabía que algo había pasado. De inmediato pensó en Daehyun, estaba seguro que él tenía algo que ver. —Cachorro…
—¿Me dejas decirte papá? —lloró sin dejar de verlo a los ojos. —Tu eras la pareja destinada de mi mamá, tú debiste haber sido mi papá, no él, él no es bueno. —seguía doliéndose por todo lo que le había contado.
—¡¿Fuiste a verlo?! —preguntó escandalizado. Volteó a ver a Hoseok quien asintió despacio.
—Sí, y él no es más mi papá, nunca lo fue. —volvió a abrazarlo humedeciendo el mandil con sus lágrimas. —Tú lo eres, tú eres mi verdadero papá.
Y ahí, MinHo quiso llorar. Más bien, lloró… las lágrimas salieron sin previo aviso y abrazó el cuerpo más pequeño con fuerza dejando múltiples besitos en su cabeza.
—Lo soy… —murmuró con la voz rota. —Soy tu papá, Taehyung… tú eres mi hijo y te amo tanto…
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Capítulo dedicado a mis preciosos girasoles: (si quieres aparecer aquí en el próximo capítulo comenta aquí)
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¡SESENTA CAPITULOS! ¡SESENTA! ¡6O! NOPUEDOCREERLO AAAAAAAAAAAA no puedo creer que he escrito tantos, jamás pensé llegar a tanto GRACIAS TuT💜
¡¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?! Muchas emociones, sobre todo para nuestro pequeño Taehyung:( ¿Qué opinan de la charla con su padre? ¿Y de lo que pasó en la universidad? ¿Qué creen que vaya a pasar en el próximo capítulo? ¿Estamos todos de acuerdo con que MinHo es el verdadero padre de Tae? ¿Verdad que todos queremos linchar a Daehyun? ¡+13mil palabras en este cap!
¡Mis preciosos girasoles! ¡Los amo taaaaaanto! Muchas gracias por todo su apoyo a lo largo de esta historia:") les recuerdo que estamos en la recta final, no faltan muchos capítulos para finalizar aaAAaaAa mepongotriste.
Weno~ sin más, me despido. ¡Espero les haya gustado! Los amomuchomuchomucho, les mando muchos besitos, abrazos y gatitos~ ¡Nos leemos en el próximo capítulo! 🌻✨💖💕🌻💖✨💕🌻💖✨💕🌻💖✨💕🌻💖✨💕🌻💖✨💕🌻💖💕🌻💖✨💕🌻💖✨💕🌻💖✨💕🌻💖
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