🌻•Capítulo 57
《🌻》
El llanto estaba presente en aquella habitación de hospital… y no, no era SeokGi el que lloraba, sino su padre.
Jimin estaba muy tenso desde que recibió un mensaje de su hermano que decía "¿Por qué le diste esa clase de supresores?" El pobre no dejaba de mover su pierna, aún cuando su alfa trataba de calmarlo lo cual, después de media hora lo estaba logrando, pero entonces Hoseok y Taehyung ingresaron a la habitación, haciendo que la tensión y nerviosismo regresaran.
—¡Lo sientoooo! —lloraba desde el sofá sentado como niño regañado. —¡No pensé que le harían daño a Taehyung!
YoonGi y Tae estaban sentados a cada lado del lloroso omega tratando de calmarlo, mientras que Hoseok estaba de pie frente a él.
—JeongHan le programó unos estudios de fertilidad a Taehyung para mañana. —dijo el alfa mirando a su hermanito. —, fue muy peligroso que tomara esos supresores.
Jimin abrió enormemente sus cristalizados ojos miel. —¿E-entonces por mi culpa Taehyung podría quedarse infértil? —volteó a ver al omega a su lado para después abrazarlo y llorar con más fuerza. —¡Perdóname Taehyung! —lloró. —, y-yo no quería que te pasara todo esto, s-solo quería ayudar pero te terminé haciendo daño.
Taehyung no dijo nada, no sabía qué decir pero no le gustaba ver a Jimin llorar.
—Jiminnie, estoy bien. —le dijo bajito.
Aún así, Jimin se sentía mal porque no había sido lo suficientemente claro en cuanto las indicaciones de tomar esos supresores. Lloró por quién sabe cuántos minutos más, mientras escuchaba todo lo que el médico les había dicho y eso solo lo hacía sentirse más culpable.
—Sé que solo querías ayudar. —Hoseok se inclinó frente a él. —Pero ahora ya sabes que no es buena idea dar medicinas a alguien que no tiene receta previa. —sujetó la mano de su lloroso hermanito quien lo miraba hipando y sorbiendo su nariz. —Por favor, no vuelvas a hacerlo, ¿de acuerdo? Solo no te culpes más.
El rubio omega asintió abrazando a su hermano, pues ahora sabía que lo que había hecho estaba mal.
—Puedes seguir aconsejando a Taehyung tal como lo has estado haciendo hasta ahora. —habló YoonGi esta vez. —, solo no vuelvas a darle de tus supresores, Minnie. Creo que lo que debiste hacer fue llevarlo con un médico para que ese mismo viera cuáles eran los supresores adecuados para Taehyung… Cada organismo es diferente, a ti te funcionan esos, pero a Tae no.
Al principio, en la consulta con JeongHan cuando este le dijo que los malestares en Taehyung se debían a esos supresores, Hoseok en serio se había sentido furioso con su hermanito; pero después de salir del consultorio y que pasó un rato a solas con su omega en la cafetería compartiendo un jugo de naranja, viendo la lluvia, charlando y regalándose cariñitos, su enojo disminuyó y comprendió que no era culpa de Jimin, pues él solamente había querido ayudar, su intención nunca fue causarle daño a Taehyung.
En realidad, Jimin había aconsejado muy bien a Taehyung en absolutamente todo… su único error fue darle ese tipo de supresores. Pero afortunadamente la situación no pasó a mayores y este fue un descuido que no volverá a repetirse.
🌻
Los días siguieron pasando, tal como las semanas… dos para ser exactos.
Hoseok ya tenía luz verde para ejercitarse, pues había preferido mantenerse en cierta clase de reposo durante esos catorce días. Por supuesto que asistió a la empresa casi todos esos días, pero siempre siendo precavido de no hacer ninguna clase de esfuerzo… sonaba exagerado considerando lo que le pasó, pero a él le gustaba mucho cuidarse.
Sobre todo, su parte favorita fue la manera en la que su omega lo consentía. Siempre atrás de él cuidándolo y sosteniéndolo del brazo a pesar de que ya podía moverse con libertad. Taehyung no se atrevía a dejarlo solo en ningún momento, a excepción de las veces en las que las náuseas provocadas por las medicinas lo descompensaban, entonces ahí era turno de Hoseok de cuidar a su omega.
Con respecto a los resultados de los exámenes de fertilidad que le habían mandado a hacer, estos afortunadamente salieron estables. Taehyung no había desarrollado anomalía alguna y se encontraba saludable. Actualmente, hasta el dolor en su vientre había desaparecido gracias a los medicamentos que le dieron y que su cuerpo logró expulsar todo lo que había tomado. Eso hizo a la parejita muy feliz y sobre todo se iban a cuidar en la intimidad más que nunca.
Pero sobre todo les aliviaba que toda esa situación ya se había solucionado.
—Seis… siete… —continuó con una risita. —, ocho… nueve… ¡y diez!
El alfa comenzó a reír cuando su mejilla fue cubierta por decenas de besitos. Dejó caer su pecho al suelo, tratando de regular su respiración, mientras su precioso omega continuaba recostado sobre su espalda, sin dejar de besarle.
Ahí, en medio del living de la suite, Hoseok se hallaba haciendo lagartijas con Taehyung sobre él para agregarle más peso y Taehyung estaba feliz de ayudar. Ya llevaban varias rondas de diez flexiones, así que el alfa ya comenzaba a sentirse cansado, después de todo, ya había corrido buen rato en su caminadora.
—Sé de otra manera en la que me puedes ayudar… —decía sentado en el suelo, limpiando el sudor de su cuello y frente con una toalla.
—¿Cómo? —preguntó con entusiasmo acercándose a su alfa para entregarle una botella de agua.
—Ya verás. —respondió antes de dar un largo trago.
Un par de minutos más tarde, Taehyung estaba inclinado frente a su alfa sosteniendo las rodillas flexionadas. El omega sonrió al entender cómo era el ejercicio que Hobie haría.
—¡Ya entendí! Yo te ayudo a que no te muevas cuando vayas a- —sus orejas y mejillas adquirieron una tonalidad carmín cuando en un movimiento rápido, sus labios fueron silenciados gracias a un tierno besito. Parpadeó atónito, sobre todo porque Hoseok volvió a flexionarse y le robó un besito más… y otro, y otro, y otro más.
El lindo omega estaba sumamente sonrojado, pero feliz de ayudar. Cada vez que Hoseok hacía un abdominal, le daba un besito o le susurraba alguna palabra dulce que hacía que su corazoncito se acelerara.
—¡Cuarenta! —exclamó antes de recibir un beso más, pero esta vez, Hoseok no se separó rápido tal como lo había estado haciendo, si no que dejó sus labios unidos y atrapó la cintura de su omega.
Jung dejó caer todo su peso hacia atrás, así llevándose a su su chico consigo a su pecho, terminando juntos en el suelo con sus bocas unidas. Movieron sus labios despacito, con calma, después de todo, Hoseok apenas tenía aliento.
—Me gusta ayudarte a hacer ejercicio. —dijo Tae después de que se separó un poquito. Rió con sus manos en el fuerte pecho, sintiendo la humedad en la prenda. —¡Estás todo sudado!
—Sip. —de inmediato rodeó con sus brazos a su chico, atrapandolo en un fuerte abrazo.
—¡Hoseok! —se carcajeó removiendose como gusanito.
—¿Vamos a tomar un baño?
Asintió efusivamente. —¡Con burbujas!
—¡Con muchas burbujas!
Esa se había convertido en una de las actividades favoritas de la parejita. Amaban tomar baños juntos, y que tuviera demasiadas burbujas para poder divertirse con ellas. Sus baños rara vez llegaban a pasar más allá de unos simples besos y risitas… pero no van a negar que una que otra ocasión la temperatura llegaba a subir.
Momentos más tarde, después de un largo y divertido baño, Taehyung se hallaba sentado en la alfombra mientras que Hoseok secaba bien con una toalla los claros cabellos de su chico, quien parecía ronronear al sentirse tan bien.
—¿Qué te dijo MinHo?
Rió apagando su celular. —Que me extrañan mucho y que no pueden esperar a que sea mañana para verme.
Sonrió dejando la toalla de lado. Tae se volteó para ver a su alfa. —Espero te la pases genial, te prometo que en cuanto salga de la empresa iré por ti.
Taehyung iría de visita con MinHo y Taemin al restaurante que tenían en el centro de la ciudad. El omega estaba muy emocionado pues tenía mucho tiempo sin verlos y moría por contarles tantas cosas, sobre todo lo de su viaje a Hawaii, pues no había tenido oportunidad de verlos desde que llegaron por todas las cosas que se presentaron. Además, el celular del omega estaba roto así que tampoco se habían llamado, pero en cuanto Hoseok le dio uno nuevo, lo primero que hizo fue llamarles.
—¡Estoy muy emocionado!
—Me imagino que sí. —se rió dejando la toalla de lado para inclinarse y dejar un besito en la suave mejilla de su chico. —Recuerda que también iremos mañana a revisar lo de tu universidad.
El omega se giró de una manera veloz para mirar con demasiada emoción a su alfa. —¡¿De verdad?!
—De verdad. —sujetó las delgadas manos. —, veremos qué carrera te llama más la atención.
—¡Ahora estoy más emocionado! —exclamó levantándose en su lugar para lanzarse a los brazos de su alfa, logrando derrumbarlo sobre la cama, con ambos comenzando a reír.
—Y a mí me emociona verte emocionado. —besó la punta de la bonita nariz. Sonrió. —Amo verte sonreír así… y no te preocupes por nada, no importa lo que elijas, estoy seguro de que lo harás increíble, cachorrito.
Los lindos mofletes del omega se tiñeron dulcemente, para luego atrapar los labios de su alfa en un tierno beso que fue muy bien recibido. El lazo palpitando con fervor, cosquilleando de amor puro, porque ellos nunca se cansarían de hacerle saber al otro cuanto lo amaban.
Las manos de Jung se deslizaron con delicadeza por la espalda ajena, hasta posarse en la estrecha cintura cubierta por aquella ancha camisa que Tae utilizaba de pijama. El de ojitos azules movió un poco su cuerpo para así poder colocar sus piernas a cada costado del cuerpo de su novio, donde Hoseok aprovechó para volver a deslizar sus manos, pero esta vez hasta el bonito y respingado trasero, lugar en el que sin darse cuenta, dejó un apretón que hizo a Taehyung soltar un bajito jadeo.
Ese sonido fue suficiente para cortar el beso y mirarse a los ojos con la respiración ligeramente irregular y las pupilas dilatadas. Hoseok alejó sus manos para acercar una de ellas al rostro de su omega y echar un rubio mechón tras la oreja, para luego acunar con ternura la sonrosada mejilla de su chico. Tae se recargó en la palma de su alfa como si fuera un adorable gatito recibiendo una caricia. Ambos compartieron una dulce sonrisa donde no necesitaron decir lo que querían para saber que hacer a continuación.
Los dos se querían, los dos se necesitaban.
Durante esas dos semanas, no habían ido más allá de una simple sesión de besos. No se tocaron, no hicieron el amor ni una sola vez, no porque no quisieran, simplemente estaban muy ocupados preocupados por el otro, cuidándose y recuperándose.
Pero ahora ahí se encontraban, en un llamativo silencio, con sus brillantes miradas conectadas, dedicándose inocentes caricias en sus cabellos. Taehyung decidió tomar la iniciativa, comenzando a dejar lentos pero cortos besos en esos lindos labios de corazón mientras que Hoseok sentía el ritmo de sus latidos acelerarse por la ternura que su omega le causaba, todo sin dejar de mirarlo fascinado.
—Hoseok… —murmuró. Las feromonas comenzando a salir traviesamente.
Jung dio una profunda respiración, conteniendo un gruñido en su garganta al recibir las feromonas de su omega, así que él también comenzó a liberar las suyas, logrando escuchar un encantador ronroneo de parte de su chico quien había cubierto con una mano su propio cuello. Hoseok entendió perfectamente el mensaje.
—¿Quieres… reforzar la marca?
El sonrojo se extendió hasta las orejas, pero asintió. —Sí…. sí quiero…
Sonrió acariciando la mejilla de su chico con ternura y susurró: —Yo también quiero…
Las pupilas de ambos se dilataron al mismo tiempo que el destello en sus ojos se hacía más presente. Los lobos en sus pechos aullaron en sincronía cuando la bella parejita unió sus labios en un profundo y cálido beso. Fue solo cuestión de segundos para que sus respiraciones se volvieran pesadas… y calientes.
La temperatura en sus cuerpos también fue subiendo gradualmente conforme más se besaban. Ahora las feromonas salían sin control alguno, cubriendo cada rincón de la gran habitación. Sus aromas danzaban armónicamente, fusionándose a la perfección como la pareja destinada que eran, todo sin dejar de besarse, de saborearse, de tocarse…
Un bajito gimoteo brotó de los labios del más joven cuando la mano de su mayor se adentró a su pijama, tocando la sensible piel de su vientre para después acariciar la linda cintura. Hoseok tocaba la suave piel de su chico con amor, con devoción, como si se tratara de la más frágil porcelana; Sin embargo, soltó un gruñido y mordió el labio del omega en el instante en el que las caderas de Taehyung se movieron de manera inconsciente, rozando ambas intimidades.
De cierta manera, Taehyung tenía el control de la situación sin darse cuenta. El omega se hallaba sobre su alfa dominandolo con unos simples besos y sutiles movimientos de cadera… Hoseok estaba a merced de Taehyung… y le encantaba.
Estaba curioso por saber qué más es lo que haría, por eso mismo Jung había tomado la decisión de no hacer nada —por el momento— para ver hasta dónde llegaba su precioso omega.
Pero tal como era de esperarse, no había prisa en sus toques o en sus besos. Taehyung se caracterizaba por ser un omega cuidadoso en absolutamente todos sus movimientos —exceptuando en los abrazos— siempre era precavido, y estar a punto de hacer el amor con su alfa no iba a ser la excepción. Sus manos se hallaban empuñadas en el pecho ajeno, mientras movía lentamente sus caderas entre largos intervalos, disfrutando de los roces, todo sin dejar de besar a su alfa profundamente pero con calma.
No había otro sonido que se escuchara más que los chasquidos de sus besos y profundas respiraciones, además del retumbar de sus corazones en sus oídos.
—Hobie… —balbuceó entre besos.
Abrió sus ojos sin intenciones de detener el beso, pero vaya que casi lo hacía cuando se encontró con aquel adorable ceño fruncido de mejillas rojas como manzanas. Taehyung en serio era hermoso sin siquiera intentarlo. Pero sucedía que el pobre comenzaba a sentirse frustrado… estaba esperando a que el alfa hiciera algo, pero este no hacía nada, mientras que Hoseok también se hallaba a la espera de la iniciativa de su chico.
Taehyung no tenía idea de qué hacer, lo único que se le ocurría —o más bien, hacía, de manera inconsciente— era mover sus caderas, pero comenzaba a desesperarse al darse cuenta que Hoseok no hacía otra cosa más que corresponder a sus besos, pues a Tae le gustaba que Hoseok lo tocara… esas manos y esos dedos que con unos simples roces lo hacían llegar a las nubes.
Sin más, cortó el beso para darle una mirada a su alfa, quien no pudo evitar sonreír al ver al más joven con el ceño ligeramente fruncido y los labios en un enorme puchero. —Hoseooooook.
—¿Qué sucede? —preguntó en voz baja. Ciertamente se hacía una idea de lo que estaba pasando… su omega comenzaba a sentirse frustrado.
Al parecer no fue buena idea dejar que su chico tomara el mando de la situación, pero solo lo hizo con la intención de saber que es lo que haría por sí solo en esta situación… quizás en otro momento lo guíe para que Taehyung aprenda a buscar su propio placer él solito. Aún había mucho que explorar en la intimidad.
—Quiero que… —las mejillas pintándose de un intenso carmín. Desvió la mirada. —, quiero que me, uh…
Ni siquiera se atrevía a pedirlo.
Hoseok no dijo nada, pero entendió muy bien lo que quería decir, así que escabulló una mano bajo la gran camiseta de su omega hasta dejar una caricia en el tibio abdomen que se contrajo casi de inmediato y la piel se erizó. Sonrió.
—¿Quieres que te toque? —su voz había salido lenta y grave. Taehyung tembló y asintió despacio con sus ojos cerrados al sentir tan bien esa caricia.
El omega se cubrió el rostro cuando las manos de su alfa comenzaron a pasearse por toda la piel de su sensible abdomen, para después deslizarse a sus costillas y finalmente su pecho, donde logró que la piel se volviera a erizar. Hoseok sentía que moriría de ternura al ver a su chico de esa manera, pero no podía ignorar que Taehyung se hallaba sentado sobre su regazo esparciendo un montón de feromonas.
La respiración de Tae se había vuelto pesada de nuevo por las caricias. Su pecho subía y bajaba profundamente, sin dejar de cubrir su rostro. Los dos se encontraban excitados, para qué negarlo, pero Jung ya no pudo contenerse más cuando un sensual jadeo salió de aquellos preciosos labios. Sujetó a su omega de la cintura para poder tumbarlo en la cama y así quedar sobre él, atacando de manera hambrienta el delicado cuello, donde Taehyung gimoteó cuando la lengua del alfa se paseó por la marca.
Las traviesas manos de Hoseok se mantenían debajo de la camisa de Tae sin dejar de tocarlo, de acariciarlo. Bajó su cuerpo para meter su cabeza bajo la gran prenda de su chico, comenzando a repartir besos por toda la delicada piel del pecho y abdomen. Taehyung no podía mantener sus piernas y manos quietas al mismo tiempo en el que respiraba de una manera muy pesada… era increíble cómo con solo unos toques y besos, Hoseok lo hacía ver estrellas.
Relamía sus labios una y otra vez, a la vez en la que soltaba jadeos y gimoteos. El calor se había apoderado de su cuerpo y su mente comenzaba a nublarse al igual que una sensación desbordante empezaba a crecer en su interior. Era muy sensible, lo sabía y Hoseok también lo sabía, razón por la que para Taehyung era sencillo obtener múltiples orgasmos durante la intimidad con su alfa, además de que Hoseok sabía muy bien donde tocar. El lindo ojiazul era muy receptivo a los toques y feromonas de su alfa, siempre se dejaba llevar cuando Hobie lo besaba y lo tocaba, confiaba ciegamente en él.
—Hoseooook~
El corazón de Taehyung empezó a latir demasiado rápido y su cuerpo comenzó a vibrar, estaba por llegar, lo sabía, solo necesitaba unos roces más para tener su tan ansiado clímax… sin embargo, todo a su alrededor se detuvo, cuando el timbre de la puerta se hizo presente.
—¿Pero qué…? —Hoseok alzó su cabeza aún debajo de la camisa de su omega. —Finjamos que no estamos.
Regresó a su tarea, continuando con sus besos y caricias arrancándole un gemido a su chico, pero el timbre volvió a sonar una vez más… y una más. Hoseok salió de dónde se encontraba con el ceño fruncido, molesto con quién sea que se atreviera a interrumpir el momento con su omega.
—Hobieeee~ —la frustración haciéndose presente. Estaba a punto de llegar y ese timbre evitó que se liberara. También se sentía molesto.
Jung miró a su omega y no pudo con la imagen tan maravillosa que le estaba mostrando, que optó por ignorar el llamado una vez más para atrapar los labios de su precioso novio. Acarició la larga pierna, para entonces separarse solo unos segundos y así mandar a volar la parte de arriba de su pijama. No tenía idea de dónde había caído y tampoco es que le interesara, lo único que quería era amar a su chico en cuerpo y alma en ese preciso momento.
—Hoseok… —jadeó entre besos al sentir como nuevamente las manos del alfa hacían de las suyas en su cuerpo.
Rodeó el cuello de su mayor, logrando que el beso se volviera más intenso, más profundo. Taehyung dejó escapar un gemido… pero el timbre volvió a sonar.
—¿Es en serio? —gruñó el frustrado alfa deteniendo el beso. —, son las once de la noche.
Taehyung contuvo un lloriqueo en su garganta al darse cuenta que se habían detenido de nuevo. También se sentía frustrado, mucho, no era bonito detenerse cuando estaba tan cerca de llegar.
—Iré a ver quién es. —besó la perlada frente. —Volveré rápido.
El omega puchereó cuando vio a su alfa salir de la habitación. Pasó sus temblorosas manos por su rostro… todo él temblaba gracias al placer que se le fue frustrado. Sentía que su corazón se le iba a salir, su entrepierna también dolía y tenía calor. Se estiró un poquito para alcanzar la almohada de su alfa y así poder hundir su rostro en ella, tomando una larga respiración. Se hizo más al centro de la cama y se encogió en su lugar sin dejar de apretar la almohada entre sus piernas y brazos.
—Hoseoook… —lloriqueó.
Por otra parte, Hoseok ni siquiera se había molestado en volver a ponerse la parte de arriba de su pijama. Avanzó por las escaleras refunfuñando a pies descalzos con el ceño fruncido, incluso su erección había desaparecido por las molestas interrupciones. Sin embargo, se detuvo por unos segundos cuando vio a alguien entrar con todo el sigilo del mundo.
—¿Jimin? —avanzó hasta donde él quien traía un par de bolsos y a SeokGi colgando de su pecho. —¿Qué haces aquí?
—Hobie… —había dado un saltito asustado. —, pensé que no estaban, por eso entré.
El Jung menor se sabía la clave de la suite, pero desde que Hoseok y Taehyung comenzaron a vivir juntos, prefería tocar el timbre y no entrar como si nada, tal como lo hacía antes pues hace solo un par de años antes de casarse con YoonGi, solía vivir ahí con su hermano.
—Oh… —rascó su nuca. —, nosotros estábamos…
Jimin observó inquisitivo a su hermano, notando su torso descubierto, cabello desordenado y labios hinchados. Olfateó disimuladamente logrando percibir no solo sus feromonas, también las de Taehyung. El omega se sonrojó.
—Creo que llegué en mal momento… —desvió la mirada avergonzado comprendiendo la situación que acababa de interrumpir. —, lo siento, SeokGi y yo nos iremos a un hotel-
—Espera. —lo sostuvo del brazo. —¿Un hotel? —preguntó confundido. —¿Pasó algo? ¿Y YoonGi? ¿Acaso discutieron?
—¡No! —negó de inmediato. —, es que, no sé si te has dado cuenta pero… —señaló al enorme ventanal. —, hay una tormenta y hubo una falla eléctrica en todo el vecindario. —acarició la cabecita de su niño dormido. —Sabes que me da miedo la oscuridad y SeokGi, Holly, Yeontan y yo estábamos solitos, YoonGi está en el estudio y probablemente se quede toda la noche allá… —suspiró. —, así que preferí tomar a SeokGi y venir aquí con ustedes…
Vaya, Hoseok ni siquiera se había dado cuenta de la fuerte lluvia que azotaba la ciudad. Había estado demasiado ocupado con su precioso omega, que se olvidó de lo que sucedía en el exterior.
—¿Conduciste tú solo con este clima? —Minnie asintió con un puchero abrazando más contra su pecho a su bebito. Hoseok negó con preocupación. —, fue peligroso…
—Lo sé… —puchereó viendo como su hermano tomaba los dos bolsos y los llevaba hasta el living. Jimin lo siguió. —, pero tenía miedo y no podía llamarle a YoonGi.
—Ay Minnie… —se acercó a él y lo abrazó con cuidado de no aplastar a su sobrino.
Minutos después Hoseok ayudó a su hermanito a subir las cosas a la que solía ser su habitación y después de un par de besitos en la frente le dio las buenas noches. Jimin ahora se sentía más tranquilo al saber que estaba con más personas.
Cuando regresó a la habitación, se encontró con Taehyung saliendo del baño con su rostro mojado.
Se sonrojó. —Hobie… tenía calor y me mojé mi cara…
Asintió comprendiendo. —Era Jimin.
—¿Jiminnie está aquí? —preguntó con asombro viendo como su alfa se acercaba. Chilló cuando se vio inesperadamente alzado en esos fuertes brazos.
—Sip —dejó un pequeño besito en la nariz ajena. —, se quedará a dormir.
—¿En serio? —se entusiasmó. —¿Trajo a SeokGi?
Asintió. —Uhum… —depositó delicadamente a su chico sobre la cama para después colocarse sobre su cuerpo y rozar sus labios. —, pero ya está dormido.
—Ouh… —hizo un puchero y sujetó las mejillas de su alfa.
Esbozó una pequeña sonrisa y estiró sus labios depositando un corto beso en los gruesos belfos de su amado. Susurró. —Creo que no podremos continuar lo de hace rato…
Ladeó la cabeza. —¿Por qué?
—Porque… —se rió dejando otro besito. Llevó su mano al cabello de su pequeño echándolo para atrás. —, Jiminnie está en la habitación de al lado y nos puede escuchar…
El omega abrió sus ojos en grande al darse cuenta de que era cierto y a él le daría vergüenza que Jiminnie los escuchara haciendo cositas.
—Reforzaremos la marca mañana, te lo prometo. —Tae asintió sin dejar de acariciar las mejillas de su alfa, manteniendo sus miradas conectadas.
Se quedaron en silencio por varios segundos sin dejar de observarse. El precioso azul de los ojitos del omega destellaba de una manera tan preciosa, al igual que el dorado de los ojos del alfa. Sus lobos haciéndose presentes, llamándose… en serio se necesitaban.
Pero no era la urgencia de tener sexo, lo que deseaban era sentirse, sentir como su lazo se fortalecía y demostrar una vez más su inmenso amor.
—Y si… —la bajita voz del omega los sacó de su ensoñación.
—¿Y sí… qué? —preguntó en el mismo tono de voz, sin desconectar sus miradas.
Las mejillas se ruborizaron con fuerza. —¿Y si… no hacemos ruido?
—¿Eh? —abrió sus ojos sorprendido por lo que acababa de escuchar.
—Yo… p-puedo tapar mi boca —rápidamente soltó las mejillas de su alfa para a continuación llevar ambas manos a sus labios. —, así… —dijo con voz amortiguada. —, y no hago ruido.
Hoseok se carcajeó bajito. —¿Y cómo te voy a besar?
—Mmm… —se quedó pensando de una manera tan seria que al alfa le sacó otra risita al causarle ternura. —¡Ya sé! cuando dejes de besarme me tapo la boca.
Volvió a reírse, acariciando la mejilla de su chico sin dejar de mirar ese par de destellos azules alternativamente. —Hmm, no es mala idea…
Taehyung se sonrojó, esbozando una adorable sonrisita. —¿Entonces… sí?
—Solo… —rozó sus labios. —, si tú quieres…
Se rió bajito rodeando el cuello de su alfa. —Sí… —y antes de besarlo, susurró: —sí quiero…
🌻
Cómo le gustaba sentir el viento chocar contra su rostro mientras admiraba la increíble vista. Ahí se encontraba en el balcón, como cada mañana, observando la inmensidad de la ciudad. Desde que empezó a vivir ahí, cada mañana al despertar, saldría al balcón a tener su momento de paz, de calma, solo él y sus pensamientos.
Le gustaba mucho la vista que tenía desde ese lugar. Aún se seguía sorprendiendo por la grandeza de los edificios y la multitud de personas que existían por todos lados.
Su alfa aún no despertaba, casi siempre despertaba antes que él y según la posición del sol, Taehyung dedujo que eran alrededor de las siete de la mañana.
Sin más, pasó las manos por su rostro, se estiró un poquito soltando un bostezo y después de dar un último vistazo, se decidió por entrar. Cerró la puerta corrediza de cristal tras él, alargó un bostezo más con sus ojos cerrados, mientras se rascaba la nuca, para después detenerse abruptamente al chocar con algo… o más bien, con alguien.
—Oh, cuidado.
Esa voz. —¿YoonGi hyung? —abrió sus ojitos sorprendiéndose de ver al alfa ahí.
—Buen día, Taehyung. —le dedicó una pequeña sonrisa y le palmeó dulcemente la cabeza.
—¡Hyung! —le dio un abrazo. Lo había extrañado. —¿También dormiste aquí?
Correspondió al abrazo y arrugó la nariz al percibir el aroma de Hoseok muy impregnado. Se separó y negó. —Voy llegando… —señaló su ropa de calle bostezando. —, me la pasé toda la noche en el estudio. —rascó su nuca. Se sentía muy cansado. —Iba a casa pero vi un mensaje de Jimin donde me dijo que él y SeokGi estaban aquí.
—Ah si, quería jugar con SeokGi, pero ya estaba dormido. —puchereó.
YoonGi rió. —Mi bebé es muy dormilón —sacudió sus hombros con modestia. —, se parece a mí. —Tae soltó una risita. —Tú si te vas despertando, ¿verdad?
—¿Eh? bueno, sí, hace ratito desperté.
—Lo digo por… —lo señaló.
—¿Uh? —el omega miró hacia abajo y rápidamente se sonrojó al recordar que solo estaba usando su enorme camiseta blanca y ropa interior, dejando a la vista sus largas piernas y ciertas marcas por aquí y por allá, dejando en evidencia la noche que había tenido con su alfa. Así que inmediatamente jaló la orilla de su prenda para cubrir sus muslos.
—¡Hyung! ¡no me veas!
YoonGi se cubrió los ojos. —¡No te veo!
Y así corrió escaleras arriba. El pálido alfa rió descubriendo sus ojos una vez escuchó una puerta cerrarse. Negó soltando otro bostezo y al contrario del dulce omega, él subió las escaleras con toda la pereza del mundo, dispuesto a encontrarse con su su hijo y esposo.
Un par de horas más tarde, después de una fresca ducha y un buen desayuno en familia, Taehyung y Hoseok iban llegando al restaurante de Choi. Detuvo el auto frente al establecimiento y sujetó la mano de su omega depositando un tierno besito en el dorso.
—Vendré por ti en unas horas, ¿si? —Tae asintió con un pequeño sonrojo. —, pásala increíble y cualquier cosa me llamas y te prometo que estaré aquí más rápido que flash.
El omega se rió pero volvió a asentir. —Hoseok… ¿me puedes dar un beso?
Sonrió, llevando sus dedos al mentón de su chico. —Todos los que quieras…
Sin más unió sus labios con ternura, ambos moviéndolos al compás. Taehyung sonrió durante el beso que duró unos escasos diez segundos, sin embargo, soltó un jadeo cuando los labios de su alfa se alejaron de los suyos y comenzaron a repartir besitos en su cuello, exactamente dónde yacía la marca.
Hoseok inspiró profundamente, llenando sus pulmones del encantador aroma de su omega para finalmente dejar un dulce besito sobre la mordida que habían reforzado la noche anterior. Cuando se separó sonrió orgulloso al ver las mejillas de su chico tan rojas como un tomate, quien en solo unos segundos, dejó caer su rostro en el pecho de su guapo alfa.
Tae también hizo lo mismo, llenó sus pulmones lo más que pudo del aroma de su alfa, moviendo su nariz por todo el pecho y clavículas. Por alguna razón, ambos se sentían demasiado atraídos por el aroma de su pareja, querían sentirse, tocarse, al menos estar sujetados de las manos. Hoseok estaba en la creencia de que se debía al reforzamiento de su lazo.
—Te voy a extrañar… —susurró el alfa una vez su pequeño se separó. —, solo serán unas horas pero siento la necesidad de estar a tu lado cada segundo.
El omega parpadeó atónito. —Yo… yo también siento lo mismo… —no quiso admitirlo, pero el aroma de su alfa le gustaba más que nunca… es como si le llamara. Podría pasar horas con su nariz hundida en el fuerte pecho olfateando.
—¿De verdad? —Tae asintió. Hoseok esbozó una pequeña sonrisa para acercarse y robarle un besito a su novio. Dejó sus labios unidos por varios segundos, ambos respirando el aroma del otro debido a la cercanía. —Esta noche, cuando volvamos a casa… —susurró sobre los labios ajenos, depositando pequeños besos. —, te haré el amor todas las veces que quieras, lo prometo.
Algo dentro de Taehyung vibró con anticipación, al igual que un bajito ronroneo brotó de sus labios. Aún así se sonrojó avergonzado, pero asintió… él también lo deseaba.
🌻
Los abrazos de Taemin siempre le habían gustado. Él siempre fue amable y le dejaba una muy agradable y cálida sensación en su pecho después de varios apapachos.
—¡MinHo! —exclamó. —¡Ven a ver quién llegó!
Un claro y alto "¿eh?" se escuchó desde lo que parecía ser la cocina.
Taemin sonrió y volteó a ver al joven omega. —Se pondrá muy feliz al verte. —lo volvió a abrazar, sin embargo no percibió en su totalidad el característico y dulce aroma del rubio. Se separó un poquito. —Hueles mucho a- oh… —se congeló en su lugar al notar una mordida en su cuello. —¡Te enlazaste!
El sonrojo apareció en las mejillas del más joven pero aún así asintió llevando una mano a su cuello de manera inconsciente.
La marca dejaba el aroma del alfa impregnado en el omega, sobre todo aún más cuando la renovaban, tal como lo habían hecho la noche anterior. Además, Hoseok se había encargado de también marcar con su aroma a su novio, ya que no estaría a su lado por varias horas, quería al menos dejarle en claro a cualquiera que se le acercara que ya tenía a un alfa a su lado dispuesto a protegerlo. Además si un omega ya tiene el aroma de un alfa encima, los otros alfas no se sentirían tan atraídos a él.
—Con el embarazo tengo mi olfato más sensible… —se rió bajito acariciando su pequeño vientre. Tae sonrió. —, no puedo creer que te enlazaras, ¿cuándo fue? se ve reciente.
—Fue… uh, nos enlazamos cuando estábamos en Hawaii. —contó bajito, llevando tímidamente sus manos a la pequeña pancita.
—¡Vaya! Me imagino que debió ser increíble, te felicito mucho. —aplaudió bajito sinceramente feliz. —, espera a que MinHo se entere-
—¿Que me entere de qué? —Los dos omegas vieron al alto alfa llegar secando sus manos en su mandil, para después extender sus brazos y abrazar al de ojitos azules quien también lo abrazó muy feliz. —Hola, pequeño.
—¡MinHo hyung! —dio un par de saltitos emocionado para después separarse y mirarlo correctamente. —¡Te extrañé mucho!
—¡Yo también te extrañé! —le palmeó la cabeza cuál cachorrito.
Minutos más tarde, MinHo y Taehyung se sentaron en una de las mesas más alejadas del lugar, cerca de la ventana. Aún no abrían el restaurante, faltaba como una hora, así que Taemin se encargaría de terminar ciertas preparaciones en la cocina mientras dejaba a los otros dos charlar en privado.
Taehyung le contó todo lo que había vivido en Hawaii —exceptuando algunos detalles, claro— le mostró las fotos que se habían guardado en la nube afortunadamente y MinHo se alegraba mucho de ver al pequeño omega tan feliz en cada una de las fotos y sobre todo feliz de ver esa enorme sonrisa mientras le contaba absolutamente todo. Un poco después, de tanto hablar le dio sed, así que bebía de su vaso con limonada, observando por la ventana, hasta que sintió la mirada inquisitiva del alfa.
—¿MinHo hyung?
—Te marcó. —dijo sin más. Había percibido el aroma de Jung muy impregnado en el joven omega lo cual le levantó sospechas, y estas claramente fueron confirmadas cuando Taehyung volteó a la ventana dejando ver una fresca mordida… y unas cuantas marcas rojizas en su cuello.
El omega se sonrojó y asintió.
—Presentía que en ese viaje pasaría algo así… —pasó las manos por su rostro, preocupado. —¿Estás bien? quiero decir… ¿no fue uhm… brusco contigo? ¿te trató bien? ¿fue cuidadoso? no te lastimó, ¿verdad?
No podían culparlo por estar tan preocupado…
Taehyung dejó el vaso de lado y estiró su brazo para alcanzar la mano del alfa que estaba sentado frente a él. —MinHo hyung, estoy bien… —esbozó una pequeña sonrisa. —Hoseok es muy bueno conmigo y me cuida mucho y… también me ama mucho. —el alfa parpadeó. —Lo sé porque lo siento aquí… —llevó una mano a su pecho. —, gracias a nuestro lazo lo sé, y es verdadero.
Se había quedado sin palabras, atónito por lo que acababa de escuchar, sobre todo por la manera tan madura en la que su pequeño habló.
—Y… Hoseok no me obligo a nada —desvió la mirada sonrojándose. —, yo… yo se lo pedí.
—Ay cachorro… —le dolía, pero tenía que aceptar que Taehyung ya no era más ese ingenuo omega que vio crecer, al menos no del todo.
Él estaba creciendo, estaba madurando… pero aún así él temor de que algo le llegara a pasar continuaba ahí, no quería que tuviera el mismo final que su madre… aún sentía escalofríos cuando recordaba el día que le dieron la noticia y lo mal que la pasó al darse cuenta que la dejó ir, que no la pudo proteger.
—Entonces… si ambos se aman, todo estará bien… —dijo bajito entrelazando su mano con la más delgada. —, él te cuida y te demuestra cuánto te ama…
—MinHo hyung… —relamió sus labios un poco nervioso. Quería hablar sobre eso con él. —Hoseok… Hoseok no es como… como mi papá, Hoseok no me hará daño.
El alfa alzó su mirada de inmediato sintiendo su corazón acelerarse. —Tú… ¿Lo sabes? ¿sabes lo que pasó con tu madre y…?
Asintió. —Lo descubrí días después de que mi… mi abuelita se fue. —bajó la mirada. —Encontré una hoja donde decía la razón por la que mi uh, papá está en la cárcel.
—Dios… —cubrió su rostro. Se suponía que Taehyung no debía enterarse de eso, recuerda muy bien que YoungMi les pidió que jamás le mencionaran el tema.
—Ahora entiendo porque… porque mi abuelita y tú y el señor Choi me protegían mucho de los alfas. —relamió sus labios. —No querían que me pasara lo mismo que a mi mamá…
Un nudo se había formado en la garganta de Choi, aún le dolía todo ese tema… después de todo Kim Suni había sido su pareja destinada.
—Hyung… puedes estar tranquilo, yo estaré bien con Hoseok… Hoseok no es malo. —él confiaba ciegamente en su alfa, además el lazo que compartían les hacía saber que todos esos sentimientos eran reales, Hoseok lo amaba más que a nadie. —Yo… me siento muy seguro con él y nosotros somos… uh ¿destinados?
—¿Destinados?
Tae asintió con una sonrisita. —No he leído mucho sobre eso porque se me olvida hacerlo —se rió. —, pero sé que significa que hemos estado juntos en otras vidas y que estamos destinados a estar juntos en muchas más.
El alfa esbozó una pequeña sonrisa. Se sentía feliz de que su pequeño Tae encontrara a su destinado.
—Tienes razón… ¿sabes algo? —suspiró. —, me alegro de que puedan estar juntos. —dijo sinceramente
El de ojitos azules sonrió cubriendo con sus dos manos la del alfa que estaba encima de la mesa.
—Mereces ser muy feliz, cachorro…
Esas bonitas mejillas se ruborizaron con ternura, agradeciendo en un bajito susurro. Taehyung sabía que MinHo no se sentía muy tranquilo de que viviera con Hoseok, pero esperaba que a partir de ahora comprendiera que no corría ningún peligro, porque el amor que ambos se tenían era puro y sincero.
Y MinHo lo veía en los ojitos de Taehyung, veía la alegría que destilaban al hablar de Hoseok. Esos ojitos idénticos a los de su madre… esos ojitos que destellaban de igual manera cuando hablaba de Daehyun, por eso no podía evitar preocuparse al temer que la historia podría repetirse… pero si Taehyung le aseguraba que ese alfa lo amaba, entonces le creería, Taehyung jamás le mentiría en algo así. MinHo sabía que su cachorro iba a ser feliz.
—Quiero ir a verlo.
—¿Eh? —lo miró con confusión. —¿a quién?
—A mi… a mi papá.
—¿Qué? —se sintió impactado. —Pero Taehyung-
—Ya sé que… —lo interrumpió. —, ya sé que él no es bueno… le hizo algo muy feo a mi mamá, pero quiero hablar con él y… preguntarle porqué le hizo eso… —suspiró. —, a lo mejor mi mamá estaría viva, ¿verdad?
Ahí MinHo ya no pudo más. Se puso de pie, confundiendo al omega, para después rodear la mesa, sentarse a su lado y finalmente atraparlo entre sus brazos. Las lágrimas en los ojos del alfa comenzaron a hacerse presentes, tal como unos bajitos sollozos, cosa que alertó al más joven.
—¿Hyung? ¿estás llorando?
—Perdóname, Taehyung…
—¿Por qué? —se sentía asustado y confundido, ¿por qué su hyung lloraba? ¿por qué le pedía disculpas?
—Era… era mi deber cuidar de Suni… —sollozó. —, de tu madre…
—¿De mi mamá? —esos ojitos azules miraron con confusión al alfa cuando se separó del abrazo. —, n-no llores, hyung…
—Ella y yo… —tomó un largo respiro restregando sus ojos. —, ella y yo éramos pareja destinada, así como tú y Hoseok… —la sorpresa se vio rápidamente reflejada en los ojos del omega.
—Pero porque… ¿Por qué no estaban juntos? Ella, mi papá, ¿entonces? —no entendía.
—Yo… —suspiró y sorbió su nariz. —, era un chiquillo tímido, y fui muy tonto y lento… siempre que ella se acercaba a mi yo huía… —se rió con nostalgia aún con lágrimas en sus ojos. —, me daba mucha vergüenza hablar con ella, porque me parecía muy bonita y muy amable… pero un día que me tropecé con ella y nuestras manos se tocaron, sentí un ligero toque eléctrico y mi lobo por primera vez se emocionó como nunca, ahí supe que ella era mi destino.
Los ojitos de Taehyung brillaban al escuchar todo con toda la atención del mundo.
—Pero seguía poniéndome tímido cuando estaba cerca de ella y en su cumpleaños fueron las primeras y últimas palabras que crucé con ella. —relamió sus labios y suspiró. —Solo le dije feliz cumpleaños, le regalé una cajita con un collar de girasol y salí corriendo de ahí. —se rió bajito al recordarse huyendo de la granja de los Kim con el rostro todo rojo. —, al día siguiente estaba dispuesto a hablarle y preguntarle si le había gustado el collar, pero me la encontré a ella y a Daehyun tomados de la mano… YoungMi me dijo que se habían vuelto pareja.
—Un collar… —rápidamente metió su mano a su cuello y sacó una linda cadenita con un dije de girasol. —¿como este?
Los ojos de MinHo se abrieron en grande al reconocer el collar. —Taehyung… ¿cómo es que lo tienes tú?
El omega le contó que cuando encontró aquél álbum de fotografías, también se encontró con una cajita con algunas alhajas, entre ellos estaba el collar y al percatarse que era el mismo que su madre portaba en todas las fotografías, decidió ponérselo para sentir que su mamá estaba con él.
—¡Eso quiere decir que si le gustó mucho tu regalo!
—No puedo creerlo… ¿en serio lo usó en todas sus fotos? —Tae asintió con entusiasmo.
—Quiere decir que… que tú podrías haber sido mi papá…
Una pequeña sonrisa melancólica cruzó los labios del alfa. Él también había pensado en esa posibilidad cuando vio a Taehyung de bebé por primera vez. —No sabes cuánto habría deseado eso…
—Pero hyung… —tomó su mano para que lo mirara. —, tú fuiste como un papá para mí, desde que recuerdo, tú has estado a mi lado, me has enseñado muchas cosas y me has cuidado.
—Te vi dar tus primeros pasos… te escuché decir tus primeras palabras. —recordó con orgullo. —¿Recuerdas cuando te llevaba sobre mis hombros a recoger las cosechas?
—¡Todo se veía muy alto!
MinHo comenzó a contar anécdotas de la infancia de Taehyung y el omega estaba más que feliz de escucharlas, sobre todo las de cuando era un bebé ya que por obvias razones esas no las recordaba. Cómo la ves en la que un Taehyung de cinco años se subió a un cerdito y terminó tirado en el lodo. El dulce omega tenía unas preciosas carcajadas que llamaron la atención de Taemin, quien se fue a sentarse con ellos y comenzó a reír también por las graciosas y adorables anécdotas mientras sostenía su vientre de tres meses.
A MinHo le causaba mucha nostalgia hablar de Suni y claramente aún le dolía el hecho de no haber podido protegerla, era su deber como su alfa destinado. Pero eso no disminuía el amor que tenía por Taemin, quién apareció en el momento justo cuando lo veía todo perdido cuando al pasar de los años se dio cuenta que nunca estaría con su pareja destinada. El omega fue muy dulce con él, y tenía una personalidad tan extrovertida que hacía cualquier cosa con tal de hacerlo reír. MinHo se dio la oportunidad de amar… eso ya hace alrededor de diez años… si, diez años llevaba unido a ese increíble omega.
Taemin lo aceptó a pesar de todo, aún después de abrirse a él y contarle sus penas y lo sucedido con Suni… Taemin no lo juzgó, fue paciente, muy paciente con él, tanto que ahora llevaban diez años casados y enlazados. Cosa que al lobo de MinHo no le agradó mucho pues él quería a su omega… razón por la que tampoco habían podido tener hijos. El lobo de MinHo había conocido a su pareja destinada y era claro que no quería a nadie más, por eso fue muy difícil para ellos iniciar su relación, fue muy difícil hacer el amor por primera vez, pues el lobo rechazaba al de Taemin…
Fueron días difíciles, donde muchas veces pensaron en terminar su relación pero ellos siguieron intentándolo, hasta que lograron amarse en cuerpo y alma aún en contra de la voluntad del lobo alfa. Pasaron diez años de estar juntos y no habían logrado concebir, ya se habían rendido, sobre todo MinHo pues él ya tenía cuarentaiún años, pensó que ya no era capaz de dejar a su pareja en embarazo, Taemin de treinta y siete años, decidieron ya no intentarlo pero tres meses atrás, el milagro se les dio sin darse cuenta y ahora el lobo de MinHo parecía más entusiasmado y con más vida, ante la idea de un cachorro de su propia sangre.
—Me preocupa que vayas a ver a Daehyun… pero tienes derecho a obtener respuestas. —volteó a ver a Taemin quien asintió también de acuerdo. —Solo dile a Hoseok que no se aleje de ti ni un segundo, que te acompañe todo el tiempo y si él no te puede acompañar, yo puedo ir en su lugar.
—Le diré. —sonrió sujetando el collar entre una de sus manos. Miró al alfa. —Hyung… ¿no te molesta que lo use?
—Para nada. —alzó su mano para acariciar los claros cabellos. Tae sonrió. —Me hace feliz que lo uses…
El omega abrazó con ternura al alfa y este depositó un besito en su cabeza.
—¡Oh! —la exclamación de Taehyung llamó la atención de ambos. El omega miraba el reloj en la pared. —¡Es hora de abrir! ¿Qué dices, Taehyung? ¿Nos quieres ayudar?
Los ojitos de Taehyung destellaron y asintió con entusiasmo. —¡Sí quiero!
Los tres se pusieron de pie y comenzaron a arreglar las cosas faltantes para después colocar el letrero de abierto. El dulce omega de ojitos azules se hallaba emocionado de poder ayudarles.
—¡Por cierto! —dijo mientras se colocaba un mandil. —¿Ya les dije que voy a ir a la universidad?
🌻
Las horas continuaron pasando, y un alfa se hallaba en su oficina con un dolor de cabeza que iba incrementando cada segundo. Ya se había tomado una aspirina, y esperaba que pronto surtiera efecto.
Firmaba hoja tras hoja, y contestaba llamadas al mismo tiempo, pues parece que todo mundo se había puesto de acuerdo para llamarle al mismo tiempo. Aflojó su corbata al sentir que le asfixiaba, además el aire acondicionado estaba encendido y aún así tenía calor.
Solo deseaba ir con su omega, hundirse en su pecho y aspirar su embriagante aroma que era como un analgésico y relajante para todas sus dolencias. Y así fue, apenas terminó con los documentos, salió de la empresa, se subió a su auto y partió en busca de su precioso novio, quien al parecer había tenido un día grandioso pues por el lazo le transmitía mucha alegría, cosa que agradecía pues le ayudó a poder sobrellevar sus horas en la oficina.
—¡Hoseok! —apenas había cruzado la puerta, cuando un lindo omega de hebras platinadas lo tacleó en un enorme abrazo.
—Hola, cachorrito. —lo envolvió en sus brazos dando una profunda calada de ese encantador aroma a flores, vainilla y un toque de chocolate, que hizo que en solo unos segundos, la tensión en sus músculos desapareciera y el dolor de cabeza disminuyera.
Ellos inmediatamente se sumergieron en su burbuja de amor, ignorando que tenían de público a uno que otro comensal y a los dueños del restaurante. Hoseok con su nariz hundida en los suaves cabellos y Taehyung en el pecho. Ambos respiraban con profundidad, llenando sus pulmones con necesidad.
Por otra parte Taemin miraba con una enorme sonrisa a la parejita soltando bajos chillidos de emoción, mientras que MinHo los veía con una clase de melancolía… su Taehyung había crecido, su Taehyung había encontrado a su otra mitad y ver en persona la manera tan natural en la que se abrazaban, que se olfateaban, demostraba que no había nada que ocultar, no había sentimientos negativos, lo que ellos tenían era muy real… muy puro.
—Te extrañé… —susurró sujetando las esponjosas mejillas.
—Yo también te extrañé… —y sin dudarlo, con un saltito se colgó del cuello de su alfa y unió sus labios inesperadamente.
Hoseok abrió enormemente sus ojos pues era consciente de dónde y con quienes se encontraba, pero a su lindo cachorrito parecía no importarle. Sin embargo, se sometió a los dulces labios de su omega y no pudo evitar responder al beso aunque sea de manera suave y lenta.
Y MinHo… MinHo estaba con la boca abierta al haber presenciado eso, ¿Acaso su lindo Taehyung le acababa de robar un beso a su alfa? Vaya que eso no se lo esperaba en lo absoluto. MinHo creía que el cachorro era tímido pero al parecer el que tenía los pantalones en esa relación, definitivamente era Taehyung, porque inclusive notó la sorpresa en el rostro de Hoseok. Ahora creía más que nunca cuando Taehyung le dijo que él fue quien pidió la marca.
Taemin miraba a su esposo con una expresión divertida en su rostro, sobre todo cuando este caminó hasta donde la parejita y aclaró su garganta luciendo celoso, tal como un padre viendo a su hijo llegar a casa con su primer novio.
Hoseok detuvo el beso en cuanto escuchó el carraspeo a su lado. De repente se sintió avergonzado al sentir la mirada del alfa, mientras que Taehyung se confundió porque no continuaron besándose, pero también se avergonzó cuando se dio cuenta de la presencia de su hyung. Así que sin decir nada, solo con un señalamiento, los invitó a sentarse en una de las mesas de al fondo, para ser más específicos, donde él y Tae tuvieron su charla más temprano.
Mentiría si dijera que no se sentía un poquito intimidado. No es que le tuviera miedo a MinHo, es solo que se sentía avergonzado al haber sido atrapado besando a Taehyung, quien ahora estaba sentado a su lado comportándose muy meloso, restregándose en su brazo tal como un tierno gatito y MinHo no sabía si reír o llorar al ver al omega actuar así.
Nuevamente de manera inesperada, Taehyung se alzó un poquito para plantar un pequeño y rápido besito en los labios de su alfa, poniéndolo nuevamente en apuros. MinHo estuvo a punto de decir algo, pero Taemin se acercó a dejar un vaso de agua para el alfa recién llegado y después se sentó a lado de su esposo.
—Tranquilo, Taehyung. —dijo Taemin con una risita. —, mira como tienes a estos dos.
—¿Uh? —el omega dejó de restregarse en el brazo de su novio para darle una mirada al par de alfas. Hoseok lucía avergonzado y MinHo estaba bastante serio. —¿qué pasó?
Choi negó. Al parecer sería difícil acostumbrarse a ver a su pequeño tener nuestras de cariño con su propio alfa. —Todo está bien… Jung. —llamó. Hoseok lo miró. —Sé que te digo esto siempre que nos vemos, pero por favor, te pido que cuides de Taehyung, sobre todo ahora que están enlazados.
Jung volteó a ver a su omega quien le dedicó una tierna sonrisa contagiosa. Asintió regresando su vista al alfa mayor. —Taehyung es mi prioridad, lo cuidaré, protegeré y amaré con mi vida entera sin dudarlo.
—Hobie… —murmuró sintiendo un besito en su sien.
MinHo asintió un poco más relajado. En serio deseaba que Taehyung tuviera una vida plena, feliz y llena de amor, lo tenía más que merecido después de todo lo que ha sufrido y todo lo que se le ha sido arrebatado.
—Eso es lo que quería escuchar. —su voz salió con más calma. Taemin tomó su mano bajo la mesa. —No me queda más que felicitarlos por su enlazamiento, les deseo toda la felicidad del mundo.
Sin más, con la tensión liberada y con un lindo omega hablando hasta por los codos, se mantuvieron una cómoda charla. Hoseok degustó varios platillos, quedando fascinado con el sabor, lo cual, le confirmó algo que quería hacer. El restaurante era pequeño, pero ya tenía buenos clientes gracias al excelente sazón.
—Hay algo que quiero proponerles antes de irnos. —dijo al ver a MinHo regresar a la mesa y sentarse junto a su esposo.
—¿Proponer? —dijo Taemin, mientras que Taehyung se veía sumamente emocionado, cosa que confundió más al matrimonio.
—Tengo en proceso una cadena de hoteles cinco estrellas que planeo inaugurar a finales del próximo año, si todo sale bien, pienso expandirme al extranjero. —MinHo y Taemin lo miraban sin entender. —Todos los hoteles poseen restaurantes y/o buffets y me encantaría poder incluir su menú en uno de mis hoteles, para ser más específicos, el que estará en el centro de la ciudad.
—¿E-eh? —el omega embarazado tenía su boca abierta. —¿Nuestro menú?
—Sí. —le dió una mirada a su precioso omega que no dejaba de sonreír. —Taehyung me dio la idea. —besó su mano. —, apenas estamos hablándolo, aún no hay nada claro, pero me gustaría que lo consideren, porque si todo corre conforme al plan, las ganancias serán enormes no solo para mí, si no que también para ustedes.
El matrimonio se miró entre sí, mientras que Taemin no dejaba de asentir pidiéndole a su alfa que aceptara. MinHo carraspeó. Le agradaba mucho la idea, pero aún necesitaba hablarlo y necesitaba más detalles.
—Primero lo hablaremos entre nosotros y la próxima vez que nos veamos te daremos nuestra respuesta. —dijo Choi.
—Me parece perfecto, yo aún arreglaré algunos detalles. —Hoseok se puso de pie, seguido de su omega y del matrimonio. —Por favor considerenlo, es una muy buena oportunidad. —sujetó la mano de su pequeño. —Les prometo que cuando nos veamos, tendré listo el contrato.
🌻
La voz del lindo omega resonaba por todo el auto, mientras contaba todo lo que había hecho en el restaurante. Le había gustado mucho ayudar a sus hyungs a tomar las órdenes y a llevar los platillos a cada mesa. Los clientes le regalaban agradables sonrisas y le decían cosas bonitas, sobre todo le halagaban sus ojos.
Y a Hoseok le alegraba escuchar hablar así a su chico, tan entusiasmado, tan feliz, podría pasar horas escucharlo hablar sin parar y no aburrirse. Aún sentía esas punzadas en su sien gracias al dolor de cabeza y también se sentía un poco acalorado, pero escuchar a su omega y percibir su aroma, le tranquilizaba.
Frenó en un semáforo en rojo donde aprovechó para tomar la mano de su chico y dejar un besito en el dorso. Taehyung sonrió con sus mofletes ruborizandose dulcemente, para después acercarse a su alfa y atrapar esos bonitos labios en forma de corazón entre los suyos.
Como siempre, a Hoseok le tomaba desprevenido pero no sé quejaba, claro que respondió al beso. Pero se había dado cuenta que durante ese día, desde la mañana, Taehyung había estado más cariñoso de lo usual, o sea, Tae siempre ha sido cariñoso, pero este día ha tenido una especial necesidad de robarle besos y mantenerse en contacto, ya sea sujetándose de su brazo o mano.
El alfa cortó el beso dejando una caricia en el cuello ajeno provocando un lindo escalofrío. —¿Mi cachorrito quiere muchos besitos?
Asintió sintiendo su piel erizarse después de la caricia. —Muchos, muchos, muuuuuchos.
Jung soltó una risita, dispuesto a volver a besar a su omega, de no ser porque el claxon del auto de atrás les avisó que el semáforo había cambiado a verde. Así que no tuvo de otra más que apresurarse a regresar sus manos al volante y poner su auto en marcha.
—Cachorro, me acabo de dar cuenta que salí tan rápido de la oficina que olvidé la carpeta con tus documentos en mi escritorio.
Iban rumbo a la universidad a dar un vistazo, pero era necesario llevar algunos papeles con los datos de Taehyung tal como las calificaciones de sus clases privadas.
Tuvo que desviarse del camino para regresar a la empresa e ir por lo que olvidó. En ese momento solo tenía en mente ir con su omega, abrazarlo y sentir su aroma, que su cerebro olvidó por completo que tenía que llevarse consigo esos documentos.
Se estacionó justo frente al edificio de Hope Enterprises donde antes de bajar del auto, notó a su chico serio, acomodando las ventanillas donde salía el aire acondicionado para que le diera directo.
Después de subir hasta el último piso donde se hallaba su oficina y tomar aquella carpeta, tomó el elevador, donde volvió a aflojar su corbata y se quitó el saco. Pasó su antebrazo por su frente al sentir que comenzaba a sudar y también comenzaba a desesperarse al darse cuenta que el elevador no avanzaba más rápido.
Golpeaba su pie contra el suelo esperando llegar a la planta baja, sin embargo, el elevador se detuvo y abrió sus puertas dejando entrar a un alfa quien lo miró con sorpresa.
—Hey, creí que ya te habías ido. —habló colocándose a lado del alfa viendo como las puertas se cerraban y el elevador comenzaba a bajar.
—Sí, pero olvidé algo en mi oficina. —movió la carpeta en su mano. Relamió sus labios pasando nuevamente su antebrazo por su frente. —¿Cómo está Jin?
Lo miró unos segundos antes de responder. —Va mejorando poco a poco, dice que ya quiere regresar a trabajar.
—A Jin le encanta trabajar —se rió bajito, sintiendo su respiración más pesada. —, pero es más importante que se recupere primero… Jungkook está con él y con el cachorro, ¿verdad?
Namjoon asintió dándole otra mirada al alfa. Arrugó su nariz. —Sí, Jungkook está con ellos, esta semana me tocó venir a trabajar a mi. —esta vez, miró correctamente a su jefe notando como este estaba transpirando y su pecho subía y bajaba con algo de pesadez. —Hyung, ¿Estás bien?
—¿Eh? —agitó su mano restándole importancia. —Sí, no te preocupes, solo tengo demasiado calor, ¿tú no?
Negó. —El aire acondicionado está bastante frío… —volvió a arrugar su nariz. —Jung, estás soltando feromonas.
—¿Feromonas?
Asintió cubriendo un poco su nariz. —Estás entrando en celo, ¿no te habías dado cuenta?
—¿Celo? mierda…
En cuanto las puertas del elevador se abrieron, salió como rayo sin siquiera despedirse de su amigo. Luego salió de la empresa, sintiéndose muy preocupado mientras más se acercaba al auto dónde estaba su omega.
—Mierda, Taehyung… —murmuró para sí mismo. —¿Cómo es que no me di cuenta que mi celo era hoy? Siempre estás con la cabeza en las nubes, Jung. —iba regañándose a sí mismo en voz baja. —Ahora entiendo mis dolores de cabeza y porqué sentía la necesidad de estar con mi cachorro todo el tiempo… —cayó en cuenta. —, por eso él ha estado actuando así… mis feromonas lo atraen.
Se detuvo unos segundos antes de abrir la puerta del auto, tenía miedo de perder la cabeza en cuanto se encontrara con su omega. Después de todo, ahora su alfa estaba más hambriento ya que ya habían iniciado su vida sexual… tenía miedo de no poder controlarse esta vez.
Pero cuando al fin se animó a abrir, no se esperaba en lo absoluto encontrar a su chico sudando por montones, despidiendo feromonas violentamente.
Efectivamente, el celo de Hoseok provocó que el de Taehyung se adelantara.
—Hoseok… —lo miró con sus ojitos brillantes y dilatados. —, t-tengo calor, alfa…
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¡Hola mis preciosos girasoles! ¿Cómo han estado? Omg me acabo de dar cuenta que la última actualización fue hace más de un mes aaAAaaAa. Bueno, no sé si muchos se habrán dado cuenta, pero el mes pasado me contagié de covid, afortunadamente no fue grave, me dio leve, pero aún así no sentía mi mente muy clara como para poder escribir </3 ¡Pero ya me encuentro mejor! el virus está fuera de mi sistema y, ¡Estoy de vuelta!~
Volviendo al capítulo que por cierto contiene 10mil palabras~ (diosmio me amo estoy tan orgullosa de mi)💜💜💜💜 ¡¿QUÉ LES PARECIÓ?! ¿no se les hizo aburrido? aaAAaaAa ¿Que piensan de MinHo y su relación con nuestro TaeHyung? sE VIENE EL CELO DE HOSEOK JUNTO CON EL DE TAE AAAAAAA -nervios- ¿Alguien quiere cooperar para la silla de ruedas de Tae? Sgdjakjf ¡Díganme qué les pareció! Amo leerlos~ uwu
Nuevamente los invitó a seguirme en instagram~~~ @/soo.nyah interactúo más por allá:")
Sin más, me despido esperoquenosemeolvidenada JAJAJ aaAAaaAa ¡Mis preciosos girasoles! ¡Cuídense muchísimo! Sony los ama mucho mucho muchooOooOo, les envío muchos besitos, abrazos y gatitos, ¡Nos leemos en el próximo capítulo! 💕✨🌻💕💜💖🌻✨💕💜💖🌻✨💕💜🌻💖💜💕🌻💕
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