🌻•Capítulo 54

《🌻》

El sol estaba en su punto más alto y un lindo omega, se encontraba en medio de su campo de girasoles, arrancando con sus propias manos —sin guantes— los helechos que se hallaban entre las bellas flores amarillas.

Pasó su antebrazo por su frente al sentir el sudor caer en ella, moviendo en el proceso su adorable sombrerito de paja. Soltó un bajito suspiro cansado para entonces continuar con su trabajo. Taehyung no se daba cuenta, pero cada vez que algo le agobiaba, le gustaba ponerse a trabajar más de lo necesario en su granjita, sin importarle cómo está el clima. Trabajar le ayudaba a distraerse.

Es que hace solo unas horas, se quedaron mudos apenas vieron el resultado positivo de aquella segunda prueba de embarazo, pero no pudieron decir palabra alguna porque el llamado de Hoseok desde afuera los hizo asustarse y ponerse alertas.

Todavía no le digas nada a Hoseok. —Jimin había susurrado asustado viendo por la ventana como su hermano se acercaba a la casa. —, más tarde hablaremos tú y yo, ¿sí? yo guardaré las pruebas, tranquilo.

Tae asentía sintiendo sus manos temblar, y sus piernas trastabillar cuando el alfa entró a la casa muy sonriente jugando con la manita de SeokGi. ¿Estás bien? Hoseok le había preguntado, al notarlo y sentirlo nervioso. Taehyung no supo qué responder, pero Jimin se metió diciéndole que estaban hablando sobre "cosas de omegas" y eso fue suficiente para que Hoseok decidiera no preguntar más.

Jung solamente entró para decirle a su omega, que el señor Choi tenía muchas ganas de verlo y que estaría esperando su visita en su granja. Taehyung asintió tímido, para después prácticamente huir a su habitación en el piso de arriba. Hoseok enarcó una ceja para después darle una mirada a su hermanito.

¿Qué le dijiste? —había preguntado. —, Taehyung se encontraba muy nervioso… ¿y preocupado?

Cosas de omegas, ya te dije. —se dio media vuelta disimulando sus nervios, yendo a tomar la bandeja con limonada y bocadillos. —Anda, vamos afuera, SeokGi tiene que comer.

Y así fue, Hoseok intentó ir con su omega a la habitación, pero Jimin se lo impidió llevándolo con él al arroyo. Mientras tanto, Taehyung se hallaba quitándose la ropa húmeda, para colocarse uno de sus lindos overoles, para después bajar y sin decirle a nadie, se fue al campo de girasoles a trabajar.

Tenía mucho calor, y no era para menos, el sol estaba muy fuerte. Se quitó su sombrerito para ventilarse con él, sintiendo como el sudor resbalaba por su cuello. No quería pensar en el tema, porque estaba seguro que le soltaría todo a Hoseok, pero Jimin le dijo que no lo hiciera. Un puchero apareció en sus labios al mismo tiempo en el que dejaba caer sus rodillas en la tierra y se ventilaba con más intensidad.

Una de sus manos libres viajó a su abdomen y suspiró tratando de mantener la calma. ¿Podría estar esperando un cachorrito? Se preguntaba mentalmente. La situación en la que de repente se hallaba envuelto… de cierta manera le emocionaba, porque realmente deseaba un cachorrito, pero entonces recordaba la charla con Hoseok…

Negó poniéndose de pie. No debería pensar en eso, no, no antes de hablar con Jiminnie, después de todo, él sabe más, quizás era un error, ¿verdad?

Sin más, se colocó su sombrerito y continuó con su trabajo, concentrándose en arrancar cada helecho alrededor de los girasoles. Tenía que tener la granja bonita y su cabeza ocupada.

Por otra parte, Hoseok no veía a su omega por ningún lado. Hasta que Jimin le dijo que lo vio irse en dirección al campo de girasoles. Le parecía extraño que Tae se hubiera ido para allá cuando la estaban pasando realmente bien en el arroyo. Pero decidió dejarlo tranquilo, pues recordó que el lindo ojiazul quería venir a la granja y trabajar en ella.

Las horas pasaron, la puesta de sol estaba apareciendo, todos se metieron a la casa a excepción de Taehyung. Así que después de darse una ducha y vestirse con ropa cómoda, Jung salió en busca de su omega. El sembradío de girasoles era realmente enorme, así que no tenía ni idea de por dónde empezar a buscar, sin embargo, se le evitó esa tarea cuando vio salir a un cansado jovencito con sus cabellos desordenados y con tierra por todos lados.

Al parecer, Taehyung no se había dado cuenta de la presencia de su alfa, se sentía muy cansado y tenía su mente y sentidos en otra parte. Avanzaba despacio con la mirada al suelo, sobando su panza al sentir un tenue dolor sin importancia. Tan distraído iba que en solo un instante, terminó chocando con un conocido pecho.

Los ojitos azules alzaron su mirada, para encontrarse con aquellos color miel. —Hoseok…

—¿Qué piensas? —preguntó suave, llevando una mano a la sonrosada mejilla. Con su pulgar intentó limpiar un poco la mancha de tierra en ella. —, venías muy distraído, ¿todo bien?

—U-uh… yo… —no le digas a Hoseok… —, solo… solo estoy muy cansado… —bajó la mirada a sus manos, observando lo sucias que estaban.

El alfa tomó las manos de su omega entre las suyas. Sonrió. —Has trabajado muy duro, vamos adentro para que te des una refrescante ducha y te pongas ropa limpia. —se colocó a su lado, rodeando los hombros con su brazo. —YoonGi está preparando la cena.

Tae asintió comenzando a avanzar junto con su alfa, volviendo a sobar su panza en círculos, cosa que no pasó desapercibida por el mayor.

—¿Te duele el estómago?

Asintió despacio. —Un poquito… —decía sin dejar de tocar la parte baja de su abdomen con una pequeña mueca. —, creo que es porque me agaché mucho cuando arrancaba los helechos…

—Sabía que era mucho trabajo para ti solo… —suspiró. —, mañana te ayudaré en todo lo que tengas que hacer, ¿sí? sé que no te gusta recibir ayuda en esto, pero trabajaremos juntos, ¿de acuerdo?

Volvió a asentir. —De acuerdo.

Entraron a la casa, encontrándose a Jimin sentado en el sofá, con su bebito sentado en su regazo, mordisqueando su donita de agua. Yeontan y Holly estaban bajo la mesita de centro de la pequeña sala y YoonGi se hallaba en la cocina. Taehyung subió a darse una ducha después de saludarlos.

Pero el tiempo pasó, y Taehyung no volvió a bajar.

Eso por supuesto que preocupó a los demás ahí, especialmente a Jimin, pero Hoseok le ganó en subir. Para sorpresa del alfa, al entrar a la habitación se encontró con su omega ya bañado, vestido con su pijama y profundamente dormido sobre la nueva cama. Jung respiró aliviado, acercándose para dejar un besito en la mejilla, donde decidió dejarlo dormir, pues sabía que su amado novio había terminado muy cansado.

Se sentó en la orilla de la cama, sin dejar de acariciar los húmedos cabellos. Respiró profundamente, percibiendo el aroma a flores vainilla y chocolate, más intenso de lo usual. Extrañamente, hace rato el aroma apenas lo percibía y ahora lo sentía más fuerte. Y no, ese no podía ser el celo, aún faltaban un par de semanas, así que no entendía porque el aroma de Tae estaba tan voluble.

¡Tata! —exclamó el pequeño cuando vio a su tío Hobie llegar a la sala.

Hoseok rió. —Tata se quedó dormido después de ducharse. —informó tomando al bebito en brazos.

—Con razón no bajaba… —YoonGi bostezó. —, debió sentirse muy cansado, y no es para menos, trabaja muy duro.

—Sí… trabaja muy duro… —la voz de Jimin había salido bajita.

Horas más tarde, Hoseok se fue a la habitación con su omega, mientras que el matrimonio Min se fue a la habitación contigua, donde se hallaban muy tranquilos sobre la cama regalándose besitos con su hijito en medio de ellos profundamente dormido. Después de cortar el beso con un bajito chasquido, YoonGi acarició la mejilla de su omega mirando sus preciosos ojos miel.

—Te he sentido algo intranquilo desde hace unas horas… ¿sucede algo? —YoonGi le preguntó a su omega quien desvió la mirada.

—Todo… todo está bien, solo necesito aclarar unas cosas… —suspiró. —, por favor no te preocupes, prometo que te contaré después, ¿sí?

—Bueno… —aceptó. Siempre confiaba en su omega y sabía muy bien cuando debía insistirle para que le dijera algo y cuando no. —, pero sea lo que sea, sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad?

—Lo sé… —unió sus labios en un corto besito. —y si te hace sentir más tranquilo, no es nada malo.

—Te creo… —otro beso. —, siempre…

Jiminnie sonrió sintiéndose sonrojar. Se sentía mal por no poder contarle a su alfa, pero prefería que la situación solo quedara entre omegas, al menos hasta que se aclararan las cosas.

El alfa se puso de pie y Jimin observó a su hijito dormir, pero sonrió más al mirar el gran parecido con su esposo, eran como dos gotas de agua.

Jiminnie… —la temblorosa voz del pálido llamó la atención del omega, quien se paralizó en su lugar cuando lo vio frente a la pañalera sosteniendo entre sus manos una de las pruebas de embarazo. —¿t-tendremos otro cachorrito?

El pobre solo estaba buscando el ungüento para las encías de su hijo y terminó encontrándose con aquella conocida varita blanca con un resultado positivo.

—YoonGi… —se puso de pie. —e-eso no es-

—Por eso estabas intranquilo, ¿verdad? —rápidamente se acercó a él, envolviendolo en sus brazos. —, todavía no querías decirme que estabas esperando un cachorrito hasta asegurarte.

—Pero YoonGi yo-

Fue interrumpido cuando el alfa se separó un poco y tomó las mejillas de su omega para mirarlo con una enorme sonrisa en sus labios. Jimin se sintió mal al sentir la gran corriente de felicidad en el lazo y sobre todo cuando se encontró con los oscuros ojos de su alfa cubiertos de lágrimas.

—Seremos papás de nuevo... —expresó con alegría, plantando múltiples besitos en los labios de su omega, mirándolo con ilusión.

El rubio no podía evitar sentirse sumamente mal, ahora su alfa se hallaba bastante ilusionado y tenía que romper esa ilusión. Sabía que YoonGi quería tener una familia grande… pero por ahora solo tendrían a SeokGi. Así que con todo el dolor del mundo, tomó una de las manos de su alfa y lo miró con tristeza. —No estoy embarazado, Yoonie…

—¿Eh? —la sonrisa en su rostro despareció, abriendo paso a una expresión confundida. —¿n-no? pero la prueba… la prueba marca positivo…

—Lo sé… —susurró limpiando con su pulgar las lágrimas bajo los ojos de su alfa. —, la prueba no es mía, gatito…

—Pero… —la desilusión apareció al igual que un prominente puchero. —oh entonces… si no es tuya, ¿de quién es?

Relamió sus labios observando los ojitos tristes de su alfa. —Es de… es de Taehyung.

El pálido alfa se quedó mudo por unos segundos con los ojos bien abiertos. —¡¿Qué?! —exclamó con más sorpresa de la esperada. —¡¿Taehyung está emba-?!

Jimin cubrió rápido la boca de su alfa no dejándolo terminar. —¡Shh! ¡no grites! —susurró con fuerza. —¡te pueden escuchar!

YoonGi estaba que no se la creía, ¿en serio Hoseok había sido tan descuidado? ¡Taehyung era muy joven!

—¿Es en serio? —habló cinco minutos después ya sentado en la cama con más calma. Jimin asintió. —Por la luna, Taehyung tiene apenas diecinueve años.

—Ay YoonGi, yo tenía veinte cuando estaba esperando a SeokGi.

—Sí, y sé que querías mucho un bebé, admito que me preocupaba, porque eras muy joven, más bien eres muy joven. —tomó la pequeña mano de su esposo. —, pero yo jamás he podido darte un no, así que terminamos concibiendo a SeokGi en uno de mis celos…

—Logré mi cometido~ —dijo juguetón, sacándole una risita a su alfa. Jimin había aprovechado el celo de su alfa para tener a su bebito. —Pero yo sabía más sobre el tema y estaba preparado… Taehyung además de ser joven de edad, también lo es mentalmente… es muy listo y sabe lo que quiere, pero aún necesita madurar más.

—¿Tu? ¿Hablando de madurez? —molestó. Jimin se sonrojó soltando una baja risa para después darle un golpecito en el hombro a su alfa.

—Yaaaa~ sabes a lo que me refiero. —se puso de pie, ahora él buscando en la pañalera.

—Si te soy sincero, Taehyung me preocupa… —suspiró. Realmente lo quería como si fuera su hermano menor. —, pero él ha demostrado ser alguien muy responsable, ha cuidado muy bien de nuestro hijo y también lo que hizo ayer por él fue increíble, Tae será un buen padre…

—Yo sé que sí… —volvió a sentarse a su lado, entregándole la otra prueba. —, pero aún no es seguro, mira eso.

—¿Otra prueba? —asintió. —¿Negativo?

Volvió a asentir. —Taehyung se hizo dos al mismo tiempo, cada una salió con diferente resultado, así que hay un cincuenta por ciento de probabilidad de que esté o no esté en cinta.

—Qué extraño… —murmuró observando ambas pruebas. —, Hoseok aún no lo sabe, ¿verdad?

Negó. —Yo… pienso llevar a Taehyung a hacerle unos estudios de sangre cuando Hobie esté en el trabajo.

—Cuenta conmigo, yo los llevaré. —dejó un corto besito en los gruesos labios. —No le diré nada Hoseok.

Jimin sonrió, amaba mucho a su alfa. Así que minutos más tarde, con la luna en su punto más alto, el dulce matrimonio se hallaba con las luces apagadas y sus brazos y piernas enredadas, regalándose besitos y caricias para conciliar el sueño. La mano de YoonGi se deslizó hasta el abdomen de su omega, erizandole la piel.

—Creí que tendríamos otro cachorrito… —murmuró dejando una caricia, tal como cuando SeokGi estaba ahí dentro.

—Me dolió romperte la ilusión, te habías puesto tan feliz…

—Me ilusioné yo solo, porque no dejé que me explicaras. —suspiró ocultando su rostro en el cuello de su omega.

—No es tu culpa, gatito… —recargó su mentón en los oscuros cabellos, dejando suaves caricias en la nuca de su mayor. —, es normal que pensaras que la prueba era mía, lo inesperado fue saber que es de Taehyung…

—Sigo sin creérmelo… —respiró profundamente el dulce aroma a duraznos y canela de su esposito. —Minnie, discúlpame...

—¿Uh? —se confundió. —¿por qué te disculpas?

—Yo… me ilusioné mucho con la idea de un nuevo bebé, que por ese momento olvidé que tú me habías dicho que querías esperar un tiempo para tener otro, lo siento, será cuando tú decidas, ¿sí?

Jimin río bajito sintiéndose sonrojar. Abrazó más fuerte a su alfa sintiendo mariposas en su barriga. —Yoonie, no tienes porqué disculparte por eso, fue la emoción del momento al ver la prueba… sé lo mucho que deseas que tengamos otro hijo… —besó sus cabellos. —, aún así, sé perfectamente que no me presionarás y que me esperarás el tiempo que sea necesario... ah YoonGi~ cada día me enamoro más y más de ti~

—Te amo mucho, mejillitas… —dijo separándose un poco para verse cara a cara y finalmente unir sus labios.

Se besaron lentamente, tal como les gustaba, sin prisa alguna, acompañado de sutiles caricias, arrullándose con palabras dulces, hasta que poco a poco el sueño los consumió…

🌻

El canto de los grillos y las cigarras predominaban en la oscura noche. A pesar de eso, se podía percibir la calma y cierto silencio. Un bajito suspiro se hizo presente de parte de la única persona que se hallaba despierta en esa casa. Miraba hacia la ventana que tenía a su lado, observando como la blanca cortina se mecía con parsimonia por el sutil viento que entraba, tal como la bella luz plata de la luna. 

Volteó a su lado encontrándose a su alfa plácidamente dormido, sin saber todo lo que el omega estaba pensando. Relamió sus labios, y deslizó sus manos hasta su abdomen. Otro suspiro acompañado de un bajito siseo. Cuando tocaba ahí, le dolía, no mucho, pero le dolía.

Soltó un suspiro más, decidiendose por no tomarle importancia. No sabía qué hora era, estaba muy oscuro como para ver el reloj analógico en la pared, y no tenía su celular… porque estaba roto. Una vez más miró a su alfa dormir tan tranquilo, para después bajarse de la cama con mucha precaución, cuidando de no despertarlo.

Se puso sus sandalias y salió de la manera más silenciosa que pudo. Se asomó a la habitación de al lado, solo para asegurarse que todos dormían, para después bajar las escaleras, encender una de las lámparas en la sala y finalmente salir de la casa. Se abrazó a sí mismo al sentir lo fresco que estaba ahí afuera. A pesar de que en el día hacía calor, la noche se refrescaba, sobre todo la sentía porque estaba utilizando unos simples shorts deportivos de Hoseok y una amplia camisa.

La luna brillaba en su punto más alto, otorgándole la suficiente luz para avanzar por todo el lugar, sobre todo caminó con calma por el pequeño caminito, respirando con profundidad el aire fresco, escuchando los grillos, cigarras y una que otra rana croar por ahí. Subió por su tan entrañable colina, hasta sentarse y recargar su espalda en su lindo árbol de manzanas.

Miró a su alrededor, miró la luna sobre el campo de girasoles dormidos y una pequeña sonrisa apareció en sus labios. —Hola abuelita…

Se quedó en silencio unos momentos, observando la luna, pensando bien qué decir.

—Hoseok me dijo que podía hablar contigo cuando quisiera y que siempre estarás ahí para escucharme… —jugó con sus manos y relamió sus labios. —, yo… te extraño mucho… extraño mucho abrazarte, extraño mucho hablar contigo… —suspiró sintiendo como un nudo aparecía en su garganta. —, p-por eso vine aquí, no sé qué hora es, pero hay tanto que quiero contarte…

Talló sus ojitos al sentir cómo las lágrimas comenzaban a brotar. Se mantuvo en silencio por unos segundos, esperando a que ese nudo en la garganta le dejara hablar.

—Uhh… n-no tienes que estar preocupada por mi, Hoseok me ama mucho y sé que no me haría daño de ninguna manera… —suspiró. —, Hoseok es muy bueno conmigo y… y sé que su amor es verdadero porque nos enlazamos, abuelita… —tocó su marca con su mano. Soltó una baja risita acompañada de un sonrojo. —, uh yo ya entendí qué es lo que no querías que él hiciera conmigo cuando nos quedábamos solos en mi habitación… —se sonrojó más. —, abuelita, por favor no te enojes con Hoseok, yo… yo también quería hacerlo y Hoseok me cuidó mucho…

Le avergonzaba contarle eso, pero sentía que era necesario porque sabía que a su abuelita le preocupaba que Hoseok lo lastimara.

—E-en nuestro viaje, Hoseok y yo… hi-hicimos el amor por primera vez y… él me mordió acá… —acarició su cuello. —, ¡y yo sentí todo aquí, abuelita! —llevó ambas manos a su pecho. —¡pesaba muuucho! ¡porque Hoseok me ama mucho!

De verdad esperaba que su abuelita ya no se preocupara más por eso. El amor que ellos se tenían era más que sincero y verdadero, y sobre todo mutuo.

—Y puedes estar tranquila, porque Hoseok no me hará lo mismo que… mi p-papá le hizo a mi… a mi mamá… —su tono de voz fue bajando gradualmente. —, ahora entiendo porqué me cuidabas tanto, tenías miedo de que algún alfa me hiciera algo así de… así de malo…

Respiró. Sí, Taehyung lo sabía, su papá había hecho algo malo… así que le quedó claro que su papá era malo, muy malo.

—Toda mi vida me dijiste que los alfas eran malos y que me cuidara de ellos porque me podrían hacer daño, pero… —una adorable sonrisita apareció en sus labios. —¡pero no todos son malos, abuelita! YoonGi hyung es muy bueno y me cuida mucho, Jungkook hyung y Namjoon hyung también son muy buenos conmigo… —se quedó pensando. —¡Oh! Bogum hyung, el papá de mi amiga Dahyun también es muy amable, ¡ayer me salvó a mi y a SeokGi! —en serio estaba tan agradecido con aquél alfa. —, además el señor Choi y MinHo hyung también son alfas y me han cuidado desde siempre. —de repente los extrañó mucho, pronto iría a visitarlos. —Ningún alfa me ha hecho daño abuelita, puedes estar tranquila y sé que si alguno intenta hacerme algo malo o decirme algo feo, Hoseok me defendería.

Sonrió, de verdad tenía a personas maravillosas a su lado. No obstante, su expresión cambió a una seria…

—Abuelita… sé que él es malo pero… ¿está mal que quiera ir a ver a mi papá?

Se quedó en silencio, esperando una respuesta que jamás iba a llegar.  Pero tenía esa enorme duda…

—Solo… solo quiero conocerlo y… —sus ojitos se llenaron de lágrimas. —, quiero preguntarle, ¿p-por qué le hizo eso a mi mamá? ¿ya no la quería? —sollozó. —¿por qué le hizo algo tan horrible? ¿por qué m-me la quitó? ¿p-por qué… por qué la m-mató?

Todo eso se preguntaba, con las lágrimas cayendo por sus mejillas, sin dejar de mirar suplicante a la luna. Necesitaba respuestas, aunque le doliera saber la verdad, merecía respuestas.

—Yo… e-encontré en tu habitación fotos de mi mamá y… —sollozó restregando sus ojitos. —, ella era muy bonita, abuelita… m-me parezco mucho a ella y m-mira… —metió la mano al cuello de su playera y sacó aquella linda cadena de oro con un dije de girasol. —encontré su collar, sé que es de ella porque lo tenía puesto en sus fotos… si lo uso, la siento conmigo… no estás molesta porque tomé el collar de mi mamá, ¿verdad? —más lágrimas bajaron. —me hace feliz tener algo de ella conmigo, pero… —el llanto le evitó continuar.

Con una mano cubrió su rostro y con la otra empuñó el dije de girasol. Las lágrimas salían sin parar, pero aún así trataba de llorar lo más silencioso posible. Le dolía mucho su corazoncito al pensar en su abuelita, y sobre todo al pensar en la manera en la que perdió a su mamá. A veces simplemente deseaba no haberse enterado de lo que le pasó a su madre… estaba mejor sin saber la verdad.

Ahora mismo deseaba que su abuelita lo envolviera en uno de sus cálidos abrazos y acariciara su cabeza hasta dormir.

—P-pero… —continuó. —, después de encontrar el collar, encontré una hoja que decía prisión y… ahí decía lo que mi papá le hizo a mi m-mamá… —sollozó con más fuerza ahora descubriendo sus ojitos. —, yo no sabía lo que significaba esa palabra, le tuve que preguntar a Hoseok… y no me gustó para nada lo que me dijo, abuelita, no me gustó…

Negó encogiendo sus piernas, ocultando su rostro en ellas, sin dejar de sollozar. No supo cuánto tiempo se mantuvo así, pero sus lágrimas y sollozos se fueron deteniendo poco a poco. Restregó sus ojitos una vez sacó su rostro de su escondite, ya los sentía hinchados e irritados.

—¿Sabes, abuelita? —volvió a hablar, llevando su mirada a la luna. —Hoseok me dijo que las parejas están juntas para amarse, apoyarse… y estar juntos en los momentos difíciles y tristes… y para cuidarse… a mi, Hoseok me ama mucho, me cuida, me apoya en todo y siempre está conmigo cuando estoy triste… m-mi papá, ¿no hizo eso con mi mamá? entonces él no la amaba abuelita… —dijo con seguridad para después sollozar sintiendo como las lágrimas volvían a caer. —, p-porque si amas a alguien, jamás la lastimarías, siempre estarías con esa persona cuidándola de todo lo malo… no te convertirías en alguien malo para dañarla, porque ¿Quién lastimaría a alguien que te ama y a quien dices amar? n-no lo entiendo…

Ahora soltaba lágrimas de enojo. Estaba enojado con su padre, muchísimo. Porque a pesar de no haber conocido a su mamá, Taehyung sabía que ella era buena, como su abuelita y su abuelito.

—M-me dejó sin mi mamá… —llevó sus manos a su abdomen. —, nadie debería de quitarle su mamá a nadie… —relamió sus labios, mientras las lágrimas seguían cayendo. —, Ji-Jiminnie cree que puede haber un bebé aquí… y yo uhh, s-si si hay uno, ¿crees que puedo ser un buen papá, abuelita? —se tomó unos segundos para respirar profundamente. Continuó. —, yo no quiero ser como mi papá…  yo sé que, Hoseok y yo seríamos unos papás muy buenos porque vamos a querer mucho a nuestro bebito, pero…

Las inseguridades aparecieron en su cabecita respecto a su paternidad. Le emocionaba mucho la idea de tener un hijo con Hoseok, de tener un pequeñito fruto de su amor… pero ahora que lo pensaba bien, sobre todo después de la charla que tuvo con su alfa… eran muchas cosas a tomar en cuenta y tenía miedo de no hacerlas bien.

—No sé cuál es el resultado verdadero, abuelita… —mordió su labio. —, salieron dos diferentes, uno dice que si voy a tener un bebito y otro que no y no puedo preguntarle a mi lobo porque se encuentra nervioso y asustado, igual que yo.

El lobito en el pecho de Taehyung se hallaba inquieto y nervioso, no entendía lo que estaba pasando. Así que por consecuencia, Taehyung terminaba sintiéndose así también.

—Como quisiera que estuvieras aquí conmigo, abuelita… —soltó un suspiro tembloroso. —, tú eras muy intu- uh… —se detuvo al no poder decir correctamente la palabra. —, intu… in-tui-ti-va, sí eso… tú te habrías dado cuenta si un cachorrito está creciendo aquí… pero si no lo hay, no importa, Hoseok me prometió que en unos años tendríamos uno y yo confío en él… pero si lo hay, te prometo que seré el mejor papá del mundo.

Sin más, Taehyung continuó contándole a su abuelita muchas cosas más, tenía tanto que sacar, tanto que contarle. Se brincaba de un tema a otro, pero no se quedaba sin decirlo. Esta vez hablaba ya con más calma, y una que otra vez las lágrimas volvieron a ganarle. A pesar de no haber recibido ninguna respuesta se sentía bien, pues tenía fe en que su abuelita lo escuchaba, tal como Hoseok le dijo.

—Entonces… le diré a Hoseok que me lleve a ver a mi papá. —estiró sus piernas recargando mejor su espalda en el fuerte tronco. Bostezó. —, él… él dijo que iba a estar a mi lado todo el tiempo y me iba a cuidar, así que no tienes porqué preocuparte, abuelita, Hoseok no permitirá que mi papá me haga algo… —soltó otro bostezo. —Hoseok es un alfa maravilloso…

La luna ya no se hallaba en su punto más alto, ya había bajado y el lindo omega ya tenía sueño después de desahogarse tanto. Era momento de regresar a la cama.

—Deseame suerte, abuelita… —suspiró mirando la preciosa y brillante bola plateada en el cielo. —, te prometo que tendré cuidado y después vendré aquí a contarte todo para que estés más tranquila, ¿si?

De repente una suave corriente de aire apareció, que sacudió delicadamente aquellos cabellos platinados. Taehyung sonrió al sentirlo como una caricia, pero no dijo nada. Para él, esa había sido su abuelita confirmándole que había escuchado todo lo que le dijo. Una agradable calidez se albergó en su pechito… una calidez que le brindó mucha paz, y que alejó todos sus nervios en un santiamén.

—Te amo mucho, abuelita… —susurró.

¿Taehyung?

El omega abrió sus ojitos ante el inesperado llamado. Volteó a todos lados en medio de la oscuridad a la que su vista ya se había acostumbrado. Y se sorprendió al ver a alguien subir la colina con una frazada sobre los hombros. Tae entrecerró sus ojos para finalmente identificar quien era.

—¿Jiminnie? —lo siguió con la mirada hasta que terminó de pie frente a él.

—¿Qué haces aquí tan tarde? —frunció el ceño confundido. —¿O sería temprano? —sacudió su cabeza. —ah, eso no importa, son las cuatro de la mañana, me levanté para ir al baño apenas porque pues, a las tres es la hora del diablo y me da miedo… —se rió bajito. —, ya que salí me asomé a la ventana y te juro que me asusté al ver a alguien aquí. —se sentó al lado del más joven. —ah… me asomé a tu habitación y cuando noté que no estabas, supe que eras tú… —respiró. Había hablado muy rápido. —, ¿no puedes dormir?

—No podía, pero ya tengo sueño. —rió bajito, dándole otra mirada a la bella luna.

—Supongo que parte de tu insomnio se debe a aquella prueba positiva… —acomodó la frazada amarilla sobre los hombros de Tae, así ambos compartirían un poquito de calor.

El omega más joven asintió, recargando su cabeza en el hombro ajeno para después soltar un largo bostezo.

—Tranquilo, YoonGi y yo te llevaremos a hacerte unos estudios el lunes… o sea mañana porque ya es domingo. —sonrió llevando una mano a la nuca de Tae dejando pequeñas caricias. —Ya que salgan los resultados, le diremos a Hobie.

Taehyung asintió bostezando de nuevo, alcanzando la mano de Jiminnie, jugando tímidamente con sus dedos.

—Vine aquí a hablar con mi abuelita… —Jimin ladeó la cabeza confundido. —, Hoseok me dijo que podría hablar con ella cuando quisiera…

—Oh… —sonrió entrelazando ambas manos. —, mi hermano tiene razón, ella siempre te escuchará cuando quieras hablar.

Tae asintió frunciendo su ceño en una expresión triste. Presionó sus propios labios, pero no pudo contenerse, pensar en su abuela siempre le hará derramar lágrimas. Sujetó la mano de Jimin con más fuerza, para después hundir su rostro en el pecho ajeno comenzando a sollozar nuevamente. Minnie lo rodeó con sus brazos sintiéndolo temblar.

—L-la extraño mucho, Jiminnie…

—Lo sé, lo sé… —frotó la vibrante espalda. —, vamos, sácalo…

—M-mi abuelita…

No podían culparlo, su abuelita fue todo para él. Su abuelito también, pero él había fallecido cuando Tae tenía apenas unos escasos cinco años, así que quien lo crió fue su abuelita y le enseñó todo lo que sabía. Fue su madre y su abuela al mismo tiempo, siempre protegiéndolo de toda la maldad del mundo, amándolo con todo su corazón. Lo crió para convertirlo en un jovencito noble y dulce.

Será difícil que el recuerdo de Kim YoungMi, no cause más tristeza en Taehyung. Su muerte aún estaba reciente y era la segunda vez, desde aquel fatídico día, que Taehyung le lloraba a su abuelita de esta manera… tan triste, tan doloroso. Realmente necesitaba sacarlo, lo necesitaba más que nunca para finalmente poder sacar ese pesar.

Jimin lo entendía mejor que nadie… veía a Taehyung y se veía a sí mismo llorando en los brazos de su hermano mayor por la pérdida de sus padres. Cada noche despertaba llorando pidiendo por su madre y por su padre, pero Hoseok siempre estaba ahí consolándolo y abrazándolo sin importar la hora, hasta que ambos terminaban dormidos.

La pérdida de alguien importante en tu vida, te dolerá toda la vida… pero solo tú sabrás cómo tomar ese dolor, si lo tomarás para hundirte o para fortalecerte.

Y Taehyung ya lo había decidido, el recuerdo de su abuelita es algo que le brindará fuerzas para seguir adelante, para hacer las cosas que le gustan. Porque ahora solo pensará en lo orgullosa que ella estará de él cada vez que logre algo.

🌻

Hey, despierta.

Se removió cuando una mano sacudió su hombro, sin embargo solo soltó un gruñido y volvió a abrazar la almohada entre sus brazos. Un bufido se escuchó.

Que despiertes, te digo… —una patada en el trasero y eso fue suficiente para que Hoseok abriera sus ojos con el ceño fruncido. 

—¿YoonGi? ¿Qué quieres? —gruñó dándole una mirada molesta. —, vas a despertar a Taehyung.

El pálido alfa rió. —Al parecer no te has dado cuenta que Taehyung no está contigo.

—¿Eh? —volteó a su lado encontrándose sin la compañía de su omega. —¿Qué hora es?

—Las seis de la mañana. —respondió alargando un bostezo y estirando sus brazos. — tienes que ver algo, ven conmigo. —Se dio media vuelta caminando de regreso a la puerta. Se detuvo para darle otra mirada al otro alfa quien aún lucía medio dormido. —¿Te vas a levantar o no? Sígueme antes de que SeokGi despierte, Jimin tampoco está.

YoonGi salió de la habitación y Hoseok le siguió confundido entre tropezones mientras se colocaba sus sandalias.

—Tal vez Jimin está ayudando a Taehyung en la granja… —dijo Hoseok caminando tras el alfa mayor. —, Taehyung se levantaba a las cinco de la mañana todos los días.

—Si te creo que Taehyung despierte a esa hora, pero Jimin… —se rió bajando las escaleras. —, sin alarma es imposible que Jimin se levante a las cinco de la mañana.

—Bueno… en eso tienes razón. —se encogió de hombros dándole la razón a su cuñado. Su hermanito era muy dormilón.

Cuando salieron de la casa, los rayos de sol apenas eran suaves. Hoseok restregó sus ojos una vez más, no comprendiendo a donde lo llevaban. Caminaba con algo de torpeza, sin dejar de bostezar, estirar sus brazos y pasar sus manos por su rostro. Tan distraído iba que terminó estrellándose con la espalda de Min al no darse cuenta que se había detenido.

—Vamos, Hoseok… —rodó los ojos al verlo sobarse la nariz. —, necesitas estar despierto para ver esto.

—Créeme que con esto ya estoy muy despierto. —murmuró con una mano en su nariz.

—Ay no seas exagerado. —bufó para después señalar con su mentón hacía enfrente. —, mira allá.

—¿Qué es-? oh… —sin darse cuenta ya iba subiendo la colina. —¿durmieron aquí?

YoonGi asintió acercándose también. —Al parecer sí…

Un par de preciosos omegas yacían cómodamente dormidos en aquella colina, cada uno recargado con el otro, cubiertos con una suave frazada amarilla. Después de su pequeña charla y de haber llorado en la madrugada, se quedaron dormidos muy juntitos.

—Minnie… —llamó varias veces, pero fue en vano, el omega tenía el sueño muy pesado. —, con razón es tan difícil despertar a SeokGi, es igual de dormilón que nosotros.

Hoseok rió bajito inclinándose frente a su adorable novio. Acarició su mejilla al notarlo tan cómodamente dormido, así que en lugar de despertarlo, decidió alzarlo en sus brazos. Taehyung se removió solo un poquito pero no despertó, solo inconscientemente escondió su rostro en el cuello de su alfa. YoonGi optó por hacer lo mismo, envolvió a su omega en la frazada y lo tomó entre sus brazos, pero a diferencia de Taehyung, Jimin se despertó un poquito.

—¿YoonGi? —entreabrió aquellos ojitos miel.

—Tranquilo, sigue durmiendo. —Jimin asintió inhalando el aroma de su alfa para volver a dejarse llevar por el mundo de los sueños.

El par de alfas llevaban a sus omegas con calma hasta la casa, aunque uno de ellos más confundido que el otro.

—¿Cómo llegaron aquí? —preguntó Hoseok.

—Me imagino que caminando. —respondió con obviedad encogiendo sus hombros. Hoseok rodó los ojos.

—Me refiero a que… ¿qué hacen aquí? parece que algo les pasa, desde ayer los noto raros a ambos, ¿no te han dicho nada?

Bostezó haciéndose el desentendido. —En lo absoluto.

Jung hizo una mueca sin dejar de caminar. —Es que… he sentido a Taehyung muy nervioso… —le dio una mirada a su lindo omega durmiente. —, Jimin me había dicho que hablaban sobre cosas de omegas…

—Ahí lo tienes, tú mismo lo has dicho, "cosas de omegas" —repitió adelantándose para entrar primero a la casa, Hoseok lo siguió detrás. —, o sea que son cosas que solo hablan entre ellos, y cuando se sientan listos te lo contarán… o quizás no, quién sabe.

—Supongo que tienes razón… —murmuró subiendo las escaleras después de YoonGi.

—No necesariamente tienes que saber exactamente sobre qué hablan tu omega y tu hermano, Hoseok… —se detuvo frente a la puerta de la habitación. Lo miró. —, ellos también necesitan privacidad y hablan de cosas que quizás les da pena hablar con alguien más. Hasta yo sé cuándo insistir y cuándo no para que Jimin me diga algo, y si quiere, él me lo contará en algún momento.

Hoseok entendió lo que su mejor amigo y cuñado le acababa de decir, así que solo atinó a dar un asentimiento antes de verlo entrar a la habitación contigua. Jung hizo lo mismo, entró a la habitación de Taehyung y lo recostó en la cama, escuchándolo suspirar y encogerse en su lugar abrazándose a sí mismo. No tuvo otra opción más que recostarse al lado de su chico, cara a cara.

Peinó un par de mechones hacia atrás, para así liberar un poquito aquel bello rostro.  Sabía que YoonGi tenía razón en darle privacidad a Jimin y Taehyung… pero había algo que le decía que tenía que enterarse de lo que preocupaba a su chico. Sobre todo cuando cuando notó un rastro de lágrimas secas en esa preciosa carita.

—¿Qué te está agobiando, cachorrito? —susurró acariciando delicadamente el rostro frente a él.

Y como si lo hubiera llamado, el omega se removió un poquito, para luego abrir poco a poco sus ojos y mostrar aquel par de preciosos zafiros brillantes.

—¿Hoseok? —su voz había salido bajita con cierto tono áspero debido a la somnolencia. Se sorprendió al ver el rostro de su alfa tan cerca del suyo.

—Buenos días, amor mío… —sonrió despejando la frente ajena.

El dulce omega se quedó en silencio observando los ojos miel de su alfa, para después caer en cuenta en dónde se encontraba. Frunció el ceño en confusión al notar que se encontraba en su habitación, ¿acaso Jiminnie lo trajo?

—Te acabo de traer aquí… —dijo como si le hubiera leído la mente. —YoonGi los encontró dormidos en la colina.

—Oh…

Pasó el pulgar bajo los ojos de su omega en un vago intento de limpiar aquel seco rastro de lágrimas. —¿Todo está bien? Siento en mi pecho que algo te preocupa.

Tae abrió su boca para después cerrarla. Negó.

No le digas a Hobie… —No, uh… —desvió la mirada. —, no pasa nada…

Hasta yo sé cuándo debo insistir y cuándo no… —¿Seguro?

El pobre omega mordió su labio inferior, para después ocultarse en el pecho de su alfa. —Es que no puedo decirte, Hoseok… —dijo con voz amortiguada. —, todavía no, lo siento…

—Ay cachorrito, me preocupas… —acarició la delgada espalda con calma. —, pero… esperaré para cuándo me lo quieras decir, tranquilo.

—¿De verdad? —salió de su escondite para poder mirar a su alfa a los ojos. Hoseok asintió dándole un tierno pellizco a una de las mejillas. —, y-yo… mañana después de los estudios te lo diré, ¿sí?

—De acuerdo… —plantó un amoroso beso en la frente de su chico.  —, tómate el tiempo que necesites, cachorrito. —ahora dejo un besito en los suaves labios. —Yo te esperaré toda la vida de ser necesario.

El precioso omega sonrió lanzándose a los brazos de su alfa, besándole múltiples veces la boca. Hoseok rió por el entusiasmo de su cachorrito, capturando sus labios en un profundo y lento beso. Taehyung suspiró por la manera tan dulce en la que su alfa le besaba y rodeaba su cintura con amor.

Amaba la manera en la que su alfa lo besaba, siempre lo hacía con delicadeza, a veces más intenso pero sin llegar a ser brusco. Sentía su cuerpo vibrar y derretirse cuando aquellas gentiles manos acariciaban su cuerpo al mismo tiempo en la que saboreaba sus labios. Hoseok lo hacía sentir en las nubes.

—Espera… —el alfa cortó el beso, para mirar a su omega a los ojos. —¿dijiste estudios? ¿qué estudios?

Aquellos ojitos azules se abrieron en grande al darse cuenta de lo que había dicho. Se alejó un poco de su novio, sintiendo los nervios resurgir.

—Y-yo… uh… 

—¿Te vas a hacer unos estudios? —lo miró con repentina preocupación. —¿Qué sucede? ¿Te sientes mal? ¿Estás enfermo?

—N-no, bueno sí, pero… —se calló al percatarse de que no decía nada coherente.

—Santo cielo, dime qué tienes cachorrito. —sujetó una de sus manos y sentándose en la cama. —, se lo contaste a Jimin, ¿verdad? por eso los dos lucían nerviosos.

—Es que… —su cabeza no formulaba ninguna excusa, los nervios le estaban ganando.

—Mi amor, sabes que puedes confiar en mí, yo haré todo por ti y no te juzgaré. —dejó un beso en el dorso para mirar a su omega con angustia. —, pero, ahora mismo me encuentro muy preocupado, ¿por qué te llevaría Jimin a hacerte unos estudios? ¿tan mal te encuentras? ¿qué tienes? ¿qué sien-?...

Todo el cuestionamiento se detuvo cuando su mirada viajó hacia abajo, observando como su omega se cubría el abdomen con su mano libre.

—Santos cielos… —susurró. —, tú… ¿e-estás…?

—N-no sé… —balbuceó. —, Jiminnie a-ayer me dió dos pruebas y las hice y yo uh…

—Entonces por eso estaban tan nerviosos ayer que los encontré… —comprendió, entrelazando las manos con su omega con más fuerza. —, ¿c-cuál fue el resultado?

—Uhm… positivo… —Hoseok sintió su corazón detenerse. —, y negativo…

—¿Qué? —dejó salir el aire contenido. —¿Cada prueba salió con resultado distinto? —Tae asintió. —, oh… ahora entiendo el porqué de los estudios.

El omega relamió sus labios, bajando la mirada a su regazo,  jugando tímidamente con sus dedos.

—Okay. —suspiró ahora tomando ambas manos de su chico. —Comprendo si estás preocupado, o nervioso, o si estás asustado, yo… —no pudo evitar que una risita nerviosa saliera de sus labios. —, voy a estar a tu lado, ¿sí? no te dejaré solo, yo te acompañaré a hacerte esos estudios.

Aquellos ojitos azules miraron a su alfa con sorpresa. —¿N-no estás… molesto?

—¿Qué? ¿Cómo podría estar molesto? —lo atrajo a su pecho en un cálido abrazo. —, pero cachorrito, jamás podría molestarme contigo y tampoco por algo así, yo… mucho menos cuando yo soy el responsable de esto.

—Pero… —se separó un poco para mirar a su alfa a los ojos. —, lo que me dijiste… lo que hablamos…

—Sé lo que dije, pero trata de no angustiarte tanto, amor… —le dió un besito y acarició su cabello. —, aún no sabemos cuál es el resultado real, así que no hay que sacar conclusiones apresuradas.

Taehyung asintió, sintiendo como los nervios se comenzaban a desvanecer. Sorprendentemente se sentía mejor y más tranquilo, ahora que lo hablaba con su alfa.

—Cuando tengamos los resultados, hablaremos, ¿sí? —el omega volvió a asentir. —, pero necesito que te quede claro algo… —acunó las mejillas de su chico con ternura, depositando un dulce beso los gruesos belfos. —, sea el resultado que sea, no me molestaré, yo estaré a tu lado y te apoyaré.

—Porque eso… hacen las parejas… —susurró sintiendo sus ojitos cristalizarse.

—Exactamente, cachorrito mío… —beso. —, eso jamás lo dudes, yo siempre te apoyaré… —otro beso. —, te protegeré y amaré con mi vida, porque eres mi todo, te amo muchísimo.

Otra vez, esa reconfortante y agradable calidez en el lazo que los unía. El amor entre ambos desbordaba de lo puro, intenso y real que era. Taehyung sonrió al mismo tiempo en el que un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas, sintiendo ese bonito cosquilleo en su pechito, ese que solo Hoseok provocaba.

—Dios… tu abuelita debe de estar muy molesta conmigo… —pasó sus pulgares por las mejillas en un vago intento de secar aquellas lágrimas. —, desde ayer no dejas de llorar por mi culpa…

Negó. —Anoche le pedí que no se enojara contigo… —esbozó aquella encantadora sonrisa cuadrada, que hizo que el alfa también sonriera.

—¿Hablaste con ella? ¿Por eso amaneciste en la colina?

Asintió recargando su cuerpo en el pecho de su alfa, provocando que este cayera sobre el colchón. Tae inhaló profundo su aroma favorito, al mismo tiempo en el que Hobie lo estrechaba entre sus brazos, plantando un lindo besito en su cabeza. —Le conté muchas cosas, le conté que nos enlazamos… —las lindas mejillas con tenues pecas se ruborizaron. —, y le pedí que no se enojara contigo porque… porque hicimos el amor.

—Mi cachorrito… —sonrió con diversión. —, quizás me amenazaría con su escopeta. —Tae rió acomodando bien todo su cuerpo sobre el de su alfa. —, me alegra que hablaras con ella…

Bostezó. —Me… me sentí mejor después de contarle muchas cosas.

—Eso me alivia mucho, amor… —besó nuevamente la cabeza de su chico, frotando arriba y abajo la espalda, arrullándole. —, ten por seguro que ella te escuchó.

—Lo sé…

Sin más, ambos cerraron sus ojos dónde sin darse cuenta se hundieron en un profundo sueño, después de todo, aún era temprano. Y como tal, lo mejor es tomarse las situaciones con calma, y vaya que eso necesitaba Taehyung, porque nada más le contó a su alfa lo que estaba pasando, todos los nervios y pesar en su pecho, se fueron. Porque a pesar de que Jimin solamente le decía que no le dijera a Hobie para no preocuparlo, para la parejita era mejor estar comunicada, ahora entendieron que guardarse secretos así, solo provocaría más malestares en sus sistemas, hasta que no lo hablaran. Porque no hay nada mejor que una pareja con comunicación…

🌻

—¡Mira, Hoseok! —el lindo omega le mostraba a su alfa un lindo corderito entre sus brazos.

—¡Oh! ¡Déjame tomarte una foto!

Ya había perdido la cuenta de cuántas fotos le había tomado a su novio desde que llegaron a la granja del señor Choi. Pero eso no importaba, lo importante era que Tae lucía una preciosa sonrisa en cada una de ellas.

El omega corría de aquí para allá, saludando a cada uno de los animalitos en el lugar. Sobre todo saludando con muchísimo entusiasmo a los suyos. El señor Choi los recibió con los brazos abiertos, dándoles un agradable abrazo a ambos en cuanto los vio llegar. Pero Taehyung no dudó ni un solo segundo en ofrecerle su ayuda al viejo alfa, así que la parejita terminó alimentando a casi todos los animales.

Tae bajó al corderito al suelo, acariciando su esponjoso y blanco pelaje. Se inclinó frente a él cuando vio al señor Choi acercarse con un biberón, el omega chilló entusiasmado cuando se le fue entregado, así que inmediatamente acercó a la boca del animalito aquél objeto lleno de leche. Las encantadoras risas de Taehyung endulzaron los oídos del par de alfa.

Después de eso, el señor Choi los invitó a pasar a beber limonada, mientras Tae le contaba todo lo que vio allá en Hawaii. El viejo alfa miraba al omega con ternura, sobre todo se sentía feliz de verlo feliz. Una hora más tarde, se despidieron con otro cálido abrazo. Choi había sentido el aroma de Hoseok más impregnado en el lindo omega, pero al momento de abrazarlo, entendió por qué, cuando notó la mordida en el cuello, sin embargo no hizo ningún comentario al respecto.

—¡Cuando vuelvan a venir las cosechas estarán listas! —exclamó desde su puerta. —¡Les regalaré algunos vegetales!

Taehyung en serio quería al señor Choi como si fuera su abuelito.

Minutos más tarde, iban entrando a su propia granja, encontrándose a los tres Min, bañándose en el arroyo. Jimin y YoonGi jugaban con su bebito quien soltaba unas preciosas carcajadas. A Taehyung eso le pareció tan divertido que corrió a su casita a cambiarse de ropa para meterse y jugar con ellos. Hoseok se sentó mientras tanto en la manta de la orilla, mandándole besitos a su sobrino que chapoteaba en el agua.

—¿Qué pasa? —pregunta Jimin al percatarse de que su hermano no dejaba de mirarlo.

—Mmm… ¿No hay algo que me quieras decir… respecto a Taehyung?

El rubio omega abrió sus ojos en sorpresa, para después entrecerrarlos. —Ya lo sabes, ¿verdad?

Asintió. —Él mismo me lo dijo sin querer… —resopló algo ansioso. —, también me dijo que se hizo dos pruebas.

Min detuvo su juego con su hijo para darle una mirada al par de hermanos. —¡Ja! Te dije que Taehyung se lo diría.

—YoonGi… —el omega puchereó. —, pero sí, se hizo dos y cada una salió con un resultado diferente, no sabemos cuál puede ser la real… aunque para que salga una positivo, tiene que haber algo, ¿no?

El otro alfa asintió de acuerdo. —¿En serio no pudiste tener más cuidado? ¿Con qué cara nos diste una presentación sobre prevención de enfermedades sexuales y anticonceptivos cuando Jimin y yo comenzamos a salir?

Jung se avergonzó. —Lo sé, no tengo excusa… —suspiró dando una mirada hacia atrás para verificar que su chico aún no viniera. —, pero yo no tenía ni la menor idea de que nuestra vida sexual empezaría allá, no iba preparado en lo absoluto, obviamente no se me ocurrió agregar condones a mi equipaje.

—Okay, si creo te creo que te tomara por sorpresa la primera vez. — resaltó las últimas tres palabras. —, ¿pero las demás veces? Porque estoy más que seguro que ustedes no lo hicieron una vez.

Las mejillas de Hoseok se ruborizaron. —Solo fueron dos veces… —YoonGi entrecerró los ojos. —… dos veces en las que no me protegí.

Min rodó los ojos, iba a decir algo probablemente imprudente o quizás lo iba a regañar, pero Jimin alcanzó a cubrirle la boca. —Pero Hobie, a la segunda ya debiste haber tenido oportunidad de ir a comprar algún preservativo. Yo le regalé supresores a Taehyung para que él se previniera la primera vez…

—¿Le regalaste supresores? —preguntó YoonGi mirando a su omega con sorpresa. —, o sea que, ¿tú fuiste el que le dio la idea a Taehyung?

¡Tata! —alzó la voz el lindo cachorrito estrellando sus manitas en el agua. YoonGi besó la cabecita de su hijo.

—¡No! —se avergonzó. —b-bueno un poquito… pero él fue el que vino a mí para hablar del tema, ¿de acuerdo? ¡Jin y yo solo lo aconsejamos! ¡y le recomendamos que tomara la iniciativa en Hawaii!

—Y lo aconsejaron bien. —habló Hoseok. —, yo no tenía ni la menor idea de que había llevado supresores, y él solo se los tomó sin que yo me diera cuenta… —recordó. —La segunda vez yo ya sabía porque te llamé y me lo contaste. —dijo mirando a Jimin. —El irresponsable aquí fui yo.

—Lo bueno es que lo aceptas, señor irresponsable. —Min encogió sus hombros.

—¡YoonGi! —Jimin le reprendió. Sabía que su hermano se sentía abatido y su esposo hacía esa clase de comentarios para hacerlo sentir más mal.

—¿Qué? Es la verdad. —regresó su mirada al otro alfa. Cerró un ojo cuando SeokGi comenzó a salpicar agua por todos lados. —¿Cómo te atreviste a no utilizar condón la segunda vez? Él es demasiado joven para lidiar con un embarazo, Hoseok, y lo sabes.

Jung bufó, pero sabía que Min tenía razón. —Bueno, ahora sabes cómo me sentía cuando me enteré que embarazaste a mi hermanito.

YoonGi rodó los ojos pasándole su cachorrito a Jiminnie. —La situación es parecida, pero no igual, Jung. —frunció el ceño comenzando a sentirse irritado. —Sí, Jimin también era casi de la misma edad que Taehyung cuando quedó en cinta, ya sé. También Jimin podrá ser muy mimado, muy consentido y berrinchudo… —un "oyeeee" se escuchó. —, pero inmaduro no es, él estaba más que preparado tanto física como mentalmente para lidiar con un embarazo. Pero, ¿y Taehyung? Hoseok, Taehyung me preocupa. —Hoseok frunció el ceño. —, no te niego que es muy listo, pero aún le falta madurar y mucho. Ya sé que estarás a su lado pero, mierda Hoseok, en serio creo que aún no está listo para un hijo. Y perdón que me meta, pero realmente espero que la prueba verdadera sea la negativa, pero a como veo sus síntomas la positiva luce más real.

Un incómodo silencio se instaló entre ellos, solamente se escuchaba el chapoteo de SeokGi con el agua. YoonGi solía ser muy directo para decir lo que pensaba y no le importaba herir en el proceso. Solo Jimin era la excepción, con él era más suave y ahora también con Taehyung, pero nada más con ellos dos.

—Chicos… —la voz de Jimin rompió la tensión del momento dándole una mirada a ambos alfas. —, por favor no comiencen a discutir… —suspiró acomodando a su hijo entre sus brazos. —, entiendo tu preocupación, Yoon, pero hasta que no le hagan unos estudios de sangre a Tae, sabremos la verdad, así que YoonGi, cálmate, por favor. —ahora miró a su hermano. —, tú también, Hoseok.

¡Tata, Tata! —decía el bebito entre balbuceos y adorables patadas contra el agua.

Otra vez la tensión. Solo SeokGi era ajeno a lo que estaba pasando, él simplemente se divertía chapoteando muy feliz, hasta que estiró sus bracitos a su padre alfa, pidiendo ser cargado. YoonGi no se negó y tomó a su hijo entre sus brazos, esbozando una pequeña sonrisa al ver a su bebé tan alegre.

Min abrió su boca dispuesto a decir algo más, pero una figura acercándose a toda prisa se lo evitó. Taehyung llegó mostrando una enorme sonrisa, ya vestido con la ropa que había utilizado el día anterior para jugar en el arroyo. 

—¡Regresé! —anunció con entusiasmo quitándose las sandalias. Pero de inmediato notó que todos estaban muy callados a comparación de cuando se fue a cambiar de ropa. —¿qué pasa?

Miró a cada uno hasta que su mirada se detuvo en su alfa. Tae se inclinó a su lado al mismo tiempo en el que Hobie tomaba su mano. —No pasa nada, tranquilo… —se levantó con un largo suspiro, dejando un besito en la frente de su omega. —, iré adentro, vuelvo en un rato.

—Claro, irá a reflexionar sobre la semilla que plantó… —dijo YoonGi con sarcasmo mojando la cabecita de su hijo.

—¡YoonGi! —Jimin lo regañó, Min solo encogió sus hombros.

Taehyung ladeó la cabeza. —¿Semilla? —miró a su alfa con curiosidad. —¿Plantaste una semilla? ¿en donde? ¿de qué es?

YoonGi se aguantó la risa, mientras que Hoseok le daba una mirada asesina. Los tres ahí, sabían que el omega de ojitos azules no comprendía el doble sentido, por eso al pálido alfa le encantaba hacer ese tipo de comentarios para molestar a Jung.

¡Tata! —y eso fue suficiente para que la atención de Taehyung se fuera directo al bebito que estaba en los brazos de su padre. —¡Tata!

El omega sonrió enormemente, metiéndose al agua junto con los demás y así tomar a SeokGi en sus brazos para abrazarlo y llenarlo de besitos. Hoseok se quedó viendo esa linda escena unos segundos, para después retirarse de ahí, para hacer una llamada a la clínica y así programar los estudios para mañana mismo.

🌻

Una linda parejita de enamorados, se encontraban sentados en aquella linda colina, bajo la sombra de un maravilloso árbol de frutos rojos. Decidieron no tocar el tema del supuesto bebé, hasta no tener los resultados de los estudios entre sus manos.

Simplemente fueron a sentarse ahí, a disfrutar del viento, de la agradable sombra y de la hermosa vista del sembradío de girasoles. Comían manzanas con calma, manteniendo sus manos entrelazadas, mientras Taehyung le contaba a su alfa lindas anécdotas que le pasaron en la granja.

—Amo tanto escucharte hablar… —lo miró a los ojos.

Las orejitas de Tae se pusieron rojitas, reajustando el agarre en sus manos. Desvió la mirada, pero siempre agradecido con que Hoseok siempre lo escuchara.

Aigo~ ¿mi cachorrito se puso tímido? —negó. —, me encanta como te sonrojas ante el más mínimo halago de mi parte.

—Hoseooook… —rió bajito, colocándose sobre sus rodillas y así caminar con ellas hasta quedar frente a su alfa.

—¿Por qué eres tan lindo? —Tae volvió a sonrojarse. —, eres muy, muy, muy lin-

Sus palabras fueron cortadas gracias a los labios de su omega. No pudo evitar reír al mismo tiempo en el que atrapaba la cintura de su chico. Adoraba cuando Taehyung le robaba besos y como había dicho anteriormente, a Hoseok le encantaba ser asaltado de esa manera.

Percibían el sabor de las manzanas dulces en sus bocas, moviendo sus labios con amor, con calma, con dulzura. Hoseok colocó sus manos en las caderas de su chico, disfrutando de cada una de las sensaciones, con su lazo vibrando de amor.

Pasaron un buen rato, tranquilos, entre besitos, risitas y caricias, olvidándose de todo… el omega volteó a ver a su alfa, dándose cuenta de que se quedó dormido. Sonrió dejándole un besito en la mejilla, para después levantarse, colocarse su sombrerito de paja e irse a continuar trabajando entre los girasoles. A él en serio le gustaba trabajar solo.

Todavía le faltaba para terminar, pero si se lo proponía, terminaría antes del atardecer, que sería cuando se marcharían a la ciudad.

—Hola señora abeja~ —amaba ver lo duro que ellas trabajaban en recolectar el polen. Habían bastantes a su alrededor y en el centro de las flores. —, solo voy a arrancar esto, no quiero interrumpirte a ti ni a tus compañeras.

El omega las trataba con cuidado, pues no quería hacerlas enojar. Así que continuó su trabajo con calma, tarareando una que otra canción, animandose mentalmente. Él amaba los girasoles, amaba su lindo sembradío y amaba cuidarlos. Le parecían las flores más bonitas del mundo y también le parecían muy inteligentes por la manera en la que seguían el sol y si no había sol, se brindaban calor entre sí. Los girasoles eran increíbles.

Sonrió al ver uno casi de su misma altura, había de muchos tamaños. Habían pequeñitos y medianos, altos y bajos. Cada uno era distinto, todos eran diferentes, nunca encontró un girasol idéntico a otro, pues cada uno tenía su encanto, cada uno era especial y único, como todas las personas.

Se inclinó para quitar los helechos, pero se quedó inclinado en su lugar cuando un pequeño pero punzante dolor se manifestó en su abdomen bajo. Taehyung soltó un bajito quejido, colocando su mano justo donde sentía el dolor, sin embargo fue una mala idea presionar, porque solo hizo que le doliera más.

Au… —su entrecejo se hallaba fruncido. Abrazaba su abdomen, pensando en qué podría ser. —¿mi celo? —negó. —, aún falta…

Sin más, cerró sus ojitos, abrazando sus abdomen, manteniéndose inclinado y quieto hasta que minutos después, el extraño dolor comenzó a desaparecer gradualmente.

¿Taehyung? —el omega alzó la vista, encontrándose con su alfa frente a él. Este se inclinó también mirándole preocupado. —Hey, ¿Estás bien? ¿Qué pasa?

Asintió. —Estoy bien, ya no me duele.

—¿Que te dolía? —preguntó viéndolo ponerse poco a poco de pie con su ayuda.

—Mi barriga… pero solo un poquito. —sobó. —, creo que es porque me agacho mucho, anoche también me dolió.

Hoseok se quedó en silencio unos segundos observando a su omega. —Aun así es extraño… —extendió su mano para acariciar la mejilla de su chico. Se despertó y se sorprendió de no ver a Tae a su lado, pero algo en su lazo le dijo que su omega se sentía mal, así que se guió con el aroma a flores, vainilla y chocolate para encontrarlo entre el montón de girasoles. —, pero hay que estar tranquilos, ¿sí? ya pedí que programaran tus estudios para mañana en la mañana.

Asintió abrazándose al pecho del alfa. Hoseok acarició la espalda de su chico, sintiéndolo aspirar su aroma con profundidad.

—¿Me puedes dar un besito? —preguntó el omega con ternura, mirando a su alfa con esos preciosos ojitos azules. Hoseok rió.

—Oye… primero me robas besos, y luego me los pides. —Taehyung rió esbozando aquella preciosa sonrisa cuadrada. —, pero sí, te doy todos mis besitos.

El omega se emocionó, solo alzándose un poquito para unir sus labios. El típico suspiro de Taehyung se hizo presente, ahora sintiendo mariposas en su barriga. Amaba los besitos de su alfa, mucho, mucho, mucho.

Los brazos del ojiazul se enredaron en el cuello de su mayor, mientras que Hoseok rodeaba la cintura ajena y unía sus pechos. Era un momento tan íntimo y lindo, solamente ellos dos, rodeados de girasoles, mariposas, abejas y un brillante sol.

—¿Te falta mucho? —preguntó Jung en un susurro, cortando el beso. Pero aún así dejando cortos besitos en los bonitos labios.

—Uhm… —suspiró fascinado con los besos. —, más o menos.

—Entonces déjame ayudarte. —se separó mirando a su alrededor. —¿Por donde empiezo? —Tae miró a su alfa con ojitos grandes y con cierta expresión preocupada que no pasó desapercibida. —¿Qué sucede?

El omega se quitó su sombrerito colocándolo unos momentos en el suelo. Después, se quitó la prenda de manga larga color roja que portaba, quedándose solo con una de manga corta, para a continuación, pasarla por la cabeza de su alfa ayudándole a colocarsela. Hoseok estaba confundido pero aún así pasó los brazos por las largas mangas. Luego, Taehyung recogió su sombrerito y se lo puso a su alfa en la cabeza.

—¿Y esto? —preguntó Jung divertido viéndolo acomodarse correctamente los tirantes de su overol.

—Para protegerte. —sonrió viendo que su prenda le quedaba bien. —Mira, aquí… —se inclinó. —, tienes que arrancar estas… —señaló.

—De acuerdo, Jefe. —Taehyung soltó una carcajada.

Así fue, ambos comenzaron a trabajar en lo suyo, arrancando cada helecho que se les atravesaba. Hoseok hacía comentarios divertidos y sonidos graciosos para hacer reír a su omega. Incluso Jimin fue a buscarlos al no encontrarlos por ningún lado, pero una vez los vio tan alegres, decidió dejarlos solos.

El alfa estaba fascinado con esa tarea porque desde que tenía dieciséis años, no hacía algo así. E incluso se sorprendía de sí mismo al estar arrancando esos helechos sin guantes de protección. Hoseok era muy quisquilloso con la tierra y lodo, no le gustaba ensuciarse en lo absoluto, pero desde que conoció a Taehyung, dejó de lado todo eso, ahora no le importaba ensuciarse. No después de ver lo duro que trabajaba su chico, sin importar qué.

—Hobie, ¿podemos pasar por un helado? —preguntó ilusionado. Tenía mucho calor y un helado era lo que más deseaba comer cuando regresaran a la ciudad. —, quiero uno de moras y- ¿Hoseok?

Volteó a buscar a su alfa, cuando no recibió respuesta pero a cambio sintió el lazo tensarse. Se acercó a él al verlo de pie muy quieto con una mano en el costado derecho de su cuello.

—¿Hoseok? ¿estás bien?

El alfa relamió sus labios, girando su cuerpo para mirar a su omega con una expresión asustada. —A-abeja… m-me picó u-una abeja…

Taehyung sintió su corazón detenerse ante el temblor en la voz de su alfa, sobre todo al recordar la relación de Hoseok con las abejas… era alérgico.

—¡No! —se asustó comenzando a sentirse desesperado. —Ay no, no, no, ¿Q-qué hago?

—Tranquilo… —tragó tratando de mantener la calma antes de que los síntomas comenzarán a aparecer. —, primero, vamos con los demás…

El omega obedeció sin más, sujetando a su alfa del brazo, ayudándolo a caminar. Hoseok estaba haciendo lo posible por mantenerse sereno, porque alterarse no serviría de nada. Sabía perfectamente de la gran cantidad de abejas que había entre los girasoles, pero el amor por su omega, decidió ignorar su miedo para poder ayudarlo a trabajar.

Taehyung también era consciente de la alergia de su alfa con aquel insecto. Era imposible olvidar aquella vez en la que Hoseok le contó lo grave que se podría poner o lo peor, que podría morir si una abeja le llegaba a picar. Por esa razón no le gustaba que Hoseok le ayudara cuando trabajaba en los girasoles. Y también por esa razón, le puso su ropa y su sombrero para protegerlo un poquito al ver que estaba muy decidido a ayudarle.

—¿Chicos? —Jimin los miró entrar a la casa muy sospechosos. Pero de inmediato se preocupó al ver las mejillas de Taehyung cubiertas de lágrimas y a Hoseok pálido sin alejar su mano del cuello. —¿Q-qué les pasa?

—A-abeja…

Y ahí el mundo de Jimin se fue abajo. Empujó a su alfa del sofá para despertarlo de su siesta y corrió donde su hermano para revisar el piquete.

—S-se está hinchando, pero el aguijón no está… —dijo revisando con cuidado el lugar. 

—Ho-Hoseok… —el pobre omega miraba a su alfa muy asustado.

—¿Jimin? ¿Por qué me em-? —se calló al notar la tensión en todos. —¿Qué está pasando?

—¡YoonGi! ¡Rápido! ¡Enciende el auto! —ordenó asustado. —¡A Hoseok le picó una abeja!

—Ay mierda… 

Lo siguiente fue un dilema, donde ni siquiera recogieron sus cosas y se subieron a un solo auto. Incluso dejaron a Yeontan y a Holly dentro de la casa. YoonGi iba conduciendo lo más rápido que la terracería le permitía, Jimin iba de copiloto con su hijo en su pecho dentro de una cangurera y Taehyung iba en los asientos traseros con su alfa cuidándolo en todo momento.

—¡Taehyung! ¡No dejes que Hoseok pierda la conciencia! ¡Mantenlo despierto!

El omega asintió con las lágrimas mojando sus preciosas mejillas. Hoseok aún tenía sus ojos abiertos, pero la respiración se le comenzaba a dificultar, pues sentía que su garganta se estaba hinchando al igual que su lengua. Trataba de tomar respiraciones profundas lo más que podía, al mismo tiempo en el que no dejaba de rascarse todo el cuerpo que se le estaba llenando de ronchas, sobre todo no dejaba de rascarse las palmas de las manos.

Tenía alrededor de siete años que no sufría algo así, y esa fue la ocasión en la que se dio cuenta de su alergia a las abejas. Por eso desde entonces, le había agarrado pánico a esos lindos insectos bicolor. Pero gracias a Taehyung, su terror se le aminoró por alguna razón… el amor.

—Ho-Hoseok, ¡no te duermas! —decía el espantado omega, palmeando las mejillas de su alfa.

Los ojos miel se abrieron despacio. Se sentía mareado, desorientado y muy somnoliento. La cabeza comenzaba a dolerle y también sentía como su cara se iba hinchando poco a poco. Sin embargo, no podía dejar de rascarse el cuerpo, principalmente sus manos. Y tristemente ya no podía articular ni una sola palabra. Taehyung tenía miedo, muchísimo.

—Ya casi llegamos, Hoseok, resiste idiota y no te duermas, eres más fuerte que eso. —YoonGi había sonado brusco, pero realmente se hallaba muy preocupado.

—¡Acelera más, YoonGi! —Jimin sollozaba, muriendo de preocupación por su hermano y no era para menos.

Hoseok miró a su omega alcanzando a estirar su brazo y limpiar la mejilla con su pulgar, para después recargar su cabeza en el frágil hombro intentando inhalar el dulce aroma a flores, vainilla y chocolate, pero era difícil.

—V-vas a estar bien Hobie… —besó su mano para después entrelazadas con la suya. —, vas a estar bien.

Y después de eso, Hoseok se desmayó.

Afortunadamente, en ese momento llegaron a la clínica, donde fue todo un shock para Taehyung al ver cómo muchas personas tomaban a su alfa y lo colocaban en una camilla, hablando muchas cosas que no entendía.

—Paciente de veintiséis años, con piquete abeja, el paciente presenta alergia grave, perdida de conciencia, picor, lengua y garganta inflamadas, esto sin duda es anafilaxia. —decía revisándolo. Checó los ojos con una linterna, se preocupó al ver qué las pupilas no reaccionaban ante la luz. —Entró en shock anafiláctico. —dijo una de las personas de blanco.

—¡Rápido! ¡Traigan adrenalina! —exclamó otro.

Taehyung abrió sus ojos en grande cuando una persona llegó con una jeringa y literalmente la clavó en la pierna de Hoseok con fuerza. El omega cubrió sus ojos, para después ser cubierto por el pecho de YoonGi, así evitando que vea todo.

Empujaron la camilla de Hoseok tras unas puertas que decían "urgencias" pero una enfermera con un traje médico azul les evitó pasar, dejándolos en el pasillo con la incertidumbre a flor de piel.

—¡Tengo mucho miedo! —decía el omega abrazándose Min con fuerza.

—Él va a estar bien, ese idiota no se atrevería a abandonarte así. —acariciaba la temblorosa espalda.

—Hobie… —también Jimin sollozaba, sosteniendo a su bebito sin dificultad gracias a la cangurera.

YoonGi extendió su brazo invitando a su omega al abrazo. Ahora se encontraba abrazando a dos omegas destrozados, temerosos por lo que le pasaría a Hoseok.

Y Taehyung estaba más que asustado porque cuando Hoseok se desvaneció, el lazo que los unía dolió. Y ahora se tensaba horriblemente, y su lobito no dejaba de lloriquear.

Una hora más tarde, uno de los doctores que entró con Hoseok, el que dió todo el diagnóstico para ser específicos, salió secándose el sudor de la frente. Jimin y Taehyung se pusieron de pie en cuanto lo vieron.

—Logramos estabilizarlo. —eso fue todo lo que el par de omegas necesitaron para soltar todo el aire contenido. —, pero…

—Odio cuando hay un pero. —dijo YoonGi acercándose a ellos con su bebito en brazos.

—¿Q-qué pasó? —había preguntado Taehyung.

—Para que esté fuera de peligro necesitamos que despierte. —dijo con voz calmada. —, ahora mismo lo trasladaremos a una habitación donde podrán verlo.

Dicho eso, se retiró dejando a los tres más o menos aliviados. El omega de ojitos azules tocó su cuello, justo donde yacía la marca. Eso por supuesto llamó la atención del matrimonio.

—El lazo… e-está en calma. —murmuró. —, pero al mismo tiempo se siente… se siente vacío, no me gusta.

—Eso es porque Hoseok aún está inconsciente. —le dijo YoonGi colocando una mano en su espalda, intentando reconfortarlo. —, ya verás que cuando despierte, volverás a sentir el lazo como siempre.

Tae asintió cuando Jimin lo abrazó. Ahora se sentían más tranquilos.

Una hora más después, los tres —y SeokGi— iban rumbo a la habitación asignada de Hoseok. Pero Jimin y YoonGi se detuvieron antes de entrar, los ojitos azules los miraron confundidos, pero el joven matrimonio le dijo que él entrara primero, que ellos lo esperarían en los sofá de espera que estaban casi frente a la habitación.

Taehyung relamió sus labios y con todos los nervios del mundo, entró a la habitación. Su corazón se hizo chiquitito cuando cuando vio a Hoseok tan pálido y frágil en aquella camilla. Caminó despacio con el corazón en la mano, hasta quedar a su lado, viendo como tenía una mascarilla de oxígeno en su rostro, con una sonda introducida en cada poro y otra por la boca, para que el oxígeno llegara más fácil a su sistema.

Las lágrimas hicieron acto de aparición, porque le dolía ver a su alfa así. Se sentía culpable por haberle permitido ayudarle, sabiendo que corría peligro por la gran cantidad de abejas que hay entre los girasoles. Incluso se sintió tonto por la manera tan cutre con la que intentó "protegerlo" al ponerle su ropa de manga larga.

—Perdón, Hobie… —sollozó bajito, sujetando la levemente hinchada y rojiza mano de su alfa, que tenía insertada el suero. —, no debí dejar que me ayudaras…

Taehyung volteó hacia atrás en busca de que sentarse,. Por suerte encontró un banquito, lo acercó a la camilla y se sentó en el para volver a sujetar la mano de su alfa con cuidado y mirarlo con tristeza.

Los ojitos también estaban hinchados, gran parte de su rostro de hecho, incluyendo sus labios por lo que alcanzaba a ver tras la mascarilla. Tae no quería ver a Hoseok así, él quería ver a su Hobie alegre, tan sonriente y radiante como el sol. Porque sí, Hobie era su sol, el más brillante sol que podía existir, ese que siempre iluminaba sus días con su preciosa sonrisa.

—Por favor, despierta, Hobie… —musitó. Aún no podía creerlo, porque todo había pasado tan rápido. —, quiero… necesito a mi sol de vuelta…

Entonces, a los recuerdos del omega, llegó aquella canción que tanto le gustaba y que su abuelita le cantaba para dormir.

Tú eres mi sol, mi único sol… —cantó bajito, con dulzura pero con dolor en su corazoncito. —, tú me haces feliz, si el cielo es gris… nunca sabrás, lo mucho que te amo, cariño… —sollozó. —, por favor, no te lleves a mi sol…

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¡He vuelto a romper mi récord! ¡Este capítulo contiene 12mil palabras! Me siento orgullosa de mi TuT

Dato: por si lo notaron, Taehyung al hablar utiliza mucho el "yo" "y" y también se salta de un tema a otro. Sobre todo le pasa cuando tiene mucho que contar, como pudimos verlo al hablar con su abuelita:")

Y bueno... ¡¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?! AAAAAAA AUXILIO HOBI adgdakjdk creo que este cap fue muy sentimental por todos lados ah~ DATO: al escribir sobre Taehyung, me inspiro en mi abuelita preciosa:") sfhdkakfj ¡NECESITO LEER SUS TEORIAS! ¿por qué le duele a Tae la pancita? AMO LEER TODO LO QUE ME DICEN💖

PREGUNTA: ¿Cuál es su personaje favorito de My Sunshine? ¿Y por qué? EL MIO ES YOONGI AAAA amo tanto escribirlo y la personalidad que le di~

Una vez más, los invito a seguirme en mi instagram ---> @/soo.nyah interactúo más por allá y seguido les hago preguntitas o les informo cositas~

Toy feliz porque esta vez no les hice esperar un mes ajhfkajf y TAMBIÉN ESTOY FELIZ POR EL #1 DE BUTTER EN EL HOT100 AAAA ORGULLOSA ESTOY DE MIS NIÑOS💜

Asdhskakf sin más, me despidooo~ espero no se me olvide decirles nada aaAAaaAa ¡No olviden que los amo muchísimo mis preciosos girasoles! Les mando muchos, besitosz abrazos y gatitos~ ¡Nos leemos en el próximo capítulo! 🥺🌻💖✨🌻✨💖✨🌻✨💖✨🌻✨💖✨🌻✨💖✨💖✨🌻✨💖

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