🌻•Capítulo 53
《🌻》
El silencio se instaló entre los dos, mientras sus ojos leían una y otra vez la hoja frente a ellos. Pero por más que leían, el resultado no cambiaba. La respuesta era esa y no podían hacer nada al respecto.
Sus miradas se cruzaron con una mezcla de emociones difíciles de explicar, pero entre ellos se hallaban la tristeza, sorpresa, decepción y alivio…
La omega esbozó una pequeña pero débil sonrisa de ojitos cristalizados. —No eres el padre… —limpió una lágrima que comenzaba a caer por su mejilla. —, esto me hace sentir aliviada…
—Rosé…
No era necesario que la prueba diera un cien por ciento de compatibilidad, con que hubiera arrojado cualquier porcentaje menos el cero por ciento, eso habría dictaminado que el bebé era de Jung. Pero no, arrojó un inminente y claro cero por ciento, eso quería decir que no había rastro alguno de su ADN en esa prueba, ese bebé no era su hijo.
—Creo… creo que Mino se pondrá muy feliz al saber que este niño es su hijo… —dijo con voz rota, logrando que Hoseok se sintiera mal por ella, ya que estaba tratando de ocultar su sentir.
—Rosé… —tomó su mano tratando de llamar su atención. —, no olvides que ahora somos amigos y que si tú y el bebé necesitan algo, lo que sea, no dudes en llamarme, tienes mi apoyo.
Asintió ocultando entre sus manos su rostro cubierto de lágrimas. —G-gracias… —sollozó bajito. —N-no voy a negar que muy en el fondo de-deseaba que tú fueras el padre… porque sé que serías uno magnífico, pero mis deseos de que no lo fueras, eran más grandes, n-no quería quedar en medio de tu relación, así que ahora me siento aliviada…
Hoseok asintió comprendiendo lo que quería decir, sabía que todo esto no era fácil para ella.
—Tranquila, todo está bien… —susurró acariciando la delgada y temblorosa espalda. —, serás una madre maravillosa…
Los sollozos continuaron, la frágil chica ya no podía decir nada, pero agradecía tener todo claro ahora…
Unos minutos más tarde, el llanto se detuvo y Rosé se puso de pie secando torpemente sus lágrimas. —T-tengo que irme…
El alfa se levantó. —Déjame llevarte, yo fui quien te trajo aquí y-
Interrumpió negando. —Estaremos bien… —cubrió su vientre con sus manos. —, no te preocupes, hophop… quiero tomar aire y necesito estar sola un rato, este día ha sido una montaña rusa de emociones…
Hoseok asintió en silencio.
—Y bueno… hasta luego, Hoseok. —se contuvo de darle un abrazo al alfa, así que sin más se dió media vuelta llevándose el sobre con el documento adentro; ya se lo mostraría a Mino más tarde.
Una vez Rosé desapareció por el pasillo, Hoseok se dejó caer al sofá en el cual se hallaban sentados con anterioridad. Dejó salir todo el aire contenido a la vez en la que pasaba sus manos por su rostro, sintiendo como el enorme peso en sus hombros se desvanecía. Toda esta situación lo tenía de nervios y se sentía mal al admitir que no quería ser padre de ese cachorro. El bebé no tenía la culpa de nada, lo sabía, pero si esos resultados hubieran salido positivos, por supuesto que habría amado a ese niño.
Su máxima preocupación era Taehyung, su miedo de lastimarlo. Pues por alguna razón, sentía como si le hubiera sido infiel a su amado Tae, aún cuando todavía no lo conocía la última vez que tuvo relaciones con Rosé… Hoseok jamás se atrevería a mirar a nadie con los mismos ojos, con el mismo amor, con el que miraba a Taehyung. Para él Taehyung era su inicio y su final, la única persona que amará con todo su corazón hasta su último respiro.
La única persona con la cual desea formar una familia, la única persona con la cual desea estar toda su vida. La única, tenía nombre y apellido y ese era: Kim Taehyung.
No se dio cuenta cuando ya iba avanzando por los pasillos. Ni siquiera recuerda haberse puesto de pie, pero ya se hallaba cruzando la puerta, donde tras ella, se encontró a su pequeña pero preciosa familia. Las tres pares de ojos ahí dentro voltearon a verlo con sorpresa por tan repentina aparición.
YoonGi estaba sentado en uno de los pequeños sofás y Jimin se hallaba sentado en su regazo, mientras que Taehyung estaba de pie junto a la camilla alta, cargando a SeokGi contra su pecho. El omega detuvo sus movimientos cuando su alfa se acercó a él, y acarició los cabellos de su sobrinito.
—¿Podemos salir a hablar? —preguntó en voz baja evitando interferir en el sueño del cachorrito.
Taehyung asintió distraído sintiendo como el nerviosismo comenzaba a resurgir. YoonGi se puso de pie ahora él sujetando a su hijito quien se despertó por el movimiento comenzando a soltar bajitos quejidos. Jimin se acercó a ellos, observando a su hermano con una gran interrogante en su mirada, pero Hoseok solo palmeó su cabeza, para después sujetar la mano de su omega y salir juntos de ahí.
Jimin puchereó al verlos irse. —¿Por qué no dijo nada? Yo quería saber los resultados. —cruzó sus brazos. —Hobie venía muy sospechoso… —jadeó. —¿Y si los resultados salieron positivos? —volteó a ver a su esposo. —¡YoonGi! ¿y si-? espera, ¿estás llorando?
Negó, pero su nariz roja lo delató, a la vez en la que se balanceaba a los lados acariciando la espalda de su bebito. —Ya sé que te sientes mal… —murmuró hablándole a su hijo quien lloriqueaba bajito. Aún tenía fiebre. —pronto pasará, te lo prometo…
—Ay YoonGi… —no podía creerlo, su alfa estaba llorando porque su bebito se sentía mal. —Mis chicos… —los abrazó. —, sé que duele ver a nuestro hijito enfermo…
—Esto apesta… —musitó sorbiendo su nariz y dejando un besito en los cabellitos de SeokGi. —Me duele como no tienes idea, ver a mi bebito malito… —el pequeño se removió incómodo soltando bajitos quejidos. —, lo sé, lo sé… ojalá pudiera tener fiebre en tu lugar, hijo…
—Mi alfa… —murmuró enternecido limpiando con un pañuelo los ojos de su esposo. —, tristemente todos los bebés pasan por esto cuando comienzan a echar los dientes…
—Si pudiera le regalo los míos para que no sufra más… —abultó sus labios y Jimin rió.
—Mi alfa tan sensible… —recargó su cabeza en el hombro de su mayor. Sujetó con cuidado la manita cubierta de vendas de su bebito donde tenía insertada la aguja con suero. —, mis dos bebés llorones que tanto amo…
—Oye… esa es mi línea. —arrugó la nariz y Jimin soltó una risita.
Eran una familia de llorones.
Segundos después los tres se acurrucaron en aquel pequeño e incómodo sofá. YoonGi recostó a su bebé en su pecho y Jimin recargó la cabeza en el hombro de su alfa. Ambos arrullando a su bebito esperando pacientes a que le bajara la fiebre.
🌻
Esta vez habían llegado al jardín trasero de la clínica, lugar donde se hallaban algunos pacientes vestidos con sus batas tomando aire fresco. En la parte más retirada se hallaba una banca de madera debajo de un árbol repleto de hojas púrpuras. El lugar tenía una increíble vista del río Han.
Aquellos ojitos azules miraban a su alrededor muy curioso a las personas que se hallaban por el lugar: veía a personas en sillas de ruedas, otras en muletas, algunas acompañadas y también se encontró con un par que tenían unas enormes barrigas de embarazo. Taehyung esbozó una pequeña sonrisa al ver cómo el chico omega acariciaba su pancita con dulzura… pero entonces su mente le hizo recordar a Rosé y la sonrisa abandonó su rostro.
Optó por mejor desviar la mirada y mirar las manos que descansaban en su regazo mientras se acomodaba mejor en la banca. Tae no quería que Hoseok se convirtiera en papá de ese bebé, el solo hecho de imaginarlo, hacía que su pechito doliera y su lobito lloriqueaba. Y por alguna extraña razón, también sentía miedo… a pesar de saber que Hoseok lo amaba mucho, su cabecita le hacía pensar que Rosé querría que se fuera con ella y cuidaran del bebito, tal como YoonGi y Jimin cuidaban de SeokGi.
Ahí estaba de nuevo, ideando escenarios que lo lastimaban. Pensar siempre en Rosé con Hoseok lo ponía triste, mucho. Dejó salir un bajito y tembloroso suspiro, al mismo tiempo en que una mano cubrió la suya. Alzó la mirada encontrándose con aquellos ojos dorados que siempre le han transmitido mucha calma, esos que tanto ama.
—Me duele sentirte tan afligido a través de nuestro lazo… —Jung susurró entrelazando sus manos y dejando un besito en la de su novio.
Taehyung no dijo nada, solo bajó la mirada a sus manos. No obstante, unos dedos se posaron gentilmente en su mentón para alzar su rostro y volver a conectar sus miradas. Hoseok acarició con su pulgar, deslizando su mano desde el mentón hasta la suave mejilla, colocando sus dedos tras la oreja del menor, dejando sutiles caricias ahí mismo, que hicieron que el corazoncito de Tae se acelerara y un pequeño rubor apareciera en sus mofletes.
Una corriente de aire llegó, moviendo sus cabellos con suavidad. El ambiente transmitía tanta calma… tanta paz.
—Mi amor… —llamó en voz baja obteniendo la atención del más joven. —, ya no tienes porqué estar triste… —Taehyung parpadeó un par de veces, no entendiendo. —, salió negativo, no soy el padre de ese bebé, cariño…
Aquellos ojitos azules se abrieron en grande ante la noticia. Hoseok esperaba que su chico se entusiasmara, que sonriera, que se alegrara, pero lo que sucedió fue que el precioso rostro se transformó en una mueca angustiada y esos bellos ojitos se cubrieron de lágrimas. Las lágrimas comenzaron a caer por las sonrosadas mejillas y luego Taehyung simplemente hundió su cara en el pecho de su alfa comenzando a sollozar.
—¿Taehyung? —se alarmó, pero aún así rodeó la delgada espalda sintiendo las ligeras sacudidas en esta. —Mi amor, ¿por qué lloras?
Las lágrimas salían sin control, lágrimas que había contenido, lágrimas de completo alivio. El peso que Taehyung sentía en su pecho se había desvanecido al enterarse de los resultados, al igual que su miedo y preocupación. Se sentía aliviado, muchísimo.
—Mi cachorrito… —acarició la espalda con angustia, no obstante lo dejó llorar. Hoseok lo cubrió con sus brazos, permitiéndole desahogarse.
Solo se mantuvieron así por quién sabe cuánto tiempo. El viento arrullándolos, sintiendo como la tensión en el lazo comenzaba a aminorarse abriendo paso a la calma. Los sollozos terminaron, ahora el omega simplemente mantenía su rostro recostado en el pecho de su mayor sintiendo las caricias en su espalda.
El alfa no había visto a Taehyung llorar tanto en un día, desde la muerte de su abuelita. Toda esta situación con Rosé y el bebé le había afectado demasiado, además, sumando lo de SeokGi… esos preciosos ojitos terminarán hinchados por tantas lágrimas. Se dio cuenta de que su precioso omega se había estado conteniendo mucho.
Tae se removió saliendo de su escondite una vez se sintió calmado. Restregó sus ojos con sus manos vueltas puños haciéndole lucir jodidamente tierno, todo ante la mirada de un enamorado alfa, quien alzó su mano y acomodó un par de mechones rubios. Pero Hoseok no pudo evitar sentirse mal cuando se encontró con aquellos ojitos hinchados.
—Cachorro…
El omega miró a su alfa, tranquilo. Hoseok relamió sus labios, ansioso por saber qué palabras saldrán de su boca. Pero no se sentía preocupado, su conexión le decía que su chico se hallaba en calma, ya no había ningún rastro de tristeza, miedo, mucho menos de enojo.
—Cachorrito, dime algo…
Taehyung soltó un poquito de aire para después arrastrarse en la banca y así sentarse de lado sobre el regazo de su novio quien de inmediato lo rodeó con sus brazos. Recargó su cabeza en el fuerte hombro y tomó la mano de su alfa donde comenzó a jugar tímidamente con los dedos.
—Tenía miedo… —empezó a hablar. —, y también me sentía muy triste…
—Taehyung yo-
—Yo no… —continuó. —, yo no quería que te convirtieras en papá del bebé de ella… —llevó su mano libre a su pecho. —, me dolía aquí y mi lobo lloraba pero también estaba enojado… —meditó unos segundos buscando la palabra adecuada a su sentir. —, creo que… creo que estaba celoso…
Hoseok besó los suaves cabellos y sin despegar sus labios habló: —No tienes por qué estar celoso… yo solo te amo a ti, mi corazón te pertenece.
—L-Lo sé… —balbuceó sintiendo sus mejillas enrojecer. —, lo que decía- a lo que me refie- uh…
No sabía cómo explicarse. Pero un sonoro besito en sus cabellos y una caricia en su cintura lograron calmarlo. Suspiró
—Yo… s-sé que me amas… —relamió sus labios para entonces presionar la mano de su alfa entre las suyas. Aún no se atrevía a mirarlo. —M-mi lobo era quien estaba celoso… y yo también.
—Pero-
—Tenía celos de que… —el nerviosismo haciéndose presente en el lazo. —, tuvieras un cachorrito con ella y no… y n-no conmigo… —susurró lo último, pero no lo suficiente bajo porque Hoseok escuchó perfectamente.
El corazón de Hoseok se aceleró pero a la vez sintió un pinchazo de culpa.
—Mi ángel… —musitó. —la única persona con la que quiero tener un cachorrito… eres tú. —Tae alzó su vista para finalmente conectar sus miradas. Los ojitos azules destellaron al escuchar esas palabras. —Solo deseo que tú me conviertas en padre…
El lobito en el pecho de Taehyung saltó y sacudió su colita muy feliz, compartiendo su felicidad con su parte humana. Le hacía feliz saber que su alfa deseaba eso. Hoseok sonrió al ver los ojitos de su amado, sobre todo se alivió al sentir finalmente una corriente de alegría y emoción.
—¿D-De verdad? —había preguntado en un simple y torpe susurro.
Asintió. No pudo contenerse en depositar un pequeño besito en los gruesos labios. —De verdad, mi amor. —con lentitud rodeó la cintura del omega, deslizándose con calma, hasta colocar su mano en el cálido abdomen bajo, extendiendo toda su palma. La piel de Taehyung se erizó y su lobito ronroneó gustoso. —Solo deseo que algún día, aquí, en tu vientre lleves al fruto de nuestro amor.
El omega boqueó, pero no salió ni una sola palabra, se hallaba enteramente emocionado.
—¿Te imaginas? Tú, con una pancita redonda, gestando a nuestro hijo… —musitó con emoción sin desconectar sus miradas. —, un bebito con tus ojos, con tu sonrisa… moriré de ternura cada vez que lo vea, de eso estoy seguro…
Y por primera vez, a la imaginación de Taehyung llegó una imagen de él con una linda barriga, acariciándola, para luego cambiar a una escena donde él se hallaba sentado en un sofá con un bebito en brazos y Hoseok a su lado. Definitivamente quería eso con su alfa. Quería tener un bebito y cuidarlo tal como lo hacía con SeokGi.
Tae juntó sus manos con las de su alfa, las cuales aún continuaban en su abdomen, para después abrir paso a una preciosa y geométrica sonrisa. Hoseok sonrió también, ambos sintiendo el lazo rebosar de amor y anticipación por el futuro.
Sus labios se unieron en un ansiado y necesitado beso, transmitiendo cuánto se amaban. Sus aromas rodeandolos armónicamente, sus corazones latiendo en sincronía y sus lobos aullando de completa felicidad. Finalmente toda la tensión que había existido durante todo ese día, se había evaporado. Ya no había ningún rastro de preocupación, ni de tristeza, ni de miedo… solo amor y alegría.
—Sí quiero… —murmuró cortando el beso, dedicándole una mirada brillante a su alfa. —, si quiero u-un bebito… tuyo y mío…
Se rió. —Yo también quiero… —continuó dejando cortos besitos en los labios de su chico, logrando sacarle unas encantadoras risitas.
—¿Ahora? —preguntó el omega entre risitas, pero los besitos se detuvieron.
—¿E-eh?
Soltó una risita. —¿Podemos tenerlo ahora?
Hoseok se quedó mudo. Parpadeó un par de veces mirando a su omega entre sorprendido y confundido. ¿Había escuchado bien? —Tú… ¿Quieres que tengamos un bebé… ahora?
Asintió con entusiasmo. Sus ojitos sin dejar de destellar con ilusión y una preciosa sonrisa adornando sus labios. —¡Sí!
—P-pero, amor…
La sonrisa de Tae desapareció, abriendo paso a una expresión confundida. Ladeó su cabeza. —¿Qué... pasa?
—Yo… no creo que sea prudente tener un bebé ahora, cariño… —llevó su mano a la mejilla de su chico, quien lo miró sin entender.
—Pero… pero tú dijiste que querías tener uno y yo también… —Taehyung no entendía, ambos querían, ¿Qué se los impedía?
—Mi amor… —acarició la tersa piel. —, prácticamente eres un cachorrito, ¿cómo podrías tener uno? —el omega abultó sus labio bajando la mirada, pero Hoseok alzó su rostro nuevamente.
—Por favor no me malinterpretes, cariño… —dijo suave mirándolo a los ojos. —, claro que deseo que en un futuro tengamos un bebito tu y yo, nada me haría más feliz. —los ojitos del omega brillaron. —, pero antes de mi y que todo, estás primero tu y tu comodidad…
—¿Mi comodidad?
Asintió. —Aún no te acostumbras al enorme cambio que fue dejar tu granjita para venirte vivir a la ciudad… apenas estás descubriendo el mundo, amor… —dejaba sutiles caricias en los claros cabellos, transmitiéndole calma. —, y antes de tener un bebé, me gustaría que tengas más tiempo para ti… que te desenvolvieras más, tal como lo hiciste hoy, no necesitaste de mi ayuda para traer a SeokGi, fuiste muy valiente para salir tú solo y estoy muy orgulloso de ti.
Las mejillas de Tae se ruborizaron con dulzura.
—Te amo mucho, Taehyung… —besó su frente. —, estamos enlazados, eso significa que estaré a tu lado toda mi vida… pero sé que entenderás que a veces no podré estar contigo por cuestiones de trabajo… —el omega asintió despacio. Lo sabía muy bien. —, por eso me gustaría que te dieras la oportunidad de hacer más amigos; amigos de tu edad, amigos con los que pudieras salir a comer, a divertirte… me haría muy feliz verte tan libre, e independiente.
Un agradable cosquilleo comenzó a aparecer en el pechito del rubio. —Hobie…
—Que estemos enlazados, no quiere decir que te vaya a impedir tener una vida social como cualquier persona de tu edad, pequeño… —Tae sonrió tímidamente. —, además, ¿no me habías comentado que te gustaría ir a la universidad junto con Jimin?
Era cierto, unas semanas atrás Taehyung encontró a Jimin buscando algo en su laptop. El omega mayor le dijo que pensaba retomar sus estudios apenas SeokGi cumpliera un añito. Jimin deseaba estudiar diseño de moda, pues uno de sus sueños era lanzar su propia línea de ropa. A Taehyung le pareció maravilloso todo lo que su cuñado le contó que él también se entusiasmó y le dijo que también quería ir a la universidad. Así que juntos se pusieron a ver carreras referente a los gustos del joven omega; habían tantas que no supo cuál escoger pero aún así esa noche le comentó a su alfa sus deseos de entrar a estudiar.
—Me gustaría verte hacer cosas que te gustan, no es justo que estés en casa, solo y aburrido, simplemente esperando a que yo llegue de trabajar. —por que si, el alfa había comenzado a notar que la chispa de Taehyung iba disminuyendo al pasar tanto tiempo encerrado en lo que era su hogar, sin muchas cosas con que entretenerse.
Quizás sonaba feo, pero Taehyung era como un cachorrito que solo estaba en la espera de su "amo" y eso a pesar de que a Hoseok le daba ternura porque cuando llegaba, Tae lo abrazaba, lo llenaba de besitos y le decía cuánto lo había extrañado. Pero a la vez le parecía triste, quería que Taehyung se atreviera a tomar más libertad, pero para eso, necesitaba conseguir amigos y, ¿qué mejor que hacer amigos en su lugar de estudios?
Hoseok quería impulsar a su novio a hacer cualquier cosa que él quisiera. Si quería estudiar, lo apoyaba, si quería tomar algún curso, lo apoyaba, lo que sea con tal de verlo feliz. Además, se lo había prometido a Youngmi; le prometió que impulsaría a su nieto a hacer más cosas y lo cumplirá.
Ya el alfa se había dado cuenta de que a su lindo ojiazul, además de gustarle las plantas y jardinería, le gustaban los animales, le gustaba la fotografía, le gustaba la lectura, y qué decir de su encanto natural para el modelaje. Taehyung triunfaría en todo lo que quisiera hacer.
—Antes de empezar a formar una familia, quiero verte crecer, amor mío… —susurró sin dejar de acariciar su mejilla. —Un bebito es mucha responsabilidad, es una personita que dependerá de nosotros las veinticuatro horas del día… conlleva mucho esfuerzo criarlo y tú apenas estás madurando a tu propio ritmo, amor, no creo que sea justo apresurarte de esa manera. —el omega parpadeó, escuchando muy atento todo lo que su alfa le decía.
Mientras más lo escuchaba Tae le encontraba sentido a las palabras de su novio.
—Además, un embarazo no es algo sencillo de sobrellevar… —sonrió ladino al recordar ciertas situaciones. —, lo sé porque lo viví con Jimin y joder… me tenía de nervios casi todo el tiempo, y no lo digo por mí… —aclaró rápido con una risita. —, lo digo por él, porque se asustaba ante el más mínimo cambio, o dolor en su cuerpo y es más que comprensible porque era padre primerizo, es normal alertarse por cualquier cosa. —Tae formó una "o" con sus labios. —Y tú, cachorrito mío… no sé pero no quisiera que pasaras por todo eso todavía… —plantó un pequeño besito en la frente. —, pero cuando llegue ese momento, viviré esa etapa contigo al cien por ciento, donde te cuidaré, mimaré y consentiré más que nunca…
El omega sonrió tímidamente, pues su alfa ya hacía todo eso con él, amaba consentirlo todo el tiempo.
—Hobie…
Jung se sonrojó atrayendo más el cuerpo del omega a su pecho. Recargó el mentón en la cabeza de rubios cabellos. —Por ahora... quiero permitirme ser egoísta.
—¿Egoísta? —Tae no entendía, Hobie no estaba siendo egoísta, estaba pensando en su omega, estaba pensando en establecer un mejor futuro para Taehyung y su futura familia.
—Sí… egoísta porque te quiero solo para mí… —murmuró avergonzado porque comenzaban a salir sus instintos posesivos. —, sonaré infantil, pero por ahora no me agrada la idea de compartirte con alguien más. —decía refiriéndose a su futuro hijo. —, me gustaría disfrutar más tiempo de nuestro noviazgo, solos tú y yo.
A Hoseok le avergonzaba admitir que estaba siendo muy posesivo y muy celoso respecto a su omega. Se sentía tonto al admitir que tenía celos de su futuro hijo, de esa personita que obviamente amará con toda su alma. Pero, ¿Era egoísta de su parte desear ser solo ellos dos por un tiempo? Apenas tenían unos meses que habían iniciado su relación y quería disfrutar al máximo su tiempo en pareja. Había tantos lugares a dónde quería llevarlo y tantas cosas que quería hacer con él, simplemente, ellos dos.
Ya después, le darían la bienvenida a su primer hijo, donde Hoseok daría todo de sí para criarlo y amarlo. Y entonces, comenzarían con viajes familiares ellos tres y, ¿por qué no? quizás Jimin, YoonGi y SeokGi se quieran unir. Pero por ahora, Hoseok solo deseaba pasar tiempo solo con su hermoso omega.
Taehyung hundió su nariz en las clavículas de su alfa, inhalando el aroma a roble, canela y manzanas con mucho gusto. Las palabras de Hoseok rondaban por su cabecita, encontrandoles sentido. Sobre todo a eso sobre pasar tiempo a solas ellos dos… a Taehyung le gustaba mucho estar con Hoseok, donde se la pasaban riendo, abrazándose, mimándose, besándose… y ahora haciendo el amor. Al omega le avergonzaba hacer toda esa clase de cosas cuando estaba alguien más con ellos, solo le gustaba hacer todo eso cuando estaban ellos dos solos.
—Te prometo… —la voz de Hoseok lo sacó de sus pensamientos. —, que en un futuro cercano, tu y yo tendremos nuestro propio bebito. —el omega salió de su escondite para así mirar los ojitos color miel de su alfa. —, tú decidirás cuándo será el momento adecuado para concebirlo y sé que cuando eso suceda, ambos estaremos más que listos para criarlo con todo el amor del mundo.
Tenían muchos años juntos por delante no había por qué tener prisa. Era mejor tomar las cosas con calma y avanzar a pasitos de pingüino. Disfrutar de cada etapa de su relación sin apuros, apoyarse mutuamente en proyectos y todo lo que el otro quiera hacer, pero sobre todo, demostrarse sin falta cada día el cuánto se aman.
—¿Qué dices, cachorrito? —acarició la mejilla ajena, colocando un mechón claro tras la oreja. Esperaba no haberlo mareado con tantas cosas que dijo, pero era más que necesario decirlas.
Asintió. —Puedo… puedo esperar para que tengamos un bebito… —sus mejillas se ruborizaron. —Yo también quiero pasar más tiempo solo con Hoseok… y quiero…
Taehyung bajó la mirada a su regazo mientras Hoseok lo escuchaba con muchísima atención.
La emoción surgió en el pechito del omega gracias a lo que imaginó. —Quiero ir a la universidad con Jiminnie, ¿puedo?
—¡Claro que puedes! —lo atrajo a su pecho en un agradable abrazo que hizo reír al más joven. —, tienes todo mi apoyo, amor. —ojitos azules miran los color miel con un alegre brillo. —Siempre buscaré lo que sea mejor para ti, te daré el mundo entero si me lo pides.
Un montón de besitos comenzaron a ser regados en la carita del precioso omega, quien empezaba a soltar encantadoras risitas.
—Un bebé… —los besitos se detuvieron. Hoseok buscó los ojitos de su omega. Taehyung rió al ver la expresión de sorpresa de su novio. —, ¿Después puedo pedir un bebé?
El rostro de Hoseok se relajó. —Mi cachorrito… claro que sí, después. —besó la delicada frente. —Te prometo que en unos años más, después de que logremos nuestros objetivos, después de viajar a los lugares más bonitos tu y yo, entonces te daré un bebé, amor. —ahora besó los bellos labios que se habían estirado en una linda sonrisa. —te daré los bebitos que quieras, ¿cuántos quieres, uh?
Bajas carcajadas soltaba el precioso omega ante los múltiples besitos que su alfa dejaba en sus labios con mucha ternura. —¡Cinco!
—¡¿Cinco?! —definitivamente, Taehyung jamás dejaría de sorprenderle.
Asintió con entusiasmo. —Yo creo que sería muy lindo y divertido.
—¿Seguro? —preguntó con una risita. Su precioso omega al parecer deseaba formar una familia grande.
Agitó nuevamente su cabeza colocando sus manos en su barriga. —¡Yo puedo!
—Sé que podrás, eres muy fuerte. —sonrió con ternura, posando sus manos sobre las de su omega. —Pero primero, empezaremos con uno, ¿sí?
A Hoseok no le desagrada la idea de tener cinco hijos con el amor de su vida. Lo que sí, es que le preocupaba su omega, sabía que un embarazo no era fácil y ahora pasar por cinco era más dificultoso, o al menos eso pensaba; pero si su chico quería tener cinco cachorritos, cinco tendrán, pues él estará ahí para apoyarlo en todo momento, para acompañarlo durante todo el proceso porque un embarazo no es solo de uno, si no de dos.
—¿Y si son gemelos? —preguntó con ilusión. Le gustaba mucho la idea de tener unos pequeñitos completamente idénticos.
El alfa se carcajeó, abrazándolo y besando muchas veces la regordeta mejilla. —Entonces solo nos faltarían tres más.
Ya se habían puesto de pie, e iban en camino a ver cómo seguía SeokGi. Caminaban esta vez tranquilos, tomados de la mano, y hablando con calma, ya no había más tensión, ya todo estaba bien.
—Una vez, YoonGi hyung me dijo que tú eras como una abejita y que querías picarme y polinizar mi flor… —hizo una mueca confundido. Hoseok tosió. —, yo no entendí a qué flor se refería, pero me dijo que así se hacía un bebé.
Min YoonGi… —Ese alfa idiota… ¿Cuándo te dijo eso?
—Uh… ¿en navidad? —rascó su nuca y rió bajito. —, se me había olvidado, pero me acordé porque hablamos de bebés.
Hoseok negó, recordando que esa vez subió al piso de arriba a hablar con su hermanito mientras él se cambiaba del suéter vomitado por su hijo. En ese momento, YoonGi hablaba por teléfono con su madre y Tae se quedó con SeokGi. Sabía que no había sido buena idea dejar a YoonGi con su ingenuo omega.
—Pero YoonGi hyung se equivocó, así no se hacen los bebés. —dijo. Ahora sabía más sobre eso gracias a sus clases… y gracias a Jimin y Jin. —y yo no tengo ninguna flor…
Jung se sonrojó. A pesar de todo, a pesar de haber iniciado una vida sexual, su pequeño seguía siendo inocente e ingenuo. No captaba los chiste y charlas de doble sentido, y lo agradecía, pues eso lo caracterizaba, a él y su ternura.
—YoonGi es un tonto… —soltó su mano y rodeó los pequeños hombros con su brazo sin dejar de caminar. —, a veces dice cosas sin sentido porque se cayó de la cama cuando estaba chiquito, no le hagas mucho caso cuando te diga cosas así.
Taehyung encogió sus hombros y rió, optando por olvidarlo. Ahora él solo quería saber cómo seguía su lindo sobrinito.
—Y dime, cachorrito… ¿que deseas estudiar?
El omega de repente se entusiasmó. —¡Muchas cosas!
Hoseok rió. —Cuéntame todo…
🌻
Los pasos apresurados de un par de alfas resonaban por los pasillos de aquel edificio departamental. Ni siquiera se molestaron en tomar el ascensor para llegar a su piso, solamente subieron las escaleras como alma que les lleva el diablo. Su omega, su omega estaba mal. Su omega y su bebé. El lazo que compartían se los hizo saber de la manera más aterradora, donde sintieron el dolor, miedo y desesperación de su omega.
El par se hallaba bastante lejos del complejo de departamentos. Pues habían ido a alcanzar al hermano del alfa más joven y lo llevaron hasta su viejo depa para que pasara la noche. Apenas iban iniciando la charla, solamente lograron aclarar un poco unas cuantas cosas respecto al tipo de relación que tenían, cuando un ardor les invadió en un pecho y un muy agudo chillido se hizo presente en sus oídos. No había duda alguna, ese era su omega, estaba sufriendo y los estaba llamando con desesperación.
Cuando finalmente llegaron a su hogar, entraron buscando a su omega hasta por debajo de las piedras llamándolo con desesperación. El dolor en el lazo se había desvanecido pero una sensación desagradable seguía instalada en sus pechos… tenían miedo.
No obstante, cuando entraron a la habitación principal, se quedaron congelados ante la inesperada escena frente a sus ojos: SeokJin yacía semi-recostado en el centro de la cama, con una expresión en shock pero imperturbable, parecía una estatua mirando a la nada. Lucía pálido e hido. Bajo él, las sábanas se hallaban húmedas y con varias manchas de sangre, no usaba pantalones. El alfa mayor dio un paso al frente, pero se volvió a detener cuando vio que el bulto de mantas en los brazos de su omega se movió.
Los dos alfas se acercaron completamente anonadados, sobre todo cuando un ligero llanto comenzó a hacerse presente en la habitación.
—Ji-Jinnie… —JK habló primero acercándose a su omega, pero este no respondía. Llevó su vista al bulto en los brazos del mayor, logrando que las lágrimas salieran de sus ojos al verificar que lo que sostenía era un bebé, su bebé, su hijo.
Su hijo había nacido de manera inesperada.
El par de alfas intercambiaron miradas, miradas de completa sorpresa. Jungkook tomó al bebé en sus brazos con toda la delicadeza del mundo, aún así SeokJin no se movió un solo centímetro. Se hallaba en una especie de shock mental.
El bebito en los brazos del joven alfa soltó bajitos quejidos, olvidándose de su llanto al percibir el aroma de uno de sus padres. Un par de lágrimas se deslizaron por las mejillas de Jeon al ver tan de cerquita a su hijo, pero se dio cuenta que este aún tenía el cordón umbilical conectado al omega. Volteó a ver al alfa mayor, quien estaba intentado hacer reaccionar a Jin con mucha preocupación pero este nada más no reaccionaba.
—H-Hyung… —alzó un poco su temblorosa voz. —, necesitamos cortar el cordón primero…
—Jin… —lo movía suavemente por los hombros completamente preocupado. —Jin, mi amor reacciona…
Solo habían salido por aproximadamente una hora, y tardaron en llegar por el jodido tráfico, ¿cómo es que pasó todo esto?
—Tenemos que llevarlo al hospital, Jungkook… —habló Namjoon incorporándose en su lugar, limpiando una lágrima de preocupación, al ver que SeokJin no reaccionaba en lo absoluto.
El joven alfa asintió muy angustiado. El lazo no les transmitía nada, solo había una extraña e incómoda calma. Jin simplemente tenía la mirada perdida, observando algún punto vacío de la habitación y no se movía para nada. Estaba pálido, muchísimo.
No obstante, un ligero movimiento de cabeza de su omega los alertó. SeokJin parpadeó un par de veces al ver a Namjoon, para después cerrar los ojos y desvanecerse en la cama.
Esa noche había sido una de las más agridulces que el par de alfas habían tenido en toda su vida. La mezcla de preocupación por su omega y la alegría por haberse convertido en padres.
A pesar de haber sido un bebé prematuro, este se encontraba en perfectas condiciones y rebosante de salud. Solo tendría que pasar unos días en una incubadora y entonces podría irse a casa. Pero sin Jin quien despertó hasta la mañana siguiente completamente desorientado y asustado.
Los alfas se alegraron al ver a su omega relativamente bien. Lo abrazaron y llenaron de besos. Sin embargo, cuando quisieron mostrarle el bebé, SeokJin se negó, evitando a toda costa verlo, cosa que sorprendió y entristeció a Jeon y Kim. La explicación del médico fue que Jin tuvo un parto demasiado traumático, él solo. Razón por la que le causaba cierto terror ver a su propio hijo, no después de la manera tan dolorosa y aterradora en la que lo trajo al mundo.
Solo necesitaba tiempo para poder recuperarse y volver en sí.
Esa mañana, Jungkook llamó a Jimin para ver si la compañía de un amigo le ayudaba. Y sí, Jimin fue muy preocupado por su amigo, pero SeokJin se negó a verlo también. Aún lucía de cierta manera tenso y asustado. Sus manos temblaban ante el simple recuerdo de cómo nació su hijo. Jin amaba a su hijo y le aliviaba que se encontrará saludable, pero por más que quería verlo, no podía, no lo lograba, el miedo se apoderaba de su sistema cuando se lo acercaban.
—¿Cuál es el bebé? —una voz sobresaltó a Namjoon quien volteó a su lado, encontrándose con Hoseok y Taehyung. Este último mirando con ilusión a todos los bebitos tras el cristal.
—Oh… —señaló. —, el que está de aquel lado, dentro de la incubadora.
Namjoon se había hundido demasiado en sus pensamientos mientras veía de lejos a su hijo, que no esperaba encontrarse a su jefe y amigo ahí mismo. Pero no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa cuando vio como Taehyung se emocionó al ver al pequeño.
Aún recordaba cuando él y Taehyung se conocieron, el pobre omega se hallaba muy confundido porque los encontró a él y a Jin muy acaramelados, comiendo en la cafetería de la empresa entre risitas y besitos. Taehyung se asustó porque pensó que Jin estaba de alguna manera engañando a Jungkook. Pero el de ojitos azules no tenía ni idea de que la relación de ellos era de tres. Tae estuvo confundido por varios días gracias a eso hasta que se lo explicaron bien y por supuesto, Jin le mostró las dos mordidas en su cuello. Desde entonces supo que había más clases de relaciones.
—¿Cómo se encuentra Jin? —preguntó Jung interesado. —Jimin ya me contó lo que sucedió.
Namjoon suspiró. —No muy bien… el parto fue demasiado traumático. —pasó la mano por sus platinados cabellos. Taehyung se acercó al escucharlos hablar. —Ya te imaginarás, lo tuvo él solo, sin nadie ayudándole, sin nadie haciéndole compañía… —se sintió mal. —, nosotros le habíamos prometido que estaríamos a su lado brindándole nuestro apoyo cuando llegara el día…
El alfa menor le explicó a la pareja todo lo que el doctor les había dicho. Hoseok colocó una mano en su hombro, diciéndole que por ahora no se preocuparan por el trabajo. En estos momentos tienen que estar con su omega y su bebé.
—Cualquier cosa que necesiten, lo que sea, me llaman. —pidió Hoseok entrelazando su mano con la de su omega. —No lo duden, yo les brindaré toda mi ayuda. También me mantendré en contacto con ustedes, para cuando Jin pueda recibir visitas.
Namjoon asintió agradeciéndole. No cabe duda que Hoseok era un amigo increíble, siempre apoyando a todo aquel que lo necesite.
Cuando regresó a la habitación de hospital, se dio cuenta de que SeokJin se había dormido. Jungkook estaba arriba de la cama, —quizás por petición de Jin— donde acariciaba la ancha espalda para relajarlo. Nam se acercó por el lado contrario, llamando la atención de Jeon quien quiso levantarse pero Kim lo detuvo, ya que él también se subió con cuidado, cubriendo la espalda de su novio con su pecho. SeokJin se removió un poquito, hundiendo más su nariz en las clavículas de Jungkook.
Tres cuerpos yacían sobre esa incómoda cama de hospital. De alguna manera lograron acomodarse para estar con Jin quien a pesar de estar dormido, lo agradecía, porque el aroma de ambos lo cubrían. Dos pares de manos acariciaban su cuerpo con calma y sin dobles intenciones. Solo eran un par de alfas más que nada preocupados por su omega, quienes se culpaban por dejarlo solo en un momento tan importante, tanto que ahora no querían alejarse un solo centímetro de él.
🌻
El resto del día se había pasado con una increíble lentitud. Hoseok se tuvo que ir a la empresa a arreglar y avisar varias cosas para las licencias de paternidad de Jin, Jungkook y Namjoon. Además era viernes, un día laboral cualquiera, pero ninguno de los "altos mandos" había ido ese día. Jin por obvias razones no fue, Jimin tampoco porque se quedó con Taehyung y luego pasó lo de SeokGi y Hoseok, bueno, se suponía que Hoseok aún seguía de vacaciones y volvería hasta el lunes, pero surgieron esos inconvenientes y tuvo que ir.
Taehyung se quiso quedar en la clínica con el matrimonio Min, pues también quería cuidar de SeokGi, le preocupaba mucho. Afortunadamente la fiebre comenzó a bajar y el diente frontal inferior, comenzó a hacer acto de aparición en las tiernas encías.
A eso de las seis de la tarde, Jimin, YoonGi y SeokGi estaban de vuelta en casa, al igual que Hoseok y Taehyung quienes mejor se fueron a su suite para dejar a los Min descansar. Aún así al llegar, Hoseok tuvo que irse a su despacho a seguir con cierto papeleo, mientras Tae se daba una ducha para prepararse para dormir, pues antes de llegar, habían pasado por un restaurante para cenar.
Un rato más tarde, el alfa se fue a duchar, sintiendo sus músculos relajarse gracias al agua helada. Había sido un día bastante agotador, con diferentes situaciones inesperadas: La demanda a la editorial, Rosé, el bebé, los resultados de los análisis, Taehyung y SeokGi perdidos, SeokGi con fiebre, Taehyung sintiéndose enfermo, Taehyung triste, la larga charla con Taehyung donde le pedía un bebé, la noticia de Jin y su bebé…
—Todo el día ha tratado de bebés, no puedo creerlo, ¿qué es lo que me estás tratando de decir? —musitó para sí mismo mirando a la luna por la pequeña ventanilla mientras salía de la regadera con una toalla en su cintura y otra en sus hombros. —, no me sorprendería si sueño con un bebé esta noche.
Llevó un par de dedos a su sien al sentir un ligero y molesto dolor punzante. Definitivamente, había sido un día demasiado estresante.
—Apenas regresamos ayer pero ya necesito otras vacaciones… —susurró sucumbiendo ante la pequeña migraña.
Se vistió ahí mismo con un shorts deportivo color rojo y una simple y sencilla camisa interior blanca. Salió del cuarto de baño, después de tomarse un analgésico y cepillar sus dientes. Realmente necesitaba el aroma a omega para aminorar el dolor… sonrió cuando se encontró a Taehyung sentado en el centro de la cama viendo televisión. La última vez que regresó a casa con un increíble dolor de cabeza, había deseado tener un omega para que lo abrazara y rodeara con su aroma. Pero no tenía a nadie… y ahora se sentía tan feliz al darse cuenta de que tenía a Taehyung, su precioso ángel inmaculado.
El omega volteó a ver a su alfa con una sonrisita al sentir como le transmitía su alegría. Rápidamente dejó el control remoto de lado para palmear el colchón, invitando a su novio a que subiera. Hoseok de inmediato accedió, recostandose sobre su espalda y utilizando el regazo de su omega como almohada. —Me duele la cabeza…
—¿Mucho? —asintió y Tae puchereó, llevando sus manos a ambos lados de la cabeza de su Hobie, para así comenzar a dejar caricias circulares con sus dedos en las sienes. Hoseok suspiró gustoso.
El aroma a flores, vainilla y chocolate se intensificó, mandando a Hoseok a una nube de paz. Taehyung sonrió sin dejar de acariciar las sienes, el lobito en su pecho saltaba alegre por estar atendiendo a su alfa tan bien. Normalmente era Hoseok quien hacía esa clase de cosas por Taehyung pero esta vez, el omega fue quien tomó la iniciativa de hacer algo así por su alfa. Y sentía muy cálido su pechito porque se sentía lindo mimar a Hobie así.
—Todavía nos falta desempacar… —murmuró quejoso unos minutos después de que el dolor de cabeza se había aminorado. —, no quieroooo…
Giró su cuerpo ahora hundiendo su rostro en el regazo de su omega. Suspiró cuando las delicadas mano acariciaron su cabello. —Yo puedo hacerlo, tu no te preocupes.
—No puedo permitir eso… —dijo con voz amortiguada. —, mañana lo haremos, juntos; ahora solo quiero abrazarte…
Taehyung soltó una dulce risita acomodando su cuerpo en la cama para así acunar el rostro de su alfa en su pecho. Las mejillas del omega se ruborizaron al sentir como Hoseok restregaba su nariz lado a lado, provocando ciertas cosquillas. Posó sus labios en los oscuros cabellos de su alfa, percibiendo muy cálido el lazo que los unía. Por otra parte, Hoseok se sentía tan bien, tan cómodo… este tipo de situaciones eran de sus favoritas, simplemente en los brazos del otro, en completa calma, con sencillos besitos y caricias.
—Hobie… —llamó en voz bajita, obteniendo un sonido que le hizo saber que era escuchado. —, quiero ir a la granja, ¿podemos ir mañana?
Hoseok se lo pensó unos segundos. Mañana no tenía que ir a la empresa, ni tenía ningún asunto pendiente, además desde que se fueron a Hawaii no habían ido a la granja... Pero había una cosa que Tae no sabía y es que Hoseok contrató a personas para que mantuvieran el lugar en perfecto estado, sobre todo también mandó a hacer un ligero cambio de muebles y electrodomésticos, principalmente la cama, estufa y refrigerador. Todo eso lo habrían instalado mientras ellos vacacionaban, así que ya debe de estar listo.
—Claro que sí, cachorrito… —se apegó más a él abrazando su cintura. Sin embargo, no pudo evitar sonreír en grande cuando la emoción invadió su conexión.
—¡Sí! —se removió cuál gusanito. —, tengo muchas ganas de bañarme en el arroyo y de comer manzanas, ¡de seguro ya hay muchas! Y también quiero arrancar los helechos de los girasoles y podar los árboles y visitar a mis animalitos y visitar al señor Choi y contarle que ya conocí el mar y los delfines y las tortugas y los pulpos y las ballenas…
Taehyung habló y habló sin parar muy emocionado contando todo lo que quería hacer llegando a su granjita y Hoseok lo escuchaba con todo el amor y paciencia del mundo. Amaba a su omega parlanchín.
—¡También le voy a enseñar las fotos de mi cámara!
🌻
La mañana siguiente llegó, con ambos muy abrazados y sus piernas entrelazadas. Unos cuantos rayos de sol lograban colarse por el pequeño balcón, iluminando la habitación.
El omega fue el primero en despertar, su cabello en todas direcciones y su carita y ojitos hinchados demostrando lo bien que había dormido. Soltó un largo y silencioso bostezo, para después enfocar sus ojitos entrecerrados en su alfa, quien aún dormía plácidamente boca abajo. Tae sonrió separándose un poquito para así poder ver mejor su rostro.
Las facciones totalmente relajadas y la boca un poquito abierta. La mejilla izquierda abultada al estar siendo presionada por la almohada, le hacía lucir muy tierno. Taehyung no pudo evitar reír bajito al notar los cabellos de su alfa todos desordenados, pues se había dormido con el cabello húmero. Así que deslizó una mano hasta las despeinadas hebras y acarició con calma sintiéndolo suspirar. Después con la yema de su dedo delineó con delicadeza, cada una de las facciones de su alfa. Pasaba desde la mandíbula y delinear los labios y luego la bonita y respingada nariz.
Tae aún no se daba cuenta, pero Hoseok había despertado gracias a los toques en su rostro, no obstante, decidió no moverse ni un solo centímetro. Tenía curiosidad por qué más haría su precioso y curioso omega… las caricias en su rostro y cabello continuaron, acompañado de bajas risitas, para después detenerse. Muy curioso, Hoseok abrió un poquitito sus ojos, notando a su omega sonrojado, quiso sonreír pero eso solamente lo delataría. Con velocidad, volvió a cerrarlos, cuando lo sintió acercarse a su rostro.
Un besito había dejado en los lindos labios de corazón del alfa, acompañado de una risita como si hubiera cometido una travesura. Otro beso fue depositado, pero esta vez, Hoseok no le permitió alejarse. Taehyung soltó un chillido cuando se vio atrapado en los brazos de su alfa y éste giró su cuerpo. Ahora él omega se hallaba sobre el cuerpo de su alfa con una expresión de sorpresa y de mejillas y orejas rojitas de la vergüenza al haber sido atrapado.
—Que bonita manera de despertar… —la voz había salido baja y ronca. —, buenos días…
—B-buenos días… —sus mejillas estaban muy muy rojas. —¿te… desperté?
Rió. —No me molestaría ser despertado por tus besitos todos los días… —Tae esbozó una sonrisita avergonzada, sintiendo como Hoseok reajustó el agarre en su cintura.
—Uh… entonces, ¿quieres más… besitos?
—Quiero todos tus besitos… —susurró sacándole otro sonrojo a su omega. El lobo en su pecho inflando su pecho de orgullo por sonrojar a su omega. —¿puedo tenerlos?
Asintió sintiendo su corazoncito acelerarse. —Yo… ¿yo también puedo tener todos… tus besitos?
—Todos mis besos te pertenecen… —musitó antes de unir sus labios.
Entrelazaros sus bocas de una manera tan dulce y lenta. Taehyung arrugando la prenda del pecho de su alfa entre sus puños, mientras que Hoseok ejercía más fuerza en el agarre de aquella linda cintura, logrando que el omega arqueara más su espalda. Sus labios presionándose más entre sí, intensificando poco a poco más el beso.
El omega jadeó bajito moviendo su cuerpo de manera inconsciente, rozando sus partes bajas. Tae separó sus labios de los de su alfa, mirándolo de cierta manera agitado, con una avergonzada sonrisita apareciendo en su rostro. Hoseok miró a su omega con las pupilas dilatadas, tratando de controlarse, pero al parecer Taehyung no quería, pues llevó una mano a la mejilla del alfa para entonces volver a unir sus bocas.
Hoseok suspiró intentando seguir el beso con calma, tratando de ignorar aquella punzante sensación en su entrepierna. Pero otro movimiento involuntario de caderas de Tae lo hizo gruñir. Sujetó bien a su omega de la cintura para entonces girar sus cuerpos, ahora Jung quedando sobre su chico.
Ambos se miraron a los ojos con un pequeño rubor en sus mejillas, Hoseok inspiró profundo, percibiendo con mucha intensidad el aroma de su omega y el suyo propio. Estaban en casa… su lugar seguro… su nido de amor… su territorio.
Entonces las ganas de marcar nuevamente a su omega aparecieron ahora que estaban en casa. Su lazo había sido creado en un lugar muy lejos de su hogar, pero ahora estaban ahí y Hoseok sabía que Tae sabía lo que estaba pensando. Los ojitos del omega destellaron, sujetando las mejillas de su alfa. Entonces Taehyung le dio un pequeño asentimiento a su alfa y eso fue todo lo que Jung necesitó.
Se apoderó de los labios de su omega, con desesperación y amor. Los jadeos y suspiros haciéndose presentes en la habitación, acompañado de la mezcla de sus aromas. Las caricias no se hicieron esperar, al mismo tiempo en el que las pocas prendas que portaban comenzaban a desaparecer. Tae no sentía vergüenza alguna, no al menos por el momento, pues Hoseok lo hacía sentir seguro.
Mordió su labio inferior conteniendo un gemido cuando los labios de Hoseok fueron a parar a su cuello, regando besitos y sutiles mordidas que hacían que la piel del rubio se erizara. Taehyung sentía el calor acumularse en su abdomen bajo y en su entrepierna. El lubricante salía por montones manchando las sábanas, mientras Hoseok le acariciaba con delicadeza. Sin embargo, el alfa se separó, y salió de la cama con una increíble velocidad dejando confundido a Taehyung.
El omega vio su alfa salir sin ninguna explicación de la habitación completamente desnudo. Tae se quedó sobre la cama cubriendo su pecho con sus brazos tratando de recuperar su respiración, hasta que segundos después, vio a Hoseok regresar y subir a la cama con rapidez para volver a atrapar sus labios.
—Tenía que ir por esto… —mostró un sobrecito rojo metálico, sin dejar de besar a su omega.
Tae rió con cierta vergüenza en su sistema, pero decidió ignorarla, enfocándose en los dulces besitos y suaves caricias de su alfa, quien le susurraba entre besos lindas palabras, haciéndole sonrojar cada vez más.
—Cachorro… —murmuró. —, te amo, cachorrito…
Poco a poco el fuerte cuerpo del alfa fue cubriendo el de su omega, acariciando cada centímetro de piel a su alcance, tocándola con devoción, demostrándole cuánto lo amaba con cada toque, cada caricia, cada roce… Taehyung temblaba bajo el cuerpo de su alfa, cubierto de esas maravillosas sensaciones que sólo Hoseok provocaba en él. El rubio solo se dedicaba a suspirar y a responder ante los toques de su novio… Tae era como una masita moldeable en los brazos de Jung, pues el joven omega confiaba ciegamente en su alfa… el se dejaba hacer porque sabía que su amado Hoseok jamás lo lastimaría.
Y Hoseok… Hoseok se maravillaba por la manera en la que su omega se entregaba a él. Tan frágil, tan delicado… tan él. Tae se entregaba en cuerpo y alma a su alfa sin dudarlo, por supuesto Jung no lo defraudaría, pues lo estaba cuidando como si del cristal más frágil se tratara… regando dulces besitos por aquí y por allá… amándolo solo como él sabía. Ambos amándose… como el precioso par de enamorados que eran.
Los dulces gemidos y bajos jadeos se apoderaron de su nido de amor, al ritmo de las estocadas que Jung daba al cálido interior de su amado siendo muy bien recibido. Taehyung se aferraba a los hombros de su alfa percibiendo cada lento y profundo movimiento acompañado de dulces palabras y cortos besitos en su mejilla y cuello.
El omega se dejó caer en la almohada, conectando sus miradas. Hoseok colocó una mano en la mejilla derecha de su chico, sonriendo por como Tae se recargaba en ella sin dejar de verlo con esos preciosos ojitos azules cristalizados y esas mejillas rojitas, con sus platinados cabellos sacudiéndose al ritmo de las estocadas. Taehyung era realmente precioso…
Hoseok se enterneció cuando su bello novio extendió sus brazos y acunó sus mejillas con el ceño fruncido y una pequeñita sonrisa en sus labios.
—H-Hoseok… u-uhm… —su rostro se deformó ante una corriente placentera. Y Hoseok fue el espectador principal y el único de esa bella expresión. —Hobie… a-ah… —soltó en voz pequeñita y rota. Las sensaciones lo estaban ahogando, estaba cerca. Lloriqueó. —, m-más…
Con un poco de esfuerzo, Taehyung se alzó un poquito sin dejar de sujetar las mejillas de su alfa y así darle un adorable beso de labios rojizos e hinchados, para después volver a dejarse caer en la cama, con la boca entreabierta gimiendo bajito. A pesar de que Hoseok también se hallaba perdido en el placer, esa acción lo hizo morir de ternura… con su mano, liberó la frente de su chico, alejando aquellos cabellos húmedos producto del sudor. Bajó más su cuerpo, para dejar un sonoro y largo beso en su frente.
—Y-ya casi, cachorro mío… —hundió el rostro en el cuello ajeno, acunando con ternura la cabeza de su chico, escuchando con más claridad los ligeros lloriqueos y bajitos gemidos, todo sin dejar de moverse.
—Hobie… Hobie… —suspiró sintiendo su cuerpo tensarse. Enroscó los dedos de sus pies y se aferró más a su alfa percibiendo con más intensidad las estocadas en su interior. —Hoseooook…
Cada caricia y cada embestida le hacía estremecerse, se encontraba demasiado sensible, más de lo normal. Cada centímetro de su piel se erizó cuando la lengua del alfa se paseó por la marca, logrando que Tae soltara un largo y alto gemido al mismo tiempo en el que se corría violentamente y aquellos caninos se enterraban en su piel reforzando la marca, por primera vez en casa…
El nudo con protección formándose, arrancándole otro gemido al joven omega, quien sufría espasmos gracias al glorioso clímax. Todo su cuerpo temblaba, aún sumido en el éxtasis, perdiendo toda la fuerza en cada una de sus extremidades, así soltando el agarre que tenía en la cintura de su alfa, cayendo completamente agotado en la cama.
Hoseok respiraba profundamente, a la vez en la que regaba besitos en el rostro de su omega y besaba la marca, limpiando las ligeras gotitas de sangre que comenzaban a brotar después de que desencajó sus colmillos. El pecho de Taehyung subía y bajaba con profundidad, sus labios abiertos y sus ojos cerrados, cada extremidad de su cuerpo temblando sin parar.
—Mhmm… —el omega gimoteaba bajito, pasando las manos trémulamente por su rostro. —Hoseok….
—Aquí estoy, ángel… —susurró sin dejar de atender la mordida. Tae suspiró ante el ligero pero placentero ardor, ahora enredando sus brazos en la espalda de su alfa, dejándose mimar.
Dulces besitos por aquí, besitos por allá, todo acompañado de suaves caricias en su cabello, cintura y caderas. Los suspiros de Taehyung no se detenían, se sentía tan bien, se sentía en las nubes.
—¿Estás bien? —preguntó alejándose un poquito para mirar la preciosa cara de mofletes rosados.
Asintió sin abrir sus ojos. Relamió sus labios tomando una profunda calada, dejando sutiles caricias en la nuca de su alfa. —Estoy bien…
—¿Seguro? —nuevamente preguntó en un suave murmullo, peinando el rubio flequillo hacia atrás. —, dime si te duele algo, o si fui muy brusco o-
—Seguro… —le interrumpió. —, no me duele nada, Hobie. —abrió los ojos, enrojeciendo al ver a su novio tan cerca de su rostro. Estiró sus labios en una pequeña pero adorable sonrisita que hizo sonreír también a su mayor. Sentía su pecho muy cálido… se sentía feliz, se sentía seguro… se sentía amado.
—Mi cachorrito está feliz… —había dicho bajito uniendo sus labios en un corto besito.
Tae rió con ternura. —T-tu también estás feliz.
—Mucho… —otro besito. —, estamos juntos, estamos enlazados, estamos en casa… —ahora besó la rojita mejilla sonoramente. —, ya bautizamos nuestra cama…
El omega se quedó mudo, solamente cerró sus ojitos avergonzado por lo que su alfa había dicho. —Hoseooook…
—¿Qué? —rió volviendo a atacar a besitos la preciosa cara de su novio. Así estuvieron por varios minutos, regalándose besitos, cariñitos y palabras dulces… tan enamorados. No obstante, un poco después, Hoseok detuvo sus labios en la mejilla de su chico escuchándolo jadear a lo bajo.
El nudo se había deshinchado finalmente, donde el alfa salió con un lento y precavido movimiento de caderas, para después retirar aquel pedazo de látex, hacerle un nudo y ponerse de pie para tirarlo al cesto de basura que tenía a un lado del buró. Taehyung se sonrojó al ver a su alfa caminar hacia él completamente desnudo, le avergonzaba admitir que no podía quitarle la mirada de encima. Sin embargo, soltó un chillido cuando se vio inesperadamente alzado en los brazos de su mayor, y se dirigieron al cuarto de baño.
—Nos daremos un baño… —beso. —, desayunamos… —otro beso. —, y nos iremos a la granja a pasar todo el fin de semana ahí, ¿qué te parece?
—¡Sí! —se removió emocionado, uniendo sus manos para dar pequeños aplausos.
Hoseok rió encantado al ver y sentir a su chico tan feliz. Él vivía por esa sonrisa.
🌻
El molesto timbre sonaba una y otra vez, un adormilado alfa de cabellos negros todos revueltos, avanzaba arrastrando sus pies. Y sin molestarse en poner una buena cara a quien sea que se atreviera a interrumpir su sueño, abrió.
—¡Hyung! —el lindo omega saltó en su lugar tomándolo de la mano. —¡Vámonos!
—¿Eh? —pestañeó múltiples veces restregando sus ojos. No entendía qué estaba pasando. Tae y Hoseok lucían muy entusiasmados frente a él. —¿A dónde?
—A la granja, Taehyung quiere que vengan con nosotros. —dijo entrando a la casa. —¿Cómo sigue SeokGi?
YoonGi lucía confundido. Al parecer aún no despertaba bien. —¿Qué granja?
—¡Mi casita, hyung! —decía sin dejar de sacudir la mano del mayor.
Min se quedó en silencio por varios segundos, mirando con evidente confusión al omega de ojitos azules. —¿Tienes una granja?
—¡YoonGi hyung! ¿todavía estás dormido? —lo sujetó de las mejillas, presionandolas entre sí.
—Un poco, sí… —bostezó, cerrando la puerta después de que Tae entró. —, ah… tu granja. —al fin captó. —, ¿que van a hacer allá?
—Vamos a pasar el fin de semana, y Taehyung quiere que ustedes nos acompañen. —habló Hoseok sentándose en uno de los sofás. —No me respondiste, sobre cómo seguía mi sobrino.
—Oh… —bostezó rascando su nuca, viendo como Taehyung se perdía rumbo al jardín trasero. —, lloró buena parte de la noche, pero al fin echó el diente… ¿Qué hora es?
Miró el reloj en su muñeca. —Las doce.
Taehyung regresó corriendo y riendo al living con dos lindos perritos pisándole los talones. —¡También llevemos a Yeontan y a Holly!
Se tiró en la alfombra soltando encantadoras carcajadas, mientras los perritos jugueteaban a su alrededor.
—Bueno, no sé si Jimin quiera ir… —habló YoonGi sentándose en otro sofá, soltando otro largo bostezo. —, casi no dormimos anoche.
—¡Yo le digo! —Taehyung se puso de pie de un salto y se dispuso a ir al piso de arriba en busca de Jimin para convencerlo. Realmente quería que fueran.
Sin más llegó hasta la habitación del matrimonio, donde se encontró con Jimin sentado en la cama con SeokGi en brazos dándole su biberón. Taehyung sonrió acercándose a él y Jimin lo miró con sorpresa.
—Oh, eran ustedes los del timbre… —dijo antes de bostezar. Tae sonrió sentándose a su lado y acariciando los cabellitos de SeokGi. —, ya no tiene fiebre…
—Que bueno. —dijo aliviado para después mirar al omega mayor. —Jiminnie, ¿quieres ir a la granja?
—¿Eh? —ladeó la cabeza. —¿a tu granja? ¿van para allá?
Asintió. —¡Podríamos divertirnos mucho! Jugaríamos en el arroyo y comeríamos manzanas.
—Mmm… —se quedó pensando su respuesta. Pero le causó ternura ver a su tierno cuñado. —Bueno, creo que no me vendría mal un par de días de campo… —Taehyung aplaudió emocionado. —, estas semanas en la empresa si que fueron agotadores… a YoonGi y SeokGi también les hará bien ir a un lugar tranquilo y fresco…
—¡Sí! ¡Le diré a Hoseok y a YoonGi hyung! —se levantó de un brinco, pero extrañamente perdió el equilibrio y volvió a caer sentado. —Oh…
—¡Tae! ¿estás bien? —se preocupó al ver la manera en la que se tambaleó.
Asintió pestañeando un par de veces. —Sí, sí, estoy bien. —se rió restándole importancia para volver a ponerse de pie. —¡Iré a decirles que sí van a ir! ¡Oh! ¡Y voy a regresar para ayudarte a empacar tus cosas!
Sin más, salió de la habitación dejando a un Jimin pensativo… Ya hablaría con Taehyung más tarde.
Dicho y hecho, unas horas después, dos omegas, dos alfas, dos perritos y un bebé estaban disfrutando del aire fresco y la cómoda sombra de un frondoso árbol a la orilla del arroyo de la granja. Jimin se hallaba sentado en la enorme manta a cuadros rojos que había extendido en el pasto, lugar donde YoonGi se había quedado dormido con su sombrero de pesca cubriendo su rostro.
El agua le llegaba debajo del pecho a Taehyung quien cargaba a un alegre y desnudito SeokGi libre de fiebre. El pequeño reía y chapoteaba presumiendo su bello dentesito, pasando de un lado a otro entre los brazos de sus tíos TaeTae y Hobie, amaba que jugaran con él. El precioso omega de ojitos azules reía salpicando a su alfa, SeokGi veía eso, así que también lo hacía.
Jimin simplemente reía desde su lugar, tomando fotografías sin parar con su celular. Se hallaba fascinado al ver lo bien que Hoseok y Taehyung se complementaban jugando con su hijito, tanto que parecía hijo de ellos.
—Chicos. —llamó colocándose de pie. —Iré adentro por más limonada y bocadillos, ¿no necesitan que les traiga algo?
Hoseok negó. —Todo está perfecto, Minnie.
Jimin asintió, avanzando hasta la casita roja de madera, siendo acompañado por Holly y Yeontan y sus ladridos. Mientras tanto, Tae y Hobie continuaron jugando con su sobrinito, felices de escucharlo reír después de lo mal que la pasó con el brote de su primer diente.
Jung cargaba a su sobrino mientras Tae los salpicaba con gracia haciendo reír al pequeño cachorro. —¡Y más agua! —gotitas caían en la carita del bebé soltando adorables risitas que hacían reír a sus tíos. —¡Más aguaaaa!~ —volvía a exclamar Taehyung disfrutando de hacerlo reír.
Se mantuvieron así por varios minutos, jugando con el cachorrito muy muy felices. Definitivamente estaban pasando un momento muy agradable. Y les sorprendía lo pesado que podía ser el sueño de YoonGi, porque no se despertaba con sus risas. Aunque no podían culparlo, después de todo no había dormido muy bien anoche por la fiebre de su hijo.
—Hoseok. —llamó saliendo del arroyo exprimiendo sus prendas. —Jiminnie ya se tardó mucho, iré a ver si necesita ayuda, cuida de SeokGi, ¿si?
—De acuerdo, capitán. —se rió haciéndole soltar una carcajada a su omega.
Taehyung se colocó sus sandalias y se cubrió con una toalla para después avanzar a la casa. Entró una vez logró secarse lo más que pudo para no dejar rastro de agua en su camino, para luego encontrarse con Jimin en la cocina preparando un biberón.
—Jiminnieee, vine porque tardabas, así que vengo a ayudarte. —dijo acercándose al omega mayor que a su lado tenía un plato con manzana partida en rebanadas en forma de conejitos. —¡Que bonitos!
—Por eso tardé. —se rió. —, es un poquito tardado cortarlas así, además SeokGi no tarda en pedir su leche.
—¡SeokGi se está divirtiendo mucho! —exclamó llevándose un conejito de manzana a la boca, gimió gustoso por lo dulce que estaba.
—Lo sé. —rió. —, fue una muy buena idea venir aquí, gracias por invitarnos TaeTae~ —el omega se sonrojó con ternura. —Oh, ¿me puedes pasar la donita de agua? Está en el bolso de SeokGi ahí en el sofá, es para que la muerda cuando sienta molestias en sus encías.
—Sip~ —corrió hasta el sofá y comenzó a buscar en la bonita pañalera y sacó el que pensó que era. Lo alzó para que Jimin lo viera. —¿Es este?
—Sí, ese es. —tomó la bandeja con la jarra de limonada, las manzanas y el biberón de su hijo. —Vamos~
Taehyung asintió pero al momento en el que dio un paso, se tambaleó en su lugar, alcanzando a sostenerse de un mueble. Jimin notó eso, dejando la bandeja donde estaba para avanzar con prisas donde el más joven.
—Hey, ¿estás bien? —lo ayudó a sentarse. Tae no dijo nada, solo cubría sus ojos con su mano. —Taehyung…
—Me mareé… —susurró esperando a que el malestar se le pasara.
El omega mayor mordió su labio inferior sin dejar de escudriñar a su cuñado. Desde que llegó de Hawaii, ha notado que esos extraños síntomas como mareos, náuseas y uno que otro vómito, aparecieron en Taehyung. ¿Será lo que estoy pensando? se preguntaba en sus adentros.
Soltó un bajo suspiro y abrió un cierre de la pañalera de SeokGi y sacó dos cajitas alargadas. Había optado por llevarlas desde el mareo que tuvo Taehyung esa mañana.
—Tae… —habló con voz suave. —¿Te tomaste los supresores que te di?
El omega volteó a ver a su cuñado con un sonrojo en sus mejillas. —Y-yo… sí, lo hice como me lo dijiste, ¿por qué?
—¿Seguro, seguro?
—Lo hice, de verdad. —decía la verdad, había seguido las instrucciones de Jimin al pie de la letra.
Se quedó en silencio unos segundos para colocar en el regazo del omega menor las dos cajitas. Taehyung las tomó confundido, sin embargo le dio una mirada asustada al rubio después de leer de qué se trataba.
—Pero yo-
—¡Es solo para sacarme de duda! no estoy diciendo que estés en embarazo, pero… es que… tienes algunos síntomas… —por alguna razón se sentía nervioso. Quería mucho a Taehyung, pero para ser sincero, no le parecía el momento adecuado para que ese precioso omega tuviera un cachorrito. Incluso era un año menor a la edad que él tenía cuando estaba esperando a SeokGi.
Aunque no le molestaría convertirse en tío…
—Tus mareos y náuseas… quizás me equivoque y sea otra cosa. —le tomó la mano poniendo a ambos de pie. —a lo mejor pescaste algún virus en tu viaje, pero más vale asegurarnos.
Taehyung estaba mudo. Simplemente se dejó empujar por la espalda hasta que Jimin lo hizo entrar al pequeño baño que estaba al lado de las escaleras.
—Las instrucciones vienen ahí en la cajita, haz las dos pruebas, será rápido. —suspiró. También se sentía nervioso. —, estaré aquí, no me iré.
Del otro lado de la puerta, un joven omega respiraba profundamente tratando de mantenerse relajado y no alertar a su alfa. Estaba nervioso, no lo negaba… y de alguna manera, sentía una pizca de emoción al pensar en que podría estar esperando un cachorrito.
—Un bebé… —susurró colocando sus manos en su barriga. Pero luego todo lo que él y Hoseok hablaron el día anterior llegó a su cabecita. —, ay abuelita… —miró hacia arriba.
Taehyung si quería un bebito pero, después de todo lo que él y su alfa hablaron, hizo que quisiera esperar más tiempo para tener uno.
—¿Yo podría estar…?
Mordió su labio inferior y observó el par de cajitas en sus manos. Tomó una larga respiración y asintió dispuesto a hacerlo.
Por otro lado, Jimin estaba que se comía las uñas, los minutos pasaban y pasaban y Taehyung no salía. Incluso tocó una vez para ver si necesitaba ayuda o si no entendía algo, después de todo él ya tenía experiencia en las pruebas.
Se asomaba a cada rato a la ventana para asegurarse de que no vinieran ni YoonGi ni Hoseok. Pero alcanzó a ver que su hermano había salido del agua junto con su bebito y hablaba muy animado con un señor a través de la cerca de madera. Bien, quizás hablar con ese hombre le ayudaba a qué no sintiera con claridad los nervios de Tae.
Se levantó por tercera vez del sofá, hasta que finalmente la puerta del baño se abrió, dejando ver a un confundido omega. Jimin se abalanzó a el revisándolo de pies a cabeza. —¿Qué pasó? ¿Qué dice?
—N-no lo sé… —le enseñó las dos pruebas. —, ya las hice pero no dice nada…
Jimin las tomó en sus manos viendo que efectivamente no tenían ningún resultado. —¿Hace cuánto las hiciste? Después de cinco minutos sale el resultado.
—Oh… no sé, pero ya pasaron varios minutos…
—Okay, okay… —caminó a la pequeña sala y colocó las dos pruebas boca abajo para después sentar a Taehyung en el sofá. —, ya casi deben de estar listas. —se sentó junto a él. —una rayita es negativo y dos rayitas es positivo.
El omega más joven asintió sin dejar de pensar en su alfa. Jimin notó lo tensó que su cuñado se encontraba así que lo abrazó, sobando su brazo con cariño para intentar relajarlo.
—Tranquilo…
Tae deseaba un bebito, mucho pero ahora, en ese mismo instante se sintió nervioso, se sintió de cierta manera asustado y muchas preocupaciones comenzaron a invadirlo. Si salía positivo… si salía negativo… instintivamente llevó sus manos a su abdomen bajo y su abuelita vino a su mente.
Ni siquiera se dio cuenta pero los minutos pasaron… Ya era el momento de voltear esas pruebas y saber lo que decían. Jimin alargó su brazo y tomó una de las pruebas. Taehyung cerró sus ojitos azules, esperando a que su cuñado le dijera el resultado.
—Bien… veamos… —respiró profundamente. Se sentía más nervioso que cuando él mismo se hacía las pruebas. Giró la varita blanca y relamió sus labios. —, negativo.
Tae abrió sus ojitos con impresión. Miró la prueba que mostraba una sola línea, para luego mirar a Jimin quien tomaba la otra más relajado.
—¿Negativo? —murmuró. —¿Entonces no tendré un bebito?
Negó. —No, Taehyung… y eso de alguna manera me hace sentir aliviado… —suspiró, dándole un corto abrazo. —, aún eres muy joven, TaeTae…
El omega bajó la mirada a su abdomen. Bien, las cosas seguían como estaban antes. Y tal como había acordado con Hoseok, en un futuro tendrían su primer bebito de los cinco que deseaba.
—¿Qué?
Un jadeo sorprendido hizo que los ojitos azules voltearan a ver al omega mayor. —¿Qué pasa?
—Esta prueba, marca positivo...
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
¡Hola mis preciosos girasoles! ¿Qué creen? +11,600mil palabras hay en este capítulo, superando al anterior de +10mil. Oficialmente es el más largo que he escrito y me siento muy feliz:")💖
Pero weno... ¡¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?! de verdad espero les haya gustado, lo hice así de largo como recompensa por mi tardanza:") ¿QUÉ OPINAN DE LO QUE PASÓ CON JIN Y SU BEBITO? ¿QUÉ OPINAN DE LOS RESULTADOS DE LAS PRUEBAS DE TAEHYUNG? AAAAAA amo leer sus comentarios y teorías, me animan mucho 💖💖💖💖
¡Los invito a seguirme en instagram! @/soo.nyah <--- interactúo más por allá~🌻💖
Capítulo dedicado a Nevermind_Swag1 muchas gracias por todo tu apoyo tqm🥺💖✨🌻💕💖✨🌻💕💖✨🌻💕
Sin más, me despido, realmente espero poder traerles un capítulo muy pronto, detesto hacerles esperar 😭 ¡Les mando muchos besitos, abrazos y gatitooos! ¡Sony los ama mucho mis preciosos girasoles! ¡GRACIAS POR TODO SU APOYO! ✨🌻💕💖✨✨💕🌻✨💖💕💖✨🌻🌻✨💖💕✨🌻✨💕🌻💖💕✨🌻
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top