🌻•Capítulo 38

《🌻》

—Con que tu omega, eh. —SungJae palmeó el hombro del alfa amistosamente. —En serio luces muy enamorado, Jung.

—Lo estoy, SungJae… demasiado. —confesó con una ligera sonrisa. —Taehyung es el amor de mi vida y mi pareja destinada.

—¿Destinada? —abrió la boca en sorpresa. —¿En serio? Siempre he escuchado que es muy difícil encontrarla porque podría estar en cualquier parte del mundo.

—Pues… un incidente que tuve hace meses, fue lo que me llevó hasta él. —recordó. —Taehyung estaba tan cerca de mi pero a la vez tan lejos… jamás habría pensado ir a aquel lugar donde lo encontré… ¿Te das cuenta? Fue obra del destino que yo llegara a él… 

—Es maravilloso… me alegro muchísimo por ti… —palmeó su hombro y Hoseok agradeció en voz baja. — bueno, yo soy un beta y mi esposa también, así que no sabemos cómo es todo eso de las parejas destinadas… pero lo único que sé es que ella y yo nos amamos con locura…

—Mientras se amen, nada más importa Yook.

—Tienes razón.

Hoseok suspiró para regresar si vista a el lugar donde estaba Taehyung, pero no lo encontró. Frunció el ceño para a continuación ponerse de pie y salir de la sastrería. Suspiró aliviado cuando lo vio entrar a un local con juguetes de felpa, que se encontraba a unos metros de distancia.

Se regresó hasta la recepción, donde ya se encontraba Joy con un bolso cuadrado color blanco con el logo de la sastrería impreso. Después de varios agradecimientos y despedidas, finalmente salió de ahí en busca de su omega.

De repente se dio cuenta de que había comenzado a llegar mucha gente al centro comercial. —Claro, es veintitrés de diciembre. Se dijo mentalmente colocándose correctamente el cubrebocas negro y así pasar un poco desapercibido. 

Cuando llegó al local donde Taehyung había entrado, sonrió al ver todos los suaves animalitos de felpa, tal vez le podría comprar alguno. Ingresó revisando el lugar con su vista, no era muy grande pero sí habían unas cuantas personas dentro. Pero no veía a Taehyung por ningún lado y eso le provocó una incómoda sensación en su pecho.

—Buenas tardes, ¿Buscaba algo en especial?. —La voz de una fémina llamó su atención. Portaba un mandil rojo y una coleta baja con una ligera sonrisa amable. A ella le parecía raro ver a un alfa dentro, ellos casi nunca entraban a la tienda.

—S-sí… —carraspeó tratando de ocultar el nerviosismo que comenzaba a surgir. —De casualidad, ¿No entró aquí u-un chico… un omega de cabello ondulado, platinado y… ojitos azules? También traía un bebé en brazos… 

—¡Oh, sí! Dijo que le gustó un gatito de aquel pasillo. ¿Lo va a llevar?

Hoseok asintió aún sin escuchar muy bien. Seguía tratando de mirar alrededor de la tienda, solo para ver si encontraba a Taehyung, pero no. Relamió sus labios comenzando a sentirse nervioso y a como pudo pagó el juguete que según la señorita, a su omega le había gustado.

—¿Disculpe?

—¿Sí?

—¿Lo vio salir a algún lado? ¿O acaso esta tienda tiene un segundo piso del cual no me he dado cuenta? —preguntó tratando de mantener la compostura.

—Él salió de aquí hace como diez minutos… Dijo que iría a buscar a un tal Hoseok… ¿Es usted?

Asintió—Mierda… —susurró. —¿No vio para qué lado se fue?

—Uhh… no estoy muy segura, pero… —hizo una mueca. —creo que se fue para aquél lado…

Señaló el lado contrario a la sastrería. Y con un rápido agradecimiento, el alfa salió de ahí lo más rápido posible en aquella dirección. Para su mala suerte, el lugar se había llenado de personas, lo cual le hacía más difícil su búsqueda. 

Con el corazón latiendo desbocado, miraba hacía todos lados y agradecía en serio, que el color de cabello de Taehyung no fuera tan común. Además, tuvo que bajar su cubrebocas hasta su mentón y así agudizar sus sentidos para ver si lograba percibir el aroma de su omega. 

Su lobo gruñó furioso por no haber cuidado del menor correctamente. Los ojos de Hoseok brillaron en un intenso dorado, mientras movía estos a cada lado en busca de su amado chico. Ya no le importaba si las personas lo reconocían o lo vieran raro, lo que realmente importaba era encontrar a Taehyung y a SeokGi lo más pronto posible.

El corazón de Hoseok se oprimió dolorosamente al imaginarse a Taehyung asustado en medio de ese mar de gente. Su pequeño se había perdido, justo el día en el que el centro comercial se llenaba demasiado por las compras navideñas de último minuto. Se regañó mentalmente, pero había pensado acudir a esa sastrería porque sabía que SungJae es muy tranquilo, mientras que Joy sería buena con Taehyung y no lo abrumaría con tantas preguntas, como lo haría Key, quien trabaja en su otra sastrería de confianza que se encontraba en el centro de la ciudad.

Sus manos comenzaron a temblar, y para qué negarlo, sus piernas también, que incluso trataba de no tambalearse tanto en su camino. Una horrible presión se instaló en su pecho y una sensación de ahogamiento llegó a su garganta. Náuseas, si eso era… al parecer una crisis de ansiedad estaba comenzando a surgir, al no ver a Taehyung por ninguna parte. Habían demasiadas personas, y eso le desesperaba tanto.

No podía concentrarse en guiarse por el aroma de su chico, no cuando habían demasiados aromas mezclados, los cuales comenzaban a marearle. Con su frente aperlada y el rostro pálido se recargó en una pared llevando una mano en su pecho, mientras trataba de regular su respiración. ¿Dónde podría estar?

Pasaron alrededor de dos minutos para poder calmarse aunque sea un poquito. Estar así no iba a ayudar en nada, era mejor tranquilizarse y tratar de mantener la cabeza fría si quería encontrar a Taehyung… Si tan solo su guardaespaldas hubiera estado aquí… él siempre lo acompaña a esta clase de lugares… pero en esta ocasión, Hoseok le dejó el día libre para que pasara estas fechas con su familia.

Pasó su mano derecha por su cabello echándolo hacia atrás en un gesto desesperado. Pero le tomó un par de segundos darse cuenta de que ya había recorrido el piso de arriba, pues ya se encontraba de vuelta en la sastrería de sus amigos. ¿Y si Taehyung regresó ahí? 

Sin pensarlo dos veces, se adentró al lugar suspirando al encontrar solo a SungJae quien lo miró con una expresión confundida. —¿Hoseok? ¿Estás bien? —El beta se acercó a él al verlo pálido y transpirando, lo tomó del brazo hasta sentarlo en uno de los elegantes sofás. —¡Cariño, trae un vaso con agua, por favor!

—SungJae… ¿Taehyung no ha venido aquí?

—¿Eh? No… ¿No había entrado a una tienda de juguetes?

—Fui y no estaba ahí, ya se había marchado… 

Joy llegó con el vaso con agua, preocupándose al ver a Hoseok así. Este bebió el agua de golpe mientras el dulce matrimonio abanicaba su rostro con angustia. Pasaron un par de minutos para que Hoseok se pusiera de pie, dispuesto a ir al primer piso. Pero no pasaron ni dos segundos, cuando la fragancia a flores, vainilla y chocolate llegara a sus fosas nasales.

Cuando llevó su mirada a la entrada de la tienda, sintió que el alma le regresó al cuerpo al ver a su precioso chico ahí con sus ojitos cristalizados. Ambos se acercaron cuál imanes, mientras se fundían en un enorme abrazo, Hoseok no dejaba de presionarlo contra sí… hasta que escuchó a SeokGi quejarse.

—¿Dónde estabas? —acunó sus húmedas mejillas, viendo directamente esos ojitos azules cubiertos de lágrimas. —¡Me asusté tanto al no verte!

—M-me perdí… —sollozó bajito. Hoseok comenzó a regar besitos en todo el rostro de su omega con desesperación. —Vi muchos animalitos de felpa, c-como mi pollito… —comenzó a contar. —y vi un gatito, para SeokGi así que quise venir aquí a decirte, pero no supe cómo regresar… ha-había mucha gente que me empujaban y y no me dejaban caminar bien… me hicieron bajar las escaleras y me seguían empujando y me dijeron palabras feas y me asusté mucho y… 

Hoseok impactó sus labios con los de su pequeño omega, así silenciandole. El contacto duró apenas unos segundos, pues Taehyung aún seguía sollozando. —Pero, estás bien ¿Verdad? No estás lastimado tú ni SeokGi… —Negó en tanto el alfa pasaba sus pulgares por las mejillas de su omega, en un vago intento de limpiar las lágrimas. —Me asusté tanto… 

SeokGi pasó a los brazos de Hoseok con sumo cuidado. Este tenía sus ojitos abiertos y succionaba por intervalos su chupete. Suspiró aliviado al verlo tan tranquilo… dejó un besito en su frente, acompañado de una caricia.

—La próxima vez quédate en la tienda, por favor… te vi entrar, así que sabía que estabas ahí… fui pero ya no te encontré… —unió sus frentes completamente aliviado al fin dejando un corto besito en sus labios. —¿Cómo regresaste? ¿Encontraste tu solo el camino?

Negó con un pequeño rubor en sus mejillas por la muestra de cariño. —M-me ayudaron…

—¿Quién? Necesito darles las gracias.

Taehyung se separó de Hoseok para señalar a la entrada, donde se encontraba aquella chica, acariciando con nerviosismo un mechón de cabello… Hoseok sintió como su corazón se detuvo por un segundo, al ver a su viejo amor de pie ahí mismo. 

El aroma a cítricos de ella, llegó hasta él, aunque este tenía menos intensidad, era más… débil. 

El alfa tragó grueso, entrelazando inmediatamente la mano con su omega, cosa que no pasó desapercibida por la fémina. —Uhh… Muchas gracias por ayudar a mi omega… 

Rosé parpadeó entendiendo el tono que el alfa había utilizado. Tenía que disimular. —No fue nada, uhm señor… 

El adorable omega de ojitos azules ladeó su cabeza confundido, aún se encontraba abrumado por lo que había pasado así que no entendía mucho. Pero aún así esbozó una minúscula sonrisa al captar algo… 

—Taehyung… —llamó, girándose a él. Este también lo miró. —Acompaña a Joy un momento, ¿Sí? Voy a hablar con la señorita.

Este asintió muy despacio, mirando alternativamente a su alfa y a Rosé. Pero no entendió cómo, pero algo surgió en su interior que le decía que hiciera algo… así que antes de marcharse, se puso un poquito de puntitas, hasta dejar un corto besito en los labios de su alfa.

A Hoseok le tomó por sorpresa la acción de Taehyung, pero aún así, esbozó una pequeña sonrisa, para después verlo hice al mostrador donde se encontraba Joy, quien llevó una mano a su espalda y lo llevó detrás de una puerta, seguido de SungJae.

Hoseok suspiró una vez ya no miró a Taehyung. Regresó su vista a la omega frente a él y relamió sus labios con algo de nerviosismo. ¿Cómo es que no se dio cuenta de la presencia de ella cuando vio a Taehyung llegar? Estaba tan preocupado por tener a Taehyung en sus brazos, que ni siquiera percibió el aroma de quién estuvo a punto de ser su prometida hace un tiempo atrás.

Acomodó a SeokGi en sus brazos, al escucharlo quejarse bajito. Se meció un poquito para calmarlo, todo ante la atenta mirada de aquella chica.

—Te miras muy bien con un bebé en brazos… —murmuró ella rompiendo el hielo. Hoseok levantó su mirada y esbozó una muy pequeña sonrisa. —Por un momento… creí que era hijo de ustedes, pero… Es de Jiminnie ¿Verdad?

Asintió. Ella había sido de las primeras personas en enterarse con mucha emoción del embarazo de Jimin, incluso mucho antes que Hoseok. Los dos eran muy unidos en ese entonces… —Así es, nació hace dos meses… en el cumpleaños de Jimin para ser exactos.

—¿En serio? —de verdad parecía sorprendida. —Puedo… ¿Puedo verlo?

Rosé era una de las más entusiasmadas en cuanto al embarazo de Jimin. Ella incluso ayudó a Jimin a preparar la sorpresa para darles la noticia a YoonGi y a Hoseok. Todo había sido muy creativo y emotivo, a excepción de Hoseok, claro. Él primero se había quedado en shock, luego había querido arrancarle las bolas a YoonGi, pero minutos después terminó llorando ante la realidad de su hermanito menor en la espera de un bebé.

Hoseok asintió, permitiéndole acercarse para ver al cachorro en sus brazos. La última vez que se vieron, el alfa había estado algo a la defensiva después de aquel beso, además de que no podía siquiera verla a los ojos. Pero ahora… ahora había algo que incluso su lobo se encontraba calmado con su presencia, incluso podría decirse que hasta la ignoraba.

Ella se acercó, esbozando una enorme sonrisa al ver cómo SeokGi abría sus ojitos. —¡Es tan bonito! —chilló bajito con emoción. —Se parece mucho a YoonGi.

—Desgraciadamente —rodó los ojos. —SeokGi es más bonito.

Ella soltó una baja risita y Hoseok no pudo evitar verla al tenerla tan cerca… ella lucía diferente a como la vio la última vez en la empresa. Su cabello que solía ser de un largo rubio, ahora era castaño y un poquito más corto e incluso traía fleco. De su rostro lucía más delgada y algo pálida a decir verdad. Tenía leves sombras oscuras bajo sus ojos… lucía enferma. 

Y para qué negarlo, Hoseok al verla así, se sintió algo preocupado. Después de todo, fue su amiga, antes que su novia y Hoseok tenía un corazón noble... ¿Tendrá algo que ver con su ruptura?

—Rosé… —llamó. Esta alzó la mirada. —En serio, gracias por ayudar a Taehyung a volver aquí.

—Oh, no fue nada… —retrocedió un paso, pasando un mechón de cabello detrás de su oreja. —De verdad lucía asustado… yo no sabía que era tu… tu omega pero, había algo en su aroma que se me hacía conocido y era que también traía el tuyo… 

—Gracias, de verdad...

Ella asintió despacio. —Entonces... ¿Él es? —preguntó bajito. —¿Él es tu destinado? —asintió. —Es muy lindo… 

—Lo es… —carraspeó. No sabía qué más decir.

—De verdad luces enamorado, Hoseok… la manera en la que lo miras es… es única, nunca había visto esa mirada en ti.

—Rosé… 

—No, no… no me malinterpretes, no te estoy reclamando —aclaró de inmediato negando con sus manos. —estoy agradecida por los momentos que tuvimos juntos, es algo que jamás olvidaré y te agradezco la oportunidad, fui muy feliz a tu lado… 

El alfa sintió una punzada en su corazón, se había quedado sin palabras. —Yo… también fui feliz contigo, lo admito… eres una chica grandiosa y espero encuentres a alguien que te ame demasiado. —rascó su nuca. —Y me alegra que ambos nos tomemos esto con madurez. 

Los ojitos de ella se cristalizaron, rápidamente pasó por ellos las mangas de su grande abrigo. —Somos adultos, Hop Hop…  —este sonrió levemente ante la mención de su viejo apodo. —De nuevo me disculpo por lo de aquella vez, sé que te lastimé mucho y traicioné tu confianza.

—Eso ya quedó en el pasado… algunas cosas estaban destinadas a pasar. —la omega asintió, entendiendo a lo que se refería. 

—Dime algo… ¿Lo amas?

Hoseok esbozó una encantadora sonrisa y respondió muy seguro: —Lo amo más que a nadie en el mundo.

—Con eso estoy tranquila —sonrió ella con sinceridad, limpiando una lágrima que bajaba por su mejilla. —Les deseo mucha felicidad… 

—Gracias… —le dolía verla tan frágil. Ella siempre fue muy fuerte y ver la manera madura en la que está aceptando las cosas, le hace sentir tranquilo. Aún así había algo que lo preocupaba. —Rosé…

—¿Uh? —alzó su mirada.

—Tu salud… ¿Te encuentras bien? —no pudo evitar preguntar con evidente preocupación, en verdad lucía enferma. Nunca la había visto así.

—¿Por qué lo preguntas?

—Estás más delgada y pálida… ¿Estás pasando por algo? ¿Necesitas ayuda?

Ella relamió sus labios y jugó con sus dedos. Nunca podía ocultarle algo a Hoseok. —-Yo… e-estoy embarazada.

🌻

Salió de su ensoñación gracias a un leve cosquilleo en su cuello, acompañado de chasquidos, junto con unas inquietas manos que se paseaban por toda la extensión de su cuerpo, mientras una fuerte respiración llenaba la habitación.

Ahogó un gemido cuando se sintió llenado. Jadeó cuando la primera estocada llegó, siguiéndole otra, y otra, y otra más… ya había perdido la cuenta de cuántas veces lo habían hecho. Ni siquiera se dio cuenta cuando se quedó dormido o cuánto tiempo durmió, pero al parecer había sido mucho tiempo, porque cierto alfa parecía desesperado.

—Y-YoonGi… —balbuceó. —ah… 

—Lo siento, lo siento… —jadeó con voz ronca sin dejar de moverse. —Lamento... despertarte…

El omega suspiró, limitándose a enredar sus piernas en la cintura de su alfa sin decir palabra alguna, solo soltaba bajos gemidos que fueron casi de inmediato silenciados, cuando los labios del mayor se posaron sobre ellos. Para Jimin, fue complicado seguir el beso, pues las estocadas que su alfa estaba dando en su interior, le quitaban el aliento.

Cuando finalmente llegaron al ansiado clímax y el nudo se hinchó, Jimin soltó un chillido al sentir el estiramiento en su interior. YoonGi gruñó sintiendo sus colmillos sobresalir, más se contuvo de morder a su esposo. Mejor mantuvo los labios en su cuello y dejar un par de lamidas y besitos en la abusada marca.

El joven rubio se quejó al tener el peso de su alfa, más no le pidió que se quitara. El nudo aún los mantenía unidos y Jimin se hallaba tan cansado que inclusive tener a su alfa encima suyo le parecía cómodo. El omega soltaba bajitos suspiros al sentir las suaves lamidas en la marca, lo cual aliviaba el leve escozor que aún sentía, gracias a las anteriores mordidas.

La semilla del mayor seguía vaciándose por montones en el interior de su amado esposo así que YoonGi suspiró, regando sonoros besitos en la suavecita y esponjosita mejilla de su menor, inhalando con fuerza su aroma a duraznos y canela. Jimin mantenía sus ojitos cerrados, disfrutando de los mimos que su alfa le dedicaba después de cada ronda. Llevó sus manos a la nuca de su mayor, dejando pequeñas caricias dulces que a ambos relajaban.

—Perdón por despertarte… —murmuró YoonGi con vergüenza contra la sensible piel.

—Tranquilo, no tienes porqué disculparte, lo entiendo… —Jimin odiaba que su alfa se disculpara cuando mantenían relaciones en su celo. Entendía lo difícil que era contenerse… pues durante el acto, los sentidos de YoonGi estaban mayormente nublados, pero cuando acababan una ronda, su amado Yoonie estaba de vuelta, disculpándose por todo, preocupado por saber si no fue muy brusco.

—No quería despertarte, de verdad… te veías tan cansado. —se sintió culpable.

—YoonGi, está bien… —acarició la espalda más grande y ajustó más el agarre que tenía en la cintura del mayor. Ambos soltaron un jadeo ante la leve presión, aún se encontraban unidos. —No tienes porqué sentirte así… cuando yo estoy en celo, haces todo por hacerme sentirme bien, a pesar de estar tan cansado por mi culpaa. —el pálido no dijo nada, solo se atrevió a volver a dejar besitos en el sensible cuello. —¿Qué hora es?

—Las tres de la tarde… 

—Oh qué rápido… ¿Qué? ¡La última vez eran las diez de la mañana! —el alfa asintió, más Jimin se removió un poco, tomando el rostro de su esposo entre sus manos y así mirarse a los ojos. —YoonGi… tu ¿aguantaste cinco horas?

Los ojitos del alfa parecían de perrito regañado, había sido atrapado. Este asintió despacio, sabiendo que su omega lo reprendería por ser tan imprudente.

—¡YoonGi! —aquí vamos… —¡Siempre haces lo mismo! Sabes que no tienes que hacer eso ¡Por dios! Fueron cinco largas horas —rodó los ojos con molestia. —entiende que te puede hacer daño contenerte tanto.

 El pálido abultó su labio inferior, mirando hacia abajo. Sabía que su omega tenía razón, pero no le parecía justo estar abusando de su cuerpo por tanto tiempo, Jimin también tenía derecho a descansar, aún si YoonGi sufría por unas buenas horas. Le importaba más que su omega se encontrara bien.

—Por favor, no vuelvas a hacer eso… —acarició su mejilla, viendo los ojitos tristes de su alfa. —Hemos hecho esto por años, no te preocupes por mi, el que importa en este momento eres tú.

—Te amo, mejillitas… —susurró con amor.

—Te amo más, gatito… —frotó sus narices, para después unir sus labios en un adorable besito.

Pero la ternura no duró mucho, pues en ese instante, el nudo había bajado, abriendo paso a una nueva erección. Las pupilas del alfa se dilataron, acompañado de una larga respiración y un ligero movimiento de caderas.

—E-espera… —la voz trémula de Jimin, logró que el pálido se detuviera y sus pupilas regresarán a la normalidad.

—¿Estás bien? 

Asintió. —Solo… —relamió sus labios. Y con eso, YoonGi entendió todo. Su esposo quería cambiar la posición.

Tomó al omega de las caderas y en movimiento hábil y rápido, invirtió las posiciones. Ahora el alfa estaba recostado de espaldas y Jimin sobre él, pecho contra pecho. Una sonrisita tímida apareció en los labios del menor, para después moverse con un poco de dificultad y quedar sentado en el regazo de su alfa, dándole una espectacular vista de su bello y delicado cuerpo.

Jimin echó sus rubios cabellos hacia atrás y sonrió al verse a él y a su alfa en el enorme espejo que estaba justo a lado de su cama. YoonGi notó la manera en que su amado mordió sus labios al ver sus figuras reflejadas. Una risita nasal salió e intentó levantarse un poco y así abrazarlo, pero Jimin lo empujó de nuevo contra las almohadas, dejándolo con la boca abierta.

Bueno ¿Quién es el que está en celo aquí?

—Oh Jiminnie… si tan solo tu amado hermano supiera que no eres tan inocente después de todo… —sonrió ladino, masajeando las prominente caderas, sintiendo como sus pupilas se dilataban nuevamente, haciendo crecer el calor en su interior. —Incluso me atrevería a decir que eres tú quien me pervierte…

El omega soltó una risita, y sus manos se posaron en el firme y pálido pecho, para así impulsarse arriba y abajo. YoonGi soltó una maldición ante lo bien que se sentía. —Solo cállate y disfruta, Yoonie…

—Oh Jimin, no sabes lo que has hecho, pequeño…

🌻

La garganta de Hoseok se secó ante lo dicho por la omega. ¿Había escuchado bien?

—Tú… ¿Es en serio?

—No es tuyo si te lo preguntas… es de Mino. —se abrazó a sí misma.

—Oh… ¿Cuánto… tiempo tienes?

—Tres meses… —respondió bajito.

—Entonces fue…

—Sí. —confirmó su duda. —fue ese día…

El ambiente se tornó tenso nuevamente. El alfa aclaró su garganta desviando su mirada. —Dime que… al menos él se está haciendo cargo y no te dejó sola en esto.

—Lo está haciendo, tranquilo… él y yo ahora estamos juntos.

Hoseok asintió. Regresó su mirada a ella. —Me alegra saber eso… pero ¿tu embarazo no va bien? En serio luces enferma, se supone que tendría que ser al revés ¿No?

—El médico dijo que mi bebé está absorbiendo todo de mí… pero que para el quinto mes probablemente comience a ganar peso. —explicó. —estoy con vitaminas.

Hoseok iba a decir algo, de no ser porque el aroma a flores y vainilla llegó hasta él. Cuando menos lo esperó, su omega ya estaba a su lado, mirándolos a ambos con curiosidad. Sujetó tímidamente el brazo de su alfa, para después mirar a la omega.

Se sentía muy inquieto al no estar con Hoseok, así que decidió salir. Una sensación incómoda se instaló en su pecho cuando se dio cuenta de que estaban más cerca. No le gustaba verlos juntos.

—Ustedes… ¿Eran pareja? —la pregunta inesperada dejó a ambos con los ojos muy abiertos y sin palabras. 

—Sí —respondió Hoseok. No quería ocultarle nada a su novio. —Lo fuimos hace un tiempo.

Inevitablemente, Taehyung frunció el ceño y de manera inconsciente, un pequeño y bajo gruñido salió de sus labios, sorprendiendo a los dos presentes.

—¿Taehyung? —el alfa miró a su chico, dándose cuenta de que esos ojitos azules brillaban. —Tú… ¿Gruñiste?

Soltó otro gruñido bajito, cuando vio a Rosé moverse, así que abrazó con más fuerza el brazo de Hoseok. A su lobo no le agradaba la omega. Abultó sus labios y con su vocecita quebrada preguntó: —¿L-la quieres mucho?

Hoseok negó de inmediato. —Cachorro, solo a ti te amo…

El brillo en los ojos del omega bajaron de intensidad al escuchar a su alfa decir eso. 

—Taehyung. —llamó ella sacándole otro bajito grr a Tae. —Tranquilo… escucha, lo de Hoseok y yo quedó atrás… él y yo, ya no sentimos nada el uno por el otro.

Trató de aclarar. Aunque Taehyung trataba de sonar amenazador, la verdad es que lucía y se escuchaba adorable. Pero después de escuchar eso, el dulce omega dejó de estar a la defensiva, solo un poquitito.

—¿E-en serio? —alzó su mirada para ver a Hoseok quien de inmediato asintió.

Rosé se acercó un poquito más a él y sujetó con cautela la mano Taehyung, quien la miró confundido. —Hoseok es un alfa maravilloso, te ganaste la lotería al tenerlo como tu alfa

Las mejillas del omega se pintaron de un lindo carmín al sentirse avergonzado. ¿Por qué le había gruñido? 

—Y tú también, Hoseok —volvió a hablar. —estoy segura de que Taehyung es grandioso además de hermoso… —Soltó la mano y retrocedió un par de pasos. Esto ya era demasiado para ella y su corazón. —Me tengo que ir… 

Y sin permitirles decir palabra alguna, salió del establecimiento lo más rápido que pudo. El corazoncito de Taehyung se oprimió al verla triste, así que soltó el brazo de su alfa y salió detrás de ella. Por suerte la alcanzó pronto, pues no podía correr muy bien debido a su estado… pero una vez Taehyung la alcanzó, tomó su mano con una expresión angustiada, ella se detuvo confundida al verlo.

—Gracias por ayudarme… 

Taehyung se había sentido mal al verla irse, además recordó que en ningún momento le había agradecido cuando llegaron hasta donde Hoseok. Ella se había portado muy amable con él y Taehyung le había gruñido y eso lo hizo sentir mal… 

Rosé le mostró una pequeña sonrisa. —No tienes por qué agradecer… —acarició su mano para después soltarla. —con sinceridad, espero que sean muy felices… 

🌻

Cuando llegaron de nuevo a la suite, Hoseok tenía pensado hablar con Taehyung sobre lo sucedido. Pero le fue imposible hacerlo, pues SeokGi se había puesto insoportable y no dejaba de llorar, así poniéndolos a ambos en apuros.

Ya habían intentado con darle de comer, hacerlo dormir, cambiarle el pañal, pero nada funcionaba. Hoseok y Taehyung estaban a punto de acompañarlo en su llanto si no se calmaba. ¿Y si algo le dolía?

—Creo que extraña a Jimin… —pensó Hoseok en voz alta, caminando con el bebé en su pecho.

Entonces al poco tiempo se le ocurrió, ir en busca de alguna prenda de su hermanito. Grandiosa idea, pues al momento en el que SeokGi percibió el aroma de su padre en la prenda, calmó su llanto gradualmente, hasta que poco a poco se quedó dormido.

Después de haberlo dejado en su cunita, Taehyung entró sigiloso a la habitación al darse cuenta de que SeokGi ya se había dormido. Hoseok se acercó a él, tomó su mano y lo sentó a su lado en la orilla de la cama.

—Ya se durmió… —mencionó Hoseok bajito.

Taehyung sonrió aliviado. SeokGi había llorado mucho y él no sabía cómo calmarlo, así que todo el trabajo lo hizo el alfa.

—Hoseok… yo no quería gruñir, no sé por qué lo hice… —comentó cabizbajo.

—Tranquilo, está bien… —lo acercó a él, dejando un beso en sus suaves cabellos, Tae asintió.

Hoseok sentía un ligero cosquilleo en su barriga al recordar cómo Taehyung había gruñido. ¡Él lo había celado!

—En unas horas más es la fiesta de la empresa —acarició su nuca. —¿Estás listo para ir?

Asintió. —Nunca he ido a una fiesta… —jugó con sus dedos tímidamente. —No me separaré de ti, lo prometo… 

—De acuerdo —rió bajito. —yo tampoco planeo separarme de ti…

Taehyung dejó salir un pequeño bostezo cosa que llamó la atención del alfa. —¿Quieres dormir una siesta? La fiesta es hasta en la noche y no podrás dormir a la hora que usualmente lo haces —tocó su nariz. —así tienes más energías para bailar~

—Pero yo no sé bailar —puso sus ojos de cachorrito y abultó sus labios.

—Pero yo sí —se rió colocándose de pie y estirando su mano hacia su omega, quien de inmediato la tomó, alzándose en su lugar.

—Mira, comenzaremos con un baile lento… —Lo tomó de la cintura y lo atrajo a su cuerpo, pecho contra pecho. Taehyung se sonrojó mirando al alfa hacia arriba. —tú, rodea mi cuello con tus brazos… así… ahora, trata de seguir mis pasos.

Todo lo decía con una voz tan baja y ronca que lograba poner al lindo ojiazul nervioso. Los labios de Hoseok quedaban a la altura de los ojos del sonrojado omega y eso solo hacia que sus nervios aumentarán. Estaban muy juntos… mucho…

Lentamente, Hoseok comenzó a moverse a los lados. El omega logró seguir esos pasos con facilidad… poco a poco el alfa comenzó a avanzar por la habitación, acompañado de los torpes pasos de Taehyung quien se enredaba con sus pies.

Jung soltaba bajas risitas junto con las de Taehyung, era un pequeño momento romántico y divertido a la vez, ambos se sentían tan íntimos en ese momento y sobre todo, contentos. 

Pasaron un par de segundos para que el de hebras platinadas, siguiera los pasos de Hoseok alrededor de la cama, cuidado de no hacer mucho ruido para no despertar a SeokGi. 

Hoseok solo susurraba bajitos un, dos, tres, un, dos tres. Pues a la cuenta de un tres, las piernas de Taehyung chocaron con la cama, logrando que perdiera el equilibrio y así, terminaran sobre la cama.

Ambos comenzaron a reírse bajito entre ligeros shh… hasta que abrieron sus ojos y se fueron cuenta de la posición en la que se encontraban. Hoseok había terminado sobre Taehyung, ambos con sus rostros muy cerca y sus labios rozando.

Vaya… otro dejavú.

Los recuerdos de aquella vez en la que rodaron por la colina y terminaron rodeados de girasoles, llegaron a la mente de ambos, coloreando sus mejillas de un bello escarlata. Solo que… en aquella ocasión aún no se podían besar.

Las respiraciones de ambos chocaban, al igual que sus miradas. Los ojos de ambos comenzaron a brillar al verse tan de cerca, sus labios rozaban y ninguno decía nada…

—Tae-

Silencio. Las palabras de Hoseok fueron cortadas cuando el precioso omega, terminó con el poco espacio que los separaba y unió ambos labios. Hoseok sonrió con ternura al darse cuenta de que su amado novio, le había robado un beso una vez más.

Los labios de ambos comenzaron a moverse con parsimonía, disfrutando de los toques… a pesar de los ligeros movimientos inexpertos de parte del menor, ellos lo estaban disfrutando… las manos de Hoseok se paseaban por los cabellos de su omega mientras ambos mantenían sus ojos cerrados, disfrutando de las sensaciones.

Inconscientemente, Taehyung comenzó a acariciar la nuca de su alfa de manera silenciosa. Todo sin dejar de saborear mutuamente sus labios. Y Hoseok no entendió cómo, pero el beso que comenzó como un toque inocente, empezó a subir de intensidad… quizás estaba alucinando y ese sonido de respiraciones fuertes era porque se estaban quedando sin oxígeno… o quizás no.

—Taehyung… —susurraba entre besos. —Oh cachorro…

El menor suspiró tratando de tomar aire, comenzando a sentirse extrañamente acalorado. —Ho...seok… 

Con un sonoro chasquido, sus labios se separaron y unieron sus frentes, mientras ambos jadeaban aún manteniendo sus ojos cerrados. —Cariño, eso fue… 

—M-me gustó… —confesó con su rostro enrojecido. —¿Podemos… hacerlo o-otra vez?

Hoseok abrió sus ojos los cuales brillaban de un intenso dorado. Rápidamente se encontró con la brillante y cristalizada mirada zafiro de su omega, y sus mejillas rojas como tomate. En definitiva, Hoseok no podía decirle que no.

—Oh, cachorro… —murmuró rozando sus labios tentativamente. —Estás jugando con fuego…

Y volvieron a besarse, con algo de desesperación… igual de intenso… hasta que el llanto de SeokGi, los obligó a separarse. ¿Ups?

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JAHDJAJDJ AGRADEZCO A YOYITO BB POR ESTE EDIT QUE MANDÓ AL GRUPO DE WHATSAPP❣️🌻❣️✨🌻✨❣️✨🌻✨❣️✨🌻✨ son tan ocurrentes mis preciosos girasoles LOSAMOX1MILLÓN❣️

AAAAAA ¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO? ¿Como vieron la situación con Rosé? ¿El yoonmin?7u7 y ese besito intento de nuestro poderosísimo HopeV adgdjwkwjdj AAAAMO SUS COMENTARIOS así que quiero leer sus opiniones del capítulo sisisi son muy importantes para mí❣️🌻

Nuevamente les pido que se cuiden muchísimo en cuanto al tema del COVID-19 los quiero a todos sanos y salvos a ustedes y a sus familias.❣️

Sin más, me despido. ¡Gracias por leer My Sunshine! Me hacen muymuymuuuuy feliz~🤧❣️ ¡Les mando muchos besitos y abrazos y gatitosh!~ ¡Nos leemos en el próximo capítulo!✨🌻✨❣️🌻🌻✨❣️🌻✨🌻✨❣️🌻✨✨

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