🌻•Capítulo 32
《🌻》
Un encantador omega, estaba sentado sobre su cama con las piernas entrelazadas. Sonreía mientras veía su celular, pues recién terminó la llamada que tenía con su novio.
Dejó salir un bostezo, antes de apagar el teléfono y dejarlo en el buró de a lado. Estiró sus piernas y se cubrió con su manta. Apenas habían pasado siete horas desde que Hoseok se fue y ya lo extrañaba mucho. Sacudió su cabeza para dejar de pensar en ello y mejor ponerse a dormir.
Estaba por apagar la pequeña lámpara a su lado, de no ser porque su abuelita entró a la habitación. Taehyung sonrió al verla. —Hola abuelita...
La mujer asintió antes de sentarse en la orilla de la cama y acariciar los cabellos de nieto. —Hola, mi niño… estoy curiosa por saber cómo te la pasaste allá en la ciudad.
—¡Muy bien! —saltó en su lugar— me divertí mucho, conocí muchos lugares y comí mucha comida muy deliciosa… ¡Oh! Y la casa de Hoseok es muuuuuuuy alta, ¡Podía ver toda la ciudad desde el balcón!
—Me imagino… me alegra mucho, mi niño —se rió— ¿Dónde dormías?
—Hoseok me dijo que yo durmiera en la habitación de Jiminnie, —la mujer respiró aliviada— ¡La cama era muy esponjosa, abuelita! Y Hoseok puso una luz de noche, de estrellas por si me despertaba y no estuviera oscuro.
Taehyung estuvo contándole por alrededor de media hora, cada detalle de las más mínimas cosas que recordaba. Y la abuela estaba más que contenta de escuchar a su nieto hablar tan entusiasmado pero sobre todo, feliz.
—Osito… tú, ¿Que sientes por Hoseok?
La beta ya sabía que su nieto estaba enamorado de aquel alfa desde hace tiempo atrás, solo que este aun no entendía… pero la noche anterior, Hoseok le contó que Taehyung lo descubrió todo por sí mismo…
—Oh… —se sonrojó. —y-yo, lo quiero mucho… estoy enam- —jadeó cubriéndose la boca. —No puedo decirte, abuelita
La mayor se rió bajito, acariciando el cabello de su niño para calmarlo. —Tranquilo, puedes decirme, ya hablé con él… te gusta, ¿eh?
Asintió avergonzado. —Mucho… abuelita, ¿estoy enamorado?
—Desde hace un tiempo, pequeño… —murmuró enternecida.
—Hoseok me hace muy feliz y también me hace reír… me gustan mucho sus abrazos y… y sus besitos… —bajó el volumen de su voz.
—Ah… ¿Con que ya se han dado besitos? —cuestionó con una ceja enarcada, fingiendo no saber.
Sacudió su cabeza de manera afirmativa. —Cuando él me quiere besar, me pide permiso… también yo le pregunto si puede hacerlo… —llevó ambas manos a sus mejillas, tratando de bajar el calor. ¿Por qué era tan vergonzoso hablar de esto?
—Ya veo… eso es muy educado de su parte —sonrió satisfecha. —pero si ya se dan besitos, ya deben ser novios, ¿No es así?
—¡Él me preguntó si yo quería ser su pareja! —exclamó muy feliz. —¡Y le dije que si!
—Mi niño ya tiene una relación… —lo abrazó con dulzura. El omega se rió bajito. —Escúchame, Taehyung… —El ojiazul se separó del abrazo, para mirar a su abuela con atención. —Me alegra mucho que Hoseok te haga feliz… pero nunca permitas que te haga sentir mal o que te lastime… tampoco que te haga llorar —la abuela tomó la mano más joven— puedes llorar de alegría de emoción o nostalgia, pero no permitas que te haga llorar porque te hizo sentir mal… y tampoco permitas que te haga hacer algo que tú no quieres o que no te haga sentir cómodo… tu solo explicale que no te sientes a gusto haciendo tal cosa y él debería de entenderlo…
Taehyung asintió, después de escuchar atentamente todo. Pero… ¿Por qué Hoseok me haría llorar o me haría hacer algo que no quiero?, pensó. No comprendía porqué su abuelita le decía eso…
Aún así, las palabras quedaron grabadas en su cabecita…
🌻
Taehyung sollozaba de rodillas, a lado de la cama de su abuelita quien se negaba a despertar. Se había tranquilizado un poco, cuando recostó su cabeza en el pecho y logró escuchar los lentos latidos.
Hace dos horas atrás, estaba por quedarse dormido con el celular en mano, esperando la llamada diaria de Hoseok, cuando escuchó que su abuela se estaba quejando. Así que salió de la cama y fue a averiguar cómo estaba, ella se tocaba el pecho con una expresión adolorida. Taehyung por su puesto que se asustó, pero la mujer lo tranquilizó diciéndole que con sus medicamentos se sentiría mejor.
Como buen nieto, fue por un vaso de agua y le entregó las pastillas en la mano, segundos después ya las había tomado. No pasaron ni dos minutos cuando YoungMi dejó de quejarse, pero al mismo tiempo cerró los ojos y por más que el preocupado omega trataba de despertarla, no lo lograba.
Estaba asustado, demasiado. No tenía idea de qué hacer. Entonces su cabeza reaccionó, fue hasta su habitación, de puso sus pesadas y gruesas botas, y por último una chaqueta para que lo cubriera del frío y la nieve.
Sin más, salió de la casa y corrió hasta la casa del señor Choi, estaba un poco lejos, diez minutos a pie, pero él corrió, corrió lo más que pudo bajo esa nieve y ese inmenso frío de diciembre. Llegó en cinco minutos, saltó la valla de madera, preocupándose al ver todo oscuro. Tal vez ya estaban dormidos, ¿Verdad?
Pero no, por más que golpeó la puerta y llamó a gritos al señor Choi, este nunca salió. No estaba, no había nadie ahí dentro. Las lágrimas humedecían las mejillas del angustiado omega. Sus opciones se habían acabado… ¿Ahora que haría?
—Hoseok… —murmuró para sí mismo, dejando ver el vaho que salía de su boca a causa del frío. Y volvió a correr lo más rápido que podía, la nieve le dificultaba un poco sus pasos, además de que el frío le hacía complicado respirar, logrando que sus fosas nasales ardieran y su nariz tomara una tonalidad rojiza.
Finalmente llegó completamente agitado, sacudiéndose la nieve de su cabello y ropas. Se fue directo a la habitación de su abuela, encontrandola en el mismo estado. Con la preocupación a mil, tomó su celular que había dejado en la cama, e intentó hacer bien cada paso para iniciar una llamada…
—Hola, cachorro —contestó. Las lágrimas volvieron a bajar en cuanto escuchó su cálida voz. —Lo siento, me distraje en una cena…
Taehyung sollozó. —M-Mi abuelita…
—¿Qué?
—M-Mi abuelita… —sin evitarlo más, su voz se quebró. —N-No reacciona…
—¡¿Qué?!, ¿Qué pasó?
—Ella dijo que le dolía el pecho y… y ahora no quiere d-despertar...
Entonces Hoseok recordó aquella vez… en el celo de Taehyung, cuando ella lo atrapó cuidando del omega. Salió de la habitación a hablar con ella, y mientras le apuntaba con su arma, se le había salido un disparo al techo, en tanto la abuela se tocaba el pecho con una expresión de dolor.
—Okay, trata de tranquilizarte… —trató de no sonar alterado para no asustar más a su omega. —Voy para allá.
—¿D-De verdad?
—Sí, pequeño… escucha, está nevando, trataré de llegar lo más rápido posible, te estaré llamando en el camino…
—Está bien… —murmuró bajito, tallando sus ojitos.
—Te veo pronto, cachorro… —colgó
—Llega rápido…
🌻
En cuanto la puerta principal fue golpeada, Taehyung bajó corriendo las escaleras lo más rápido que pudo. En cuanto llegó a la puerta, sus ojitos de humedecieron y se lanzó a los brazos de su alfa, sintiendo como era inmediatamente sostenido. El omega sollozaba contra el pecho de su mayor, mientras este acariciaba la espalda más pequeña.
Le dolía en el alma escucharlo llorar…
—Ya estoy aquí… tranquilo… —besó sus cabellos, sin detener las caricias.
Después de quedarse un par de minutos de esa manera, donde él omega trataba de relajarse con la calidez y aroma del alfa. Cerraron la puerta, para después subir las escaleras. Taehyung le explicó que llevaba alrededor de dos horas de esa manera. Hoseok tomó su pulso y se tranquilizó al sentirlo relativamente normal. Al parecer, ahora se encontraba dormida…
Taehyung no quería separarse de ella, así que trajo mantas para tender en el suelo. Después de acomodar bien las mantas, Taehyung se sentó con su espalda recargada en la pared, viendo a su abuelita dormir… segundos después, Hoseok ingresó a la habitación con una gruesa cobija para el frío, se la tendió a su omega en la piernas y luego se sentó a su lado, Taehyung lo cubrió también.
Muy juntitos, hombro con hombro, brindándose calor mutuamente… Hoseok los cubrió bien a ambos, mientras tomaba la mano del más joven por debajo.
—Ella va a estar bien, ¿Verdad? —preguntó con voz pequeña, dejando su cabeza recargada en el hombro de su mayor. Era medianoche y moría de sueño.
No sabía cómo responder. —Duerme… yo estaré atento a ella, ¿De acuerdo? —besó su frente, dejando caricias en su cabello, mientras deseaba con todas sus fuerzas que la abuela pronto se sintiera mejor.
Y Taehyung ya no dijo ninguna palabra. Por más que quería mantenerse despierto, no podía. Sus párpados pesaban mucho, estos se cerraban constantemente en su lucha por mantenerlos abiertos. Además, sumándole el aroma y caricias de su alfa, era imposible no dormirse.
Cuando Hoseok finalmente sintió el peso del cuerpo de su omega completamente recargado en su costado izquierdo, supo que al fin se había dejado vencer por el sueño. Dejó escapar un suspiro mientras comenzaba a divagar en su cabeza.
De verdad esperaba que YoungMi se encontrara mejor. Y si no notaba mejoría alguna, se compromete a llevarla a tratar a ciudad. A Taehyung se le rompería el corazón si algo le pasa a su amada abuela. Y a Hoseok le dolería tanto ver a su omega sufrir una pérdida más en su vida…
Es el único familiar de sangre que le queda… sí el único, porque aquel sujeto no era su padre. No desde que despreció a Taehyung cuando se enteró de su existencia y cuando intentó atentar contra él, cuando solo tenía minutos de nacido. Ese alfa no tenía el derecho de ser llamado padre.
Suspiró una vez más, tecleando en su celular. Después de enviar unos mensajes, lo guardó en su bolsillo. Le echó una última mirada a la abuela, para a continuación recargar su cabeza con la de su omega. Cerró sus ojos por unos minutos, ladeó un poco su cabeza, dejando reposar sus labios sobre los rubios cabellos, dejando de manera inconciente unos cuantos besitos, mientras frotaba su nariz con suavidad, y con su mano libre, acariciaba el brazo de su menor que no alcanzaba a cubrirse con la cobija, para brindarle calor….
Era tan agradable y conciliador hacer eso… se sentía tranquilo el tener ese pequeño momento dulce, íntimo y completamente inocente con su omega… que se sobresaltó al escuchar el sonido de las sábanas moverse y el de una voz
—Que lindos se ven…
Hoseok abrió sus ojos, encontrándose con la mujer mirándolos. Aún estaba recostada, pero mantenía su cabeza ladeada, con sus ojos expresando ternura. El alfa se sintió tan aliviado al verla despierta…
—Señora… —intentó moverse, pero un peso en su hombro se lo impidió. —Oh…
Se movió con lentitud, sin dejar de sostener a Taehyung de la nuca y espalda, hasta acostarlo sobre las mantas. Una vez acomodado, lo cubrió hasta el cuello con la gruesa cobija. Entonces el pelinegro pudo acercarse a la cama.
—¿Qué haces aquí, muchacho? —su voz era baja.
—Taehyung… me llamó llorando mientras me decía que usted no reaccionaba… vine aquí lo más rápido que pude… —explicó. — Me alegra verla despierta, ¿Cómo se siente?.
La mujer se quedó en silencio, pensando su respuesta.
—Por favor, no me diga que es su corazón… —suplicó.
Ella suspiró. —Ya estoy vieja… mi corazón está agotado…
El rostro de Hoseok se entristeció. —YoungMi… permítame llevarla a un hospital, estoy seguro de que ahí podrán solucionar su problema
Ella sonrió al ver la sincera preocupación en sus palabras. —Agradezco tu generosidad… pero me tengo que la rechazaré… —Hoseok abrió la boca, más no pudo decir nada. —Como te dije, ya estoy vieja, Hoseok… he vivido setenta y nueve años, mi corazón ya no funciona bien y… estoy cansada.
—Pero… —mordió su labio. —¿Qué hay de Taehyung? Él la ama demasiado, sufrirá mucho si usted se va…
—Mi niño… —le dio un vistazo, esbozando una pequeña sonrisa al verlo dormido. —Lo he cuidado por tanto tiempo… tenía miedo de morir y dejarlo solo y desprotegido —suspiró— pero llegaste tu, y me has demostrado cuánto amas a mi pequeño. Sé que contigo estará a salvo… no hay ningún rastro de malicia en ti, Hoseok… eres la persona perfecta para estar a lado de Taehyung…
Los ojos del alfa se habían cristalizado al escuchar tales palabras. Se sentía conmovido, pero también dolido… ella… ¿Ella se estaba despidiendo?
—Señora, no dude de que cuidaré de Taehyung con mi vida… —su voz se quebró— pero, por favor no se rinda… usted tiene que ver a Taehyung ser un adulto logrando muchas cosas… ¿Le cuento algo? a él le gustaría entrar al mundo del modelaje, ¡es muy talentoso! —sacó su celular buscando unas fotografías— m-mire… el día que lo llevé a mi empresa uno de mis mejores publicistas le tomó estas fotos, Taehyung estaba muy emocionado…
YoungMi miró la pantalla con asombro. Su niño de verdad se veía muy bien.
—Taehyung es un chico muy talentoso, ¿Le mostró las fotografías que tomó el mismo con su celular?, le quedaron perfectas. Tengo planeado obsequiarle una cámara profesional y una instantánea.
La abuela veía la ilusión en los ojos del alfa. Hablaba con tanta emoción al pensar el los logros futuros de Taehyung. Él lo estaba impulsando a hacer cosas diferentes y Taehyung se veía feliz con ello.
—Sigue así, por favor… —jadeó bajito llevando una mano a su pecho. El alfa se alarmó pero ella negó. —E-Está bien…
Tomó aire un par de veces, mientras Hoseok sentía impotencia. Afortunadamente ya había pedido a una ambulancia a la cual envió la ubicación, solo esperaba que no se les complicara encontrar el camino y que no tardaran tanto en llegar.
—I-Impulsa a mi osito a… —suspiró. — a hacer cosas que sean de su agrado… tienes mi entera confianza…
—Usted debería verlo hacer todo eso… —insistió.
Negó despacio. —Hoseok, sé que tal vez me estoy apresurando a decirte esto pero… te otorgo mi bendición…
—¿E-Eh?
—Sé que en un futuro, quizás ustedes dos se casen, pero para ese entonces yo no estaré… —jadeó al sentir otra punzada. Sus ojos se cristalizaron. —Así que te doy mi bendición ahora… por favor, haz a mi nieto muy feliz…
—Señora… se lo prometo —una lágrima bajó por su mejilla, pero se apresuró a limpiarla. —pero por favor, déjeme ayudarla…
—Con cuidar de Taehyung ya me estás ayudando. Me siento tranquila de que seas tú, quien estará con él…
Hoseok relamió sus labios. A pesar de las amenazas con escopeta que tuvo, le tomó un gran aprecio a la abuela. Ella solo mantenía esa faceta de dura y fuerte, para proteger de su nieto. Y la entendía… pero ahora verla, así de frágil, le rompía el corazón.
—¿Abuelita? —el omega abrió sus ojos en sorpresa, para rápidamente salir debajo de la cobija y acercarse a la beta con muchísima alegría. —¡Abuelita!, ¡Estás bien!
Taehyung se había lanzado a sus brazos al verla finalmente despierta. Llenaba su rostro de besitos con tanto entusiasmo. A Hoseok le dieron ganas de llorar… pues su omega sufrirá muchísimo con la desición que la mujer había tomado. Y con todo el dolor del mundo, había cancelado a la ambulancia. Ella ya había tomado una desición y ya no la iba a hacer cambiar.
El alfa se había alejado un poco para darles su espacio. La manera en que Taehyung abrazaba a su abuela y le decía lo aliviado que estaba porque despertó, le dolía. No está preparado para ver esos ojitos llenos de lágrimas. Era injusto que ella se diera por vencida, cuando podía tener la oportunidad de ver a su nieto tener una buena vida.
Pero ella dijo que ya estaba cansada…
Entonces… ¿Ella solo estaba resistiendo todo este tiempo? La abuela solo esperaba a que alguien bueno llegara a salvar a su nieto y saber que lo dejará en buenas manos, ¿Para ya poder descansar?
—Te amo demasiado mi niño, no lo olvides… —dejó un dulce y largo beso en su frente.
Soltó una risita. —Yo también, abuelita, ¡Mucho!. —YoungMi miraba a su nieto, sintiendo como sus ojos se cristalizaban. Acarició su cabello y peinó su fleco hacia atrás. Había crecido bien… había hecho un buen trabajo… ahora era su turno de crecer por sí mismo. —¿Por qué lloras?
Ella negó restándole importancia. Y con un movimiento de mano, le pidió a Hoseok que se acercara. Este se acercó sigiloso estirando sus labios en una minúscula sonrisa al ver a su omega sonreírle.
—¡Mira, Hoseok! —dio saltitos en su lugar. —¡Mi abuelita ya está bien!
No lo está. —Ella es muy fuerte, ¿Verdad? —acarició sus cabellos, plantando un pequeño besito.
Asintió con entusiasmo sin quitar esa preciosa sonrisa cuadrada. La abuela sonrió por la manera inconciente en la que el alfa le dedicaba pequeñas muestras de afecto. Tomó la mano izquierda de Hoseok y la derecha de Taehyung, para después unirlas. La dulce parejita se sonrojó, pero aún así entrelazaron sus dedos e intercambiaron miradas tímidas.
—Que lindos se ven así, juntos…
El omega se rió bajito, apegándose más a su alfa para cubrir su rostro avergonzado. —Taehyung es el dueño de mi corazón… —murmuró, dejando otro beso en sus cabellos. —No la decepcionaré, se lo prometo…
—Más te vale, si no, me apareceré en las noches y te tomaré de los pies… —intentó bromear, pero solo logró que la expresión de Hoseok se entristeciera.
—¿Cómo aparecerte en las noches, abuelita? —preguntó Taehyung confundido.
—Es un chiste, osito… —tocó su mejilla regordeta. —Les deseo una larga vida juntos, llena de felicidad y amor…
Justo esa noche, Taehyung sintió la necesidad de dormir con su abuela. Se durmió abrazándola, mientras ella paseaba sus dedos entre las suaves hebras, una y otra vez. Hoseok los miraba descansar, desde aquel tendido. No podía dormir, la angustia se lo impedía.
Para él no habría sido problema costear todo lo del hospital y si necesitaba operación, él estaba dispuesto a pagar todo. Incluso a cuidar de ella en el proceso de recuperación. Le dolía el hecho de no haberse cerciorado de que algo andaba mal con ella…
Había amanecido y Taehyung se había despertado con mucho frío. Su abuelita ya no lo abrazaba, ella estaba recostada sobre su espalda, mientras su pecho subía y bajaba lentamente. Sonrió, y antes de ponerse de pie, besó su mejilla.
Salió de la cama, pero Hoseok no estaba en la habitación. Bajó las escaleras, mientras refregaba su rostro con sus mangas. Sonrió enormemente al verlo sentado en uno de los sofás, mientras escribía en su celular. Tenía una taza de café humeante en la mesa de centro, para tratar de mitigar el fuerte frío de diciembre.
Detuvo su teclear, cuando unos pasos provenientes de las escaleras se acercaban. Su precioso omega se acercó con una enorme sonrisa, para luego lanzarse a sus brazos mientras le deseaba buenos días. —¡Buenos días, Hoseok!
—Buen día, cachorro… —besó sonoranente su frente. —¿Cómo amaneciste?
—¡Muy bien! —se apegó más a él cuál minino, logrando sacarle una baja risita al alfa.
—¿Y tú abuelita?
—Está dormida, ya no tarda en despertar. —se puso de pie— debería llevarle una taza de café, toma una todas las mañanas desde que llegó el invierno.
—Buena idea… ¿Por qué no vas a despertarla? Yo prepararé su café
Taehyung asintió, para después irse rumbo a las escaleras. Hoseok se puso de pie, entró a la cocina y puso a calentar un poco de agua en la estufa. ¿Cuánto tiempo estarían en la incertidumbre?... Solo un día, el corazón de YoungMi fallará y ya no habrá vuelta atrás.
Tenía miedo de que Taehyung estuviera solo con ella, cuando ese horrible día llegara. Sin más, suspiró y cuando vio que el agua comenzaba a hervir, le apagó a la estufa. Pero un grito lo hizo petrificarse en su lugar.
—¡Hoseok!
Ay no… no ahora…
Dejó lo que estaba haciendo, y subió al piso de arriba lo más rápido que pudo. Sentía que su corazón se le iba a salir. Y sin siquiera estar preparado, entró a la habitación, doliéndose por la triste imagen frente a él.
—Ho-Hoseok… —hipaba tomando la mano de su abuela. —No despierta, s-se ve muy rara…
Era cierto, se hallaba pálida.
—N-No escucho… —sollozó. —No escucho su corazón
Se acercó a ella, y acercó su oreja a su pecho. Nada… tomó su mano tratando de percibir el pulso pero obviamente era en vano. No había nada…
Ahora... ¿Cómo decirle al amor de tu vida que acababa de perder a un ser querido?. Hoseok bajó su cabeza, tratando de contener sus lágrimas. —Cachorro… ella… e-ella…
—¿M-Mi abuelita está…?
El alfa asintió y justo en ese momento, Taehyung sintió cómo su mundo se caía a pedazos. Cubrió su rostro con sus manos comenzando a negar silenciosamente. Hoseok se acercó a él y lo rodeó fuertemente con sus brazos. El llanto comenzó a aumentar gradualmente, acompañado de las sacudidas de su espalda.
—N-No... M-Mi abue-lita… —lloró con fuerza contra el pecho del alfa. —¡Mi abuelita!
—Lo sé… —sintió una lágrima bajar por su mejilla. Frotaba la espalda de su omega una y otra vez. —Lo sé, cachorro… llora, no te contengas…
A pesar de que Hoseok lo estaba abrazando, Taehyung se sentía solo. Sólo en medio de la nada…
Aún así, se aferró a la ropa del alfa, dejando salir su llanto con una increíble fuerza y dolor en su corazoncito… una vez más, había perdido a alguien.
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Y este... AaaAaa LO SIENTOooOooO aunque no lo crean sufrí escribiendo esto.
¿Que les pareció el capítulo? La verdad, no siento que me quedó muy bien pero traté de hacerlo lo mejor que pude ay TuT lo siento abuelita:( les regalo pañuelos y bolillos pal mal rato(? 🥺
Y weno, no sé que más decir asdfghjklñ, muchas gracias a todas esas personitas que se unieron al grupo de WhatsApp~ y bueno... siempre se los diré: los amo mucho mucho muuuuuuuuuuuuucho, gracias por su amor y apoyo mis preciosos girasoles, les mando muchos besitos y abrazos.💓🌻✨💓💓🌻✨💓🌻✨💓🌻✨
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