🌻•Capítulo 29

《🌻》

Hoseok mantenía sus manos en la espalda del menor, con una expresión de shock en su rostro. ¿De verdad había besado a Taehyung?. Bueno, en sí, no fue un beso beso, más bien fue un piquito, uno pequeñito, apenas un toque de labios. 

Sabía que su lobo haría algo imprudente, aunque… si tocaba la espalda de Taehyung, esta se hallaba tibia, eso quería decir que la fiebre había bajado un poco… Pero, ¿Debía decirle ya? Confesarle sus sentimientos en este mismo instante…

Atrapó su labio inferior entre sus dientes, para después mirar los claros cabellos que tocaban su mentón. Tristemente y para susto del alfa, Taehyung se había desvanecido contra su pecho, después de haber mantenido sus labios unidos por un par de segundos. Eso obviamente, preocupó y asustó a Hoseok, quien tras intentar despertarlo no tenía éxito, llamó a su médico explicándole lo sucedido a lo cual él respondió con calma, logrando tranquilizar al alfa. 

Supongo que fue la primera vez que cambió personalidad con su lobo, eso debió drenar sus energías. —explicó. —Fue mucha carga para su mente así que lo mejor es dejarlo descansar. No puedo decirte exactamente cuánto tiempo estará dormido pero sí podría ser todo el día. 

Sin duda, eso entristeció al alfa, pues él amaba verlo despierto, caminando por todos lados, como el cachorro curioso y lleno de energía que era. Pero solo importaba que se recuperara. Pensó que sería mejor llamar a Jungkook y avisarle que no iría para que así le mande los documentos que tenía que revisar y firmar, entonces le daría el día libre a su asistente. Hoseok se quedaría con Taehyung y lo cuidaría el tiempo necesario. 

Pero hubo algo que JeongHan le dijo que de verdad desanimó a Hoseok. —Cuando despertó, tal vez aún no se encontraba en sus cinco sentidos, así que cuando despierte en unas horas, probablemente no recuerde lo que hizo en ese pequeño lapso que despertó después de su lobo. 

¿Taehyung no recordará el pequeño beso? 

Bueno, el médico dijo probablemente, así que hay una probabilidad de 50/50 a que recuerde u olvide lo sucedido. 

—Por favor, recuérdalo… —murmuró sobre los suaves cabellos, antes de dejar un dulce beso en ellos, mientras acariciaba su espalda con dulzura. 

Se prometió que cuando su omega despertara, le diría todo, absolutamente todo lo que siente por él.

—Tengo una idea… 

Un con un lindo brillo en sus ojos, comenzó a planear en su mente todo lo que haría para cuando Taehyung despertará. Pero primero necesita hacer unas llamadas y por supuesto, necesitaría ayuda de su hermanito. 

🌻

—Hoseok, mira estas fotogra- —empujó la puerta de la oficina superior pero se detuvo al ver a alguien más ahí dentro. —Oh… Hola, jefe… —su tono de voz cambió a uno seductor, al encontrarse a uno de sus alfas sentado en la silla donde debería de estar Hoseok. 

—Hola, Jinnie… —saludó dándole una mirada rápida acompañada de una pequeña pero dulce sonrisa, para casi de inmediato regresar su vista a unos documentos que se encontraba ordenando en unas carpetas.  

—¿Qué haces, Kookie? —se acercó, dejando sobre el escritorio las fotografías que traía en su mano derecha, para después colocarse detrás de su alfa, y observar con atención lo que hacía, mientras posaba ambas manos sobre la silla presidencial. 

—El Señor Jung no vendrá hoy y me pidió que le enviara unos documentos para revisarlos en su hogar. —explicó sin alejar la vista de los papeles. 

El omega asintió, optando por mantenerse en silencio para permitir que su alfa se concentrara en lo que hacía, mientras él sólo observaba, masajeando sutilmente los hombros de su pareja. Minutos después, supo que este había concluido cuando cerró la carpeta y alzó el teléfono de escritorio para hacer una rápida llamada. No pasaron ni dos minutos, cuando un chico entró a la oficina tomando la carpeta, después recibió las indicaciones de Jungkook y entonces se fue.

Jeon se recargó en el respaldo de la cómoda silla, permitiéndose relajarse al sentir los suaves y satisfactorios masajes en sus hombros. —Tengo todo el día libre… 

—¿Ah, sí? —Jungkook asintió mirando hacia arriba para mirar a su omega. SeokJin esbozó una minúscula sonrisa y se acercó para unir sus labios con dulzura. 

El joven alfa suspiró gustoso, sintiendo como su chico se separaba. Jungkook sonrió, para después palmear sus piernas. El mayor captó el pedido de inmediato, y con un par de pasos, ya se hallaba sentado en el regazo de su alfa, sintiendo como su cintura era rodeada y acariciada. 

Jin también pasó un brazo por el cuello de su alfa, para después unir sus cabezas en un acto dulce. —Puedes ir a casa a descansar… iría contigo, pero aún tengo varias cosas que hacer. 

Jeon hizo un puchero. —Pero no quiero estar solo… 

—¿Acaso tienes miedo, bebé? —se rió bajito tocando con el dedo índice la nariz de su menor. 

El alfa arrugó su nariz y negó. —Sólo que no quiero estar lejos de ti… ¿Quieres que te ayude en algo? 

—No lo sé… —miró hacia arriba pensativo. —Namjoon también estará ocupado todo el día, hoy tiene que terminar la campaña de aquella fragancia, así que me sentiré raro sin la atención de mis alfas… 

Esto último lo dijo bajito, rozando los labios del de gafas redondas. Quien aprovechó la cercanía, para unir sus labios con ternura. El otro, por supuesto que correspondió, sólo que poco a poco el beso comenzó a subir de intensidad. 

La mano libre del alfa se fue directo a los glúteos de su omega, donde dejó un apretón que hizo a SeokJin gruñir de gusto. Mordió el labio de su alfa, y quiso regresarle el apretón, así que llevó su mano a la entrepierna de su chico, dando un apretón en el bulto que comenzaba a endurecerse. Jungkook gruñó, volviendo a atacar con fuerza los labios contrarios.

—Dios… —jadeó separándose y uniendo sus frentes. —Sí Hoseok viera que estamos a punto de liarla en su silla, seguramente nos despide… 

Jungkook asintió de acuerdo tratando de regular su respiración. —Tienes razón… será mejor que nos detenga-

—Pero él, no está aquí y no vendrá hoy… —murmuró acercándose nuevamente a los labios de su alfa, acomodando sus piernas lado a lado de la cintura del menor. 

—J-Jinnie… —tragó al sentir como sus entrepiernas rozaban. —¿Y si alguien entra? 

—Nadie va a entrar si Hoseok no está aquí… —enredó ambos brazos en el cuello de Jeon, sosteniéndose mejor al sentir a la silla giratoria moverse. —Mantén tus pies firmes en el suelo para que esto no se mueva tanto

Jungkook asintió atontado, rodeando la estrecha cintura con fuerza, para después atacar los gruesos labios de su amado. Los dos, olvidaron donde se encontraban, continuando con su intensa batalla de besos. Jin mecía sus caderas, rozando sus entrepiernas sobre la ropa. Estaban muy perdidos en su mundo de chasquidos y roces, que ambos se congelaron en su lugar, cuando inesperadamente, un crujido se logró captar, y en un par de segundos, ambos ya se hallaban en el suelo. 

El alfa había protegido a su omega con su cuerpo, procurando de que no se golpeara. Pero el más joven fue el que se llevó más fuerte el impacto, importandole poco, pues le preocupaba más saber si su omega se hallaba bien. 

—Ay no… o-otra silla… —lo escuchó murmurar

—¿Eh?, ¿Te encuentras bien? —preguntó al verlo ponerse lentamente de pie. 

Asintió llevándose una mano a su pecho. —Jungkookie, ¿Estás bien? 

Cuestionó preocupado en tanto le ayudaba a ponerse de pie. —El respaldo de la silla amortiguó el golpe… —aún así el pobre chico se había asustado. 

—¡Tenemos que cambiar esta silla! Ya es la segunda en el año que rompo —confesó mortificado.

—¿Segunda? —preguntó confundido sobándose la parte trasera de su cabeza. 

—Ya rompí una con Namjoon unos meses atrás… —abultó sus labios. —Y aunque Hoseok se rió, esta vez no creo que le cause gracia que hayamos roto su silla… ¡Vamos! Tenemos que buscar una nueva e idéntica antes de que se de cuenta de que fuimos nosot-

—Jinnie… —señaló a una esquina de la pared

—¿Qué…? —una cámara de vigilancia. Estaban atrapados. —Uh oh… 

🌻

Las caricias en su cabello se sentían tan bien, pero aún sentía un leve dolor de cabeza. Suspiró bajito, restregando su nariz en las sábanas, percibiendo un agradable aroma a roble, canela y manzanas impregnado. —Despierta, pequeño dormilón… 

Suspiró de nueva cuenta, mientras se removía por toda la cama. —¿Ho… seok?. —había murmurado con voz bajita y ronca. Sentía su cuerpo pesado y se le estaba complicando abrir sus ojos. 

No escuchó ninguna respuesta, pero las suaves caricias en su cabello continuaban, le gustaban tanto que le daban ganas de continuar durmiendo, sin embargo, algo le decía que era hora de despertar… 

Una vez logró abrir sus ojitos, se sintió bastante desorientado al encontrarse con la habitación del alfa. ¿Cómo había llegado ahí?

Intentó mover sus brazos, pero no pudo. Resulta que se hallaba envuelto como en un capullo, con un par de sábanas. Eso solo lo hizo sentirse confundido… también sintió el tacto de una mano en su frente y luego mejillas. Grande fue su sorpresa al ver a esa persona ahí. 

—Parece que ya no tienes fiebre… 

—¿Jiminnie? 

—Hola, Tae Tae~ —sonrió peinando el flequillo del menor hacia atrás. —¿Cómo te sientes? 

—M-Me siento cansado—murmuró. 

Jimin le ayudó a quitarse las sábanas de encima y soltó una ligera risita. —¿Te gustaría tomar un baño? 

—¿Un baño? —el omega mayor asintió, tomando la mano del más joven. 

—Sip —lo ayudó a ponerse de pie, y juntos se adentraron a una de las puertas que estaban dentro de la habitación. —Antes de que despertaras, preparé la tina con agua calientita, sales y muchas burbujas. 

—Pero este es el baño de Hoseok… —habló bajito, sorprendido de lo grande que era el lugar. 

—No te preocupes, anda quítate la ropa y métete ahí, te ayudaré a tallar tu espalda. —dijo recorriendo sus mangas hasta sus codos. Taehyung se sonrojó. 

—N-No puedo… —balbuceó avergonzado. —mi abuelita me dijo que nunca permitiera que alguien me viera desnudo. 

—Oh… de acuerdo, me voltearé —se dio media vuelta y se tapó los ojos. —No miraré, lo prometo. Solo avísame cuando estés dentro de la tina. 

Aún con vergüenza, Taehyung se quitó la pijama con todo y ropa interior. Dejó las prendas sobre un banquito y se acercó con curiosidad a la gran tina. Sonrió al ver la espuma, parecía nieve. Llevó su mano a uno de las barras que estaban a lado, para sostenerse y meterse a la tina con mucha precaución. Poco a poco bajó, hasta quedar sentado y sonrió enormemente al verse rodeado de espuma. Todo olía tan bonito y limpio. 

—¿Listo? 

—¿Eh?, ¡S-Sí! 

Jimin esbozó una gran sonrisa al ver a Taehyung mirarlo atentamente con sus mejillas rojitas. Minnie se acercó y le ayudó a lavar su cabello y a tallar su espalda. Poco a poco, Taehyung dejó de sentirse cohibido y entró más en confianza con su acompañante. Jimin conversaba de cosas triviales, para romper el hielo, era divertido escuchar a Taehyung contar sus aventuras. 

—¿De verdad sabes tejer? — preguntó con asombro, secando el cabello del omega que se hallaba sentado en la cama, envuelto en una bata de baño. 

Asintió. —Mi abuelita me enseñó

—Ay, yo aún no aprendo muy bien —abultó sus labios— deberías ayudarme, quiero aprender a hacer ropita para mi cachorrito

Y por supuesto que Taehyung había aceptado de inmediato. Aunque nunca había tejido ropa tan pequeñita, de seguro no sería tan difícil. Unos segundos después, Jimin se había puesto de pie, llevando hasta la cama varias prendas, así que le pidió al de bonitos ojos azules, que se vistiera, mientras él salía un momento de la habitación para darle su debida privacidad. 

Se había puesto un pantalón negro algo ajustado, luego una camisa blanca interior, para finalmente colocarse un muy suave y felpudo suéter amarillo. Mientras se vestía, no podía evitar continuar confundido… ¿Dónde estaba Hoseok? 

Para qué negarlo, se sentía triste al no verlo por ninguna parte… Se sentó en la cama, llevando una mano a su pechito, sintiendo un pequeño y extraño bajón en todo su cuerpo. Aún le dolía el corazón, sobre todo al recordar esa imagen del alfa con aquella chica. No le dolía tanto como cuando recién la miró, al parecer el dolor había disminuido, pero no dejaba de doler… 

No le había gustado para nada saber que Hoseok había besado a alguien. 

Pero aún así quería verlo, tenía muchas ganas de abrazarlo, sentir su aroma… 

La puerta se abrió y Jimin entró. Sonrió al ver al omega tan lindo. Sin embargo, logró percibir un muy leve aroma a tristeza. El menor de los Jung abultó sus labios, moría por preguntarle qué es lo que había pasado, pero su hermano le pidió que por favor no le preguntara nada, ya que después le contaría todo. 

Hoseok solo le había pedido que ayudara a Taehyung a prepararse, y lo llevara a cierto lugar, donde se encontraría con él. Tenía una sorpresa preparada para su pequeño. 

Jimin fue abrazar a Taehyung, quien le respondió con una pequeña sonrisa. Se dispuso a peinar un poco el cabello del menor e incluso se atrevió a ponerle un poco de maquillaje en los ojos, para hacer resaltar ese bello color zafiro. 

Poco después, el precioso par de omegas bajaron hasta el living, donde se encontraron con la tierna escena de YoonGi dormido en el sofá, con su cachorrito durmiendo en su pecho. El alfa sostenía a su bebé con ambas manos, mientras que el pequeño se hallaba tranquilamente dormido boca abajo, sobre el cálido pecho, haciendo que el palpitar del corazón de su padre sea su propia canción de cuna. 

Minnie quería llorar al ver tan bonita escena. Mientras que a Taehyung, le había parecido tan encantador, que juraría que sintió a su lobo aullar emocionado. Así que cubrió sus mejillas las cuales se habían enrojecido, y dirigió su vista hacia afuera, sorprendiendose al darse cuenta de que ya era de noche. ¿Qué hora era? 

—Jiminnie… —Lo tomó de la orilla de su suéter tratando de llamar su atención. —¿Qué hora es? 

—Oh, son las seis de la tarde… —respondió suave acariciando su espalda. —Estuviste dormido todo el día… 

—¿Dormí todo el día? 

Estaba que no lo creía. ¿Cómo había pasado eso? 

—Hobie te explicará todo… —mencionó rápido al ver la expresión de incredulidad en el más joven. —Yo tampoco sé nada, pero te llevaré con él. 

Estaba muy emocionado, el Jung más joven presentía que su hermano se le iba a declarar a Taehyung. ¡Y por supuesto que Jimin aprueba a Taehyung! Le parecía un jovencito tan dulce e inocente y por supuesto, tan puro. 

Así que sin más explicaciones, después de lograr despertar a YoonGi, todos se subieron al auto y partieron rumbo al lugar donde Hoseok estaría esperando a su omega… 

🌻


—Jiminnie, no veo… —decía moviendo sus manos hacia adelante. 

Resulta que Jimin —por orden de su hermano— había vendado los ojos de Taehyung. Ya habían llegado al lugar donde se suponía que el omega se encontraría con Hoseok. Así que antes de bajar del auto, Jimin había cubierto esos bonitos ojos azules. 

—Tranquilo, yo te guío… —sujetaba su mano con fuerza y la otra mano la mantenía en su espalda 

YoonGi los seguía desde atrás con su pequeño SeokGi en brazos. No se hallaba muy feliz de andar en público con su cachorrito de apenas cinco días de nacido, su alfa le pedía tener a su omega y bebé en casa resguardados, sanos y salvo. Pero entonces, Hoseok llamó a Jimin pidiéndole ese enorme favor de que cuidara de Taehyung, le ayudara a vestirse y lo llevara a cierta parte. Y por supuesto que Jimin no se negó, este había aceptado más que encantado, a pesar de los gruñidos de YoonGi. 

—¿A d-donde vamos? 

—Vamos con Hobie~

Abultó sus labios. Solo quería saber en donde se encontraba. Si agudizaba sus sentidos, podía escuchar a personas hablando y riendo. También había música por varios lados, e incluso olía rico, además de los distintos aromas a omegas y alfas por el lugar, también el aroma a comida y cosas dulces predominaba. 

De repente, ya no sintió más la mano de Jimin. La venda en sus ojos fue retirada, así que los abrió despacio, sintiéndose desorientado. Comenzaba a sentirse asustado, de no ser porque un aroma conocido, llegó a sus fosas nasales. 

Al abrir por completo sus ojitos, frente a él se hallaba ese maravilloso alfa, mostrándole una enorme sonrisa, sosteniendo cinco globos metálicos de corazones, estrellas, acompañados de un par de algodones de azúcar. 

Taehyung abrió su boquita y sus ojitos brillaron, y a Hoseok le encantó tanto volver a ver esa carita de sorpresa. —Hola, cachorro… —le entregó los globos, los cuales el omega no dejaba de mirar. 

—¡Hoseok! —se abalanzó contra el alfa, en un fuerte abrazo, aún sosteniendo los globos en su mano derecha. 

Jung sonrió al sentir los brazos de su omega rodearlo. El también lo hizo con mucho entusiasmo, al parecer le habían gustado los globos. Iba a decirle algo, pero el menor de inmediato se separó del abrazo y miró a su alrededor completamente extasiado. 

—¡Hoseok!, ¿Dónde estamos? 

Este sonrió completamente enternecido. —En un parque de diversiones. ¿Ves todas esas estructuras llenas de luces en movimiento? Nos podremos subir a cada uno de ellos

—¡¿De verdad?! 

Asintió, tomando tímidamente su mano, para después entrelazarlas. Había deseado tanto poder hacer eso… El precioso ojiazul miró esa acción y sonrió sintiendo como sus mejillas se pintaban de un adorable carmín. 

—Sí… pero primero, vamos a subir a ese —señaló la enorme y alta rueda de la fortuna. 

Sin más, Taehyung saltó emocionado en su lugar así ambos dirigiéndose completamente alegres hacia el lugar. Una vez ahí, Hoseok le pidió a su omega que le entragara los globos a un hombre, ya que él los cuidaría en lo que estaban ahí arriba. 

Se subieron a una de las cabinas, donde cabían cuatro personas. Se sentaron frente a frente, pero al momento en que la rueda comenzó a girar y a subir, Taehyung se asustó y de un salto se sentó junto al alfa, y sujetar su brazo. Hoseok se rió bajito, pero para qué negarlo, a él también le daban miedo las alturas. 

—Tranquilo… —dejó una caricia en la mano más delgada. 

El joven omega miraba por la ventanilla como iban subiendo cada vez más y eso lo hacía temblar. Pero ya una vez quedaron en la cima, la rueda se detuvo. Así que Hoseok animó a su chico a que mirara bien desde las alturas. 

Con algo de inseguridad, se asomó y en un santiamén el miedo se esfumó. Sus ojitos se iluminaron y su boquita se abrió adorablemente. ¡Todas las luces de la ciudad se veían tan genial! 

—¡Mira, Hoseok! —exclamaba una y otra vez. —¡Mira esto!, ¡Y esto!, ¡Mira allá! 

El alfa solo sonreía encantado por la actitud tan tierna de su omega. Unos minutos después, Taehyung ya se había vuelto a sentar a su lado con una enorme sonrisa cuadrada. 

Ambos se miraron a los ojos y entonces Hoseok supo que era el momento. Suspiró, mirando los ojos zafiro frente a él. —Es ahora o nunca. —murmuró por sus adentros dándose ánimos. 

—Taehyung… 

—¿Uh? 

—Tu… ¿Recuerdas que pasó esta mañana? 

El omega ladeó su cabeza confundido. —¿Esta mañana? 

Frunció el ceño, tratando de pensar. No recordando absolutamente nada. Él estuvo dormido todo el día, ¿No?. Aunque… si lo pensaba bien… una imagen borrosa de él y Hoseok aparecía en su mente. 

—Uhmm… —rascó su nuca con una mueca. —no realmente… 

—Ya veo… —murmuró un poco decepcionado. —En fin… Taehyung, tengo que decirte algo… a-algo importante… 

De manera indescriptible, el corazón de Taehyung comenzó a latir con fuerza. —¿Qué es? 

—Y-Yo… ¿Te sientes bien? —tocó su mejilla para saber si ya no tenía fiebre, la cual al parecer ya no estaba. 

—U-Uhh, ¿s-sí? 

—Me alegra… —esbozó una minúscula sonrisa, dejando una dulce caricia en la mejilla con su pulgar. 

El omega también sonrió levemente, mirando tímidamente sus dedos. 

—Taehyung… ¿Recuerdas anoche lo de la fotografía que viste en la televisión? 

—¿Eh? —sintió un pinchazo en su corazoncito. —Sí… la recuerdo… 

—Quiero que sepas que… eso fue hace mucho, yo ya no la quiero más, te lo aseguro, no estoy enamorado de ella… 

—¿D-De verdad? —el dolor en su corazoncito se estaba desvaneciendo y estaba dando paso a una agradable sensación de calidez. 

—Resulta que… me enamoré de alguien más… 

—Oh… —bajó la mirada una vez más, sintiendo nuevamente ese pinchazo en su corazón. 

—Esa personita, tiene los ojos más preciosos que he visto en toda mi vida… —colocó sus dedos en el mentón del menor y así volver a conectar sus miradas. —son de un encantador e hipnotizante color azul… 

Las mejillas de Taehyung se sonrojaron violentamente. Mientras abría más sus ojitos sin dejar de ver los color miel del alfa. 

—Es un omega tan lindo, amante de los girasoles y de las manzanas… —sonrió ladinamente con dulzura. —Oh, y vive en una encantadora granjita… 

Taehyung relamió sus labios, sintiéndolos temblar. Tenía ganas de llorar, pero no de tristeza. 

—También hace que mi corazón comience a latir tan rápido, cada vez que lo miro… —tomó la mano de su omega y la colocó en su pecho. —¿Lo sientes?, ¿sientes como mi corazón late… por ti, Taehyung

—¿P-Por mi?

—Sí, cariño… tú eres el único que me hace sentir de esta manera… —susurró. Aún así el más joven entendió perfectamente. —Taehyung, cachorro… 

—¿S-Sí? 

Suspiró, y se dio ánimos mentalmente. 

—Cuando una persona, está enamorada de otra persona… su corazón late muy rápido, ¿no es así? —Taehyung asintió torpemente. Pues su corazoncito también parecía estar en una carrera con el de Jung. —Te alegra mucho verle y… siempre quieres estar con él… 

Entonces ahí Taehyung comprendió. ¿Estaba enamorado de Hoseok? 

—Ho-

—Shh… —un dedo en sus labios lo silenció. —Por favor, escúchame… —asintió nervioso. —Taehyung, pequeño… quiero estar a tu lado siempre, quiero hacerte feliz… Taehyung, estoy enamorado de ti… 

Jadeó. Dejó salir un adorable jadeo, abriendo su boquita en sorpresa. ¿Había escuchado bien?, ¿Hoseok dijo que…? 

—Ho-Hoseok… yo t-te quiero mucho… y y mi corazón también está latiendo muy rápido… —sin entenderlo, sus ojitos se llenaron de lágrimas y su vocecita se quebró. —Y-Yo estoy muy feliz cuando estoy contigo… —confesó sintiendo las lágrimas bajar

—Pequeño… tú también sientes lo mismo que yo… 

—¿Estoy… estoy enamorado? —tartamudeó con sus ojitos cristalizados. 

Extrañamente, los ojos de ambos comenzaron a brillar. Sus lobos comenzaron a aullar en sintonía y sus corazones también se habían sincronizado, latiendo desenfrenados. No podían alejar la mirada del otro, se sentían atraídos como si una fuerza magnética evitara que desviaran la vista del uno del otro. 

Poco a poco sus rostros se fueron acercando, hasta unir sus frentes y rozar sus narices. El alfa pasó su pulgar por la mejilla de su chico, limpiando una traviesa lágrima que iba deslizándose con velocidad. 

—Estás enamorado… —respondió en un susurro. —Y yo estoy enamorado de ti, pequeño… 

Un pequeño sollozo llenó la pequeña cabina, eran muchas emociones para un jovencito que estaba por cumplir los diecinueve años. Pero se sentía feliz, sí, estaba llorando, pero no eran para nada lágrimas de tristeza. Escuchar al alfa decirle todo eso, hacía que en su pechito sintiera una sensación indescriptible pero muy bonita, que le hacía llorar de completa alegría. 

—Bebé… —llevó ambas manos a las húmedas y rojizas mejillas. —¿Te puedo besar? 

Y aun entre llantos, Taehyung recordó algo y asintió. —S-Sí… puedes hacerlo, d-de nuevo… 

Los ojitos de Hoseok también se cristalizaron y una enorme sonrisa decoró su rostro. —Lo recordaste… 

Entonces, los pocos centímetros que los separaban… se hicieron nada… sus labios se unieron de la manera más dulce y pura que existe. Logrando una explosión de mariposas en las barrigas de ambos. Una sensación cálida creciendo con intensidad en sus pechos, acompañado de los aullidos de auténtica felicidad de sus lobos. 

Unos fuegos artificiales explotaron justo arriba de ellos, iluminando el lugar con preciosas luces de colores, así dando el toque perfecto a su momento especial. Sus labios se movieron torpemente. Tocándose un par de veces más, ambos disfrutando de las caricias que se dedicaban mutuamente… Taehyung se sentía en una nube, una nube feliz. 

Se alejaron un par de centímetros, unieron sus frentes, sólo escuchando sus respiraciones y los leves sollozos del ojiazul. El alfa le dedicó una tierna caricia en su mejilla, acompañada de un dulce y pequeño besito que hizo sonreír al más pequeño. Se sentían plenos y más que felices… 

Se olvidaron de todo a su alrededor, sólo escondidos en su burbuja, llena de amor y dulzura por doquier. Sus corazones latiendo sincronizados, regalándose las más preciosas sonrisas que ninguno podía borrar. Hoseok entrelazó ambas manos con su omega, queriendo gritar de lo bien que estas encajaban. Y con un dulce besito en su nariz, se atrevió a decir: —Te amo, Taehyung… 

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Hoseok cuando vio llegar a Taehyung al parque de diversiones. xd

¡FELIZ AÑO NUEVO 2020 MIS PRECIOSOS GIRASOLEEEEEES AAAAAA! No tienen idea de cuanto los amo y lo feliz que me hacen, este 2019 fue un año tan precioso gracias a cada uno de ustedes, y al apoyo que le dieron a My Sunshine, y gracias a esta historia, este año conocí a muchas personitas maravillosas. Les mando un enorme abrazo a cada uno de ustedes y les deseo que este 2020 sea un año grandioso en todos los sentidos. 💖✨

Nuevo año, Nueva portada gracias a la preciosa y talentosa haraboji29 💖¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO? AAAAAAA De verdad espero no quedara aburrido ay, tiene +4mil palabras omg.

Sin más, me despido. ¡FELIZ AÑO NUEVO 2020! Los amo con todo mi corazoncitoOooOo✨💖🌻✨🌻💖✨🌻💖🌻✨🌻💖✨

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