🌻•Capítulo 21

《🌻》


El lugar, era irreconocible. Él jamás había estado ahí, ¿Dónde se encontraba?. Habían muchos árboles, arbustos y verde pasto a donde mirara. Restregó sus ojos, tratando de aclararse, pues era la única persona ahí. O eso creía… 

Debajo de un frondoso árbol de manzanas, estaba una manta blanca, con una canasta a un lado… ¿árbol de manzanas?... Pero si este lugar no se parecía a la granja…

Se acercó con extrema curiosidad a esa manta que yacía sobre el fresco pasto y bajo esa agradable sombra. Grande fue su sorpresa al encontrar a un bebé sentado ahí, jugando con un conocido pollito amarillo de felpa. El bebé portaba prendas blancas y su cabellito era claro… con extrañeza, se inclinó a un lado del pequeño quien al parecer estaba muy concentrado jugando con el adorable pollito.

¡Santo Dios! Ese niño se parecía mucho a él cuando era pequeño. ¿Se estaba viendo a sí mismo?... Con un poco de miedo, acercó su mano al bebé que lucía de más o menos de un año, y al instante en que tocó su espaldita, el pequeño volteó a verlo con su adorables ojitos. Cosa que hizo que el alfa, se hiciera para atrás asombrado… 

Azules. Los ojitos de ese bebé eran azules… le recordaban tanto a…

Pero el bajito llanto del niño llamó terriblemente su atención. Este lo miraba con ojitos suplicantes y cristalizados, mientras extendía sus manitas, pidiendo ser cargado. El alfa suspiró y con una habilidad que desconocía, sujetó al pequeño y lo recostó entre sus brazos.

Los curiosos ojitos no dejaban de verlo. Hasta que sus párpados comenzaron a caer un par de veces, pues ese bebé se estaba dejando llevar por el mundo de los sueños. Y sin entender como… lo arrulló en sus brazos, sin despegar la mirada de la adorable carita, hasta que las largas pestañas tocaron su piel. Al parecer, finalmente, se había dormido.

Suspiró con alivio, para después pasar su pulgar por debajo de los ojitos, y limpiar el ligero rastro de lágrimas, sin pensarlo, dejó una caricia en su cabello e inconscientemente, besó la pequeña frente con amor.

Oh, ya se durmió

Esa voz… 

Levantó de inmediato su vista, buscando al dueño de esas palabras… su corazón se detuvo al verlo. Era él… ¡Era él!

Se acercaba a pasos lentos, portando uno de sus típicos overoles y un suéter blanco de manga larga debajo. Su platinado cabello, se encontraba un poquito desordenado, esta vez no portaba su sombrerito de paja. Y qué decir de la preciosa sonrisa que se mostraba en sus labios.

Con un extraño cuidado, se sentó en la manta y dejó salir un suspiro, al mostrar un biberón su mano. —No pensé que se fuera a dormir sin beber su leche… 

Hoseok estaba perdido, observando al chico más precioso de todos. Había algo diferente en él… lucía más maduro, pero sus esponjosas mejillas, aún continuaban ahí, pintadas de un leve carmín. Echó su cabeza para atrás, en tanto se ventilaba con su mano y el alfa casi se ahoga con su saliva al verla.

Su marca. Su marca estaba ahí, entre su cuello y hombro. Lucía fresca y a su parecer bonita. —¿Hoseok? —el alfa parpadeó encontrándose con los preciosos ojos del omega— ¿Sucede algo?

Hoseok relamió sus labios y negó, sin dejar de observar los preciosos ojos azules de su omega. Estos brillaban de una manera tan curiosa y bella. Pequeños destellos relucían en esos hermosos ojos azules, le parecía extraño pero a la vez tan encantador.

El omega llevó su mano a su barriga y frotó en círculos. —Ya tengo hambre…

Oh por… ¿Cómo no lo había notado antes? ¡Su vientre resaltaba en sus ropas! La bonita forma redonda destacaba, a causa de la nueva vida que estaba creciendo. Ahora sí, Hoseok sentía que se desmayaría. ¡Taehyung estaba esperando un cachorrito suyo!

Temblando, acercó su mano y la colocó en el bonito y redondo vientre. Sintiendo un pinchazo en su corazón que le provocó unas inmensas ganas de llorar de auténtica felicidad. —E-Estás… 

Taehyung lo miró con ternura y unió su mano con la del alfa. —Es nuestro cachorrito… nuestro segundo cachorrito… 

Y las lágrimas salieron. Más sollozó en silencio, pues no quería despertar a su bebé que descansaba en su regazo. Tomó la mano de su omega, dejando un dulce beso en ella, donde se topó con un bonito anillo dorado en uno de sus dedos y se sintió más feliz que nunca.

—Taehyung… gracias… 

Su mano viajó al mentón de su pareja, y ambos se dedicaron las sonrisas más puras y dichosas que podían haber. Sus rostros se fueron acercando, hasta que sus narices rozaron... pero gracias a una luz cegadora, todo a su alrededor se volvió blanco… 

🌻

Abrió sus ojos de golpe, encontrándose con la habitación a oscuras. Aún estaba oscuro… 4:29am, marcaba el reloj digital a su lado.

Un sueño… eso había sido.

Su corazón aún se sentía agitado, al recordar vívidamente las imágenes de un precioso cachorrito ojiazul… o a un Taehyung con una adorable pancita. Pasó sus manos por su rostro, sorprendiendose de la humedad…

De verdad había llorado. Sus ojos se hallaban húmedos. Tanta fue su felicidad en ese sueño, que incluso las lágrimas lo alcanzaron fuera de este. Una pequeña sonrisa surcó en sus labios y negó. Se sentó en la cama, y sin siquiera molestarse en colocarse las pantuflas, salió descalzo y entró a la habitación continua, que era levemente iluminada por las luces de noche que él mismo había colocado.

Se adentró a la habitación y se inclinó a un lado de la cama, quedando justo frente al rostro de su omega. Sonrió al ver la carita tan tierna y pacífica. Acarició su mejilla y suspiró enamorado. —¿Cómo es posible que te metieras tan rápido en mi corazón y te adueñaras fácilmente de el? —Su voz era un simple susurro. Buscó la delgada mano entre las sábanas y cuando la encontró, dejó un dulce beso en ella.

Y Hoseok se prometió que lucharía por que ese sueño se hiciera real en un futuro. Donde ambos estén felizmente enamorados, casados, formando su propia familia. 

De verdad quería construir su vida junto a Taehyung, era imposible imaginarse una vida sin él. Quería hacerlo feliz, toda su vida… quería pasar el resto de sus días junto a él. Y lo cumpliría, cortejándolo con mucha paciencia, amor, detalles y dulzura.

•●•

Eran las nueve de la mañana, cuando el alfa había despertado… pero rápidamente su mente pensó en…

—¡Taehyung!

Se sentó de golpe. ¿Cómo se había atrevido a dormir tanto teniendo visitas? Además, según recuerda, Taehyung se despertaba todos los días a las cinco de la mañana. ¡Él ya debe estar despierto!

Pero cuando entró a la habitación de al lado, se dio cuenta de lo equivocado que estaba, pues Taehyung, aún se encontraba profundamente dormido. Suspiró aliviado… ¿Qué lo habrá mantenido dormido hasta estas horas?

Tal vez la comodidad de la cama tenga algo que ver… también el aroma a roble y canela esparcido por todos lados le podía haber servido de somnífero. O quizás… el que su tierno gallo "Han" no le cantara en su ventana a las cinco de la mañana en esta ocasión.

Se rió internamente, para después sentarse en la orilla de la cama y pasar su mano por los suaves cabellos platinados. ¿De quien habrá heredado su color de cabello y color de ojos?, pensó. En fin, no importaba, pues estaba más que agradecido de que Taehyung heredara esos rasgos, que lo hacían lucir como un precioso muñequito de aparador.

Hoseok inhaló y exhaló un par de veces. El aroma a flores y vainilla… Y un poco de chocolate, estaba en toda la habitación. Vaya que le gustaba… sin más, se concentró en la bonita carita dormilona, dispuesto a observar cada detalle en ella. Se había prometido a sí mismo que observar a Taehyung, lo dejaría para otro día… bueno pues, hoy era ese día.

Taehyung tenía largas pestañas… unas muy bonitas pestañas, que hacían una excelente combinación con sus preciosos ojos azules. Definitivamente, su omega tenía los ojos más hermosos que jamás había visto en toda su vida. Jamás, jamás había visto unos iguales. Luego, pasó el dorso de su mano, por la suave y tersa piel de la mejilla… si observaba con atención, se podía dar cuenta de que tenía pequeñas pecas en una pequeña parte de sus mejillas… 

Tierno

Un lunar decoraba casi la punta de su nariz y otro en su mejilla… vaya, de verdad Taehyung tenía pequeños detalles que lo hacían único. Sonrió sin más, pero su sonrisa se congeló, cuando sus ojos fueron a parar a los carnosos y rosados labios que se hallaban, levemente entre abiertos. 

Y wow… había un lunar ahí. Sí, un lunar en su labio inferior. ¿Cosa del destino?, ¿Almas gemelas?... Pues el alfa también poseía un lunar en sus labios, sólo que sería en el superior y del lado contrario al de su omega… 

Inconscientemente, relamió sus labios y con su dedo, tocó con suavidad el bonito lunar que reposaba en los gruesos labios de su pequeño. El lobo en su pecho aulló, exigiendo apoderarse de esos bonitos labios. Pero Hoseok lo silenció, regañandolo en el transcurso, por pensar en esas cosas indebidas. 

Comprende que su lobo se sienta desesperado al tener a su pareja destinada tan cerca, y no poder hacer nada con él cuando el omega era tan inocente. El alfa también moría por hacer tantas cosas, que las parejas hacían juntas… Más que nada, quería poder probar esos preciosos y carnosos labios, pero solo era cuestión de esperar con toda la paciencia del mundo para que ese día llegara.

Bostezó, sintiendo como el sueño aún no se desvanecía por completo de su sistema. Y sin contenerse, se subió a la cama, quedando en la pura orilla, sin importarle si en cualquier momento podría caerse al hacer algún movimiento. Miró a Taehyung, que también se hallaba recostado de lado, así que lo tomó de la nuca y lo apegó a su pecho, para que también el alfa pudiera aprovechar y hundir su nariz en los suaves cabellos. Así ambos podían percibir el aroma del otro sin problema alguno. 

—Sólo estaré unos minutos así… En un momento me levantaré… —se prometió mentalmente. 

Vaya mentiroso. 

🌻

—¡Hoseooooooook! 

¿Qué? 

—¡Hoseooooooook! 

¿Taehyung?

Apenas había abierto sus ojos con un poco de dificultad, cuando de repente se vio siendo arrastrado fuera de la cama, mientras una mano sostenía la suya con firmeza, sacándolo casi a rastras de la cama. 

—¿Taehyung? —preguntó extrañado por la presencia del omega— ¿Cómo llegaste aquí-...? Oh… 

Por unos segundos, había olvidado que él mismo había traído a Taehyung. Pero bueno… El pobre recién despierta, su mente apenas está procesando lo que sucede a su alrededor. Y hablando de eso… Estaba siendo casi arrastrado, escaleras abajo. Las bajaba con dificultad, entre pequeños tropezones, mientras restregaba sus ojos y su otra mano era firmemente sostenida por una más delgada y delicada. 

Se dio cuenta de que salieron al balcón, cuando el sol pegó de lleno en su cara, encandilando sus aún adormecidos ojos. La risa del omega llegó a sus oídos cuando finalmente se detuvieron y su mano fue soltada. 

—¡Mira, Hoseok! 

—¿Uhm? —entre abrió su ojo izquierdo, mientras restregaba el otro— ¿Qué sucede? 

Mierda, si alguien más lo hubiera sacado de la cama de esa manera, Hoseok estaría realmente irritado. Pero fue su omega quien lo hizo y pues… Jamás podría molestarse con él. 

—¡Se mira aún más grande que de noche! —decía sin dejar de señalar la grandeza de la ciudad— ¡Todo es tan grande! 

Bueno… Al parecer, cierto omega curioso. — válgame la redundancia— había estado curioseando, mientras el alfa aún dormía. Y cierto omega, había descubierto lo que era la civilización e infraestructuras durante el día, desde la vista del balcón. 

—Oh… —bostezó observando el paisaje con ojos entrecerrados— sí, todo se mira genial desde aquí… 

Los ojitos de Taehyung brillaban, en tanto los mantenía muy abiertos, tratando de observar cada detalle de toda la ciudad. —¡Hoseok!, ¡También hay mucha agua por allá! ¿Ese es el mar? 

—Podría decirse que sí —Taehyung jadeó sorprendido—  pero aquí no está permitido meterse a nadar ni nada de eso… yo te quiero mostrar lo que es la playa. Ahí si todo es bonito, lleno de olas, arena y sol —bostezó 

—¿Cuando iremos? —dio un par de saltitos muy entusiasmado— ¿Hoy?, ¿mañana? 

El alfa rió bajito y le respondió que cuando tenga vacaciones, lo llevaría con él al extranjero a conocer las playas más bonitas que pueden existir…

Poco después, cada uno se había duchado en su respectiva habitación, y mientras Taehyung aún estaba dentro del baño. Hoseok buscaba ropa que le pudiera quedar al menor. Encontró unas cuantas prendas que pensó que le podrían quedar, así que las colocó sobre la cama, para después irse a su habitación y terminar de arreglarse. 

Ya estaba casi listo, solo se estaba pasando descuidadamente, las manos por su húmedo cabello. Se había colocado una camiseta negra junto con un como abrigo del mismo color, junto con un pantalón ancho a la cintura color café claro y como toque juvenil, unas cómodas vans a cuadros verde militar y marrón. 

Cuando se dio media vuelta, se encontró con Taehyung entrando a la habitación, en tanto terminaba de abrochar los botones de su camisa color rojo. Hoseok se sintió mal al no tener ropa que le quedara mejor. El pantalón era de un viejo conjunto deportivo suyo que ya no usaba, pero siempre le había parecido muy cómodo. Por suerte no le había quedado tan largo a Taehyung como para tener que doblarlo de las orillas. También le había prestado un par de mocasines negros y afortunadamente tampoco le habían quedado muy grandes, así que podría caminar sin molestias. 

Pero en cuanto desayunaran, lo llevaría a comprarle un conjunto de ropa y así podrían tomar sus medidas para que después, le manden al departamento toda la ropa que sea de su talla. No quería que Taehyung se aburriera dentro de la tienda probandose distintas ropas. Y el alfa tampoco quería gastar su día dentro de una tienda, cuando se suponía que tenía que mostrarle a Taehyung los lugares bonitos de la ciudad. 

—Oh, necesitas un suéter —caminó hasta la habitación de tamaño mediano que tenía la función de guardarropa . Ahí se hallaban todas su prendas de diseñador, zapatos, accesorios etc. —a donde iremos, da un poco de frío gracias al aire acondicionado, así que más vale ir prevenido

Taehyung lo siguió detrás, donde abrió la boca al ver la cantidad de ropa ahí dentro. Así que mientras el alfa buscaba entre la enorme cantidad de abrigos que tenía, Taehyung se había encontrado sobre un mueble, un pequeño suéter color verde, con un agradable aroma a citricos. Se lo puso con cuidado y se rió bajito al ver que de verdad le quedaba corto. 

—Creo que este está bien —se acercó con un suéter azul marino de lana. —Era de mi hermano, yo se lo había obsequiado pero no le gustó porque me dijo que parecía de abuelita —se detuvo abruptamente al ver lo que el omega se había puesto. 

Taehyung se lo estaba quitando con gracia al darse cuenta de que le quedaba pequeño. Que no se había percatado de que el alfa se había quedado quieto. El omega dirigió su vista al mayor y se extrañó de  verlo tan serio. 

En cambio, el alfa había vuelto a respirar cuando Taehyung había vuelto a dejar esa prenda sobre un mueble. ¿Cómo no se había dado cuenta de que eso estaba ahí? Rosé lo había olvidado ahí desde hace meses atrás. Claro, ella solía dejar ropa suya en el lugar, pues pasaba más tiempo con Hoseok que en su propio hogar. Pero se golpeó mentalmente al no haberse dado cuenta de ese pedazo de Tela y para ser sinceros, el lobo en el pecho de Jung, se sentía molesto de que el desagradable aroma —al menos para el— que yacía en esa prenda, tocara la pureza de su precioso omega. 

—¿Hoseok? 

La dulce voz de Taehyung lo sacó de sus pensamientos. Negó y mostró una pequeña sonrisa, colocándose detrás de su omega para ayudarle a ponerse el suéter azul marino que traía y tratar de olvidar ese pequeño percance… claro que también se había puesto detrás del omega para olfatear disimuladamente y asegurarse de que ningún rastro a cítricos se quedara en el. 

Ya estaban por salir, cuando Taehyung se había quedado en el guardarropa, viendo un beanie color tinto. El alfa pensó que era buena idea, así que el mismo se lo puso a su omega, acomodando sus suaves cabellos correctamente, dentro y fuera. 

Una vez listos, y que sus estómagos gruñeron, finalmente salieron rumbo a buscar un buen desayuno. 

🌻

El trayecto en el auto había sido muy divertido. Pues Taehyung observaba todo aún más maravillado que anoche, pues gracias a que era de día, ahora sí podía ver correctamente la ciudad. El omega estaba sorprendido por la cantidad de personas y autos que habían por todas partes. También de lo grandes que eran los edificios y el montón de cosas allá afuera. 

Taehyung era prácticamente un niño que señalaba y gritaba emocionado a todo lo nuevo que descubría. Y Hoseok… Pues Hoseok, estaba que moría de ternura. El simplemente reía y respondía a todo lo que Taehyung le preguntaba y si Taehyung le decía —"¡Eso es genial!". Hoseok por supuesto que le seguía la corriente en todo lo que le decía. Amaba verlo tan pero tan feliz y se sentía satisfecho de lograr que su omega se sintiera de esa manera. 

Quince minutos después, ambos ya estaban en una mesa con vista a la ciudad. Esperando a que trajeran sus desayunos. Mientras tanto, Taehyung no se cansaba de observar el paisaje y de preguntarle muchas cosas al alfa, quien con una paciencia y una sonrisa le respondía a absolutamente todo. 

—¡Hoseok, esto es mucho! —exclamó con sorpresa al ver su plato lleno de una fila de cuatro esponjosos pancakes, con crema, miel, y frutas. A lado unas piezas de tocino y unas tostadas con mantequilla. Todo acompañado de una jarra de jugo de naranja. 

—Come lo que puedas, no te preocupes si no lo terminas

Y así, comenzaron a comer, casi en silencio. A excepción de cuando el omega probó un pedazo de pancake con crema y miel, que dio un gemido de puro gusto. —¡Está muy rico! ¡Me gustan mucho! 

—Me alegra que lo disfrutes, come todo lo que quieras —decía bebiendo un sorbo de su café negro

—¡Pruébalo! —acercó la cuchara a la boca del alfa. Hoseok sabía que a Taehyung le gustaba alimentarlo por sí mismo. Las mejillas del alfa se pusieron levemente rojitas, pero abrió la boca recibiendo el bocado. Taehyung chilló emocionado, esperando con ansias su respuesta. —¿verdad que está muy rico? 

Asintió un poquito avergonzado —Lo está… 

•●•

Habían terminado de desayunar sin problema alguno. No fue, hasta que iban a salir del restaurante, que afuera los estaban esperando unos cuantos paparazzis, quienes al enterarse de que Jung Hoseok se hallaba dentro del lugar y al parecer en compañía de alguien, fueron rápidamente para tratar de sacar unas cuantas fotos. 

El alfa maldijo a lo bajo. El no quería que las cámaras molestaran a Taehyung, quería tratar de mantenerlo alejado de todo eso, lo más que pudiera, pero sabía que los paparazzis eran muy insistentes, por no decir molestos. 

Taehyung no entendía qué estaba pasando y por qué no podían salir y sobre todo, por qué  Hoseok lucía molesto. El simplemente se mantenía detrás del alfa, asomando sus preciosos ojos por sobre el hombro del mayor. —Mantente atrás de mi, Taehyung… 

El omega asintió viendo como el alfa sacaba su celular e iniciaba una llamada. El mejor observaba con curiosidad su alrededor y no comprendía qué hacían esas personas allá afuera. ¿Nos están esperando a nosotros?.

Hey… 

Taehyung volteó ante la desconocida voz y el toque en su hombro. Era un tipo grande que lo miraba con una sonrisa, Taehyung se sintió cohibido pero aún así mostró también una tímida sonrisa por mera amabilidad. El hombre le hizo un par de señas para que se acercara y Taehyung se acercó cual inocente niño. 

—Wow, tus ojos son hermosos —el sujeto se sorprendió en el instante en que los ojitos del omega lo miraron

Se le dicen cumplidos, Taehyung. Recordó las palabras que Hoseok le había dicho. —U-Uhh… Gr-Gracias… 

El hombre rió y Taehyung aprovechó para olfatear un poquito al aire, no logrando percibir nada. Ese sujeto era tal vez un beta. O quizás un alfa con alguna clase de inhibidor—Mi nombre es Lee Manseok —mostró su gafete. Lo que él omega no comprendió es que ese gafete era de prensa. El tipo era un paparazzi que se había logrado colar dentro del restaurante haciéndose pasar por un simple comensal. —y tú, ¿cómo te llamas? 

—Taehyung… —volteó a ver a donde Hoseok estaba. Este aún hablaba por teléfono mientras pasaba las manos por su cabello con frustración. 

—Ya veo… —anotó algo en una pequeña libreta. —¿Cuantos años tienes, dulzura? 

—¿Y-Yo? Tengo dieciocho… 

El hombre asintió y siguió anotando con una sonrisa triunfadora al estar obteniendo datos que nadie más tenía, de una manera tan fácil. —Eres muy joven… —lo recorrió con la mirada. Taehyung se sintió intimidado, así que retrocedió un par de pasos— dime algo… ¿Sales con Jung Hoseok? 

—¿Salir? Bueno… sí salimos hoy —respondió confundido. Claro que él y Hoseok habían salido a recorrer la ciudad.

—Excelente, gracias por responderme, cariño… — Y cuando menos lo esperó, el sujeto se acercó al cuello del omega y aspiró con profundidad. —Mm… vainilla y flores… 

Taehyung sintió los vellos de su nuca erizarse. Que de un momento a otro, unos fuertes brazos lo rodearon de la cintura posesivamente y un gutural gruñido resonó en el lugar. 

Aléjate de mi omega… 

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.


Así es como iban vestidos, nuestros bebés~


hOLA MIS PRECIOSOS GIRASOLES, YA SOMOS +50K AAAAAA LAS AMO MUCHO STOP. OH Y ACABAMOS DE LLEGAR A LAS 10K ESTRELLITAS💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛

asfghjflslj ¿Qué les pareció el capítulo? ¿El sueño de Hobi? ¿Qué creen que hará el paparazzi con los datos que Taehyung le dio? AaaAaAaa quiero leer todos sus comentarios, 💛💛💛💛💛💛

Queria decirles que mi cumpleaños fue hace dos días atrás uwu quería publicar ese día pero aún no me sentía muy bien;-; Oh y dedico este capitulo a mi pequeño girasol Tay🌻 que su cumpleaños también fue el 24 de septiembre al igual que yo:")

Bueno... Espero no se me pase nada mas que quisiera decirles(? Así que me retiro~ ¡Nos leemos en el próximo capítulo! LES MANDO TODO MI AMOOOORRRSSSS💛🌻💛💛💛🌻💛💛💛🌻🌻💛🌻

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top