🌻•Capítulo 2
《🌻》
Un dulce aroma le hizo despertar poco a poco, también sentía una molestia en su mejilla. Frunció el ceño, moviendo su mano, rascando su mejilla. Un jadeo sorprendido se escuchó
—Si está vivo…
El dueño del dulce aroma, continuaba picoteando con un palito la mejilla del alfa, intentando despertarlo y al parecer lo estaba logrando, pues Hoseok abrió sus ojos con lentitud, logrando ver un par de enormes ojos viéndole directamente, asustándolo, para después, terminar por caer al suelo.
—A-ahh… — se quejó sobando su cabeza — ¿Dónde estoy…?
Volteó a los lados intentando descifrar donde se encontraba. Frunció el ceño al no identificar el lugar, era una pequeña sala y al parecer, él había caído del sofá que tenía a su lado. Y frente a él, se encontraba el mismo chico que había visto en ese arroyo, sólo que ésta vez, portaba un overol de mezclilla, con una camisa de manga larga blanca a rayas y un tierno sombrerito de paja. El chico lo miraba con sus ojos muy abiertos, muy sorprendido, mientras cubría su boca con sus manos, que en éstas, portaba el molesto palito con el que picaba su mejilla.
—¡Tú! — señaló intentando ponerse de pie. El muchacho dio un saltito por tan repentino llamado — ¿Por qué me vez así?
—U-uhh… c-creí que jamás despertarías… — respondió tímido. Hoseok se puso de pie, tambaleándose un poco, sobó de nuevo su cabeza intentando ignorar el dulce aroma que lo mareaba
Omega, pensó.
—Ahora que lo dices… — abrió enormemente sus ojos. Asustado tocó todo su cuerpo, buscando indicios de alguna herida de bala. — ¡¿Dónde está esa loca mujer?! ¡Me disparó!
—No le digas loca a mi abuelita… — formó un puchero — No hables tan fuerte, ella aún duerme
—Estoy bien… — suspiró aliviado — Espera, ¿Dormir? — frunció el ceño — ¿Qué hora es?
—Uhh, según Han, son las cinco de la mañana…
—¿Quién es Han?
—Han es mi gallo, me despierta todos los días a las cinco de la mañana, cantando en mi ventana
—Ahh… espera, ¡¿Cinco de la mañana?!
Hoseok fue a asomarse por una ventana, verificando que el sol, efectivamente estaba saliendo. Maldijo a lo bajo.
—No puedo creer que dormí tanto. Me tengo que ir… — restregó sus manos en su rostro — tengo una reunión en seis horas y mi auto necesito abrirlo y-... ¿Por qué me miras tanto?
—E-esque… mi abuelita no me deja acercarme a personas desconocidas y hace mucho tiempo que no veía a alguien nuevo… — dijo escondiendo su rostro avergonzado detrás de su sombrerito de paja — dice que las personas son malas y sólo me quieren hacer daño… ¿Tú no eres malo, verdad?
—¿Qué? Por supuesto que no — el alfa se sintió ofendido
—¡Lo sabía! — sonrió acercándose al otro muy emocionado
Hoseok pensó que ese muchacho es demasiado inocente. Con sólo escuchar lo que quería, se podría decir que bajó todas sus defensas, sintiéndose rápidamente en confianza. Cosa que es malo, porque la abuela del chico tiene razón, hay personas crueles que se podrían aprovechar de su inocencia y por supuesto abusar de su omega.
—A todo esto, ¿Qué haces despierto tan temprano?
—¡Oh! Como mi abuelita no puede esforzarse mucho, yo hago todas las tareas de aquí, para mantener la granja muy bonita — mostró una bella sonrisa cuadrada
—Un chico trabajador, me agrada.
—Sí… — miró al piso sintiéndose tímido y jugando con la orilla de su sombrero — ¿Te gustaría desayunar? Digo… a-antes de irte…
—Pues… — su estómago gruñó sonoramente haciéndole sonrojarse avergonzado. El chico del dulce aroma rió bajito
—¡Vamos!
Tomó la mano del alfa, pero en ese mismo momento la soltó, pues habían sentido un pequeño toque eléctrico al instante en el que sus manos hicieron contacto.
—¿Sentiste es-...? — Hoseok intentó preguntar pero al parecer al chico no le importó, sonrió y volvió a tomar su mano, llevándolo con prisa hacia afuera — ¿A donde vamos? ¡creí que íbamos a desayunar! ¡Estoy seguro de haber visto una cocina allá dentro!
La risa del dulce omega, se escuchó de nuevo, mientras corría fuera de la casa y arrastraba al otro detrás de él.
—¡Vamos por nuestro desayuno!
—Oh… ¿Hay un restaurante aquí afuera?
Ambos entraron a una pequeña casita de madera donde se podía escuchar el cacarear de ciertas aves.
—¿Qué es un restaurante? — preguntó el dulce chico ladeando su cabeza confundido en tanto soltaba la mano de su acompañante
—¿No sabes que es un restaurante? — negó — ¿En serio? ¿Es que nunca has salido de aquí?
—U-uhm… No realmente, vivo aquí con mi abuelita desde que tengo memoria, no sé cómo es la ciudad…
—¿Cuántos años tienes? — preguntó moviéndose un poco asustado al ver a las aves acercarse, temiendo que le picaran
—Dieciocho… — respondió tímido — ¿y tú?
—Oh, eres bastante joven… — rascó su nuca e hizo una mueca — yo tengo veinticuatro. ¿Sabes? Si logro abrir mi auto, te llevaré a conocer la ciudad, ¿Qué dices?
Los ojitos del omega se iluminaron de inmediato muy emocionados.
—¡¿De verdad?!
El chico se abalanzó contra el alfa, rodeándolo con sus delgados brazos, debido a la emoción. Hoseok debió admitir que se sintió extraño. El imponente lobo blanco en su pecho, se puso de pie, agitó la cola y aulló, era la primera vez que actuaba así en mucho tiempo. Estaba por también rodearlo con sus brazos, de no ser porque el bonito omega se separó mostrando una de sus características sonrisas cuadradas, acompañada de un leve rubor.
—Bueno… — rascó de nuevo su nuca mirando a su alrededor — ¿Vamos a desayunar?
—¡Cierto! — tomó una canasta que colgaba de la pared y se la entregó al alfa, quien la observó confundido
—¿Y esto para que es? — enarcó una ceja
—¡Vamos a recolectar huevos! — dijo emocionado
—¿Huevos? Pero si aún no es Pascua...
—¡Sip! Es para nuestro desayuno — le dio la espalda y caminó hacia las pequeñas casitas de las aves. — Sólo tienes que meter tu mano debajo de ellas y… ¡Ta daa!~
El omega mostró un pequeño huevo blanco en su mano, para después colocarlo en la canasta. Hoseok retrocedió dos pasos asustado, hasta que se topó con una pared.
—¿Y si me picotean? No gracias, hazlo tú
—¡No te hacen nada! Mira, la detendré por ti y tú tomas el huevo ¿sí?
Después de tanto batallar, el tierno omega finalmente logró que Hoseok metiera su mano debajo de una de esas aves. En cuanto tomó el huevo la gallina se movió, asustándolo y haciéndole soltar un grito para nada masculino
El lobo en su interior cubrió sus ojos con sus patas, avergonzado de actuar así frente a un bonito omega.
Llegó el momento en que terminaron de recoger los huevos del día de hoy. — y con terminaron me refiero al lindo omega — se dirigieron a la siguiente parada. Hoseok hizo un minúsculo berrinche, pues ya quería desayunar.
—Por cierto, ¿cuál es tu nombre? — preguntó el alfa sosteniendo la canasta
—Oh, me llamo Taehyung — sonrió con un pequeño rubor en sus mejillas. Se sentía emocionado de conocer a alguien nuevo — y u-uhm… ¿tú cómo te llamas?
—Taehyung… — murmuró bajito — el mío es Hoseok, Jung Hoseok
—Ho… seok… — repitió y sonrió — ¡Qué lindo!
—¿Ah? O-oh sí, el tuyo también es lindo — rascó su nuca e hizo una mueca — ¿Ahora que haremos?
—Ordeñar a una vaca — corrió mientras que Hoseok se quedó ahí de pie, procesando lo que había escuchado
—Orde-... ¡¿Qué?!
🌻
—¡Vamos! No es tan pesado — se carcajeó al ver al alfa sostener el dos baldes metálicos lleno de leche
Terminaron después de estar como media hora tratando de que Hoseok ordeñara un poco. Al final, Taehyung fue quien hizo todo, así que el alfa, para tratar de mantener su orgullo dijo que cargaría con los baldes.
Solía ejercitarse seguido, ¿Porqué esto se le hacía un poco pesado?
—No está tan pesado… es sólo que el líquido se va a tirar si camino rápido…
El omega se acercó para ayudarle con uno, pero el alfa se negó de inmediato. Caminaron un poco lado a lado mientras Taehyung le contaba las demás cosas que hacía durante el día.
Hoseok se detuvo dejando ambos baldes en el suelo y limpió su frente. El sol había salido y ya le estaba dando calor, además de que el aroma de Taehyung lo mareaba un poco. El lindo omega notó eso así que dejó la canasta con huevos en el suelo y tomó la mano del alfa, llevándolo al arroyo.
—Puedes mojar tu cara aquí para refrescarte — lo acercó al agua — cuando tengo calor, vengo aquí y me baño
—Eso ya lo sé — se rió bajito recordando la primera vez que lo vio chapoteando completamente desnudo
—S-sí… — sus mejillas se sonrojaron
El alfa se acercó a la orilla y se inclinó para poder tomar agua con sus manos. Mojó su rostro sintiéndose fresco casi de inmediato. Volteó a su lado viendo a Taehyung tratar de tocar a uno de los peces que nadaban por ahí.
Sonrió, el chico le parecía bastante lindo y era muy tierno. ¿Cómo es que hacía todo esto él sólo sin cansarse?. Hoseok no estaba acostumbrado a hacer tanto esfuerzo físico, normalmente se la pasaba en su oficina y de vez en cuando iba al gimnasio.
Un omega muy fuerte, pensó su alfa.
De inmediato negó tratando de sacar esos pensamientos de su cabeza. Él aún estaba enamorado de Rosé, o eso quería creer.
Pero ella te engañó
Hoseok llevó rápidamente más agua a su rostro, tratando de despejarse. Intentó ponerse de pie, pero sus piernas se enredaron haciéndole caer completamente al agua.
—¡Hoseok! — el joven omega se metió asustado al agua sin importarle si su calzado y ropa se mojaban.
Taehyung se acercó a él mirándole preocupado. ¿Por qué su corazón latía tan rápido?
El alfa estaba sentado con una mano en su cabeza, maldiciendo mentalmente su torpeza.
—Hoseok, ¿Estás bie-...?
Detuvo su pregunta cuando un muy fuerte aroma a canela y roble invadió sus fosas nasales.
—Huele a… ¿canela? — el omega mantenía sus ojos muy abiertos, mientras olfateaba al aire
—Oh… el efecto del inhibidor en spray, se deshace con el agua… — Taehyung lo miraba desconcertado comenzando a retroceder lentamente — Si no sabes que es un inhibidor, bueno pues sirve para ocultar tu aroma, y así nadie lo perciba
—O-Ocultar tu aroma… — repitió nervioso levantándose rápidamente para esconderse detrás de un árbol
—Hey… — dijo poniéndose de pie — ¿Qué sucede? ¿tan mal huelo?
Hoseok habló en tono divertido, viendo como aquel chiquillo lo miraba asustado.
—E-eres un… eres un a-alfa…
—Bueno, sí… — encogió sus hombros restándole importancia, dando un par de pasos — soy un alfa, ¿qué tiene?
—¡No te acerques! — gritó con pánico
—¡Wow! ¿Qué hice? — se detuvo y levantó sus manos
—Eres un alfa… — seguía repitiendo
—Ya te dije que sí, ¿Por qué actúas así?
—¡Los alfas son malos!
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¡Wuuuuh!~ he aquí el segundo capítulo. ¿Qué les pareció? ¿Taehyung le teme a los alfas? ¿Por qué creen?
Eso lo sabrán en el próximo capítulo~
¡LOS AMO MUCHO!💛🌻💛🌻💛
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