《🌻》

En este momento, la pantalla de su celular, le parecía lo más interesante del mundo.

Dejó salir un fuerte suspiro. Se sentía cuál típico adolescente con su primer enamoramiento. Había hablado durante una hora con Taehyung, donde el pequeño le había contado lo que hizo durante el día, y alguna que otra anécdota de semanas pasadas.

Y por supuesto que Hoseok, estaba más que encantado de escucharle hablar, a pesar de sentirse cansado por el viaje.

La llamada terminó cuando el precioso omega, sólo hacía sonidos de afirmación, uno que otro si y escuchaba los continuos bostezos. Ahí fue cuando decidió darle las buenas noches y desearle bonitos sueños.

Nuevamente suspiró al pensar en ese chiquillo. Se sentía feliz de lograr escuchar la voz de Taehyung… tanto que desearía tenerlo con él… llevarlo de viaje… llevarlo a conocer el mundo.

Deseaba poder hacer tantas cosas con él… mostrarle y enseñarle cosas nuevas. Pero todo sería a su debido tiempo.

Se levantó con pereza del sofá y fue a darse una ducha para despejarse de tantas horas de viaje y después, dormir unas cuantas horas para estar listo en el estudio, donde será su sesión fotográfica a medio día.

Suspiró por tercera vez agobiado. Sólo deseaba que los días pasaran rápido y pasar sus horas felizmente junto a su omega…

🌻

—Jimin… mi amor… abre por favor…

YoonGi se mantenía pegado a la puerta fuera de la habitación, mientras escuchaba los bajos sollozos de su molesto y embarazado esposo.

¿Qué pasó?

Pues resulta que el alfa salía de darse una ducha para que antes de dormir, viera una película cómodamente con su amado en la cama. Pero al salir del baño, Jimin no estaba sobre el colchón. Bajó y encontró a su precioso omega en la cocina, devorando el pastel de helado que serviría de postre para el día de mañana después de que comieran.

El pálido no se molestó en lo absoluto al verlo comer, sabe que con el embarazo no puede contener sus antojos. Lo que en realidad molestó a Jimin fue, "la manera amorosa" en la que YoonGi se refirió a él.

"Eres una adorable bolita llena de amor"

Mala idea.

—¿Me estás diciendo gordo?

Y bueno… mientras YoonGi hablaba para negar, más metía la pata. Jimin se molestó y huyó a su habitación con YoonGi siguiéndole los talones, pidiendo disculpas. No fue hasta que el omega cerró la puerta en la cara de su alfa y ahora, no lo deja entrar.

—Minnie… mi vida, por favor abre la puerta...

—¡No!

El alfa suspiró y rascó su nuca. Pensando una y otra vez en cómo podría persuadir a su pequeño, para que este le abriera la puerta. Sabe que metió la pata, pero no lo dijo con la intención de hacerlo sentir mal.

De pronto, la perilla se sacudió y la puerta se abrió dejando ver a su amado omega, con el ceño fruncido, sus labios en un pronunciado puchero y sus mejillas abultadas, levemente sonrojadas.

Mierda, aún así lucía tan adorable.

—Jim-... —se calló al instante en que una almohada impactó contra su rostro y una sábana lo cubrió desde su cabeza.

Luego, la puerta se cerró, otra vez.

—Hoy dormirás en el sofá —gritó Jimin desde adentro.

YoonGi hizo un puchero, quitando la sabana de su cabeza y suspiró. Lo mejor sería no hacerlo enojar más, así que obedeció sin rechistar.

—Buenas noches, mis bebés…

Y con la cabeza gacha, arrastrando la sábana y abrazando la almohada contra su pecho, se encaminó al living, para después, recostarse incómodamente en el sofá.

Nota mental de Min YoonGi: no volver a mencionar muestras de cariño que involucren la figura de Jimin, mientras esté embarazado.

•●•

Eran alrededor de las dos de la mañana, cuando los leves ronquidos del pálido de escuchaban en el silencioso living. Después de tanto dar vueltas en el pequeño e incómodo sofá, había logrado quedarse dormido.

Una figura apareció en el umbral y se acercó a él, comenzando a moverlo por el hombro. Cosa que hizo que el alfa se despertara asustado.

—¿Qué…? —y su nariz lo percibió— ¿Jimin? —se sentó en tanto restregaba su ojo izquierdo y con su mano libre, tomaba la más pequeña— ¿Qué haces aquí?, ¿Te sientes bien?

Mil alarmas se encendieron en su cabeza y el estupor se alejó de inmediato al ver cómo con la poca iluminación, su esposo negaba con su cabeza.

YoonGi se puso de pie y llevó ambas manos al vientre de su omega, donde se topó con la mano de este. —¿Es el bebé?, ¿Qué sientes? —ahora acunó las mejillas del menor, comenzando a sentirse ansioso— Dime algo, Jimin, por favor

Jimin abultó sus labios y sorbió despacito su nariz —N-No puedo dormir… te necesito… te necesitamos...

Y con eso, el pálido sintió sus músculos relajarse y dejó salir todo el aire contenido, para dar paso a una expresión de ternura. Besó la frente de su amado y con una mano acarició el vientre.

—Vamos a la cama…

Jimin asintió y juntos regresaron a la habitación, donde luego se acostaron en posición de cucharita. YoonGi abrazó a su omega desde atrás, con sus manos descansando en la preciosa pancita, dejándole delicadas caricias para que su cachorrito —que se encontraba inquieto— se tranquilizara y dejara a su padre dormir.

El alfa restregaba su nariz arriba y abajo por la nuca de su menor. En tanto Jimin se relajó más al percibir muy de cerca, el aroma de su alfa. Aunque aún se sentía un poquito enojado con él, de verdad no podía dormir si no se dormían juntos.

Su alfa era tan esencial para dormir, tal como lo era su cama. Sin ellos no conciliaba el sueño, pues el aroma a menta y chocolate, acompañado de sus mimos y abrazos, lo hacían dormir más rápido. Su aroma y sus brazos rodeándolo lo hacían sentir protegido y en paz. Y al parecer, su cachorrito también necesitaba la presencia de su padre, porque no se dejaba de mover.

O tal vez el cachorrito se había enojado con Jimin, por haber mandado a su papá a dormir al sofá y como venganza, comenzó a darle muchas pataditas para no dejarlo conciliar el sueño. Porque ahora, que el aroma del alfa los había cubierto por completo, Min SeokGi se había tranquilizado.

Jimin intentó disculparse con su alfa, pero sus párpados comenzaron a pesar, gracias a las caricias que YoonGi le daba en su pancita y en su cuello. —Te amo, Minnie… los amo…

Era un omega consentido.

🌻

Dos alfas observaban con atención al omega que yacía pacíficamente dormido en la enorme cama. El médico ya lo había dado de alta y ellos lo llevaron de regreso al departamento de su mayor, quien se negaba a querer despertar.

Mientras esperaban, cada uno fue a darse una ducha, para continuar esperando a que despertara. Ya era de noche y las marcas estaban a poco de cumplir las veinticuatro horas de creación.

Y Jin aún no despertaba.

A pesar de que el médico les dijo que Jin se encontraba bien y simplemente él estaba durmiendo, no podían evitar sentirse preocupados.

Ambos intercambiaron miradas, encogieron sus hombros y se recostaron lado a lado de su inconsciente omega.

Ya horas después, de madrugada, los dos alfas fueron despertados, gracias a un constante movimiento en la cama y unos quejidos. Y por supuesto, una ligera presión en sus pechos.

SeokJin finalmente había despertado.

Namjoon se apresuró a encender la lámpara de al lado, para lograr ver a su omega sentado en medio de la cama, en tanto sobaba su cabeza con una mueca de incomodidad en su rostro, y una mano presionando su pecho.

—¡Jin!, ¡Has despertado! —exclamó Jungkook con alegría

—¿Cómo te sientes? —preguntó Namjoon preocupado ante la mueca de dolor del omega. Jungkook al escuchar la pregunta, miró al mayor con atención, para también sentirse preocupado.

Cosa que Jin sintió. Así es, sintió la preocupación de ambos en su pecho y con un poco de dificultad, abrió sus ojos, encontrando a ambos alfas frente a él con una expresión preocupada.

La preocupación de ambos lo hizo sentir un poco abrumado y mareado. Vaya eso era nuevo, percibir las emociones de ellos, de los dos, era algo difícil de digerir. Razón por la que se sentía mareado, a causa de la bruma de sentimientos.

Una pequeña arcada los alertó a ambos, así que lo llevaron al sanitario lo más rápido y cuidadoso posible. SeokJin vomitó y eso preocupó más a sus dos alfas. Jin volvió a sentir la corriente de extrema preocupación, y otra arcada le atacó.

Jadeó y con dificultad les habló. —D-Dejen de hacer eso… —los dos chicos lo miraron confundidos— estoy bien, ¿de acuerdo? dejen de preocuparse que lo siento aquí —tocó su pecho— y mi cabeza duele, me hace marearme y las náuseas me atacan… a-así que deténganse, por favor...

Jungkook y Namjoon se miraron, no sabiendo qué hacer o cómo hacerlo si su preocupación era clara y era imposible no sentirse así.

Minutos después, SeokJin había tomado una ducha sólo, con la constante y leve presión en su pecho, pues seguía sintiendo como sus alfas aún se sentían preocupados por él.

Sus alfas.

Sus.

Alfas.

Sus mejillas se tiñeron de un precioso carmín y su corazón comenzó a latir un poco rápido. Estaba marcado… por dos alfas… y a pesar de sentirse agobiado, se sentía feliz.

La preocupación que percibía a través del lazo, fue cambiada por una sensación de paz y alegría. Por supuesto… ellos estaban sintiendo la felicidad de su omega y se sintieron contagiados en un santiamén. Así logrando quitar un poco la sensación de náuseas de su omega al transmitir sentimientos felices a él.

Jin salió envuelto en su blanca bata de baño con puntitos rosados, en tanto secaba su cabello con una toalla más pequeña. De pronto se vio rodeado por dos pares de brazos, haciéndolo rodar los ojos divertido.

—J-Jin yo también te amo… — decía Jungkook con sus ojitos cristalizados en tanto rodeaba a su omega de la cintura.

—Lo hemos sentido, Jin… — acarició su mentón y dejó un beso en su frente, para después susurrarle: —Te amo…

El omega suspiró y sonrió sintiendo las caricias y pequeños besitos de ambos en su cuello y rostro. Entre besitos, risitas y caricias, lo llevaron a la cama, donde a él lo dejaron en el centro y los alfas se colocaron a cada lado, sin dejar de mimarlo.

Afortunadamente, el celo se había calmado, Jin ya no sentía la necesidad de tener sexo. Lo que ahora quería, era muchos mimos, besitos y que lo consintieran mucho, mucho. Cosa que Namjoon y Jungkook estaban más que dispuesto a hacer. Era imposible negarse a tal petición de su amado omega.

—¿Qué hora es? —preguntó luego de separarse de los labios de Namjoon. Ladeó su cuello al sentir ligeras cosquillas de su lado izquierdo, los besitos de Jungkook hacían que su piel se erizara.

—Las tres de la mañana… —respondió el alfa mayor, regando besitos en el mentón de su omega.

—Oh, dormimos solo unas horas… usualmente despertamos hasta en la mañana después de la acción…

Los besos se detuvieron y los alfas intercambiaron miradas. SeokJin los miró confundido.

—Uhh… Jinnie… —el joven alfa se mordió el labio y miró a Nam.

—Son las tres de la mañana… pero del domingo… creamos el lazo el viernes en la noche… —explicó Namjoon. Jin frunció el ceño— te mantuviste inconsciente por más de veinticuatro horas

—¿Q-Qué?

Los alfas le explicaron lo sucedido y el horrible susto que les hizo pasar al no querer despertar. Le contaron que incluso lo llevaron al hospital, porque no tenían idea de que más hacer. Jin estaba con la boca abierta, no podía creer lo que escuchaba.

—E-Entonces… si han pasado más de veinticuatro horas desde que me marcaron… oh no… —de repente, un escalofrío le recorrió la espina dorsal y se puso pálido en un santiamén. Los alfas sintieron el latigazo de terror, asustándose y preocupándose al instante

—¿Jin? —el moreno relamió sus labios al ver la mirada asustada en el mayor.

—Todo está bien, Jinnie… t-tranquilo… —Jungkook trató de calmarlo— el médico dijo que todo estaba bien contigo y el que durmieras tanto, se debe al lazo doble que creamos…

Jin pasó las manos por su rostro y suspiró con fuerza. Miró a ambos chicos y se maldijo mentalmente. —No me tomé la píldora...

🌻

Taehyung iba y venía con sus manos, rodillas y pies, llenos de tierra. Su sombrerito caía sobre su espalda, gracias al viento, pero este se lograba sostener de la delgada cuerda que se sostenía de su cuello. Su rostro también estaba un poco sucio, tenía manchas de tierra en su nariz, mejilla y frente, la cual se encontraba un aperlada por el sudor. Ya no hacía mucho sol, pero el esfuerzo que se encontraba haciendo lograba cansarlo y hacerlo transpirar.

Se hallaba desenterrando unos cuantos girasoles desde la raíz, hasta pasarlos a la vieja carretilla de metal. Cuando ésta se llenó con un total de seis flores. La tomó con fuerza y empujó hasta llegar al puente de madera.

Le había contado a Hoseok que estaba plantando girasoles en la orilla del arroyo y junto al puente. Así que quería terminar de plantar lo más rápido posible, para que cuando Hoseok viniera, viera como lucía todo tan bonito lleno de flores.

Al terminar de plantar las seis flores que llevaba, empujó de regreso la carretilla a donde se encontraban el montón de girasoles. Se tiró de rodillas sobre la tierra y limpio el sudor de su frente con su antebrazo. Suspiró, para luego tomar su sombrerito de paja y abanicarse con el.

Luego se lo colocó de nuevo sobre su cabeza y comenzó a excavar con extremo cuidado con una pequeña palita metálica. Cuando finalmente vio que excavó bien, con ambas manos, tomó el girasol desde abajo con todo y raíz, para después dejarlo dentro de la carretilla.

El precioso omega se mantuvo excavando por alrededor de veinte minutos, empujando la carretilla con otros seis girasoles más. Se sentía muy cansado y tenía mucho calor, pero quería que todo se viera bonito. Iba muy decidido, sosteniendo la carretilla, cuando un doloroso espasmo en su abdomen le hizo perder el equilibrio y caer.

Los girasoles también cayeron con todo y carretilla. Taehyung se encogió en su lugar, en tanto abrazaba con fuerza su abdomen, sin dejar de presionarlo. Una explosión de feromonas se esparció, y el bello omega, soltó un audible quejido, mientras las lágrimas comenzaban a salir de sus preciosos ojos azules.

Su celo había llegado con todo y Hoseok no estaba ahí para ayudarlo.

🌻

Los flashes destellaban una y otra vez, acompañados de los sonidos de un par de cámaras.

Un Alfa posaba con tal avidez y mucho profesionalismo. Cada movimiento, era un flash más, era la última sesión del día, y sentía que moriría de hambre si no comía pronto. Un último flash y varias personas aplaudieron y él sonrió relajando sus hombros. Dio una venía en agradecimiento al esfuerzo de los camarógrafos y se retiró a su camerino.

—SeJin~ muero hambreeeee —dijo entrando

—Te invito a mi restaurante favorito…

Hoseok detuvo su caminar, al no encontrar a su mánager ahí dentro, pero si a otra persona… más bien a un alfa, en su cómoda silla giratoria.

—No puede ser… ¡Kim Jongin! — El nombrado se levantó de su lugar y se dieron un fuerte abrazo. —Viejo, ¿Qué haces aquí? ¡No te veía desde la fiesta de año nuevo!

—¿Quién crees que será tu compañero en la sesión del día de mañana?

—Nooo —exclamó con sorpresa— ¿De verdad? ¡Esto es fantástico!

Kim Jongin, o Kai como nombre artístico. Un Alfa y modelo de veinticinco años, amigo de Hoseok, desde hace dos años. Fue el primero que se acercó a él cuando Jung entró al mundo del modelaje, e inmediatamente continuaron, convirtiéndose en muy buenos amigos.

Kai se hallaba sentado en el sofá mientras que a Hoseok lo desmaquillaban frente al espejo. Contiuaban charlando animadamente, mientras esperaban a que Hoseok estuviera listo, para después irse juntos a comer.

—Hey Kim, escuché que te casaste. —mencionó Hoseok— Me siento muy ofendido de que no me invitaras a tu boda

—Ahh… no fue la gran cosa, Soo y yo lo hicimos a escondidas —se rió— pero sabes como son los paparazzis, siempre terminan enterándose de todo. Sólo queríamos algo privado mi omega y yo.

—Sólo por eso te lo perdono —ambos se rieron.

Después de que Hoseok se vistiera, iban juntos bajando el elevador. Sin dejar de hablar todo lo que no pudieron todo este tiempo que no se vieron.

—Oye, Jung… me enteré de que tu y Rosé terminaron…

—Ah, eso… —rascó su nuca y desvió la mirada— sí…

—Puedo saber, ¿Por qué?, sabes que no confío en los chismes de revista y televisión. —chasqueó la lengua— ahí dicen que fuiste tu quien terminó con ella, porque la vieron salir llorando de tu empresa y no sé qué más cosas.

—Vi esa nota… —se rió de lado— tuvimos nuestras diferencias y… y decidimos terminar lo nuestro, sólo eso…

—Ya veo…

Un pequeño silencio se instauró en el lugar y sólo eso bastó para que una presión en el pecho de Hoseok lo asustara. Jongin se dio cuenta de eso y miró a su amigo. —Hey, ¿Sucede algo?

Hoseok negó e inhalo y exhalo con profundidad. Sus vellos se erizaron y sólo una persona llegó a su mente.

—Taehyung…

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HOLA MIS PRECIOSOS GIRASOLES!🌻💛💗🍃🌻💜💛💗🌻🍃💛💗🌻🍃 ¡YA SOMOS +37MIL! AaaAaaAAAaa graciasgracias~💗💛💗💛💗💛💗💛

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Y ¿Qué les pareció el capítulo? A partir del próximo capítulo, empezaremos con lo emocionante~ wiiii~

CAPÍTULO DEDICADO A MI PRECIOSO GRUPO DE LECTORES ¡LAS AMO GIRASOLES!🌻💗🌻💗🌻💗🌻

Weno, me retiro~ ¡Nos leemos en el próximo capítulo! No olviden que Sony los amamuchomuchomuchoOooO💗🌻