🌻•Capítulo 12

《🌻》

Jung Hoseok, se fue torturando durante todo el camino por lo que había dicho y hecho. Inconscientemente besó la mejilla de Taehyung, ¡Y le dijo te quiero!

¿Por qué le dije “te quiero”?... ¡¿Cómo me atreví?!, Taehyung pensará que soy un aprovechado.

Apagó el auto y dejó caer su frente en el volante, dejando escapar un fuerte suspiro. —¿Cómo voy a ver a Taehyung a la cara después de esto? Por dios… ¡Es un niño! ¡Y apenas no lo conozco!, ¿Cómo pude hacerle eso?, ¡Seguro lo incomodé!

No dejaba de lamentarse, pasando una y otra vez sus manos por sus cabellos. Se quedó quieto en el momento en que recordó a donde había llegado:—¡Jimin!

Salió del auto, cerrando la puerta con fuerza. Puso la alarma al mismo tiempo en que corría a la entrada de la clínica. Ya estaba la puesta de sol, había llegado justo antes de que oscureciera. Rápidamente llegó a la recepción, abrió su boca, listo para preguntar por su hermano menor, cuando… —El joven Jimin se encuentra en la habitación 124

—Gracias... — agradeció con una pequeña inclinación de cabeza y se fue en dirección de el elevador.

Era muy conocido en esa clínica. Además de ser el “Gran Jung Hoseok dueño de Hope Publicity y el modelo mejor pagado” en ese lugar también era conocido porque era donde el par de hermanos se han atendido desde hace tres años.

Era la mejor clínica de la ciudad, donde se hacían chequeos mensuales para ver su estado de salud. Por eso, cuando la mujer de la recepción lo vio, sabía perfectamente que venía por su hermanito.

Ya dentro del ascensor, se golpeó mentalmente — ¿Por qué no pregunté en la recepción como estaba mi hermano?

Cuando al fin el ascensor se detuvo en el piso cuatro, salió a paso rápido de ahí, hasta que dio con la puerta número 124. Sin importarle el tocar aunque sea un par de veces, abrió la puerta y frunció el ceño con la escena encontrada ahí.

—Oh… ¡Hola, Hobie! — saludó su hermano menor con una sonrisa, sentado en el sofá marrón reclinable que estaba a lado de la cama. Al parecer jugaba con su celular.

—Pero qué… — camino despacio dentro de la habitación, cerrando la puerta detrás.

¿Qué hacía Min YoonGi en la cama, inconsciente y con una intravenosa en su mano?

—Y a este, ¿Qué le pasó? — señaló a su mejor amigo y cuñado.

—Ah… — se rió bajito y al parecer pausó o apagó su celular, pues el sonidito del juego se había detenido. — se le bajó la presión del susto, se acaba de quedar dormido

Hoseok estrelló la mano en su frente y negó. Se acercó a su hermanito, notando que tenía su tobillo envuelto en una venda. Lucía hinchado — ¿Estás bien?

Asintió — Sólo se me dobló el pie y me lastimé el tobillo… — el alfa dejó salir un suspiro muy aliviado — No sé que te habrá dicho YoonGi, pero a juzgar por tu cara venías muy preocupado, ¿verdad?

—Me dijo muy asustado y entre llantos que te habías caído. Fue lo único que le entendí… ¡obviamente también me asustó mucho!

El omega rodó los ojos — Creo que YoonGi exageró. Sí, me doblé el pie y caí, pero alcancé a sostenerme y no me golpeé nada — acarició su bonita pancita — Pero cuando intenté levantarme, mi tobillo me dolió mucho. Así que le llamé a YoonGi, quien al encontrarme en el suelo y llorando, entró en pánico y no me dejó explicarle nada, me trajo directo aquí — explicó ante la atenta mirada de su hermano mayor. Soltó una pequeña risita y continuó — cuando me trajeron aquí a la habitación, YoonGi entró muy asustado y no dejaba de abrazarme, pero cuando el doctor le mostró los rayos x de mi pie, demostrando que no había fractura. Dijo que a mi bebé no le pasó nada, yo también me encontraba bien y que solo era esperar a que en unos dias se me baje la hinchazón. — movió su piecito vendado, pero de inmediato se arrepintió, porque una punzada de dolor le hizo sisear —Como que YoonGi se sintió aliviado y cuando menos lo esperábamos, se desmayó. El doctor dijo que se le bajó la presión por el susto que le hice pasar… y ahora está ahí — señaló la cama donde su alfa dormía

—No puede ser… — suspiró, para después acercarse a su hermanito y abrazarlo. — Te juro que creí que les había pasado algo grave a ti y a mi sobrino…venía conduciendo muy rápido — besó su rubio cabello y colocó una mano en el tierno vientre — pero me alegra que estén bien

El dulce omega sonrió y restregó su rostro en el pecho de su hermano. Amaba su aroma, ese que lo tranquilizó tanto, cuando tenía tan sólo once años y se quedó sin sus padres.

Para Jimin, su hermano era el mejor hermano de todo el mundo. Luchó tanto para llegar hasta donde está ahora. Lo vio sufrir, llorar, caer. Y ahora ha llegado muy alto gracias a su perseverancia y esfuerzo.

Restregó su naricita por el pecho de su hermano, percibiendo un aroma diferente y muy dulce. Se carcajeó bajito, logrando que el alfa lo escuchara y se separa un poco para verlo a la cara.

—¿De qué te ríes? — preguntó acariciando el cabello del menor con una sonrisa.

—Hueles muy dulce… hueles a... — olfateó una vez más — vainilla… y flores

El alfa se sonrojó —Oh, yo… pues, verás-

Lo interrumpió, al ver al mayor avergonzado y tropezando con sus palabras— ¿Cómo te fue por allá?

Retrocedió un par de pasos para sentarse en el sofá que estaba pegado a la pared — Me fue muy bien… ¿Sabías que tienen un árbol de manzanas?

—¿De verdad? — se sorprendió — ¿Comiste alguna?

—¡Comí muchas! Eran las manzanas más dulces y jugosas que he probado en toda mi vida

—Ahhh, ¡Ya se me antojaron! — relamió sus labios y tocó su pancita sintiendo a su cachorrito moverse — ¿Me trajiste alguna?

El alfa abrió enormemente sus ojos. Estaba tan ocupado pasando el tiempo con Taehyung, que no se le pasó por la cabeza, traer un par de manzanas para su hermanito embarazado.

—Lo siento, olvidé traerte alguna… — Jimin abultó sus labios decepcionado — ¡Pero ahora mismo voy al supermercado y te compro unas cuantas!

Recordó que a alguien gestante no se le puede negar un antojo.

—Nooo… yo quiero de las que tu comiste

—Pero Minnie, no traje… — se sintió culpable por no haber pensado en su hermanito —Escucha, en unos días volveré allá y te traeré muuuchas, ¿de acuerdo?

—¿De verdad? — se emocionó al ver al alfa asentir — ¿A qué irás?

—Llevaré un regalito, ¿quieres ir conmigo?

—¡Sí, sí quiero ir! Tengo muchas ganas de conocerlo

—Hablé de él contigo y dijo que también quiere conocerte — contó — ¡Oh! Ahora que recuerdo, te mandó un pequeño y bonito ramo de girasoles. ¿Sabías que también tienen un sembradío de muchos girasoles? ¡Son hermosos!

—¡Me imagino!, espero poder verlos. ¿Dónde dejaste el ramo?

—Lo dejé en el auto… — recordó — Ya que salgamos de aquí, te lo doy

Continuaron hablando por una hora, hasta que el médico llegó y le dio el alta a Jimin… y a YoonGi. Una enfermera trajo una silla de ruedas para el omega y después retiró la intravenosa que tenía el alfa quién aún dormía.

Hoseok tomó a su hermanito en brazos y con cuidado lo sentó en la silla. Jimin se acercó a su alfa en ella, para después palmear sus mejillas tratando de despertarlo. Cuando este al fin despertó, tomó la mano de su omega, plantando un dulce besito en ella.

El alfa mayor empujó a Jimin en la silla para llevarlo afuera. Mientras que YoonGi se había quedado en la cama desconcertado.

—¡Hey!, ¿Dónde está mi silla de ruedas?

—¡Puedes caminar, no seas flojo! — decía Hoseok saliendo de la habitación con su hermano

—¡Me puedo desmayar en cualquier momento de nuevo!, ¡Me caeré, me golpearé y recaerá en tu consciencia! — gritó al ya no verlos

¡Camina!


🌻


El Lunes había llegado y con ello, una larga semana de trabajo y muchas reuniones estresantes y agotadoras con los ejecutivos.

Eran las dos del medio día y recién iba saliendo de una de ellas, muy estresado y con un creciente dolor de cabeza. Entró a su oficina desajustando un poco su corbata, sentía que le asfixiaba. Se dejó caer en su silla frente al escritorio, en tanto masajeaba sus sienes.

—Jungkook — presionó un botón — traeme una aspirina, por favor

Sí, señor Jung

Rodó los ojos. Ya le había dicho mil veces que lo llamará simplemente "Hoseok", no era necesario llamarlo "Señor Jung", se sentía viejo.

Pegó un salto cuando la puerta fue abierta abruptamente, dejando entrar a un omega furioso. —¡Hoseok!

—¿Qué pasó, SeokJin? — preguntó irritado. La jaqueca había incrementado al pensar que había un problema.

El mayor se colocó frente al escritorio y recargó sus manos. —La modelo para la campaña de gucci nos acaba de cancelar.

—¡¿Qué?! — se enderezó de inmediato en su silla — ¿Qué no sé suponía que ya venía en camino desde ayer?

—Exacto, "se suponía" — hizo comillas con sus dedos — Pero eran mentiras.

—¿Al menos tiene una buena excusa?

—Claaaaro — soltó sarcástico — es sólo que doce horas de viaje le daban "flojera" y mejor decidió cancelar.

—Que poco profesional. — tocó sus sienes con molestia — ponla en la lista negra, no importa que tan famosa y popular sea, no volveremos a trabajar con ella.

—Oh, por supuesto que ya lo hice

Jungkook entró y sonrió al ver al omega ahí dentro. No lo había visto en toda la mañana, porque se suponía que iba a estar ocupado con la sesión.

Fue y le entregó la aspirina a su jefe, para de inmediato acercarse a su chico. Este hablaba con evidente enojo, pero el joven alfa sólo lo miraba enamorado.

—¡Es que es injusto! Estuve toda una noche preparando el maldito set y-

Lo interrumpió el menor de ahí —Estuvimos — corrigió

SeokJin frunció el ceño al escuchar al jovencito corregirle — Bueno, sí. Jungkook tiene razón: estuvimos. No es justo que Jungkook, Namjoon y yo, termináramos a las cuatro de la mañana, para nada. — cruzó sus brazos completamente indignado

—Justo en un par de horas más, tengo una pequeña reunión con uno de los supervisores de la sesión… — pasó su mano por sus cabellos y pasó con rapidez la aspirina por su garganta. Carraspeó y continuó: — No te preocupes, haré una llamada a las oficinas de gucci, les contare lo que acaba de pasar para que que nos den unos días más y también escojan otro modelo

Jin mantenía la mirada abajo. Ambos alfas presentes se alertaron cuando escucharon un sollozo. El lobo de Jungkook bajó las orejitas al ver al mayor triste.

—Es que… — sorbió su nariz — yo ya lo tenía todo planeado, todo estaba en orden. Se suponía que la sesión sería hoy y mañana… mañana arreglaría pequeños detalles y enviaría el trabajo… — sollozó. El joven alfa acariciaba la espalda de su pareja y lo miraba muy afligido — quería que todo fuera perfecto, pero ahora todos mis planes se fueron a la mierda, por culpa de una modelo con aires de grandeza

—Tranquilo, Jin… — Hoseok se sintió mal de ver a su amigo así. A el le gusta hacer todo perfecto y sin ningún error. Siempre entrega sus proyectos a tiempo y sin ningún retraso. Incluso se atrevería a decir que es su mejor publicista. Esta es la primera vez que le pasa eso y se siente sumamente frustrado — No moveremos nada del set, te lo prometo. Tal vez el nuevo modelo llegue para el jueves o viernes, así que esto podría estar finalizado para el sábado o domingo y-

—Mi celo empieza el jueves — Jungkook lo miró sorprendido. Mientras que Hoseok se quedó sin palabras — por eso te dije que tenía todo planeado. Quería terminar todo antes para no dejar ninguna tarea pendiente y así prepararme para mi celo… ¡Pero ahora todo se fue a la mierda! — sollozó de nuevo —Tu sabes perfectamente cuánto trabajé para conseguir estar a cargo de este proyecto

—No llores, Jinnie… — el joven alfa trataba de consolar al mayor

—Veré si con el problema de la modelo, nos permiten aplazar más la entrega para la próxima semana, además de-...

La puerta se abrió y definitivamente, nadie se esperaba que ella entrara. Hoseok se quedó pasmado en su lugar. Mientras que los otros dos, al ver la manera en que su jefe se congeló, se dieron la vuelta, comprendiendo todo al verla.

—Oh… lo siento, ¿Estaban ocupados?

El omega mayor volteó a ver a su amigo. Jin ya sabía lo que había sucedido entre Hoseok y Rosé, por eso comprendía la horrible tensión que se había instalado en la oficina. En cambio, el joven alfa no entendía qué estaba sucediendo, pero él se mantendría a lado de su chico.

—Jin — llamó con su voz sonando terriblemente grave, aún sin despegar la vista de su ex — Yo me encargaré de informar lo que acaba de pasar. Más tarde te comunico su respuesta. — aclaró su garganta y dio una breve mirada a los dos chicos frente a él —Ahora, necesito que nos dejen a solas

Ambos asintieron y salieron de ahí lo más rápido posible. La tensión era palpable y los dos lo sabían.

La omega se acercó en silencio. Esta calzaba un par de tenis blancos, un pantalón de mezclilla y una blusa amarilla fajada. Su largo cabello rubio casi por sus hombros y con timidez, colocó un mechón detrás de su oreja. Su maquillaje era ligero y portaba una pequeña mochila negra en su espalda.

Esa fue una de las cualidades que enamoraron a Hoseok: la sencillez con la que se vestía. A pesar de también ser modelo de grandes marcas e incluyendo lencería, seguía manteniendo la humildad. Una de las cosas más por las que Hoseok cayó ante ella.

Hoseok se sintió atraído a la omega, cuando modelaron juntos por primera vez. Su dulce aroma a cítricos también lo atrajo. Era la chica más agradable que había conocido. Y aún no comprende qué fue lo que hizo mal para que ella lo engañara.

—Hola, Hophop

El alfa desvió la mirada al escuchar el apodo que ella misma le puso, poco después de que se conocieron.

Se puso de pie y caminó a lado de su escritorio. —¿Qué haces aquí?

—Ya que no respondes mis llamadas o me dices que estás muy ocupado… mejor vine personalmente para que hablemos — dijo firme

—No hay nada de qué hablar, Rosé. — la miró a los ojos — Ya todo me quedó claro ese día

—Te lo iba a decir, yo te-

La interrumpió—¿Decirme qué?, ¿Qué te acostabas con otro mientras se reían de mí a mis espaldas? — dio un par de pasos más a ella —Jamás pensé que me harías esto...

—Ho-

—¿Sabías que esa noche te iba a pedir que te casaras conmigo? — Rosé se quedó sin habla. No se esperaba eso. — ¿Sabes que aún guardo el maldito anillo?

Caminó de regreso a su escritorio, abrió un cajón y de ahí sacó la cajita negra de terciopelo. Se acercó de nuevo a ella y se la entregó. —Puedes quedártelo, ya no lo necesito más.

El alfa le dio la espalda. Quedándose junto a largo sofá negro. Observándolo, como si fuera lo más interesante del mundo. — Fue diseñado especialmente para ti… cuando te quedabas dormida, yo… até un delgado hilo en tu dedo, para saber la medida, así que te debe de quedar perfecto. Tiene una esmeralda, tu gema favorita…

—Hoseok… — sus ojos se llenaron de lágrimas al abrir la cajita y ver el precioso anillo. —Hoseok, por favor… lo siento, lo siento tanto…

El alfa se dio media vuelta y para ser honestos, se sintió mal al verla llorar. —Rosé, dime algo… ¿Qué fue lo que hice mal?, ¿Acaso te descuidé?, ¿Fui un mal novio?, ¿Te traté mal?

Negó de inmediato —No, siempre fuiste un novio maravilloso

—¿Entonces…? ¿Por qué tú…?

La omega bajó la mirada — Por estúpida… me dejé enredar por palabras bonitas… él llegó a mi departamento a saludar, fuimos compañeros de modelaje un tiempo, así que lo dejé pasar y le ofrecí algo de beber, charlamos un rato y él confesó sus sentimientos por mí… no sé como pero m-me logró persuadir con sus bonitas palabras y terminamos en la cama… — miró al mayor — Hoseok, lo siento tanto... por favor… perdóname, no he dejado de amarte…

Negó silenciosamente — No puedo, Rosé. Simplemente, no puedo. Yo-

Los labios de la chica impactaron contra los del alfa. Hoseok abrió sus ojos en sorpresa. Trató de alejarse… pero ella sabía como mover los labios, ella sabía la manera en que Hoseok le gustaba ser besado, ella sabía como hacerlo ceder…

Terminó correspondiendo al beso y la rodeó con sus brazos. El aroma a cítricos de la omega se intensificó más y fueron retrocediendo, hasta caer en el sofá. Ella sobre él, mientras el beso se hacía más intenso. Las manos de Hoseok acariciaron sus largas piernas, hasta llegar a sus glúteos.

Jung abrió sus ojos y ahí todo se fue a la mierda. En el instante en que su vista conectó con la de ella… sólo fueron unos segundos después en los que el alfa ya estaba de pie, sintiéndose muy extraño.

Náuseas. Sí, eso era. El aroma a cítricos de la omega, jamás le había resultado tan repulsivo. Casi corrió a la ventana y la abrió tratando de tranquilizarse. Pero una mano en su hombro lo hizo sobresaltarse.

Su lobo interior gruñó con enfado.

—Hoseok, ¿Estás bien? — lo miraba preocupada y desconcertada a la vez.

Pero no respondió, no sabía con exactitud como se sentía. No sentía otra cosa más que asco, pero ¿por qué?

—Hoseok, mírame — volvió a llamarlo. Esta vez logrando que el alfa se volteara. —Mírame, mírame a los ojos

El alfa lo intentaba, pero no lograba sostenerle la vista por más de tres segundos. Las náuseas estaban regresando al percibir de nuevo el aroma de la omega. Ella cubrió su boca y retrocedió un par de pasos sin dejar de verlo sorprendida.

—Hoseok… — ella negó con sus ojos cristalizandose — Tú…has encontrado a tu pareja destinada

Lo había perdido…

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¡HOLAAAAAAAAA!💛 ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué piensan de Rosé? ¿Qué pasará con Hoseok al escuchar lo de "pareja destinada"? ¿Aceptará sus sentimientos por Taehyung? ¡Quiero leer todo lo que piensan!

Y por cierto... ¡MUCHÍSISISISISISIMAS GRACIAS POR LAS 1OMIL VISITAS! Estoy tan feliz, les juro que me seguiré esforzando por traerles buenos capítulos. ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LEER!💛🌻 Y bienvenidos a todos los nuevos lectores💛 ¡Cada vez somos más! Y eso me hace tan feliz TuT💛🌻

¡NOS LEEMOS EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO! ¡LES MANDO MUUUUUCHO AMOR!💛🌻🌼✨💛🌻🌼✨💛🌻🌼✨💛🌻🌼✨

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