Parte 6

Sus ojos estaban tan abiertos, que KyungSoo pensó que les iba a caer. A la idea de ver los dos globos caer y rodar en el suelo le hizo tanta gracia que una sonrisa en corazón adorno sus labios, a la sorpresa del gigante.

- No me dejes, Chan. - hizo un puchero que le parecio lo mas lindo del mundo al orejon que logro salir de su torpor y sonreirle.

- Dejo la loza en el lavaplato y vuelvo enseguida, si? - por arte de magia, el pequeño solo asintió ligeramente con la cabeza, siendo la cosa mas tierna del mundo. Por una ola de coraje, ChanYeol le deposito un beso sobre el pelo antes de salir de la habitación.

Cuando volvió en el cuarto, vio que KyungSoo se había hecho a un lado de la cama y había dispuso las sabanas de manera a que solo podía ser una invitación a recostarse con el. Sin pensarlo mucho, se deslizo en las sabanas. Y aunque no podía creer sus ojos, el minimo se voltio hacia el y se deslizo en sus brazos, como un niño con su madre.

Los segundos pasaron para volverse minutos. El gigante estaba jugando con los rebeldes mechones de su lindo compañero, esperando a que se durmiera, muy cerca, contra el. Despacito, Do levanto su cabeza para mirarlo unos instantes hasta que escondio su cabeza en el pecho contrario, abrazandolo.

- Te quiero, Yeol. - el gigante se sonrojo y entero su cara en el pelo negro delante suyo, estrechando aún más su abrazo.

- Y yo te amo, Soo.