Entro a casa dejando mi sombrilla al lado de la puerta para que escurra el agua que aun trae. Me retiro el abrigo impermeable, mi otro abrigo, mi gorro y guantes y los coloco en el pequeño perchero que tengo en la pared.

También me quito mis zapatos y calcetines ya que vienen mojados por la fuerte lluvia que lleva un par de horas.

Entro totalmente a mi hogar. Un pequeño apartamento que me toca pagar gracias a que después del divorcio esa mal nacida me quitó todo. Desde mis hijos hasta mi carro y claro, la casa.

Suelto un suspiro lleno de cansancio, voy a la cocina para poner a calentar agua para un té. Saco de la pequeña nevera unas porciones de pizza y las caliento en el microondas.

Cuando está listo me lo como mirando a la nada. Tomo mi té igual. Dejo las cosas en el lavadero al terminar.

Voy a mi habitación, me retiro la ropa y me quedo solo en boxers. La calefacción ayuda mucho a que no me congele ahora que hay frio afuera.

Tomo mi teléfono celular acostándome en mi cama. Reviso mi correo, mensajes y mis redes por si hay algo nuevo. Una que otra cosa de la oficina nada más.

Una vez hecho eso voy a la ya conocida slave app.

-hola mi precioso roockie- susurro sonriendo mirando a un lobo pelirrojo en la cama de sabanas rojas vino, completamente amarrado con un traje de correas de cuero, que lo tienen inmóvil con las manos en su espalda; una pelota roja entre sus labios y una venda en sus ojos.

Acaricio su cuerpo a través de la pantalla, viendo cómo se estremece. Es como si lo tocara con mis manos, aunque yo no puedo sentirlo a él. Es la parte mala.

Termino deshaciéndome de mi bóxer para acariciar mi miembro dormido mientras escucho a todo volumen las quejas de mi lobo pelirrojo mientras paso mis dedos sobre él.

Entre las opciones de la app hay un montón de juguetes sexuales, desde los más simples hasta los más sádicos. Entre ellos escojo un vibrador con pequeñas púas de goma, el cual meto en su entrada ya encendido.

-MMMMGHH!!!~- dobla su columna para atrás

Poco a poco, mi pene crece gracias a sus gemidos acallados por esa pelota y al ver como se retuerce en la cama por culpa del vibrador.

Sonrió un poco y selecciono mover entre las opciones. Veo como el vibrador entra y sale de su interior de una forma rítmica, haciendo que el termine retorciendo sus piernas tratando de cerrarlas pero las correas que lo amarran se lo impiden.

Lamo mis labios con excitación, agarro mi pene y comienzo a mover mi mano, masturbándome al mismo ritmo que el vibrador. Me imagino que soy yo, entrando en su estrecha y húmeda entrada.

-aah~ aah~ roockie aah~ eres tan apretado- gruño mientras sigo masturbándome

Coloco la opción de acelerar cuando siento los primeros escalofríos en mi cuerpo, subiendo la velocidad de mis movimientos al igual que el juguete.

-mmgh! Mmmgh!! Mmaghh!- tiembla y sigue retorciéndose

-solo un poco más lobito, solo un mmgh poco- gruño y termino arqueándome para soltar todo mi esperma en mi mano

-MMMMHGH!!~- roockie también se corre manchando todo su cuerpo. Se ve tan deseable, como un postre bañando en leche condensada.

Jadeo con fuerza. Recuperando la respiración por la corrida, aunque mi miembro sigue erecto. Quiero más, me gustaría poder entrar en él y cogerlo toda la puta noche, como hace mucho no hago.

-desearía que fueras real, que estuvieras aquí- susurro como un leve rezo a un deseo que no se cumplirá.

O eso creí.

Al decir eso, la pantalla de mi celular se apagó dejándome desconcertado. Siento un leve movimiento en la parte baja de mi cama. Retiro el teléfono de mi campo de visión y lo que me encuentro es al lobezno rojizo tal y como estaba en la pantalla.

Me siento en mi cama. Esto es real? Estaré soñando?

-au! No, no estoy soñando- digo después de pellizcarme

Me acerco de forma lenta. Paso mis dedos por su rostro viendo cómo se estremece. Aun esta sensible.

Lo sigo tocando, viendo si no estoy imaginando cosas. Pero es bastante real para mí.

Ahora que lo pienso, dentro de internet ha habido rumores de que se puede sacar a los slave de la app. Aunque yo creí que eran solo rumores de algún loco. Ahora confirmo que es real.

-gracias a quien sea por esto- susurro mientras sonrió

Acomodo en la cama al lobo, se mira mejor en la realidad que en ese aparatito.

Me coloco sobre él lamiendo ese líquido blanco de su cuerpo.

-mmgh!! Mmgh- se mueve en reacción a mis lamidas.

Rio un poco y bajo a su entrepierna, dándome cuenta que aún posee el vibrador activo.

-olvidé quitárselo- se lo retiro, dejando que se relaje un poco

Lo observo un poco más. Espero enserio, enserio no estar soñando.

Muevo un tanto la cadera, mi miembro comienza a dolerme. No lo pienso más y roso su entrada con la punta, el tiembla levemente y se remueve.

Lo sujeto de los hombros y entro.

-ho...por...chao~- es apretado, húmedo y tibio.

Siento un fuerte escalofrió en toda mi espalda y eso que solo he metido la punta.

Voy entrando de apoco, suavemente. Disfrutando de lo cálido y estrecho. Tiemblo en respuesta. Hace mucho tiempo que no he tenido sexo por culpa de esa tonta gata.

-mmgh!!!- se arquea apretando la pelota roja que aún tiene en sus labios.

Rio levemente, verlo así solo hace que me excite más. Entro por completo y me quedo un minuto allí, gozando de esto.

Segundos después la necesidad de moverme llegó. Sujeto bien sus caderas y embisto.

-ho aah mmgh roockie eres una mmmgh delicia- comenzaba a delirar

Es mejor que jalársela todas las noches con su imagen.

-mmgh!! Mmgh! Mmgh!!- escuchaba de él, pauso mis movimientos para retirarle la pelota roja. Cuando no la tiene continuo, escuchando sus gemidos.

-aah! Aaah! Aaaah-

-mmgh rockie- gruño mientras siento nuevas corrientes pasar por mi cuerpo. Me siento en el puto paraíso.

-aaah!! Aaah!! Aaah!!- se tensa y se arquea

Me aprieta mientras se corre primero que yo, manchándome un poco a mí. Resoplo al sentir más apretado su interior, tenso también mi cuerpo y en dos embestidas más, lo lleno con mi leche.

-aaah!~ joder! Eso estuvo, increíble- suspiro jadeante

Termino recostándome sobre su pecho al perder fuerza en mis brazos. Respiro con fuerza.

-uff- salgo de él al estar mejor.

-aah~ suéltame- jadea cansado, mirándome con molestia.

Siempre ha sido algo gruñón y agresivo. Aunque para mí, le da un poco de encanto.

Aunque supongo que se merece un descanso.

Lo tomo de los hombros, levantándolo y que quede sentado.

-está bien- me aparto –te lo has ganado- sonrió y lo suelto

Él se acaricia las muñecas y mueve los brazos al tenerlo en la espalda todo el tiempo.

-ahora como regresas al teléfono?- me pregunto en voz alta

Y de la nada, varios cuadritos aparecen a su alrededor, desapareciéndolo en un parpadeo.

Asombrado, veo como la pantalla de mi teléfono se enciende. Encontrándome con roockie de nuevo sobre la cama de al app.

-con que así funciona, me gusta, ahora tengo con quien disfrutar las noches- rio para mí y me recuesto en la cama.

Me relajo un poco y miro al techo. Feliz después de mucho tiempo.