-vamos, vamos- grita nuestro líder de escuadrón a través de la radio.

Comenzamos a movernos rápidamente. Tiramos la puerta de la casa y nos dispersamos por todo el lugar apuntando con nuestras armas en caso necesitemos disparar.

Reviso la sala, la cocina y la lacena mientras mis compañeros revisan todo lo demás. Les disparo a dos criminales que encuentro en la cocina, someto a un tercero que se encontraba en la sala.

-libre!- grito al terminar y seguimos moviéndonos

Nos dirigimos a la última parte de la casa, el sótano. Uno de los nuestros dispara a la chapa, yo pateo la puerta. Entramos disparando a los criminales escuchando los gritos de quienes tienen prisioneros.

Sometemos a los que aún siguen vivos quitándoles el arma y les colocamos las esposas. Una vez hemos detenido a todos liberamos a los prisioneros.

Son chicos y chicas, no creo que rebasen los 16 años. Algunos tienen heridas y ninguno tiene una vestimenta decente.

Guardo la compostura. Libero a cada uno con mis compañeros y los sacamos de este pútrido sitio.

Debo repetir esto varias veces, trato de hacerlo rápido y agradezco que mi uniforme sea grande y grueso, así impide que mis compañeros noten la molesta erección que traigo conmigo y me tachen de pervertido.

Sacamos a todos y los aseguramos con los paramédicos para que sean atendidos al tener una crisis por todo este movimiento.

Verlos me da algo de pena. Son solo muchachos. Y me odio a mí mismo por excitarme de una situación tan sucia. Pero logro mantener el control.

Nos mantenemos en guardia hasta que las otras unidades se hacen cargo. Al no ser necesarios nos retiramos a nuestra base siendo llamados para otro allanamiento.

Miro hacia fiera del vehículo. Así de agitada y peligrosa es mi vida. Pertenecer al SWAT es una tarea dura pero a la vez placentera. Lastimosamente eso me ha traído algunos problemas. Especialmente con mis parejas.

Al ser una tarea muy peligrosa, mis novias y novios han peleado para que lo deje. Pero realmente no puedo. Es algo que me gusta. Tanto por las exigencias y el riesgo como la oportunidad de salvar vidas.

-bien logrado muchachos, por ahora nuestro deber ha terminado, descansen, los veo a todos en el entrenamiento- nos dice nuestro jefe

Suelto el aire atrapado en mis pulmones agradeciendo al cielo, no sabía si lograría aguantar mi erección mucho tiempo más.

Voy a los vestidores rápidamente, retirándome el uniforme y colocándome ropa de civil. Salgo antes de que alguien me detenga o vea mi problema y regreso a mi departamento.

Dejo todas mis cosas al lado de la puerta y voy a mi habitación. Retiro mis zapatos y mi cinturón. Me recuesto en mi cama para relajarme.

Cosa que no dura mucho. Busco mi computador y en ella busco videos que me ayuden a estimularme, especialmente las que amarran al sumiso.

No soy masoquista, ni mucho menos, pero mi fetiche es eso, aunque suene muy pervertido, pero ver alguien sumiso, con las manos y piernas atadas. Eso me excita. También me trae problemas como el que tengo ahora.

-ah! Aah!- sale de mis labio mientras acaricio mi miembro junto a los gemidos del chico a quien tienen amarrado de todas sus extremidades, del cuello, torso y abdomen al techo dejándolo totalmente colgado con las piernas bien abiertas. Cada embestida que le da su pareja hace que se balancee de adelante hacia atrás.

-así aah!~ Asi! O chaos aah!~- escucho de parte del sumiso

Muerdo mi labio inferior resistiendo la fuerte corriente que hace que mis piernas tiemblen. En este momento me encantaría tener a Sonic conmigo para jugar así.

Si tan solo no hubiéramos terminado.

Continúo mi auto atención hasta que escucho mi celular. Me detengo a regañadientes pausando el video. Sé que puedo ignorarlo, sin embargo, puede ser algo importante.

Tomo mi celular mirando las notificaciones. Es un correo. Decido abrirlo al no tener remitente.

-slave app- susurro al terminar de leer, el nombre me parece conocido

Hago memoria, recuerdo que nos fue comentado este. Al parecer es una aplicación sexual el cual tiene un gran catalogo de personajes los cuales puedes usar como esclavos, por eso su nombre.

Se hicieron varios cateos para conseguir esa aplicación y analizarla, ya que se rumoreaba que con esta lograban comprar personar reales para sus fechorías. Pero al tratar de entrar está simplemente desaparecía. Muchos que lo han tenido en uso, y voluntariamente ayudaron a la policía, explicaron que era una app solo para la persona a quien le cayó el mensaje, si este cambiaba de dueño, se borraba.

Al final fue un simple callejón sin salida.

Lo pienso un poco. No creo que haga daño, además, si lo tengo, puedo averiguar si los rumores son ciertos.

Lo instalo. Paso todas las pantallas de explicación y bienvenida de un viejo con mostacho.

Una vez dentro encuentro el gran catálogo, realmente hay muchos, no los puedo ni contar. Hay chicos, chicas, de distintas edades según logro ver.

Decido elegir a uno así que me dedico a ver a cada uno. Realmente todos son muy bellos. Pero el que me llega a interesar es un lobo, sus ojos son naranjas y su pelaje rojizo.

Dudo un poco pero al final es el que elijo. Pronto la pantalla cambia y lo puedo ver en una sala. Sus brazos están sujetos al frente por una cadena. Su cuerpo está totalmente cubierto por una tela blanca pero bastante sucia.

-bueno, veo que es solo un juego- reviso cada ventana sonrojándome con tantos juguetes sexuales –un juego demasiado pervertido- dejo de revisar por culpa de mi erección que no terminé de atender.

Miro al lobo aun parado mirando hacia el suelo. Bueno, es solo un juego.

-no es como si pudieras salir de allí, verdad?- le pregunto pero de la nada se apaga –¿Qué paso?- reviso el celular hasta que siento una nueva presencia en mi habitación

Al voltear me encuentro al lobo que estaba en mi celular. Me sobresalto y casi caigo de la cama. Al ver que no hace nada me calmo y me acerco a él. Acerco mi mano, toco su rostro para comprobar si ese muchacho está frente a mí. Él se estremece por mi tacto. Es real.

-pero ¿cómo demonios?- susurro mirando con más detenimiento

-es un beneficio de la aplicación amo- susurra en respuesta a mi pregunta

-¿beneficio?-

-sí, usted puede sacarme cuando desee y para lo que desee- me mira

Así que por esto la aplicación era tan codiciada, e investigada.

Lo que yo quiera. No creo que sea bueno aprovecharme. Aunque. Es una app.

¿Será correcto?

-ngh- me estremezco –niño ¿Qué haces? Aah

~- tiemblo de nuevo

El lobo tiene sus manos en mi miembro y pasa su lengua por la punta haciéndome jadear.

-solo cumplo con mi deber- susurra lamiendo de nuevo –es por lo que me ha sacado ¿no?- lo hace repetidamente

-¿qué? No yo aah!!~- me sobresalto

Mi miembro se encuentra ahora en su boca. Muerdo mi mano para no gemir más y trato de apartarlo con la otra. Pero me es difícil, no puedo, se siente tan bien.

Su cabeza sube y baja mientras sus manos acarician la base. Yo trato de resistir, pero no me dura mucho. Comienzo a gemir leve ante su felación.

Chaos, lo necesitaba tanto.

Poco a poco voy cayendo a la cama al ya no resistir ni mi propio peso.

-aah!!~- me arqueo un poco cuando su lengua trata de entrar a mi uretra

Su trabajo es estupendo. Siento como mi miembro palpita ante todo lo que hace. Estoy por correrme, pero los jadeos no me dejan ni hablar.

De pronto se detiene, dejándome a la mitad del camino. Gruño ante esto.

-¿por... por qué?... AHH~ mierda!- mi cuerpo se tensa

El chico se ha colocado sobre mí y se ha auto penetrado. Su interior es tan suave y cálido. Muy estrecho. Se siente demasiado bien. No logro resistir y en los primeros movimientos me corro dentro de él.

Jadeo con fuerza. Mi cara arde y siento como baja una lágrima de placer.

El lobo me observa y se mantiene sentado sobre mí.

-¿está complacido amo?-

Recupero un poco la respiración.

-primero... si, eso fue... mi increíble- paso saliva –segundo.... No debiste... tercero... no me digas amo... soy shadow.... Y tu?-

-soy rockie amo, me alegra complacerlo amo-

-no me digas amo, soy shadow-

-amo shadow-

-que amo no-

-si amo shadow-

Suelto un suspiro, chico necio.

-como sea- suspiro –gracias por la ayuda-

-mi deber es complacer al amo- responde

Lo observo, sus ojos se miran tan vacíos. No comprendo nada. Pero por ahora no voy a pensar más.

-bueno rockie, voy a descansar, como hacemos para que regreses a la...?- de pronto ya no lo tengo sobre mi

Volteo a mi celular y lo observo, en el encuentro a rockie de regreso en la sala. Con la diferencia de que debajo de él veo unas gotas blancas.

-¿en qué me he metido?- susurro dejando el teléfono de lado

Está app es tan, extraña.