Mephilver 2
-al fin- suspiro pesado al ver la hora
Tomo mis cosas, mi laptop, ipad y varios documentos que debo revisar y firmar aún. Apago todo lo demás y salgo de mi oficina, me despido de mi secretaria y de todo el personal que encuentro de camino al ascensor. También al salir de este.
Llegar a casa me toma alrededor de media hora. No es tan grande ni tan pequeña, ya que no tengo a nadie para compartir mi hogar. Si me casé y tuve un hijo, pero mi hijo murió al tener solo cuatro años por culpa de su madre, ella se encuentra ahora en la cárcel por su imprudencia.
Y yo, estuve un tiempo destrozado por lo que pasó y me cambie de casa por ese motivo.
Aguardo mi carro en la cochera y cierro todo con un control remoto, entro a casa encontrando con mi cena bien tapada en la cocina y todo limpio. Crystal es una gran ayuda. Debe estar ahora en la universidad.
Dejo mis cosas en mi pequeña oficina que poseo en casa y subo a mi habitación a colocarme más cómodo. Y claro, castigar a un erizito desobediente.
Me coloco unos jeans y una camiseta sencilla, de todas maneras en un rato desaparecerán de mi piel. Cuando estoy más cómodo saco mi teléfono y pido que salga. Al instante aparece frente a mí, arrodillado y con una venda en los ojos, ya me es costumbre dejarlo con la venda jejeje.
Conecto mi teléfono para que se cargue mientras juego con mi pequeño ratoncito blanco.
Voy con él y acaricio levemente su mejilla, viendo cómo se estremece ante mi tacto, es una de las razones por la que le tengo puesta la venda, para que sus demás sentidos estén más atentos.
-dime, silver, que vamos a hacer hoy?- le susurro, su oreja se mueve volviéndose a estremecer
-castigo, amo- susurra
-por qué el castigo?-
-por desobedecerlo- jadea leve al sentir mis labios en su cuello
-bien dicho mi ratoncito- le digo algo meloso, sé que no debería pero, me gusta decirle así
Tomo sus muñecas y lo hago levantarse, con cuidado lo llevo a la cama y hago que se siente hasta la cabecera. Voy por algunas cosas y regreso con él. Coloco sus manos detrás de su nuca y las amarro a la cabecera dejando sus codos en alto. También amarro los muslos de sus piernas para que no las pueda estirar.
Abro sus piernas y me coloco en medio acercando mi rostro a la de él.
-debes quedarte quieto esta vez, un pequeño movimiento y se volverá más doloroso-
-si amo- sonrío y tomo el vibrador que traje entre tantas cosas.
Lo prendo y lo paso por todo su cuerpo, logrando que jadee, trata de resistir pero yo estoy consciente que eso es difícil, ya que son movimientos involuntarios. Pero eso es el punto, subir el nivel de masoquismo, poco a poco, me da una gran excitación hacerlo así.
-no te muevas silver- le susurro
-ngh si mm amo- sigue tratando de controlar su cuerpo, pero le es complicado, especialmente cuando el vibrador se sitúa en su entrepierna, su miembro comienza a crecer pero termina moviendo las piernas y jalando su amarre a la cabecera.
Detengo el vibrador y el jadea algo sonrojado.
-per..perdon amo- baja las orejas.
Yo, simplemente sonrío, dejo el vibrador y tomo unas pequeñas pinzas, las cuales coloco en sus pezones.
-aaah!~- se vuelve a mover
-muy mal silver- susurro contra su cuello viendo como se le erizan las púas
Tomo un consolador de bolas y sin mucho cuidado comienzo a metérselas.
-aah! Amo!- se tensa tratando de no moverse, aunque comienza a tener pequeñas contracciones, se nota por el leve temblor de sus piernas.
Pero no se movió, así que eso merece un pequeño premio. Jalo un pequeño chocolate de entre las cosas y me acerco a él.
-abre la boca- el obedece y abre con lentitud temiendo que lastime su boca. Coloco el chocolate con suavidad –come- le susurro y el cierra la boca con cuidado para luego masticar con lentitud, cuando reconoce el sabor se calma –abre- le susurro después de unos segundos y el obedece
Cuando abre la boca lo beso metiendo la lengua, sintiendo el chocolate que le acabo de dar. Él no se niega y corresponde mi beso.
Al separarme dejo un pequeño hilo de saliva que une nuestras bocas, que yo rompo al terminar de separarme. Tomo el consolador y comienzo a moverlo en su interior, viendo como resiste en no retorcerse, pero al final no puede y se arquea un poco.
Sonrió y saco el consolador para colocarle unas bolas chinas de plata que acabo de comprar. Se estremece al estar en su interior. Cuando están bien metidas con cuidado de no lastimar sus brazos lo giro dejando ver su hermoso y redondo trasero. No resisto mucho y le muerdo la cola.
-amo!~- hecha su cabeza hacia atrás, parece ser que su cola es algo sensible.
-no te muevas- le susurro algo juguetón
Acaricio un poco su trasero y espalda, su pelaje es suave al tacto, es algo que me gusta de él.
-silver, látigo, fusta o paleta?- le pregunto mientras sigo acariciando sus glúteos y entrada
-mmmm~ fusta- susurra temblando levemente por mis caricias.
No es mala elección, dentro de todas las cosas que poseo busco una fusta forrada en cuero negro. Me aparto de silver un poco y golpeo su trasero con ella.
-aaah!- hecha de nuevo su trasero hacia atrás
-no te muevas silver- le regaño para volverlo a golpear con un poco más de fuerza, dejando la marca de la fusta.
-aaah!~- trata de mantenerse quieto, pero su cuerpo responde al dolor y tiembla un poco.
-quieto- repito mientras vuelvo a golpearlo
-amo!~- se tensa y se contrae, resistiendo, pero su miembro me dice otra cosa, está por correrse.
-no te atrevas a correrte- lo golpeo de nuevo
-aaah!~- se tensa aún más. Quedando completamente quieto. Cada azote lo hace gemir, pero ha logrado mantenerse un poco más quieto.
Cuando su trasero está lo suficientemente rojo dejo la fusta y acaricio sus glúteos, el jadea y se queja un poco.
-buen chico- le susurro –ahora mereces un premio- sonrío y me quieto la ropa, dejando mi erección en el aire. No solo silver debe aguantar, yo también, pero eso hace más exquisita el sexo con él.
Dejo de acariciar su trasero, solo para abrirme paso y entrar rápido en él, sintiendo con mi punta las bolas que están dentro de su entrada.
Él se arquea un poco como respuesta. –aaahhh!!~- tiembla y termina dejando caer su rostro en la cama, dejando sus manos sobre su cabeza.
No puedo esperar mucho y comienzo a embestirlo con algo de fuerza y velocidad, chaos, no puedo evitarlo, su trasero me hace delirar constantemente. Jamás pensé que un chico tuviera tan buen atributo. Me sostengo de la cama y embisto lo más profundo que puedo.
-aah! Aah! Amo aah! Aah!- silver está a punto, pero no dejo que se corra sin mí. Deshago los amarres en sus muslos y levanto su trasero para poder ayudarme con mi propio peso y meter mi miembro hasta el fondo. Mientras sujeto su miembro y tapo la entrada.
-ngh no te corras- le advierto
-agh amo aaah por favor- comienza a retorcerse sintiendo el clímax muy cerca, pero aún no lo dejo, falta que yo llegue –aaah! Por favor!!- se arquea retorciéndose un poco
-quieto o te azoto con el látigo- gruño, el trata de mantenerse quieto luego de mi advertencia.
Después de unas embestidas más, siento la corriente de electricidad pasar por mi cuerpo y expulso todo mi semen en su interior, soltando su miembro para que se corra conmigo.
-AAAMOO!!!~~- su entrada me aprieta con fuerza, aprieto los dientes por la sensación.
Me relajo cuando todo mi semen sale de mi interior, salgo de él y lo vuelvo a girar, retirándole la venda, sus ojos están tan brillantes a los últimos rallos del sol que entra por mi ventana gracias a las lágrimas de placer, su rostro esta rojo y tiene una pequeña línea de saliva que llega a su barbilla.
-buen chico- le susurro acariciándole la mejilla
El solo me observa, con algo de miedo, pero no se aparta de mí ni trata de golpearme como la primera vez que lo sodomicé. He de admitir que me encantan sus ojos color miel, son muy bellos. Paso mi pulgar por su boca y jalo un poco su labio inferior para besarlo de lengua de nuevo. No rechaza el beso, solo se estremece con el, corresponde de forma lenta, haciendo de este beso algo pasional. Nos separamos un poco y le doy una embestida.
-aaah!~- tiembla un poco, está sensible al igual que yo.
-vamos a la segunda ronda- sonrío
-aah! S..si amo-
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top