Entro a mi casa dejando mi saco en la percha, mis llaves en el pequeño mueble, mi portafolios lo voy a dejar a mi pequeño estudio. Un día más de un duro y fastidiante trabajo ha terminado al fin, es hora de relajarme y disfrutar del tiempo que me queda antes de dormir.

Subo a mi habitación y me retiro toda la ropa formal colocándome algo cómodo, salgo de mi alcoba y voy hacia otra que tengo con llave. Entro y cierro este lugar, nadie sale ni nadie entra, encendiendo la luz, mirando mi propio paraíso donde calmo toda mi frustración y estrés del día a día.

-hola mis bebes- susurro pasando mi mano por cada fusta y juguete que tengo en este lugar.

Muchos me llamarán degenerado, quizás adicto, la verdad, no me importa. Me gusta el sexo salvaje y fuerte, donde yo sea el amo y señor que hace lo que quiera usando juguetes, muchos juguetes. Al principio conseguir a alguien que aceptara mis términos era difícil. Hasta que, gracias a quien sea que haya creado slave app, no tengo por qué buscar. Saco mi teléfono celular y voy hacia esta, tocando su icono para abrirlo.

-sal, scourge- ordeno cuando la app ya se encuentra abierta.

De mi celular sale un erizo verde, mirando el suelo, arrodillado ante mí.

Agarro mi fusta preferida y con esta levanto su barbilla haciendo que me mire. Sus ojos conectan con los míos, posee una expresión vacía y neutra.

-vamos a jugar mi querido slave- sonrío mientras lo veo

Aunque su expresión no cambia, ni se inmuta siquiera.

Suelto un suspiro y aparto la fusta.

-levántate y ponte contra la pared- de inmediato obedece –abre las piernas- lo hace de inmediato sin quejarse

Muerdo mi labio inferior, mirándolo

Agarro mejor la fusta y golpeo uno de sus glúteos.

-aah!- suelta un gemido de dolor pero no se mueve, se queda quieto a pesar del dolor

Lo intento un par de veces más obteniendo el mismo resultado. Resoplo y lo dejo en paz, era más entretenido cuando era rebelde y quería sacarme los órganos, aunque eso me contradice a mí mismo considerando que me gusta que me obedezcan, o quizás me gusta domarlos.

Realmente no importa.

Saco uno de los consoladores y lo meto en su entrada de golpe.

-agh!!- veo como su cuerpo se tensa, pero no consigo mayor reacción, solo lo veo allí, contra la pared, temblando un poco

Suspiro, esto es aburrido.

Saco el consolador y golpeo detrás de sus rodillas con mi fusta haciendo que caiga por la fuerza que emplee.

-te has vuelto un aburrido, no me sirves más, diviértete con tu nuevo amo- le digo mientras coloco la opción de devolver en el celular, desapareciéndolo de mi vista.

No es la primera vez que me deshago de un slave, he tenido muchos, me gusta la variedad.

Me siento en el sillón que tengo en este lugar y reviso los especímenes que la aplicación tiene.

Son muchos, hay varios que yo regresé y reconozco. Sigo buscando un rato más, pensando si elegir a un erizo azul, un erizo moreno, un zorro, o un conejo. Miro la pantalla un rato, pensando, al final lo dejo a la suerte y termino eligiendo al erizo moreno de ojos carmesí.

Después de la felicitación del gordo con mostacho aparece el moreno. Lo veo bien un momento.

-dime tu nombre-

-eso no te importa demonio gigante- gruñe

Sonrió, es un rebelde y parece que nadie lo ha educado, perfecto.

-sal- ordeno

Y como la vez anterior, el erizo moreno se materializa frente a mí, con cadenas y una pequeña ropa de mendigo.

Me acerco y lo veo de pies a cabezas, se ve fuerte y que me odia a muerte con esa mirada que me está lanzando.

No tiene marcas en el cuerpo, sus púas están cuidadas, debe ser de la realeza, me he encontrado con varios en esta app.

Bien, a divertirnos. Golpeo la parte de atrás de sus rodillas haciendo que caiga al suelo, quedando hincado, lo cual aprovecho para quietarle la ropa de un jalón rompiéndola en el proceso.

-agh maldito hijo de mierda- trata de levantarse y vuelvo a golpearlo con la fusta, obligándolo a quedarse en el suelo

-tu eres mi esclavo ahora- me coloco frente a él

-jamás seré un esclavo, soy un príncipe, el príncipe shadow, mi lugar es en un palacio con lujos y comodidad- se levanta y lo vuelvo a golpear para dejarlo en el suelo –deja de golpearme o veras mi furia- se levanta de nuevo y lo vuelvo a golpear con más fuerza

-no tienes poder ante mí, shadow- golpeo de nuevo para hacerlo ver que tengo razón –yo soy tu amo, y te voy a domar hasta que aprendas que de ahora en adelante eres mi perra!!- esta vez lo pateo

Cae totalmente al suelo su rostro por el golpe, logro escuchar sus gruñidos y quejas entre dientes.

Amo hacer esto y no tener que ir a un juzgado acusado de maltrato y violación.

Me acerco a él y lo tomo de las púas, levantándolo, para llevarlo contra una de las paredes donde tengo unas cadenas, le retiro las que tienes y le coloco las nuevas dejándolo abierto en forma de x.

-suéltame maldito, jamás seré tu esclavo, primero muerto- me escupe en la cara

Me limpio mientras lo veo con una sonrisa –tú ya estás muerto- golpeo su cara con mi fusta dejándola marcada.

Lo veo quejarse del golpe, no me importa eso, dejo mi fusta en su lugar y me retiro la ropa dejando ver mi miembro erecto. Es excitante golpear a un rebelde, e imaginarme sus gritos con lo que voy a hacer.

Le quito los grilletes de las piernas, las levanto y lo coloco al nivel de mi cadera.

-qué haces?- me mira confundido

-voy a gozarte, recuerdas, eres mi perra- sonrío

-qué? No te... aaaaaghhhh!!!- se arquea mientras voy entrando en él totalmente en seco –no agh basta aah detente ngh duele- tiembla

No le hago mayor caso, sigo entrando, sintiendo como su entrada me aprieta con fuerza y su sangre tibia comienza a salir manchándome un poco la entrepierna.

-basta!! Suéltame enfermo!!!- comienza a reclamar, debería enojarme pero en realidad me excita

Termino de entrar y jadeo, sus paredes palpitan acariciando mi miembro.

-ngh aah que delicia~ eres tan apretado~- jadeo

Pronto empiezo a moverme, lento para luego tomar un ritmo rápido y corto. Escucho el chapoteo que nuestro choque provoca.

-agh ngh sal de mi maldito- jala las cadenas y se mueve, buscando la forma de apartarme

Lo sujeto con mayor fuerza y sigo moviéndome, mientras más se niega, más quiero hacerlo.

-grita- susurro comenzando con las verdaderas embestidas. Usando toda mi fuerza para entrar y salir por completo

-AHH!! AGH! SUELTAME!!- su cuerpo tiembla más por el dolor, no aguanta sus lágrimas y las deja salir

Sonrió y lamo su mejilla tomando sus lágrimas. Son saladas pero exquisitas.

Sigo en mi trabajo, un cosquilleo empieza a subir y bajar de mi columna, mis piernas tiemblan levemente, mi miembro comienza a palpitar en su interior.

Unos golpes más y me corre en su interior.

-aggh mi... mierda- escucho al moreno de mirada rubí mientras baja la cabeza tratando que no vea su debilidad

Salgo de él viendo mi semen y su sangre negra escurrir por sus piernas. Él se cuelga de las cadenas, parece que sus piernas han perdido fuerza.

Sonrío, estas imágenes me encantan. Tomo su barbilla y levanto su rostro, está algo sonrojado, sus lágrimas aun bajan y su odio aún se reflejan en su mirada.

-maldito- susurra entre dientes

-tranquilo, pronto me llamaras, amo- obligo a que abra la boca y lo beso de lengua, el trata de separarse y termina mordiéndome la lengua

Me aparto de golpe sujetando mi boca. Frunzo el ceño mirándolo, el jadea sonriendo leve por su hazaña. Comienzo a reír de a poco cuando el dolor va bajando.

-atrevido, me encanta- me acerco de nuevo –será divertido quebrarte principito- susurro

-jamás lo lograrás- gruñe

Río un poco y me aparto, esta vez saliendo de la habitación, dejándolo amarrado allí. Es una fiera, pero así mejor, es más entretenido jejejeje.