✨X: Revelación✨

13 de octubre de 1995.

La puerta de una desgastada cabaña fue abierta, por ella una anciana vestida de azul marino entró y caminó en dirección a la sala. Sentándose soltó un largo bostezo, se sentía muy cansada ese día; pero se encontraba jovialmente feliz.

El pequeño JiMin había por fin nacido y sus dudas habían sido resueltas al observar aquel brillo extendiéndose desde el pecho del tierno bebé hasta el inmenso cielo nocturno de esa noche fría.

-¿El pequeño ha nacido mi señora?- la voz de su aprendiz resonó en aquella sala, Shitomi volteó su mirada y le dió una cálida sonrisa. -Así es mi querida Eunha, el pequeño heredero al poder espiritual ha nacido.

Eunha asintió pensativa, tomando asiento frente a la anciana. -Señora, ¿usted hizo lo que me contó?

-Lo hice... Uní mi alma a la suya ahora ambos estamos conectados, el será un gran hombre apuesto y fuerte pero... - Contó. Quedándose por unos instantes callada para buscar las palabras perfectas y así describir el tortuoso futuro del pequeño recién nacido.

-...¿Pero?- Eunha preguntó curiosa, admirandose de lo poderosa que podría ser la anciana Shitomi.

-Su futuro es muy trágico... Ha sido escogido por la deidad para ser el próximo guardián del poder espiritual y... También se tomará ventaja de su alma destinada... Será lastimado muchas veces incluso podría dejar de respirar en algún momento pero ¿sabes quién podrá ayudarlo en secreto?- cada palabra soltada durante la fuerte tormenta que azotaba el bosque tuvo un veredicto bendito sobre la vida del pequeño JiMin.

-¿Quién?... - Eunha prestó demasiada atención, agradeciendo que Shitomi confiara en ella al decir todo aquello.

Shitomi miró seria a su aprendiz, aquello que diría era algo sumamente delicado. -Mientras él no sea enlazado con su verdadera alma destinada, seré yo quién lo saque de la profunda oscuridad, seré yo ayudándolo para que pueda cumplir su cometido... Porque el nació para luchar y acabar de una vez por todas con la sacerdotisa mala...

Eunha chasqueó sus dedos, había algo que no cuadraba en aquel relato. -Mi señora, ¿Acaso un mortal podrá acabar con alguien como ella?

Shitomi rió secamente al tiempo que negaba. -JiMin siendo un ser poderoso y fuerte; es mortal. Por eso su unión debe ser con alguien que goza de la inmortalidad y ¿sabes a quienes me refiero no es así?

Eunha tapó su boca con una mano totalmente impresionada. -Con los guardianes... ¿El deberá enlazarse con un guardián?

Shitomi asintió en respuesta y sin mediar palabra se levantó del sofá para colocarse frente a la ventana, aquella luz aún brillaba de manera tenue en medio del cielo gris. -Tu destinado será uno de los guardianes Park JiMin... Con ello conseguirás la inmortalidad y darás paso a una nueva descendencia. Pero sobre todo lo malo que vendrá... Podrás conocer el verdadero amor.

Esas fueron las palabras de la anciana. Su conexión había sido establecida desde que sacó al bebé del vientre de su madre, aquella luz que se había presentado en el pecho del recién nacido era color morada pero se había vuelto azul al dar por hecho el pacto que lo unía hacia Shitomi.

Cuando aquella luz brilló en el cielo, la deidad supo que Shitomi era el ángel que velaría por la seguridad del futuro omega, pacto que se cortaría cuando fuera enlazado por su verdadero e indicado destinado.

Actualidad

-¿Quién es usted anciana?-NamJoon preguntó con voz seria, viendo a la anciana que yacía sentada en una de las sillas de la enorme mesa de madera negra.

-Más respeto a tus mayores jovencito. - la anciana de ya pronunciada edad reclamó al ser tratada como una intrusa.

-Pregunté quién es... Responda. -apretó sus puños cuando la anciana sonrió y le miró de una manera que erizó a todos los reunidos allí.

-Soy Shitomi y puedo ayudar a que JiMin vuelva a la vida.

Todos se vieron totalmente sorprendidos por las palabras dichas. No entendían absolutamente nada.

-¡Oh! ¿Fui muy directa?

-Señora Shitomi, ¿puede explicarnos de que habla? - SeokJin habló sonriendo de manera nerviosa, su voz sonó amable y al parecer esto ayudó a que la anciana se tranquilizara y le mirara con una sonrisa sincera. -Tú si eres amable. -ironizó viendo mal a NamJoon.

SeokJin soltó una risa nerviosa, colocando su mano por debajo de la mesa, apretando con gentileza la rodilla del alfa que se notaba molesto.

-Lo lamento, la verdad ésta situación es un poco dura para nosotros. - explicó.

-Entiendo... Verán les explicaré un poco. - Shitomi cruzó sus manos sobre la mesa y miró fijamente a los tres guardianes sentados ahí. - Cuándo JiMin nació... Yo establecí una conexión con él. Yo lo protegería hasta que se enlazara con su destinado... Ellos se han encontrado ahora pero ningún sentimiento se ha forjado al parecer.

-Espere... ¿A que se refiere con que ya lo encontró?- TaeHyung preguntó curioso, sintiendo como NamJoon se tensaba en su lugar, ganándose las miradas curiosas de los presentes ahí.

-¿No me digan que no saben nada?... ¿No saben sobre la profecía de luz?

-¿Profecía de luz?- SeokJin preguntó esta vez.

-Al parecer solo uno lo sabe en esta habitación. - Shitomi miró a NamJoon de manera que este agachó la mirada.

-¿Joonie?- SeokJin soltó con voz dolida mirando al alfa que no hablaba y no dirigía la mirada a nadie.

-Odio los silencios así que hablaré yo...- Shitomi miró a cada uno con atención y soltó un suspiro. -La profecía de luz es aquella impuesta por la deidad, aquella que les creó a ustedes. La profecía cuenta de como un ser mortal nacerá para así vencer a la sacerdotisa mala pero, él al ser un ser mortal no podrá lograrlo aún si su poder es muy fuerte.
Es ahí cuando llega su alma destinada, un ser inmortal poderoso que le de el privilegio de convertirse en alguien inmortal y como recompensa lleve la nueva descendencia.

-Ese ser mortal es JiMin... -NamJoon comenzó a hablar ganándose las miradas de todos ahí. -La sacerdotisa mala es SeoHyun y... - tragó saliva. -El ser inmortal es YoonGi.

TaeHyung y SeokJin le miraron atónitos, ambos sintieron una especie de inquietud al saber que les habían ocultado todo esto.

Ese día solo les informaron del pequeño omega recién nacido pero no dijeron nada más.

-No puede ser... ¡¿Por qué tu si sabías y nosotros no?! -el grito de TaeHyung se escuchó en toda la habitación y sus ojos se tornaron en un rojo intenso.

-TaeHyung calmate... - SeokJin habló molesto. -¿Acaso ellos lo saben?

-No... No saben nada mas que son almas destinadas y que JiMin debe acabar con SeoHyun.

-Ahora... -inició Shitomi. -Debemos dejar esto de lado y centrarnos en salvar a JiMin así que comencemos.

-¿Y cómo lo hará?- TaeHyung preguntó alterado. Shitomi le miró y guiñó un ojo. -Observa.

Shitomi cerró sus ojos y su pecho brilló, una luz en color azul remarcó aquel collar que contenía una gema. Un collar parecido al de JiMin. -¿¡Ese collar no es...!?

-Shtt. - calló SeokJin a TaeHyung, éste soltó un gruñido pero guardó silencio. Mirando con atención cada movimiento en la anciana.

-La conexión está establecida, guarden silencio... Todos tomen su mano para formar un círculo.

Todos juntaron sus manos, el círculo comenzó a formarse y en el pecho de cada uno salió una luz referente al poder que poseían; TaeHyung, roja; NamJoon, celeste y SeokJin, verde.

-Todos unirán su poder para brindarselo a JiMin, solo el podrá romper la maldición así que concentrense. -Shitomi susurró y los demás acataron la orden sin rechistar o preguntar, no había tiempo que perder, ellos ayudarían a JiMin sin importar qué.

-¡YoonGi!- ChoA corrió para auxiliar al alfa que comenzaba a sangrar, Baekhyun sostuvo a JiMin.

-Estoy b-bien... Dame unos minutos y... - ChoA negó con ojos llorosos. -Estamos de este lado YoonGi... Aquí no podemos sanar con facilidad. Además la daga tenía veneno.

-Lamento no poder hacer nada... - YoonGi cerró sus ojos un momento, sintiendo algo arder y quemar dentro de su cuerpo.

-Bien... ¿Quién sigue entonces? ¿Debería ir por ti ChoA?

La mencionada alzó la mirada, sus ojos se tornaron en un morado brillante. -Debes detenerte... ¡Hazlo!

SeoHyun rió jugando con la daga bañada en sangre, sangre del alfa que comenzaba a sentirse mareado. -Te ves ridícula ChoA... Tal vez...

Un fuerte viento calló sus palabras y su ceño se frunció al ver a JiMin acurrucado viéndole con un color de ojos dorado. -¿Qué demonios...?

ChoA volteó su mirada y vio a su hijo levantarse, lucía irreconocible; Baekhyun se encontraba atónito, mirando como por aquel omega corrían destellos en color verde, rojo, morado, azul y celeste.

YoonGi miró admirado al omega y sonrió soltando una lágrima, antes de caer desmayado en el suelo de madera.

-¿Por que me ven así? ¿Están sorprendidos? - ironizó.

ChoA frunció el ceño confundida, ¿Qué le había pasado a su hijo?

No, ese no era su hijo... Parecía estar fuera de si.

-No dejaré que lastimes a nadie más SeoHyun... ¡Tus sucias manos no me volverán a dañar jamás!

Su voz era algo que no reconocían, aquellos ojos dorados le veían con enojo. Por un momento ChoA temió de su propio hijo.

-Mocoso insolente... - SeoHyun miró de reojo el altar y se colocó frente a el. -Intentalo.

JiMin soltó una risa que erizó la piel de todos y ChoA tomó en brazos a YoonGi, arrastrándolo para salir del camino de su hijo.

La madera del suelo tronó con cada paso que el omega daba.

Lo siguiente que sucedió fue algo impresionante.

JiMin movió su mano izquierda y de esta salieron raíces, impulsó con fuerza aquellas raíces y con ellas atravesó a SeoHyun, el estómago de ésta comenzó a sangrar y frunció el ceño, el no le había dejado ni reaccionar. -Maldito.

El omega se aproximó a ella y se colocó de cuclillas. -Eso fue por YoonGi... Y esto es por mí. -alzó la mano derecha y de ellas un fuego salió quemando todo el altar, su collar brilló con fuerza y volvió al morado. Todo había terminado.

SeoHyun desapareció de allí dejando a un HoSeok tirado en el suelo. -Ha huido.

Tzuyu la cual había observado todo, sonrió con malicia... Retirándose también del lugar.

La gema que estaba en el altar se volvió cenizas, así como todo el lugar.

-Mamá... Llevanos a casa. - JiMin susurró débilmente, cayendo al suelo de nuevo; totalmente inconsciente.

ChoA confundida miró a su hijo.

¿Que rayos le había pasado?

-Tzuyu también se ha marchado... Todo terminó; hay que irnos. - Baekhyun se acercó de nuevo al omega y lo cargó en sus brazos. -Él está bien, solo está débil...

-Bien, llevemos a HoSeok. Nos será de mucha ayuda.

Se pusieron en marcha, HoSeok sonrió al saber que había salido a la perfección su plan.
YoonGi seguía inconsciente, ChoA lo llevaba en el caballo, sabiendo que este sanaría en cuanto salieran por completo del lado exiliado.

Su mente iba muy ocupada tratando de comprender el comportamiento de su hijo y la manera en cómo había soltado aquellas palabras... Había una mezcla en el tono de su voz. Aquellas palabras y la forma de mirarle fueron de dolor y enojo.

Preguntándose qué podría haber sucedido para que dijera esas palabras...
¿Por qué el no sabía nada aún verdad?

-Te notas cansada. - la voz de Baekhyun la sacó de sus pensamientos y ella solo le sonrió apenada. -Lo estoy... Apresuremonos a llegar.

Decidí dejarlo hasta aquí...

¿Qué le habrá dicho Shitomi a JiMin?

¿Hay más en su conexión que aún no se sabe?

Dos porque ... Naa, es porque mi bebé mochi está de cumpleaños!!

Nos leemos pronto!

Voten porfis💔

Hotcakeworld

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