✨VII: La llegada del invierno✨
El día había llegado ya al gran castillo; por la ventana entraban los rayos de sol, alumbrando con gran ímpetu la habitación de omega, al agudizar el oído, el sonido de los pajaritos llegaba hacia él, los cuales entonaban melodías agradables acompañada de la brisa fresca matutina y el rocío que aún bañaba las zonas verdes.
A pesar de ser un ambiente hermoso con el que cualquiera quisiera despertar, para JiMin el cual se había desvelado hasta muy noche tratando de encontrar el libro, no era más que una interrupción a su sueño.
Su mente procesando el hecho de que no tuvo éxito en su búsqueda y que muy frustrado se había dirigido a su habitación por órdenes del "señor YoonGi" tanto así, que hasta había terminado de gritarle al alfa pues éste lo había sacado de la biblioteca diciendo un "Omega ya es tarde, ve a dormir" además de regañarle por estar hasta altas horas buscando algo que al parecer la tierra se lo había tragado.
Explotó.
Y eso era lo que le había hecho gritarle cosas como: "No me llames omega" "No soy tuyo" "Estoy harto de ti, no me molestes" y sí, también le había empujado cuando éste quiso pasar a su habitación, provocando que le lanzara la puerta con fuerza, dejando a un alfa refunfuñando fuera de su habitación diciéndole que respetara a sus mayores y otras cosas más que decidió no prestar atención.
Regresando a su presente, el ruido de la puerta siendo tocada le obligó a abrir un poco sus ojos, cerrándolos cuando la luz le molestó además que a través de ella entró la misma beta de la tarde anterior. Soltó gruñidos molesto pues quería seguir durmiendo pero al parecer no sería así.
—Buenos días señor JiMin, es hora de levantarse. — dijo de manera mecánica, a JiMin le resultó gracioso el tono con que le habló, como si fuera un robot.
Vio como amarraba las cortinas amarillas que el había decidido mandar a cambiar pues las anteriores eran muy oscuras para su gusto.
Se sentó en su cama para estirar así sus brazos y demás músculos, viendo como ella iba de allá para acá. Entrando por último al baño y saliendo después de unos minutos.
—He preparado la tina señor, cuando esté listo baje al comedor, el señor YoonGi le está esperando.
El omega abrió sus ojos ante lo último, deseando que la tierra se lo tragara o fingir estar enfermo para así no presentarse a comer con... Él. —¿Qué hora es?— preguntó en su lugar.
La beta revisó el reloj. —Son las ocho de la mañana señor.
—Dile que enseguida bajo, no te preocupes yo ordenaré la cama.
—Pero... —Sowon calló ante la mirada de advertencia.
Quiso discutir, diciendo que era el deber de ella hacerlo pero al mirar como éste le ignoraba para arreglar él mismo la cama, suspiró resignada. —Déjeme hacerlo la próxima vez por favor, es mi trabajo... Yo lo dejo alistarse, allí coloqué su vestuario. —habló señalando el gran traje elegante que estaba colgado fuera del armario.
—¿Traje? ¿Es obligación?— preguntó viendo lo extremadamente formal que lucía mostrándose similar al que usaban los guardianes.
—Lo lamento, me temo que si... El señor YoonGi me pidió que se lo pusiera. Hoy hay una reunión importante. —habló apenada. Entendiendo que todo para el omega era demasiado nuevo.
JiMin rodó sus ojos. —He escuchado mucho su nombre ésta mañana... Bueno gracias, puedes retirarte Sowon.
—Compermiso. —dijo para después abandonar la habitación.
Estando solo, JiMin comenzó a lanzar las almohadas sin dirección alguna. Molesto porque ahora por ese alfa debía dormir menos, desayunar temprano y como si no fuera poco debía hacerlo junto a él... Y usar un maldito traje incómodo.
¿Estará molesto?
Después de todo creo que le aplasté la nariz con la puerta.
JiMin sacudió la cabeza, resignándose a que debía bajar y desayunar con YoonGi. Bien esos cambios eran mucho para él, ni siquiera llevaba una semana pero el debía seguir reglas y ponerse lo que le dijeran. Soltó el aire y se metió a la tina, ese baño le hizo disminuir su ya elevado estrés. Dedicándose a relajarse en las tibias aguas. —Me debes explicaciones YoonGi hyung. —se burló.
Al salir pudo distinguir el reloj que yacía a un lado del armario, marcando las ocho y media. Dirigió su mirada al traje que lucía muy elegante para su gusto: Un traje completamente negro, con detalles dorados, parecía ser de oro, acompañado de zapatos pulcramente lustrados.
Se despojó de su bata por completo, comenzando a vestir aquel traje. Se extrañó al no ver una placa como la de los demás pero ignorando ese detalle, se miró al espejo y todo enojo se fue un poco al ver su reflejo.
Reconociendo que se veía muy bien con el traje puesto y su cabello azul, liso y bien acomodado al ser peinado delicadamente por él.
Dándose un último vistazo, salió de la habitación y siendo cortés saludó a los guardias, recibiendo reverencias y saludos mecánicos.
Bajó las escaleras y giró a la izquierda pues ahí se encontraba el comedor.
Los nervios le hicieron tragar con fuerza, su mano tocó el pomo y lo giró para abrir. Cuando entró, una mirada ya estaba posada sobre él, poniéndose ahora si, muy nervioso.
Ante la mirada del alfa, caminó y se sentó quedando frente a él. Juntó sus manos por debajo de la mesa y secó el sudor que por consecuencia de sus nervios era irritante. Sonrió un poco, obviando el hecho de que YoonGi no había despegado la mirada en ningún momento. —Buenos días. — saludó.
—Buenos días, ¿Qué te hizo tardar? —habló con seriedad. Realmente JiMin no veía ninguna expresión en su rostro y eso de alguna manera le hizo ponerse ansioso.
Tragando aquel nudo en su garganta habló. —Supongo que tardé alistandome... Éste traje es un poco incómodo ¿Por qué debo usarlo?
Bien, ¿un poco de plática normal no le hacía daño a nadie verdad?
—Todos lo hacemos. —el alfa se señaló para dar a entender que el lo llevaba también, para los ojos de JiMin no se veía tan mal pero claro que no se lo diría. —Tú debes hacerlo igual. Aún falta colocar la placa.
El alfa habló sin despegar su mirada, el aroma del omega estaba en todo el comedor y no podía pensar con claridad, mucho menos al ver lo bien que se veía en traje; pero se rehusaba a decir algo.
—Baekhyun debe ponértela.
—¿A si?¿y que símbolo es el mío? —habló entusiasmado pues el alfa portaba un copo de nieve, brillante al ser hecho de diamante.
—El tuyo es una estrella, según el color de tu traje... Creo que será dorada.
JiMin asintió mas animado, ya quería verla en su traje así como lo mostraba YoonGi. Su estómago hizo acto de presencia. —Hyung, tengo hambre.
YoonGi abrió sus ojos mostrándose sorprendido por el "Hyung".
—¿Pasa algo?—preguntó. Viendo como el alfa negaba. —Me llamaste hyung, es la primera vez que lo haces.
—Oh... Yo, es decir, ¿le molesta?—JiMin sintió vergüenza pues se había dejado llevar por el ambiente tan ameno.
YoonGi negó, relajando sus facciones. —No me molesta, descuida... Yo, iré a pedir que traigan la comida.
YoonGi salió disparado de ahí, su corazón latiendo y su lobo inquieto. Se recargó sobre la puerta y tras soltar un suspiro, vio como las sirvientas llevaban las bandejas con comida. —¿Por qué tardaron tanto? — preguntó serio, mirada que les hacía cuando algo no le agradaba.
—Lo lamento señor, tuvimos que calentar la comida.
Dándoles el paso, entró luego de ellas. Todo estaba siendo acomodado de forma ordenada. Solo comerían ellos dos pues los demás comían muy temprano y el era un flojo que no se levantaba a las seis para desayunar. Al parecer era igual con JiMin.
Sentándose de nuevo en el que era su puesto, miró al omega y se permitió admirar mejor, las facciones de éste. —Buen provecho.
El omega levantó la mirada, dejando ver sus lindos ojos claros dándole una pequeña sonrisa. —Buen provecho YoonGi hyung.
Definitivamente no importaban sus diferencias a ambos les bastaba el compartir ese momento, sin discutir y sin palabras cortantes; solo comiendo y sintiendo el aroma de ambos.
—¿Dónde están los demás hyung? —JiMin preguntó al tiempo que daba un mordisco al pan.
—Ellos desayunan a las seis, TaeHyung ha de estar dando vueltas por los alrededores, Jin siempre pasa en su habitación leyendo y NamJoon fue con Baekhyun a ver a... ChoA.
JiMin detuvo su masticar. —¿A mamá? ¿Sucedió algo?.
YoonGi negó. —Tranquilo no pasa nada, supongo que ChoA les mandó a llamar... No sé muchas cosas omega.
JiMin asintió, eso le había dejado un presentimiento extraño pero decidió no tomarle tanta importancia.
Luego de eso siguieron comiendo tranquilos y conversando, YoonGi le prometió que le mostraría los alrededores. El omega estaba entusiasmado pues toda la extensión del jardín que rodeaba el castillo le parecía hermosa.
Afuera hacía frío, el invierno estaba llegando con la primera nevada del año.
Pero ambos habían olvidado la advertencia de JungKook.
En aquel bosque oscuro y sin vida, caminaban SeoHyun y HoSeok. Ambos habían salido a investigar la forma para que pudieran quitar el collar de JiMin.
El collar era un obstáculo en esos momentos para los planes de ella.
—¿Cuánto falta para llegar?
HoSeok habló cansado, llevaban horas caminando. El lugar que buscaban era el templo, lugar donde se hacían ritos, maldiciones y hechizos.
—Sabes que solo ahí mis poderes se fortalecen más, además debemos invocarla... A Tzuyu.
—¿Ella te ayudará?— HoSeok recordó al temible espíritu. Dueño del templo al que se dirigían.
—Sabes que sí, ella sabe cosas fuera de este mundo. Algo me dice que sabe algo sobre ese collar y la manera de destruirlo.
—Veo que después de tanto tiempo vienes a mí, SeoHyun. —en la penumbra se escuchó una voz femenina, callándolos.
Sabiendo que por fin habían llegado a su destino.
La voz de Tzuyu se escuchó de nuevo. —Traes a HoSeok... recita la frase para que puedas entrar mi querida SeoHyun.
La bruja miró en una dirección fija, la mirada de HoSeok puesta en su madre, viendo como ella cerraba sus ojos y recitaba la frase en un idioma desconocido.
De aquella penumbra se vio el templo, sus puertas fueron abiertas y ambos caminaron perdiéndose en la oscuridad.
—He venido mi señora. — SeoHyun habló hincándose.
HoSeok le siguió, él ya sabía lo que se hacía.
—Lo sé, has venido por el collar protector que era de ChoA y que se lo dio a su hijo.
—Necesito su ayuda para destruir el collar. —SeoHyun habló sonriendo.
—El collar no puede ser destruido, solo puede controlarse.
Las palabras resonaron en la mente de SeoHyun, sintió frustración por no poder obtener el collar... Intentó no mostrar su verdadero objetivo y así fue porque HoSeok creyó en que todo lo hacía por vengarse de ChoA.
El templo se iluminó con luces rojas, entonces ambos; SeoHyun y HoSeok hacían lo que les indicaba Tzuyu, éste último tratando de no arrepentirse.
Conocía al chico y lo volvió a ver aquel día, se notaba que él no merecía ningún mal pero sabiendo que no podía hacer nada por miedo a su madre. Se lamentó.
Esa mujer ante una traición era tu mayor pesadilla.
Sintió lástima por el omega, esperando que resistiera y pudiera salir de esto. Él conocía tantas cosas que les serviría a los guardianes para acabar con la que era su madre. Sin embargo, necesitaba ayuda, no la enfrentaría solo.
Prometiéndose encontrar el valor de irse de su lado y así poder ayudarlos aún si firmaba su muerte en el proceso.
Pensó en JungKook, ese omega que había pasado tiempo con ellos, el sabía que JungKook podría ayudarle con su plan pero tenía un problema, a comparación de él, ese omega era muy fiel a ella.
Lo había demostrado en ese tiempo donde no valió el cariño que le tenían los guardianes y tampoco valió que él también les guardaba cariño, el los lastimó y siguió las ordenes de SeoHyun.
A HoSeok no se le hacía difícil traicionar a esa bruja pero a JungKook si. El no quería dejar atrás al omega así que ese era su ancla, no hacía ningún movimiento por ese omega. Por su hermano.
—Comencemos. —escuchó la voz de su madre, cerró sus ojos y se sentó en un rincón, él solo observaría.
—Mira hyung, aquí puedo hacer mi propio huerto de plantas medicinales.
Un JiMin emocionado caminaba a la par de YoonGi.
El mayor al ver lo emocionado que se puso el omega al escuchar que dieran una vuelta afuera. Le importó poco el hecho de que ellos literalmente no se llevaban tan bien.
—¿Para qué quieres hacer un huerto si tenemos un médico Real? —y ahí estaba él, diciendo cosas que seguramente molestaban al omega.
—Eish, no es lo mismo. —
Recibió una mala mirada y el solo pudo reír ante la imagen de un JiMin enojado.
—Hace mucho frío, ya estuvimos fuera mucho tiempo, entremos. —el omega habló, su frío le hacía doler un poco los huesos. Vio como YoonGi no poseía un abrigo, claro porque él es de hielo. Pensó.
—De acuerdo entremos y toma algo caliente en tu habitación. —recomendó. Entrando al castillo nuevamente.
[Eres mío ahora Park JiMin]
El pecho de JiMin se oprimió un instante, extrañado lo tocó por instinto. —¿Puede quedarse un momento en mi habitación? —dijo apenas sintiéndose un poco cansado.
YoonGi notó el cambio, viendo como de repente el menor no caminaba con normalidad. —¿Ocurre algo? ¿Te sientes mal?
[Veremos que tanto resiste]
El alfa lo ayudó a caminar, notando como le costaba respirar, entraron en silencio.
JiMin quiso desvanecerse, el alfa le sujetó con fuerza.
Entonces supo que algo iba mal... ¿por qué sentía que había olvidado algo tan importante?
Vio como la mano del omega seguía sobando el pecho. Mientras la otra intentaba sostenerse del alfa. —JiMin, ¿Que ocurre?
—Yo... Tengo un mal presentimiento, vamos rápido a mi habitación.
YoonGi le ayudó a subir un poco rápido las interminables gradas, sintiendo como JiMin a pesar de notarse un poco tranquilo expelía un aroma a miedo.
Entraron a la habitación y el omega fue sentado en la cama. Se acostó con ayuda de YoonGi.
—Dios, que sucede JiMin.
—No lo sé... —habló forzando la voz, y como balde de agua fría cayendo sobre él, vio hacia la ventana.
El invierno... esta nevando.
—Hyung... Afuera está nevando.
El alfa miró hacia afuera. —¿si?
El omega le miró afligido. —YoonGi hyung... ¿Recuerdas lo que dijo ese chico...? Al llegar el invierno algo debía pasar y yo... Yo me siento extraño.
—Te ves pálido omega... — el alfa miró el cuello de JiMin, el collar que tenía la luz violeta y otras veces azules...
—Ya no está. —dijo con miedo y tratando de entender que diablos sucedía. Sus manos temblaron.
—¿E-el qué no es-está? — JiMin comenzó a sentir hormigueos en su cuerpo, alertando en gran manera al alfa.
—¿¡Maldita sea tu collar esta negro JiMin, que diablos pasa?!
JiMin habló con dificultad sus ojos sintiéndolos pesados. —Es u-una maldición hyung, pue-puedo sentirlo.
—JiMin, por favor no cierres los ojos. — YoonGi derramó una lágrima solitaria. El menor lo observó sorprendido. Sintiéndose desfallecer. —Llama a ma-mamá, tra-ela.
Y todo se convirtió negro para JiMin, mientras su cuerpo dolía y pesaba, no le quedó opción que rendirse; entregándose a la inconsciencia.
Lo último que escuchó fue el grito de YoonGi. Un grito desgarrador para quién lo escuchara.
[Todo está listo... He logrado lo que tanto quise...]
Empezó el primer drama, me pregunto cuántos habrán la verdad...
Espero les haya gustado, dividí el capítulo en dos partes gente.
Voten porfis💔
Les agradezco si han llegado hasta aquí...
Milagrosamente wattpad no eliminó ninguna de mis historias💙🌚
Quería subir dos pero de nuevo, el tiempo se me agotó.
Nos leemos mañana☺
Les ama: Hotcakeworld✨
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