✨I: Nacimiento✨
Les dejo la canción que me inspiró a crear ésta historia.
13 de octubre de 1995.
En una de las cabañas de la aldea cercana al bosque habita una familia la cual es conformada por una pareja en espera del nacimiento de su bebé.
Park, ese es el apellido de dicha familia. Una familia un tanto peculiar, la cual esconde miles de secretos, entre ellos uno que a futuro traería desgracias. Ellos no eran malos, pero al poseer uno de los poderes más puros y a la misma vez peligrosos del universo, hacía de ellos un futuro incierto.
En el pueblo tenían mucha popularidad puesto que ChoA, una mujer de rubios cabellos, con un corte muy peculiar, una estatura mediana y piel tersa; pero sobre todo con una personalidad fuerte y a la misma vez cálida, siendo la omega del hogar, era la encargada de velar por la seguridad de todos; ayudaba en caso de maldiciones y distintas enfermedades, teniendo un poder sanador dentro de sí... su esposo era un alfa alto de cabellos castaños, viéndose un poco mayor a ella por el único motivo de que era un humano. Una sacerdotisa que poseía la inmortalidad, junto a un humano simple; sin embargo, eso no fue impedimento para enamorarse y traer ahora a la vida el que sería el próximo descendiente de tal poder. El heredero.
Fuera de la cabaña, una tormenta azotaba con fuerza la aldea y sus alrededores tornando un ambiente frío. Mientras que en la cabaña de los Park la espera había terminado. Su bebé estaba a punto de nacer.
Una mujer de avanzada edad entró a la cabaña en dirección de la mujer que esa noche daría a luz al bebé más esperado de todos. Había sido una larga espera tanto para ellos como para los aldeanos. El bebé era muy ansiado pues todos se preguntaban si éste heredaría las habilidades de su madre o si solo sería un simple ser humano como su padre.
—Mi señora, tranquila ya pronto tendrá a su bebé. — la anciana sacó los instrumentos necesarios para poner en marcha su labor.
—Bien, es hora de comenzar.
Luego de una labor de alrededor de dos horas se escuchó el llanto de un bebé. Era hermoso, sus mejillas sonrojadas y abultadas; su piel era de un color blanco tal cual manto de nieve en invierno y era tan pequeño que daban ganas de abrazarlo con fuerza y protegerlo ante todo mal. La anciana lavó al bebé, —notando destellos azules en la pulcra cabellera rubia— limpiándolo y envolviéndolo en una manta suave, lo entregó a su madre.
—Gracias por ayudarme señora Shitomi. —la anciana miró con ternura a la pareja que sostenía a su bebé con gran orgullo. Dándole un guiño peculiar que ocultaba miles de secretos entre ella y la ahora madre. Siendo cómplices de todo lo que pasaría en un futuro. Ambas con el mismo deseo y deber: proteger de todo y todos al pequeño cachorro.
—No fue nada, el bebé es muy hermoso déjeme decirle que él será el próximo en seguir sus pasos, sus poderes espirituales serán asombrosos. — Shitomi era una anciana muy peculiar pues, aunque muchos le decían que era una bruja, ella era más que eso, podía ver y hacer cosas fuera de lo común, además de ser la partera de la aldea. La anciana sonrió cómplice y se despidió de ellos dándole privacidad a la ahora familia Park.
Al salir de la cabaña la anciana pudo ver que en el cielo se extendía una luz hermosa, a pesar de que seguía lloviendo, el cielo mostraba con gran ímpetu aquella luz. Luz que daba aviso al nacimiento de un nuevo poder espiritual, el heredero.
—ChoA, ¿cómo se llamará nuestro pequeño? — le dijo HyungShik, mirando con cariño al pequeño que era arrullado por su madre.
—Eres hermoso, lo llamaremos JiMin, Park JiMin. — la madre sonrió mirando a su amado esposo, para luego fijar su mirada grisácea sobre su hijo, viendo como en el centro de su pecho se albergaba una pequeña luz dando a entender como él tendría el mismo destino de su madre.
Descartando las posibles situaciones que se presentarían en el futuro. Ella estaría allí siempre, protegiendo a su familia, una promesa que había sido sellada por ella misma desde que conoció al alfa que hacía latir su corazón cada día.
CASTILLO DE LOS GUARDIANES, 13 de octubre de 1995.
Las puertas de la gran habitación fueron abiertas con fuerza, uno de los servidores se dirigía a dar la gran noticia. Haciendo una reverencia ante dos de ellos.
—¿A qué se debe ese atrevimiento joven ChanYeol? — dijo el superior de ellos; Baekhyun, mirando con curiosidad al servidor real. Su mano derecha.
—M-Mi señor, ha nacido el heredero, él acaba de nacer. —hablo con voz nerviosa, observando la sorpresa de los dos presentes allí, pero aquella sorpresa fue mayor en Baekhyun, el cual abrió sus ojos asombrado por la noticia. Se supone que sería en unos días más...
—Así que él ya nació, es una sorpresa inesperada. — respondió. —Veremos de qué está hecho ese niño y así comprobar si la profecía es cierta. — ChanYeol asintió.
NamJoon frunció el entrecejo. —¿Cuál es su nombre?
—Su nombre es Park JiMin mi señor. —con eso el servidor se retiró no sin antes hacer una inclinación ante ellos.
—¿Iras a la aldea? —NamJoon cuestiono curioso, sabia que ahora la protección era indispensable para la nueva familia.
—Iré a cerciorarme de algunas cosas. —contestó mirándolo con seriedad. Los minutos pasaron y NamJoon se alzó de su silla, no pudiendo más con aquel silencio incómodo. —Debo ir con Jin, me cuentas todo después ¿sí?
El alfa asintió, dirigiéndose a la imponente puerta de madera, abriéndola a su amigo para que saliera. —Descansa Nam.
Una vez estando solo, Baekhyun miró su bola de cristal, aquella que le mostraba todo lo que él quisiera. Acercándose de inmediato hacia ella pidió lo deseado.
—Muéstrame a Park JiMin. — la bola le mostró lo solicitado y pudo ver como el bebé dormía apaciblemente en los brazos de su madre.
Quedo atónito al notar la luz que albergaba el pecho del pequeño. Una luz tan pura y tenue en el blanco pecho del cachorro. —Esto es impresionante, aunque por el momento sólo queda esperar, él debe ser entrenado. Mañana iré a hablar con ChoA.
El cristal se puso en blanco otra vez, el alfa lo cubrió de nuevo, para después salir y dirigirse a su habitación. Hoy sin duda había sido un día agotador.
El castillo de los guardianes, un lugar donde habitaban los poderes más importantes del universo; seis poderes: Agua, fuego, tierra, hielo, viento y luego estaba el más sabio de todos, aquel con poder sanador y a la misma vez destructor, pero eso dependía del entrenamiento y de si querías usarlo para un bien o para un mal; era el único que estaba fuera del castillo. ChoA era la que contenía ese poder y fue enviada para proteger las aldeas vecinas y en la que ella vivía también. Siendo su poder espiritual impresionante.
Cuatro alfas y dos omegas.
La omega se casó con un ser humano y así dieron a luz a JiMin el cual había heredado los poderes de su madre. Su poder espiritual iba a dar frutos a los veinte años. Luego de dar por terminado su entrenamiento, aunque había cosas que ante los ojos del pequeño recién nacido, no podían ser ocultas. Su madre solo puliría aquel poder, necesitaba hacerlo fuerte y hábil.
Los guardianes poseedores de estos poderes podían vivir hasta una eternidad. Eran inmortales y permanecían con una apariencia joven, sin embargo, sus poderes se debilitaban en zonas donde la maldad era una capa gruesa y pesada, provocando que su poder sanador y rejuvenecedor se viera desgraciadamente debilitado.
Kim TaeHyung era el portador del fuego, Kim NamJoon del agua, Kim SeokJin de la tierra, Baekhyun del viento, Min YoonGi del hielo. Juntos formaban parte de estos poderes.
El castillo no podía ser visto por nadie, era protegido por una barrera protectora y solo podía entrar y verlo el que fuera escogido o si deseaban los guardianes que esa persona lo viera.
Era un método de protección para ellos, aunque en la aldea hablaban de ellos y los tenían como dioses.
Rendían tributos a ellos para la prosperidad de su aldea. Pero ellos pensaban que vivían en el cielo.
El castillo estaba ubicado al otro lado del Río de Cristal, las aguas cristalinas eran utilizadas por los aldeanos, pero jamás cruzaban hasta el otro lado, pues también tenían sus leyendas al ser un poco más oscuro que lo demás.
Era así como estos seis poderes vivían entre las personas, protegiéndolos, brindando seguridad y una vida para nada pobre.
A la mañana siguiente Baekhyun se preparó para dar la visita a ChoA, ordenando un caballo. Se puso en marcha en dirección a la aldea.
Desde una de las habitaciones estaba YoonGi viendo como Baekhyun se dirigía hacia la aldea, él ya estaba enterado de que su alma gemela había nacido. Baekhyun se había encargado de reunirlos a todos para dar la gran noticia esa mañana.
Él sabía que su destinado se vería cambiado, esa era parte de la profecía, pero YoonGi no estaba de acuerdo con ello. Él era alguien terco y serio, le gustaba analizar las cosas primero.
¿Cómo iba a amar a alguien desconocido? ¿Cuántos cambios estarían por venir? él no quería compromisos. Pero era consciente a la vez de que con el destino no se podía hacer nada, por más renuencia que presentara era algo tan poderoso que era imposible de vencer. Lo odiaba.
Molesto caminó de nuevo a su cama, acostándose y cerrando sus ojos un momento; desde ayer su corazón estaba inquieto, su alma era sabedora de todo y ella lo aceptaba, pero la mente de YoonGi se negaba rotundamente a hacerlo.
¿Qué haría cunado lo conociera? ¿JiMin iba poder amarlo, o él podría llegar a quererlo? Eran preguntas que sabía con el tiempo se resolverían.
Tal vez si se escapaba y lo espiaba o seguía... podía verlo, conocerlo. Eish, de nuevo su lobo estaba interviniendo.
Soltó un bufido molesto y se puso de pie otra vez. —JiMin apenas es un recién nacido. — susurró para su lobo, el cual no lo dejaba en paz. Sintiéndose a la vez molesto consigo mismo por estarse debatiendo en lo que pasaría en un futuro.
Dejando sus pensamientos atrás salió de su habitación y se dirigió a la cocina, pues ya era la hora del almuerzo.
Baekhyun divisó la entrada de la aldea y con su caballo blanco e imponente se dirigió a la vivienda de los Park. Estando allí, bajó y tocó la puerta un poco desgastada. Ésta fue abierta en seguida dejando ver a una ChoA un poco sorprendida.
—¡ChoA! ¿Cómo estás?, ¿me dejarás pasar o qué? —ChoA rió divertida saliendo de su admiración. —Claro pasa. —hablo mientras cerraba la puerta.
Se acercó a Baekhyun. —¿a qué se debe tu visita Baek? — este sonrió y ella rodó los ojos, él siempre se comportaba de esa forma juguetona.
—Vengo a ver al pequeño.
Ella se le quedó viendo indignada. —claro a qué más vendrías, ya ni recordaba tu horrible cara. —dijo fingiendo molestia, pero dirigiéndolo hacia la habitación del cachorro.
Baekhyun rió divertido. —¡Yah! Mas respeto a tu hermano mayor. —ChoA rodó los ojos y le hizo señas para que la siguiera, Baekhyun caminó tras ella.
Adentrándose a la habitación del bebé, se acercaron a la pequeña cuna y observaron a un niño durmiendo de lo más tranquilo.
—¿No es hermoso? —habló ChoA observando con amor a su hijo.
—No es la gran cosa. — ChoA le dio un leve codazo, viéndole con seriedad. —No seas odioso.
—Pero... ¿a qué venías? no creo que solo a conocer a Jiminnie.
Baekhyun la miró y asintió —Él ya ha nacido y supongo que esa luz que estaba en el cielo era debido a él. —ChoA asintió pues esa misma luz era la que se albergaba en el pecho del bebé.
—Su pecho tuvo una luz también, ahí supe que era el heredero, además Shitomi me lo había comentado varias veces... —hablo con suavidad, pues no quería hacer despertar a su pequeño. Su mente recordó algo importante, así que su mirada cambio de apacible a una de preocupación — ¿Cómo esta YoonGi al respecto? — preguntó de forma sigilosa pues sabía que YoonGi no aceptaba esa profecía.
—Se molestó un poco, pero en el fondo sabe que no puede hacer nada, sus almas nacieron para estar juntas. —ChoA asintió segura de ello.
—Es difícil afrontarlo, lo entiendo, soy su madre y es un poco extraño el saber que ya tiene a alguien esperándolo, y que ese alguien, sea YoonGi lo hace aún más extraño. —Baekhyun asintió.
—Vamos afuera, no ha pasado mucho desde que se quedó dormido. —habló ChoA de manera sigilosa pues temía que su hijo despertara.
Ya estando fuera Baekhyun tomó asiento en uno de los sillones. —Debes entrenarlo, a los veinte años podrá ejercer el cargo y podrá estar con YoonGi, el castillo ha habilitado ya su habitación. —ChoA lo observó con una leve sonrisa. —¿Una habitación? ¿no ves que apenas es un recién nacido?
El alfa se sonrojo un poco. —Cállate, quiero tener todo listo para su llegada.
—¿El podrá entrar cuando quiera al fuerte, no es así?
—Así es, solo evita que ande merodeando en el bosque. —Baekhyun se despidió y abrazó a ChoA.
Sin notar ambos que a una distancia alguien los veía con una sonrisa tétrica. Desapareciendo al notar que Baekhyun salía de la cabaña.
—Madre se alegrará de saber esto.
Hola lectores!
Espero que les haya gustado como quedó el primer capítulo.
Si, ha sido editado y he agregado pequeños detalles y pistas que servirán más adelante.
No olvides dejar una estrellita...🌚
Subiré otro mañana, pueden sean dos.
Feliz nochee💜
Hotcakeworld✨
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