Capítulo II
Habían pasado veinte minutos mientras yo me paseaba de un lado a otro en el living pensando en si estaba en lo correcto al pensar en esto, era algo repentino y no sé si en el momento me sentiré cómoda con ella... o si podré mirarla a los ojos de nuevo luego de eso, si es que llegamos a hacerlo.
También trataba de idear una manera de hablarle sobre todo esto sin sentir vergüenza o quedar como loca frente a ella.
Desgraciadamente no logré estar lista mentalmente cuando escuche el sonido del timbre seguido de su voz pronunciando mi nombre.
Conté hasta tres y abrí la puerta.
— ¡Hola! — exclamó ella totalmente sonriente mientras entraba y de inmediato se lanzaba en el sofá.
— Hola Moguri — dije sonriéndole mientras cerraba la puerta.
— ¿Que hacías? — me recosté en el mismo sofá que ella.
— Nada, hace un rato estuve con ChaeYoung— dije— ¿tú?
— Pues — tomo un cojín y comenzó a darle vueltas — Mi madre me dejó a cargo de mochi, y luego pasó a buscarla y al verme aburrida, me pregunté "¿Por qué no ir a alegrar la tarde de mi querida Dubu?" Entonces, aquí estoy — sonrió
Tan solo reí ante su comentario y al parar la observé por unos minutos, demonios ¿Debería preguntarle o descartar esta idea de mi cabeza?
— ¿Pasa algo? — preguntó.
— ¿Que?
— ¿Pasa algo? — Repitió.
— ¿Por que tendría que estar pasando algo? — reí un poco nerviosa.
— Pues porque te has quedado callada unos minutos — dejó el cojín en paz— y porque eres pésima disimulando que lo tienes todo bajo control.
— No, no pasa nada — dije sonriente.
— ¿Segura? te noto angustiada...— dijo mientras posaba su mano en mi hombro.
— No lo estoy, todo... todo esta bien.
— ¿Hablas en serio?
Suspiré, era ahora o nunca
— No.
— Lo sé ¿Que ocurre?
— Pues...— hice una pausa— Necesito un favor de tu parte.
— Claro — exclamó sonriente.
— Un favor que puede que te haga pensar que estoy mal de la cabeza.
— Lo dudo.
— Algo totalmente extraño.
— Solo suéltalo.
— Un favor que no se suele pedir todos los días.
— Bien.
— Promete no estallar.
— Esta bien — exclamó impaciente.
— De acuerdo. Jinyoung y yo llevamos juntos varios meses...
— ¡Demonios! ¿Te terminó? —preguntó con asombro.
— No, no ¿Qué mierda? eso no.
— ¿Entonces que?
— Él quiere invitarme a una cita y luego de la cita acostarse conmigo — susurré la ultima palabra.
Ella rió debido al hecho de lo incómodo que se me hacía hablar sobre ello
— ¿Cuál es el problema con eso?
— Es que... bueno yo...— dije pausadamente mientras hundía mi rostro en uno de los cojines.
— ¿Tú que? ¿No quieres?
— No, bueno no lo se... es decir...
— ¿Qué? — preguntó.
— ¡Soy virgen! — destapé mi rostro — No se nada de sexo soy una inexperta y será humillante.
— ¡Wow! — exclamó — vamos, no lo sera...— dijo haciendo el intento de darme ánimos.
— Por supuesto que sí.
— Bueno, pero solo si no te dejas... ya sabes... llevar.
— Ese no es el punto, sé que no lograre solo "dejarme llevar"
— ¿Entonces cual es el punto?
— El punto es que... — suspiré — Necesito aprender... a tener... sexo.
— ¿A qué te estas refiriendo, linda? — preguntó con los ojos bien abiertos.
— Me refiero a que no quiero verme humillada perdiendo mi virginidad, lo mismo ocurrió con mi primer beso, ambos parecíamos alces chocando nuestras frentes y lo recuerdas porque estuviste ahí viendo...— suspiré — sé que no suelo hablar de esto contigo, pero no quiero hacer el ridículo.
— Entonces... tu quieres que...
Demonios ¿Por qué ella no lo decía? Yo no podía hacerlo, no podía decirle: "Entonces quiero que tengamos sexo y me expliques qué debo hacer".
— Bueno, como tú has tenido más sexo que una docena de prostitutas juntas — dije exagerando — necesito que de una forma u otra me ayudes.
— ¿Quieres que... te oriente? — preguntó.
— Sí.
— Dubu...— dijo — pero este tipo de cosas no se aprenden tan solo hablando — ¿Hablando? ¿Cómo es que el suele ser tan pervertida y justo en este momento no entienda bien? — No puedo decirte en donde debes tocar, besar o que hacer... no hay ninguna manera en la que te pueda ayudar porque en el momento no sería lo mismo — encogió ambos hombros — Claro la única manera sería que tuviéramos sexo o algo así — dijo en manera de broma pero estaba justamente en lo cierto.
Me quedé en silencio algo avergonzada, esto no era porque deseara tener sexo con ella, esto era porque necesitaba aprender y pues, ella tiene lo mismo que un hombre, es mi mejor amiga y le tengo más confianza que a Jinyoung en este sentido, es decir, no me importaría si hago algo mal frente a Momo y se burla, pero si eso sucede con Jinyoung, me sentiría realmente apenada.
Reí nerviosamente
— Ahm... — fue lo único que alcancé a decir.
— A menos que tú...
— ¿Que yo que?
— Seas capaz de que yo te dé lecciones de sexo... reales.
— Bueno...— dije rascando mi nuca.
— DaHyun, ¡¿serías capaz?! — preguntó asombrada.
— Pues no lo sé, yo necesito aprender.
— ¿Estás loca? — preguntó — No podemos tener sexo, eso no es normal DaHyun. Al menos no entre nosotras, ¿Quieres que nuestra amistad se vaya al diablo?
¿Quien la entendía? Ella misma "dió la idea".
— Ni que fuese a ser real — torcí los ojos.
— ¡Claro que lo será! ¡Mi amigo va a estar dentro de ti!
Hice un gesto ante su incómodo comentario
— ¡Oye no me mal interpretes! para empezar yo no te estoy pidiendo nada en específico, tan solo ayuda de una u otra manera, eres tú quien exagera las cosas pues no recuerdo haberte dicho "Hey Momo, acuéstate conmigo y enséñame como ser buena en la cama" y si esa es la única forma pues bien, no es como si fuéramos a hacer el amor, tener una cita, casarnos, comprar una casa en la colina y criar cien hijos ahí ¿Crees que soy de andar por ahí pidiendo sexo a las personas? ¡De ser así no fuera virgen! Créeme que la dignidad la tengo por los suelos en este momento y estoy consciente de ello, pero si no tuviese la necesidad de aprender no me viera en este asunto.
— Vaya...— exclamó un poco mas calmada — De acuerdo lamento mi reacción, no es como si no quisiera o detestara la idea de acostarme contigo, para serte franca si no fueses mi mejor amiga ya desde hace tiempo te hubiese pedido que nos acostáramos pues eres linda y todo lo demás — rió —, pero, esto no lo digo por mí... sino por tí o nosotras. No quiero que te veas confundida y que así nuestra amistad acabe.
— No me veré confundida contigo ¿De que hablas? — dije golpeando su hombro — Es por eso que acudo a tí, si fuese otro chico o chica puede que tal vez sí, pero eres tú y eso lo hace distinto.
— Bien, de acuerdo — dijo levantándose— si estas dispuesta a hacer esto yo te enseñaré lo que tengas que saber... seré tu instructora
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top