Capítulo 23
🔞🔞🔞⚠️Advertencia⚠️🔞🔞🔞
Narra Zee:
Ahora sí, nadie podrá separarnos, estoy tan enamorado, que me siento como la persona más feliz, nadie puede ser más afortunado que yo. Así que ya puedo demostrárselo a Saint, por eso, lo besé de nuevo, metiendo mis dedos debajo de su camisa y luego él me guió hasta la cama.
Antes de acostarse, comienza a quitarse la camisa, botón a botón, era como un movimiento hipnótico que me hacía babear. Luego se quita la camiseta dejando su torso descubierto ante mí, causando que pase mi lengua por mis labios y me muerda el inferior.
Trago en seco cuando lo siento quitando los botones de mi camisa, sus dedos cálidos se deslizan por mis brazos para quitarla. Se acerca a mi pecho y deposita un beso cerca de mi pezón derecho, sube dejando más besos desde ahí, pasando por mi cuello, hasta llegar a mis labios de nuevo.
- Me gusta tu cuerpo Zee, dime que es mío.
- Por supuesto que es tuyo; ahora yo te diré lo que me gusta de ti, o mejor aún, te lo demostraré.
Estuve a punto de arrojarlo a la cama, pero él se me adelantó y el que cayó acostado con mucha fuerza fui yo. Me encanta como Saint puede perder el control al punto de no retorno, vuelve a inclinarse sobre mí y besa mi cuerpo mientras abre mis pantalones.
Mete su mano en mi ropa interior, besándome aún con más ímpetu, deseo tanto esto, tener a Saint excitándome todo el tiempo. Poder sentir su deseo de estar conmigo, su cuerpo temblando entre mis caricias, sus labios comiéndose los míos de esa forma tan hambrienta.
- Saint... No tengo lubricante.
- Pues no sé cómo le harás, pero me haces el amor toda la noche, o me divorcio.
¡Otra vez con la misma amenaza! Ahora sí le demostraré que si decidió ser mío, nadie más podrá tocarlo, no lo permitiré. Rodamos sobre la cama, él quedó debajo de mí, escuchaba sus pequeños quejidos mientras le daba mordidas en todo su torso, quité sus pantalones y le di un beso sobre su ropa interior.
- ¡Estás que ardes!
- Entonces no me hagas esperar Zee.
Terminé de quitar su ropa y la mía, me incliné sobre su cuerpo, parecía que ambos ardíamos en deseo. Con su mano comenzó a masturbarme, así que yo hice lo mismo, el sonido de nuestros besos hacía eco en esa habitación, nuestra respiración era pesada y las ganas de hacerlo eran más grandes.
- No seré rudo contigo esta noche.
- ¿Por qué? ¿Acaso estoy hecho de vidrio?
- No amor, pero no te he tocado en más de tres meses y no quiero lastimarte.
- ¿Serás delicado y romántico toda la noche?
- Tampoco te equivoques, la primera ronda será así, para las siguientes dudo mucho ser paciente.
- Muy bien, me urge llegar a la segunda ronda.
Me encanta cuando Saint se pone desesperado, volví a besarlo deseando comérmelo de una vez, es tan hermoso y delicado de su piel. Comencé a bajar por su barbilla, cuello, hasta que llegué a sus pezones, aprisioné el derecho entre mis labios y sus dedos estaban enredados en mi cabello.
Narra Saint:
Estoy tan encendido ahora, a cada segundo y caricia me pongo aún más caliente, mis pezones se endurecieron entre sus labios. Aún así, él siguió jugando con ellos, me lamía y succionaba con ansias, lo cual estaba llevando mi cuerpo a mis límites.
Después empieza a bajar, dejando besos por todo mi torso, hasta que finalmente llega a mi entrepierna. Pero dejó varios besos más en mis muslos antes de meter mi longitud en su boca, podía sentir mi glande rozando su paladar mientras lo hacía muy rápido.
- Aahhh Zee...
Regresó a mis labios, besándome con fuerza, tanto que casi me desangra el labio, rodamos sobre la cama y él quedó debajo de mí. Continué con menos paciencia que él, haciéndolo muy rápido, todos los besos que dejé en su cuerpo quedaron marcados en su piel.
Sus gemidos rápidamente hicieron eco en toda la suite, mientras su miembro caliente estaba dentro de mi boca. Pero él fue más desesperado que yo, me dio vuelta y sacó una botella de lubricante del cajón de la mesa de noche, luego la destapó para aplicarla en su mano.
- Mi paciencia se está agotando Saint.
- Y aún no terminamos la primera ronda mi amor, me encanta eso.
Mi cuerpo estaba ardiendo, más cuando sentí sus dedos mojados en mi entrada, dibujaba pequeños círculos para calentarme más. Después los metió, lentamente me penetraba con ellos y ese ritmo me enloquecía, necesitaba que lo hiciera de una vez, mi cuerpo gritaba por eso.
- ¡Basta!... Ya... Por favor...
- Déjame prepararte bien...
- Dije que ya... ¡Hazlo ya!
Me fascina ver a Zee perder el control por mí, sé que entre más lo provoco, más se excita, pero yo ya estaba al límite. Así que no lo dejé ponerse un condón, pronto sentí como su miembro hacía presión en mí, fue cuando recordé la falta que me hizo todo este tiempo.
Mi cuerpo se tensaba de una forma deliciosa, me abracé con fuerza a su torso, arañaba su espalda y mis muslos enredados en su cintura. En un principio se movía lento, sabía que trataba de no lastimarme, pero todo lo que yo sentía era placer puro.
Mis caderas se elevaban correspondiendo a sus penetraciones, que segundo a segundo se volvían más brutales. De un momento a otro, solo podía escuchar mis gemidos, sus gruñidos y los leves chillidos de la cama con cada fuerte impulso de Zee.
- Más... Zee... Más duro...
La primera noche del resto de mi vida a su lado me alienta a seguir así por mucho tiempo más, todo por pertenecernos. Su mano comienza a masturbarme lo que me llevó a un asombroso climax, pero nada mejor que él saliendo de mí, para llenar mi abdomen con su semen.
- Te amo Zee.
- Yo también Saint, muchísimo.
Después de un beso y lo malditamente genial que fue eso, se desplomó sobre mí, para que yo lo arrullara a él, es algo tan hermoso. Soy tan afortunado de que este hombre sensacional sea completamente mío, levanté su rostro y lo llené con besos agotados, el mejor momento de la noche.
- ¡Te extrañé muchísimo Saint!
- Es tu culpa por no dejarme dormir en tu casa hace tres semanas.
- ¿Qué crees que pasará ahora? ¡Tú no tienes permiso de salir de mi cama, ni de mi vida!
- ¡No quiero estar en otro lugar, solo contigo amor!
... Hace mucho tiempo, escuché que los romances secretos solo causan dolor, sin embargo, ahora que estoy con Zee, puedo asegurar que no es cierto. Porque secreto o no, esto es amor y siempre qué hay amor, habrá felicidad...
Fin
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