Capítulo 16
🔞🔞🔞⚠️Advertencia⚠️🔞🔞🔞
Narra Zee:
Llegamos con Saint al anochecer a esa cabaña, lo que en realidad me encantó, quería que fuéramos a cenar, pero creo que me lo comeré a él primero. Nuestras cosas las arrojé al piso sin romper nuestro beso, estaba tan desesperado por hacerlo mío, que chocamos con la pared.
- ¡Auch! Si fueras maestro de Física, creería que no estudiaste la distancia entre objetos.
- Los estudiantes no hablan durante las clases Saint.
- Castígame entonces, por ser desobediente.
En ese momento, lo cargué entre mis brazos, se veía sorprendido por la forma en que lo agarré, pero no me dijo nada. Lo llevé hasta la cama, donde lo arrojé sin ningún tapujo, mi corazón latía a mil por hora cuando me acosté sobre él y comencé a besarlo con desespero.
- ¡Ay Zee! Ese es mi labio.
- Ahora es mío, así que puedo morderlo cuando quiera.
No lo dejé decir nada más, acercándome de nuevo a su rostro, lo besé sin piedad alguna, estaba tan necesitado de él, que no me detuve. Lentamente deslicé mis manos sobre su piel para quitar su camisa, y luego me deleité viendo su torso desnudo, incluso pase mis manos por ahí.
Entonces él se incorpora, y empieza a desabotonar mi camisa de una manera lenta pero excitante, hasta qué pasa sus manos por mis brazos para quitarla. Me incliné de nuevo para besar desde su ombligo, siguiendo un camino por sus deliciosos pezones, pasar por su cuello y volver a sus labios.
- Saint, amor, aún te puedes arrepentir. - Él me miró serio y me contesta.
- Tienes razón, hay que dormir esta noche, tal vez mañana... - Sentí mi corazón doliente.
- Está bien, yo esperaré. - Me agarra del cuello y grita.
- ¡Maldita sea Zee Pruk! Hazme el amor esta noche o en verdad te dejaré.
No debería amenazarme otra vez, así que le di una lección, me fui sobre él para besarlo sin control, estaba succionando sus labios. Mientras presionaba diferentes partes de su piel hasta marcar mis manos en ella, y Saint gimió mi nombre en repetidas ocasiones.
Narra Saint:
Tengo que provocar el lado salvaje de Zee más seguido, me encanta la forma en cómo se está comiendo mi cuerpo. Sus manos recorriendo mi piel, su deseo llegando hasta la profundo de mi ser, haciéndome pedir mucho más de lo que ya está haciendo.
- Eres mío, ¿lo escuchaste bien? ¡Eres mío Zee Pruk!
- Sí amor, lo que digas, soy tuyo.
- Te quitaré esto, no te muevas mucho.
Entre risas malvadas, abrí sus pantalones y luego de arrancárselos del cuerpo, los arrojé al piso, me fascina lo que su ropa interior me permite notar. Puse mi mano ahí, comenzando a hacer un leve masaje, podía sentir como palpitaba en mi mano y eso me daba una sensación de orgullo.
- Ahh Saint, tengo una sorpresa para ti.
- ¿No lo harás porque no traes lubricante?
- Por supuesto que no traigo. - Le hice un puchero. - Pedí que lo trajeran por mí.
En ese momento, me arrancó los pantalones, la ropa interior y se inclinó entre mis piernas para saborear mi longitud lentamente. Estaba completamente endurecido, la sensación de estar dentro de la boca de mi delicioso maestro empezaba a provocar el anuncio de un asombroso orgasmo en mí.
Deja lo que hacía, para regresar por mi torso dejando besos hasta que regresó a mis labios, succioné un poco su lengua antes de soltarlo. Luego rodamos por la cama, porque le hice lo mismo, dejando su miembro completamente duro y brillante con mi saliva.
- Me encanta que seas tan atrevido.
- Y a mí, que al fin me harás tuyo. - Volvemos a rodar en la cama, me besa profundamente y dice:
- ¿De verdad está pasando esto? ¿Me dejarás amarte?
- Acércate más y compruébalo.
Entonces se levanta de la cama con su erección pulsante y todo su bellísimo cuerpo desnudo ante mis ojos, para sacar el lubricante del cajón. Se regresa a la cama, lo aplica en su mano y empieza a frotar mi entrada con mucha delicadeza, de pronto siento su dedo abriéndose paso por ahí.
Todo mi cuerpo se estremece, más cuando mete un segundo dedo, sentía dolor, pero por la generosa cantidad de lubricante que usó, me estaba gustando. Sus dedos estaban ensanchando todo mi interior, provocando placer en puntos que no sabía qué eran sensibles, tanto que me hacía gemir con fuerza.
Narra Zee:
Saint debería estar pidiéndome que me detenga, puedo ver qué siente dolor, pero parece que pesa más el placer, se siente increíble tener mis dedos dentro de él. Aprovechando el momento, empecé de nuevo con el deseo de comerme su inmensa erección y no me contuve, me incliné para succionarlo con fuerza.
- Aahhh... Zee... Aahhhh... Aaahhhhh...
Su gemidos aumentaron, se escuchaba tan hermoso diciendo mi nombre entre ellos, continué con eso, haciéndolo sentir mío. Mis dedos cada vez estaban más profundos, el cuerpo de Saint temblaba, su entrada los aprisionaba con fuerza y eso me instaba a hacerlo más fuerte.
Quería estar dentro de él, lo necesitaba tanto, pero lo hice hasta que me suplicó que entrara, en realidad olvidé pedir condones. Por otra parte, no podía esperar ni un segundo más, así que me expongo a que se enoje conmigo, aún así, llené mi longitud de lubricante.
- ¿P... Por qué usas tanto?
- No pedí condones, no quiero lastimarte.
- Mmm, sin condón ¿eh? Me parece perfecto.
- ¿De verdad? ¿No te molesta?
- ¡Cállate y hazlo de una vez!
Me posicioné para poder besar a Saint, mientras hice presión en su entrada con mi miembro, sentía como se abría todos su interior por mí. Lo estaba haciendo tan lento, que me estaba enloqueciendo a mí mismo, quería hacerlo duro, sin piedad y escucharlo gemir hasta que hiciera eco su voz.
Él se había abrazado a mi cuerpo, sus uñas estaban dejando marcas en mi espalda, lo besé mientras entraba, así que mordió mi labio inferior. Su mordida fue tan fuerte, que me sacó sangre, en ese momento, su cuerpo correspondió a la sensación de tenerme adentro.
- ¿Te gusta lo que estás sintiendo Saint?
Sé que no debería preguntar porque es su primera vez, de seguro está sintiendo dolor, pero se abraza a mi cuerpo con más fuerza sin contestar. Pone su mano sobre mi trasero, instándome a moverme dentro de él, haciéndolo gemir aún más fuerte, esto es delicioso.
Narra Saint:
Maldita sea, cómo duele cuando algo tan duro y grande entra por ahí, pero después de un momento esa zona se adormece. Y todo lo que se puede sentir es el placer que produce aquello, Zee se ve preocupado, me interesa que sepa que lo estoy disfrutando muchísimo; por otra parte, quise molestarlo antes.
- ¿Quieres... Escuchar... Ahh... Esa respuesta? - Se acerca a mi oído y susurra.
- Sí, deseo saberlo con locura... Contéstame por favor.
- Me encanta Zee Pruk... Y no quiero que te detengas.
Todo mi interior se expande por él, no quiero que detenga, nuestros cuerpo están sudando, además del sonido de cómo se golpean entre sí. Pronto me encuentro arañando sus brazos, suplicándole por más, quiero que sea fuerte, quiero que me destroce por completo, demostrando que soy suyo.
Esto es absolutamente perfecto, estamos en la cabaña donde todo empezó, desahogando todo nuestro amor. Todo lo que se escucha, es el sonido de nuestra saliva, porque entre jadeos, Zee ha invadido mi boca con su lengua, ese beso, hace que todo sea mil veces mejor.
- Zee... Más... Más... Sé rudo conmigo.
- Sigue apretando así... Y juro que pedirás clemencia... Ahhhg...
Efectivamente, mis caderas empezaron a pedir misericordia, aunque no le di importancia, digo, de todas maneras, me costará caminar mañana. Así que no lo detuve, dejé que hiciera conmigo todo lo que quisiera, de pronto, agarra mi miembro duro en su mano y empieza a masturbarme con fuerza.
Y con eso fue suficiente, para llenar totalmente su mano con mi semen, mi cuerpo entero se tensó mientras mi orgasmo me invadió por completo. Fue tan delicioso que aprisioné a Zee dentro de mí con toda la fuerza que tuve, haciendo que se vaciara en mi interior, podía sentirlo desbordándose.
Zee se acuesta al lado de mi cuerpo, me hace abrazarlo como si él hubiera sido el pasivo, me encantó esa sensación. Rodeé sus hombros con mi brazo izquierdo y con mi mano derecha estaba jugando con su cabello, es tan hermoso, este momento es el mejor de toda mi vida.
- Te amo Zee, eres asombroso...
- Yo también te amo; pero, te ves muy pálido... ¿Te sientes mal?
- Sí, me siento mal, una ronda no es suficiente, quiero más de ti, amor.
Realmente sí me siento mal, creo que el almuerzo me hizo daño, pero no quise decir nada para no arruinar este momento perfecto. Al final, cumplió mi deseo, revisé mi celular y vi que ya eran casi las cinco de la mañana, después de cinco maravillosas rondas, por fin decidimos dormir.
- Seguro que no tendrás ganas de despertar temprano...
- No, así que te toca traer desayuno, medicamentos y una silla de ruedas.
- ¡SAINT! No digas eso, me hace sentir que te lastimé.
Solo me reí un poco, aún me duele el estómago, pero mi corazón está lleno de felicidad...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top