Capítulo 47. El caso de las rosas: Oportunidad.
-Maldición- susurro el rubio cuando se encendió una de las maquinas haciendo un ruido estridente por toda la fábrica- Se encendió sola- intento excusarse ante la mirada severa del Detective.
-Gracias ahora ya sabe que estamos aquí- el sarcasmo era tangible en cada frase- Quizá quieres invitarlo a un té.
-John solo lo miro fijamente- No es para tanto.
-Quizá podamos utilizar esto a nuestro favor, las maquinas productoras tienen un reinicio cada cierto lapso de horas- Su amigo asintió -Este ruido nos dejara encubiertos por más tiempo- El azabache empezó a caminar no con mucha cautela- Deben estar arriba, vamos.
***
-Solo es la auto programación- dijo Asa mientras se bajaba de la camilla- Hubiese querido hacerte algo más, pero... No está permitido para mí- los ojos de la pequeña se abrieron lentamente- Ya estas despertando.
-Q- qué paso- susurro con su voz áspera.
-Pues te traje a un lugar que puede te gusté mucho, por cierto, linda cicatriz cerca de tu pecho- los ojos de Brigette se iban por el adormecimiento- Se ve muy sexy...- él se acercó a su pecho, para lamer la cicatriz- es pequeña pero notoria.
-Hace frio- puso su dedo donde empezaba su abdomen para deslizarlo por el mismo hasta su ombligo, Petite no pudo evitar retorcerse por todos los impulsos nerviosos que ese tacto le provocaba, le daba asco sentir las manos de ese tipo sobre ella- D-Déjame.
-Gime mi nombre cuando te toque- ella frunció su ceño, estaba recobrando su lucidez- Hazlo- la chiquilla sé que Asa tomaba de su estómago la rosa y la sostenía firmemente- No sabes a cuantas mujeres les encantan estos juegos.
-Sí, no dudo que deben ser interesantes con la persona correcta- fijo su vista sobre el pelirrojo.
Los ojos del chico se entrecerraron, levanto la mano en la que no tenía la rosa y le dio un puñetazo en el rostro a Brigette. La chiquilla no tuvo tiempo de asimilar lo que estaba sucediendo.
-Acaso creíste que sería solamente cariñoso, de eso se trata, unir el placer con el dolor, debiste ver como dejaban de respirar las otras chicas- los oídos de la pequeña empezaron a escuchar con claridad el estridente sonido de la máquina, sintió que le golpeaba el tímpano- Abre la boca cariño...
La chiquilla puso su cabeza de lado, mirando la pared de la enfermería, Asa la tomo por el mentón, intentando abrir su boca para introducir la rosa en ella. Rose, se sentía desesperada, sintió el aire frio estar por todo su cuerpo.
<< Necesito pensar en algo- apretó más su boca mientras el pelirrojo jalaba su mandíbula hacia abajo- Estúpidos de Scotland Yard>> Justo cuando empezó a abrirle la boca ella le mordió la mano. El hombre tiro un grito intenso que llego a oídos del azabache, cuando ya estaba cerca de la enfermería. Los dos amigos se miraron mientras empezaban a correr, por el pasillo que dejaba ver muchísimas puertas, iban tan rápido que se pasaron del cuarto de enfermaría.
-No serás idiota Sherlock- se dijo así mismo- Era en la enfermería, es la única puerta abierta.
-Corramos hacia allá- John empezó a correr de nuevo en la dirección contraria.
Asa logro soltarse de la mordida, su rostro estaba rojo de enojo ahora, tomo la camilla de un de los laterales, y la levanto dejando caer de lado a la chiquilla. Ella sintió un horrible dolor en sus extremidades
-Créeme que...
- ¡Collins! - La voz del rubio llego a los oídos del húngaro, que inmediatamente corrió hacia la salida de escape de la enfermería- Diablos, Bri- se acercó a la camilla que estaba volcada.
-John tomo la camilla y la puso de pie, intentando no dañarla más de lo que el tipo la había golpeado- Ese estúpido- se escuchó la voz de Petite.
Los ojos de Sherlock se fijaron en el cuerpo descubierto de ella, no podía detenerlos, sin darse cuenta quería tenerla entre sus manos, poder tocarla besarla <<Si con ropa quiero besarte imagínate en este momento- pensó mientras se lamia los labios- Que es esto que estoy sintiendo, es un deseo demasiado fuerte, nunca lo había sentido>> John por su parte, a pesar de fijarse en el cuerpo de Bri intento restarle importancia, estaba en su función de médico.
-Dios Bri, te golpeo muy fuerte, reventó una parte de tu ceja. Es mediana quizá necesites puntos- Los dos amigos se quedaron estáticos sin hacer nada, solamente la miraban, <<Y el tipo- se preguntó la chiquilla- Por qué no sé mueven>>- Sherlock ve tras el tipo, dame tu abrigo para tapar a Bri, empezaré a desatarla- John se miraba más calmado luego de encontrar a la castaña.
ÉL azabache solo asintió, introdujo su mano en el bolsillo de su abrigo para sacar su pistola, y después de esto entregarlo a su amigo, que ya estaba desamarrando a la Petite.
-Sherlock- dijo la pequeña antes de que se fuera, él la observo con atención.
- ¿Sí? - su voz se hizo suave, pero con su mismo tono grave y severo.
-Ten cuidado, solo hay una oportunidad- él se puso de lado, acerco su rostro de perfil para que la voz tuviera mayor accesibilidad a su oído- No vayas a desperdiciarlo- Ella se levantó un poco para besar la mejilla de Sherlock, él se irguió para observarla desde arriba.
Ella lo miro como lo había desencajado, le pareció tierna su forma de actuar. John observo a Sherlock de reojo, se sonrió, le parecía gracioso su forma de reaccionar.
-Sherlock el tipo sigue corriendo en este muelle- dijo el Doctor rompiendo los enlaces mentales que estaba creando- Ve, luego te alcanzo.
-Sácala de aquí, y llévala afuera, me buscas luego. Intentaré enviarte la ubicación de donde estoy- dicho esto salió de la habitación siguiendo el camino del húngaro.
-Ya está ¿Puedes ponerte de pie? - Pregunto ayudándola a bajarse de la camilla- Ten esto- dijo entregándole el abrigo del azabache.
Ella se quitó lo que ahora era un harapo de color rojo, quedándose solo en ropa interior. Al ponerse el abrigo de Sir. Presumido se sintió como si estaba envuelta en una sábana gigante, ya que el abrigo le quedaba considerablemente grande.
-Ve con Sherlock, saldré sola de aquí- él la observo con el ceño fruncido- él te necesita más que yo.
-No puedo dejarte sola, creo que deberías subirte el cuello del abrigo, te deje una pequeña succión ahí- Bri le hizo caso al doctor.
-Ve John, Sherlock no puede estar solo- los ojos de Petite dejaron ver toda la seriedad que sentía.
-De acuerdo. Pero ten cuidado- El Doctor la miro por última vez antes de salir por la puerta de escape.
-Ahora a salir de aquí- la chiquilla puso sus ojos en blanco- Debo ponerme algo de ropa- abotono el abrigo, la colonia del azabache llego a su nariz, una sonrisa apareció en su rostro.
***
Sherlock bajo las escaleras que lo llevaban hasta la parte trasera del granero, sus sentidos estaban más atentos que nunca, necesitaba encontrar al asesino. Sus ojos se movían de un lado a otro cuando llego a la intemperie. La luna, estaba en su máximo esplendor, permitiendo que el azabache supiese ubicarse.
- ¡Sherlock! - la voz de John lo detuvo un momento.
-Te dije que te quedaras con Brigette- regaño Sir. Presumido- Necesitaba estar seguro de que ella llegaría con Tobías, que, por cierto, ya debería estar llegando.
-Ella me pidió que te ayudara a ti, dijo que podía sola- John se encogió de hombros -Bueno, ya no importa, hay que buscar al idiota ese.
-Aún no viene Tobías.
-No seas así, me refiero al asesino- Sherlock puso sus ojos en blanco.
Los dos empezaron a correr entre el muelle, algunos edificios se alzaban dando sombra en algunas partes, había otros graneros que parecían tener producción automática en ese momento.
-Ya estoy aquí Holmes- La voz de Tobías sonó en la cabeza de los dos- Brigette viene caminando para acá, falta poco para que venga- Suspiro Sherlock con alivio.
-Al menos sabemos que ya está a salvo- John puso su mano sobre su pecho.
Sherlock se dio la vuelta dando la espalda a uno de los edificios que estaban cerca de él, John se quedó observando la luna que se miraba muy grande. En ese instante, un sonido de motocicleta hizo reaccionar al bajo de los dos. Se abalanzó sobre Sherlock quitándolo del camino, los dos se miraron mientras se levantaban.
-Allá va el bastardo- la moto dio una vuelta en U para regresar de donde había venido- Vamos- Sherlock disparo a la llanta trasera pero no logró dar en ella. Ambos empezaron a correr intentando seguir el rastro de donde pudiera ir la motocicleta.
-Necesito que rodees el área, ha salido en una moto. Pero hazlo ¡YA! - Los ojos de ambos amigos se fijaron que la motocicleta iba en dirección a la salida del muelle.
-Sherlock ¿No habrá un atajo? - dijo el Doctor apresurado, él observo a su amigo que de inmediato comenzó a correr. Watson intento seguirle el paso, aunque se le dificultaba.
***
Tobías había mandado patrullas a todos los rincones del muelle, policías de Scotland Yard tenían rodeado el perímetro, era casi imposible que Asa escapara. Brigette estaba sentada dentro de una patrulla, escucho por las radios que el hombre podía salir por cualquier lugar. Pensó en Sherlock, tomo una pistola que estaba en el asiento del conductor, y la metió en la bolsa del abrigo.
Se sentía cansada, sin fuerzas. Demasiadas emociones en una sola noche, no entendía si era por lo que había estado viviendo, o porque casi muere.
<<Iré a ver qué sucede- Se salió del automóvil mientras buscaba con la vista a Tobías- Estúpido, me dejo junto a la entrada por donde llegue (seguramente)- dedujo>> A lo lejos observo que venía una luz, se movía bastante rápido, ella frunció su ceño.
El sonido de la motocicleta empezó a subir de tono, ella alisto la pistola sacándola lentamente y poniéndola a un costado de su cuerpo. Respiro hondo, mientras su mano se elevaba cortando el aire. Quito el seguro del arma. Fijo su vista en el hombre que venía sobre la motocicleta. Entonces...
La motocicleta se prendió en llamas, los ojos de la pequeña se abrieron de par en par, bajo la pistola y corrió intentando evitar la explosión que habría si la moto llegaba a las tres patrullas que intentaban tapar la entrada. El piloto salto, más bien, cayó en el piso dejando la motocicleta seguir su trayectoria.
Los policías que estaban cerca de los autos, ya habían corrido hacia otro lado, la moto en llamas impacto en la patrulla en la que la chiquilla había estado sentada, y solo tuvo un pequeño rose, cuando el automóvil empezó a tomar el color del fuego.
Se escuchó un sonido estruendoso que llego al otro lado del muelle donde Donovan y el azabache intentaban contactar con Tobías.
- ¿Qué diablos fue eso? - la voz de Tobías sonó en los tres comunicadores.
- Viene de donde entramos junto a John- contesto el Detective- Aquí estamos Donovan, John y yo. Brigette...-Los tres se miraron, la chica había salido por sí sola, y en la condición que estaba era muy probable que se fuera por la primera ruta de salida.
-Estoy al otro extremo, ustedes están más cerca- Gregson se escuchaba agitado, Sherlock dedujo que venía corriendo- Voy corriendo- Sherlock puso los ojos en blanco- Pero igual no llegare a tiempo.
-Ni nosotros creemos poder manejar semejante incendio, quien sabe que tantos heridos hayan- Donovan hablo con preocupación, un gesto que no siempre se escuchaba en ella.
-Las patrullas ya van para allá, es mejor que se apresuren...
***
La pequeña había alcanzado el agua antes que la gasolina hiciera combustión, había visto como una patrulla tras otra empezaban a explotar, sus piernas estaban cansadas de nadar lo más lejos que había podido <<La gasolina es volátil, si no me hubiese sumergido, me podría haber despedido de mi rostro, aún se siente el olor a la combustión. - Entrecerró sus ojos mientras pataleaba debajo del agua- Qué diablos hizo explotar la moto- Pensó que ni siquiera había disparado ella- Bueno, lo que sea que le haya pasado, me salvo la vida>>
Asa, que al igual que la pequeña había podido entrar al agua y desvestirse en ella, no tenía quemaduras demasiado graves, estaba un poco mareado. Pero aún seguía consiente de lo que estaba pasando.
Los helicópteros empezaron a transitar sus luces sobre el agua, buscando a las víctimas de la explosión, el primero en ser hallado fue asa que, en un intento desesperado de escape, se sumergió golpeando su cabeza con uno de los soportes del muelle. Rápidamente el helicóptero descendió para que unos policías entraran en el agua a rescatar al asesino.
Brigette, espero su turno cuando una luz se pozo sobre ella, sus piernas habían empezado a fallar. El frio calaba sus huesos, haciendo que tiritara, el helicóptero comenzó a bajar hacia ella. Cuando estuvo cerca, el viento de la hélice golpeo su rostro, mientras el agua se convertía en turbulenta.
Un hombre, le extendió la mano para que ella lo sujetara. Inmediatamente ella le tomo la mano, el hombre la levanto para subirla, y sacarla de ahí.
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Holaaaaa, cómo estan, bueno traigo nueva actualización, que espero les guste... siento si no es muy largo, o si parece un poco soso. Creo que fue porque lo escribí a la carrera, intentando seguir la creatividad espontanea.
Dejando de lado eso, como dije arriba, espero les guste. Y me den su opinión, los quiero muchísimo Sherlockian's.
Con amor LisHolmes. 💓
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