Capítulo 31. El caso del Niño: Arroz

PD:(Leer al revés el titulo... XD)

POV Brigette.

No podía creer que hubiera pasado todo el día con Anderson, estábamos poniendo en orden muchos papeles que ni siquiera sabíamos que existían, la tía del chico además de parecerme una mujer muy poco agradable (ZORRA) me parecía la principal sospechosa de todo.

La mitad de los papeles la incluían a ella, cuentas bancarias, testamentos, vacaciones, casas, compras materiales, formas de empleo, empresas y todas dadas por el Sr. Smith mientras que su esposa tenía que trabajar doble turno para mantener su hijito ya que el esposo ayudaba en lo mínimo. Me sentía un poco confundida, como era posible que no ayudara a su propia mujer ni siquiera le diera un cinco...

- ¿Estás diciendo que... eran amantes? - dijo Anderson mientras yo arreglaba mis cosas para irme- Pero que conexión puede tener eso.

-Justamente porque no lo sabemos debemos averiguarlo, debo irme... Tengo un compromiso- Anderson ya no me pregunto más dejándome ir con libertad.

La lluvia no había menguado durante todo el día, el viento era demasiado fuerte, la baja temperatura me estaba congelando las manos, me arrepentí de no haber llevado los guantes de Sherlock junto con su bufanda. Un taxi estaba parqueado haciendo que corriera hasta él, subiéndome de inmediato.

-Baker Street 221- dije con rapidez al hombre de cabello negro, con unos grandes ojos azules.

-De acuerdo Srta.- contesto con una ronca voz- ¿Usted es Victoria? La detective de Scotland Yard... Soy amigo de Richard Brook.

-Mis ojos se fijaron de inmediato en el espejo donde me observaban esos ojos azules- Ah... Yo solo lo conozco- Los nervios me hacían sentir revoloteos en el estómago- Se ve que es muy agradable.

-Lo es, cuando llega a conocerle... Me hablo de usted y sus extraños encuentros- Quién diablos era esta gente, qué tipo de persona cuenta el encuentro en un taxi y en un ascensor- Soy Sebastián, es un gusto.

-Igual- contesté más fría de lo que quería sonar- Parece ser que un amigo en común nos hizo conocernos- dije intentando ablandar mi tono de voz

-Así es- dio por terminada la conversación, cosa que agradecí- No dude en ningún momento de que Richard puede ayudarla en lo que necesite- habíamos llegado, el viaje había sido demasiado corto- Un gusto Vicky.

-Igual Sebastián- me bajé del taxi quedándome inmóvil hasta que lo vi arrancar y perderse en medio de la lluvia, entre de inmediato encontrándome con un delicioso aroma a Pie.

Subí las escaleras hasta la sala de estar, al llegar Sherlock estaba vestido con su traje, una camisa morada, sus zapatos puestos, pero no se había afeitado, su cabello le caía por la frente haciéndole ver más joven. Fruncí el ceño, estaba hablando por teléfono y se miraba muy exasperado.

-Ya sé. Está bien. No. De acuerdo- sus ojos se fijaron que estaba ahí- Debo irme. Adiós- puso los ojos blancos- Yo también ¡No lo diré! - corto la llamada y me observo con más cuidado.

-Vendrá la tía... del niño- dije intentando olvidar lo anterior.

-Por eso mismo estoy cambiado, me llamo a las 11: 00 A. M. diciéndome las razones por las cuales no había dejado entrar a mi "alumna"- la muy imbécil le había dicho que era alumna- ¿Desde cuando eres mi alumna?

-Te dije que con tu nombre puedo sacar ventajas increíbles, pero para eso debo menguar yo- él me observo de pies a cabeza.

-Ve a cambiarte, bajas y esperaremos juntos a la Srta. McCarthy- hice caso con gusto, el frío me estaba consumiendo las fuerzas.

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Me había puesto un pijama, un suéter color azul me cubría dándome calor extra, con eso mi cuerpo podría regresar a su temperatura, el cabello lo había secado para no enfermarme y quedar como Sherlock. Él estaba sentado observando la puerta de entrada con mucha curiosidad, el ruido de unos pasos me hizo caminar un poco más rápido hasta el escritorio de Sherlock. La tía del niño entro cubierta en un abrigo, traía puestos unos tacones color rojo que llamaban la atención desde lejos, su melena dorada estaba perfectamente alisada y seca.

Los ojos azules me observaron con desprecio, hasta que se fijaron en Sherlock. No podía negar que ella se movía como una pluma, sus uñas perfectamente arregladas me dejaban ver lo fácil que era su vida, los labios estaban pintados con un labial color rojo intenso. Zorra la voz de Mike me hizo sacar una pequeña sonrisa.

La Srta. McCarthy (si es que se le podía llamar así) no aparto la vista de Sherlock en ningún momento, dejando en claro que solo era con él con quien quería hablar. Me acerqué a mi sofá para sentarme cuando ella se sentó ahí mirándome con aires de grandeza, puse los ojos en blanco, que podía hacer era una simple alumna, Sherlock noto mi incomodidad y quito con los ojos me indico que trajera la silla y me sentara junto a él, y así lo hice.

-Bien Srta. McCarthy, qué necesitaba hablar conmigo. Le envié a mi alumna para ahorrarnos molestias- ella lo observo mientras se mordía los labios.

-Llámeme Rose o Rosy- abrí los ojos de par en par, mi nombre era igual que el de esa... zorra, me sentí asqueada con mi nombre por unos cinco minutos- Nunca pensé que realmente fuera su alumna Sr. Holmes aun me cuesta creer que alguien tan- sus ojos se movieron con desprecio por mi cuerpo- bajo pueda estar con usted, juntarse, con usted.

-Si seguía así la noche lo primero que haría fuera meterla a la cárcel con solo sospechas, Sherlock frunció el ceño y la miro con seriedad- Si vino a ofender a mi alumna le pediré que se vaya, no es esa la razón por la que está aquí.

-Hace calor- dijo desabotonándose el abrigo- le molesta si me quito el abrigo- Sherlock negó con la cabeza mientras la mujer se levantaba para quitarse su abrigo de espaldas a nosotros.

Lo que vi debajo del abrigo me dejo con la boca abierta, la "Srta." McCarthy traía puesto un Baby Doll color rojo intenso que, hacia juego con sus labios y zapatos, no le cubría la liga que traía puesta en su pierna izquierda. Pero eso no fue lo peor, al darse la vuelta, el escote le llegaba hasta el principio de su estómago, sonrió mientras se volvía a sentar cruzando sus piernas y mordiendo su labio inferior.

-Soy la única que siente que se derrite- le guiño un ojo a Sherlock, en ese instante una oleada de enojo apareció en mi interior junto con mucha indignación, qué tipo de mujer venia vestida así intentando seducir al que investiga el caso- Mi sobrino es gran fan suyo... igual que yo- la última frase la había dicho con una voz muy seductora, de repente me sentí fea y con muy poca gracia como si mis complejos dejados atrás quisieran aparecer de nuevo.

-Me alegra que sea fan mío- Sherlock la observo directamente a los ojos- Quisiera que me hablara acerca de su cuñado- bueno, medio cuñado... Ahora mis sospechas casi eran deducciones.

-Ese salvaje- dijo bajando las piernas y levantándose para llegar enfrente de Sherlock- Créame que era un idiota con mi hermana, su hijo era lo único que la mantenía unido a ese imbécil- se inclinó a Sherlock y se sentó en su regazo... él se quedó inmóvil sin tocarla, solo mirándola impasible- No es un caballero como usted.

-Si tal vez pudiera dejar de querer llevárselo a la cama y concentrarnos en lo que sí es importante, terminaríamos más rápido de lo que cree- mi voz salió sin expresión, mejor de lo que esperaba ya que me sentía llena de ira cerré los ojos por un momento intentando calmarme- Ahora le diré las preguntas y usted...

Cuando los abrí ella estaba besando a Sherlock y él tenía cerrado los ojos como si nada, la besaba de igual forma parecía querer sentir aquello, una punzada de dolor me ataco, tuve que manejarme muy bien para no llorar, mire hacia otro lado esperando que eso me quitara el horrible nudo que sentía en la garganta. Pero por qué me sentía así.

-Sr. Holmes, siempre quise hacer eso- se levantó y se sentó de nuevo en mi sofá, no dije nada más al parecer Sherlock tendría controlada toda la situación- Podría hacerlo siempre...

-Y para mi sorpresa- Yo también- había contestado Sherlock, suspire sintiéndome cada vez peor- Ahora me contara cosas de su sobrino.

-Por supuesto- ella inicio una gran historia, pero, yo no escuchaba nada acerca de lo que hablaba. Sentía que observaba todo lo que sucedía sin que yo estuviera ahí. Me sentí triste de repente, observé mi reflejo en el espejo de encima de la chimenea "Siempre estarás sola" "Que horribles ojos tienes" "Tu cabello parece un nido de pájaros" "¿Crees que crezcas algún día?" Todas esas cosas eran lo que me decían cuando era una niña- No es mucho problema decirle que ese idiota de Alfred, es al que deberían tener como sospechoso número uno.

-Muchas gracias por su información Srta. McCarthy, será de gran utilidad- dijo Sherlock mientras ella se levantaba y se ponía su abrigo.

-Recuerde Sr. Holmes que, si necesita de una mujer con más clase y con estilo personal, que se arregle, junto con personalidad latente yo estaré dispuesta a servirle en lo que desee- Okey, hasta ahí llegaba mi paciencia, me levante mirándola directamente a los ojos esperando si quiera una disculpa- Bien dicen que la verdad duele, cierto querida- y se fue, dejándome a punto de derrumbarme.

-Iré a ver el mapa de nuevo- dije mientras me encaminaba al cuarto de Sherlock sintiéndome cada vez más pequeña- Maldita, espero se caiga en las gradas y se rompa su bello rostro- dije susurrando mientras observaba todas las fotos y cambiaba algunas.

-Parece ser que lo que ella dijo te afecto- lo mire mientras se sentaba en la cama- Te ves enojada.

-No estoy enojada- mi voz parecían bloquecitos de hielo siendo lanzados, estaba intentando controlar mis emociones- Solo estoy un poco indignada.

- ¿Por qué? Porque te dijo la verdad- mis ojos se abrieron como platos- todo lo que ella dijo era cierto, no pareces una chica que pudiera estar al lado mío... Tu personalidad, tu forma de vestir, tu cabello, tu altura es lo que más preocupa a veces- se encogió de hombros dándole menos importancia a las cosas- pareces de 15 cuando en realidad pasas de los 20.

Solía no importarme las cosas que me dijeran, pero, sentía que luego de haber ayudado a Sherlock en algunas cosas podrían cambiar su forma de ser conmigo, pestañee varias veces limpiando las lágrimas que querían salir. Sherlock se quitó los zapatos y se paró al lado mío mirando la tela de araña, me alejé inmediatamente de su lado, me dirigí a la salida sin decir una palabra.

Subí a mi cuarto rápidamente, me senté en la cama para amarrarme el cabello en una coleta, eso me hizo sentir un poco mejor... Hacía mucho que no me lo cortaba, pensé que era tiempo de hacerle un nuevo estilo, pero ese no era el momento. Me levante para tomar el violín y dejarme llevar por la tristeza que me embargaba.

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- ¡Brigette! - el grito de Sherlock me había sacado de mi música, en medio de la música sin darme cuenta las lágrimas salieron, me seque bien el rostro antes de bajar- Brigette- dijo cuando yo entre al cuarto, ya estaba vestido con su pijama.

-Qué quieres- mi voz se escuchaba irritada, molesta, aunque no quería que saliera así.

-Creo que tengo fiebre- dijo observándome detenidamente a los ojos- Y por eso te llame.

-Pudiste haberte levantado e ir a traer solo las medicinas y las toallas no hay mucha distancia entre la planta baja y aquí- no creía que Sherlock tuviera fiebre, pero, por otra cosa no me habría llamado- La Sra. Hudson también esta.

Él solo guardo silencio mientras me miraba, suspire con pesar me sentía muy cansada, quizá era mejor irme acostar al fin y al cabo a Sherlock no le agradaba mi presencia. Sherlock se sentó en la cama mientras yo le ponía una mano en la frente.

-Te comienza la fiebre, si te doy una pastilla se te quitara- me acerqué a la mesa de noche y le serví agua junto con una pequeña pastilla blanca- Ya estarás bien.

-Brigette- dijo luego de tomarse la pastilla- Yo... Quería, bueno...- bajo la vista y luego me observo de nuevo- Esto es algo estúpido.

-Enarque las cejas- El caso, obvio, estoy más confusa que de costumbre... Mañana iré a donde el padre del niño, ahí me convenceré si es él o no el hechor de este secuestro. Aunque yo sé que es esa perra que vino ahora en la noche.

- ¿Por qué crees que es ella? - dijo con un tono muy serio- no deduje nada sobre ella que la implicara.

-Si hubieras dejado de mirarle el cuerpo y dejarte besar, quizá te hubieras dado cuenta que ella le es desleal a su hermana siendo la amante de Albert- recordé los papeles que me había dado Anderson- Todo lo que él tiene es de ella, cada propiedad, aún la casa en la que vive su exesposa junto con su hijo es de ella... El muy descarado no puede si quiera decir que está libre de culpa, trata mal a su mujer por meterse con esa arpía. No dudo que esa zorra lo halla convencido de que su mujer era de más baja personalidad y que no era adecuada para un hombre como él.

Mi voz había ido subiendo de tono conforme hablaba, el enojo se había hecho sentir cada vez más. No me sentía orgullosa de manejar bien mis emociones en ese momento, me fije que tenía mis manos hechas puños haciendo que las uñas se me incrustaran en la piel. Sherlock me miraba, firme, sabía que no podía cambiar el pensar de Sir. Presumido a la primera, demostrarle que esa vieja bruja era la responsable seria lo que me ayudaría a terminar el caso.

- ¿Por qué robaría ella al niño? - dijo negando lentamente.

-Qué se yo, no soy adivina, soy De- tec- ti- ve- lo mire ceñuda, su incredulidad no podía estar más a la vista.

-No creo que sea ella- se encogió de hombros- Y si la llevas sin causa probable la defenderé a ella, no a ti- de nuevo la oleada de enojo me invadió- no es bueno que teorices sin datos.

-Pues creo que ahora me dejare guiar más por una corazonada- él me miro con el ceño fruncido- No pienso hacer caso a la lógica por el momento, algo me dice que es ella.

-Si lo estás haciendo solo por lo que te dijo créeme eres más tonta que Lestrade- sentencio mirándome duramente.

-No soy la que está comparando sus respuestas con las de Anderson- le mire de igual forma, usualmente ni siquiera nos mirábamos y ahora me sentía molesta.

El silencio lleno el cuarto de Sherlock, me di la vuelta mirando la tela de araña si me fijaba bien mis planes encajaban, ella estaba fuera de todo contexto quien más perfecto para hacer algo, cuando vino no se miraba preocupada, la Srta. Smith quería distraernos y lo que más me dolió fue que lo había logrado.

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Los quiero Sherlockian's. <3

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