Capítulo 15. Los cuatro hermanos: M

POV Narrador

—Te dije que tuvieras ¡cuidado! — Gritó mientras golpeaba al hombre rubio — Eres un imbécil. Ella es una pieza importante. Y así dices querer ser parte de mí... ¡Eres un estúpido! — levantó su brazo y le pegó un puñetazo en el rostro que hizo caer al hombre muy aturdido al suelo de su oficina.

—Lo siento, señor — Dijo el rubio rodando sobre sí mismo para intentar ponerse de pie —Ella me persiguió y detrás venían esos dos tipos... Los que usted tanto odia.

— ¿Sabes el enojo que me ha causado? Nunca me ensucio las manos y ahora — el criminal consultor observó sus manos que estaban manchadas de sangre en ciertos lados — No puedes jugar con cosas que no te competen, Paul.

—Jim — La voz de su amigo lo distrajo un momento de la ira que estaba consumiéndolo por dentro, observó al hombre que le sonreía de manera cómplice, Moran ya conocía lo que él iba a hacer — El telón está abierto, el teatro listo, solo falta el protagonista — dijo mientras señalaba al rubio que empezaba a levantarse.

— Llévatelo, haz que parezca lo más natural posible — Moran se acercó al rubio — Sebastián — El castaño lo miró con aire hacendoso — Haz que sepan que perdieron el caso, hazlo dramático — Sebastián asintió con una sonrisa — Haz que piensen que lo ganaron.

Luego de que su ayudante se fuese. Por su mente paso un impulso, quería asegurarse que el imbécil criminal que le había tocado asesorar no se hubiera sobrepasado. <<Hora de ser Richard Brook — Se acercó al armario que estaba en su despacho — ¿Qué me pondré hoy? No puedo inspirarme sin música — se acercó al escritorio para encender su música preferida — Ahora si puedo>>

De nuevo se acercó a su armario, con pasos de baile siguiendo el compás de la música, elegía su ropa con mucha delicadeza <<Seré tan obvio que nadie me verá — sus ojos recorrían las ropas como si fueran personas>> Luego de haber escogido muy bien su vestuario se miró en el espejo cerca de su escritorio.

<<Perfecto, parezco una escoria común y corriente — Se dijo a él mismo muy despectivamente>> Tomo su abrigo color negro, el cual le había acompañado durante todos sus encuentros con su distracción número uno. Luego de eso se encamino a la puerta principal, no había salido por interés desde la caída.

Nadie reconocería al hombre que ahora iba caminando con noramlidad por la calle, su cabello desordenado y su barba a medio crecer lo hacían ver totalmente diferente a lo que los demás habían visto por última vez, en las pantallas de toda Inglaterra. Sacó su celular de la chaqueta que traía puesta, antes de llegar a su destino debía estar seguro de algo.

—Señor — Contestó Moran desde el otro lado de la línea — ¿Necesitaba algo?

—Obvio que necesitaré algo cariño, si no para qué diablos te hablara — Siseo entre dientes con evidente amenaza — Investiga donde está el angelito de América, quiero asegurarme. Además, consigue el número de habitación.

—En cinco minutos le llamo para darle esa información, señor — Moran sabía que debía ser lo más puntual posible, especialmente en cosas de gran interés para su jefe.

Se quedó parado en la calle, observando a las personas que caminaban sin ningún problema a la par de él, todos lo ignoraban como cuando era un niño en la escuela... Los cinco minutos que Sebastián había dicho fueron inundados por recuerdos desagradables, desde el chico que lo molestaba y murió en la piscina hasta el pequeño Sherlock que ni siquiera le hablaba.

<<Pero quién soy ahora, nada más y nada menos que el terror del gobierno británico, el terror de un hombre, la bomba de una nación, y el chantaje de un hermano mayor — una sonrisa apareció en su rostro>> Un sonido lo distrajo de su sagaz conspiración, exactamente en 5 minutos Sebastián estaba llamando de nuevo.

—Sebastián — cuando él le decía su nombre de pila podía confiar en que estaba tranquilo — Dime lo que tienes.

—Jim está en el Bart's en el piso número 4, la habitación es la 111— El criminal consultor sonrío, lo que él había pensado estaba en lo correcto — ¿Irás a verla?

—Eso no te incumbe — Su tono de voz cambio de nuevo para hacerle saber que no debía preguntar nada — Cómo está la escena...

—De lo mejor, señor — La voz ya no era confianzuda, tenía respeto — Por el momento está quedando perfecto como usted quiere.

—Bien, te veré luego mientras tanto ni se te ocurra llamarme — Colgó sin esperar la respuesta de su "amigo".

Era de noche, aún circulaban algunas personas por la calle sin saber quién era. Camino un rato pasando de avenida en avenida, fijando su vista de un lado a otro, meditando en las calles de Londres. Algunas personas se le quedaron viendo con un toque de reconocimiento, pero al recordarse de la noticia de su muerte negaban con sus cabezas y seguían su camino.

<<Tomaré un taxi, si quiero llegar antes de Sherlock y su perrito — Dijo mientras observaba la calle para mirar si venía algún transporte>> Cuando levantó la mano, de inmediato le paró un taxista que se miraba muy somnoliento, al parecer no había alcanzado la cuota diaria.

—A Bart's — Le dijo Jim mientras se subía a la parte trasera del taxi — Te pagaré todo lo que te falte del día si me llevas lo más rápido posible — El conductor tiró una carcajada.

—Sí usted hiciera eso, sería un hombre rico... No podría darme 400 libras como si nada — El taxista tomo marcha, pero no se fijó que el Criminal Consultor se había enfadado.

—No creo que seas tan incrédulo — Intentaba mantener la calma ante tal humano ignorante de la verdad, un recuerdo le alegro el momento <<Seguramente Sherlock recuerda también el taxi en el que tuvo un viaje gratis>> —Está bien te lo diré de otra forma. Me llevas lo más rápido que puedas, o, no llevarás nada mañana a tu jefe.

—Cálmese, se lo decía en broma. Veo que va apurado — El taxista acelero no dejando que las ganas de asesinar crecieran en Jim — Ya casi llegamos.

— Sí ya me fijé — dijo Moriarty pensando como entraría <<La única que puede reconocerme es Molly Hooper — Sacó su celular para llamar a su fuente más importante>>

—Señor ¿Está bien?  — Moran se escuchaba un poco cansado — Qué necesita ahora.

—Molly Hooper ¿Sigue en Bart's? — Se escuchó un pequeño silencio, luego los respiros rápidos de Moran.

—Sí, señor. Pero por el momento está de vacaciones, está visitando a sus padres, la última vez que estuvo en Bart's fue cuando Sherlock encontró su nota — Sebastián empezó a observar una actitud algo compulsiva por algún motivo inexplicable para él — Jim, no te obsesiones con...

Jim Moriarty colgó el teléfono sin esperar lo que su amigo iba a decir, no quería otro aviso de lo que podía llegar a sucederle si jugaba con dos iguales. El taxista había hecho lo que el criminal consultor le dijo en menos de 30 minutos estaban en el hospital. Moriarty sonrió de manera satisfactoria.

—20 Libras — Dijo el taxista mientras se bajaba el Consultor para acercarse a la ventana. De su chaqueta sacó varias libras sin que el conductor se diera cuenta dejo el dinero en el asiento del copiloto.

—Quédate con el cambio — Se alejó lentamente del taxi aún escuchando los gritos de alegría del taxista, le había dado más de la cuota diaria.

<<Ahora mi objetivo principal — Las puertas del Bart's, como era de esperarse estaban medio llenas, una que otra ambulancia venía con algún enfermo de emergencias — Sin ningún distractor — Dijo mientras cruzaba las puertas del hospital>>

Las enfermeras ni siquiera notaron su presencia, nadie prácticamente lo miraba como lo que era, él muy bien sabía lo que todos pensarían <<Sus inocentes mentes, pensarán que vengo desesperado por ver a un familiar>> Buscó el ascensor más cercano para subirse sin compañía.

Jim sonrío de manera triunfadora cuando se abrió la puerta del ascensor, poco faltaba para que el pudiera mirar a su detonador favorito, se acercó lentamente por el pasillo caminando con confianza como si fuera un visitante más. La habitación 111 era muy adecuada para ella <<Hoy si mi pequeño angelito caído>>

Entró, observando todo lo posible, desde los simples cuadros hasta los cojines que estaban en los sillones para los visitantes, una ventana dejaba entrar las luces de la calle que en la noche aún se miraban. La cama de la chica estaba en medio de la habitación le habían puesto un suero junto con una cantidad razonable de Morfina a la par <<Mala idea el que te droguen, por dolor entro el vicio por dolor se fue, por dolor regresa>>

—Así que se pasó demasiado — Se dijo simulando una charla con ella — ¿Sabes? Mi plan no es muy difícil.

El silencio del coma contesto.

— Solamente te haré sufrir, a ti y a él — Se acercó hasta el lado derecho de la cama de la chica, luego inclino su cuerpo para poder susurrarle algo al oído — No será tan difícil encontrar mis brazos abiertos — dijo alargando las palabras con un tono muy alto.

De nuevo no hubo respuesta.

— Al final si podre quemar su corazón — Se levantó un poco de su posición para mirar más ampliamente el rostro de la chica — Mi nueva — vaciló — obsesión — Luego se acercó hasta los labios de la chica y la beso.

Fue un beso que para el significaba la victoria desde antes, era ganarle al Detective Consultor, era... el final de su plan en el inicio del mismo.

Iba por el pasillo buscando la salida, estaba muy feliz de haber logrado su primer encuentro personal con la chica. Estaba terminando de darle retoques a su plan mental, cuando miró a alguien muy familiar venir en la dirección contraria de él.

<<Sherlock y su perro fiel — sus ojos se encendieron con emoción al recordar todos sus planes a futuro>> Camino confiando totalmente en que su disfraz lo haría pasar desapercibido totalmente, el momento se empezaba a volver tenso, quizá nadie más lo notó, pero se podía cortar con una navaja la tensión que existía entre dos fuerzas de diferente bando.

El tiempo se detuvo en el momento que adrede el criminal consultor, golpeó por "accidente" al detective consultor, Sherlock miró por encima de su hombro esperando seguramente una disculpa... Lo consiguió, sin mirar atrás Moriarty pidió disculpas escuchando un: "No hay problema" por contestación.

Lo último que le quedaba del pasillo lo recorrió con una enorme sonrisa en el rostro, sus ojos tenían una emoción que no se miraba desde hacía mucho <<Sherlock Holmes no me miró — un breve sonido salió de su boca parecía una risita que pasó desapercibida por los demás>>

En la calle observo el hospital, el rey y la reina del juego estaban adentro <<Solo falta que él la convierta en su reina>> Ahora los movimientos estaban totalmente en las manos del criminal consultor, dependía mucho de los sentimientos que podían aflorar en ellos dos.

—No será sencillo, pero nunca me ha gustado lo fácil — sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa — I O U Sherlock Holmes — Dijo como si lo tuviera de nuevo en aquella piscina, de nuevo en aquel edificio, de nuevo regresando a Londres.

Luego de eso puso marcha hacia su escondite, decidió no aparecer hasta que estuviera lo suficientemente preparado el escenario.

La chica estaba acostada sus pesadillas no dejaban en paz su cabeza, puede que estuviera en coma, pero eso solo afloraba aquellos sentimientos oprimidos durante un buen tiempo. Los recuerdos empezaron a salir como locos y en esos momentos no tenía fuerzas para poder detenerlos así que se dejó llevar por ellos.

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Adivinen quién estará subiendo capítulos un poco más seguido a lo que estaba... ¡Exacto! ¡Yo! Ya encontré un poco de paz al saber que mi teléfono comparte nuestro amado Wi-fi. Así que Sherlockian's The game... is on. :* 

Lis Holmes 

20/08/20

Editando, editando, vaya que no escribía mucho, jsjsjs solo como 1K por capítulo o 2K, jsjsjs las amo

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