Su cabello caía por los hombros, su sonrisa me contagiaba su alegría, simplemente era perfecta. Se había convertido en un hábito ir a verla todos los días, encima del árbol podía ver a todos, sin que ellos pudieran verme. A menudo me criticaban por ser un niño raro y por trepar árboles, pero no me importaba porque ella era idéntica a mí.

- Hey, niño, baja de ahí. –La maestra enana de pelo rojizo.

Bajé de inmediato. Unos cuantos regaños esperaba al final del tronco, pero me detuve, ella estaba ahí debajo del árbol esperándome mientras sonreía. Era algo extraño que un niño de sexto grado se enamorara de una niña de primer grado. Extraño.

- Escuché que te gusta trepar árboles. –Dijo mientras veía como bajaba.
- Me encanta. –Sonreí.
- ¡Vamos, la manzana no nos verá! –Se refería a la maestra.

Corríamos de la mano, su cabello se agitaba. Pude oler su fragancia a frutas, el shampoo de moda que todas las niñas querían tener. Sus manos eran muy suaves en comparación a las mías, que eran ásperas por todas las veces en las que me sujetaba de los troncos. Se detuvo.

- Te diré un secreto, pero no puedes decirle a nadie. –Puso su dedo índice en sus labios.
- No lo haré. –Dije algo confundido.
- Promételo, si no ya no seremos amigos. –Me apuntó.
- Lo prometo. –Sonreí.
- ¡Muy bien! –La niña saltó de alegría. Aunque no entendí porque.

Entró entre los arbustos, entré después de ella. Un enorme cerezo se encontraba frente a ambos, el cual no se veía por estar ahogado entre dos enormes árboles y arbustos de más de 1 metro. Se acostó entre las hojas caídas, parecía una alberca de pétalos de cerezo. Me arrojó un montón de pétalos, lo que terminó en una guerra de hojas. Ambos caímos entre risas encima de los pétalos.

- ¿Podré llamarte "oppa" en el futuro? –Dijo con una sonrisa.
- Tal vez, si nos volvemos a ver. –Suspiré, estaba exhausto.

Se levantó de inmediato. Hice lo mismo, pensé que pasaba algo. Me observó con una sonrisa, al parecer tenía una idea. Me ayudó a levantarme.

- ¿Pasa algo malo? –Pregunté mientras me sacudía los pétalos.
- No, pero es algo loco. Una idea. –Sonrió.
- ¿Una idea?
- Cuando sea grande te buscaré y me casaré contigo. –Sonrió cerrando los ojos.
- ¿De verdad? –Dije emocionado.
- Sí, mi mamá dice que cuando te diviertes mucho con un chico se convierte en el amor de tu vida y te casas con él, luego viven juntos y viven felices para siempre. –Levanto sus brazos.

Sonreí. Namjoon tuvo que chasquear los dedos esperando que reaccionara. Volví a verlo, dejé de escucharle por volverla a ver. Vino hasta nuestra mesa sosteniendo su libreta con la pasta de flores y colibríes. Sonreí.

- ¿Puedo tomar su orden? –Dijo levantando su libreta pequeña. 

Hola, moonlight's~ 🐠

Sí, ya sé, tarde mucho (dos días) en publicar el especial de marzo, pero bueno aquí está... ¡Gracias por seguir leyendo y votando! **le da una banana :v  🍌