- ¡De verdad! –Grité haciendo un corazón con sus brazos.
- Sí, claro.
- Eun Bi~ ¡Oh, un hilo! –Dije señalando el hilo en su dedo.
- ¿Un qué? –Examinó su dedo, me observó entrecerrando los ojos– No volveré a comprar una leche de fresa para ti.
- No, es verdad. –Tomé su mano señalando el hilo de color rojizo.
- No veo nada. –Dijo volteando una y otra vez la mano.
- En serio, –lo toqué– ¡oh! Desapareció.

Poco a poco se desvanecía. Lo seguí sin dudar, crucé la calle, el jardín, una plaza, un parque. «Así que no te detendrás, ¿eh?» pensé mientras caminaba detrás del misterioso hilo, topé con un abdomen por tener abajo el rostro. Levanté el rostro, era un chico. Me sonrió. Sonreí.

- Perdona. –Dije inclinándome.
- No, yo iba un poco...
- Lo siento, debo irme. –Seguí detrás del hilo.

El hilo seguía avanzando. Parecía un gato detrás del estambre. Finalmente llegué a la casa de Jackson, el hilo se detenía en la puerta. La puerta se abrió de repente. Jackson me observó sorprendido, obviamente porque ni siquiera sabía en donde vivía y ya estaba ahí. Sonreí nerviosa. Señalé el hilo en su dedo.

- Vine por el hilo.
- ¿El qué? –Examinó su mano confundido.
- Está con Eun Bi.
- ¿Eun Bi? ¿Quién y por qué está con ella? Es el Jungkook, ¿cierto?
- No, ¡oh mira! –El hilo volvió a aparecer.

Volteó a ver detrás de él. «Entonces, ¿solo yo veo los hilos?» me pregunté confundida. Corrí detrás del hilo, volví a topar con alguien, pero esta vez la derribé. Ambos caímos al piso.

- Ash, de verdad. –Dije levantándome sobando mi cabeza.

Era el mismo chico. Sonreí incómoda, «Rayos, ¿qué hago?, ¿Debería pedirme matrimonio?» pensé confundida. Me levanté rápidamente, me incliné y salí corriendo detrás que el hilo rojo. Eun Bi seguía afuera del restaurante, estaba sentada en las mesas de afuera. Me acerqué, el hilo quedaba en su dedo meñique.

- Jackson también tiene el hilo rojo. –Sonreí orgullosa, como si hubiese descubierto algo importante. Me observó confundida.
- ¿Jackson? Ay, ¿apoco crees en esas cosas?
- ¿Cosas?
- El hilo rojo, "akai ito", une a las parejas destinadas a vivir juntas.
- ¿Akai... Ito? –Dije lentamente.
- Obviamente no lo puedes ver, a menos que seas una clase de cupido. –Comenzó a reír.
- Vaya, ¿y se pueden romper?
- No sé, pregúntale a cupido. –Volvió a ver el teléfono.

Obviamente no era cupido. Ese sujeto ni siquiera existe, no tenía idea de porque seguía viéndolo. Todos tenían uno, Jungkook se sentó junto a Eun Bi. Ambos comenzaron a hablar, no puse atención a su plática por estar pensando en los hilos. Me levanté siguiendo el hilo de Jungkook, estaba curiosa por saber quién sería su pareja. Corrí emocionada por saber, el hilo seguía casi el mismo camino que el de Eun Bi, tenía incluso nudos con el de Eun Bi. Me impacté con la espalda de un chico. Me levanté del suelo sobando mi cabeza. Era el mismo.

- Lo siento. –Me incliné.
- ¿Tú...? –Me señaló con una sonrisa.
- Lo siento, debo irme~

Salí corriendo. El hilo llegaba hasta una empresa, "GLAM". Entré siguiendo el hilo. Había chicas caminando de un lado a otro con cucharas en su mano. Una mujer de mediana edad salió de una habitación, todas la observaron como si esperaran un aviso.

- Dijo que no, lo siento. –Dijo la mujer meneando la cabeza.

Muchas de ellas comenzaron a llorar, otras lanzaban insultos al aire. No entendía lo que pasaba. Una chica de cabello corto pasó entre todas ellas. Las observó sin expresión.

- No se comporten como niñas, gosh. –Cruzó los brazos y siguió su camino.

El hilo estaba en su dedo. La detuve. Me observó sorprendida.

- Oh, ¿Yerin? –Preguntó alejándome de las demás.
- Eunha, ¿estás bien? –Pregunté preocupada.
- El director no nos dio permiso de agregar algo al menú. Solo podemos comer una cosa al día.
- Lo lamento tanto, pero, algo realmente bueno te pasará pronto.
- ¿Qué? –Preguntó confundida.
- Solo espera y verás. –Sonreí– Adiós~

Salí de la empresa. Comenzó a llover, la sonrisa de mi rostro no se borró. Comencé a correr, la lluvia se hacía más fuerte, incluso se escuchaban truenos. No me importó. «Así debió sentirse cupido, claro, si existiera» pensé. Topé con una mano, me levanté del piso. El mismo chico. Sonrió, me ayudó a acomodar mi cabello.

- Me preguntaba porque te cruzabas mucho conmigo. –Levantó su dedo meñique. El hilo rojo colgaba hasta el suelo.
- Oh, tú también puedes verlo. –Sonreí.
- Tu dedo.

El hilo era el mismo que el de él.

- Wah~
- Soy Taehyung, tu amor del destino. –Extendió la mano. La estreché.
- Es un gusto. –Sonreí. 

Puse primero el especial de febrero :v ¿Recibieron regalos? Yo sí, pero no taaaantos :v 

Ya saben que los amo, no necesitan regalos teniéndome a mí xd