Capítulo 1
“Te dije que hoy morirías, estás acabado, llegó mi momento de gloria, adiós grandioso guerrero, en este mundo solo puede haber un grande y ese soy yo. Creo que hasta te extrañaré Shane”
¿Qué??? No puede acabar así, no pueden salir las letritas, quítense letras estúpidas, mi Shane no pude morir, es demasiado lindo y perfecto para hacerlo. Oh mugre televisor, no podré esperar hasta el lunes.
— Abigail, Abigail – grita mi madre, apago el televisor de inmediato.
— Ya voy mamá.
Que fastidio ya viene para acá, escucho que sus fuertes pasos se acercan, que hago, que hago, claro a ordenar, cepillo, cepillo, donde demonios está el cepillo de barrer, ah pero si está aquí al lado, de verdad soy despistada, creo que casi como Mico en Frío de Verano, ella era tan divertida.
— Abigail – ya está a mi lado gritándome – ¿otra vez soñando despierta? – dice furiosa - ¿Qué haces?
— Ordeno ésta pocilga madre, no ve, las ratas nos invadirán pronto, si hubieran mapaches éste sería su refugio.
— Y a ti bien que te encanta estar aquí, haciendo quien sabe que – me mira de arriba a bajo, con su cara de asco de siempre.
— ¿Qué se supone que vaya a estar haciendo aquí? – digo ofendida – siempre estoy sola.
— Sola también se hacen cochinadas – dice observándome meticulosamente.
— Ay madre, haya usted y su mente pervertida.
— Dime ¿Qué haces?
— Ya le dije estoy ordenando, el otro día estaba buscando unos viejos cuadernos, a todas estas ¿por que tiene que saber todo lo que hago? – digo ya brava.
— Ésta es mi casa, y cómo es posible que después de las tres de la tarde te la pases de ociosa, porque…
Lo otro que dice ya no lo escucho, así empiezan nuestras habituales peleas, mi madre es bipolar y yo poco paciente así que vivimos en una constante guerra, tiene esa característica peculiar de intrometerse en todo aspecto de mi vida. Para poder ver mi comic favorito Surrender debo esconderme en el cuarto de los corotos, lo veo en un televisor viejo de esos que tienen cola y una extraña perilla redonda para cambiar de canal, mi madre cree que el televisor no sirve, yo lo desconecto antes de que entre y lo mantengo lleno de polvo como siempre, es tan horrible que tenga que ver a mi increíble y bellísimo Shane lleno de puntos e interferencia en un televisor que aduras penas distingue los colores, cuando a fuera está aquella maravilla de la tecnología, el televisor pantalla plana Alta Definición de 70 pulgadas, pero claro esa maravilla está en la sala, y en la sala solo podemos ver televisión en las noches cuando se permite descansar y los domingos en la tarde, me encanta los días en que me quedo sola en casa, hago todas mis labores tan rápido como flash y puedo sentarme a disfrutar del televisor y de mi querido Shane. Pero esos días ocurren casi una vez al año, son muy raros y como los anhelo.
— Ya que según tú estas ordenando – continua mi madre – quiero ver éste cuarto como una tasita de oro, brillando y luego ni te creas que te salvas de hacer la cena
— Si mamá – respondo con fastidio.
Me hecha su última mirada matadora para luego salir. No sé que tan mala hija sea, pero no creo que todos tengan una vida como la mía. Mi madre tiene sus momentos buenos, esos en que sonríe y jugamos, pero esos momentos son tan escasos como mis días a sola en la casa, ella creció trabajando desde los 8 años, cosa que no deja de recordarnos a mis hermanas y a mí. Dicen que las personas suelen dormir hasta las 10 de la mañana, unos incluso hasta el medio día, para mi eso es un mito, porque si alguna vez osaste a dormir hasta las 7 am, eres el animal más inútil y ocioso sobre la faz de la tierra, así que para remendar tu desfachatez no te queda más que ser una hormiguita obrera por el resto del día. Ni se diga de aquellas personas que toman siesta, creo que ni de bebé se me permitía echarme una dormidita en horas de la tarde. La vida de la casa no es cosa fácil, siempre hay mucho que limpiar, corotos que fregar, pisos que barrer, ropa que lavar, y estómagos para los cuales cocinar. Quien diga que la vida de un ama de casa es algo fácil está muy pero muy equivocado.
En fin no hablaré de mi vida de oficios, sino de aquellos momentos que dedico para soñar despierta, últimamente son muchos y he llegado a tener miedo, leo mucho y quien dice que como le pasó a Don Quijote no me vuelva loca, pero es que es tan lindo vivir en una nube. Siempre me he hecho ésta pregunta ¿es posible enamorarse de un muñeco? Yo estoy simplemente más que enamorada, tanto que con frecuencia me siento triste porque sé que nunca podré ver a Shane, él solo es un muñeco de unos impactantes ojos azules, de un cabello castaño color chocolate con leche, de una piel tan blanca, unos músculos tan bien formados y nada exagerados, de nariz perfecta y aww como amo la forma en que su uniforme azul oscuro se pega a su muy bien formado cuerpo, siempre carga un pañuelo amarrado en la cabeza.
Aprendí a dibujarlo y ahora lo dibujo en todas las poses en todas las situaciones. Para mi desgracia no es el personaje principal de Surrender, fantaseo con la idea de que una valiente guerrera del futuro llega al pueblo de Ancor, y comienza a crecer una especie de tensión sexual entre ambos, pero en la serie nada de eso ha ocurrido y lo que es peor ahora Shane esta apunto de morir, me mato si lo matan.
Shane es mi actual y gran amor, pero he tenido muchos amores, creo que mi corazón es muy grande. Amo y de verdad creo que es el hombre perfecto a Mr. Darcy de Jane Austen, deliro con Orgullo y Prejuicio y está de más decir que Lost in Austen la mini serie es una de mis favoritas, ni hablar de Terry de Candy, Candy; oh como lloré con la escena en que Terry la abraza y llora antes de dejarla ir para siempre. Candy debía quedar con Terry, debía hacerlo, tranquila, tranquila, ya de nuevo me estoy encolerizando. Hereton de Cumbres Borrascosas también entra en mi lista de amores imposibles, me encanta cuando ve a Catalina y la ve tan bella que no puede detener sus ansias y toca sus rulos, amo cuando comienza a aprender a leer y me rompe el corazón cuando Catalina lo trata tan mal y se burla de él. Amo a Peeta Mellark de Los Juegos del Hambre, porque ama tanto sin esperar nada a cambio, porque está dispuesto a salvar la vida de su amada, pese a que sabe que su amor no es correspondido. Trunks de Dragon Ball Z fue mi sex simbol por mucho tiempo, aun lo es, aun veo y reveo el capitulo del Joven Misterioso, es tierno, fuerte y sexy, simplemente perfecto. Caiba de Yu- gi- ho también me quitó el sueño, sus ojos azules me encantaban y siempre me han atraído los malos antes que los buenos, soy medio masoquista y…
— ¡Abigail!.
¡Uy! Es mejor que deje de soñar y a limpiar. Como quisiera tener un superpoder para que con un solo Click de mis dedos todo quede perfectamente limpio, pero ¿que dices?. De tener un superpoder debería ser algo más interesante, como dominar las fuerzas de la naturaleza, leer mentes, manipular a las personas, quien sabe, cosas así.
Como siempre me destaqué en la cocina, aunque como de costumbre mi madre no lo admite, siempre encuentra algo malo, pero cuando sus críticas comienzan me pongo a pensar en Shane y lo que podría pasar en el capítulo siguiente. En casa todos comen donde quieren y si lo hacemos en familia poco hablamos. Mi hermana mayor entra a mi cuarto a hablar un rato, me cuenta todo lo que ha pasado en su día, ella trabaja y está perdidamente enamorada de uno de los socios de la empresa donde labora, su vida es realmente interesante, siempre llena de chismes, pienso que debería buscarme alguien de carne y hueso de quien enamorarme, aunque no me haga caso y es que amar algo que solo existe en dibujos no es muy bueno.
Tengo la dicha de tener un gran ventanal en mi habitación, no dejo de pensar en que estar todo el tiempo soñando no es bueno, todos dicen que estoy algo loca, ya es hora de madurar. Veo algo en el cielo que se mueve, no es una estrella fugaz, ah claro solo es un avión pasando por ahí, pero no importa en mi mente es una estrella fugaz, así que “estrellita por favor logra que de alguna forma imposible pueda vivir mi propia aventura, tan solo llévame a mi mundo perfecto, llévame con Shane”
Suspirando continuo viendo aquella pequeña luz que emite aquel avión a kilómetros de distancia, cada vez la lucecita se aleja más y más, pero ya cuando casi no puedo verla la luz de pronto aumenta, es casi como si se hiciera una pequeña bola de fuego, comienza a caer y ya no veo nada más. Quizás y no era un avión, creo que es algo mágico, por suerte le pedí un deseo. Ahora a dormir Abigail, despertaras en el mundo de tus sueños.
“Quiero ver a Shane, Quiero ver a Shane”
Me repito constantemente, hasta que siento que poco a poco me voy quedando dormida.
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