3. Plan

El silencio reinaba la sala de estar. La mesa estaba llena de cosas deliciosas, pues la cocinera que tenían en casa era una excelente chef, pero Wonsik no solía desayunar ni la mitad de todo aquello. Su esposa a su lado, no hacía mucho más que él, así que no entendía la cantidad de comida que se desperdiciaba a diario. Pero esa conversación ya la habían tenido más de una vez, y es que Sungkyung vivía su riqueza por todo lo alto, malgastando literalmente el dinero, como en ese caso llenar toda la mesa de comida "por si se presenta alguna visita y así quedar bien", algo absurdo para él.

Wonsik nunca supo como aquel matrimonio estaba durando tanto si ninguno de los dos tenía nada en común. Sinceramente, cuando le presentaron a aquella chica como su futura esposa, pensó que tal vez algo llegaría a fluir entre ellos, imaginaba que con el tiempo se enamorarían y ese matrimonio concertado se convertiría en uno real. Pero con el paso de los meses, nunca surgió nada más allá de lo físico, pues después de todo, Wonsik no era de piedra y también tenía sus necesidades.

Aunque esto último había terminado unos meses atrás, desde que Hakyeon había aparecido en su vida, desde que había decidido que la belleza coreana que tenía como esposa, no le llegaba ni a la suela de los zapatos a su precioso profesor de baile. Wonsik sabía que Sungkyung sospechaba algo, pero no le importaba lo más mínimo, cuando llegara el momento se separaría poniendo como excusa que su futuro no llegaría a ningún lado.

Miró el reloj cuando su estomago se sintió completo, aún le quedaban veinte minutos para salir, pero como no tenía intención de seguir en ese incómodo ambiente, se levantó de la mesa agradeciendo por la comida a los empleados de la casa.

- ¿Ya te vas? – Habló Sungkyung, poniéndose de pie también.

- Sí, tengo una reunión importante.

- ¿Hoy también llegarás tarde?

- No lo sé. – Dijo mientras comprobaba que su cartera y las llaves del coche estaban en su bolsillo. – Adiós.

El nuevo intento de su esposa por darle un beso de despedida fue en vano, Wonsik giró la cara haciendo que aquellos labios terminaran en su mejilla. La verdad, seguía sin entender su empeño por parecer un matrimonio, si por parte de ella tampoco existía ningún tipo de sentimiento, si no un interés por mantener su imagen de mujer felizmente casada.

Caminó hasta su coche, recordando lo feliz que le hizo a Hakyeon conducirlo, decidiendo que, en cuanto estuviera divorciado, el automóvil sería para él. Luego imaginó su carita de alegría cuando se lo dijera, y aquello ya lo hizo sonreír por primera vez en su día, aunque también debía añadir su mensaje de buenos días seguido de corazones. Le respondió con lo mismo, pero en su caso, añadió como extra los emoticonos de los besos, pues cuando todo terminara, todas sus mañanas se basarían en ellos.

En mitad del camino a su trabajo el teléfono le volvió a sonar, pero esta vez se conectó el manos libres directamente al coche, y Wonsik leyó el nombre de su abogado en la pantalla. Descolgó al momento.

- Hola Taekwoon, dime que tienes buenas noticias.

- La verdad es que sí, ¿Estas en la oficina?

- Voy de camino.

- Bien, nos vemos allí.

Emocionado por conocer las buenas nuevas, Wonsik no dudó en acelerar, llegando al edificio mucho antes de su hora habitual. Saludó a sus empleados por el camino, muchos aún somnolientos por ser tan temprano, incluso su secretaria se sorprendió, pues nunca llegaban a la misma hora. Luego entró en su despacho, y no pasaron más de veinte minutos cuando le avisaron que Taekwoon estaba subido en el ascensor, camino a su reunión.

Sonrió cuando al fin lo vio entrar por la puerta, aunque nunca esperó que no viniera solo, si no con otro chico, tal vez de la misma edad que él.

- Wonsik, te presento a Jaehwan. – Habló el abogado.

- Encantado. – Y le tendió la mano para estrecharla.

No tenía ni idea de que se traía entre manos, pero en cuanto se sentaron, no tardó en preguntarle de que se trataban las buenas noticias y quien era exactamente ese chico. Así que, a medida que avanzaba la conversación, su sonrisa se ensanchaba cada vez más, pues el plan de Taekwoon era prácticamente brillante.

- Si Jaehwan te compra las acciones, directamente ocupará tu puesto, y no solo eso, si no que la empresa crecerá para bien, pues la que él dirige actualmente tiene muchísimos contactos internacionales.

- ¿Y mis padres pueden interferir? – Y tal vez eso era lo que más le preocupaba.

- Para nada. – Respondió claro. – Ellos ya están retirados, por mucho que sean los fundadores, no tienen voz ni boto.

Wonsik se frotó las manos, todo era perfecto y pronto todo su futuro imaginario se haría real. Así que, en cuanto se quedó solo, quedando en reunirse con ellos al día siguiente para terminar detalles de la compra, sacó su teléfono para llamar a Hakyeon, aunque rápidamente tubo una idea mejor. Luego intentó mantenerse ocupado toda la mañana, para que la hora de la comida llegara cuanto antes, y poder escaparse a ver al que, al fin, podría llamar novio y no amante.

🌟🌟🌟

De momento todo marcha bien ¿no?😊

Prometo no liar a Wonsik con su abogado🤞🤭 (Aunque ganas no me faltan)😅

Besitos😘

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