14. Sueños

Del tiempo que tenía de baja por paternidad, Wonsik solo utilizó los tres primeros meses. Fuera de lo poco que le gustaba su vida actual, existian unas responsabilidades, y debía cumplir con ellas. Sus padres estuvieron de acuerdo con él en todo momento, no vieron mal que prestara más atención a la empresa que a su propio hijo, y eso no lo sorprendió en absoluto, puesto que él mismo había crecido en el mismo entorno.

Pero tampoco veía justo para el pequeño que su vida estuviera planificada desde el día de su nacimiento, ni tampoco que viviera sus primeros meses más con la niñera que con sus padres, así que no había mañana que no pasara por su cuarto para besarle la cabecita antes de irse a trabajar, muy a diferencia de Sungkyung.

Por su parte, la maternidad no la estaba llevando demasiado bien, pues desde que había dado a luz, únicamente se mostraba agradable cuando estaba en público. Su sola preocupación en aquellos días fue el de recuperar su figura, pasándose más horas en el gimnasio que con su propio hijo. Wonsik se lo había recriminado varias veces, pero Sungkyung se desprendía del tema con facilidad.

Pasó la mano por su fino cabellito, el pequeño dormía en la cuna profundamente, tan inocente, y ajeno a los problemas del día a día que, por suerte, aún le quedaban años para afrontar. Wonsik sonrió, fuera de que ese niño hubiera sido concebido sin amor, era un pedacito de él y no permitiría que creciera sin el cariño, al menos, de su padre.

Padre. Aún le costaba asimilar esa palabra. Siempre pensó que para cuando tuviera ese título estaría viviendo con Hakyeon, igual que en aquel sueño que tuvo, donde una niña con las facciones de su marido y una réplica de sus propios ojos saltaba sobre la cama, y reía por las cosquillas que Wonsik le hacía. Era una imagen tan perfecta, que le encantaba recrear una y otra vez en su mente, sacándole las pocas ganas que tenía de sonreír.

Pero la realidad lo golpeaba cada vez que abría los ojos, y el único motivo para estar alegre eran las adorables carcajadas de SU bebé. Porque, aunque lo quiso desmentir en su momento con aquellas pruebas de paternidad prenatales, el cien por cien positivo escrito en los papeles le confirmaron que Sungkyung no había estado con otro hombre, desmoronando la posibilidad de que todo aquello fuera un montaje organizado por ella.

- Señor Kim. – Habló la niñera desde la puerta. – Es hora de su desayuno.

- Claro, pasa.

Wonsik se levantó de la silla junto a la cuna para dejar paso a la muchacha cargada con todo lo necesario para la alimentación del pequeño, pues Sungkyung se había negado rotundamente a darle el pecho. Le dedicó una cordial reverencia de despedida antes de salir y caminar hasta su coche para comenzar un nuevo día repetitivo.

En la radio no le apetecía para nada escuchar las noticias, así que cambió al canal de música, pues si no recordaba mal, hoy salía la nueva canción de aquel grupo de la agencia Jellyfish. Los siguió desde entonces, y le gustó descubrir mediante las redes sociales y los making off, de los videoclips, que en efecto su precioso Hakyeon era el coreógrafo de sus canciones. Se alegro tantísimo por él, que muchas veces olvidaba cual era su situación actual, haciendo que su coche condujera hasta el estudio de baile y el teléfono marcara su número.

Pero el edificio de la escuela se había trasladado a otro lugar, y en su móvil no aparecía su nombre por ningún lado. Las ganas de llorar lo volvieron a dominar, y junto a ellas, la falta de aire acompañadas de la taquicardia.

Otra vez esa sensación de ahogo.

Otra vez tuvo que parar el coche a un lado porque la cabeza se le iba.

Otra vez se le nubló la vista hasta no ver nada.



- ¡Vamos papá, despierta! ¡Quiero ir al parque!

La voz infantil junto a los saltos a su lado fue lo único que lo animó a abrir los ojos. La pequeña era tan bonita como su padre.

- Cariño, déjalo dormir, está muy cansado. – Escuchó al otro lado la voz más preciosa del mundo.

- Pero es domingo, y me prometió que iríamos al parque. – Sus pucheros le partieron el corazón.

- Y una promesa es una promesa. – Dijo levantándose de la cama.

- ¡Bien!¡Bien! – Gritó la niña dando palmadas.

- ¿No estás cansado? – Preguntó Hakyeon acariciándole el brazo. Wonsik le sonrió y se acercó a su oído para susurrar.

- El único que debería estar cansado, y tal vez algo adolorido eres tú. - Amó ver sus mejillas sonrojadas, y por ello se las besó. - Te quiero.

- Yo también te quiero.

- ¡Y yo también! – Saltó la niña a sus brazos.

Las carcajadas inundaron la habitación como cada mañana. No faltaron cosquillas, besos y abrazos, de nuevo era un día perfecto.


Cuando Wonsik, muy a su pesar, volvió en si, reconoció el lugar, muy distinto al de sus sueños, pues no era la primera vez que estaba en urgencias.

- Wonsik... - Hongbin habló a su lado. - El medico llegará en seguida... ¿Cómo estás?

No le respondió porque ya conocía la respuesta. Volvió a cerrar los ojos, deseando regresar a sus sueños, en definitiva, aquello era mil veces mejor que la odiosa realidad, donde físicamente no estaba bien, aunque tampoco mentalmente.

🌟🌟🌟

Me da penita Wonsik🥺🥺 Espero hacer que todo mejore🙏

Disculpad si hay alguna falta, me muero de sueño😅

Besitoss😘😘

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