𝟕| 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐭𝐨𝐜𝐚 𝐚 𝐦𝐢 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚

Otro baile más se aproximaba, mi madre se negaba a ir, pero le aseguré que tendríamos que demostrarles a los demás que no nos importaba lo que ellos dijeran. Ahora me encontraba en casa de los Bridgerton.

—¿Por qué lo hizo? —le pregunté al vizconde mientras limpiaba sus heridas.

—No sé de qué habla.

—No te hagas el tonto, Bridgerton —regañé al hombre haciendo que se quejara al sentir como presionaba fuertemente su herida.

Benedict reía a mis espaldas.

—Fácil, querida, mi hijo busca tu afecto, pero no sabe como decirlo.

—Claro que no —se defendió.

—Anthony, todos vieron como golpeaste a esos hombre por Addy, no puedes negarlo —exclamó Daph.

Mi rubia amiga estaba siendo peinada por su madre, yo me encontraba lista para ese baile, pero quería ver a los otros antes.

—Tú y el duque son unos tontos al pelearse así.

El hombre me miró ofendido y quitó el pañuelo de mi mano para hacerlo él.

—Deja de comportarte como un niño —reproché al mayor tomando el pañuelo de vuelta.

—Parecen una pareja de casados —rió Colin.

Mire a los otros dos Bridgerton que reían sentados a unos pasos.

—Si no cierran la boca los dejaré peor que su hermano.

Ambos cerraron su boca de inmediato.

Volví mi mirada al hombre quien tenía sus labios ligeramente abiertos, mi lado más perverso deseo tener los labios del hombre pegados a los míos. Verdaderamente, se veían deseables, pero tenía que recordarme que este hombre era quien me hacía la vida difícil para sacar esas ideas. Pasé el pañuelo cerca de su labio logrando que mi dedo rozara con este, haciendo que sus ojos se oscurecieran y me mirara fijamente.

—Tengo que irme —dije poniéndome de pie —. Los veo allí.

🎩

Todos bailaban entre ellos, pero yo solo podía tomar junto a Benedict. 

—Si un hombre se acerca debes de rescatarme —le pedí a mi amigo.

Él asintió.

—No dejaría que alguien más me robara a mi futura cuñada.

Pisé su pie fuertemente. A lo lejos vi a mi primo ser atrapado por muchas madres con sus hijas. Mi padre se acercó alegre a nuestro encuentro y me pidió un baile. Amaba a mi padre, sinceramente era el hombre más importante en mi vida.

—Eres toda una princesa —me dijo mientras bailábamos.

Sonreí dulcemente, este hombre era uno de los pocos que conseguía hacerme ver dulce y tierna.

—Gracias, papá.

Bailamos entre risas y comentarios raros, algo normal entre nosotros. Cuando todo terminó, volví con mi amigo. A lo lejos vi como mi primo se acercaba huyendo de Cressida, pero luego algo nos hizo detenernos. La rubia había lanzado su bebida sobre mi hermana menor.

Iba lista para molerla a golpes, pero esperé al ver como mi hermana se dirigía a la pista de baile con Colin Bridgerton. No podía arruinarle esto a Penny, es por eso que esperé. Esperé hasta que ambos culminaron para acercarme a paso furioso a la chica y darle un fuerte puñetazo que hizo que cayera al suelo.

Todos se sorprendieron y exclamaron asustados. Yo estaba sobre aquella rubia dando cachetadas y puñetes a lo loco.

—No vuelvas a meterte con mi familia o te mataré —gritaba mientras la golpeaba.

La chica arañaba mis brazos y cuando su madre quiso intervenir, mi primo se acercó junto a Benedict y los demás para separarme. Al parecer mi fuerza crecía aún más cuando estaba furiosa, porque tuve que ser separada de la chica con la ayuda de los tres Bridgerton y mi primo.

—Eres una loca —exclamó la rubia siendo sostenida por su madre.

—Vuelve a decirme eso y me encargaré de dejarte peor.

El mayor de los Bridgerton tomó mi cintura y me puso contra su pecho. Mi enojo se esfumó al sentir su tonificado abdomen rozar con mi espalda. Santa mierda, este hombre estaba como quería. Ahora no podía pensar en arrancarle la cabeza a esa rubia, solo podía pensar en dejar una hilera de besos en ese fuerte abdomen.

Mi primo tapaba este acto de la vista de todos con la ayuda de los otros Bridgerton.

—Creo que es mejor que no diga nada más, señorita Cowper —exclamó el hombre que me sostenía.

🎩

—Ya estoy calmada —les dije por quinta vez a todos.

Cada Bridgerton junto a los Featherington y con la sorpresiva llegada del duque no dejaban de preguntar lo mismo.

—Casi le arrancas la cara a golpes —río Benedict.

—Ojalá —exclamé ganándome una mirada reprochante de Violet.

Los demás rieron.

—Se lo merece, nadie toca a mi familia.

Salimos a ver el espectáculo, claro que el duque no perdió oportunidad de acercarse a mí.

—Simon, juro por lo más sagrado que te empujaré si no dejas de cortejarme —reproché.

El moreno se disculpó, pero lo dejé con las siguientes palabras en la boca al ver a mi mejor amiga alejarse de su hermano totalmente furiosa.

—¿Qué ocurre, Daphie? —pregunté al llegar.

La rubia se lanzó a mis brazos y comenzó a llorar.

—No quiero casarme con él.

—¿Con quién?

—Con Nigel. Anthony quiere que me case con ese hombre.

—Lo arreglaremos, corazón. Siempre podemos arreglar todo.

Como si ese hombre fuera invocado, apareció.

Ambos comenzaron a pelear y cuando ese hombre puso sus manos sobre mi amiga, volví a descontrolarme. Mi amiga y yo empujamos al hombre lejos de ella. Con una última mirada cómplice, hicimos lo que uno aprende cuando convive con muchos hombres. Ser fuerte y defenderte. Nuestros puños impactaron la cara del hombre, haciéndolo caer casi en la inconsciencia.

—Creo que tengo que volver a dejar en claro que nadie se mete con mi familia —dije para luego pisar fuertemente su cara rompiendo su nariz.

Cuando giré, Daph hablaba con Simon.

El moreno se acercó a analizar mis puños, sabía que le preocupaba que me rompiera los dedos de golpear a dos personas en el mismo día.

—Simon, estoy bien —le dije acariciando su brazo como antes lo hacía.

No quería admitirlo, pero seguía teniéndole cariño a este hombre.

—Addy, estamos solas con dos hombres, tenemos que irnos —pidió Daphne.

—Está bien.

Cuando ya nos íbamos, el hombre desmayado le pidió matrimonio a mi amiga.

—Esa debe de ser la propuesta menos romántica.

No pude evitar reírme.

—Tu primera propuesta también fue un asco —dije sin pensarlo.

Ahora ambos me miraban, la chica con sorpresa y el hombre con una sonrisa boba.

Ese momento fue un asco, pero fue lindo. Todo junto a Simon fue lindo, sin embargo, debía de terminar.

Escuché todo lo que decían mientras tomaba a mi amiga del brazo y jugaba con sus dedos. Estuve atenta a todo, incluso cuando la parte que menos me esperaba surgió. Ahora podía decir que era parte del plan más loco que había escuchado en mi vida. Simon y Daphne fingirían que el moreno la cortejaba para conseguir que el moreno fuera libre de las madres y la chica se llenara de pretendientes.

—Están locos —reí —. Pero esta chica quiere a estos dos locos, así que cuenten conmigo.

Volvimos al lugar y con una sonrisa esperé a que la función empiece. 

Esto sí que sería fabuloso, me acerqué a la persona más próxima que conocía, y para mi desgracia fue el vizconde. Lo único bueno que salió de esto fue que pude ver en primera plana la cara del hombre al ver a su hermanita con el hombre a quien consideraba su mejor amigo y con quien se había caído a golpes hace nada.

Violet Bridgerton a nuestro lado miraba todo feliz. 

Que comience la obra, todos a sus asientos, porque si no están listos para lo que se viene, puede que caigan al suelo.

—Usted y yo tenemos que hablar —le dije al vizconde para luego irme.


















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