Querido lector,

Esta autora gusta informales que tras todo pronostico y especulación sobre que nuestro diamante de la temporada y nuestro zafiro de la realeza comenzarían una fuerte batalla por el corazón del duque, me alegra informar que ambas debutantes se muestran más unidas que nunca, listas para apoyarse la una a la otra y complementarse tal y como lo haría una media naranja. Por otro lado, podemos ver que el príncipe Friedrich de Prusia ha llegado para esta temporada, ¿será que busca a su futura reina? Pues pónganse sus mejores vestidos y sostengan sus guantes, porque al parecer nuestra zafiro de la realeza lleva mucha ventaja al ver su acalorado encuentro, nuestro vizconde favorito no quitó su mirada nunca de la dama y el príncipe. Saque sus armas, vizconde, porque esta guerra necesitará todo el arsenal si se trata del corazón de la feroz pelirroja.

—Quieta, Pru —le dije a mi hermana mientras terminaba de peinarla.

Mis otras dos hermanas se encuentran recostadas sobre mi cama mientras hablábamos.

—¿El príncipe será nuestro cuñado? —preguntó Philippa.

Negué.

—A mí me agrada más el vizconde —habló Penny.

—Es cierto, ambos tienen historia y sus miradas desbordan amor —expresó Prudence risueñamente haciendo reír a las demás.

Terminé de peinar a mi hermana y Phil rápidamente se sentó en busca de que la peinara como con mis otras hermanas. Dejé un beso en su cabeza y comencé a peinarla con la menor sonriendo abiertamente.

—Anthony es un molesto mosquito, mientras que Drichi es mi mejor amigo. 

—Madre morirá por ser la suegra del príncipe. —Pru no paraba de saltar en la cama.

Miré a mi hermana con reproche al ver que casi caía al piso.

—Ustedes tres son unas pequeñas entrometidas —dije para lanzarle un vestido a las dos chicas de la cama y hacerle cosquillas a la que se encontraba en la silla frente a mí. 

Todas rieron.

—Señoritas —escuchamos la voz de Theo haciendo que dejáramos de reír.

—¡Theo! —gritaron las tres para ir a abrazarlo.

Mi primo las recibió alegremente entre sus brazos. Theodore no había vuelto luego de lo de Drichi, él había ido a pasar tiempo con él mientras que yo era prisionera de un Bridgerton muy preguntón. Lo que me dejó con un paseo con él organizado por mi querida mamá Violet.

—Creo que deberías ir a la casa Bridgerton —me dijo mi primo sin soltar a mis hermanas.

Asentí y dejando un beso en las mejillas de todos, emprendí camino a la casa de mis queridos Brigerton's donde me esperaba la matriarca.

—Addy, querida —saludó la mujer con un fuerte abrazo.

—¡Addy! —exclamaron los dos pequeños para correr a abrazarme sacándome una sonrisa.

—¿Se han portado bien? —pregunté acariciando sus rostros.

Ambos asintieron felizmente. De mi mano extendí dos caramelos, uno para cada niño. 

Los pequeños los tomaron con una sonrisa y dejando un beso, cada uno en una de mis mejillas salieron corriendo a jugar entre ellos.

—Te ves preciosa —comentó la mujer mientras me invitaba a sentarme.

—No tanto como usted.

La mujer sonrió tomando mis manos.

—Sé que tú y Anthony creen que no puede amarse, pero yo puedo ver cuanto se aman, incluso puedo ver como ambos sin saberlo se apoyan y toman decisiones pensando en el otro. Es por eso que hoy no solo te pido que te des una oportunidad con mi hijo, sino que también me ayudes a quitarle esa idea de casar a nuestra querida Daphne con Lord Berbrooke.

Asentí, pero antes de que pudiera decir algo más, el vizconde llegó.

—Featherington —saludó.

—Bridgerton.

Nuestras miradas no se despegaban, sabía que yo seguía molesta por la decisión que tomó con Daphne.

—Vayan, tomar aire les hará bien.

Una criada de la casa Bridgerton nos acompañó mientras salíamos.

—¿Cambiaste de idea sobre lo de Daph? —pregunté sin soltar el brazo del hombre.

—Sabes que es lo correcto, Adeline.

—No lo es, sé que piensas que debes casarla porque es tu deber, pero tú cuidaste de ellos como si fueran tus hijos, sabes que merecen tener un amor tan bello como el de tus padres.

Seguíamos caminando con la criada a nuestras espaldas.

—Que tú no quieras casarte ni encontrar el amor no significa que ellos también quieran lo mismo. —El hombre tomó mi brazo e hizo que estemos frente a frente, mirándonos a escasa distancia.

—¿Quién dijo que no quería casarme? —cuestionó mirándome fijamente.

No sabía que decir, en lo único que podía pensar era en sus ojos y en su aroma varonil inundando mis fosas nasales.

Antes de que yo pudiera responder algo pasó entre nuestras piernas y se quedó ahí, eso hizo que nuestra mirada cayera en lo que estaba ahí. Cuando vi que se trataba de un lindo perrito un poco sucio y hambriento se me derritió el corazón. Era un lindo corgi.

—Pero que lindo —dije agachándome a la altura del animal que nos miraba con una sonrisa —. ¿No tienes dueño, hermoso?

El perro parecía entender y comenzó a pegar pequeños chillidos mientras meneaba su cabeza en negación.

—Está sucio, es lógico que no tenga dueño —habló el hombre.

—Pues ahora es mío.

Tomé al perro entre mis brazos y este al ponerme de pie se abalanzó a dejar lamidas por mi rostro para luego hacer lo mismo con el vizconde.

—No lo lamas o se te pegará la idiotez —le dije al animal haciendo que me mirara confundido.

Reí al ver su tierna expresión.

—Ignoraré lo que dijiste y te ayudaré a comprar cosas para este pequeño, al parecer necesitará algunas cosas para que puedas llevártelo.

Asentí y con el animal en brazos caminamos a una tienda para comparar lo necesario. Cuando tuvimos todo salimos del lugar satisfechos, la cuenta la habíamos dividido a la mitad por petición del Bridgerton.

—No debiste pagar nada, el es mío, no es como si fuera de ambos.

—¿Cómo lo llamarás? 

Pensé en la adorable Galilea y agradecí a mi querida Kate por darme la idea para el nombre de mi pequeño.

—Newton, su nombre será Newton.

—Inusual, pero lindo —respondió el hombre agachándose a poner la correa al animal.

El pequeño se alejó y nos miró divertido.

Cuando nos acercamos comenzó a correr fuertemente, pegando ladridos y mirando en nuestra dirección. El vizconde tomó mi mano y corrimos a toda velocidad en busca de atrapar al pequeño.

—¡NEWTON! —llamábamos juntos al animal sin parar de correr.

Todo esto terminó con Anthony atrapando a Newton y cayendo dentro de la fuente frente a todos. Las personas comenzaron a reír entre ellos, causando que el Bridgerton sintiera vergüenza.

Lo que hago por ti Bridgerton.

Ante la mirada de todos me acerqué y me metí a

 la fuente junto a ellos haciendo que el cachorro se lanzara a mí mientras ayudaba a parar al hombre logrando que ambos quedáramos juntos 

🎩

En la tarde salí a pasear a Newton junto a Theo y mis hermanas, pero el pequeño decidió que era bueno correr hacia la casa Bridgerton unas calles antes de llegar a casa. Al parecer a Newton se le había quedado la dirección de la casa Bridgerton luego de que en la mañana hayamos ido a dejar al vizconde y a presentarlo ante los demás.

—¡Newton! —grité entrando a la casa de los Bridgerton, viendo como el cachorro se trepaba en las piernas de Anthony, quien estaba sentado en el sillón.

El pretendiente de Daphne miró con enojo todo el desastre que había causado mi pequeño al entrar.

—Debería llevarse a su animal desastroso —espetó con furia.

—Creo que será mejor que se vaya, Lord Kirigan —habló Anthony con Newton en brazos mientras se acercaba a dármelo.

El hombre pareció ofendido, pero se marchó.

Mis hermanas y Theo por fin llegaron con la respiración agitada.

—Creo que a papá oso no le ha gustado que traten de esa manera a su cría —se burló Benedict riendo junto a Colin.

—Lamento todo esto —pedí disculpas a los demás.

—No importa, querida, ese hombre era tan divertido como un cactus.

—Al parecer Newton encontró a su padre —habló Colin viendo como el corgi besaba al mayor.

—Newton Bridgerton Featherington suena bien —exclamó Violet.

Me acerqué hacia Newton y Anthony.

—Sí, suena muy bien —respondimos ambos mientras sobábamos la cabeza del animal.

¡Hola, mis corazones! Se que he estado muy ausente, esto se debe a falta de tiempo e incluso ahora estoy un poco enferma, pero estamos de vuelta con Addy. Newton ama a sus papis, sin duda el cachorro será pieza clave para unir a esos dos. Espero que les haya gustado el capítulo.

Con amor,

Ivy.