"¡Y recuerda, el embarazo adolescente es una cosa muy grande!" Hyunjin bromeó mientras Hyejoo se puso sus botas.

"Uno, No soy una adolescente y dos, que te jodan."

"Dejemos eso para Miss Yerim ¿de acuerdo?"

Hyejoo rodó sus ojos cuando ella salió de la casa y se dirigió a la de Yerim, ligeramente tocando la puerta.

La puerta se abrió y Hyejoo frunció el ceño cuando ella no vio a nadie al principio, pero sonrió cuando sus ojos cayeron a Aeri que estaba sonriendo hacia ella.

"¿Esta tu mami en casa?"

Aeri asintió "Vamos, te tengo algo."

Aeri agarró la mano de Hyejoo y la arrastró a la habitación delantera.

"Espera aquí".

"Dile a tu mamá que estoy aquí." Hyejoo le dijo cuándo Aeri desapareció de la habitación

"Aeri, ¿Abriste la puerta otra vez?" Yerim gritó y dentro de unos segundos apareció en el umbral.

Hyejoo sonrió al instante al ver a la chica. "Ella probablemente sabía que era yo."

Yerim sonrió a pesar de que su hija la desobedeciera, "Voy a acostarla pronto y luego tengo el box set de Los Juegos del Hambre allí para ver."

Hyejoo asintió, sonriendo cuando Aeri entró corriendo en la habitación y saltó en el sofá, sosteniendo un pedazo de papel con macarrones pegados en la forma de un corazón "Es para ti. Hice uno a mamá también".

"Gracias, cariño. Voy a poner esto en mi nevera cuando llegue a casa."

Los ojos de Aeri se iluminaron mientras miraba de Hyejoo a su madre y viceversa, "¿En serio? ¿Me lo prometes? "

"Te lo prometo por el meñique". Hyejoo sonrió, tendiéndole el meñique y Aeri envolvió su mano por completo alrededor de ella y movió su dedo como si ella hubiera estrechado la mano de alguien.

Hyejoo río "No, pones el meñique alrededor del mío. Así, ¿ves?" Hyejoo colocó el meñique de Aeri alrededor del de ella y la niña asintió con la cabeza.

"Aeri ¿Te lavaste los dientes?".

"Sí mamá, mira." Aeri le enseñó los dientes a su mamá y Yerim asintió.

"¿Quieres ir a buscar un libro? lo leeré para ti"

"¿Puede Hyejoo leerme mami?"

"Si a ella no le importa?" Yerim miró de Aeri a Hyejoo y la niña asintió con la cabeza sin ni siquiera tener que pensar en si ella quería.

"Por supuesto que voy a leerte, Aeri."

Aeri agarró una mano de Hyejoo y comenzó a arrastrarla a su habitación.

"Lee esto." Dijo Aeri, entregando a Hyejoo un libro.

"Aeri". Yerim dijo con severidad y la niña asintió con la cabeza.

"Por favor."

Hyejoo sonrió, mirando hacia abajo en la portada del libro, "¿Dónde están las cosas salvajes? Leí esto de niña ".

"¿En serio?" Aeri preguntó emocionada mientras se sentaba en su cama, y sus pequeños brazos envolvían al peluche que Hyejoo le había dado.

Hyejoo sonrió, "¿Lista?" Aeri asintió, cerrando los ojos mientras Hyejoo comenzó a leer el libro.

La pelinegra se dio cuenta de que la niña quedo rendida antes de que ella llegara a la mitad del libro, pero leyó el resto de todos modos finalmente en silencio se puso de pie para apagar la luz, caminando hacia la puerta cerrándola detrás ella sin hacer ruido.

"Gracias por eso." Yerim susurró, haciendo a Hyejoo saltar y girar a su alrededor, quedando cara a cara con Yerim.

"No hay problema." Hyejoo murmuró, mirando hacia abajo. Nunca había estado tan cerca de la mujer antes, ¿sus labios siempre fueron tan atractivos?

"Así que, ¿Los Juegos?"

"¿Qué?" Hyejoo murmuró antes de que su mente hubiera comprendido plenamente lo que Yerim había dicho. "Oh, cierto, sí. Los Juegos del Hambre."

Yerim sonrió ligeramente, "Eres linda." Ella dijo que antes de girar y dirigirse a la planta baja.

Hyejoo sonrió para sus adentros, sintiéndose como una adolescente atolondrada mientras seguía a Yerim abajo.

"¿Te parece si empezamos por la primera?" Preguntó Yerim, Hyejoo asintió

"No vamos a hacer como ayer con Harry Potter y comenzar con la segunda"

"Si, eso fue una mala idea" Yerim dijo, volvió a caer en el sofá pulsando play en el reproductor de DVD.

"Yo tengo clases mañana y me hiciste quedarme hasta la una. Eres una persona terrible." Yerim bostezó, caminando con Hyejoo hasta la puerta.

"Tú eras la que mantenía diciendo 'sólo una parte más'. Esto es completamente tu culpa."

"Tú no tenías que decir que sí." Yerim arqueó una ceja a Hyejoo cuando ella se apoyó en el marco de la puerta.

"Pero, ¿quién podría decir que no a una cara bonita como la tuya?"

"Encantadora." Yerim sonrió, "¿Lo mismo de nuevo mañana? Termino las clases alrededor de las cuatro".

"Me parece bien." Hyejoo estuvo de acuerdo, dando un paso adelante y tentativamente se presiona sus labios contra la mejilla de Yerim, "Me divertí esta noche, gracias."

Yerim solo asintió, sus ojos siguieron a Hyejoo cuando ella dio un paso atrás y comenzó a caminar hacia su casa, "Alrededor de las cinco de mañana?" Yerim dijo cuándo la otra chica estaba por entrar a su casa.

"Es una cita." Hyejoo sonrió, abriendo la puerta y entro en su casa.

Hyejoo estaba tumbada en el sofá viendo la televisión, esperando a que sean las cinco para que ella pudiera ir a lo de Yerim.

Frunció el ceño cuando se escuchó un fuerte golpe en la puerta, pero terminó riéndose cuando de fondo se oía la voz de Yerim fuera. "Aeri, ¡que no es nuestra puerta!"

Hyejoo bajó del sofá y abrió la puerta para ver a Aeri sonriendo hacia ella, los brazos envueltos alrededor del peluche. "Hola", la joven dijo, saltando ligeramente de puntillas.

"Hey, lindura". Hyejoo sonrió y se agachó delante de Aeri.

"Yo y mamá nos vamos al parque y me dijo que yo podría pedirte que vengas."

"Dije una vez que te cambies, Aeri." Yerim dijo, dando una sonrisa de disculpa a Hyejoo mientras colocaba su mano en la parte superior de la cabeza de Aeri.

"¿Quieres venir?" Aeri preguntó esperanzada.

"Por supuesto que sí, pero ve a cambiarte y yo voy a ir a cambiarme también, me reuniré con ustedes fuera, ¿de acuerdo? "

Aeri asintió alegremente, corriendo hacia su propia puerta.

"¿De verdad quieres venir?" Yerim dijo a lo que Hyejoo se puso de pie con la espalda recta, apoyada en su marco de puerta

"Quiero ir. ¿Por qué? ¿No quieres que vaya?"

"No, no. Sí quiero. Es que no quería que te veas en la obligación de ir porque Aeri te preguntó."

"No me veo en la obligación. No es una tarea salir contigo y Aeri, me divierto."

"Sólo pensé, tal vez, tu tienes cosas mejores que hacer."

"No puedo pensar en una mejor manera de pasar mi tiempo." Hyejoo se encogió de hombros, sonriendo a Yerim.

"Mamá, vamos, ¡quiero ir al parque!" Aeri resopló, pisando sus pies contra el suelo.

"Nos encontraremos aquí en ¿diez minutos?"

Hyejoo asintió, cerrando la puerta principal, y subió para cambiarse.

Una vez que Hyejoo se había cambiado se dirigió escaleras abajo, agarrando su gorro negro antes de salir donde Yerim y Aeri estaban esperando.

Aeri sonrió emocionada al ver a Hyejoo, salto sobre sus pies. "¡Vamos! de prisa, yo quiero ir a los columpios".

"Apuesto a que puedo columpiarme más alto que tú." Hyejoo dijo, con una sonrisa afectuosa que se extendió por sus labios cuando Aeri tomó a su mamá de la mano.

"No puede ser. He estado practicando columpiarme por mi cuenta y me voy súper alto ahora."

"Vamos a ver, niña."

"Mami, dile. Dile lo alto que puedo llegar." Aeri dijo, tirando de la mano de su madre.

"Ella puede ir muy alto." Yerim estuvo de acuerdo, sonriendo a Hyejoo.

"Tendremos que esperar y ver." Hyejoo sonrió, mirando a Yerim.

"Así es." Aeri sonrió.

"¿Cómo estuvo la clase?"

"Bien, aburrido." Yerim se encogió de hombros. "¿Qué has hecho durante todo el día?"

"Comí patatas fritas, juegué Mario Kart y ví televisión."

"Productivo".

"Fue un programa sobre los pingüinos y me apoyó diciendo que a veces se entregan a la prostitución, y la venta de sí mismos por las rocas y los alimentos."

"No muestran eso en Happy Feet."

"Sí, es como si esa película no era un documental fiable." Hyejoo bufó, poniendo los ojos en broma. "Lo siguiente que dirán es que los pingüinos no bailan."

"Pero lo hacen." Aeri aseguró, asintiendo con la cabeza mientras miraba a Hyejoo.

"Genial, porque ya me estaba preocupando."

Aeri sonrió, tirando de las manos de las dos chicas y corrió hacia los columpios.

Aeri saltó en el columpio en el otro extremo y ambas Hyejoo y Yerim se sentaron en el columpio que sobraba, se columpiaron lentamente a sí mismas yendo y viniendo.

"¿Cuánto tiempo hace que conoces a Hyunjin?" Yerim preguntó haciendo que Hyejoo inclinara su cabeza contra las cadenas y mirara por encima de ella. "Las dos parecen más a hermanas que amigas."

"Desde el primer día de preescolar, la metí en la caja de arena y era amor de hermanas a primera vista."

Yerim se limitó a asentir contra las cadenas, mirando por encima de Hyejoo con una leve sonrisa en su rostro.

"¡Mira Unnie! Mira lo alto que voy a llegar." Aeri llamó y Hyejoo se dio la vuelta a la chica.

"Vaya, parece que he subestimado seriamente tu capacidad de balanceo, mini Choi."

"¿Cómo sabías que ella tomó mi apellido?"

"Ella me lo dijo." Hyejoo dijo, volviéndose hacia Yerim, "El primer día que la conocí."

"Voy a jugar en la resbaladilla." Aeri anunció, salir corriendo a la corredera de metal.

"¿Siempre quisiste niños?" Preguntó Hyejoo.

"Sí me encantan los niños, pero no tan joven. ¿Y tú? ¿Quieres hijos? "

"Sí, sólo que no quiero dar a luz a ellos. Simplemente parece que todo el sangrado y el dolor... Siempre dije que si alguna vez iba a tener hijos la otra mujer tendría que llevarlo o que adoptaría."

"Duele. El peor dolor que he pasado, pero vale la pena. Dicen que la adopción no es realmente lo mismo, no tiene la misma conexión."

"Creo que no importa quién lo ha llevado y dio a luz, ¿sabes? Lo que hace a una madre es quien cuida de él y lo ama incondicionalmente."

Yerim tarareó de acuerdo, siguiendo con la mirada en su hija mientras corría alrededor del marco de la escalada.

"Estás haciendo un trabajo increíble." Hyejoo murmuró, atrapando la atención de Yerim. "Quiero decir, el equilibrio de la escuela con la crianza de un niño, no debe haber sido fácil, todavía no puede ser fácil, pero lo estás haciendo y ella es un crédito real para ti."

"Gracias." Yerim dijo y Hyejoo simplemente sonrió, volviendo sus ojos hacia Aeri. Hyejoo podía sentir los ojos de Yerim persistente en ella durante un par de segundos antes de que ella también se volteara a ver a su hija.

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