Capítulo XXXIV

-Narra Rouge-

Llevo 20 minutos desde que llegué aquí, a mi departamento luego de librarme del Team pero ni Scourge ni nadie llega, ¿Acaso no la encontraron? Vamos, los nervios no me vienen bien...

Los golpes en la puerta, ¡al fin! No pienso un segundo en abrir y quitarme para ver a Scourge con Amy y Shadow detrás de ellos, dejando que pasen. ¿¡Por qué Amy está ligeramente raspada y extremadamente sucia!?

—Toma querida, sientate en ella —Corro a la cocina por la toalla para que no manche el sillón y se la entrego—. ¿Qué rayos te pasó?

—Digamos que, la atropellaron. —Ese sarcasmo en Scourge no me gusta nada. Le miro con rabia.

Amy se sienta lentamente en el sofá con una queja y la cara irritada, junto a sus ojos hinchados de lo que me resulta obvio, por llorar tanto. Ella termina expulsando de forma cortante y desesperada:

—Por favor, Rouge, alejalo de aquí. ¡Es un maldito desquiciado! —Señala a Shadow sin duda alguna.

El negrito no dice nada. Alza las manos declarándose culpable con todo el cinismo en la cara, marchando hacia el pasillo, recargándose en la pared entre las sombras del mismo. Me dedico a ir por unas mantas y otra toalla aunque...

—Amy, es mejor que te duches, haberte empapado por completo te hará mal.

—Sabes bien que es inútil. Moriré de fiebre, seguramente. —Sinceramente su semblante me provoca una pena enorme. No sé bien ni por qué pero...tengo ganas de llorar junto a ella.

Recojo un papel del pequeño mueble rojizo que tengo junto a una lampara para que se suene y limpie mejor esos lagrimones que no dejan de salir.

—¿A quién le partiré el culo en esta noche, Rosita? ¿A estos dos? —Los señalo al aire, sin verles, Scourge rápidamente balbucea su defensa con inseguridad.

—Puedo esperar más ya de Scourge que de...de él... —Gira la cara sonando su nariz.

El pinche Shadow me va a oír sin importar que. No le tengo ningún miedo.

—¿Te importaría hacer algo útil, animal? —Y sin preguntar, el verdoso sabe que hablo de él—. Lava estas toallas ahí, de ese lado donde está un lavadero —Señalo bien el sitio porque hasta me parece que suele ser muy tarado—. Irselas rolando a Amy, y luego, querida, puedes ir ahí, es mi cuarto—hablo ahora hacia ella; señalo la puerta del susodicho; ella asiente, cohibida—; ponerte algo que te agrade y quede, ¿Sí? Tienes mucho de donde escoger. —No puedo evitar querer estrujarla con mis brazos, soportando el llanto melancólico que quiere salir por oír sus sollozos.

Sé perfectamente que Shadow es todo un macho egocéntrico y gilipollas con los sentimientos y la comprensión y por ende, sé la causa del dolor e irritación que le produce a Amy. Que sí sé de sobra después de un año a su lado.

No dejo pasar mucho tiempo para ir a donde él e intentar tomarle del brazo para caminar hacia el balcón pero, hasta ofendido, se aparta y dirige por sí solo delante mía.

—Ni si quiera te pediré explicación pero verle en el bosque, empapada queriendo entrar a la casa de campo... —Empiezo a narrarle con mucha impotencia, tampoco quiero estallar en llanto frente a él

—Ella sola se ha marchado. Lo que ha ocurrido es por sus propias decisiones.

—¿¡Qué pasa ahora por tu puta cabezota!? —No sé puede, saca de quicio. Ni es novedad—. ¡Hablas cómo si fueras el inocente aquí!

—A ver, murciélago. Defender a tú amiga sin saber las cosas que han ocurrido es una tontería de tu parte...

—No, una tontería de tu parte es ser un gilipollas orgulloso que no es sincero en sentimientos con la chica que empieza a querer —¡Boom! Eso ha sido suficiente para callarle la boca. Gira los ojos apartando la mirada hacia la pared, evitando tener contacto conmigo—. Ya has entablado cosas con ella, ¿Por qué eres tan cambiante?

Se acomoda cruzado de brazos sobre la baranda. El aire se siente pero no la lluvia, que si esta nos está sorprendiendo a todos. Ni es época.

—No importa cuantos sermones me den. Nunca aprendo y no tengo...

—Callate con esa letanía de cambio que me la taladraste en la cabeza cuando estuvimos juntos. —Ahora me mira con sorpresa... Sí, yo fui la principal que le pidió no recordar eso pero...quizá esto funcione para que pueda recapacitar y entender.

—Entonces tampoco me salgas con cuestiones de "la indicada" y "media naranja"

—¡Agh! Juro que no se puede hablar contigo.

—No tienes que hacerlo —Se encoje con obviedad, sin descruzar los brazos—, largate y dejame solo para asimilar por mi cuenta...

—Yo creí que no te gustaba verle triste y afligida...sufrida —gruñe tras oír nuevamente mi voz. Me acerco a la baranda manteniendo una distancia poco prudente—. ¿Ya olvidaste lo que pasó aquí, cuando se enteró de que Sonic estaba...?

—Cierra tu maldita boca, Rouge... —Me da la espalda, girando su cuerpo para ver el cielo y las nubes de tormenta que hacen ver todo más oscuro.

«¡Bingo!» claro que necesita que alguien le recuerde sus acciones buenas y malas del pasado, y él lo sabe ¡Por dios que no deja de ser tambien inteligente! Forma de vida perfecta gruñona que, tiene que abrir los ojos y su corazón al mismo tiempo.

-Flashback-

De verdad, ¿has creído lo que fui a decir?

—Shadow...jamás habías dicho palabras tan sinceras y dolorosas...definitivamente sentí que te estaba costando aquello como para creer que era una mentira... —Nota cómo digo la verdad y muestra una mueca algo arrepentida.

Jum, parece que nací para decir mentiras muy bien... —...Pero no dejará de ser un cínico. Me quedo estupefacta.

Sólo quiero oír su verdad y sinceridad que , puede expresar conmigo.

—Si...en realidad yo...no quería decir aquello ya, me costó pero no de la manera que tú creíste...—Hace una pausa para suspirar, tomando en resto de su cerveza y soltar la lata en el césped —... ¿sabes? Todo esto, estuve a punto de...

—Yo también creí que ya no lo harías, creí por un momento que todo había acabado y que estarías dispuesto a afrontar las consecuencias pero...creí que realmente te habías armado de coraje como hace años y la habías asesinado para evitar más dolor.

—Esa fue mi solución hace unos meses en el bosque...no sirvió, Rouge, no pude hacerle daño...no al grado de matarla...y pensar que esa era una de las alternativas del plan.

Fiona me dijo que...que algo andaba mal ya en el plan, que habían sospechas y cosas mal acomodadas.

—Si...esto ya ha terminado.

Amy quiere mañana ir a Mobius, me ha pedido que...te comente. —Cambio recordando a la rosita.

—Que vaya, llevarla por favor.

¿En serio? Me sorprenden porque eso significaría que...—¿Estás seguro?

—Una vez que llegue allá te encargarás de explicarle lo que pasó en cuanto lo vea...

—¿Y que pasará conmigo?

—Le dirás que te he amenazado, a ti y a Fiona con matarlas si no hacían lo que les decía, tanto por ordenes mías como de Eggman... —No qué decirle...¿Él hará eso por ella? ¿Para que no se sienta...tan mal...? Estoy muda. Mis ojos están estupefactos.

—¿En serio pretendes...echarte la culpa...por...?

Rouge, sólo trato de hacer el futuro menos catastrófico, y sí... Lo hago por ella.

-Fin del flashback-

—He querido mantenerla lejos para que simplemente esté a salvo...no, no es que desconfíe de lo que puede hacer pero...es esa típica agonía sobre protectora... —Su voz me saca de los recuerdos que tenía.

Ahora me siento como en esa noche... Tengo otra vez ese pútrido mal presentimiento de que algo muy malo puede pasar.

—Estoy segura de que te irrita darte cuenta que su relación y esa amenaza están mezclándose y...no es bueno para ti.

—No soy erizo de debilidades. No quiero que Amy sea tomada como una. —Sigue enfocado en el cielo, no me mira y yo de vez en cuando le miro de soslayo el rostro.

—No lo sé es...algo tan típico.

—Rouge, quiero hacerte una pregunta sin afán de burla —Me estremezco y no por el frío que se siente. «¿Qué me quiere preguntar?»—. ¿Qué fue lo que significó para ti nuestra relación y sobre todo, los encuentros sexuales que tuvimos?

Aprieto la baranda sorprendida. Tengo muchas preguntas que decir ante lo que he oído pero...esto es tan serio para él que lo detecto en su voz, así que...

—Solamente necesidades que ambos tuvimos. Y no te lo digo porque me haya dolido el hecho de abandono sino que...yo solo te deseaba y nada más... —Las lágrimas se me salen ¡Maldita sea! Mi rubor ha desaparecido y me encojo un poco para tapar mi rostro.

—No podré entender las diferentes mentalidades femeninas, sin duda...

—¿Por qué me lo dices? ¿A qué vino tu pregunta de...? —Trago tallando mis ojos disimuladamente, empiezo a sentir más nervios.

—Hace un día tuve relaciones con Amy —...sin palabras—. Todo este desastre y su "salida" iracunda fue porque le dije que tuvimos coito y ya. Que no era más que una necesidad que ambos tuvimos.

—No creo que hayas sido capas de...

—No la obligué si es lo que pasa por tu cabeza ahora —Hace una pausa, estirándose con ayuda de los barrotes—. Solo...pasó. Nos miramos...hablamos un poco de ello y...lo aceptamos.

—No, hablo de ser tan pendejete para decirle tú mentalidad y de esa forma tan fría a la chica más sensible y romántica que ambos conocemos —Niega con la cabeza cerrando los ojos. Sí, es un tonto y uno muy grande—. ¡Eres un verdadero...!

—Ya sé, ya sé. No me lo recuerdes que ya me quedó claro. —Paro desechando esa nueva irritación y coraje que empezaban a llegar. Puedo notar que sí...ahora entiende y comprende mejor.

—Espero que te disculpes, ¿Eh, negrito? Seria lo indicado.

—Tambien lo sé. Sin embargo, lo haré cuando ningún estorbo esté presente y tenga la suficiente relajación. —Quiero soltarle un zape pero hasta parece que lo intuye, pone su palma para cubrirse y termino por darle los cinco. Él se sorprende.

—Venga ya. No vuelvas a estallar como para atropellar gente. —Esa es mi despedida. Oigo su típico monosílabo.

-Narrador-

Siente mucho frío. A pesar de que la recamara de su amiga está templada, salir del cuarto de baño le produce un par de escalofríos.

Amy ha tomado una especie de pijama polar muy afelpada de un tono lila intenso, con la esperanza fiel de que deje de temblar pronto. Cuando sale del cuarto hacia el sillón, Scourge le espera muy impaciente porque siente, ha demorado demasiado.

—¿Donde está Rouge? —Articula la eriza con sus dedos en la boca, temblando.

—Sigue fuera, con Shadow —Él ve algo extraño en ella, y es que a pesar de la pijama, su tono de mejillas es irradiente y se ve claramente como tirita—. ¿Tienes mucho frío?

—Sí, demasiado —responde acostándose a lo largo del sofá, cubriéndose con dos de los pequeños cojines por su estómago—. N-no se te ocurra querer ca-calentarme con tu cuerpo, asqueroso.

—¡Ey! Eso no pasó por mi cabeza. —Deja irse de bruces en el respaldo, mirándola desde arriba.

El cancel siendo recorrido hace voltear al pelo verde. La relajada y pasiva mirada de Rouge notan un bulto en el sofá y de inmediato, se dirige hacia ella.

—Rosita, ¿Has terminado? ¿Tienes frío?

—Sí...no sé, tengo demasiado frío.

La chica pone su mano sobre la frente de la rosada, quitando su flequillo— Carajo, mujer, si te está dando fiebre. Tendrás que cubrirte pero no mucho, ¿ok? Iré por una manta y...

—¿No tienes algún medicamento? —pregunta Scourge.

—Sí, debe de estar en el cuarto de baño.

—Iré por él. —Sin recibir respuesta, marcha confiado como si fuera su casa.

—Pero que hogareño me acaba de salir... —balbucea la murciélago algo estupefacta.

No pierde más tiempo en ir por una manta clara poco gruesa. Regresa cubriendo a la eriza y de inmediato piensa y duda si lo más adecuado es que se quede en sofá.

—Venga Amy, vamos a que te recuestes mejor en mi cama... —La pelo rosa no objeta ni se apena, realmente empieza a sentirse muy desganada como para querer hablar. Ahora solo desea descansar.

Llegan a la cama y dejando la puerta abierta, el esmeralda sale con varios frascos y los deposita en el buró, a un costado.

—No sé que mierda, ¿Cual es cual?

—Ya decía yo que era muy bueno para ser real... —Rueda sus ojos decepcionada Rouge—. Ve por agua y yo le doy la pastilla.

Y así es, sale hacia la cocina mientras la chica tapa a su amiga hasta la cintura.

Rose está ya acurrucada y casi dormida, pero antes de que caiga en un sueño profundo se le da una cápsula que le pueda ayudar a que no pase una pésima noche.
—¿Hablaste con Shadow? —pregunta, su mirada está cristalina y apagada.

—Sí, Amy. Tranquila, dejarlo a él y concentrate en descansar.

—Rouge...¿Fue un error el que me haya enamorado de él? —Sonríe melancólica al oír ello, sin duda, el azabache se gana muy bien su mala reputación.

—Claro que no...se ve que la temperatura te está afectando —Al menos la eriza ríe por ello, Rouge le brinda espacio—. Él está aprendiendo muchas lecciones...tenerle paciencia, ¿Sí? Deja que abra más sus sentimiento que después de todo, te has vuelto su confianza en carne viva.

Se aleja para salir un rato a la cocina. Ordena a Scourge no causar desorden e incluso, que dormirá en el suelo porque ella piensa dormir en su sofá.

Sin duda empiezan las palabrerías. Shadow las oye desde el balcón, pero no tiene ánimos de entrar por el momento. La brisa que ahora cae le parece agradable.
















Esa extraña neblina rodeando la casa de campo no se queda ahí, ni mucho menos parece estar siendo desvanecida por la lluvia.

Todos duermen ya, pero...dicho aire está cargado de malicia.

Puede notarse hasta en las recamaras y habitaciones las mismas nubes amarillo/verdosas de fuera, surcando y teniendo un cometido con el Team Sonic.

¿Pero qué está pasando? ¿Qué es ello?

Ninguno se despierta y mucho menos, ve aquello.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top