-Narra Shadow-

—No...esto... no... —No sé por qué Rose se ha de esmerar en explicar y convencer...Es demasiado estúpido.

Mantener por tan poco tiempo la mascara, ¿Qué tan patético fue ello? Estas últimas semanas me he encasillado en ser una burla con todos los sucesos. Me es completamente absurdo y banal sentirme culpable o mal por esto, por las criticas, por los malos entendidos...me vale completa mierda qué puedan pensar todos ellos; más Amy...no es su caso para mi propio fastidio y paciencia por verle afectada. Queriendo y deseando que todo se quede perfecto no puede hacer nada.

—¿Y dijiste que no lo mencionara, eh, Amy? —Antes de querer oír tan mal trago del Faker, empiezo a relajar mis músculos ciertamente duros por la energía que me fuerza a mantenerme estático...sé que puedo liberarme de esto...—. Creo que...que lo amas demasiado como para dejar que te lave el cerebro.

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—Amy...no quiero asegurar nada.
—Dilo ya. Concuerdo en algo con Shadow y es que, te gusta guardarte mucho la información —reclamo.

—Lo hago por seguridad pero...Amy, si Shadow decide cambiar de bando por cualquier cosa...tendrás que poner los pies en la tierra y darte cuenta de que las cosas podrán acabar mal.

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—Es que yo lo supuse, Amy, ¡Te lo advertí! No tenías por qué dejarte llevar... No tenías ni porqué así tus sentimientos te obligarán. —Silver es completo hipócrita. Y sé que puedo reventarle sin problema...más ahora que tengo otro par de pistas.

—Ya...por favor... —«No, por favor, resiste» No estoy seguro de diferenciar entre las trabas de la voz de Amy por el llanto o por la tensión de su boca a causa de la telequinesis.

Ya casi logro moverme...joder, un esfuerzo más...

¡Crasp!

Como una tela fina y dura es rasgada el manto verdoso es quebrado al rededor de mis brazos, junto a las piernas que caen en el césped tambaleantes. No pienso dos veces para acumular y concentrar mi energía en las palmas rápidamente, dirigiéndolas con fuerza hacia el par de erizos frente a mí, mandándolos hacia atrás con estrépito y rapidez una buena distancia.

—¡Agh! —Rose protesta tras caer al suelo. Giro un poco hacia mi derecha para verle y se pone de pie con rapidez para tomar su martillo y esperar una señal de ataque o defensa.

Sin embargo noto que Silver logra cubrirse con un círculo frente a él de energía más amarilla/verdosa de la que suele ser su telesquinesis...¿Acaso es...?

—Olvida que tienes compañeros, Amy. —Qué hijo de puta. ¿Ese es el héroe azul? ¿Por qué me extraña verlo en un cabreo como ese?

Sin importar el daño que pueda causar lanzo chaos spears hacia ambos. Silver es una joda con su habilidad pero no debo de parar hasta poder tomar a Rose y teletransportarme.

—¡Dame la mano! —grito hacia ella retrocediendo un paso en intervalos.

Sonic se mueve por mi izquierda y lanza una patada que logro cubrir con mi antebrazo, pero ello detiene mis lanzas, así que Silver intenta volver a cogernos, acercándose ágil por el lado de Amy. Ella es despojada de su arma pero decide desaparecerla con una maroma en retroceso que, imito para también apartarme y alcanzar a tomar parte de su brazo.

Ese par están casi por encima de nosotros pero decido arriesgar y...

-Narra Amy-

Giro desapareciendo mi martillo, ¡Quiero irme de este maldito lugar ya!

El tacto de Shadow logro sentir y es cuando algo eufórica cierro los ojos; aprieto mis párpados con fuerza queriendo que todo pare, que todo se acabe... Y parece que así ha sido.

Un golpe sobre mi hombro me llevo pero siento la madera fría y crujiente debajo de mí. Al abrir los ojos sé que estoy en la cabaña, en esa pequeña choza en la que ya he estado dos veces y esta se vuelve la tercera.

Suspiro sentándome, girando a mi izquierda. Exhalando con lentitud y por largos intervalos de tiempo Shadow me da la espalda, sentado y aparentemente aturdido; quiero creer que tal combinación de energía le han causado algo de agotamiento.

—¿Estás bien? —pregunto mirando sus vetas, distinguiendo levemente su nariz por girar un poco hacia donde yo.

—Sí... —¿Es todo? Se pone de pie dejándome a mí ahí, en el suelo.

Teclea rápido ese teléfono. Capto aun su respiración forzada, pero ello parece no le impide hablar y contactar a alguien.

—¿Donde estás? —No veo expresión alguna en su rostro. Hasta siento que sus ojos están más dilatados—. Quedate ahí. Sí tonto, no puedes ya levantar más sospechas. No importa eso...vas a tener que encargarte de la casa y del lugar tú solo.

Miro a la nada. Los pares de ojos de mis conocidos, mi amigo... ¿Cómo se pondrán los otros cuando se enteren que...? ¡No! «¿¡Qué te pasa!?» No soy una traidora. Jamás pertenecería a "el otro bando" ¿Qué será en estos días sabiendo que mis amigos creen que soy alguien diferente y con intenciones negativas? ¿Qué va a ser...? ¿Qué va a pasar? ¿Cómo es posible que pude pensar que dejaría todo por alguien...? ¿Por...él?

—¡Rose! ¿Piensas quedarte en el suelo?  —Lo he oído pero no reacciono. La impotencia me hace rasguñar las tablas bajo mio, siendo que mis guantes no pueden aferrarse...solamente lo hago y repito frustrada con toda la ansiedad que se expande por mi cabeza y cuerpo— ¡Amelia!

—¿¡Qué quieres!? —respondo sin titubeo dirigiendo mis ojos hacia él. Miro su cara igual de inexpresiva, mirando mi boca por las lágrimas que tomo de mis labios.

No sé qué debería hacer ahora. Me levanto con torpeza y quiero irme de ahí, esta alteración ya la he sentido y no...¡No quiero oírlo! ¡No quiero que venga con sus discursos! Pero parece que mi movimientos no son importantes para él, pues logro salir de la casa sin que me lo impida y me tiro en el césped corto, a un lado de la puerta...pegando mis rodillas al pecho y hundiendo mi cara...

—Racional...no soy racional soy sentimental...siempre seré sentimental...

-Flashback-

—Respira profundo, lentamente... relajate...

—No puedo...no quiero...

—No tienes por qué esforzarte siendo racional, te pido que seas emocional en este momento.

—No puedo evitarlo, quiero que...no quiero llorar...¡No sé por qué lo hago!

—Estás desesperada, llevas una dualidad interna tuya muy fuerte...

—Ya no me digas nada...por favor...

-Fin del Flashback-

En el punto que solo oigo mi respiración acompañada de un par de olisqueos, siento una brisa fría, parece que lloverá o eso creo; hasta el olor a humedad empieza a golpear mis fosas nasales siendo que, estoy todavía sentada y prácticamente enroscada.

Pasan minutos seguramente, y el bullicio acercarse a mí hace que saque mi cabeza de mis piernas...creo que me estoy quedando dormida.

Las aves pasan a mi costado, entrando a la casa despampanantes. ¿Lograron quedarse con la esmeralda? Sospecho que si y siendo el caso...Shadow tiene cuatro y los otros tres...diantres.  La curiosidad pica y asomando mis ojos nada más, por debajo de la ventana y alcanzando a distinguir por la cortina blanca, veo cinco siluetas en total reunidas ahí. Ese cornudo, las aves y el erizo. Las esmeraldas están ahí: celeste, azul, rosa y roja...estar juntas produce una resonancia que siento en mi pelaje porque logra atravesar las paredes. Es demasiado fuerte.

No entiendo bien de lo que hablan, pero estoy casi segura que Jet le está reprochando su dinero. En cambio Tiverius tiene los ojos muy expectantes; es como si disfrutara oyendo discutir a los otros y él aprende de ello...¿Por qué tendrá cuernos? Me produce una curiosidad saber si es un Mobiano normal o viene de otro lado. ¿Cómo conoce a Shadow? ¿Donde se conocieron?

Parece que se marchan. Aprovecho para acercarme a la puerta y entrar sin titubeo. La única que me presta atención con el golpe de la puerta es Wave. Me saluda coqueta y tranquila y le correspondo sin problema...nunca he hablado con ella. Parece que le atraen las cosas tecnológicas y las innovaciones mecánicas como a Tails, por algo solían pelear entre ellos.

—¿Para qué quieres ahora estas gemas? Dudo que tengas la intención de repartirlas.

—Las pienso resguardar. Te recomiendo que vayas con cuidado porque en cualquier momento puede pasar algo.

—¿Aquí o en Mobius? —El halcón suelta un monosílabo relajado, dándole por el lado de exagerado a Shadow—. No pasa nada. Si necesitas a alguien realmente rápido estaré aquí para hacer que ello valga la pena.

— Claro 'Legendario maestro del viento', ya puedes ir a jugar a las "carreritas" —Sonrío aguantando burlarme. Apagar el ego del ave es fácil para Shadow y le divierte.

Como a Jet burlarse de los lentos.

Gruñe señalando al azabache en forma de reto. Wave me guiña un ojo por saber lo que pienso... Parece que no le importa que me burle de su líder. 

Termino sentada en una silla, esperando a que se terminen de despedir y dar indirectas. Otra vez la oleada de recuerdos de hace una hora me agobian...; viendo ahora este ambiente, todos los aquí presentes parecen estar gustosos o despreocupados de hacer cosas algo arriesgadas o consideradas indebidas. ¿Qué es lo que piensan de todo esto para que actúen naturales consigo mismos y con su entorno?

—Tus cuestionamientos se vuelven filosóficos, no hay tanta explicación detrás de ello, chica. —¡Kya! Me contraigo en el asiento tras oír ello. El peso de este raro cae a mi costado mientras observa tranquilo mi reacción y, una vez a gusto, mira al techo dejando caer su nuca en todo el respaldo.

—¿¡Por qué haces eso?! ¡Cómo te...!

—¿Atreverse? Bueno, no es de mi gusto oír los pensamientos ajenos insípidos...hasta asquerosos. Los tuyos, resultaron interesantes. —«Maldito descarado» Mi ofensa culmina y no deseo mirarle. Giro mi cara a otro lado y evito seguir pen-...alto, ¿¡Cómo puede leer mis pensamientos!?—. No subestimes mi magia. Si quisiera podría subyugarte por tu berrinche absurdo de infante.

—¡Jodete! ¡¿Qué alimaña eres para poder hacer eso!?

—Soy un mago del medievo. Me encantó poder ayudar a los Reyes a someter rebeldes y desorientar tiranos...Hacer lo que uno quiere es divertido, ¿No lo crees? ¿Por qué dividir algo intrínseco a la naturaleza que no amolda ni etiqueta más que para sobrevivir?

—¿Qué...que quieres decir con eso? —Esta vez logra llamar mi atención y decido escucharlo atentamente.

—Das vueltas en la idea del bien y el mal, ¿Qué conseguís con ello? Este ser pensante, libre y juez de sus pasos, tiene el camino trazado por su propia tinta. Uno no hace el bien y el mal. Como ser que habita, solamente vives bajo tus ideales y deseas conseguir tus metas. Solamente eso —A pesar de su elocuencia, creo entender ese punto...demasiado—. Shadow es un ser etiquetado como rebelde o autónomo. El sistema idealizado y moralizado para que cada cerebro se encasille y siga una linea trazada por un hombre al que se le dio el poder absoluto, aquí está... Pero no es ni será nunca suficiente. Ni él, ni yo, ni los que están y han pisado este sitio creen en el bien o en el mal. Lo conocen por saber que las masas los nombran y colocan en uno de esos lados, pero, ¿Creéis pertenecer a un lado? ¿Por qué no perteneces a ti, a tú propio lado?

—Tiverius, callarte. Ella no entiende eso —El marrón lo mira resoplando, ignorando el cuerpo de Shadow cerca a nosotros—. Pierdes tu tiempo.

—Si tú no educas a tu hembra por faltan de paciencia, puedo hacerlo yo que soy un ser de sabiduría —¡Ay, hembra! ¿Qué le pasa...?—. Bueno, niña.

—Largate, no necesito de tu "sabiduría" ya. —No aparenta molestia y tampoco desgane. Tiverius se pone de pie caminando hacia la entrada, toma dos esmeraldas y mira al azabache antes de salir, mostrándolas.

—Sólo por esta semana. No puedo tenerlas juntas o levantaran gran sospecha... Si con dos ya era suficiente mostrándose en el radar... —refunfuña el oscuro, tomando las otras dos. No había pensado en esa situación.

—Bien, buscarme en la cueva cuando las quieras. —¿Cueva? Vaya.

Sale de la casa y no veo si camina o típicamente desaparece. Miro el suelo todavía procesando las palabras de él...ningún lado, ni bien ni mal, aunque no le encuentre la lógica que pueda ayudarme creo que después de todo estoy haciendo el bien. Pretendo ayudar, no quiero perjudicar a nadie, bajo mis convicciones busco resolver junto a Shadow incógnitas...sí, sin duda, tiene razón.

Olisqueo y empiezo a llorar de una forma lenta y no escandalosa, y es porque ahora entiendo que mis amigos no lo comprenden. Ellos no entienden. Y posiblemente nunca lo entiendan.