Capitulo XXVI
-Narra Shadow-
Parece que Marzbel, tras estar en "control" con la peliazul, y evitando arriesgarse, ha pedido a ella que buscara otra esmeralda más, y que me la entregara a mí precisamente... ¿Por qué? Posiblemente, confía en que las resguarde...en que podré saber qué hacer con ellas.
¿Lo hace porque conoce algo que nosotros, yo, no?
Realizar una "actuación" es inútil, viniendo de ella, de mí... A la mierda fingir estar del lado "bueno", no importa lo que haga o el pretexto que meta, es evidente que estoy marcado ante mi pasado, ante las acciones que he cometido y parece que son las mismas en las que caigo. No tengo su confianza y ellos tampoco tienen la mía.
Y menos el condenado albino.
Shaina esquiva los ataques y mantiene su distancia pero sus ojos no dejan de direccionar hacia un costado, quiere que salga del perímetro pero...
Amy está por volver a atacar cuando tomo su hombro, me es imposible no avisarle lo siguiente a pesar de querer evitar que pase...no pienso exponerla, no la arrastraré junto a mis planes que, tiene posibilidad de fallar o estar incorrectos, que quizá no tienen sentido y sólo... Traigan más problemas y desconfianza...
Si voy a caer o seré usado, será solo.
—Me dará la esmeralda, y una vez la tenga, no tendré más opción que huir de aquí. —Me aferro a su hombro y murmullo aquello cerca de su oído. No responde ni tampoco hace algún movimiento... no sabe cómo tomar mis palabras ahora.
La aparto y retrocedo, en el instante que alzo la mano un poco trotando por detrás del resto la eriza con bastante fuerza y agilidad logra lanzarla hasta mi mano y en un brinco logro atraparla exitosamente.
Las miradas son rápidamente dirigidas a mí sin un minutos de reflexión.
—¡Shadow eres un traidor! —Silver es el primero en escupir con un recelo sorprendente. No recuerdo haber visto caracteres tan agresivos en él.
—¿Qué? No, es...¿Qué está pasando? —El siguiente impresionado es Tails que, está volando sobre sus colas.
—No creí que pudieras repetirlo dos veces...no luego de...de lo que dijiste —habla en voz baja Sonic sin quitarme loa ojos caídos de encima.
Apuntar y hablar es también fácil...tan pero tan fácil para pequeñas mentes encasilladas entre solo dos bandos...ese gato dijo algo de eso:
"—Shadow, pon otra vez los pies sobre la tierra y abre los ojos...date cuenta en dónde has quedado y lo que ha pasado en tu vida... ¿El bien y el mal? Existe, pero a ojos diferenciales"
No existe el bien y el mal, sólo hay individuos cumpliendo sus objetivos bajo las circunstancias que sean.
Y si tengo que "abrir los ojos" de terceros,sacarlos de aquello bajo esos términos, lo pienso hacer.
No pierdo tiempo hablando y con una zancadilla quito un par de artículos de mi camino, empezando a brincar y maniobrar por los escombros de aquella fábrica. Las voces exaltadas comienzan pero todo ataque lo esquivo para salir de ahí.
-Narrador-
—¡Maldita sea!
—¡Vamos, Knux! No perdamos tiempo en berrinches.
—Ustedes contacten con el resto y no dejen que... —Sally voltea muy tarde, pues cuando estuvo a nada de dar la orden de detener a Shaina esta aprovechó el shock para marcharse.
Ahora la ira invade el aire.
—¡Mierda! Yo iré por él...
—¡No! ¡Yo me encargo de él! —Una eriza furiosa hace retroceder a Silver para, sin otra palabra más, empezar a correr fuera de esas ruinas.
Un aire vuelve a golpear la zona, pero ni eso ni nadie hacen que Shadow deje de correr hasta las orillas de Oil ocean.
Se lleva una sorpresa cuando un par de colas le obstruyen el camino. Por la velocidad logra esquivarlas con torpeza, pero por ver de quien se trata hace el mayor esfuerzo por detenerse en seco.
—¿Qué tal mi segundo regalo?
—¿Qué mierda estas planeando, Marzbel? —Una agitación le hierve, pero el gato se nota tan tranquilo que ello le viene a enfurecer más a Shadow—. ¿Por qué me estás entregando las esmeraldas?
—Pero si eso parece que ya lo sabes, Shadow. Es más seguro que las tengas tú al resto de..."compañeros". Juntas las siete...pueden desatar más problemas —Más confusión y enigmas llenan la mente del veteado con esa información.
—No deben estar juntas las siete...¿Por quién? ¿Por Silver?
—Quieres protegerte a ti, a ella...Bien, estás haciendo muy bien tu trabajo —Le brinda la espalda y Shadow no sigue la plática. Su reacción física de tensión en cada uno de sus músculos faciales es la mejor muestra de frustración ante las palabras del gato.
Sin prestarle atención, el erizo sigue con su huida sin oír pasos cercanos, tampoco siente la energía de nadie...eso cree.
Esa distracción cruza su mente insegura, tanto que alguien fácilmente le brinda un golpe directo en el rostro. Un golpe que no espera ni mucho menos ve, «¿Pero qué...?» Cae gruñendo y notando su vulnerabilidad entre la tierra.
—¿¡Cómo me puedes dejar así!? ¡CÓMO! —La silueta de la eriza rosada se posa sobre su frente, bastante enfurecida con los puños aprisionando el martillo—. ¡Te dije que te iba a apoyar en tus expectativas! ¿¡Por qué no te importa ahora mis decisiones!?
—No te he dicho que no me importan, Rose —El erizo se soba el rostro, no hay rastro de sangre o alguna cortada. Usando sus manos se levanta y encara a Amy—. Te estoy protegiendo.
—¿¡Ahora de quién carajos, Shadow!? ¡¿De Silver otra vez!? ¡NADA TIENE SENTIDO! —A pesar de la tremenda exaltación, la eriza no derrama ninguna lágrima por el momento. Su sangre hierve, sus nervios estallan, no tiene palabras.
—¡Por favor! ¡Entiende que no voy a exponente a situaciones que no tienen buena pinta!
—¡Entonces tú tampoco lo hagas si dudas! —Logra refutar a Shadow en todo lo que dice, sin embargo, el rostro decepcionante e irritado del erizo son un trauma complejo.
—¡Alguien tiene que hacerlo, Rose! Nadie se va a poner a pensar en qué hubiera pasado si se evitaba, ¡Porque nadie lo sospechará!
—¡Es que parece que no sabes lo que pasa cuando haces estas cosas!, ¿¡Por qué lo haces!?
—¡Porque he visto con mis propios ojos el precio de la vida y el costo de las mentiras! —sus ojos se cristalizan con temor, con sombrío pasado doloroso.
No quiere que nada se repita realmente, nada. Ni tragedias ni desenlaces malos.
Amy no responde nada. Su semblante más decaído y asustado entienden el dolor del mismo azabache que expresa en su voz...¿Comprenderlo y...aceptar sus decisiones?
¿Aunque eso implique volver a separarse?
—No voy a meterte en esto por más que me lo ruegues, ¿Oíste? —Continúa con una voz ciertamente insegura que, muestra desesperación. Sus manos juguetean en los hombros de Amy, ansiosas—. Te quedaras con tus amigos y...yo me iré a la otra cabaña que nadie sabe de su existencia más que tú.
—No, Sh-Shadow, yo tengo que verte...
—Voy a darte la ubicación de esa casa en la que estuvimos ayer pero no por otra cosa más que para tenerte al tanto...
—¡Shadow, basta! —interrumpe la eriza con un nudo en la garganta—. Yo...yo no voy a hacerlo. No voy a alejarme de ti.
Ambos se aferran, hay un color mutuo y una inseguridad que abruma su relación.
—Lo vas a hacer, por el bien de ambos, vamos a separarnos —Pequeñas cortadas eran hechas con cada palabra que salia de su garganta del veteado.
Ambos no dejaban de mirarse con miedo.
—No, no, no, no —empieza a repetir Amy con una súbita desesperación, entrando en una crisis muy notoria. Shadow sólo piensa en abrazarla con fuerza, inmovilizándola—, no vamos a hacer eso, no vamos a hacer eso, po-por favor...
—Te prometo que resolveré y sacaré todo a la luz para que tu y yo estemos juntos... —Hace una pausa pegando su rostro al de la pelirosa y, murmura sobre sus labios—. Te lo prometo, Rose. Pero tienes que estar tranquila.
La existencia de promesas así habían quedado en el pasado, en circunstancias más agresivas y que, no acabaron muy bien. Pero ahora él y ella están convencidos de su sentir, tanto que Shadow no quiere lastimarla, ya no.
No amenos que sea muy necesario.
—No, n-no, yo qui-quiero estar contigo, y-yo voy a... —Su voz se corta y no deja escapar más que balbuceos, simplemente Shadow quiere tranquilizarla.
Las hojas siendo ultrajadas por varios pares de zapatillas no le traen seguridad. Shadow no desafina su oído ni aparta los ojos de su alrededor, pues sabe que el tiempo se les ha de terminar en un momento...y ha terminado.
Sus amigos se aproximan.
—Lamento hacer esto, pero sé que podrás soportarlo...—narra Shadow con voz baja sobre el rostro de Amy, sin apartarse—, tienes que seguirlo para que todo salga bien, ¿de acuerdo? Por favor, respira hondo... —Un beso casto y rápido es robado de sus labios.
Entre olisqueos y llanto la eriza no entiende bien a qué se refiere el azabache... Solo lo supo hasta que oye los llamados de sus amigos y ella, con fuerza y nada de tacto, es sometida por Shadow con sus antebrazo sobre su garganta.
Una pequeña cuchilla sale de la muñequera de Shadow y poco a poco siente como por debajo de su cuello, el ardor incrementa en su piel rosa.
Amy deja caer su martillo—¡Sueltala! —grita un zorro evidentemente molesto.
Ella se aflige y doblega más no porque vaya a ser herida con más gravedad, sino porque ya lo está y queda bien a ojos odiosos de sus compañeros.
Ya está sufriendo, y mucho.
—Me la tendré que llevar para que no me sigan —Amenaza el azabache con serenidad bien llevada.
—¡Hazle daño y juro que lamentarás haber entrado más en nuestra convivencia..! —Paranoia confusa en el héroe azul lo hacen ver como un loco. No tiene tacto, está alterado.
—A ver quien de los dos puede cumplir con sus palabras —Con una frialdad, Shadow firma su amenaza terminando de halar su antebrazo sobre el pecho de la eriza, causando un quejigo de ella bastante impredecible.
Cuando Amy siente el agarre más flojo, toma la muñeca de Shadow y la gira para apartarse de él intentando hacer una llave...una llave que no forza porque, evidentemente, sólo quiere que se escape.
Y lo hace tras empujar el erizo a la ojo jade dando una voltereta en el firmamento.
Su control caos de gran ayuda y a pesar de que usarlo le deja agotado, es preferible ejecutarlo para su desaparición inmediata de Oil Ocean de una vez por todas. Sally y Tails se acercan a Amy quien, se ha quedado agazapada en el suelo. Los pares de ojos de Fiona y Rouge la compadecen, ¿Otra vez un engaño? ¿Es creíble que pueda ser alguien tan capaz de ignorar promesas y actos convalecientes sólo para continuar con su egoísmo? Para nada.
Amy sabe que ella no ha sido engañada, los engañados son ellos, y tiene que valer la pena tal sacrilegio para sus amigos. Ese momento de individualidad y dolor...
Ese distanciamiento y sacrificio del azabache, ante sus sentimientos y protección para ella.
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