Capítulo XLVII

-Narra Shadow-

—Marzbel, es mejor que vayas al bosque y esperes mi llamado, no pasará de la noche. —El gato no se ha movido de la sala y tampoco lo hace en el momento que le hablo.

La ardilla está más que incomoda pero poco me importa, que ponga vista en sus asuntos y no dificulte los míos. El felino se desprende de su posición recargada y ve la puerta para después expulsar:

—Espero sea así, porque tampoco dispongo del tiempo que desees.

—Será rápido, ya lo verás. Luego no nos veremos las caras en un largo tiempo. —Ambos salimos y, el desaparece de forma parecida a un chaos control.

Regreso y cierro la puerta. El recuerdo de entrar a esta casa, limpia, en orden, vacía...que asco. Ahora lo único que veo es gente plaga y un desorden tremendo ante los destrozos que han pasado aquí dentro.

—¿Has visto a Rose? —cuestiono a Fiona que no hace nada más que apapachar al moco en el sofá de mi sala.

—No, pensé que estaba contigo. —«Estará con el zorro...» Evado todo el desorden del suelo que tiene ahí la ardilla y me dirijo a los pisos de arriba.

¡Ugh! Que mierda es esto de tener que subir lento, el dolor y este rastro de achaque que dejó el incidente ese todavía no desaparece y eso me jode. Si es que Amy se ha ido a descansar, realmente no me molesta, lo necesita; pero mientras no quiera cometer acciones sin mi consentimiento...que haga lo que quiera.

Tampoco está el Faker, y la murciélago menos sé donde anda luego de pedirme que les de más espacio, que terror. ¿Por qué mi casa se volvió la "base" de "super héroes"? ¿En qué momento me permití que sucediera?

Mi cuarto está abierto, por lo que me parece obvio que la rosada si se halle ahí, aunque...

Puedes hacer las cosas por ti y para ti, así que créeme que... —¿Qué hace ese idiota en MI recámara?

Unas risas llegan a mis odios, no rendigeo ni mucho menos me abstengo de observar. Me quedo en el marco viendo a Rose acostada en el regazo del erizo, riendo por algo que desconozco y así conociera, seguro no me causaría ni una carcajada. 

—¿Terminaron de hacer...lo que sea que estaban haciendo?  —pregunto molesto, evadiendo la escena que mis ojos siguen viendo.

Ahora Rose es la incómoda, el color rosado ha subido a sus mejillas y se aparta muy rápido de Sonic. No tengo qué especular nada, el botiquín está abierto y el idiota tiene un vendaje en la muñeca derecha...se está absteniendo de mirarme...me gusta que me tenga miedo.

—Sh-Shadow, ¡Hola! —clama la eriza desplegando una sonrisa asquerosamente incómoda. No me muevo del marco—. Estaba curando a Sonic de su muñeca...y...

—¿Y ya terminaste de jugar a la doctora? —Ella asiente, poniéndose de pie y llevando todo al cuarto de baño con nervios y prisa...ahora que lo pienso mejor, ¿por qué debería estarlo? Sino estaba haciendo nada malo, no tiene nada que ocultar o temer—. Bien, hay cosas que hacer. Tu martillo ya está listo, baja cuando se te de la gana.

No lo entiendo...¿ésta desagradable sensación es de...celos? ¿Por qué celos? ¿Porque si sé que su amigo más cercano es...?

Vaya mierda.

-Narra Amy-

Te van a aplicar la ley de hielo~ —¡Kya! Que maldito descaro. Todavia el héroe azul se burla y ríe de lo que acaba de suceder, ¡hasta parece que era su cometido!—. O vas a dormir en el pasillo, ¿qué crees que sea lo más probable?

—¡Callate Sonic! No te burles de esto, sabes que es un mal entendido —Sonríe de una manera tan burlesca, se sigue jactándo, recostado en la cama—. ¡Basta, en serio!

Toma una bocanada de aire, poniéndose de pie de un movimiento atlético—. De acuerdo, Amy, ¿quieres que vaya a hablar con él a resolverlo? —Señala el pasillo y de la manera más rápido que puedo, niego y me dirijo a la puerta, asomándome a todos lados. Ya no lo veo.

—No, ya no quiero más discusiones, con lo que ha pasado entre ustedes dos en días anteriores es suficiente. —¡Bru! Hasta me da un escalofrío de recordar lo del departamento de Rouge.

—Bien, entonces suerte con tu novio~ —canturrea una vez mas, ¡Ay, que loco!—, Oh, y gracias por lo de la muñeca, en serio te agradezco. —Sonrío ante su guiño. Muevo la palma para que se vaya y lo hace, de manera pasiva y poco apresurada.

—Ahora que pinches hago... —Me rasco la cabeza y mi rostro está tenso, ¿decirle la verdad? Pues claro, Rose, ¿qué tienes que ocultar? Si él no te cree, ya no queda en ti, sino en su inseguridad.

Salgo y cierro la puerta, tomando una fuerte bocanada de aire. Vuelvo a bajar, ahora viendo el panorama desordenado de esa sala: Sally y Sonic trabajando en el warp ring, Fiona y Scourge siendo inútiles en el sofá dándose cariño, y bueno...tengo que seguir bajando. Cruzo el cancel y me voy al gimnasio.

Ahí está, "jugando" con una daga...que pesimos pensamientos acaban de llegar a mi mente.

Mis pasos hacen ruido y con sus súper oídos que tiene seguro ya sabe que estoy ahí, llegando detrás de él.

—Veo que no tardaste nada —Alza la vista hacia mi y con su izquierda libre, toma el martillo que está en la mesa de metal, ¡joder, no crei que ese fuera mi martillo!—. Atrápalo y maniobra con él. 

Y eso hago. Lo lanza mientras logro tomarlo con ayuda de una zancadilla—¡Uff, pero qué ligero! —expulso sonriente, empezando a girarlo entre mis dedos y a dar un par de golpazos al aire. ¡Hasta tiene vivos dorados!

No hay enmendaduras, ni rasguños, quiebres, o cintas y lazos que deban detenerlo, ¡Este martillo está maravilloso! No quiero perder el tiempo para hacerlo hacha y...

—Si lo haces hacha tienes que procurar no... —¡Kya! Pego un grito al ver lo descomunal de este filo, ¡Esta cuchilla es de maniacos! Mi cara es estupefacta y él lo nota, pero niega molesto porque me he adelantado sin oir su advetencia—...no hacerlo aquí.

—¡Esta arma es de psicópatas! —grito con una emoción y susto mezclados de manera natural. Sonríe de soslayo, típicamente orgulloso.

—Es un arma digna para una loca como tú —Esta vez no me molesta oir su comentario—. ¿Igual de ligera el hacha a la anterior?

—Aja...bueno, me sorprende que para ser más grande no esté tan pesado esto.

—Forma parte de las mejoras, sino no hubiera tenido chiste solo hacer modificaciones superficiales. —Bien, le doy razón. Me da la espalda y se concentra en la daga que anteriormente traía entre sus manos...

Un silencio incómodo abruma mi estancia, el sonido de sus dedos golpear teclas y botones...¿Cómo le digo lo de hace un momento en su cuarto?

—Shadow... —digo su nombre acercándome a su espalda, doy tres golpecitos en su hombro con dos de mis dedos, tiernamente o patéticamente. Mi contacto lo ha erizado—. ¿Estás celoso por verme con Sonic en la recámara? —Mi tono es agudo, bajo y no burlón.

—No. —¡Eso es un rotundo sí! Aunque creo que mi comentario a sido muy directo.

—No estábamos dandonos besos ni nada de eso...

—¡Para! —¡Uy! Me hago ligeramente hacia atrás, mientras veo como agita su cabeza.

Se gira con la daga entre las manos, recargando su cola en la mesa. ¡ups!

Ahora suspira pesadamente, apretando esa arma y por segundos la idea de que me la clava en el hombro es inminente, ¡¿Pero qué locuras estoy pensando!?

La deposita con ira en la mesa y parece frustrado, ¿por qué? No entiendo como...más bien, yo no me entiendo. No entiendo por qué debería de esmerarme en "convencerlo" de algo, ya lo dije. Decirle la verdad sin bromas y si la acepta que bien, sino, ¿que hacer? se supone que nuestra confianza...

—Nuestra confianza está en pie, Amy. No hiciste nada con Sonic, nada "inmoral" o como quieras nombrarlo.—¿Volvieron esas lecturas mentales? Que terror.

—¿Cómo puedes deducirlo así, sin más, muy seguro?

—Porque no lo harías. Sé que no serías capaz de hacerlo. —Aiñs, sabelotodo, sí, sí, siempre sale con eso...ahora tengo ganas de hacerlo enojar.

—¿Entonces tanta confianza me tienes? ¿En verdad? —Empiezo a inquirir con mis ojos, acercándome lentamente más y más con mi martillo en mi espalda. Me sorprendo de que, evade mis ojos, no sé por qué lo hace...en otro momento él estaría intentando sobreponerse con sus carmesí por encima mío—. No es que quiera convencerte de nada pero te vez tan flexible que...

—Rose, espero que estés intentando ser chistosa, porque sino, nada de esto me está causando puta gracia. —Instintivamente bajo las orejas, y esa reacción mía le relajan sus músculos de la cara.

Bien ya, es hora de hablar de enserio.

—Sonic y yo platicamos un poco sobre lo sucedido, realmente aprovechamos para también hablar de lo que tengo contigo y...me agradó que se lo tomara bien. Me puse feliz, lo apapaché, no lo sé...

—Amy, no tenías por qué darme explicaciones cuando no te las pedí. Para mí fue obvio lo que vi. —¡agh, sí, como no, Emo!

—¡No me engañas! Tu enojo fue evidente, claro que te pusiste celoso y...

—Basta, ahora no armes un escándalo por esto tú. —¡Uy! Pero un día yo le voy a armar un drama como este para que se frustre como yo...

—Está bien, está bien... —Hago una pausa para girar sobre mis talones y, pienso con mayor juego volviendo a mirarle con el martillo por delante—. Entonces...¿Este martillo sigue siendo un regalo de noviazgo...?~ —canturreo con las orejas agachada todavía, mirándole tiernamente jajaja suponiendo que puedo hacer eso.

¡Ow! Me encanta su expresión. Rueda los ojos, sonriendo de manera sosa, como si hablara un "Aquí vamos de nuevo" sin necesidad de hablarlo...

—Sigue siendo tuyo mientras no me cambies por un patético erizo azul engreído.

—Sonic es mi mejor amigo, mi familia, así que son sentimientos aparte. —Nuestras narices se acarician, el exhala apretando mis mejillas, ¡oww, es que me encanta!

—Volviendo a los asuntos dificultosos que tenemos ahora... —Me veo en la necesidad de interrumpir esto, muero de ganas de completar esta misión para poder dedicarnos a nosotros plenamente—, le dije a Tails sobre qué zona abririamos el portal, necesitamos investigar alguna.

—Ah, sí, tienes razón... —Despega su culo de la mesa, se va a la pantalla para volver a indagar en algo, yo desaparezco mi martillo al fin—. No recuerdo el número exacto de zonas que se han descubierto.

Son más de 30, y van a seguir contando... —No sé por qué sonrio al oirle, él dijo que no ayudaría en nada y creo que ni falta hace. Shadow parece dirigirle unos ojos molestos mientras baja las escaleras—, ¿Qué? Dirás que interrumpo tu tiempo de compañía con la bola rosa, ¿o qué?

—No creo que vengas a ayudar, ¿Qué quieres, moco?

—Fiona se quedó dormida, y la ardilla no deja de mirarme en la sala, ni puedo entrar a mi cuarto porque me di cuenta que un murciélago de grandes curvas se quedó nockeada en MI cama. —jajaja no sé por qué se indigna tanto, a estos dos les molestan las visitas, y mucho.

—Sé que esta casa ya es un desmadre, pero no viene útil que te quejes conmigo. —contesta Shadow, intransigente.

—Ya que estás aquí, Scourge, ayudanos~ —canturreo, con ese tono llevado que le tengo ya. Su sonrisa se despliega pero sigue siendo maliciosa—. ¿Qué zona sugieres? Tú que eres una lacra y te has ido por todas queriendo ser Rey.

—Jajaja para tu información lo soy, preciosa. Solo que estoy de vacaciones aquí, con tu novio. —Señala al azabache, pero este poco caso le hace, sigue concentrado en la pantalla que alcnazo a ver, ha desplegado un mapa.

—¿Entonces La evil zone no es una buena opción?

—Claro que no, chicle, Finitevus encontrará una cantidad impresionante de recursos para volver a la mañana siguiente sin inconveniente.

—¿Y la Jail Zone? Quizá ahí... —Ni se bien lo que digo, solo estoy nombrando lugares por nombrar.

—Podría...no lo sé.  —Termina por sentenciar el verdoso cruzándose de brazos.

—Estas son las mejores alternativas. —Vamos hacia Shadow cuando culmina su oración, ese mapa es inmenso, ¿Cómo escoger una?

Esto es de tiempo y es lo que menos tenemos ahora.

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