Capítulo XLIII

-Narra Amy-

Hace unos días él me cuidó por la fiebre, ahora lo haré yo si quiero que descanse de su columna y no se ponga terco queriendo levantarse.

—¡Agh...! —No me gusta oír sus quejidos siendo que no estoy acostumbrada a oírlos, nunca se queja el terco porque eso le hace ver "débil"

No es que me lo haya dicho pero me parece coherente viniendo de él.

—Ya casi término. —La pelirroja de Fiona se ofreció a "enderezarlo", pero garantiza que no quedará igual bien porque debe reposar mucho. Cosa que sabemos todos no hará al pie de la letra.

¿Tienes por aquí, alguna jerga, Amy? —Oigo a Sally pero no respondo en seguida, despabilo dejando de ver a Shadow sobre la cama para dirigirme al cuarto de baño que se encuentra en la recámara y sacar lo que me pidió.

—Aquí tienes, ¿necesitan ayuda para areglar algo ahí abajo? —Me ofrezco intentando ignorar los gruñidos del erizo y las reprensiones de la zorra.

—No te preocupes, es para limpiar la "sangre" de la entrada. —«Gran puesta teatral que montanos » ahora lo pienso y me parece completamente patético.

—Hablando de ello, ¿Cómo está Rouge? —pregunto en el marco de la puerta.

—Está en la otra recamara, sigue confundida pero se ve bien.

—Y...¿Todos los demás? —Me siento afligida pero cómoda...es una sensación Aliviadora extraña porque tras los múltiples "conflictos" necesitamos hablar entre todos sobre ello.

—Queremos respuestas, Amy. Tenemos que hablar pero es muy tarde y sé que necesitamos tambien descansar, sobre todo ustedes —Sonríe amistosa y comprensiva, le devuelvo el testo con mayor desgane—. Hasta mañana, Amy.

—Hasta mañana. —No cierro la puerta, la emparejo y dejo que baje para yo dirigirme al cuarto del otro extremo. Quiero ver a Rouge.

—¿Ya estás dormida...? —siseo abriendo lentamente la puerta, pero la luz está todavía en toda la habitación y la murciélago se haya en la cama viendo televisión.

Cuando me cruzo con sus ojos sus facciones se esclarecen y sonríe golpeando la cama para que me siente con ella. ¡Espero que no me mate por las tonterías que hicimos!

—¿Cómo te sientes? Veo que te has duchado.

—Esa tonta cosa roja ensució mi piel, ¡Y no me digas mi ropa! —Se queja indignada, lamentándose—. Al menos...mi cabeza sigue pegada a mi cuerpo.

No evito reírme exageradamente, ¡Es que lo recuerdo todo y es estúpido! —¡Sí! Es que...hay Rouge, no tienes idea de la desesperación en la que entramos para poder engañar y ganar tiempo en lo que llegaba Shadow.

—Sí, puedo ver que todo se complicó bastante...¿Pero las cosas salieron bien...? —La miro perdida, pienso en el rostro de Finitevus y de su magna sonrisa sínica. ¿Donde estará ahora?

—Salió bien porque ahora podemos volver a trabajar en equipo, sin ocultarnos y fingir cosas. —Sonreímos y nos abrazamos, ¡Esto se siente tan bien!

-Narra Shadow-

—En verdad, no te levantes para nada. 24 horas son las que debes de mantener tu espalda y cadera con el mínimo esfuerzo, sino es que más pero tratándose de ti...

—Tratándose de un cabrón como yo, por la mañana ya estaré buscando las esmeraldas. —Quisiera haber evitado este incidente, ¡Agh! Pero no tiene caso lamentarme ahora, es una joda.

—Bueno, creo que después de este fía caótico podemos intentar descansar un poco. —Me giro lentamente para quedar boca arriba, mordiendo mi lengua para ahorrarme más gritos.

—¿Donde está Scourge? —pregunto exhalando y llevando mis manos a mis ojos, tallándolos.

—Abajo...creo. ¿Quieres hablar con él?

—Quiero que no joda a estas horas. Nadie, a decir verdad. 

—...¿Entonces que Amy duerma en la sala? —Entrecierro los ojos, notando sus obvias intensiones de cabrearme aun más. No expulso nada cuando ella sola se retracta: —. Ok, ok, mañana resolveremos conflictos.

Me ahorro tener que gastar saliva para otorgar una respuesta tonta,  prefiero descansar de una buena vez. Este día fue un tsunami donde hubo de todo, y a la vez, nada. Saco los audífonos del cajón junto al telefono, estirando mi brazo, palpando sin ver y espero poder relajarme un poco antes de que vuelva a la realidad de tener que detener a un maldito desquiciado.




—¿¡Qué castañas dices!?

—¡Era una estupidez creer que podíamos estar juntos! No tienes la calidad que puede tener Sonic conmigo!

—¡Entonces toma tus cosas y vete de aquí! ¡Jamas debiste buscarme!

—¡Y me arrepiento de haber decidido ir a la tierra contigo! ¡Te odio!



¿Shad?¿Estás dormido? —Abro los ojos de golpe, quitando los audífonos abruptamente y arrojándolos a mis pies. No me enderezo porque la frialdad recorre mi espalda...¡Bru! El escalofrío es terrible y me causa crisis nerviosa.

—No...no sé... —No le pido ayuda, pero al ver que poso mis manos en el colchón para empujarme y sentarme, me apoya, sujetándome de los hombros—. Estaba...soñando. —«Ugh, ¿Eso fue un sueño?» refriego mi rostro, despabilando.

—¿Qué soñabas? Estás sudando. —Su semblanza se agobia. Se acerca entre brinquitos sobre el colchón y no quiero tampoco que me pida esos detalles.

—Dejemoslo pasar, sólo...descansa. ¿No estabas acostada? —Caigo en cuenta de que no trae pijama o algunas prendas flojas, ¿Donde anda en esta madrugada? Observo el reloj digital puesto sobre el buró del otro extremo de donde me hallo—. Amanecerá en unas horas.

—Es que...yo no he podido dormir. No tengo sueño, tengo...malos pensamientos. —Acaricio sus mejillas al ver que baja la cara, y entonces descubro que ha empezado a llorar y me asusta, ¿Por qué así, tan de repente? —. Perdón...

—¿Qué es lo que pasa?

—...Tengo miedo.

—¿A quién o qué? —Cada pregunta que lanzo se encierra de forma brusca entre la distancia de nuestros cuerpos y la oscuridad silenciosa de la recámara. Traga grueso mirando hacia otro lado, con el tic sobre su labio superior.  

—...a lo que puede pasar. Al...futuro trágico que nos puede pasar...

—Estás ansiosa, Rose, tienes que relajarte. —Prosigo acariciando sus mechones de pelo, mientras olisquea y se reserva porque sé, que siente no la comprendo.

—No puedo, le temo a todo. A perder a mis amigos...a Sonic...a ti...

—Tienes que dominar esa ansiedad, no la ansiedad a ti. No puedes dejarte llevar de esa manera o perderás todo equilibrio emocional. —Inevitablemente se acurruca en mi regazo y yo la abrazo, acostándonos juntos en la cama al final de cuentas.

Me ahorro cualquier otro detalle, porque después de todo no tiene caso hablarle de esa micro pesadilla para alterarla más. No es la única afectada por todo esto, es simplemente la presión de una circunstancia tan fuerte como es el dominio de un ser egoísta. Aveces creo que no está lista para tanto peso. Pero sé, también, que es egoísta el querer privarla del exterior o de cualquier acción por mi pánico a que me sea arrebatada o lastimada. 

¿Por qué he llegado a este punto tan pronto?

—Prometeme algo, Rose. —musito en su oido, ella se acurruca más—. No vas a ponerte en peligro, ni para salvar ni para apoyar en alguna circunstancia peligrosa, mucho menos por mí.

—¿Por qué dices eso...? ¿Crees que...? —Paro en seco sus movimientos, lo que he dicho la a angustiado, cree que pienso en una locura «maldición, no quería hacer eso»

—Solo quiero cerciorarme de que estarás bien. Tus ganas por resolver este conflicto y por sentir la responsabilizad heroica de demostrar lo que tienes pueden cegarte, puedes olvidarte de ti.

—¿Y qué hay de ti? Eres igual. —protesta alzando ligeramente la voz, poniéndose boca abajo para verme a través de mi pelo.

—No quiero que seas igual. 

—Entonces tampoco harás eso, es la misma promesa para los dos, ¿ok? —Indudablemente a sacado su lado mandon. Frota sus ojos rojizos por el llanto y me mira hasta que accedo, asintiendo con la cabeza—. Bien...quiero salir viva de todo esto, para poder estar en paz un poco con el erizo gruñón que me gusta.

—Así será. No dejes que el futuro incierto te llene de dudas.

-Narra Scourge-

—Bien, espero hayan descansado lo suficiente...tenemos cosas que hacer. —¡Buah! no sé qué hubiera preferido: si estar huyendo de estos ineptos por andar todos locos o tener que ayudarlos, ahora, que están cuerdos. 

Al menos este Silver tiene mejor actitud que el otro, ¿Finitevus, tolerante? Él tiene mejor carácter de manipulador y mandón, no por nada los traía ayer como jergas sucias. Ya ha amanecido y el albino ayuda a doblar esas mantas y colchas que pusieron en la sala con su telequinesis mientras observo desde la baranda todo...no pienso bajar a con toda esa bola.

—¿A que esperas para bajar, moco? —Confiada, la rosadita me invita con un choque en el hombro, asombrándome por verla con el resto mejor recuperado al que traía ayer.

—Esperaba a que aparecieras, bola rosa. Los cuerpos conocidos me gustan más.

—¿Todavía no has aprendido, idiota? —¡Agh! Ese golpe fue mucho más doloroso que el de Amy, me ha dejado con el hombro dislocado. No me retracto de lo que digo pero observo a Shadow con los ojos más sutiles que tengo.

A pesar de que a él no le causa ni puta gracia mis comentarios.

—¿No tendrías que estar descansando?

—Ya lo conoces, es un terco. —responde Amy en su lugar.

—Eso y que lo que hizo tu novia me ayudó bastante. —Sujetándose de la baranda, gira con ayuda de una de sus manos solo el tren inferior de su cuerpo y truenan unas cuantas vertebras, ¡Wo! es como música para nuestros oídos. 

—Fiona es buenisima con las manos~

—Vale, ya, no me interesa oír más —¡Qué aguafiestas! Rose nos presiona con su voz—, bajemos de una buena vez.

Al estar reunidos en la sala, me aíslo lo más posible, casi en el portal que da a la cocina para poder ver el panorama y no tener que dar mi opinión. Todos sus conocidos de parte de Sally están con ella, en la puerta, Shadow y Amy como mueganos en el borde de la escalera; a su frente y centrados junto al sillón el Faker y sus amigos...Fiona y Rouge permanecen más a mi derecha, junto con Silver que también sobresale un poco al centro. 

—Sabemos que lo acontecido el día de ayer...dejó a muchos confusos y desorientados. Es importante decirles que si bien estaban en noción no eran ustedes al 100% porque Finitevus usó su magia para que no dudaran de él como "Silver"...suena bastante extraño decirlo así. —explica el autentico y único Silver que existe ahora.

—¿Todo este tiempo, desde Mobius, fue Finitevus? —Tanto el albino como Amy asienten a la pregunta de Tails.

—Lo atrajimos a la tierra, a las esmeraldas. Nos usó para encontrarlas y nos puso en nuestra propia contra.

—Aunque unos por si solos se ganaron los méritos para que dudáramos de ellos... —Este equidna no dejará nunca de guardar sus comentarios, me alegro de que Amy esté mirándolo con colerea.

—Íbamos a confiar en nosotros, y tanto tú como el resto fue el primero en dudar de varias cosas —confronta Amy manteniendo el ceño endurecido—. Tu cabezota caliente nunca deja dar explicaciones y argumentos.

—Y aunque se los digas no se los va a tragar. —Le complementa Shadow, estando en sincronía.

—Ok, ok, no es momento para intentar averiguar quien tuvo o no la razón...es momento de perdonar y enfocarnos en el objetivo que nos interesa y estoy seguro es igualitario: frenar a Finitevus y recuperar las esmeraldas, ¿no es así? — «Ugh» los discursos heroicos de Sonic, ¿Por qué no me sorprenden? aunque sirve para frenar y alentar a casi todos. El erizo gira obsrvando a Amy y de paso, al azabache—. Amy, me disculpo por todo, así los comentarios y cosas que hice cuando estuve con el Silver impostor...las mismas disculpas para ti también, Shad.

—Lo que digas. —La frialdad y el desinterés de Shadow en su voz nunca están de más.

Y cuando se iba a hablar de otros puntos adicionales, el comunicador del vetas rojas amargado suena, esclareciendo el ambiente a uno sorpresivo e inesperado para él. Ni yo sé quién le puede estar intentando contactar.

—¿Quién es? —inquiere la rosada, esperando a que Shadow tenga la intensión de responder, pero no se inmuta este, observando disimuladamente su muñequera.—. Vamos, ¿No piensas responder?

—No sé qué quiere... —murmulla junto a ella, dudando en responder.

—¿Nos faltan más sorpresas, Shadow? —Juzga sarcástica Sally.

Pero a final, con rabia en los dedos, el erizo negro aprieta el botón y mantiene en volumen alto la línea— ¿Qué pasa?

¿No estás en la cabaña? —He reconocido su voz de pájaro rápido, pero el resto se mira esperando algo nuevo que pueda darles indicio de quien es.

—No, ¿acaso tú lo estás? —Amy también parece saber de quien se trata, pero ahora se nota nerviosa por algo que no entendemos.

Wave detecta energía Caos muy concentrada, demasiado alta. Asegura que se dirige a la cabaña. —Como si les hubieran dado una descarga, la pareja de erizos se mira y exhala, viendo cuadrar todo.

Pero yo no entiendo ni madres.



















































































Buenas noches/tardes, lectores. Haciendo acto de presencia tras la falta de actualizar. 

Quiero informar algo que...no creo les duela :v más bien, debe alegrarles: Estamos en recta final. O sí, esta historia y La rosa teñida en sangre ya están por acabar, pero no se angustien que ya saben soy escritora amateur de sorpresas uwu

Leed, votad y comentad qué les parece todo esto, nos leemos pronto ^^/

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top