Capítulo XIII
-Narra Amy-
Sentía un gran dolor en el cuerpo, sobre todo en las piernas...era como si una punzada permanente estuviera ahí. Quise levantarme pero el dolor me lo impedía nuevamente; estaba acostada en un lugar blando, estaba oscuro pero podía alcanzar a distinguir siluetas de muebles y objetos...miro al techo y este es de... ¿Madera? ¿Estoy en una cabaña?
De pronto una leve luz de un foco incandescente se encendió y alumbró más de lo que esperaba, parpadee varias veces acoplando mis ojos y lo vi a él, paseando por el cuarto en el que me encontraba, traía algo entre manos y lo aventó en una silla justo a un costado de mí... ¡Era mi mochila!
—Hey, ¿qué haces con MÍ mochila?
—¿estás despierta? —Su tono burlesco continúa—. Demonios, juraba que habías muerto, estaba a punto de esculcar tu mochila y ver que cosas interesantes podía quedarme.
¿¡Qué!? Desgraciado. Me tallo los ojos—. Eres un maldito imbécil depravado.
— ¿Depravado? Disculpa, pero no pensaba hacer nada con tu cuerpo...es lo último que haría por necesidad, no soy necrofílico.
—¿¡Queeeee!? ¡Maldito seas, Emo!
Expulsó una burla de su boca, una risa sínica dominante y llena de gozo mórbido...este erizo me da demasiado miedo a veces. Quise volver a moverme y sólo me quejé, intenté sentarme sin ningún resultado y el me miró burlándose de mis intentos.
—Deja de esforzarte, no te pondrás de pie porque estás muy débil como para hacerlo.
—¡ash! Siempre de mandón... ¡Siempre!
—¡deja de gritar! Todavía que te apruebo y te traigo aquí... ¿Así me lo agradeces?
¿Ha dicho la palabra...? — ¿apruebo...? Entonces, ¿seré tu discípula? —Inmediatamente me vengo arriba.
Shadow: rueda los ojos mientras dirige su cuerpo hacia mí—. Sí y no, es un 50% y 50%, ¿por qué? Porque no tengo interese y tiempo en ti, te ayudaré a mejorar y para ello tendrás que obedecerme y comportarte como te diga, ¿oiste, terca?
Maldito, ahí viene otra vez el Shadow mandón, pero ya qué, no creí que fuese tan sencillo convencerlo...
—Es de noche, media noche para ser más exactos, así que será mejor que dejes tus berrinches y niñerías para descansar, a partir de mañana tendrás mucho trabajo que hacer.
—Me vuelvo a acomodar en la la cama—. ¿Donde estamos? Y, ¿a que te refieres con eso de que mañana tendré mucho trabajo...? ¿Acaso entrenaré ya mañana....?
—Deja tantas preguntas para mañana, tendremos que discutir ciertas cosas...a la única que te responderé es que estamos entre en bosque general que divide una colonia de otra, en una de mis cabañas, así que deja de chillar y molestarme y duerme.
Le di la espalda sin contestar nada, no estaba de humor y ánimos para agarrarme a palabras con él, lo único que quería ahora era descansar
y recuperar fuerzas para mañana... Mientras intentaba quedarme dormida recordé las cartas y a Sonic...joder, espero y esté mejorado para mañana.
*AL DÍA SIGUIENTE... POR LA MAÑANA*
-Narra Shadow-
—¡Despierta ya! ¡Eriza! —grito al mismo tiempo que le aviento una de sus zapatillas Rojas, le di justo en la cara y ella gruñe al mismo tiempo que chilla y estira las manos disgustada...que perfecta puntería tengo. —deja de quejarte e intenta levantarte, necesito ver si ya me sirves o no.
Ella todavía refunfuñando se sentó al borde y mientras, tomó su zapato y lo azotó en el suelo. —¡Coño contigo! ¿¡Crees que soy objeto o que?!— vaya que tenía energías para gritar y armar escándalos, pero si no podía ni pararse era mejor que se quedara como el parásito que es, inerte en la cama.
—No me interesa si eres objeto o no, sino puedes moverte sólo me retrasarás, y en casos así tendremos que esperar...
Comienza a ponerse sus zapatos —¿Esperar qué? ¡Con un carajo, Shadow! Odio que te comportes como la gran cosa.
La fulmino con la mirada—. Soy "la gran cosa" te parezca o no, si estás conmigo en estos días me obedeces y punto, no te queda de otra.
—¡en serio que eres detestable! Ayer no estabas así de achacoso, estabas más tolerable que hoy.
—¿Cuál es el problema? —volteo a todos lados, burlón—; yo no lo veo por ningún lado.
—¡¿Por qué te gusta verme la cara de tonta?! Eres un grosero y un mal educado.
—Pero, esa cara ya la tienes, no necesito buscarla...
Vaya que era bueno en esto de sacarla de sus casillas; cuando menos me di cuenta sacó su martillo y me soltó tremendo golpe que si no me hubiera movido tal vez, sólo tal vez me hubiera dejado clavado en el suelo. Lo único que consiguió fue romper una silla de madera que se encontraba detrás mía, pero la dejó desecha por completo.
—Ahora pagarás mi silla, estúpida. —¡Ja! Me cruzo de brazos.
Amy: voltea apretando su martillo y penetrandome con la mirada —Tu maldita silla de tres rings, me vale caña, me saldrá más caro arreglar tu cabezota cuando te la rompa.
La eriza volvió a abalanzarse sobre mí, ya no quería que viniera a desquitar su coraje sobre mi cabaña, así que salí con las manos en alto (bufando de ella, ese era el chiste) y ella me siguió el paso con su martillo. Cuándo estábamos afuera ella se volvió a lanzar sobre mí queriendo golpearme y le arrebaté el martillo de un movimiento; lo levanté y ella volvió a chillar:
—¡Oye! ¡Dámelo!
—¿O qué? No te devolveré tu juguete hasta que te relajes...
—¿¡Qué!? No soy una niña y no es ningún juguete...
—No cabe duda que no te das cuenta de nada —suspiro sin remedio—...cada minuto, hora, día que avance te estaré probando y algo en lo que te repruebo ahora es en la paciencia.
Ella deja de insistir queriendo arrebatar el martillo—. ¿Qué? ¿Me estabas probando?... ¿¡Por qué no avisas?!
—CA-LLA-TE No tengo porqué avisarte, son pruebas discretas —le lanzo el martillo a su cara—, si te aviso te hubieras mostrado con una máscara que ni al caso en estas situaciones...
—¿Entonces ya estamos —Agh, me interrumpe mientras alza el martillo y lo desaparece.
¡Maldita sea con esta eriza! No la voy a soportar, no me importa que Eggman me lo ordene terminaré matándola de tanto estrés que me provoca con tan sólo verla...
Me tallo las púas de la cabeza desesperado—. ¿Te quieres callar para dejarme hablar? También estás reprobada por habladora.
Rose se sienta de golpe en el suelo como niña haciendo berrinche, cruza sus brazos y me mira enojada mientras yo sigo hablando:
—En primera, te provoqué para ver si te levantabas y lo hiciste, parece que tu cuerpo ya está mejor de lo que esperaba; segunda, te has dejado llevar muy fácil por provocaciones y burlas, los enemigos no dudan en hacerlo para obligar a su oponente a atacar o llevarlos a un trampa segura. ¿Entendido? Sino tienes paciencia o si sigues llevándote tan fácil por comentarios y burlas terminaras muy mal.
Su cara de niña indefensa y boba me molesta, este será un día bastante largo.
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