-Narra Amy-

—¡No puede ser! —grito de una manera alarmante para mi equipo y como puedo, retrocedo, alejándome unos cuantos pasos de ese erizo.

—No sabes el gusto que me da saber que me tienes miedo.

—No te tengo miedo... —Empuño mi martillo con nervios y encaro a Shadow con el rostro más enojado que tengo, solo le produce una risa.

—¡Ja! Claro, sea como sea, me la has dejado fácil... —¡¿Qué?! ¡¿Qué quiere decir?!

Shadow vuelve a desaparecer y esta vez se posiciona encima de la esmeralda madre; no me creo que pueda hacerlo tan pronto, ¡apenas reacciono cuando veo ante mis ojos la esmeralda desaparecer y aparecer debajo de la nave del Doctor! Eggman vuelve a apretar un botón de su nave y sale de la misma una "garra" metálica lo suficientemente grande para sujetar la esmeralda y elevarse rápidamente.

—¡Detente ahí! —Knuckles esquiva a los robots para intentar alcanzar la Esmeralda con mucho frenesí en su cuerpo. El panzón solo se burla conforme retrocede la nave.

—¡Es inútil! te advertí que vendría mi sorpresa y pareciera que no te gustó...muajajaja.

No puedo creer que las cosas estén sucediendo tan rápido, Eggman se está saliendo con la suya... ¡y todo por no haber logrado detener a tiempo a Shadow! no puedo fregarla más, no más de lo que ya me he equivocado...¡Debo arreglar esto!

Sujeto mi martillo con mi mano derecha y haciéndola hacía atrás, lanzo a Piko piko al estilo bumerán para golpear la garra metálica y, tal vez, lograr que se suelte la esmeralda, pero grande fue mi sorpresa al ver como Shadow se interpone en el camino y sujeta con su mano derecha el mango de mi martillo de una forma tan fácil y sencilla... ¡Ahg! ¡Me siento tan frustrada por esto!

Sonic vuelve a soltar varios ataques telerigidos hacía la nave de Eggman, pero Shadow una vez más aparecer para encubrir al gordo bigotudo en su huida; incluso Tails en el aire dispara a la cadena que sujeta la esmeralda a la nave, pero los robots ahora también frustran nuestro intentos, ¡Castañas!

—¡Maldito! ¡Devuélveme mi martillo! —grito y fulmino con mi mirada a Shadow mientras más que furiosa por todo lo acontecido corro escaleras abajo hacía donde se encuentra campante.

—Pues ven por él, eriza tonta.

No necesito forcejear para arrebatárselo de las manos, él no puede usar ese martillo si yo no se lo permito y por ende, una vez estoy cerca de él, chasqueo mis dedos para poder admirar como desaparece de sus manos y aparece en las mías de un destello.

Una vez ya empuñado firmemente, sin perder el tiempo le suelto un golpe con todas mis fuerzas, — ¡toma esto, erizo emo! — digo mientras suelto dicho golpe pero, la protección con sus manos de Shadow en forma de cruz detienen mi ataque.

—Eres igual de patética que el Faker, superas los límites de estupidez...

—¡Habla lo que quieras! —grito molesta y, noto que Sonic viene hacia mi posición intentando atacar al erizo gruñon.

Nuestra racha no logra ayudarnos; el azabache se agacha y sujeta el martillo con ambas manos y yo, sin soltarlo, por estupidez...gran error, provoco que me alce junto con él para aventarme a Sonic y así derribarlo y terminar ambos en el pasto.

-Narra Shadow-

El Faker me intenta lanzar una patada al rostro pero me agacho muy fácilmente y tomo el martillo de esa eriza para lanzarlo y... ¡no puedo creer que no lo soltara! esa eriza es más que estúpida, por algo es la más débil de su equipo. Cuando ambos se hayan en el suelo puedo notar como el equidna se acerca otra vez a la nave de Eggman, qué fastidio. Uso mi teletransporte para poder detenerlo, soltándole una patada en el estómago; fue muy rápido para su débil vista, basta ese golpe para dejarlo arrodillado en el suelo...

—¡Que estas esperando, Eggman! ¡Lárgate de una vez! —grito mientras lo liquido con la mirada, como me atosiga que se sienta gran cosa cuando trabajo para él, si supiera que tengo mis intereses y sólo lo utilizo de manera divertida...

—¡Sabía que no podrían contra ti, Sombra! —Comienza a alejarse más y más.

Esto todavía no termina. El zorro ha acabado con las patéticas maquinas del Doctor y apunta hacía Eggman, ¡pero que verdadero fastidio me causan! Sin querer gastar fuerzas, desde mi posición uso una Caos Spear para ese zorro y poder derribarlo, incluso fue más que suficiente, hasta pudo ser excesivo pero que más me da Miles, no deja de ser amigo de Sonic.

—¡Tails!— grita Sonic mientras se levanta de la tierra, forzando a la eriza a que se quite de su estómago. La avioneta del zorro perdió el control y terminó estrellándose entre los arboles lejanos de lo que fue nuestro campo de batalla—. Te arrepentirás de esto, Shadow— dijo antes de correr en dirección al accidente.

Vislumbro hacía el cielo y ver como la nave de Eggman ya está más que lejos hace que suspire por terminar por ahora, los demás no alcanzarán a distinguirla porque sus ojos son bastante débiles, no tienen los de la forma de vida perfecta.

Giro para marcharme, cuando pude sentir otra presencia muy cerca de mí que inevitablemente hace que gire sobre mis talones para volver a bloquear otro golpe: Es otra vez la eriza rosada.

—Eres... detestable... —Aumenta su fuerza de forma impresionante, intentando querer aplastar por encima de cabeza, ¿Cómo...?

—¿Acaso me dices eso por tu amigo? Créeme que animales como él de débiles no valen la pena... al igual que tú. —Ejerzo resistencia en mis brazos para detener el ataque.

La furia de la eriza sube por sus mejillas, me intenta exterminar con su mirada fría pero no causaba ningún efecto en mí. Ciertamente la eriza se ve bastante graciosa cuando se enfurece, el descontrol de sus emociones sólo la hacen más inútil de lo que ya era ¿se podía ser más? Ella lo logra.

—¡Juro que te vas a arrepentir, Emo! —Brinca hacia atrás para tomar impulso e intentar volver a darme otro golpe.

—Te vas a arrepentir por decirme así... —Tomo el martillo nuevamente con fáclidad.

—No te tengo miedo, estúpido Emo... —Insolente...

-Narra Amy-

Definitivamente estoy furiosa, no sólo por haber hecho que Tails se estrellara, sino por la cantidad de ofensas y mentiras que está diciendo... ¡Como odio su actitud! Estoy tan ocupada maldiciendo en silencio que cuando siento el puño de Shadow en mi rostro ya era tarde; es cuando vuelvo al presente. Ese golpe me deja en suelo, fue bastante duro el haberlo recibido...pero golpes como ese no sólo causan dolor físico en mí, sino también, dolor en mi orgullo.

Me intento levantar con pesadez cuando lo siento y noto empujarme contra el suelo, aturdiéndome más. Con su puño cerrado volvió a golpearme directo en el rostro...fue más que suficiente para ver luces de diferentes colores, hasta que de la nada volví a ver blanco...

—¡Aléjate de ella!— escuché una voz ronca pero lejana, no supe de quien se trataba...intenté girar hasta quedar boca abajo, y luego de haber parpadeado repetidas veces comencé a ver siluetas pelear enfrente de mí, una mancha roja y una negra... ¿será Knuckles? sea como sea luego de minutos ver como esas siluetas se mezclaban entre golpes la silueta oscura desapareció de repente.

—¡Levántate!, tenemos que irnos rápidamente— dice Knuckles, debe de ser él, su voz ronca y a la vez sensible me piden con cierto enojo que me levante. Hago caso y apoyo mis rodillas en el suelo para después reincorporarme y pasar mi antebrazo por mi nariz: estaba sangrando, y sentía el rostro tan adolorido...de imaginarme tener un espejo delante de mí aseguraría que me encuentro completamente deforme, esos golpes que me dio Shadow en la cara aseguraría me desfiguraron... (a quien engaño, siempre exagero).

—¿Y Tails? ¿Sonic? ¿Dónde están? —pregunto preocupada, parece que todo ha terminado y que permanecí en el pasto más que horas.

—Sonic lo llevó al hospital de la colonia, estaba esperando a que reaccionaras.

—¡¿Qué?! ¿Estará bien? —Mi sorpresa salió por todos lados, sin embargo, la cara rígida de Knuckles no cambió.

—No lo sé, y no lo sabrás si te quedas ahí parada.

Knuckles se adelanta y yo, sigo adolorida de la cara pero eso no va a impedir que no camine, estoy un tanto aturdida y Knuckles parece enfadado...debe de estar más que molesto por no haber impedido que se llevaran la esmeralda, y ahora, comienzo a sentir una tremenda culpa por todo lo que ha ocurrido.