❤️Shotgun kiss🚬 [Boyf-riends]
Feliz San Valentín! Empezamos con mis jotos favoritos y mañana termino el resto de OneShots~
Iba a meter esto como flashback en BMG, pero me servía como OneShot, eso sí, esta vaina sí pasó en el fic Lol
Aquí las wawas tienen 14 años.
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Jeremy a veces creía que se metía en problemas sin quererlo ¿Cómo? Ni siquiera él estaba totalmente seguro.
Tal vez se debía a que era impulsivo en los peores momentos posibles, y está bien, era su culpa. No tenía problemas con aceptar la responsabilidad, después de todo la única consecuencia grave que le llegaba eran moretones duraderos, pero esta vez... ¡Esta vez juraba por todo lo que más quiera que no buscó meterse en problemas!
Bueno, aun no estaba metido en problemas... ¡Pero podría estarlo! ¡¿Qué más puedes pensar cuando tu amigo te convence para fumar marihuana?! ¡Solo tenía catorce malditos años, joder! No podía terminar en la cárcel tan pronto, decepcionaría por completo a su primo Justin y estaría preso por quien sabe cuánto tiempo, lo cual arruinaría su futuro. Por no decir que lo más aterrador del asunto es lo que podría ocurrir con Michael.
–¡¿Acaso estás demente?! ¡¿De dónde sacaste todo esto?! –Prácticamente gritaba como loco, señalando a su amigo, cual parecía bastante tranquilo dándole unas caladas a su cigarro y soltando el humo como un jodido profesional. Normalmente eso se ve cool, pero cuando se trata de un maldito cigarrillo de tabaco fumado por alguien mayor. –¡Y deja de fumar esa cosa! ¡Huele horrible!
Michael rodó los ojos antes de volver a soltar el humo con entusiasmo, como si tratase de crear nubes grises dentro del sótano.
–Dustin Kropp. –Se alzó de hombros volviendo a llevar sus labios al cigarro. –Me lo vendió ayer detrás de la escuela. Me dijo que esto te hace volar ¿Y adivina qué? ¡Me siento en las malditas nubes, viejo!
Jeremy aguantó un tic en el ojo derecho, mirando a su amigo como si deseara abofetearlo ahí mismo y tirar toda esa mierda a la basura. Pero no, no lo hacía porque eso solo los delataría.
–¿El primo de Christine te vendió droga? Bien, te felicito ¿Me escribirás cuando termines en la cárcel por esto? ¡Michael, despierta! ¡La marihuana no es legal!
–Por Dios, Jeremy. Pareces mi mamá. –Volvió a quejarse repitiendo el proceso de tirar humo hacia arriba, ignorando que Jeremy temblaba de furia con todas las ganas del mundo de ahorcarlo ahí mismo. –¿Por qué no lo intentas?
–Tienes que estar bromeando. –Casi le daba algo al escuchar esa propuesta ¿Su amigo estaba siquiera en sus cinco sentidos? Ver sus ojos enrojecidos y su expresión despreocupada mientras se sentaba cómodamente en su puf y seguía jugando Mario Kart lo hacía dudar bastante. Eso le preocupaba bastante ¿En qué estaba pensando este tonto cuando decidió comprar marihuana? Jeremy no contaba con la estabilidad mental para cubrir a su crush por esto.
–¡Vamos, es genial! Ya nos tatuamos algo este año, Jeremy. Esto no es nada comparado a eso.
El aludido suspiró. Tenía que darle la razón en eso, pero ni aun así estaba dispuesto a semejante cosa. Los tatuajes sí eran legales al menos... Aunque dolieran como el infierno. Y todavía tenía la válida excusa de que fue por su amistad.
–Michael ¿No se te ocurre que podríamos terminar peor que mi primo? ¿Qué pasa si tus mamás descubren esto?
–Jeremy, estás muy estresado y este año fue una mierda para los dos, te aseguro que esto te ayudará a relajarte. Tienes mi palabra de mejor amigo, no terminarás en la cárcel porque yo sé cómo esconder cosas de mis madres.
Aquello seguía sin saberle del todo bien. Quizá era el olor fuerte de la hierba, quién sabe, pero se sentía tan estúpido que sería capaz de aceptar. Además era verdad que ese año había sido un completo asco para él, había llenado hojas de listas de humillaciones sin cesar y no había dejado de acarrear estrés y angustia, lo cual deseaba dejar de hacer por al menos un rato. Siguió pensativo, aun le quedaba algo de buen juicio a pesar del humo colándosele en los pulmones.
–¿Eres gallina, Jeremy? ¡Pock-pock! ¡Gallina!
–Cállate, Mell. Solo dame un cigarro. –Ah no, Michael podía gustarle mucho y todo lo que quisiera, pero no permitiría que lo llamara cobarde. Se arrepentiría de esto y estaba seguro, pero ¿Qué más daba? La despreocupación de Michael era contagiosa. –Uh... ¿Y solo se fuma como los cigarrillos normales?
–Sep, pero solo tiene efecto si consigues aguantar el humo todo lo que puedas. Dustin me lo explicó. –Indicaba, mientras encendía otro cigarro que estaba preparando, y se lo pasaba a Jeremy, cual miraba desconfiadamente. –Eso sí, te advierto que...
Jeremy no se detuvo a escucharlo, y como idiota que era dio una calada profunda y trató de retener el humo, pero en cuestión de pocos segundos al ardor que sintió en la garganta fue tal que empezó a toser descontroladamente. Jesucristo ¡¿Qué demonios había sido eso?! Se había sentido como si se le quemara la garganta, y todavía esa sensación lo seguía molestando tanto que los ojos empezaban a llorarles.
Michael por su parte se estaba riendo como todo un desgraciado, logrando que Jeremy solo se enfadara y decidiese gritarle entre su tos.
–¡¿Q-Qué diablos...?! ¡Michael! ¡¿Qué mierda fue eso?!
–Traté de advertirte. Eso suele pasar cuando eres principiante fumando. –Soltó unas cuentas risas más viendo a Jeremy empinarse la botella de agua que estaba al lado. –Yo también pasé por eso, pero ya estoy acostumbrado.
–¿Has estado fumando desde ayer? –Reprendió sin éxito, pues su amigo se limitó a asentir sin remordimientos volviendo a fumar.
–Me tomó largo rato aprender a hacerlo. Iba a llamarte pero creí que reaccionarías más exageradamente de lo que hiciste.
–Qué práctico. –Rodó los ojos volviendo la mirada a su cigarro. Hizo una mueca, no creía poder resistir ese tipo de efectos. Estuvo a punto de volver a intentarlo, pero Michael lo detuvo.
–Hey, hey. Tranquilo, espera. En internet leí sobre una técnica para acostumbrar a los principiantes. –Dijo con calma, quitándole el porro de las manos. –¿Sabes lo que es "Shutgun"?
–Uh... ¿Escopeta? –Jeremy se alzó de hombros sin entender, observando cómo Michael solo le sonreía de modo que pareciera que estaba pensando "Oh, pobre e inocente niño". Eso le molestó, pero solo por unos segundos.
–Es algo así como pasar el humo de una persona a otra. Se puede hacer con el porro invertido o... Con un beso.
Probablemente Michael no lo notó porque estaba tan drogado que sus sentidos estaban en el cielo, pero su alma casi se sale de su cuerpo apenas escuchó esa sugerencia tan tentadora. Oh dios, no. Michael lo miraba como si aquello fuese lo más normal del mundo y no tuviese problema en hacerlo, como si no hubiese nada malo en que se besaran, pero no podía evitar sentirse culpable. No debería aceptar, su amigo estaba totalmente ido cómo para escuchar bien sus propias palabras.
Jeremy podía estar muy enamorado, pero no era capaz de robarle a Michael su primer beso en estado de "inconsciencia" si es que podía llamarlo de ese modo. Todavía tenía principios, muy sobre la cuerda floja, pero los tenía y se aferraba a ellos tratando de que la sonrisa relajada y tentadora de Michael no lo empujara al abismo.
Mierda, era muy joven para esto.
–Solo ven acá, Jeremy. –Rodó los ojos, haciéndole una seña para que se acercara, pero Jeremy no entendió. Sus asientos ya se estaban tocando, no podía estar más cerca a menos que se sentara en el suyo—cosa poco conveniente si no quería caer—o sentarse en... ¡¿No se estaría refiriendo a eso??
Su cara estaba ardiendo de solo considerarlo. Siempre fue cercano a Michael, física y sentimentalmente, pero no esperaba que la hierba lo hiciese actuar así, como si no le importaran un carajo los límites.
Su cuerpo debía odiarlo, porque había obedecido al pedido sin errores, sentándose sobre el regazo de Michael mientras este se llenaba los pulmones de humo de una sola vez. Jeremy presionó sus manos en sus rodillas y esperó, lo que parecía ser una eternidad se redujo a nada en menos de lo que cae un rayo.
Era su primer beso, su maldito primer beso y se lo estaba cediendo a Michael Mell, su mejor amigo y persona que le gustaba. No sabía qué hacer o cómo responder ¿Cómo demonios podría saberlo? Sus labios seguían apretados y firmes de los nervios y al final solo sintió el humo disolverse cálidamente en su rostro. Le sorprendió que se sintiese tibio, considerando que la piel de su rostro estaba ardiendo como fuego.
Michael hizo una mueca. –Viejo, se supone que tienes que abrir la boca para que te pasen el humo.
–M-Michael, estás muy drogado. Sería mejor si te traigo leche. Escuché que es buena para reducir los efectos de la marihuana. –Insistió. No sabía qué tan lejos podía llegar aquello, y le asustaba un poco por su corta edad. Michael normalmente no se comportaba así. Incluso al tratar de levantarse este se lo impidió rodeando su espalda con un brazo. –Michael, e-en serio. Esto no le hará bien a ninguno de los dos.
Ya ni sabía si se refería al beso o a fumar marihuana ¡Qué va! ¡Ambas cosas eran pésima idea! Solo que el joven Mell parecía pasarse esas ideas por donde no da el sol.
–Jeremy, insisto en que estás estresado desde hace bastante y esto te haría más bien que mal. –Explicó volviendo a fumar, solo que esta vez no intentó soltar el humo para Jeremy y lo sopló a un lado. El de pecas se limitó a inhalar lo más profundo que podía, pues si bien el humo no llegaba hasta él, el olor fuerte de la hierba estaba empezando a hacer efecto. –Pero bueno... No te obligaría a nada que no quieras hacer, así que si no quieres hacerlo no hay problema.
Tuvo que tragarse las palabras, ya que apenas volvió a fumar, Jeremy se adelantó y tiró de su hoodie para hacer chocar sus labios. Al principio fue inesperado, pero Mell estaba tan bajo el efecto de las drogas que no lo vio como algo extraño y simplemente empujó el humo desde sus pulmones hasta los ajenos.
Cuando se separaron el más alto ya había inhalado todo lo que pudo y trató de retenerlo unos treinta segundos antes de soltarlo suavemente. No sabía si era la hierba o el hecho de haber besado a su enamorado, pero quería más.
–¿Ves que al final no es tan malo?
–Creo que no me acostumbraré a este paso. –Fingió un tono frustrado, esperando que funcionara como deseaba.
–Podemos hacerlo hasta que lo hagas.
Bingo. Jeremy expandió una sonrisa que su amigo no alcanzó a ver y esperó a que este fumara primero.
Oh dios, Jeremy se estaba metiendo en tantos problemas.
. . .
Cuando despertó el olor a hierba se había disipado en su mayoría, casi tanto como sus recuerdos desde que sobrepasó el primer porro. Seguía en el sótano, y para su suerte el reloj marcaba un horario donde sus madres aún no llegaban. Tenía tiempo para arreglar el desorden y esconder la hierba antes de que ocurriera un desastre.
Dustin no le había mentido cuando le habló sobre la marihuana ¿Sinceramente? No sé arrepentía de nada. Se sentía ligero y sin preocupaciones, claro, hasta que notó la mata de rizos castaños cobrizos apoyada en su hombro.
¿Jeremy estaba ahí? Recordaba haberlo invitado, pero el resto era muy difuso desde que este empezó a regañarlo y luego... Luego...
–Mierda.
Joder, había besado a Jeremy. Y no solo una vez estaba seguro de que fueron más de diez y después perdía la cuenta. Había puto besado a su mejor amigo de la infancia y este se lo había permitido, y para colmo estaba apoyado sobre él, inconsciente y terriblemente adorable.
Soy el peor amigo de la historia.
Si Michael dividiese su personalidad en dos y tuviese a la drogada en frente de él le daría un buen golpe ¿En qué estaba pensando cuando incitó a Jeremy a esto? Claro, no estaba pensando.
Se pasó la mano por el cabello tratando de calmarse. No quería despertar a su acompañante aún y adelantar el escándalo.
Michael era hombre muerto.
–Uh... Dónde... ¿Michael? –El aludido gritó internamente. Sus horas de vida estaban contadas.
–H-Hey, Jeremy... ¿Qué tal estás?
–Pues... Mejor que nunca. –Oh, joder, la sonrisa del pecoso era tan dulce que le costaba mantener la compostura. –Tenías razón con respecto a la marihuana. Es genial.
–Te lo dije. –Se esforzó en sonar arrogante, quería tocar el tema sin enfadarlo pero no sabemos cómo. –Este... ¿Recuerdas qué pasó mientras estaba drogado?
No sabía por qué, pero tuvo la impresión de que la sonrisa de Jeremy se deshizo tan rápido que podría haberle servido de advertencia para una bofetada, pero él seguía observándolo detenidamente como si esperara que mintiera.
–Tú... ¿No recuerdas...?
–¿Tú sí?
El de rizos suspiró. –N-No, no recuerdo mucho.
–Oh. –Michael se sintió aliviado. Nunca se perdonaría si Jeremy se enfadaba con él por lo ocurrido, no podía permitir que eso se repitiera. No importaba cuánto le gustara el de pecas, trataría de controlar mejor su personalidad cada vez que fumara.
Porque iba a seguir haciéndolo, carajo. Se sentía genial.
–En fin... Mis madres llegarán en un rato. Será mejor que limpiemos un poco y bebamos algo de leche. No deben notar nada.
–Oh, cierto.
Ambos se levantaron y prosiguieron con el arreglo del cuarto y el escondite de la hierba.
Jeremy estaba decepcionado, no esperaba que Michael olvidara lo que pasó, y tenía la impresión de que decírselo no era lo mejor para ambos.
Lo dejaría como algo que solo estaba en su memoria, algo que lo hacía feliz.
Su primer beso fue con el chico que le gustaba, y no fue un beso cualquiera, fue un beso de escopeta.
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Me encanta escribir cuando están drogados JAJAJAJA
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