🎄First of many more🎄 [ArsonBerry]
Sé que es tarde para subir esto porque se fue la magia navideña, pero me vale verga. No pienso abandonar lo que ya hice :^)
Tengo otros más que aún debo subir AaaaaAAAAAAAA
Este OneShot tenía una precuela de una fiesta navideña en casa de Jake, pero no lo terminé aún. Lo subiré después, ahí capaz se entiendan algunas cosas que menciono en este¿?
Y eso... Ojalá les guste 💕
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Rich nunca había festejado realmente navidad.
No se debía a que su familia perteneciera a una religión que no la celebrara o algo por el estilo, de hecho no estaba seguro de cual carajos era la de sus padres ni le interesaba saberlo. La razón era simple; su familia era una mierda.
No hacía falta ver algo más que a su padre abusivo y alcohólico sentado todo el día en el sofá o a su madre ausente cada noche para notarlo. No eran unidos, y para ser honesto no era muy cercano a sus tíos o abuelos, puesto que los mismos pretendían alejarse de personas como lo eran sus padres. No los culpaba, luego de haber crecido entre ellos hasta él prefería abandonarlos, solo que no era tan estúpido para hacerlo porque le constaba que no tenía dinero u hogar para mantenerse.
Durante las fiestas lo único milagroso es que tenía la casa para él solo, o sea, paz y tranquilidad toda la noche y toda la tarde del día siguiente. Sin gritos, sin sus padres... Sin nadie más que él, unos libros repetidamente leídos de su estantería y unos pocos juguetes para pasar el rato.
Nada había cambiado los últimos años, a excepción que con su ascenso a la popularidad asistía a alguna que otra fiesta navideña la noche antes del 24 de diciembre entre chicos de su edad que no conocía y un par de amigos. No necesitaba nada más que eso, y recorrer las calles en la noche buena para pasar el rato y no quedarse en su casa.
¿Qué podía decir? Era divertido, pero a veces sentía que anhelaba algo más, solo que no sabía bien qué era y si se relacionaba a esa homosexualidad de "estar juntos en familia". Por favor, con una familia como la suya era preferible su actual estilo de vida antes de tener a sus padres en la misma habitación en vez de a sus amigos.
–Uh... Ya es muy tarde para mí. Rich ¿Te importaría acompañarme a casa?
Dejando de lado el vaso de ponche con el que estaba jugueteando, Rich se entornó para ver a su novia y asintió ofreciéndole el brazo de forma galante para que ella lo entrelazara con el suyo.
–Como tú pidas, linda ¡Nos vemos luego, chicos! –Saludó de forma general, haciendo un gesto de despedida a Jake y al resto, solo deteniéndose para ver con diversión a Jeremy y Michael que aún seguían besuqueándose en el sofá después de la broma del muérdago como si su vida dependiera de ello. –Solo recuerden decirle a estos dos que se vayan a un hotel y que por favor no olviden respirar.
–Este... Evan ¿Podrán llevar tú y Connor a Jeremy y a Michael solos? –Preguntó Brooke algo preocupada. No estaba segura de cuánto se habían embriagado esos dos, solo sabía que era lo suficiente como para no estar en sus cinco sentidos. A pesar de todo le importaba la salud de sus amigos, por no decir amigo y ex novio.
–N-No te preocupes por eso. –Respondió Evan, echándole una mirada rápida aunque no muy convencida a su "amoroso" hermanastro. A decir verdad sí le preocupaba un poco que este y Michael se pasaran de la raya con tanto beso y alcohol en la sangre. –Creo que podremos despegarlos... P-Por un rato.
Con tal de meterlos en el auto y llevarlos en una sola pieza a casa para que sus padres no enloquecieran de preocupación estaba bien. Contaba con que Connor, Zoe y Alana lo ayudasen. A Jared no lo incluía como ayuda porque él ya se había quedado dormido en algún lugar de la casa y ni de broma se desperezaría para cargar a un par de borrachos calenturientos.
–Si terminan follando en el auto alguien tendrá que morir. –Advirtió Connor, a lo cual Evan reaccionó chillando que eso nunca podría pasar, y más cosas más que la pareja no escuchó por salir de la casa.
La familia de Hansen y Heere se las arreglaría. Ellos ya no tenían nada que ver con los Boyf-riends.
–Entonces... ¿Dónde estaba? Ah, sí. La escoltaré a su casa, señorita. –Bromeó ligeramente, sacándole una risita tierna y divertida a Brooke. –¿Segura que no quieres llamar a un taxi? –Hacía bastante frío, le preocupaba que ella pudiese pescar un resfriado a pesar de que su casa no estaba muy lejos. La pobre no había tenido suerte pidiéndole a su madre el auto prestado, pues lo estaban arreglando y no lo tendrían hasta el día siguiente.
–No, me gusta caminar contigo, Rich. –Respondió, apoyando cariñosamente su mejilla sobre la cabeza de su novio sin detener sus pies.
El más bajo se limitó a guardar silencio, sonriendo para sí. Brooke era más dulce de lo que demostraba en su faceta de chica popular, estaba agradecido de haber conocido ese lado tan encantador de ella, y aún más agradecido estaba de tener a ese ángel de cabello rubio como novia. No lo admitiría jamás en frente de Jake o Jeremy porque se divertirían molestándolo, pero Brooke era el tipo de mujer con la cual quería estar precisamente por eso. No era para pasar el rato o divertirse una noche, sino para algo duradero.
Brooke era el tipo de chica que lo hacía sentir como si no tuviese que preocuparse por ser él mismo y no contar más con un Squip que le indicara qué hacer. Ella lo aceptaba tal cual era, lo amaba así como era; gritón, impulsivo y bajito ¿Y él? La amaba así como era; soñadora, cursi y adorable.
Era extraño tener que revisar sus recuerdos cuidadosamente solo para dar sentido a la relación entre los dos. Pero extraño en un buen sentido, en ese que te revuelve el estómago y te provoca cosquillas en él.
Quién lo diría. De impedir una pelea fea entre dos chicas a consolar a una se puede pasar a citas en un dos por tres.
–Uh... Rich, acabo de notar... Olvidaste la caña de pescar en la fiesta. –Comentó ella, a lo cual Rich hizo un gesto de restar importancia. Sinceramente solo había llevado la caña de pescar y el muérdago para prender un poco la fiesta con algo de besos, ya que sería más suave y sin tanto alcohol como las demás, y por supuesto porque le gustaba fastidiar a parejas tímidas como la del hermanastro de Jeremy. No tenía problema en buscarla otro día.
–No te preocupes, bebé. La buscaré en otro momento. –Confiaba en que Jake no le encontraría uso. Él obtenía más que besos solo cruzando miradas con Chloe.
–Pensé que la querrías para pedir algo más que un beso en la mejilla. –Murmuró, mostrando una sonrisa ladina y pícara que Rich interpretó como una indirecta. Una indirecta que no le molestaba satisfacer.
–¿Estás pidiendo un beso, nena?
–Nunca dije eso. –Respondió fingiendo demencia. Rich era tierno cuando se exaltaba de esa forma y ella no lo ocultaba en lo absoluto.
–¡Brooke, no es justo!
–Ah, ah. Los besos te los doy cuando lleguemos a casa.
Sí, definitivamente ella era la mejor novia que se pudiese tener. Tanto, que hasta podía decir que bendecía la bisexualidad de Jeremy, su atracción pasada por Christine o lo que fuese sea que lo haya alejado de Brooke. No comprendía cómo él no podía querer a una chica como ella, pero eh, tampoco se quejaba y no estaba pidiendo que le pusiese los ojos encima.
No, que Heere se quedase con Mell y todos contentos. El que se va a la villa pierde su silla.
Una vez se detuvieron en la entrada de la casa de los Lohst, se apartaron un poco y Rich sonrió de esa forma socarrona que solo él podía mostrar y fingió pensar en algo llevando un dedo debajo de su mentón mientras entornaba los ojos hacia arriba y el costado.
–Bien, ya hemos llegado. Y... si mal no recuerdo me prometiste algo a cambio ¿Recuerdas qué era? Creo que era un beso. –No podría olvidarlo, en serio quería eso que no pudo ganarse con su gran estrategia del muérdago en la fiesta.
Brooke no pudo contener una risa baja, apartando sus rubios mechones de su ojo antes de inclinarse para depositar un suave y gentil beso en los labios de su pareja, quien respondió con la misma dulzura, acariciando su mejilla con la delicadeza que no le dedicaba a ninguna otra cosa que no fuese Brooke.
–Rich.
–¿Sí?
–¿Quieres pasar la navidad conmigo y mis padres?
Ok... Tal vez fue por el susurro encantador escapando de los labios delicadamente pintados de rosa Brooke al decir su nombre o sus hechizantes ojos azules que lo tenían flotando en el aire, incluso podría haber sido la misma pregunta, pero en ese instante Rich se sintió como si lo hubiesen despertado de un profundo sueño con un baldazo de agua fría.
–¿Eh? ¿Qué? ¿A qué viene esa pregunta? No es que no quiera, pero...
–¿No te gustaría? Les agradas a ellos, y no les molesta que estés con nosotros. A mí me suena bien.
–¿A tus padres les suena bien que el chico que incendió la casa de su mejor amigo en una fiesta vaya a cenar para navidad? –Volvió a preguntar para estar seguro, remarcando cada palabra.
No lo juzguen, Brooke le estaba pidiendo algo muy tentador y a todos les constaba que era imposible negarse a las peticiones de su dulce novia, pero apenas conocía a sus padres y la primera vez no estuvieron muy cómodos reconociéndolo como el pirómano de la fiesta de Halloween. Ni siquiera se sentía agradable cuando todos miraban sus quemaduras y hablaban de ello ¿Qué le haría creer que era buena idea estar con sus suegros en unas fiestas familiares? Probablemente pensaban que provocaría un incendio de alguna forma, incluso sin fuego presente.
–No digas eso. Además, les suene bien o no, no quiero que andes por ahí solo en navidad. –Un tenso silencio los envolvió a la vez que Brooke abría la puerta como si nada, y Rich la seguía tratando de procesar lo que había dicho ¿Y ella cómo sabía eso? Estaba seguro que nadie sabía al respecto.
–¿Quién te dijo que...?
–Jeremy me contó lo que pasa en tu casa.
Oh, claro ¿Cómo no lo vio venir? El larguirucho joto de Jeremy nunca podía mantener la boca cerrada cuando le convenía. Ya está, apenas lo viese le abollaría la cara a golpes, o al menos lo intentaría si es que lograba pasar por encima de Michael.
No es que no quisiera ser totalmente honesto con Brooke, era su novia después de todo, pero no se sentía tan seguro como para decir "Hey ¿Sabías que mis padres son unos alcohólicos de mierda y si no estoy congelándome fuera de la casa estoy encerrado toda la noche en navidad?", no. Esas cosas normalmente se dicen cuando se presenta el momento adecuado, no de la nada como seguramente hizo el baboso de Heere en su intento de ser una versión masculina de Jenna Rolan.
–Ese idiota...
–Se preocupa por ti, Rich. Eres su amigo, y yo soy tu novia. Me tendrías que haber dicho eso. –No había severidad en su voz, solo aflicción. Puede que tendría que haber esperado a que Rich se lo contara, de hecho se lo mencionó a Jeremy en forma de regaño cuando la detuvo unos días antes de la fiesta en casa de Jake para hablarle al respecto. Sin embargo, el chico de pecas tenía razón al señalar que era muy triste estar solo vagando por las calles cuando todos tus conocidos la pasan de maravilla con sus seres queridos.
Era realmente triste estar solo, ella lo sabía perfectamente. Lo recordaba cada segundo en el que tenía que estar consciente de la presencia de aquella que fue alguna vez su amiga, y ahora solo era una conocida a la que le costaba ver a la cara.
–Linda, no necesito que sientas pena por mí. Estaré bien.
–No es pena. Solo... T-También creí que sería romántico besarte bajo el muérdago cuando marquen las doce. Un beso real, tú sabes.
El joven Goranski se detuvo a pensarlo, aunque no precisó tanto tiempo para llegar a la conclusión de que sonaba muchísimo mejor tener la compañía de su novia antes que la de una botella de sidra por una noche ¿Qué importaba? Ya se encargaría de Heere por andar de bocón.
–De acuerdo, solo porque me lo debes y porque será un buen recuerdo verte usar suéteres con tema navideño.
Brooke se rió por lo bajo. –Lo mismo puedo decir.
Sin más que discutir al respecto, la pareja subió las escaleras para caer dormidos en la habitación, aunque a Rich le costó pegar ojo, pensando en el día siguiente.
La verdad... Esperaba un día absolutamente incómodo donde los padres de su novia se la pasaran mirándolo con desdén en cada actividad que hicieran, pero se llevó una grata sorpresa al ver que ellos reaccionaron muy bien ante la idea de tenerlo de invitado.
No interactuó tanto con ellos como quiso, pues estaban algo ocupados con las últimas decoraciones de la noche, pero estaría mintiendo si dijera que no la pasó bien haciendo chistes malos sobre navidad con Brooke mientras ella terminaba de adornar con crema y caramelos unos muñecos de jengibre.
Así no hayan hecho toda la lista de típicas costumbres navideñas, cada segundo en el hogar de los Lohst junto a Brooke fue maravilloso y ameno. Por primera vez no sentía que algo faltase en su noche para que fuese totalmente buena, porque era más que eso.
–Te dije que le agradarías a mis padres. –Refutó la joven Lohst con una sonrisa orgullosa, sentándose junto a Rich mientras traía consigo unos chocolates calientes para ambos. Afuera ya estaba nevando, sus padres terminaban de lavar los platos y ella estaba preparada para hacer arrumacos con su adorable novio.
–Es raro sentirse feliz cuando tu novia te dice "te lo dije" ¿Sabes? –Respondió con una sonrisa de lado, tomando con una mano su taza mientras que con la otra acercaba a Brooke por el hombro, acurrucándola junto a él. –Hice una buena elección contigo.
–Yo hice una buena elección con tu suéter. –Recordó, sacándole la lengua juguetonamente. –Y dijiste que era muy infantil.
–¡Santa Claus no es infantil si lleva dos espadas! ¡Es lo máximo!
–Tú eres infantil. –Rich hizo una mueca y ella volvió a reír, dando sus primeros sorbos silenciosos a su chocolate caliente a la vez que ambos observaban por la ventana cómo la nieve caía y los vecinos celebraban en sus casas con sus familias.
El joven Goranski desvío la mirada hacia su novia, sonriendo inconscientemente. Se veía realmente tierna con ese suéter de Rudolph, el cabello recogido en una trenza y su bello rostro sin maquillar.
Era tan afortunado. En ese preciso segundo era afortunado por tenerla a ella, por estar a su lado, por no estar solo esta navidad gracias a que alguien se preocupaba por él, alguien que lo amaba.
–Oye, Richie~
Brooke amplió una sonrisa traviesa señalando hacia arriba. Un muérdago colgaba sobre sus cabezas, estratégicamente colocado para un beso bajo el sofá. Rich se carcajeó antes de dejar su taza en la mesita y abrazar a su novia.
–¡Eres una chica muy lista!
–Una chica lista que quiere un beso.
Rich nunca celebró Navidad junto a alguien que realmente amara, pero hoy era diferente. Hoy era su primera, feliz y blanca Navidad junto a Brooke Lohst.
La primera de muchas más.
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Amo el ArsonBerry AND YOU CAN'T CHANGE MY MIND
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