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Yoongi abrió la puerta de la azotea, asomando la cabeza con cautela hasta que vio a Jungkook con una hermosa sonrisa, un ramo de rosas blancas y rodeado de la decoración más linda que había visto en su vida.

Los pétalo blancos formaban un camino marcado con velas hasta una figura de un corazón completamente hecho de flores, haciendo que la respiración de Yoongi se detenga por un instante.

Caminó dudoso sobre los pétalos hasta llegar a su alfa que dejó las rosas en sus manos junto a un beso en sus labios.

–Feliz aniversario, mi luna– Murmuró Jungkook dándole la espalda al sol que se ocultaba lentamente.

–Feliz aniversario – Murmuró Yoongi incrédulo.

–Sé que nuestro camino juntos ha sido complicado y doloroso para todos– Dijo Jungkook tomando su mano izquierda para dejar un beso en sus nudillos. –Pero, cada día que amanezco contigo, estoy aún más seguro de que todo ha valido completamente la pena–

Yoongi sonrió enternecido y asintió dándole la razón. Habían pasado por mucho para poder estar juntos pero, definitivamente, lo volverían a hacer.

–Pero pensar en eso me ha hecho darme cuenta que no quiero separarme de ti jamás– Dijo Jungkook soltando su mano para sacar de su bolsillo una pequeña caja.

Yoongi abrió los ojos de par en par y su sonrisa se borró cuando separó los labios sorprendido. Llevó su mano a su boca para cubrir su expresión de incredulidad y guardó silencio para no interrumpir a su alfa que se arrodillaba lentamente frente a él.

–Quiero estar a tu lado toda la vida como la luna y las estrellas en la noche etera– Dijo Jungkook abriendo la caja y dejando ver el anillo. –Min Yoongi ¿Me harías el alfa más afortunado del mundo al casarte conmigo?–

Yoongi no pudo dejarlo acabar cuando las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, arrojándose a los brazos del mayor y dejando gustoso que este lo abrace con fuerza.

–Por supuesto que si– Susurró Yoongi sin atreverse a separarse del alfa.

Las flores cayeron al suelo y la única distancia que puso Min fue lara poder besar los labios de Jungkook, ganando que éste aproveche la oportunidad para tomar su mano.

Yoongi vio como el anillo se deslizaba por su dedo y luego como los mismos ojos de Jungkook intentaban contener su llanto de felicidad.

–Te amo tanto, mi alfa– Susurró dejando un beso en su mejilla.

–Y yo a ti, mi omega–















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