–¿Y Taehyung donde está?– Preguntó Jungkook viendo al otro alfa en la cocina.

–Todos los domingos va a ver a sus padres a las afueras de la ciudad– Respondió alzando los hombros.

–Tienen un día familiar– Agregó Yoongi sin alzar la mirada.

–¿Todos los domingos, sin falta?– Preguntó Jeon curioso, haciendo a los otros dos asentir.

–La única vez que faltó, fue cuando hubo un temporal que cerró las carreteras– Soltó Jimin haciendo a Jungkook reír entre dientes.

–Que comprometido con la causa– Dijo el alfa sin apartar la vista de sus hotcakes.

–Si, es muy entregado a sus relaciones– Susurró Jimin.

Se refería a la distancia entre Jungkook y Taehyung, pero Yoongi alzó la mirada asustado pensando en que se refería al engaño de anoche.

–Gracias por el desayuno– Soltó Park, haciendo que nadie diga nada más del tema.

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–No, imposible– Soltó Yoongi, caminando por el parque junto al alfa.

–Vamos ¿Es en serio?– Preguntó rodando los ojos. –Dime que no lo sentiste.

Yoongi suspiró, viendo el camino frente a ellos y soltó un gruñido al ver como se ramificaba en dos, haciéndolo bufar y odiar al destino.

–No importa lo que haya sentido– Espetó molesto.

–¿Cómo puedes ignorar que hayas encontrado a tu predestinado?– Preguntó Jungkook haciendo que Min detenga sus pasos.

–Llevo con Taehyung tres años de una hermosa relación – Soltó serio, cruzando los brazos en su pecho. –No lo mandaré al caño por un tipo que acabo de conocer.

–Lo entiendo– Dijo tomándolo de los hombros, haciendo que baje los brazos. –No te pido que lo engañes o que lo dejes– Susurro haciéndolo alzar una ceja curioso. –Tengo una idea.

Yoongi soltó aire mientras rodaba los ojos. Definitivamente no saldría nada bueno de esto.

–Si tu novio sale todos los domingos, veamonos entonces– Propuso, haciendo al omega abrir los ojos de par en par. –¡No haremos nada! Solo saldremos, hablaremos, nos conoceremos...

Yoongi aflojó su mirada, pero apretó los labios con duda haciendo a Jungkook sonreír levemente.

–Veamos si podría funcionar, si no, no te volveré a molestar– Pidió con voz suplicante.

Incluso si Yoongi hubiese querido negarse, su lobo moría por estar con Jungkook, así que prefirió darle algo para que se calmara, incluso si no era exactamente lo que sus instintos querían.

–Solo los domingos– Soltó Min, haciéndolo sonreír satisfecho. –Y sin soxo.

–Exactamente– Asintió, tendiéndole la mano para que este la estrechara y cerrara la promesa.

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–¿Entonces pasaste los últimos años en Busan?– Preguntó Yoongi comiendo a un lado de Jeon.

–Por la beca– Asintió calmado. –He estado viendo a Jimin pero no tanto como me hubiese gustado.

–Estuviste... ¿Cuántos? ¿Seis años?– Preguntó haciéndolo asentir. –Literalmente del otro lado del país.

–Si, pero, bueno– Suspiró alzando los hombros. –Me alegra que siga siendo mi mejor amigo.

Yoongi sonrió enternecido ante la voz llena de amor que usaba para hablar de Jimin y envidió aquella amistad.

–Yo nunca he tenido un mejor amigo– Confesó haciendo a Jungkook verlo de reojo. –No suelo caerle bien a los omegas, las mujeres no me agradan y los alfas o los betas solo me quieren ligar.

Jungkook apretó los labios con pena. Sabía que eso no se aplicaba exactamente a él por el hecho de ser predestinados, pero aún así se sintió culpable.

–No te pondré una mano encima a menos que tu quieras– Susurró haciéndolo sonrojarse. –De hecho, si quieres algo, tu tendrás que iniciarlo.

Yoongi sonrió complacido con la idea y asintió, llevando su mano a las papas para seguir comiendo y resistir las ganas de acercarse más al alfa junto a él.

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