Two
El día tan esperado llegó, el baile de la luna plateada. Baile para todos los magos y brujas del lugar.
Cada quién se alistaba y se preparaba para la ocasión. El baile reluciría entre vestidos y trajes de diferentes colores y tonos. Tae se puso un traje de tercio pelo color negro, una camisa blanca y una cinta alrededor de su cuello, igual de color negro, para contrastar con el color blanco.
Jimin, por su parte, se puso una camisa de color blanco junto con una cinta. Al contrario de Tae, el no se puso saco, pues pensaba que reluciría mejor así. Ya que la camisa es algo holgada y le da la imagen como la de un príncipe.
Días antes, Taehyung le mandó una nota a Jimin con un niño mago. En la nota tenía escrita: ¿te gustaría ir al baile conmigo? Pero el detalle de esa nota, es que no tenía remitente, y eso confundió más a nuestro bello rubio. Pero lo que ama él, es que las cosas vengan con algo de misterio. Y escribió "acepto", a pesar de no saber quién es la persona que lo envío, le gustaba esa curiosidad que lo invadía.
Y aquí empezaba el plan. El "misterioso" remitente le avisó un día antes por medio de una carta, que para que descubrirlo, le iba a dejar notas o cartas, como pista para revelarse. Eso emocionó más a Jimin. Así que cuando entró al gran salón, buscó la primera nota, quien la tenía Hoseok.
—Hoseok, ¿sabes quién es la persona misteriosa que me invitó? —mira esperanzado al otro rubio para ver si le da la respuesta.
—No te lo puedo decir Jimin, pero sé que cuando lo encuentres, no te vas a arrepentir —responde con felicidad y se retira, dejando solo al rubio menor.
Jimin abrió la nota, y en ella tenía escrito:
¿Qué quieres lograr? ¿Cuánto arriesgarías? No soy un superhéroe con poderes de verdad. Aún así, ¿quieres saber quién soy? Si es así, la siguiente nota está en la biblioteca de la escuela.
No dudó ni un segundo y fue al lugar mencionado. Y en la entrada de esta, una nota pegada, la cual decía: La siguiente pista está en un libro de un chico, cuya maldición es como la de la princesa cisne. Rápido captó esa pista, pues ese es su libro favorito. Corrió a la sección de fantasía y encontró el libro. De ahí, sacó la siguiente pista.
Quiero dejar un rastro de ti y de mí
Para eso, ve a la torre más alta de la escuela.
Sin dudarlo, se dirige ahí. Al llegar, lo primero que logra apreciar, es el hermoso anochecer. Tan cautivado estaba, que no se percató de que alguien estaba atrás de él.
—Que bella es la noche, ¿no? —susurra la persona misteriosa. A Jimin se le erizó la piel al escuchar la voz profunda, y más sabiendo a quién pertenecía.
—Ta...Tae. ¿Qué haces aquí? —pregunta con los nervios a punto de explotar.
—Lo mismo te iba a preguntar —se ríe levemente.
—Aamm, pues... Estoy esperando a la persona que me invitó al baile —responde mientras su mirada está fija en el suelo.
—Oh, yo estoy aquí para hablar de algo con alguien —responde con algo de tranquilidad.
—Te... Te deseo suerte —lo felicita reprimiendo el dolor que siente. Trata de irse, pero el peliazul lo detiene.
—Quiero que leas esto —le entrega una carta.
Jimin abrió la carta y leyó lo que contenía.
¿Y si te robo al menos solo un beso? Promete que igual lo harás.
¿Y si te digo que en serio yo te amo? Yo quiero que lo digas cuanto lo llegues a sentir en el corazón.
—¿Para quién es? —el rubio lo mira.
Lo que Tae ama del pequeño rubio, es que es tan inocente y despistado en algunas cosas; lo que mata de ternura al mayor.
—Para una persona muy especial para mí —responde con algo de diversión.
—¿Y cómo es esa persona?
—Veamos —se acaricia el mentón—. Es algo bajito, rubio, de ojos color violeta y muy tierno —responde.
—Oh, pues suerte con esa persona —empieza a caminar hacia la entrada, pero se detiene al procesar la información que le dio el chico—. Espera, ¡ese soy yo! —exclama con mucha felicidad, provocando que Tae echara una carcajada por su reacción.
—Claro que sí tontito —responde entre risas. Poco a poco se acerca al rubio—. Cuando te vi, esa mirada en tus ojos fue como una caja de regalo que ha sido vaciada. Sentí esa necesidad de volverla a llenar y que volviera a ser una caja llena de sorpresas —confiesa—. Sé que te has sentido inseguro cuando me vez hablando o conviviendo con otras personas —pone sus manos en las mejillas del contrario—, pero déjame decirte algo. Eres tú, tú eres al único a quien quiero, eres todo lo que quiero.
—Tae... —el ojivioleta no sabía que decir. Así que toma el valor para decirle sus sentimientos—. Cuando te conocí, todo cambió, el mundo se volvió más hermoso para mí, y más con las costumbres y manías que creamos —admite—. Cada vez que veníamos aquí a las 5:53, me gustaba contemplar el hermoso atardecer.
—Y a mí me gustaba contemplarte —suelta de repente, provocando que Jimin se sonrojara. Él se acerca y lo abraza—. Quiero quedarme así, quiero estar atrapado en esta hora mágica —ambos se separan—. Park Jimin, ¿Me permites ser tu novio, el que te cuide, te alegre tus días cuando van mal o no, el que se preocupe por ti como nadie más? —Esa confesión lo agarró por sorpresa, jamás se imaginó que la persona que le gustaba, se le fuera a confesar.
—Acepto —responde mientras que se lanza a sus brazos, para después terminar con un cálido beso.
—Tierra llamando a Park Jimin, responde Jimin —un peliazul sacude su mano frente a él.
—Ah, ¿qué? —responde el rubio algo despistado, provocando risas del mayor—. ¿Qué sucede?
—Que Tae te ha estado hablando y tú estás en tu mundo —responde Jin mientras suelta su típica risa de limpiaparabrisas.
—Perdón —ríe de manera nerviosa.
—Vamos por una malteada, ya se me antojó —propone Jungkook—. ¿Alguien gusta?
—Yo si quiero —responde el mayor del grupo.
—Pues ya somos dos —apoya Nam.
—Tae, Jimin, ¿vienen? —mira a los mencionados.
—En un momento los alcanzamos —el castaño menor asiente y los tres se van.
Tae se acerca al chico y se agacha para quedar al mismo nivel que él, ya que está sentado en una banca del parque. —¿Qué tienes?
—Nada, que estaba recordando algo —se limita a responder.
—¿Qué estabas recordando?
—¿En cómo nos hicimos novios? —un leve sonrojo se muestra en sus mejillas.
—¿Y ahora cómo te lo imaginaste? —muestra una sonrisa cuadrada.
—¿Al estilo Harry Potter? —responde con algo de duda.
—Por eso te amo. Porque eres único y especial —le da un tierno beso.
Así es, Jimin volvió a abrir las puertas de sus sueños, para ver que lo que se imaginó, se convirtió en una realidad
—Vamos por la malteada, antes de que los chicos nos dejen —se sube a su bici.
El rubio sonríe. —Vamos —se sube a su bicicleta.
Emprenden su camino, mientras ven como todo cambia en el resplandor del bello atardecer, justamente a la hora en que solían escapar de sus casas para ir a un pequeño monte a contemplar el atardecer... a las 5:53.
Soy un asco escribiendo shots jajajaja, y más si no me viene la inspiración.
Ya es el colmo que no tuviera inspiración para escribir esto jajaja, me voy a morir.
Pero bueno, espero que les guste, y si no, pues también XD.
Nos vemos
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