Capítulo 5.

Atsushi y Akutagawa salían del hospital con la ecografía de las 18 semanas. El joven agente no paraba de verlo, su pequeño bebe se chupaba el dedo y podían verlo. Akutagawa no dejaba de ver a Atsushi, sabía que había sido buena elección tenerlo solo con poder ver el rostro de Atsushi.

De nuevo en casa, estaban llevando una pequeña mudanza. Atsushi y Ryunosuke habían decidido comprar una casita con un jardín grande y árboles, era importante sobre todo para Ryunosuke, el mayor ahora más que nunca quería vivir por mucho tiempo, y un buen ambiente y aire fresco ayudaría mucho. Como el azabache había decidido dejarle todo a su hermana, su mudanza constaba de ropa, accesorios, y algunos peluches de Atsushi. – Atsushi, iré a la nueva casa a dejar unas cosas – menciono

- Quiero ir

- ¿seguro?

- Si, y comprarme unas galletas en el camino

- De acuerdo, vamos.

Salieron juntos, caminando de la mano y emocionados, sobre todo por que en la primera tienda que entraron, Atsushi se apodero de varias golosinas concedidas por el mayor; y aunque si, Atsushi llevaba una dieta hecha por la doctora Yosano, también tenía derecho de sus dulces, los cuales en su mayoría eran galletas de sésamo, mayonesa y mandarinas.

Atsushi iba caminando con sus galletas de sésamo hasta la nueva casa, miro el jardín - quizá debería llamar a Kenji-san para que me ayude con los arbustos ¿Qué dices?

- ¿el chico granjero?

- Sip, sabe mucho

- No estoy en desacuerdo

- Gracias

Dentro de la casa, todo estaba en cajas aun, para Atsushi el agacharse ya era algo difícil así que el azabache le acerco las cajas una vez que logro sentarse, el menor estaba sacando cosas de las cajas, acomodando y limpiando – Atsushi

- ¿sí?

- ¿quieres más adornos?

- No, tendremos una bebé, debemos ser cuidadosos con las cosas ¿no crees?

- De acuerdo. Aunque, solo son pocos para la chimenea

- No es nada, en serio, prefiero que llenemos todo de cosas seguras para el bebé

- De acuerdo. Y

- ¿sí?

- Voy a taladrar ¿te importa el ruido?

Atsushi sonrió, era ese mismo chico mafioso, malo, fuerte, que le quito la pierna varias veces, grito, jaloneo, atravesó con su habilidad, insulto y deseo la muerte, ahora le preguntaba si le molestaría el ruido del taladro para poner una protección en la cocina para su futuro bebé. – no me molesta Ryu – respondió alegre.

- Que rarito eres

- No más que tú.

Akutagawa comenzó con el trabajo mientras Atsushi se levantó, su vientre estaba ligeramente abultado, pero lo bastante para un bebe de 18 semanas, es decir, 4 meses y medio. Según la doctora Yosano, debía pesar alrededor de 200 g, entre 13 y 15 centímetros, como un mango, lo cual le dio risa a Atsushi. fue cuidadoso a dejar los adornos, y apilo las cajas vacías. Justo el mayor termino mirándolo - ¿Por qué te levantaste?

- Acomode todo

- Te dijeron que no hagas esfuerzos

- Ryunosuke, no hago esfuerzo al mover cajas vacías, tranquilo

- Solo, no quiero que pase nada ¿sí? Estoy nervioso

- Y nosotros estamos bien – le dijo amablemente - ¿Cuándo llega el comedor?

- Pasado mañana

- ¿Qué falta?

- Seguros en la escalera y la habitación del bebé

- Apresúrate con los seguros, quiero un pay de mandarina

Akutagawa suspiro, odiaba el sabor de la mandarina y lo detestaba en los besos de su novio. – de acuerdo, ya casi acabo

- Ok

El mafioso continúo arreglando la casa mientras Atsushi llevo las cajas vacías afuera, prefería dejar todo arreglado pues los paquetes llegaban una vez a la semana, el mayor había comprado por paquetería, las protecciones, vajilla, incluso el comedor, un par de muebles y sabanas. Atsushi regresaba a la casa cuando llego el cartero – disculpe

- Oh si, ¿paquetería?

- Si, es una pequeña esta vez, gracias por estar

- Una disculpa, la mudanza parece ser más sencilla con paquetería

- Su esposo debe estar ocupado – respondió el cartero – tenga un buen día señora

Atsushi se quedo en shock ¿había sido llamado señora? Tenía el pequeño paquete en sus manos mientras entraba de vuelta a su casa, miro al mayor en medio de las escaleras, este le miro - ¿Qué paso? Escuche voces

- Vino el cartero dejando este paquetito

- ¿en serio? No recuerdo que hoy llegará algo, pero ¿Qué es? ¿Qué paso?

- Es que... el cartero me dijo

- ¿Qué te dijo? – pregunto preocupado

- Me dijo señora

- ¿seño... señora?

- Si...

Akutagawa se soltó a las risas, Atsushi se sonrojo molesto, se sentía avergonzado, era cierto que ese día llevaba una playera holgada y un pantalón acampanado, lo único que disimulaba su apariencia era su rostro y por los medicamentos estaba reluciente, pero ¿tanto como parecer una mujer embarazada? Bueno, aunque su rostro fuese varonil, seguía viéndose embarazado, cualquiera podría pensar que se trata de una mujer con rasgos masculinos y ya, así que suspiro profundo – y te llamo mi esposo

Akutagawa entro en pánico, ¿esposos? Algo así sería algo demasiado para su corazón, terminaron burlándose el uno del otro y así solamente pasar el tiempo por bromas de casados sin siquiera estarlo. 


...

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top