Atsushi tenía a Akira en una silla reclinable para bebé mientras doblaba algo de ropa, Akira adoraba ver a Atsushi haciendo cosas, cualquier cosa, lo amaba. Era tan feliz, hasta que llego su segundo padre – estoy en casa. – escucharon fuera de la habitación.

- Bienvenido, estamos en el cuarto – respondió Atsushi.

El azabache se tardó un poco, pero subió y llego a la habitación – hola, mis amores

- ¿Qué cosas tan vergonzosas dices?

- Solo saludar – menciono acercándose a Akira a quien beso en su frente - ¿Cómo te portaste pequeño Akira?

- Super, durmió, comió, cambio de pañal y volvió a dormir, ahora, me cuida doblando la ropa

- ¿es así? – pregunto tomando la mejilla de Atsushi – gracias por hacer todo en este periodo

- Está bien, volveremos a turnarnos cuando vaya a la agencia, por ahora, déjame ayudarte teniendo todo bien en casa

- No sé qué haría sin ti, incluso hiciste la cena

- Claro, esperábamos por ti

El azabache beso al perloso. Akira los miro, sus ojos estaban llorosos y un gran grito salió de él – Akira ¿Qué sucede?

- Yo lo atiendo – pidió el azabache – descansa un poco Atsushi

- Ah... gracias, entonces, calentare la comida para que cenemos

- Gracias, amor

Atsushi fue a la cocina mientras Ryunosuke revisaba a Akira – no necesitas nuevo pañal, estas limpio, 0 eructos y no quisiste leche. ¿en serio te molesta tanto que bese a papi? – se quejó. Akira hizo puchero – papi no va a dejar de quererte en ningún momento – menciono – pero debes saber que te cuidaré en las mañanas cuando él vaya a trabajar

Akira volvió a hacer puchero, pero está tranquilo. Su hijo era su nueva misión. 

...

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