Capítulo 18

— ¡Phoebe!—grita Emily en cuanto me ve llegar al piso de sus oficinas, y si, por si no lo había mencionado, mis amigos tienen su propio piso en donde están sus oficinas.

— Emily—la abrazo— ¿Están todos?—pregunto y ella asiente—Genial, tengo que hablar con ustedes. Bueno, más bien presentarles a dos personas.

— ¿Ellos?—señala a mi hermano y a Steff y yo asiento.—Vamos, estábamos en la sala de juntas— comenzamos a caminar y llegamos a la sala de juntas que ellos tienen en su piso y en efecto allí estaban todos.

—Chicos, ella es Steff la prometida de Ed y él Jackson, mi hermano—el asombro en sus rostros se hace presente provocando que sonría ampliamente para tratar de calmarlos— Yo tampoco sabía de la existencia de mi hermano, me enteré hace unos días y créanme, han pasado  muchas cosas.— ¿Y bien que hacían? — el silencio se hace presente y suspiro largamente.

******

— ¿A eso te referías con "Tengo una idea"? —dice mi novio abrazándome por detrás mientras veo a mis amigos jugar con mi hermano y las chicas platicando cómodamente con Steff. Ellas se llevarán bien, lo presiento.

—Oigan—me suelta y avanzo a donde están los demás. Yo solo acariciaba mi vientre mientras mi vista viajaba de mi hermano a Steff— Ahora volvemos—mi hermana observa a Dylan con los ojos entrecerrados para luego sonreír de lado. Vuelve a mi lado y entrelaza nuestros dedos—Tengamos una cita.

******

— ¿Ya puedo quitarme la venda? —digo cuando el auto se detiene— Me obligaste a usar la venda desde que nos subimos al automóvil. Ya, déjame ver—suspiro algo cansada para luego sentir como la luz se hace presente— ¿Qué es esto?

—Es una casa que acabo de comprar. Ven, quiero enseñártela

Nos bajamos del auto para caminar por el jardín que se veía recién cortado junto unas rosas que empezaban a florecer. Cuando entramos a la casa me quedo boquiabierta. Todo estaba perfectamente acomodado y ni se diga de los muebles. Colores claros dándole a la sala una perfecta combinación.

Caminamos hasta la cocina en donde hay una estufa y varios espacios con puertas para los utensilios de que se necesitan en la cocina. Hay salida al jardín trasero con una pequeña alberca y unos camastros. Vuelvo a entrar a la casa para subir a la segunda planta en donde me encuentro con muchas puertas en el pasillo.

—Hay seis cuartos y dos baños. Dos habitaciones tienen baño. —habla Dylan detrás de mí. 

— ¿Por qué tantos cuartos? —me giro a verlo para luego volver mi vista al pasillo.

—Me gustó la casa. Lo de menos son los cuartos. Solo ocuparé unos y los demás los puedo dejar cerrados. Sencillo—asiento sin entender pero eso no impide que sonría ampliamente.

—Phoebe... Ven—me lleva al final del pasillo para entrar a un cuarto que tiene una sala de juegos—Este cuarto te va a gustar — en mi rostro se instala una sonrisa de lado a lado, pareciendo niña pequeña en un pasillo de juguetes—  ¿Jugamos? —asiento varias veces y me extiende un sillón que se ve cómodo para que me siente. 

*****

—No lo puedo creer Dylan. ¿No te cansas?—recargo mi cabeza en su pecho.

—Contigo nunca.—su dedo traza círculos en mi espalda.— Te amo.

—Dylan, te provechas que tengo las hormonas alboratadas para esto— me sonrojo. Ya que empezamos a jugar en la play. Veinte minutos después el aventó el control lejos y comenzó a besarme. Una cosa llevo a la otra y terminamos en la cama, me torturo un largo rato pero termina haciéndome el amor.

—Ya, ya...  — deje de escuchar que fue exactamente lo que dijo, debido a que me quedé dormida.

— Phoebe—escucho entre sueños pero decido ignorarlos y así poder seguir durmiendo. Me mueven, haciendo que poco a poco vaya abriendo los ojos

— Me encanta verte dormir, pero estas aplastándome y necesito hacer pipí— suspiro para luego hacerme a un lado mientras Dylan sale corriendo hacía el baño. Mi cuerpo se encontraba cubierto por una sabana así que me enrollo en esta para sentarme en el cama.—Me tuviste dos horas ocupándome como almohada, eso no es justo.— dice saliendo del baño para recargarse en la puerta, mi vista solo estaba en sus brazos los cuales estaban cruzados en su pecho.

—Tenemos hambre— me quejó dejando de ver sus brazos. Él se encoje de hombros y me pongo de pie para tomar mi ropa cambiándome y poder hacer de comer.

—Iremos a devorar la cocina—Al llegar a la cocina empiezo a revisar los cajones, todo pero ¿Qué creen? El muchacho tiene la cocina vacía, es increíble que tenga el cuarto de juegos bien equipado y la recámara lista, pero no tenga comida. Cuando estoy a punto de volver a subir al cuarto él aparece en las escaleras con sus sexys bóxers—No hay comida genio, tenemos hambre y cuando no como, me pongo de malas. Dame comida

—Ya, pequeña bestia— una de sus manos se posiciona en mi mejilla—Me areglaré para que vayamos con los demás a donde tú y tu enorme panza quieran. 

Veinte minutos después ya estamos en el carro de camino hacia el lugar en donde comeremos.

—Phoebe...—rompe el silencio que se ha formado entre nosotros—La casa que compré...—hace una pausa y siento como mi bebita se mueve dentro de mí. Sonrío y hago pequeños círculos en mi vientre—Es para nosotros.

—  ¿Qué dijiste? — quiero creer que solo fue un producto de mi imaginación y que dijo otra cosa.

—Lo que oíste—sonríe de lado—Quiero que compartamos la casa, ya sé que me dijiste que ahora no, pero al menos que sea para un futuro. La niña va a crecer y no puede vivir toda su vida en ese pequeño cuarto—Lo medito un momento y creo que tiene razón, mi bebita no puede estar siempre en ese diminuto cuarto, tal vez el primer año si, pero después va a necesitar más espacio para gatear y cuando comience a caminar, sí, tengo que tomar en cuenta todo eso. 

Además de que ahora tengo a un niño más en casa.

—Lo tendré en cuenta, pero no debiste molestarte en comprar esa casa, no quiero imaginarme en cuanto te salió. Dylan, es lo más lindo que han hecho por mí—le doy un corto beso en los labios—Pero sigo teniendo hambre— suelta una carcajada y me indica que vea al frente. Mi hermanito esta saludando animadamente, estamos en mi restaurante favorito. En cuanto el auto se detiene, bajamos del auto y mi hermano viene a agarrarme la mano— ¿Cómo te portaste Jake?

—Bien, lo llevamos a la casa y le enseñe todo, se quedo dormido un rato después de eso. —contesta mi hermana.

—Tenemos hambre—todos rieron de mi comentario y entramos al restaurante de comida rápida, y por si aún no lo saben, este restaurante es Mc'donalds. Nos sentamos cerca del área infantil y así poder estar observando a mi hermano mientras juega. Me levanto de la mesa en donde estábamos sentados para ir a pedir un helado, pero en cuanto vi pasar a una señora con unos nuggets de pollo, me dio mucho asco y salí corriendo hacia el baño. No me preocupo al seguir sintiendo nauseas, ya que mi doctora me comento que es normal por el bebé. Pero sigo con lo mismo, es lo más asqueroso que me ha pasado en la vida, lo odio. 

*******

—Suena buena idea...—dice San cuando termino de contarle lo de la casa de Dylan. Obviamente omití lo que paso después de jugar en la play.

—Lo sé y se lo agradezco, pero siento que está haciendo mucho por nosotros—mi bebita se mueve dentro de mí y hago una mueca, es algo lindo, pero un poco doloroso.

—¿Sucede algo?—niego.

—Se mueve—tomo su mano y la guió a mi vientre y ella sonríe.

—Hablando de la bebé; vamos a organizarte un babyshower.—Sonrío, ya que siempre que yo planeaba un babyshower me imaginaba como sería cuando yo tuviese el mío, que rápido se va el tiempo.

—Bien. Jake, ven—se acerca hasta la cama y se acuesta entre ambas—¿Cómo te la pasaste hoy?—pregunto acariciando su cabello.

—Con tus amigos muy bien, son buenas personas—sonrió— Y tu novio me compró un chocolate.

—¿Qué te gusta hacer?—pregunta mi hermana de la nada — Tenemos curiosidad por saber más de ti, así como supongo que tu quieres saber más de nosotras.

—Pues me gusta mucho el chocolate, ver películas, en sí donde vivía no había internet o tele, veía las películas cuando venía con la tía. Me gusta aprender cosas nuevas—me quedo pensando cómo fue su vida en estos años, aún sigo con la duda de porque nuestros padres nunca nos dijeron de él.

—Mi turno—empieza a hablar Sandy, no presto mucha atención ya que siento como mi bebita se mueve nuevamente y me imagino cómo serán las cosas cuando ella esté con nosotros

—Phobe...—parpadeo saliendo de mis pensamientos para prestarle atención a mi hermana—Te toca contarle a Jake—asiento.

—Pues tengo 26 años, estoy embarazada, así que tengo hambre casi todo el tiempo. Mi novio ya lo conoces, a mis amigos igual. Me gusta ver la tele los días que no voy a trabajar, me gusta ir de compras, igual me gusta leer. También me gusta cocinar, y mi gran sueño era tener un bebé, pero ese ya se cumplió. —Jake sonríe.

—¿Saben? Cuando vivía con mi madre yo siempre deseaba tener una hermana para poder tener alguien con quien hablar. Y vean, ahora tengo dos hermanas y una sobrina. Que rápido.— los tres reímos y acto seguido mi bebita se volvió a mover.

—Préstame tu mano- le dije a Jake y el dudoso me la da—Tranquilo, solo será un momento—puse su mano sobre mi vientre y la bebita como si supiera que esperan que se mueve, lo hizo. Jake abre los ojos de par en par y luego sonríe.

—Se mueve—asiento.

—¿Quieres ver el cuarto de mi bebita?

—San ¿y Steff...?— ahora me di cuenta que ella faltaba.

—Se quedo dormida en mi cama.—bufa— ¿Por qué crees que estuve en tu cuarto todo este tiempo? —ahora que medito, tiene razón. Normalmente ella se la pasa en su cuarto, viendo la tele, o haciendo cualquier cosa.

—Cierto...—susurro.

—Ya desperté...— aparece la personita de la que estábamos hablando—tu cama está cómoda—niego con la cabeza, divertida.

—¿Qué vamos a hacer ahora? —pregunta Jake desde la cuna de mi bebita—Son las 6 de tarde, y no tengo sueño—sonrío y mi hermana me imita.

— ¡Peliculas! —gritamos al unísono.

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